Se puede definir la desviación como cualquier conducta que no esté conforme con las
expectativas de la sociedad o de un grupo determinado de la sociedad o de un grupo
determinado dentro de ella. La desviación es un distanciamiento de la norma y sucede cuando
un individuo o un grupo de individuos no comparten los patrones de la sociedad.
Generalmente, nos acostumbramos a considerar la desviación a términos de aquella conducta
que ha sido juzgada como negativa, tal como el crimen o la locura. Sin embargo, el individuo
que sobresalga o sobrepase ampliamente los patrones de una sociedad puede ser considerado
igualmente desviado.
Las normas sociales que existen en el seno de una cultura defienden el comportamiento
desviado. Un acto puede ser apropiado y aceptable en una situación dada, mientras se le
considera impropio e inaceptable en una situación distinta. Por ejemplo, el oficial de policía
que dispara y mata a un asesino fugitivo como último recurso (es un acto de autodefensa)
Puede recibir una mención al mérito por su valor. No obstante el criminal que dispara y mata
a una persona durante un asalto, está sometido a una de las más severas penas que contempla
la ley. Ambos actos son desviados puesto que cada uno representa un distanciamiento de la
norma.
Ejemplo 1: En nuestra propia cultura, como ejemplos de desviación están las conductas como
el asesinato, el rapto, el robo, la locura, el retraso mental, la delincuencia juvenil, la
homosexualidad, la drogadicción y la prostitución.
La conducta desviada como: “toda violación de las normas sociales, desde las simples normas
de convivencia social, hasta las normas del derecho y la moral, que son las más importantes
en toda sociedad.”
Este concepto propuesto por Norma Vasallos me parece demasiado abarcador en el sentido
de que desde esta perspectiva conductas tales como una riña en alguna ocasión en una cola de
la guagua constituiría una conducta desviada y sería muy difícil determinar si un sujeto
presenta o no una conducta de este tipo, pues en ocasiones tenemos comportamientos que
pueden ser censuradas por la moral y lo socialmente esperado y hasta incluso asumimos
posturas que son desaprobadas por las normas y leyes jurídicas , cuando estas solo ocurrieron
ante una situación determinada y bajo circunstancias específicas que nos han hecho perder el
control o nos han hecho actuar inconscientemente y; ¿acaso podemos decir que por eso
presentamos una desviación de conducta? . A mi consideración no, pienso que para
determinar si estamos en presencia o no de una desviación de conducta tenemos que tener en
cuenta los siguientes indicadores:
Debe haber una violación de las normas sociales; ya sean de convivencia, del derecho
o la moral.
Esa violación debe tener implícito un daño, que puede ser para consigo mismo o para
los demás.
Debe haber una concientización por parte del sujeto de que la conducta que está
llevando a cabo no es aceptada socialmente.
Además, la cultura no es un todo unitario; como hemos visto, las culturas difieren
notablemente unas de otras, coexistiendo dentro de un mismo espacio culturas distintas, como
es el caso de las culturas gitana y paya. Por otra parte, las culturas admiten suficiente grado
de variación interna como para permitir la existencia de subculturas y aun de contraculturas.
Incluso una cultura que afecte a un número suficientemente amplio de sujetos y sea más o
menos unitaria admite en su seno diversos grados de adhesión a la norma.
Cultura y sociedad forma parte de un todo interactivo, de manera que la cultura afecta a cómo
se estructura la sociedad y la estructura social afecta al nivel de esa cultura en que se
desenvuelven los individuos. O sea, la posición social de las personas afecta a lo que
aprenden y al cómo lo aprenden, y las diferencias culturales contribuyen a reproducir
diferencias de clase.
La cuestión anterior será tratada con mayor abundancia en capítulos posteriores, en esta
segunda parte del tema abordaremos básicamente dos cuestiones: la cultura como generadora
de conflictos y criminalidad y las subculturas desviadas.
convivencia humana.
Se utiliza generalmente este término para denominar aquellos trastornos que provienen de la
influencia del medio en el que se vive o surgen a consecuencia del mismo.
La importancia del medio en que una persona nace y se desarrolla es determinante en cuanto
a las enfermedades que puede padecer. Así, aunque la lepra no sea una enfermedad social el
lugar de nacimiento multiplica las posibilidades de padecerla.
Parece que los trastornos mentales debidos a las exigencias sociales, la insatisfacción y la
aceleración son uno de los problemas de los países occidentales y la época moderna.
En los países más pobres las enfermedades infecciosas constituyen un problema mucho
mayor que en los países desarrollados. La desnutrición, la falta de higiene y la escasez de
recursos médicos contribuyen a ello.
