Indice

Editorial: Sólo hay un camino....................................................... 1

Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un
profundo examen del Concilio Vaticano II................................ 3
La cautividad de Babilonia,
semejanza con la situación actual.............................................. 15
P. José María Mestre
Democracia - Cristiana................................................................. 21
Carlos De Meer de Ribera
El más prodigioso inventor de nuestro tiempo (siglo XX)...
hacía los primeros viernes....................................................... 29
Rvdo. D. Eduardo Montes
Crónica de la Hermandad en España.......................................... 33
La primavera del postconcilio.................................................... 37
L. Pintas

Le recordamos que la Hermandad de San Pío X en España agradece todo tipo de ayu-
da y colaboración para llevar a cabo su obra en favor de la Tradición. Los sacerdotes de
la Hermandad no podrán ejercer su ministerio sin su generosa aportación y asistencia.
NOTA FISCAL
Los donativos efectuados a la Fundación San Pío X son deducibles, en un 25 %, de
la cuota del I.R.P.F. Además, los contribuyentes con residencia fiscal en la Comu-
nidad de Madrid podrán deducir otro 15 % adicional en la cuota del mencionado
impuesto. Todo ello, con el límite legal establecido (10 % de la base liquidable).

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Depósito legal: M-39630-1984
 Cartas pastorales
y escritos
Mons. Marcel Lefebvre

El sexto tomo de las Obras

Completas contiene las Cartas
Pastorales que Mons. Marcel
Lefebvre escribió entre 1947
y 1968. En aquellos años era
obispo de la diócesis de Dakar
(Africa occidental), Delegado
Apostólico y finalmente Su-
perior general de la congre-
gación de los Padres del Espí-
ritu Santo.
En estos documentos analiza, a la luz de la fe católica,
la actualidad eclesial y mundial. Los problemas sociales y
económicos, el comunismo, la autoridad, la Iglesia ante la
nueva evolución política, la vida religiosa y sacerdotal, el
matrimonio, el apostolado y otros tantos temas. En ellos
se descubre al Pastor consciente de su responsabilidad
por las almas que el Papa le ha confiado.
Estas páginas nos descubren a un Mons. Lefebvre desco-
nocido, pues tratan del obispo misionero en Africa antes
de la fundación de la Hermandad de San Pío X. Pero al
mismo tiempo nos permiten reconocer que en la vida de
Mons. Lefebvre hubo una continuidad: «La continuidad
de pensamiento y acción bajo la influencia del Espíritu
de Verdad».

Pueden hacer su pedido a nuestra dirección.

Precio: 14 € (gastos de envío incluidos)
 Capillas de la Hermandad San Pío X en España
Madrid Oviedo
Capilla Santiago Apóstol Capilla de Cristo Rey
C/ Catalina Suárez, 16 bis C/ Pérez de la Sala, 51
Metro: Pacífico, salida Dr. Esquerdo. Viernes anterior al 3er domingo,
Bus: 8, 10, 24, 37, 54, 56, 57, 136, 140 y 141 misa a las 19’00 h.
Domingos: 10 h.: misa rezada Sábado siguiente, misa a las 11 h.
12 h.: misa cantada. Más información: 984 18 61 57
(una sola misa a las 11 h.
en julio y agosto) Palma de Mallorca
Laborables: 19 h. Capilla de Santa Catalina Tomás
(20 h. de junio a septiembre) C/ Ausías March, 27, 4º 2ª
4º domingo de cada mes,
Barcelona misa a las 19 h.
Capilla de la Inmaculada Concepción Más información: 971 20 15 53
C/ Tenor Massini, 108, 1º 1ª
Domingos: misa a las 11 h.
Viernes y sábados: misa a las 19 h. Santander
3er domingo de cada mes,
Más información: 93 354 54 62 misa a las 12 h.
Córdoba Más información: 942 36 44 32
C/ Angel de Saavedra, 2, portal B, 2º izq.
Lunes siguiente al 1er domingo, Valencia
misa a las 19 h. C/ Pizarro, 12, 3º D (apartamento 8)
Más información: 957 47 16 41 3º domingo de cada mes,
misa a las 11 h.
Granada
Capilla María Reina Vitoria
Pl. Gutierre de Cetina, 32 Capilla de los Sagrados Corazones
Autobús: 7 Pl. Dantzari, 8
1er domingo de cada mes, 3er domingo de cada mes,
misa a las 11 h. misa a las 19 h.
Sábado precedente, misa a las 19 h.
Más información: 958 51 54 20
Murcia También se celebran
Sábado anterior al 1er domingo de mes, misas en: Salamanca,
misa a las 11 h. Tenerife, Las Palmas de Gran
Más información: 968 23 92 91 Canaria, Pamplona y Daimiel.

Para cualquier tipo de información sobre nuestro apostolado y

lugares donde se celebra la Santa Misa, pueden llamar al 91 812 28 81
Impreso: Compapel - Telf. 629 155 929
 1

Editorial
Sólo hay un camino

N
adie pondrá en duda que la invasión de Internet en nuestras sociedades ha
constituido un factor de primer orden en cuanto a las relaciones y comu-
nicaciones entre individuos, grupos constituidos, organizaciones y gran-
des instituciones de la más diversa índole. Nada permanece secreto, celosamente
guardado en el ámbito de una u otra intimidad, nadie puede presumir de tener
algo exclusivamente suyo en el terreno de la información. Y todo esto viene a co-
lación por la cantidad de noticias, contranoticias, rumores, falsas informaciones
o informaciones tergiversadas que han circulado por el universo orbe a propósito
de la Hermandad Sacerdotal de San Pío X y sus encuentros o conversaciones con
la Santa Sede. Ignorancia, desconocimiento o intereses aviesos pueden ser tres,
entre otras más, de las causas que han provocado durante estos últimos meses la
oleada de referencias u opiniones que han llenado los espacios de Internet.
La ignorancia provoca situaciones de las más inverosímiles. Sin conocer ni por
casualidad lo que significa el término Tradición en la historia de la Iglesia, perio-
distas, redactores o ciudadanos en general se lanzan a asentar doctrina en estos
dominios. Para muchos de ellos la Tradición viene a ser algo así como la postura
recalcitrante frente a la evolución de la sociedad, de la técnica, de las ciencias y
frente a los avances experimentados en el pasado siglo XX. Es decir la Tradición
enemiga del progreso o de la libertad. Todo esto, por supuesto, no puede ser nada
más que fruto de la ignorancia. Hablarles de la Tradición como una de las dos
fuentes de la Revelación divina se les antoja digamos que como una pequeña cur-
silada. Cuando el Apóstol nos dice: Os he entregado lo que a mi vez he recibido…
imposible que lo comprendan.
Sin embargo no siempre, ni mucho menos, la ignorancia es el origen de tan-
to disparate y confusión. También es verdad que el desconocimiento religioso,
doctrinal, teológico, origina un gran desconcierto entre los informadores de los
medios de comunicación como entre los usuarios de la red. En toda esta época
postconciliar, ahora van a ser celebrados los cincuenta años de la apertura del
Vaticano II, el desbarajuste docente en lo que atañe al contenido de la fe católica
ha sido casi absoluto. Cantidad y cantidad de sacerdotes han salido de los Semi-
narios con una formación lamentable. La teología les ha sido impartida en algu-
nos casos, y no pocos, por aficionados más bien que profesores. Y al decir esto no
niego que tales docentes tuvieran sus títulos correspondientes para impartir sus
materias, muy bien, pero tales títulos han sido concedidos sin la adquisición de
unos conocimientos rectamente asumidos por no haber sido desde el punto de vis-
ta intelectual honradamente enseñados. El abandono de los principios católicos,
contenidos en la sana teología, por teorías personales y suicidas han dado lugar al
desastre de estos decenios. Con este desastre imposible de comprender, comunicar
e informar la tarea apostólica de la Hermandad de San Pío X.
2 Editorial:
Hacíamos alusión más arriba de los intereses aviesos. ¡Qué duda cabe! Miem-
bros del clero situados en una u otra parte de las muchas instituciones de la Igle-
sia, seglares conocidos por su participación en el mundo de los medios de comu-
nicación social, intelectuales más o menos prestigiosos de nuestro entorno o fuera
de él, muchos de ellos no tienen el firme propósito de aportar una información
veraz y ajustada a lo que representa nuestra Hermandad y su relación con los
altos representantes vaticanos, sino más bien tratan de sacar unas conclusiones
políticas más o menos tendenciosas y siempre en consonancia con los postulados
políticamente correctos. Fascismo, antisemitismo, autoritarismo, integrismo, son
términos usados frívolamente por unos u otros y que son lanzados sin considera-
ción alguna contra una institución, nuestra Hermandad, con el único deseo de que
desaparezca del mapa de nuestros días. Nada debe ser permitido que se salga de
los cánones previamente establecidos por el consorcio mundial.
Nada de esto quiere negar que la Hermandad Sacerdotal de San Pío X atra-
viesa en nuestros días por horas de expectativa y aproximaciones. Un organismo
vivo no siempre está en un estado de control perfecto de sus constantes vitales
sino que variadas circunstancias o anomalías pueden cambiar significativamente
su ritmo de conducta. Estamos en unos momentos en los que cualquier gesto de la
alta cúpula o de sus adláteres puede ser causa de una cascada de interpretaciones,
miedos o descalificaciones poco elegantes. Ahora es cuando hay que dar testimo-
nio de espíritu sobrenatural, prudencia y mesura máxima al hablar, escribir o
pronunciarse ante los demás. Ahora es el momento. Y sólo hay un camino
También el silencio puede ser una actitud, en muchos momentos, en estos ca-
sos, sagaz, inteligente y generosa. Mas nos cuesta mucho callar cuando debemos
callar, cuando comprendemos que debemos callar, sobre todo si nuestro hablar no
conduce a nada ni aporta nada. Si nuestra apuesta es por la Iglesia, por la difusión
de la verdadera Fe, del auténtico mensaje de nuestro Señor, si nuestra apuesta es
por la salvación de las almas, la suprema ley, para gloria y honor de la Trinidad
beatísima, entonces debemos, sin dilación alguna, levantar los ojos hacia lo alto,
de donde nos viene el auxilio, y pedir a tiempo y a destiempo que la gracia y la luz
divinas invadan todo nuestro ser para que nuestra palabra sea un eco de nuestra
adhesión a la Verdad y al Amor. Sólo hay un camino. Éste es el camino. Sobran
maestros circunstanciales e innecesarios, maestros portadores solamente de su
propia ceguera, maestros que únicamente quieren enseñar su pobre y lastimosa
vaciedad. Cumplamos la misión que nos ha sido asignada sin pretender llevar a
cabo misiones imposibles. No queramos invadir campos de actuación que no nos
pertenecen, no acusemos sin antes mirarnos a nosotros mismos. Y especialmente
recordemos sus palabras, las del Señor, mientras discurría su vida mortal en este
mundo. Podemos tener miedo, temblar, lastimarnos, incluso llorar, pero no du-
demos ni un instante que las tribulaciones en esta vida mortal no por ser muchas
dejan invalidada su Palabra de Vida: “Yo soy la Luz del mundo, el que me sigue no
anda en tinieblas sino que tendrá luz de vida”. m

Súplica al Papa Benedicto XVI
para emprender un profundo
examen del Concilio Vaticano II
M
onseñor Brunero Gherardi­
ni, sacerdote de la diócesis de
Prato y canónigo de la Basílica
de San Pedro, muy conocido como anti­
guo profesor de Eclesiología en la Uni­
versidad pontificia de Letrán y decano
de los teólogos italianos, ha dirigido en
el año 2009, a Su Santidad, una urgente
súplica, sumamente respetuosa, con el
fin de obtener la apertura de un debate
crítico respecto a los textos del Vatica­
no II, un debate crítico que se llevaría
a cabo de forma ponderada y analítica.
A esta iniciativa se ha unido en el año
2010 Roberto de Mattei, profesor de
Historia de la Iglesia y del Cristianismo
en la Universidad europea de Roma y
vicepresidente del Consejo Nacional de
Investigación.
3
En su súplica Monseñor Gherardini
escribía lo siguiente:
«Para bien de la Iglesia –y sobre
todo para bien de la salvación de las
almas que es la ley primera y suprema
(cfr, C.D.C. de 1983, canon 1752)- tras
decenios de libre creatividad exegéti-
ca, teológica, historiográfica y
“pastoral” en nombre del Conci-
lio Ecuménico Vaticano II, creo
que es urgente clarificar un poco
y responder adecuadamente a
la cuestión de la continuidad de
este Concilio (esta vez no con
profusión de palabras sino con
una demostración fehaciente)
respecto a los demás Concilios y
a la pregunta de su fidelidad res-
pecto a la Tradición de la Igle-
sia». (…)
» En efecto, parece que si no
es imposible al menos es muy difícil
que se manifieste esta hermenéutica de
la continuidad (con todo el Magisterio
precedente) que Vuestra Santidad de-
sea, sin proceder antes a un análisis
atento y científico del Concilio en ge-
neral, de cada uno de sus documen-
tos, de cada uno de los temas de estos
documentos, de las fuentes inmedia-
tas y lejanas de estos temas y de estos
documentos… Pues sería vano seguir
hablando del Concilio repitiendo úni-
4 Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
camente su contenido o presentándolo
como una novedad absoluta.
» Pero un examen de tal alcance
supera con mucho las posibilidades de
una sola persona, no sólo porque un
mismo tema exige que se desarrolle a
diferentes niveles (histórico, patrístico,
jurídico, filosófico,
litúrgico, teológico,
exegético, socioló-
gico, científico, etc),
sino también por-
que cada documen-
to conciliar guarda
relación con dece-
nas y decenas de te-
mas que sólo espe-
cialistas de cada
uno de ellos son ca-
paces de abordar de
forma eficaz.
»Hace ya mucho
tiempo que tuve la
idea, ingente y posiblemente definitiva,
(y que ahora me atrevo a presentar a
Vuestra Santidad) de un análisis sobre
el último Concilio, concerniente a cada
uno de sus aspectos y contenidos.
» En efecto, parece lógico y creo que
incuestionable el estudio de cada uno
de estos aspectos y contenidos en sí
mismos y dentro del contexto de los de-
más, observando con atención todas las
fuentes y bajo el ángulo específico de la
continuidad con el Magisterio eclesiás-
tico precedente, tanto solemne como
ordinario. A partir de un trabajo cien-
tífico y crítico tan sencillo e irreprocha-
ble y al mismo tiempo posible, en unión
con el Magisterio tradicional de la Igle-
sia, se podrá disponer seguidamente de
materia para una evaluación segura y
objetiva del Vaticano II.
» Esto permitirá responder a las
preguntas siguientes, entre otras mu-
chas:
1. ¿Cuál es la verdadera naturaleza
del Vaticano II?
2. ¿Qué relación hay entre su carác-
ter pastoral (cuya noción será necesario
precisar con autoridad) y su eventual
«Este Concilio ha sido llamado “pastoral” una y
otra vez, y cuando queríamos que se precisara
un término o una expresión, se nos respondía:
“Es inútil; no estamos haciendo aquí un Concilio
dogmático sino un Concilio pastoral. Hablamos
para unas gentes que no son ni especialistas ni
teólogos”. Por lo tanto, debemos concluir que
se trata de un texto de predicación y no de un
texto científico. Por desgracia teníamos de ello
pruebas evidentes» (Mons. Lefebvre).
carácter dogmático? ¿Lo pastoral se
puede conciliar con lo dogmático? ¿Lo
incluye? ¿Lo contradice? ¿Lo ignora?
3. ¿Realmente es posible definir el
Concilio Vaticano II como “dogmáti-
co”? ¿Y por lo tanto referirse a él como
dogmático? ¿Tenerlo como fundamen-
to de nuevas afirmaciones teológicas?
¿En qué sentido? ¿Bajo qué límites?
4. ¿El Vaticano II es un “aconteci-
miento” en el sentido de la escuela de
Bolonia, es decir que rompe los vínculos
con el pasado e instaura una era nue-
Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
va en todos los aspectos? ¿O quizá todo
el pasado revive en él eodem sensu ea­
demque sententia?
» Es evidente que la hermenéutica
de la ruptura y la de la continuidad de-
El 29 de junio de 1976, Monseñor Lefebvre, fue
suspendido a divinis por ordenar sacerdotes sin
incardinación ni letras dimisorias: «En definiti-
va, con esta suspensión se me priva de decir la
misa... nueva, y de dar los sacramentos nuevos.
Se me exige obediencia a la “Iglesia conciliar”, tal
como la llama Monseñor Benelli. Ahora bien, esta
Iglesia conciliar es una Iglesia cismática, porque
rompe con la Iglesia Católica de siempre. Tiene
sus nuevos dogmas [la dignidad de la persona],
su nuevo sacerdocio, sus nuevas instituciones,
su nuevo culto, condenados ya en muchos docu-
mentos oficiales y definitivos» (Mons. Lefebvre).
En la fotografía, el profesor Roberto de Mattei.
penden de las respuestas que se den a
estas cuestiones. Pero si la conclusión
científica del examen obliga a admi-
tir la hermenéutica de la continuidad
como la única aceptable y posible, en-
tonces habrá que demostrar (más allá
5
de cualquier explicación) que esta con-
tinuidad es real y que se manifiesta en
la identidad dogmática de fondo.
» En el caso en que esta continui-
dad, en todo o en parte, no pudiera ser
científicamente probada, sería necesa-
rio decirlo con serenidad y franqueza,
como respuesta a la exigencia de una
clarificación esperada desde hace casi
medio siglo”. (1)
En su reciente y documentadísima
Historia del Vaticano II, el profesor de
Mattei ofrece al público un cuadro pre­
ciso y realista del discurrir tormentoso y
dramático de este Concilio, y añade:
“Al final de este volumen permí-
tanme dirigirme con veneración a Su
Santidad Benedicto XVI, a quien reco-
nozco como Sucesor de Pedro y al que
me siento íntimamente unido, y expre-
sarle mi profundo agradecimiento por
haber abierto las puertas a un debate
serio sobre el Concilio Vaticano II. Re-
pito que he querido ofrecer mi contribu-
ción a este debate, no como teólogo sino
como historiador, quedando unido sin
embargo a la súplica de estos teólogos
que piden, respetuosa y filialmente al
Vicario de Cristo en la tierra, promover
un profundo examen del Concilio Vati-
cano II, en toda su complejidad y exten-
sión, para probar su continuidad con
los veinte concilios precedentes y para
disipar las sombras y dudas que desde
hace casi medio siglo son causa de su-
frimiento para la Iglesia, con la certeza
que jamás las puertas del infierno pre-
valecerán contra Ella (Mt 16,18)» (2).
Y nosotros, los abajo firmantes,
como simples creyentes que somos, nos
unimos plenamente a estas peticiones
respetuosas y autorizadas. Seguros de
6 Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
no faltar en nada al respeto filial que
debemos a Su Santidad, nos permitimos
añadir (a las cuatro cuestiones expues­
tas anteriormente) algunos de los nume­
rosos interrogantes que según nosotros
merecerían sin duda una respuesta cla­
rificadora, como se desprende de los aná­
lisis de Monse­
ñor Gherardini,
de los teólogos
y de los intelec­
tuales que desde
el comienzo del
postconcilio se
han esforzado
por obtener acla­
raciones sobre el
Vaticano II.
5. ¿Cuál es
la significación
exacta dada al
concepto de
“tradición viva” aparecido en la Consti­
tución Dei Verbum sobre la divina Reve­
lación? En su reciente e imprescindible
estudio sobre el concepto de tradición
católica Monseñor Gherardini sostiene
que, en el Vaticano II, se habría produ­
cido una “revolución copernicana” en
la forma de concebir la Tradición de la
Iglesia (DV, 8); de forma inhabitual se
lleva a cabo una reducción ad unum
de las dos fuentes de la Revelación di­
vina (Sagrada Escritura y Tradición)
que siempre han sido admitidas en la
Iglesia y confirmadas por los Concilios
dogmáticos de Trento y Vaticano I (DV,
9). E incluso se manifiesta en esta Cons­
titución una oposición al dogma de la
inerrancia de las Sagradas Escrituras
(DV, 11.2), pues ¿por qué “después de
haber declarado que todo lo que afirman
los autores inspirados viene del Espíritu
Santo, sólo se atribuye el privilegio de la
inerrancia a las “verdades de la salva­
ción” o “salvíficas”, como una parte del
todo (veritatem, quam Deus nostrae
salutis causae Litteris sacris consignari
voluit)? Si el Espíritu Santo ha inspira­
do todo lo que los autores bíblicos han
«Se le quita a la Iglesia su verdadera naturaleza.
Ya no se la presenta como una sociedad nece-
saria para la salvación. Se la presenta como un
medio útil para la salvación, lo cual es comple-
tamente diferente. Es cambiar la definición
misma de la Iglesia, y eso es muy grave, porque
es cortar en su raíz todo el espíritu misionero
de la Iglesia» (Mons. Lefebvre). En la fotografía,
reunión en Viena de una comisión mixta entre
católicos y ortodoxos rusos.
escrito, la inerrancia debería aplicarse a
todo y no únicamente a las verdades sal­
víficas. El texto se muestra por lo tanto
ilógico” (3).
6. ¿Cuál es la significación exacta
que hay que dar a la nueva definición de
la Iglesia Católica, contenida en la Cons­
titución dogmática (que sin embargo no
define ningún dogma) sobre la Iglesia,
Lumen Gentium? Si coincide con la de
siempre, es decir que sólo la Iglesia Ca­
tólica es la única y verdadera Iglesia de
Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II 7
Cristo porque es la única en haber man­ de Cristo”?
tenido a través de los siglos el depósito
de la Fe transmitido por Nuestro Señor y 8. ¿Qué significación hay que dar a la
los Apóstoles bajo la moción del Espíritu omisión de los términos “sobrenatural”
Santo, en este caso ¿por qué han queri­ y “transubstanciación” en los textos del
do cambiarla, escribiendo de forma in­ Concilio? ¿Esta omisión modifica tam­
comprensible para un simple creyente, y bién el contenido de estos conceptos,
sin explicarlo nunca con claridad (hay como afirman algunos?
que decirlo), que “la única” Iglesia de
Cristo “subsiste en la Iglesia Católica,
gobernada por el sucesor de Pedro y por
los obispos en comunión con él, mien­
tras que fuera de ella se encuentran ele­
mentos de santificación y de verdad que,
perteneciendo como propios por don de
Dios a la Iglesia de Cristo, ellos mismos
son una llamada a la unidad católica”?
En esta formulación, ¿no se tiene la im­
presión de que la Iglesia Católica apare­
ce como una parte más de la Iglesia de
Cristo? Una parte más ya que la Iglesia
de Cristo ¿comprendería también, ade­
más de la Iglesia Católica, “numerosos
elementos de santificación y de verdad”
situados “fuera” de la Iglesia Católica?
Resultando en consecuencia que “la úni­
ca verdadera religión” que subsiste en la Romano Amerio (1905-1997 es el autor del fa-
Iglesia Católica (Declaración Dignitatis moso libro Iota Unum, estudio serio, riguroso
y exhaustivo llevado a cabo con una serenidad
Humanae sobre la libertad religiosa, asombrosa y un rigor lógico aplastante, fruto de
1.2) sería la de una “Iglesia de Cristo” la recia formación clásica del autor. Pasa revista
que posee “elementos” fuera de la Igle­ a todas las tendencias culturales que configuran
el mundo moderno e invaden la Iglesia Católica,
sia Católica. Lo cual, ¿puede también que parece hacer de esa convergencia el mo-
entenderse, si se quiere, como “la única tivo fundamental de su transformación tras el
Concilio Vaticano II.
verdadera religión” subsistente, según
el Concilio, también en los “elementos”
no católicos de “la Iglesia de Cristo”? 9. ¿Cuál es la significación exacta de
la nueva noción de colegialidad? ¿Cómo
7. ¿Cuál es la verdadera significación debe considerarse a la luz de la ense­
que hay que dar a la noción de Iglesia ñanza constante de la Iglesia la inter­
comprendida globalmente como “Pue­ pretación de la Nota explicativa prae-
blo de Dios (Lumen Gentium, 9-17), via, puesta como encabezamiento en el
noción que en el pasado indicaba sólo documento Lumen Gentium (y que fue
una parte del todo, todo que represen­ colocada precisamente ahí para dirimir
taba, por otro lado, el “Cuerpo Místico la controversia surgida entre los Padres
8 Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
Conciliares)? Nos referimos a las du­ ¿Es justo sostener que la atribución
das claramente expuestas por Romano de los poderes jurídicos –los de un ver­
Amerio: dadero y auténtico colegio- transferida
«La Nota Praevia rechaza la inter- a las Conferencias Episcopales ha moti­
pretación clásica de la colegialidad vado que se valore menos y se deforme
según la cual el que ocupa el poder su- la función del obispo? En efecto hoy en
premo en la Iglesia es solamen-
te el Papa, poder del que hace
partícipe, cuando él quiere, al
conjunto de todos los obispos
cuando él los convoca en Conci-
lio. El poder supremo no es cole-
gial sino cuando es comunicado
por el propio Papa, de grado (ad
nutum). La Nota Praevia recha-
za igualmente el sentimiento de
los innovadores según los cuales
quien ejerce el poder supremo en
la Iglesia es el colegio episcopal
unido al Papa y no sin el Papa
por ser su cabeza, de tal manera
que cuando el Papa ejerce, in-
cluso solo, el poder supremo, lo
hace precisamente en tanto que
cabeza de dicho colegio y por
lo tanto como representante de
este colegio está obligado a con-
sultarle para poder expresar su
parecer. Es una teoría calcada
de esa otra que afirma que el po- «El Papa tiene las manos más o menos atadas
der de toda autoridad procede del pue- por el Sínodo, el obispo tiene las manos atadas
por su consejo presbiteral, el párroco tiene aho-
blo: teoría dificílmente reconciliable ra las manos atadas porque tiene que consultar
con la constitución divina de la Iglesia con sus fieles. Al parecer, si gobierna solo, come-
(que es jerárquica y de origen divino, te un abuso de autoridad. Y todo ello acaba por
ahogar la autoridad personal en una autoridad
no popular). La Nota praevia refuta las colectiva, lo que es absolutamente contrario a
dos teorías y mantiene con firmeza que toda la Constitución de la Iglesia realizada por
Nuestro Señor Jesucristo» (Mons. Lefebvre).
el poder supremo pertenece al colegio
de los obispos unidos a su cabeza pero día, en la Iglesia, los obispos, tomados
que el Papa puede ejercer el poder su- uno a uno, dan la impresión de no con­
premo independientemente del colegio tar en la práctica para nada (rogamos a
episcopal, mientras que éste no puede Su Santidad que perdone nuestra fran­
ejercerlo con independencia del Papa queza). Respecto a este punto oigamos
(y esto sería una concesión a la Tradi- de nuevo a Romano Amerio:
ción)” (4). «La novedad que ha tomado ma-
Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
yor relieve en la Iglesia postconciliar
es abrir las puertas de la participación
a todos las instancias de la Iglesia que
son órganos jurídicamente definidos,
tales como los Sínodos diocesanos y
nacionales. Los consejos pastorales y
presbiterales, etc. (…) La constitución
de las Conferencias Episcopales ha pro-
ducido dos efectos: ha deformado la
«El Magisterio se ve sometido al sistema de la
mayoría. Y eso es la parálisis que impide la in-
tervención inmediata o la hace débil e ineficaz
para contentar a todos los miembros de las Co-