Violencia
Trastornos alimenticios
Alcoholismo
Drogadicción
1.5. Violencia
2.1. Manipulativo
Conducta socio patica pueden presentar síntomas que pueden aparecer a ser elevada versiones
de las interacciones normales entre personas. Es común, por ejemplo, para los no sociópatas
que intentan de vez en cuando para manipular a la gente para conseguir lo que quieren, pero
el nivel es más extremo para los sociópatas. Los síntomas incluyen el uso de su ingenio o
encanto para manipular a la gente sobre una base regular o para intimidar a la gente a hacer lo
que quieres
Los sociópatas generales no poseen la moral estándar que la sociedad espera. Los síntomas de
esta pueden incluir ser mentiroso y la mentira persistente como parte de la inobservancia de
las normas de lo que está mal y lo que es correcto en la sociedad. Otros de estos síntomas
incluyen descuidar o abusar de los niños y la violación de los derechos de las personas en
varias ocasiones. Puede que no tenga ni mostrar ningún remordimiento acerca de las personas
que perjudican, tampoco. Parte de esto es que los síntomas de comportamiento violento o
agresivo, también. Todo esto puede hacer que sea difícil para el sociópata y los que le rodean
para hacer frente a la otra. También puede hacer que la escuela o el trabajo u otras situaciones
sociales difíciles o intolerables.
Conducta sociopática puede incluir también ser irresponsable en su trabajo y que tienden a
agitarse por la interacción con otras personas. Esto también puede conducir a otro de los
síntomas, que está llegando a un enfrentamiento en varias ocasiones con los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley. El comportamiento impulsivo, otro síntoma, puede
conducir a estos conflictos con la ley también.
2.3. Problemas de relación
A causa de la disfunción mental relacionado con la conducta sociopática, puede ser difícil de
establecer relaciones con otras personas. Si usted es un sociópata, usted no tiene las
herramientas mentales y emocionales, por lo general, para formar buenas amistades,
relaciones familiares sólidas o compartir el amor con otro ser humano. La empatía es un
componente importante de las relaciones personales, y si usted no experimenta o percibe la
empatía, hay pocas posibilidades de realmente conectar con otra persona.
Ejemplo 3: Un individuo que bebe con exceso en una fiesta, o también bebe
excesivamente en su casa, en el trabajo y en otros eventos sociales, es reconocido por
aquellos que lo rodean como un alcohólico, entra en la segunda etapa de la desviación. El
sello de la desviación queda definitivamente fijado cuando a la persona en cuestión se le
arresta por manejar embriagada, se le encuentra culpable en el tribunal, se le retira su licencia
de conducir o se le incluye en un programa de tratamiento para alcohólicos.
Consideramos que un individuo es desviado cuando, actuando solo se desvía de las normas
establecidas de su subcultura y de hecho rechaza esas normas.
Un grupo que, actuando como entidad colectiva, contradiga las normas de la sociedad
convencional está representando una desviación grupal. Una amplia gama de desviación de
grupo tiene lugar en el interior de la subcultura desviada de una sociedad. Debe señalarse que
el individuo en esta situación actúa en conformidad con las normas de su subcultura; es la
subcultura la que ha rechazado las normas de la sociedad. Es particularmente difícil, social y
legalmente, deslindar la responsabilidad individual de la responsabilidad del grupo desviado.
Los científicos que pertenecen a esta escuela de pensamiento consideran que la desviación
social está relacionada positivamente con factores biológicos tales como la conformación
corporal y la gama de cromosomas. Las explicaciones biológicas de la desviación han sido
objeto de muchas críticas y no han demostrado una gran sustentación.
Cesare Lombroso, un criminólogo italiano del siglo XIX, fue el pionero entre aquellos
científicos que intentaron explicar la desviación en términos de la conformación corporal. En
sus escritos, Lombroso sugiere que el criminal es biológicamente mucho menos desarrollado
que el ciudadano normal y se parece, más a sus antecesores evolutivos, que a sus
contemporáneos. Charles Goring, un alumno de Lombroso que continuó sus estudios después
de la muerte de éste, llego a la conclusión de que no hay diferencias físicas significativas
entre los criminales y el resto de la población.