misiones o de las Asambleas. Este espíritu de
democratización del Magisterio de la Iglesia es
un peligro mortal, si no para la Iglesia, que Dios
protegerá siempre, al menos para millones de
almas desamparadas e intoxicadas, a las que los
médicos no acuden a ayudar» (Mons. Lefebvre).
estructura orgánica de la Iglesia y ha
engendrado la pérdida de la autoridad
de los obispos. Según el Código vigente
antes del Concilio los obispos son su-
cesores de los Apóstoles y cada uno de
ellos gobierna en su diócesis con poder
ordinario en lo espiritual y en lo tempo-
ral, ejerciendo pues un poder legislati-
vo, judicial y ejecutivo (can. 329 y 335).
La autoridad era precisa, individual,
excepto la institución del Vicario gene-
ral, no susceptible de delegación (el Vi-
cario general depende del buen parecer
9
del obispo –ad nutum-) (…) El Decreto
Christus Dominus atribuye al cuerpo
episcopal la colegialidad a título de
“supremo y pleno poder sobre la Igle-
sia universal” que sería completamente
igual al del Papa si pudiese ejercerlo sin
su consentimiento. Este poder supre-
mo ha sido siempre reconocido por la
asamblea de los obispos reunidos por
el Papa en concilio ecu-
ménico. Pero la cuestión
consiste en saber si una
autoridad, que no puede
ser ejercida más que por
una instancia superior,
puede considerarse
como suprema y no se
convierte en una pura
virtualidad, en un sim-
ple ente de razón (ens
rationis). Mas según el
espíritu del Vaticano
II el ejercicio del po-
der episcopal en el que
se concreta la colegialidad es el de las
Conferencias Episcopales.
» Una nota digna de mención: el De-
creto (en el nº 37) fundamenta la razón
de ser de esta nueva institución en la
necesidad para los obispos de un mismo
país de actuar al unísono, y no resalta
que este nuevo vínculo de cooperación
que en adelante modela su configura-
ción jurídica altera el ordenamiento
de la Iglesia, substituyendo al obispo
un cuerpo de obispos y a la responsa-
bilidad personal una responsabilidad
colectiva, por lo tanto una responsa-
bilidad fragmentada. (…) Con la insti-
tución de las Conferencias episcopales
la Iglesia se ha convertido en un cuer-
po policéntrico (…) La primera conse-
cuencia de la nueva organización es la
relajación del vínculo de unidad (con el
10 Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
Papa); se ha manifestado a través de
enormes enfrentamientos respecto a
temas gravísimos (por ejemplo la doc-
trina de la Encíclica Humanae Vitae del
25 de julio de 1968 que prohíbe el uso
de anticonceptivos). La segunda conse-
cuencia de la nueva organización es la
pérdida de autoridad de cada obispo,
considerado por separado y como tal.
Ya no son responsables ante su propia
grey, ni ante la Santa Sede,
pues su responsabilidad per-
sonal ha sido substituida por
una responsabilidad colegial
que, al pertenecer al aludi-
do cuerpo colegial como tal
cuerpo, no se puede atribuir
a los diferentes elementos
que lo componen” (5).
10. ¿Actualmente cuál
es la significación exacta del
sacerdocio, auténtica insti­
tución de la Iglesia? ¿Es cier­
to que desde el Concilio el
sacerdote de “sacerdos Dei”,
ha quedado reducido a “sacerdos popu­
li Dei”, con una función principalmente
de “animador” y “presidente de la asam­
blea” del “Pueblo de Dios”, un mero
“asistente social”? a propósito de esto
son objeto de críticas los siguientes do­
cumentos: Lumen Gentium, 10.2 que da
la impresión de querer poner al mismo
nivel el sacerdocio “ministerial” o “jerár­
quico” y el denominado sacerdocio ”co­
mún de los fieles” –considerado antes
como un simple título honorífico- pues
se afirma que los dos “están sin embar­
go ordenados el uno al otro, ad invicem
tamen ordinantur” (LG, 62.2); LG, 13.3
parece sugerir que el sacerdocio es una
simple “función” del “Pueblo de Dios”;
el hecho de poner en primer lugar de la
“función” sacerdotal la predicación del
Evangelio (Decreto Presbyterorum Or-
dinis sobre el ministerio y la vida de los
sacerdotes, 4; los sacerdotes “como co­
operadores de los obispos tienen como
primera tarea anunciar el Evangelio de
Dios”) cuando por el contrario el Con­
cilio de Trento recuerda que lo caracte­
rístico de la misión del sacerdote es ante
todo “el poder de consagrar, ofrecer y
«Como en todos los cambios ocurridos en el
curso de este período [del Concilio], se apoya-
ron en la evolución del mundo para hacer creer
al sacerdote que también él tenía que cambiar
su manera de ser. Era fácil crearle un comple-
jo de aislamiento, de frustración, de extraño a
la sociedad. Se le decía que tenía que volver a
unirse al mundo, abrirse a él. Se acusaba a su for-
mación, a la forma anticuada de vestir y vivir»
(Mons. Lefebvre).
administrar el Cuerpo y la Sangre del
Señor” y en segundo lugar “perdonar
o retener los pecados” (DS, 957/1764).
¿Es cierto que el Vaticano II minusva­
lora el hecho del celibato eclesiástico
cuando afirma que “la continencia per­
fecta y para siempre por el Reino de los
Cielos, recomendada por Cristo (…) ha
sido siempre considerada por la Iglesia
como especialmente conveniente para
la vida sacerdotal, (incluso si) no es un
Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
«La definición del sacerdocio dada por San
Pablo y por el Concilio de Trento ha sido
modificada radicalmente. El sacerdote ya
no es aquél que sube al altar y ofrece un sa-
crificio de alabanza a Dios por la remisión
de los pecados. Se ha invertido el orden de
los fines. El sacerdocio tiene un fin prima-
rio que es ofrecer el sacrificio y un fin se-
cundario que es la evangelización. Y ahora
la evangelización se impone al sacrificio y a
los sacramentos. Se convierte en un fin en sí
misma. Este grave error tiene trágicas con-
secuencias» (Mons. Lefebvre).
requisito de la naturaleza misma del sa­
cerdocio” (PO, 16); ¿no estaría esta últi­
ma afirmación justificada por una falsa
interpretación de I Tim. 3, 2-5 y Tt. 1,6?
11. ¿Cuál es la significación exac­
ta del principio de “creatividad” en la
Liturgia que sin duda alguna viene del
hecho de haber concedido a las Confe­
rencias Episcopales una amplia compe­
tencia en la materia, incluyendo ahí la
facultad de experimentar nuevas formas
de culto para adaptarlas a las caracte­
rísticas y tradiciones populares y para
simplificarlas al máximo? Todo esto se
propone en la Constitución Sacrosanc-
tum Concilium sobre la Liturgia: art.
22.2 sobre las nuevas competencias de
las Conferencias Episcopales; 37, 39 y
40 sobre la adaptación a las caracterís­
11
ticas y tradiciones de los pueblos y sobre
los criterios de adaptación litúrgica en
general; art. 21 y 24 sobre la simplifica­
ción litúrgica. ¿Acaso no fueron repro­
badas siempre por el Magisterio de la
Iglesia semejantes facultades innovado­
ras en materia litúrgica? Es cierto que la
Constitución Sacrosanctum Concilium
impone siempre el control de la Santa
Sede sobre la liturgia y las innovaciones
(SC 22.1, 40.1 y 2), pero este control ha
sido incapaz de impedir la difusa devas­
tación de la liturgia que ha alejado a los
fieles de las iglesias, esta devastación
continúa desencadenándose hoy en día
a pesar de la acción disciplinaria y elimi­
nación de abusos por parte de Su San­
tidad. ¿Acaso diversos estudios compe­
tentes no podrían poner al descubierto
los motivos de este fracaso?
12 Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
Evidentemente no podemos formu­ Iglesia en el mundo actual- ¿no da la im­
lar todas las cuestiones que plantean los presión este diálogo ecuménico de des­
textos del Concilio y que guardan una lizarse peligrosamente hacia una cierta
relación con la situación actual de la “componenda entre Cristo y Belial”? (6)
Iglesia. Respecto a esto nos permitimos ¿No debería ser revisado todo el diá­
añadir solamente lo que sigue: logo de la Iglesia postconciliar con el
mundo contemporáneo?
12. El principio de la libertad religio­
sa, proclamado por el Concilio por pri­
mea vez en la Historia de la Iglesia como
“derecho humano” o “natural” de la per­
sona, cualquiera que sea su religión, y
por esta razón derecho superior al dere­
cho de la única Verdad Revelada (nues­
tra religión católica) a ser profesada
como verdadera religión, de preferencia
a las otras que no han sido reveladas y
que no provienen de Dios; este principio
de libertad religiosa se funda en la idea
de que todas las religiones son iguales y
su aplicación tiene como consecuencia
la promoción del indiferentismo, del
agnosticismo y finalmente del ateísmo;
tal como es comprendida por el Conci­
lio, ¿en qué se diferencia realmente la
libertad de conciencia laica, distinguida
entre “los derechos del hombre”, profe­
sados por la Revolución Francesa anti­
cristiana?
El P. Ralph M. Wiltgen, misionero del Verbo Di-
13. ¿Acaso el ecumenismo actual no vino, fue ordenado sacerdote en 1950. En 1960
asumió en Roma la dirección del Divine World
nos conduce también a unos resultados News Service -la agencia de prensa de su con-
parecidos (indiferentismo y pérdida de gregación-, que durante el Concilio Vaticano II
difundió noticias en seis idiomas a más de 3000
la fe) ya que su fin principal no parece suscriptores en 108 países. La imparcialidad y
ser la conversión (en la medida de lo po­ objetividad de las informaciones suministradas
por el P. Wiltgen ganaron la confianza de todos
sible) del género humano a Cristo sino los asistentes al Concilio, permitiéndole hacer
más bien su unidad y su unificación en acopio de una documentación abundante de
una especie de nueva Iglesia o religión calidad. Fruto de ella fue su libro El Rin desem-
boca en el Tíber, publicado apenas año y medio
mundial, capaz de inaugurar una era después de la finalización del Concilio.
mesiánica de paz y de fraternidad entre
todos los pueblos? Si éstos son los fines Santo Padre:
del ecumenismo actual –fines que se Las peticiones que hemos tenido la
encuentran ya en parte en la Constitu­ audacia de dirigiros en esta humilde sú­
ción pastoral Gaudium et Spes sobre la plica pueden sin lugar a dudas desagra­
Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II 13
dar a esta parte de la Jerarquía que ha tos y del rito del exorcismo, según el rito
manifestado ya que no tiene en conside­ preconciliar. Nos referimos también
ración la súplica de Monseñor Gherar­ al levantamiento de las excomuniones
dini hace dos años. Se trata de una parte que recaían (por motivos disciplinares
de la Jerarquía que parece
que no ha comprendido la ex­
cepcional gravedad de la cri­
sis que azota a la Iglesia des­
de hace cincuenta años; crisis
cuyas premisas preconcilia­
res estallaron en el momento
del Concilio, como lo ha de­
mostrado el libro del profesor
de Mattei y antes que él, de
forma más sucinta, el del P.
Ralph M. Wiltgen S.V.D. y el
del profesor Romano Amerio.
En nuestra alma y con­
ciencia de creyentes, esta sú­
plica escrita con todo respeto
a Su persona, nos parece per­
fectamente en armonía, nos
atrevemos a decirlo, con la
obra de restauración, renova­
ción y purificación de la Igle­
sia militante, emprendida va­
lerosamente por Su Santidad,
a pesar de las resistencias y
dificultades de todo tipo y
conocidas por todos. No nos referimos Este chiste del humorista argentino Quino, pue-
de aplicarse perfectamente a lo que ha supues-
solamente a la inflexible acción de Su to el Conclio Vaticano II: un intento de concilia-
Santidad contra la corrupción de cos­ ción entre la Iglesia y el mundo: «¡¡Calma, calma,
lo estás soñando, esto no podría suceder jamás,
tumbres que ha penetrado en una par­ a veces parece que fuera cierto, pero no, es sólo
te del clero ni a la operación para atajar un sueño, un horrible sueño, calma!!».
el mal en determinadas instituciones
de caridad y beneficencia sobradamen­ harto conocidos) sobre los obispos de
te conocidas que no tienen de católicas la Hermandad de San Pío X, fundada
más que el nombre. Nos referimos tam­ por Monseñor Marcel Lefebvre, levanta­
bién a la “liberación” de la celebración miento que fue solicitado a Su Santidad,
de la Misa según el antiguo rito romano con respeto y tenacidad, sostenido por
(llamada indebidamente “tridentina” ya una “Cruzada Internacional del Rosa­
que el canon remonta, según una vene­ rio” que ha tenido una amplia acogida
rable tradición, a los tiempos apostóli­ entre los fieles.
cos) y a la administración de sacramen­ En todas estas disposiciones, sin
14 Súplica al Papa Benedicto XVI para emprender un profundo examen del Concilio Vaticano II
duda de una extrema impor­
tancia para la Iglesia, tomadas
motu proprio con la plena au­
toridad del Sumo Pontífice que
se derivan de Su potestas juris-
dictionis sobre toda la Iglesia
de Nuestro Señor, en todo eso
nuestro sensus fidei de simples
católicos ve la obra evidente
del Espíritu Santo. Concluimos
nuestra humilde súplica in­
vocando la ayuda del Espíritu
Santo para que, en esta empre­
sa por restablecer a Cristo en el
corazón de la catolicidad, Su Disculpe, el Vaticano desea que lo sustituya
por esta versión revisada...
Santidad pueda incluir también
la revisión deseada del Concilio. netti –Castiglione Torinese (TO); Alessandro
Dígnese recibir, Santo Padre, nues­ Gnocchi; Mario Palmaro; Mario Crisconio,
tros sentimientos de respeto y devoción Caballero de la Orden de Malta, Gobernador
del Pio Monte della Misericordia (Nápoles),
filial. Presidente de Una Voce –Nápoles; Enrico
In Domino et in Corde Mariae. m Villari, Ingeniero, Doctor en Filosofía, -Nápo­
les; Marcello Paratore, Profesor de Filosofía,
24 de septiembre de 2011 -Nápoles; Giuseppe de Vargas Machuca, Pri­
mer Gobernador de la Reale Arciconfraternita
e Monte del SS. Sacramento dei Nobili Spag­
Siguen a continuación las firmas de más de
noli, -Nápoles; Giovanni Turco, Profesor de
40 personalidades entre las cuales: Prof. Pao­
Universidad, Presidente de la “Società Inter­
lo Pasqualucci, profesor de filosofía; Monse­
nazionale Tommaso d´Aquino”, -sección de
ñor Bruno Gherardini, decano de los teólogos
Nápoles; Giovanni Tortelli, escritor, investi­
italianos, profesor de eclesiología; Monseñor
gador en Derecho Eclesiástico e Historia de la
Antonio Livi, profesor emérito de filosofía del
Iglesia (Florencia).
conocimiento en la Universidad de Letrán;
Prof. Roberto de Mattei, Universidad euro­
pea de Roma; Prof. Luigi Coda Nunziante, a NOTAS
(1) B. Gherardini, “Súplica al Santo Padre”, apén­
título personal y en calidad de Presidente de dice a: El Concilio Ecuménico Vaticano II, Casa
la Asociación “Famiglia Domani”; Dott. Paolo Mariana Editrice, Frigento (AV), 2010.
Deotto, director de Riscossa Cristiana (www. (2) R. de Mattei, El Concilio Vaticano II, una his-
riscossacristiana.it); Prof. Piero Vassallo, pro­ toria jamás contada. Lindau, Torino, 2010, pg.
fesor de filosofía, director adjunto de Riscossa 591.
(3) B. Gherardini, “Quod et tradidi vobis”. La Tra­
Cristiana; Dr.ssa Virginia Coda Nunziante; dizione vita e giovinezza della Chiesa, in Divinitas,
Dott. Pucci Cipriani; Don Marcello Stanzione Nova Series, 2010 (53) nn, 1-2-3, pgs. 165-186.
y toda la Milicia de San Miguel Arcángel; Prof. (4) Romano Amerio, Iota Unum. Estudio de las
Dante Pastorelli, Gobernador de la Venerable transformaciones de la Iglesia Católica en el siglo
Confraternidad de S. Girolamo y S. Frances­ XX. Nuevas Ediciones Latinas, 1985, pgs. 82-83
co Poverino en S. Filippo Benizi, Florencia, (párr.. 44).
(5) Ibid. Pgs. 431-433 (párr.. 232 y 233).
Presidente de Una Voce, Florencia; Calogero (6) B. Gherardini, Quale accordo fra Cristo e Be­
Cammarata, Presidente de Inter Multiplices liar? Osservazioni teologiche sui problemi, gli
Una Vox –Turín; Dr.ssa Cristina Siccardi – equivoci ed i compromessi del dialogo interreligio­
Castiglione Torinese (TO); Dott. Carlo Ma­ so. Fede & Cultura, Verona 2009.
 15

La cautividad de Babilonia,
semejanza con la situación actual
P. José María Mestre

L
os libros de Daniel, Tobías, Ester a El. Esta ley del talión puede enunciar­
y Ezequiel nos dan a conocer algu­ se del siguiente modo: cuando un pue­
nas peripecias y sufrimientos de blo, para seguir las costumbres y dioses
los Judíos cautivos en Babilonia. Todos ajenos, se aparta del culto y obediencia
tienen este punto en común: se nos des­ a Dios, Dios deja que esas mismas cos­
cribe en ellos la triste y dolorosa situa­ tumbres y dioses los esclavicen, como
ción de los Israelitas o Judíos castigados castigo por su apostasía. Ya se vio en el
por Dios, a causa de su impiedad, unos tiempo de los Jueces: cuando los Israe­
con la cautividad de Asiria, otros
con la de Babilonia; se nos cuenta
también de qué modo Dios purificó
y probó a los justos, y la Providencia
especial con que los protegió.
Nos será muy útil, aprovechan­
do la narración de estos libros, re­
cordar brevemente: 1º La situación
contraria y adversa que les tocó
sufrir; 2º Las principales disposi­
ciones que el Señor exigió de ellos
entonces.
Ello nos servirá para comprobar
la semejanza que tiene nuestra si­
tuación actual con la que les tocó vivir a litas pac­ Adoración del becerro de oro
ellos; y, por ende, para saber cuáles son taban con los paganos, adoptaban sus
las disposiciones que hoy el Señor recla­ costumbres y daban culto a sus dioses,
ma de nosotros también. esos mismos paganos los dominaban, y
las costumbres y modo de vida antes de­
1º LOS JUDÍOS EN BABILONIA: seado acababa por serles motivo de mu­
SEMEJANZA CON chos sufrimientos y penalidades.
LA SITUACIÓN ACTUAL. Lo mismo pasó en la Cautividad.
El pueblo Judío, a pesar de las severas
El Señor utiliza con los pueblos la ley amonestaciones de los profetas, era ter­
del talión: les paga como ellos le pagaron co en volverse a la idolatría, en adorar
16 La cautividad de Babilonia, semejanza con la situación actual
a Moloc y a Baal y a Camos; se empe­ los babilonios, mezclada con toda clase
ñaba en vivir como los gentiles que no de supersticiones y unida a los atracti­
conocían a Dios, adoptando su corrup­ vos del bienestar y prosperidad, consti­
ción de costumbres. ¡Pues bien!,
pareció decir el Señor, ya que no
te corriges, irás cautivo de esos
mismos gentiles que ahora admi­
ras; y te verás obligado a vivir en
su tierra, y a adoptar sus costum­
bres, y a adorar a sus dioses… ¡en
Babilonia!, hasta que comprendas
tu maldad y aprendas a aborrecer
(porque se te volverá en contra)
todo lo que ahora amas.
Vino Nabucodonosor a Je­
rusalén, y realizó tres deporta­
ciones sucesivas: una en 606,
otra en 597, y la tercera en 586.
Muchos Judíos fueron llevados
a Babilonia, y a diferentes colo­
nias de la región del Tigris y del
Eufrates: allí permanecieron 70
años. ¡Cómo cambió su modo de
ver las cosas! Al ver el desprecio Sacrificios humanos ofrecidos al dios Moloc
en que esos gentiles, antes admirados, tuyeron un serio peligro para su fe, y así
los trataban ahora; al ver el paganismo sucumbieron a la tentación, después de
con todas sus abominaciones; al sufrir haberse entregado ya en su patria a las
múltiples privaciones y penalidades, abominaciones paganas fustigadas por
inevitables en un país extraño; al sentir los profetas.
la corrupción del modo de vivir de esos Es fácil ver el parecido que con esta
paganos, que no habían experimentado situación descrita tiene la que nos toca
de manera tan universal cuando estaban vivir a nosotros. El mundo cristiano se
aún en Judea: los corazones de los bue­ ha dejado seducir por la ideología y por
nos Judíos y de los arrepentidos se lle­ los valores del mundo: en lugar de pro­
naron de nostalgia de su querida Sión. tegerse bajo las alas, la doctrina, y las
La cautividad fue para ellos ocasión de costumbres de la Iglesia, ha querido ser
purificación y acrisolamiento. como los demás pueblos. Los mismos
Decimos de los buenos Judíos, pues hombres de Iglesia instigaron a eso: hay
los endurecidos en su maldad, los rea­ que introducir en la Iglesia los valores
cios a la corrección, encontraron en la de dos siglos de liberalismo: la libertad
cautividad ocasión de caída más profun­ de conciencia y de religiones, el culto de
da. La magnificencia del culto pagano, los derechos del hombre, la igualdad y la
la disolución de vida y de costumbres de fraternidad ecuménica. Que el cristiano
que iba acompañado, la vida religiosa de adopte el modo de vida del mundo, para
 La cautividad de Babilonia, semejanza con la situación actual
fermentarlo y penetrarlo con su pre­
sencia: que adopte sus diversiones, sus
modas, sus espectáculos, su prensa, su
democracia, su manera de juzgar las co­
sas; en definitiva, que se abra al mundo.
¡Y vemos ahora cómo ese mundo ha des­
truido las familias, y la moral cristiana
de nuestras patrias, y la santa religión
católica, y las verdades de la fe! ¡Y com­
probamos con angustia cómo han apar­
tado de todas partes a Nuestro Señor! ¡Y
vemos, y sentimos, el peligro en que es­
La despedida de Tobías tán nuestros
hijos, nuestros seres queridos, y noso­
tros mismos! Pero se repite lo que con
los Judíos: lo que para unos es motivo
de profunda tristeza y dolor, para otros
es motivo de felicitaciones y de indolen­
cia: se encuentran bien así.
Sobre los ríos de Babilonia nos senta­
17
mos y lloramos, al acordarnos de Sión…
¡Que se pegue mi lengua al paladar, que
se olvide de mí mi diestra, si yo me olvi­
do de ti, oh Sión, y no pongo a Jerusalén
por principio de toda mi alegría.
2º PRINCIPALES DISPOSICIO-
NES EXIGIDAS POR EL SEÑOR
EN ESOS MOMENTOS.
Si nos fijamos ahora en las disposi­
ciones de que vivieron animados los jus­
tos en este castigo, advertimos
al punto que son tres las princi­
pales: la primera, una perfecta
resignación en los justos juicios
de Dios; la segunda, una entera
fidelidad a los preceptos del Se­
ñor; y la tercera, una total con­
fianza en la Providencia divina.
1º Resignación en los
justos juicios de Dios. — Es
admirable contemplar el espí­
ritu de fe con que los hombres
justos supieron aceptar el cas­
tigo que les venía de manos de
Dios, sin rebeldías ni crispacio­
nes, sin desalientos ni desespe­
raciones.
Tobías, llevado cautivo de
Israel a Nínive con toda su fa­
milia, y probado duramente por
el Señor con la ceguera, con la
estrechez económica, con la im­
paciencia e insultos en que esta­
lla su mujer contra él por este motivo,
dirige al Señor la siguiente oración (Tob.
3 2-5): Justo eres, Señor, y justos son tus
juicios, y todas tus sendas no son más
que misericordia, y verdad, y justicia.
Ahora, Señor, acuérdate de mí, y no to­
mes venganza de mis pecados, ni refres­
ques la memoria de mis culpas, ni la de
18 La cautividad de Babilonia, semejanza con la situación actual
mis padres. Porque no hemos obedeci­ en castigos merecidos por los pecados;
do a tus mandamientos, por eso hemos pero no es excusa ni de desalientos des­
sido saqueados, y conducidos a la escla­ esperados, ni de conformismos comodo­
vitud y a la muerte, y hemos venido a ser nes. Puesto que el castigo lo envía Dios
el escarnio y la risa de todas las naciones por los pecados, urge dejar el pecado y
entre las cuales nos has desparramado. practicar la virtud. Dios envía el castigo
Grandes son al presente, Señor, tus jui­ para despertar nuestra indolencia y es­
cios, porque nosotros no hemos puesto polear nuestra fidelidad a sus preceptos.
por obra tus preceptos, ni hemos proce­ El justo Tobías, en su cautividad, si­
dido sinceramente delante de Ti. guió practicando sus buenas obras por
Expresiones semejantes encontra­ amor a la ley del Señor: • enterraba a los
mos en boca de Sara, de Daniel, y de muertos, incluso con peligro de su pro­
Mardoqueo; mirada de fe, que ve como pia vida; • utilizaba sus bienes para ali­
causa de los males que se sufren la infi­ viar la situación más precaria de algunos
delidad a la ley de Dios, los pecados del de sus correligionarios, sobre todo para
pueblo; y más allá de los pecados, ve la que no dejasen el cumplimiento de la ley
justicia de Dios que los castiga con sabio de Dios; • educó a su hijo en la santidad,
juicio.
¡Y eso que Tobías, y
Daniel, habían sido te­
merosos de Dios! Pero se
daban cuenta de que per­
tenecían a una sociedad
que había apostatado de
Dios, y como miembros de
esa sociedad, eran castiga­
dos con ella, en el castigo
común, incluso sin culpa
propia. Lo que para unos
es castigo, para los justos
no es castigo sino prueba
de virtud y de fidelidad,
donde sus almas son exa­
minadas como el oro en el Daniel explica el extraño sueño a Nabucodonosor
crisol. ¡Qué admirable es la actitud del en la huida de la fornicación y de las cos­
hombre, que frente a la adversidad sabe tumbres licenciosas, en el amor y piedad
humillarse así delante de Dios! ¡Cuánto a los padres; lo amonestó a formar una
agrada al Señor esta conducta! ¡Cuánto familia temerosa de Dios; le dio sabios
hace progresar al justo en santidad! consejos para no dejarse seducir por la
corrupción y falsas máximas reinantes,
2º Fidelidad a los preceptos de sino mantenerse siempre en el pensa­
Dios. — Resignación no quiere decir miento y conducta de quien es hijo de
quedarse con los brazos cruzados. Es ac­ santos.
titud de fe que sabe ver la mano de Dios El justo Daniel, también cautivo en
 La cautividad de Babilonia, semejanza con la situación actual
Babilonia, siguió llevando su vida de pie­
dad y de buenas obras: • se negó a ado­
rar falsos dioses, y siguió dando culto al
solo Dios verdadero, lo cual le costó dos
veces la vida, que el Señor le conservó
milagrosamente; • ocupando un puesto
importante en el imperio de Babilonia,
amonestó tanto a Nabucodonosor como
Daniel en el pozo de los leones
a su hijo Baltasar, para que diesen culto
al solo Dios verdadero…
Y así podríamos recorrer la vida de
los demás justos, y veríamos cómo todos
ellos se empeñaron en permanecer fieles
al Señor: tal es la única actitud que per­
mite aprovechar como conviene el cas­
tigo, para salir de él purificado. Actitud
inspirada esta vez por la caridad, por el
amor de Dios sobre todas las cosas. Lo
cual supone que siempre, cualquiera
que sea la adversidad que se abate sobre
nosotros, será posible practicar la ley de
Dios y ejercerse en buenas obras; siem­
pre será posible santificarse, educar
santamente a los hijos, formar matri­
monios cristianos… Pues la Providencia
vela por los suyos. Y eso es lo que inspira
19
la tercera actitud.
3º Confianza total en la Pro-
videncia divina. — Uno de los fines
principales de estos libros de la cautivi­
dad es mostrar el cuidado que la Provi­
dencia divina tiene de los suyos, salván­
dolos, protegiéndolos, no dejándolos
perecer. Es una actitud de
esperanza. De las formas
más variadas, el Señor acu­
de en favor de los suyos: •
de Tobías, enviándole el
ángel Rafael, que conduce
a su hijo a una ciudad leja­
na, le salva la vida, libera a
Sara de un demonio y se la
da por esposa, y finalmente
devuelve la vista al bueno
de Tobías; • de Daniel, sal­
vándolo por dos veces de
perecer en las fauces de los
leones; • de los Judíos resi­
dentes en Persia, elevando
a Ester al rango de reina,
para que ella abogue por su pueblo, sal­
vándolo del exterminio; • a Tobías, Da­
niel, Mardoqueo, dándoles gracia a los
ojos de los emperadores, lo cual les per­
mite tener libertad de movimientos y la
independencia necesaria para organizar
la vida, incluso social, según las leyes de
Dios (caso de Susana, en que se muestra
que los Judíos se congregaban a rezar y
a adoctrinarse en casa de Joaquín: prio­
rato; contaban con jueces con facultades
de juzgarles según su ley, etc.).
Es en virtud de esta Providencia di­
vina que hemos de aceptar con resig­
nación los castigos divinos: todos ellos
están subordinados a la acción de Dios,
que sólo los permite para bien y purifi­
cación de los suyos; es en virtud de esta
Providencia divina que hemos de man­
20 La cautividad de Babilonia, semejanza con la situación actual
tenernos fieles a Dios, pues el Señor ve­ El Señor nos pide el ejercicio emi­
lará siempre, incluso en la persecución nente de estas tres virtudes teologales;
del Anticristo, para que el bien sea
posible, las conversiones, la santifi­
cación, y todo lo necesario para ello.
A tiempos extraordinarios corres­
ponde Providencia extraordinaria,
socorros y auxilios extraordinarios,
protección extraordinaria.
No se puede dudar de esta ver­
dad, porque toda la historia está
ordenada a Jesucristo, a su Iglesia,
a la redención y santificación de los
elegidos; y todos los ataques del mal
no hacen más que llevar a cabo estos
designios divinos.