Ejemplo 6: Una persona con mandíbulas prominentes, grandes mofletes, defectos oculares,
brazos excesivamente largos, piernas y dedos desmesurados y distinción anormal sería un
modelo de lo que Lombroso denomina tipo criminal
Sheldon intenta correlacionar personalidad y conducta con el tipo corporal. Concluye, como
resultado de su investigación, que el mesomorfo es el tipo más propenso a la delincuencia, ya
que es impulsivo, energético y nervioso. Afirmaba que el endomorfo tenía propensión a ser
amigable y autoindulgente, en tonto que el ectomorfo lo encontraba abiertamente sensible y
algo indeciso.
Usando la tipología desarrollada por William Sheldon, Eleanor y Sheldon Glueck publicaron
en 1956 los resultados de una investigación en la cual comparaban quinientos jóvenes
delincuentes con quinientos jóvenes no delincuentes. Los Glueck encontraron que un
porcentaje significativo de jóvenes delincuentes eran mesomorfos.
Sigmund Freud divide la mente en tres partes: el id, el ego y el superego. El id representa la
parte inconsciente, instintiva, impulsiva y no socializada de la personalidad. El ego representa
la parte consciente y racional de la personalidad. A menudo se hace referencia a éste como el
"guardián" de la personalidad, por que regula la interacción de la entre el id y el superego. El
superego representa la parte de la personalidad que ha absorbido los valores culturales y las
funciones de manera consciente. Quienes pertenecen a la escuela psicoanalítica consideran
que el comportamiento desviado resulta cuando un id imperativo (e incontrolable) se presenta
en combinación con un superego pasivo mientras que, al mismo tiempo, el ego permanece sin
dar una dirección adecuad.
Ejemplo 8: Si una persona está hambrienta y por lo tanto requiere alimento, el id instara de
que esa necesidad debe ser satisfecha usando cualquier medio a su alcance. Si un superego es
extremadamente débil y posee escaso control sobre el id, la persona puede simplemente
dirigirse a un restaurante y tomar la comida de una mesa ya ocupada. En este caso, el ego no
prevé ningún peligro, y el superego no da señal de que esa clase de comportamiento sea
inaceptable.
Los sociólogos han ensayado diferentes aproximaciones con miras a explicar las causas de la
conducta desviada en términos de una socialización impropia. De acuerdo con uno de los
enfoques, el individuo que no ha sido socializado adecuadamente no incorpora las normas
culturales dentro de su propia personalidad y por lo tanto no está en incapacidad de
diferenciar entre lo culturalmente apropiado y la conducta impropia. Un segundo enfoque
supone, en cambio, que un individuo desviado, para llegar a serlo primero debe aprender a ser
desviado. Los sociólogos consideran que muchas formas de la conducta desviada se
transmiten de una persona a otra y este proceso de aprendizaje involucra los mismos
mecanismos que cualquier otra situación de aprendizaje. Un tercer enfoque explica la
desviación como el resultado de una tensión entre la cultura y la estructura social de una
sociedad. Cada sociedad no solo ha prescripto sus metas, mediante la cultura, sino que
además ha sancionado socialmente los medios para la obtención de esas metas. Cuando un
individuo no tiene acceso a esos medios es probable que se produzca una conducta desviada.
Ejemplo 9: El delito de cuello blanco es una práctica desviada en la que incurren individuos
de status social elevado y de reconocida respetabilidad, quienes cometen un delito en el curso
normal de sus ocupaciones. Como ejemplos tenemos la deformación en el manejo de la
información, el soborno o el acuerdo clandestino sobre precios. Para cometer esta clase de
delitos, el individuo debe aprender primero las técnicas adecuadas. Teniendo frecuentas,
largos e intensos contactos con colegas comprometidos en esa desviación y dando prioridad a
las relaciones con ese tipo de colegas, los individuos pronto comenzaran a cometer esa clase
de actos por sí mismos.
Casi todas las personas en un momento u otro pueden proceder de una manera desviada.
Algunos sociólogos consideran que cuando se acepta este presupuesto, el elemento más
importante a determinar es si esa persona es o no sorprendida cometiendo el acto
desviado. El futuro de una persona a guiar se detecta y se le señala públicamente como
desviada, puede sufrir cambios drásticos. Una vez identificados, se le asigna un rótulo
como "inútil", "raro", "sospechoso", "loco" o "ladrón. Las demás personas comenzarán a
referirse a ella en los términos del rótulo con el que se le acaba de señalar, y el rótulo
mismo tendrá mayor significación que cualquier otro elemento del status que la persona
desempeñe. Una persona que comience por conducirse de la siguiente manera: después de
reconocerse a sí misma como desviada y siendo tratada como tal por los demás, esta
persona se separará tanto social como físicamente de la sociedad convencional y se
asociará a aquellas que han sido igualmente señaladas de desviación. En este momento, el
rótulo de desviación podrá llegar a ser una profecía que uno mismo se encarga de
cumplir. Las personas que proceden de las clases socio-económicas más elevadas tienen
menos oportunidad de ser rotuladas que aquellas que provienen de las clases inferiores.