CONCLUSIÓN

También a nosotros Dios nos

pide, en situación parecida, actitu­
des parecidas. Resignación. Fideli­
dad. Confianza.
1º Resignación. Es la mirada
de la FE sobre los acontecimientos. Ester descubre la conjura de Amán al rey
El justo vive de la fe. En la adversidad las cuales, como verdaderas señoras,
ve a Dios. pondrán en movimiento todas las demás
2º Fidelidad. Es la respuesta de la virtudes exigidas por una vida cristiana:
CARIDAD. Quien me ama guardará mis • la paciencia y la mansedumbre; • la ca­
mandamientos. ¡No iremos a adoptar ridad fraterna; • el celo por la salvación
costumbres y modos de vida que han de las almas; • la pureza y control de los
motivado estos castigos! sentidos; • la mortificación y austeridad
3º Confianza. Es la actitud de la ES­ de vida y de costumbres; • la oración
PERANZA. Siempre será posible vivir en perseverante y confiada; • la práctica
gracia. Dios previó que sus mandamien­ frecuente de los Sacramentos.
tos siempre podrían ser observados. Dios Con la práctica de todas estas virtu­
ordenó las cosas de tal modo, que todo des concédanos la Santísima Virgen:
ceda en provecho de los suyos: para ello • la gracia de gemir por los males que
se compromete a darles siempre el mar­ nos atacan: Junto a los ríos de Babilo-
gen de movimiento y de autonomía para nia, allí nos sentábamos y llorábamos;
vivir como cristianos; a protegerlos y ve­ • para no aferrarnos más que a los
lar por ellos; a recompensarlos con me­ bienes celestiales, a la paz de Cristo en el
jores premios, si no considera propio li­ Reino de Cristo: Mientras nos acordá-
brarlos de las persecuciones de los malos. bamos de Sión (Sal 136). m
 21

Democracia - Cristiana
Carlos De Meer de Ribera

DEMOCRACIA CRISTIANA vicciones religiosas a la tiranía atea im­

puesta por la masonería universal.

L
a idea de unificar las palabras Este es el origen de la idea de los ca­
“Democracia” y “Cristiana” sur­ tólicos franceses de cristianizar la de­
ge a principios del siglo XIX en la mocracia atea creando una agrupación
Francia dominada por los ideales de los “demócrata-cristiana” que pueda actuar
revolucionarios, los cuales habían arra­ en la política activa. Se trata, pues, de un
sado al catolicismo, eliminando a los matrimonio de conveniencia entre de­
católicos de todas las instituciones de la mocracia atea y el verdadero cristianis­
sociedad: políticas, judiciales, cultura­ mo de muchos franceses. Es, pues, una
les, enseñanza, etc.
Aniquilada la monarquía
de derecho divino en Francia,
“hija predilecta de la Iglesia”,
la Revolución establece un
sistema de gobierno cuya base
ideológica es el Liberalismo,
absolutamente ateo y enemi­
go de la Iglesia Católica. Este
sistema, o régimen político, es
la Democracia atea y anticató­
lica de modo esencial y total.
El pueblo francés católi­
co, privado de sus mejores
cerebros católicos (todos
asesinados), debe soportar el
régimen democrático fuertemente an­ La Bastilla, fortaleza situada en la zona este
de París (Francia), fue empleada como prisión
ticatólico, impuesto por la violencia, de estatal en los siglos XVII y XVIII. Cuando estalló
unos dirigentes masones obedeciendo al la Revolución Francesa en 1789, La Bastilla fue
atacada el 14 de julio y tomada por una multi-
Poder Oculto. tud ayudada por las tropas reales. Dos días des-
Pocos años después, finales del pri­ pués comenzó la destrucción de esta fortaleza
en medio del júbilo popular. Su emplazamiento
mer tercio del siglo XIX, algunos católi­ está ocupado actualmente por una plaza públi-
cos franceses comienzan a reaccionar en ca denominada la Plaza de la Bastilla. El Día de La
Bastilla es la fiesta nacional de Francia, en la que
defensa de la religión cristiana-católica, cada 14 de julio se conmemora el comienzo de
y tratan de compatibilizar con sus con­ la Revolución Francesa.
22 Democracia - Cristiana
unión muy forzada, cargada de buenas tra «una especie de irenismo en el que,
intenciones por parte de sus ideadores para combatir al arrollador ateismo,
pero casi imposible de mantener y arti­ algunos movidos por un celo impru-
cular en la realidad de un país masoni­ dente y pasando por alto las cuestiones
zado por el Poder Oculto. que dividen a los hombres, pretenden
La idea ter­
mina cristali­
zando en un
partido político
demócrata cris­
tiano, que curio­
samente se con­
solida de verdad
en los países lu­
teranos, cristia­
nos sí, pero ene­
migos de Roma.
El Papa Pío
XII emite un
radiomensaje
sobre el proble­
ma de la Demo­
cracia titulado La Vendée, antiguo departamento de la costa oeste francesa en
Benignitas et humanitas el que se produjeron insurrecciones (1793-1796) durante la Re-
volución Francesa. Las verdaderas causas que provocaron estas
(1944), en el dice: rebeliones contrarrevolucionarias fueron las fuertes creencias
«La democracia enten- religiosas de su población campesina, los controles a los que las
dida en sentido amplio ad- autoridades sometieron a la Iglesia católica y el decreto de leva
forzosa de febrero de 1793. Las revueltas comenzaron en Cholet
mite distintas formas y pue- el 4 de marzo; la más importante, encabezada por los campesinos
de ser realizada tanto en las Jacques Cathelineau, Gaston Bourdic y Jean-Nicolas Stofflet, a los
que se unieron algunos nobles monárquicos, continuó hasta el 13
monarquías como en las re- de marzo. En junio, 30.000 campesinos católicos que se autode-
públicas. [...] Una sana de- nominaban Ejército Real y Católico, tomaron las ciudades de Sau-
mur y Angers. El gobierno jacobino se vio seriamente amenazado
mocracia fundada sobre los en los primeros momentos, ya que en aquellos momentos tam-
inmutables principios de la bién se estaban produciendo alzamientos en Normandía, Lyon y
Marsella, y las tropas revolucionarias acababan de ser derrotadas
ley natural y de las verda- en la batalla de Neerwinden; no obstante, recibieron refuerzos
des reveladas será resuelta- y vencieron en Cholet a las tropas contrarrevolucionarias de La
Vendée, que ya alcanzaban los 65.000 hombres. Estos sufrieron
mente contraria a aquella nuevas derrotas en la batalla de Le Mans el 12 de diciembre (se
corrupción que atribuye a cree que el número de bajas entre muertos y prisioneros fue
la legislación del Estado un de 15.000) y en Savenay once días después, cuando el resto de
sus tropas intentó volver a cruzar el río Loira. Durante el año si-
poder sin freno ni límites y guiente, el gobierno continuó hostigando a la población de esta
que hace del régimen demo- región, lo que provocó nuevas insurrecciones, aunque de menor
intensidad. En junio de 1795, François-Athanase Charette, uno de
crático un puro sistema de los nobles que dirigió el alzamiento de 1793, se unió a los británi-
absolutismo». cos que arribaron a la bahía de Quiberon (Bretaña), pero su derro-
ta y posterior ejecución pusieron fin a la resistencia organizada
Pío XII Humani Generis de La Vendée. En el grabado, una misa celebrada a escondidas
1950. Advierte el Papa con­ para los campesinos católicos.
 Democracia - Cristiana 23
reconciliar las opiniones contrarias
aún en el campo dogmático, peli-
gro tanto más grave cuanto más se
oculta bajo capa de virtud».

MODERNISMO Y PROGRESISMO

La revolución francesa de finales

del siglo XVIII, dirigida por notorios
masones, triunfó en la católica Fran­
cia “hija predilecta de la Iglesia”, y
aniquiló a la monarquía de derecho
divino en una de las mayores ma­
sacres de la historia. El número de
católicos asesinados por los revolu­
cionarios en los años del terror no
ha sido revelado claramente por los
historiadores para evitar que se co­
nozca el espantoso número de fran­
ceses católicos ejecutados por los se­
guidores de Robespierre y Voltaire.
El caso de La Vendée es bien Félicité Robert de Lamennais (1782-1854), escritor
político y filósofo francés, que intentó combinar el
conocido. Esta comarca de campe­ liberalismo ideológico y teológico. Nacido el 19 de
sinos católicos se alzó contra los re­ junio de 1782, en Saint-Malo, Lamennais leyó con in-
volucionarios de París al no aceptar tensidad en su juventud la obra del filósofo francés
Jean-Jacques Rousseau y las de otros autores de la Ilus-
la constitución laica del clero y su tración. Su primera obra importante, escrita en 1808,
separación de Roma. La convención fue un ensayo crítico sobre la situación de la Iglesia en
Francia. El libro, que abogaba por un resurgimiento de
envió al general Kléber en 1793 para la Iglesia católica en Francia, se enfrentó con la política
acabar con aquellos sublevados. antirreligiosa de Napoleón por lo que fue prohibido.
En 1816, Lamennais fue ordenado sacerdote. Pronto
Kléber, con un potente ejército, ac­ se convirtió en el más célebre clérigo de su tiempo,
tuó con una dureza y crueldad terri­ y consiguió atraer a sus tesis a un grupo entusiasta de
intelectuales. Junto al eclesiástico francés Jean Bap-
bles aniquilando a la población por tiste Henri Lacordaire y el dirigente político francés y
entero. Al regresar a París informó escritor Comte de Montalembert, Lamennais fundó,
en 1830, el controvertido periódico L’Avenir, que de-
a la convención de haber matado fendía los principios democráticos y la separación de
hombres, mujeres y niños, en total la Iglesia y el Estado. La publicación fue suspendida, no
más de 300.000, y haber dejado la obstante, después de que las ideas de Lamennais fue-
ran condenadas por el Vaticano en 1832. Con la publi-
comarca sin habitantes. cación de Paroles d’un croyant (Palabras de un creyen-
La aniquilación del catolicismo fue te 1834), Lamennais abandonó la Iglesia. Se dedicó a su
trabajo literario y filosófico hasta su muerte acaecida
casi absoluta, y desde luego fue total el 27 de febrero de 1854.
la de los intelectuales católicos. Los
más crueles en la eliminación de clérigos y el dominio absoluto de la ideología anti­
laicos católicos fueron los jacobinos, ma­ católica llamada Liberalismo (producto
sones y controlados por el judaísmo. de la masonería) y su régimen llamado
Es, pues, la revolución la que impone democracia absolutamente atea.
24 Democracia - Cristiana
Fueron profanados y destruidos to­ muy rígido mantenido e interpretado por
dos los templos. En la catedral de París una Jerarquía anquilosada en el pasado
se destruyo la imagen de la Virgen y en remoto, sin evolucionar en modo algu­
su lugar se entronizó a la diosa Razón, no. Así pues, es preciso modernizar toda
en ceremonia solemne oficiada por
el propio Robespierre revestido con
casulla áurea.