Dentro del contexto del grupo se presentan numerosas conductas desviadas. Muy a menudo,
la gente que adolece de una forma particular de desviación busca juntarse con el doble
propósito de encontrar mutuo apoyo y crear una atmósfera en la que puedan llevar a cabo su
desviación con relativa impunidad. La subcultura desviada se refiere entonces al modo de
conducirse, los valores dominantes y el mutuo entendimiento que es compartido por los
miembros de esa colectividad, pero rechazado por la sociedad convencional. La subcultura
desviada es un conjunto separado del resto de la sociedad a causa de su adherencia a un
conjunto especial de normas, valores, indumentarias, lenguaje y jerga propios. Muchos
individuos que han sido rechazados por la sociedad convencional escogen la compañía que
proporciona la subcultura desviada, en un intento de encontrar status, aceptación y
comodidad.
Conjunto de formas en que grupos e individuos se organizan y relacionan entre sí y con los
distintos ámbitos de una sociedad. En sociología, la estructura es un instrumento para analizar
la realidad social.
El concepto de estructura tiene una larga evolución. Ya se utilizaba en el siglo XVII en el
campo de la historia natural para hacer referencia a las relaciones entre las partes de un todo.
El término se usaba en anatomía, pero en el siglo XIX se trasladó a la sociología como
consecuencia del empleo de ciertos términos orgánicos por los pensadores de la época
(Auguste Comte, Karl Marx y Herbert Spencer). El teórico social inglés Herbert Spencer
estableció el paralelismo entre la organización y evolución de los organismos biológicos, y la
organización y evolución de las sociedades. La sociedad, considerada como un "organismo
vivo", podía ser dividida en partes ordenadas y diferenciadas. Para Spencer, la estructura
social sería la "trama de posiciones e interrelaciones mutuas mediante las cuales se puede
explicar la interdependencia de las partes que componen la sociedad".
Varios estudios han examinado el origen de conductas antisociales y sus patrones de cambio
en el curso del desarrollo, y los resultados indican un alto índice de extensión de las
conductas en muestras de niños y adolescentes normales (pe., mentir, desobedecer y destruir
objetos personales)
Cualquier acción antisocial específica que muestren los niños, puede considerarse síntoma
individual o conducta en cuestión. Sin embargo, es probable que varias conductas antisociales
distintas ocurran juntas, se presenten «en paquetes», y formen un síndrome o constelación de
síntomas. El trastorno de conducta (véase tabla 2), como síndrome, incluye varias
características centrales como la agresión, peleas, robos, destrucción de la propiedad, desafiar
o amenazar a otros o escapar de casa.
También es probable que ocurran otras conductas que no son en sí mismas antisociales pero
que pueden estar presentes agravando, si es posible, el trastorno manifestado. Entre estos
síntomas alternativos o características asociadas se encuentran los relacionados con la
hiperactividad (que incluyen exceso de actividad motriz, agitación, impulsividad, falta de
atención...), el alboroto, los alardes y el culpar a los demás.
Además los niños y adolescentes con trastornos de conducta tienden a presentar anomalías en
ciertas áreas del desarrollo distintas de las que se usan para definir la conducta antisocial: la
académica (como se refleja en sus bajos logros académicos, el abandono precoz de la escuela,
y deficiencias en el aprendizaje y en el rendimiento escolar), y la de relaciones
interpersonales (los niños con una elevada agresividad y otras conductas antisociales suelen
ser rechazados por sus compañeros, tienen pocas habilidades sociales y fracasan en sus
interacciones con padres, maestros, miembros de la comunidad, etc.; además, son menos
tendentes a someterse a la autoridad de los adultos, mostrar cortesía y responder de modo que
se promuevan interacciones positivas). Estas características explican, a menudo, que sean
considerados “incompetentes socialmente”, y la razón de esta incompetencia social puede
deberse, en parte, a una serie de procesos atributivos y cognitivos (de hecho, muchos jóvenes
antisociales tienen dificultades para adoptar la perspectiva de los demás y para resolver
problemas en sus interacciones sociales).
Pero las características de los niños antisociales, no son los únicos factores que colocan a los
niños en situación de riesgo, también es importante valorar otros muchos factores como la
familia, la escuela o el grupo de amigos.
BIBLIOGRAFIA