Modernismo

En estas condiciones políticas

anticristianas comienzan a apare­
cer gentes católicas que intentan
poder participar en la política en
su condición de cristianos católi­
cos, pero naturalmente sin salirse
de este régimen democrático ab­
solutamente ateo. Uno de estos
católicos franceses fue Robert La­
mennais (1782-1854), filósofo y sa­
cerdote, con su periódico L’Avenir
(El Porvenir).
Lamennais, con indudable bue­
na voluntad, intenta la conciliación
de la Revolución anticatólica con la
Iglesia Católica. En 1830 publica su Gregorio XVI (1765-1848), papa (1831-1848). Durante su
obra “Palabras de un creyente”. En pontificado se enfrentó de forma abierta a la expan-
sión del emergente liberalismo revolucionario. Bartolo-
ella sostiene que lo mismo religión meo Alberto Cappellari nació en la ciudad italiana de
que razón humana son universales Belluno. De origen noble, ingresó en la rama benedic-
tina de la Camáldula y se ordenó sacerdote en 1787.
y deben guiarse por idénticas nor­ Sabio teólogo y erudito, en 1799 publicó El triunfo de
mas, y que dado que la razón huma­ la Santa Sede contra los asaltos de los innovadores, es-
crito en el que dejó claro su ultramontanismo doctri-
na y el hombre han evolucionado nal. En 1814 fue nombrado vicario general de la orden
de un modo evidente y muy rápido camaldulense y en 1825 cardenal por el papa León XII.
en los últimos siglos, es preciso que De temperamento ascético, a lo largo de su papado se
dedicó a reformar las órdenes religiosas, el sacerdocio y
la religión se modernice y evolucio­ las misiones, y tuvo que hacer frente a las revoluciones
liberales y nacionalistas, que amenazaban la integridad
ne al compás de los tiempos. espiritual y territorial de los Estados Pontificios. Conde-
Sostiene que la humanidad es nó el indiferentismo del catolicismo liberal de Félicité
la verdadera Iglesia en el momen­ Robert de Lamennais, así como las libertades de prensa,
culto y conciencia. Creó los museos vaticanos etrusco
to presente y que debe encarnarse y egipcio.
en la soberanía del pueblo que es
quien debe decidir en absolutamente la Iglesia, desde sus jerarquías y clero
todo asunto. hasta su Fe, sus dogmas, sus verdades,
La Iglesia, dice, se encuentra apri­ sacramentos y toda su predicación debe
sionada intelectualmente en un Dogma modernizarse. La Iglesia debe adaptar­
 Democracia - Cristiana
Marc Sangnier se a la modernidad que
domina el mundo, debe
aliarse con la Libertad actual exigida y
predicada por el Liberalismo.
Es claro que estas ideas de Lamen­
nais serán el origen del “modernismo
religioso”.
Estas ideas, atractivas evidentemen­
te, se extendieron rápidamente en el
mundo católico francés, incluidos el alto
y bajo clero.
Ante la enorme difusión de las ideas
modernistas dentro de la Iglesia, el Papa
Gregorio XVI se vio obligado a reaccio­
nar, y lo hizo en dos Encíclicas: Mirari
Vos (1832) sobre los errores modernos
y la Singulari Nos (1834). El Sumo Pon­
tífice condena en ambas el indiferentis­
mo, el modernismo y otras falsas doctri­
nas difundidas por Lamennais.
Lamennais no aceptó la doctrina pa­
pal y fue excomulgado.
A pesar de las condenas papales, el
modernismo se extendió por el interior
de la Iglesia, incluido el clero, e incluso
obispos y algún cardenal. Ante la gra­
vísima epidemia modernista en el inte­
rior de la Iglesia, el Papa San Pío X, más
de medio siglo después, se ve obligado
a volver a condenar el modernismo en
25
su Encíclica Pascendi dominici
gregis (1907), donde dice: «Los
modernistas jamás exponen sus
doctrinas en conjunto y metódi-
camente, sino que las imparten
por fragmentos y esparcidas
aquí y allá, lo cual contribuye a
que se los juzgue indecisos y poco
peligrosos, cuando en realidad
sus ideas y doctrinas son con-
tundentes, fijas y de gran con-
sistencia. [...] Los progresistas y
modernistas no abandonan ex-
ternamente la Iglesia porque su
afán y su actitud van dirigidas a apo-
derarse de la Iglesia, comenzando por
la jerarquía, el clero y los movimientos
de apostolado».
LE SILLON (El Surco)
Un grupo de jóvenes franceses cató­
licos dirigidos por Marc Sangnier (1873-
1950), abogado y político católico, fun­
dan la revista Le Sillon en 1891.
Llenos de buenas intenciones y de
piedad ante la dura situación del mundo
obrero en la nueva sociedad industrial,
propugnan la total igualación de clases
sociales dentro de una democracia, úni­
co régimen político que según ellos es
admisible en el día actual, de modo que
cualquier otro régimen, sea republica o
monarquía, es inaceptable.
Los sillonistas afirman que la auto­
ridad procede de Dios que la entrega al
pueblo y es el pueblo el que la entrega al
gobernante en forma de mandato, pero
reteniéndola el pueblo siempre de tal
modo que en cualquier momento puede
recuperarla quitándosela al gobernante.
La doctrina de la Iglesia es que todo
poder viene de Dios que lo entrega al go­
bernante para que lo ejerza en bien del
26 Democracia - Cristiana
pueblo, y que nadie pude quitar el po­
der al gobernante. La Iglesia admite que
el gobernante puede ser elegido por el
pueblo mediante un procedimiento de­
mocrático como es el de las votaciones
democráticas.
Se ve que la doctrina del Sillon está
en clara contradicción con la teoría po­
lítica defendida por la Iglesia en varias
encíclicas de León XIII.
León XIII, en su encíclica Diuturnum
illud (1881) sobre la autoridad política,
acepta formas republicanas y monárqui­
cas de gobierno.
León XIII Immortale Dei (1885)
sobre la constitución cristiana del Es­
tado. En la encíclica el Papa refuta la
concepción liberal del llamado “derecho
nuevo”; en Libertas Praestantissimun
(1888) el propio León XIII analiza los
términos “libertad” y “liberalismo”.
La gran difusión de las ideas moder­
La teoría científica de la evolución es la clave del
nistas hace que el Papa San Pío X publi­ pensamiento del P. Pierre Teilhard de Chardin.
que su encíclica Pascendi domini gregis La evolución, escribió, «es una condición gene-
ral que de ahora en adelante todas las teorías,
(1907) condenando las ideas modernistas. hipótesis y sistemas deben convenir y satisfacer
El mismo Papa San Pío X publica su si quieren ser coherentes y verdaderas. La evo-
lución es la luz que ilumina todos los hechos...».
encíclica Notre charge aposotolique Su obra principal, El fenómeno humano (escrita
(1910) en donde condena claramente la entre 1938 y 1940, no publicada hasta 1955), ex-
pone una visión evolutiva razonada desde una
equívoca doctrina del Sillon que se en­ perspectiva tanto científica como religiosa. El
cuentra en clara contraposición a lo predi­ proceso evolutivo culmina con la convergencia
cado por León XIII sobre el poder político de lo espiritual y lo material en una supercon-
ciencia que Teilhard denominó el punto Omega.
que el gobernante recibe de Dios. Además Este Dios-Omega, cuya manifestación más evi-
el Papa dice que no es posible ni conve­ dente se encuentra en el Jesucristo universal,
ejerce una atracción por medio de su amor diri-
niente enfeudar a la Iglesia dentro de un giendo así todo el proceso evolutivo.
régimen político como la democracia.
Continúa el Papa afirmando que Como se ve los sillonistas están obse­
justicia e igualdad son deformadas por sionados por el lema revolucionario “Li­
Sillon que afirma que toda desigualdad bertad, Igualdad, Fraternidad” y no saben
social es injusta y defiende una demo­ liberarse de los dogmas de la revolución
cracia igualitaria completamente irreal. tomados de la masonería y liberalismo.
Asimismo el tema de la fraternidad Marc Sangnier y sus discípulos se
para Sillon es una mera noción de hu­ sometieron ejemplarmente a Roma, ha­
manidad, separándola de la caridad ciendo una declaración de Fe católica y
cristiana. obediencia al Papa.
 Democracia - Cristiana 27
NUEVA OLA DE MODERNIDAD Y prudencia el sistema evolucionista que ni
DEMOCRACIA siquiera ha sido probado en el campo de
las ciencias naturales y pretenden exten-
En 1920 un grupo de jesuitas jóvenes derlo al origen de todas las cosas y sos-
forman una especie de club, La Pensée. tienen la hipótesis panteísta de un mundo
El más caracterizado del grupo es Pierre sujeto a perpetua evolución … hipótesis
Teilhard de Chardín (1881-1955), teólo­ de la que se valen los comunistas para
go y antropólogo, descubridor del homo defender su materialismo dialéctico».
sinensis en Pekín. Es un evolucionis­
ta convencido que pretende encuadrar
dentro del evolucionismo absolutamen­
te todo, incluida la doctrina cristiana
y la aparición de Jesucristo en lo que
llama el punto omega de la evolución.
Dice Teilhard: … en el cosmos la materia
inicial es el hidrógeno, con el paso del
tiempo esta materia simple empieza a
hacerse más compleja con toda clase de
uniones internas, la sucesiva compleji­
dad crea cosas cada vez más complica­
das y llega un momento en que surge la
vida, los seres vivos a su vez son cada vez
más complejos y esta evolución tiende a
humanizarse, es decir, a crear seres con
inteligencia, el hombre, y la aparición de
lo que llama la “noosfera” que cubre la
tierra, o sea, esfera dominada por la in­
teligencia. «Los católicos liberales, por su parte, encuentran
normal esta situación: “No se puede pretender
Esta esfera que cubre la tierra sigue volver a una situación como en la Edad Media”,
el proceso de más complejidad hasta lle­ dicen. “Hoy es perfectamente admisible que la
sociedad sea laica”… Aquí volvemos a encon-
gar a lo que llama “punto omega” don­ trar la teoría de Maritain: “La sociedad tiene
de aparece Cristo. Es evidente que este que evolucionar. Antes era religiosa, pero con el
Cristo omega no tiene nada que ver con tiempo, el progreso y el desarrollo de las men-
talidades, es normal que el Estado no tenga re-
el verdadero Jesucristo de nuestra Fe. ligión”… Así es como se abandona todo el com-
La teoría de Teilhard es de tal com­ bate, siendo que hay que seguir afirmando el
reinado social de Nuestro Señor Jesucristo fuera
plejidad y confusión que resulta incom­ del cual no puede haber paz, ni libertad, ni salva-
presible y, por tanto, su difusión entre la ción para las almas» (Mons. Lefebvre).
gente es mínima. Pero, como alta poesía,
representa la faceta más bella del evolu­ Maritain (1882-1973)
cionismo y la modernidad, y por tanto re­
sulta sumamente atrayente a intelectua­ Filósofo francés discípulo de Bergson
les y artistas, por lo que resulta peligrosa. (autor de “la evolución creadora”) casado
Pío XII publica la encíclica Humani en 1904 con la escritora Raissa Ouman­
Generis (1950): «Algunos admiten sin soff. En 1906 se convierte al catolicismo.
28 Democracia - Cristiana
Fundó la revista Esprit, fue embajador
ante la Santa Sede entre 1944 y 1948.
Escribe Tres reformadores en 1925,
Doctor angélico en 1929, De la filosofía
cristiana, Humanismo integral 1936,
Los judíos entre las naciones, Cristia-
nismo y democracia 1943, Nueva cris-
tiandad y El labriego del
Garona.
Fue un gran conocedor
de Santo Tomás y defensor
de la escolástica, lo que le
dio un gran prestigio en el
alto y bajo clero que asumió
su doctrina. Refutó a su
maestro Bergson califican­
do su obra como la tentati­
va más audaz de nihilismo
intelectual.
Tras la muerte de Raissa
en 1960 se retiró a la casa
de las hermanitas de Jesús
en Toulouse.
Mientras vivió Pío XII,
las doctrinas modernistas de Maritain
no pasaban de ser publicaciones y re­
uniones de intelectuales y clérigos en
las parroquias, sin publicidad y con pru­
dencia dentro del cuerpo de la Iglesia.
Pero eran un peligro latente.
A la muerte de Pío XII en 1958 las
doctrinas de Maritain acerca del huma­
nismo cristiano (que es puro humanismo
liberal nada cristiano), del Estado laico,
de la Nueva cristiandad y de la “Demo­
cracia cristiana” (que es pura democra­
cia atea sin nada de cristiana) se extien­
den por el interior de la Iglesia y llegaron
a dominar el concilio Vaticano II.
Juan XXIII (1881-1958-1963) confie­
sa su admiración por Maritain. Convoca
el Concilio Vaticano II.
Pablo VI (1897-1963-1978) se conside­
raba discípulo de Maritain, tradujo al ita­
liano Tres reformadores, incluso invitó a
Maritain a participar en el Concilio como
perito y pensó en nombrarle cardenal.
En el concilio triunfan las ideas an­
tropocéntricas y humanistas de Mari­
tain que se encuentran incorporadas a
la Constitución Gaudium et Spes y en la
«El Papa Pablo VI era la contradicción viva. Era
profundamente liberal y es un poco el caso del
Papa actual. Son personas que han sido forma-
das con doctrinas falsas y que no han querido
escuchar las enseñanzas de sus predecesores.
Formados de este modo, se llenaron de todas
estas ideas de universalismo, dignidad huma-
na, acercamiento con los enemigos de la Igle-
sia, etc.... Es decir, de todas estas ideas falsas».
(Mons. Lefebvre)
declaración sobre libertad religiosa Dig-
nitatis humanae.
Esta es la situación hoy. Lo que im­
porta es la Paz, si es preciso ceder algo,
se cede, si hay que ceder más, se cede
más. Los pastores quieren la Paz, el
pueblo quiere Paz, la Iglesia pide la Paz.
Pero Jesucristo dijo: «No he venido a
traer la paz, sino la espada … en efecto
he venido a poner división: el hombre
contra su padre, la hija contra su ma-
dre … y los enemigos del hombre serán
los de su casa». m
 29

El más prodigioso inventor

de nuestro tiempo (siglo XX)...
hacía los primeros viernes
Rvdo. D. Eduardo Montes

N
os referimos aquí a Leonardo Torres Quevedo, nacido en Santa Cruz de
Iguña (Cantabria), el 28 de Diciembre de 1852 y fallecido en Madrid, el 18
de Diciembre de 1936, a los 84 años de edad. Fue ingeniero y matemáti­
co. Inventó en 1895 una máquina de calcular ecuaciones que es precursora de las
computadoras electrónicas de hoy . El 25 de octubre de 1906, en la ría de Bilbao
hizo evolucionar un bote sin tripulantes
por ondas hertzianas, gracias al telekino,
desde la terraza del Club Náutico. El bote
avanzó, retrocedió, viró en redondo, sor­
teó otras embarcaciones que había en el
puerto y llegó a la escala del vapor Elcano,
donde se hallaba la representación ofi­
cial. El telekino es precursor de los cohe­
tes teledirigidos de hoy. El 10 de febrero
de 1916 se inauguro en las Cataratas del
Niágara el transbordador que Torres Que­
vedo proyectó y se adjudicó en concurso
internacional, y sigue funcionando en la
actualidad. En 75 años no ha tenido ni un
accidente ni una avería grave. En América
lo llaman Spanish aerocar. Va sostenido
por seis cables y anclaje con contrapesos,
con lo cual se mantiene constante la ten­
sión de los cables, independientemente
del peso, según la barquilla estuviera más
o menos cargada de gente; y le proporciona un alto coeficiente de seguridad. Antes
de construirlo en el Niágara, lo instalo en el Monte Ulía de San Sebastián en 1907
para probarlo. Fue el primer tranvía aéreo del mundo. En 1914 inventó el ajedrecis­
ta mecánico, que siempre gana. Es una máquina precursora de los robots de hoy.
Se conserva en la Escuela de Ingenieros de Caminos. En 1951 fue presentado por
Gonzalo Torres Quevedo (hijo del inventor, ayudante y colaborador suyo) en París,
en un Coloquio Internacional de Cibernética, y dio mate a Tartakower, entonces
30 El más prodigioso inventor de nuestro tiempo... hacía los primeros viernes

campeón del mundo de ajedrez. La máquina

anuncia por un altavoz al contrincante cuan­
do hace trampa o se equivoca. A la tercera se
“enfada” y no juega más.
Este invento del “autómata ajedrecista”
junto con el del “aritmómetro”, que es una
calculadora conectada a una máquina de es­ Spanish aerocar
cribir antecesora de la calculadora digital, lo
constituyen nada menos que en precursor de la informática.
En 1902, Leonardo Torres Quevedo presentó en las Academias de Ciencias de
Madrid y París el proyecto de un nuevo tipo de dirigible que solucionaba el grave
problema de suspensión de la barquilla al incluir un armazón interior de cables
flexibles que dotaban de rigidez al dirigible por efecto de la presión interior.
En 1905, con ayuda de Alfredo Kindelán, Torres Quevedo dirige la construcción
del primer dirigible español en el Servicio de Aerostación Militar del Ejército, crea­
do en 1896 y situado en Guadalajara. Finalizan con gran éxito, y el nuevo dirigible,
el España, realiza numerosos
vuelos de exposición y prue­ Ajedrecista
ba. A raíz de este hecho em­
pieza la colaboración entre
Torres Quevedo y la empresa
francesa Astra, que llegó a
comprarle la patente con una
cesión de derechos extendi­
da a todos los países excepto
a España, para posibilitar la
construcción del dirigible en
el país. Así, en 1911, se inicia
la fabricación de los dirigi­
bles conocidos como Astra-Torres. Algunos ejemplares fueron adquiridos por los
ejércitos francés e inglés a partir de 1913, y utilizados durante la I Guerra Mundial,
 El más prodigioso inventor de nuestro tiempo... hacía los primeros viernes 31
en muy diversas tareas, fundamentalmente de protección e inspección naval.
En 1918, Torres Quevedo diseñó, en colaboración con el ingeniero Emilio Herre­
ra Linares, un dirigible trasatlántico, al que llamaron Hispania, que llegó a alcanzar
el estado de patente, con objeto de realizar desde España la primera travesía aérea
del Atlántico. Por problemas de financiación el proyecto se fue retrasando y fueron
los británicos John Alcock y Ar­
thur Brown los que atravesaron el
Atlántico sin escalas desde Terra­
nova hasta Irlanda en un bimotor
biplano Vickers Vimy en 16 horas
y 12 minutos.
Leonardo desarrolló otros
muchos inventos, algunos tan in­
geniosos como un Sistema para
guiarse en las ciudades, que pa­
El hijo de Torres Quevedo en una
tentó al menos en Gran Bretaña y
exhibición de ajedrecista
en España
En los últimos años de su vida Torres Quevedo dirigió su atención al campo de
la pedagogía, a investigar aquellos elementos o máquinas que podrían ayudar a
los educadores en su tarea. Patentes sobre las máquinas de escribir (patentes n.º
80121, 82369, 86155 y 87428), paginación marginal de los manuales (patentes n.º
99176 y 99177) y las del puntero proyectable (patente n.º 116770) y el proyector di­
dáctico (patente n.º 117853).
El puntero proyectable, también
conocido como puntero láser, se
basa en la sombra producida por un
cuerpo opaco que se mueve cerca de
la placa proyectada, esta sombra es
la que utilizaría como puntero. Para
ello diseñó un sistema articulado
que permitía desplazar, a voluntad
del ponente, un punto o puntos al
lado de la placa de proyección, lo
que permitía señalar las zonas de
interés en la transparencia. Torres
Quevedo expresa así la necesidad
de este invento: «Bien conocidas
son las dificultades con las que tropieza un profesor para ilustrar su discurso, va­
liéndose de proyecciones luminosas. Necesita colocarse frente a la pantalla cuidan­
do de no ocultar la figura proyectada para llamar la atención de sus alumnos sobre
los detalles que más les interesan y enseñárselos con un puntero».
También construyó un proyector didáctico que mejoraba la forma en la que las
diapositivas se colocaban sobre las placas de vidrio para proyectarlas.
Tras esta exposición creemos más que justificada la primera parte del título de
32 El más prodigioso inventor de nuestro tiempo... hacía los primeros viernes
este artículo «el más prodigioso inventor de nuestro
tiempo» que le atribuyó el periódico francés Le Figaro
en mayo de 1930. Y lo de que “hacía los primeros vier­
nes” lo sabemos por el testimonio del P. Jorge Loring
S.I. que citamos a continuación: «En 1976 estuve en
Toledo predicando conferencias cuaresmales, y enton-
ces tuve la satisfacción de conocer a Valentina Torres
Quevedo, hija del inventor... Ella me dijo que su padre
murió como un buen cristiano, como había vivido: co-
mulgaba todos los Primeros Viernes de mes» (1).
Y habría que añadir lo que hemos leido en otras fuen­
tes: que en los dias de su última enfermedad este gran
hombre de ciencia releía el Catecismo que había apren­
dido en su infancia. m
(1) PARA SALVARTE, Jorge Loring, EDAPOR, Madrid 1996, pag. 53

«Queremos hablar de los Ejercicios Es-

pirituales, que, según la tradición, fue-
ron dados por el Cielo a San Ignacio. No
que no haya que estimar los otros ejer-
cicios de este género, usados en otra
parte, sino que en aquellos que son or-
ganizados según el método ignaciano,
todo está dispuesto con tanta sabidu-
ría, todo está en tan estrecha coordi-
nación, que si no se opone resistencia
a la gracia divina, renuevan al hombre
hasta el fondo, y lo hacen plenamente
sumiso a la divina autoridad».
Pío XI, Meditantibus nobis, 1922

Ejercicios espirituales de San Ignacio

Hombres: del 28 de agosto al 2 de septiembre
Mujeres: del 4 al 9 de septiembre

Recordamos que la Hermandad de San Pío X en España

tiene un sitio oficial en Internet: tradicioncatolica.es.
Podrán consultarse documentos (Tradición Católica, Si Si No No,
encíclicas...), informaciones (calendario de las actividades,
direcciones de las capillas), pudiéndose también a través
de nuestra página adquirir libros.
 33

Crónica de la Hermandad en España

l Festividad de San José Artesano en la Casa San José - 1 de mayo

El día 1 de mayo tuvo lugar el tradicional encuentro en la Casa San José. Cerca
de unas sesenta personas asistieron a la misa solemne celebrada por el P. Luis Mª
Canale. A continuación nuestro querido Antonio Sánchez nos impresinó con su ex­
celente paella, que va mejorando de año en año. La comida se prolongó, como es
natural, con una sobremesa muy agradable. A las seis de la tarde se expuso el Santí­
simo Sacramento en la Capilla del Priorato y se rezó el Santo Rosario.
34 Crónica de la Hermandad en España
l Peregrinación de Chartres -
19, 20 y 21 de mayo

La peregrinación de Chartres discu­

rrió este año por un recorrido diferente.
Debido a la celebración del 600º ani­
versario del nacimiento de Santa Juana
de Arco los peregrinos no anduvieron
desde Chartres a París sino a Orleans.
Como representantes de España
estuvo el Padre Pedro Mouroux acom­
pañado de algunos jóvenes. La peregri­
nación de Chartres, siempre celebrada
el sábado, domingo y lunes de la festi­
vidad de Pentecostés, es ya lo que pu­
diéramos llamar un clásico dentro de la
Tradición.
Este año los peregrinos marcharon
bajo la luz convincente de esta expre­
sión de Fe: “…et Dieu donnera la vic­
toire” (… Dios nos dará la victoria).
 Crónica de la Hermandad en España 35
l Procesión de Corpus Christi - 10 de junio

La procesión del día de Corpus Christi por las calles cercanas a la Capilla de San­
tiago Apóstol, en Madrid, Capilla de la Hermandad de San Pío X, fue como en años
anteriores una hermosa manifestación pública de piedad y de fe en Nuestro Señor
Sacramentado.
La Misa solemne, anterior a la procesión, fue celebrada por el Padre Juan María
de Montagut, asistiendo como diácono el Padre Eduardo Montes y subdiácono el
Padre Pedro Mouroux. Ese día tuvimos también la alegría de contar con el organista
Don Anselmo Serna Bustamante que contribuyó con su maestría y profesionalidad
al realce de la liturgia.
Este año de gracia 2012 la fiesta de Corpus Christi correspondía al día 7 de junio
pero por no ser declarado día festivo se trasladó la procesión al domingo 10. Día
hermosísimo de sol, todo el recorrido procesional se vio solemnizado con la Banda
de música del Maestro Agapito, Banda de música que también colabora desde hace
años en este piadoso acto. Varias señoras con la clásica mantilla española formaron
igualmente parte del cortejo procesional, sin olvidar a los niños que iban sembrando
el trayecto de pétalos de flores en honor a Jesús Sacramentado.
En resumidas cuentas un día inolvidable por la piedad manifiesta y sobre todo
por la presencia de Nuestro Señor, presente en la Sagrada Forma, por esas calles de
la capital de España. m
36 Crónica de la Hermandad en España

Campamentos
2012
Del 1
al 12
de agosto

Inscripciones:
P. Carlos Mestre.
Tel.: 91 812 28 81

La primavera del postconcilio
l ¿Crisis nerviosa? ¿Fuera de
control? ¿Invención? El dominico
Jerome Murphy-O’Connor, de 77 años,
es un especialista en el Nuevo Testamen­
to a la moderna usanza. Esto es, de los
que interpretan las Sagradas Escrituras
con criterios en el fondo caprichosos que
visten con ropaje de exégesis renovada.
Trabaja desde hace décadas en la Escue­
la Bíblica y Arqueológica Francesa, en
Tierra Santa, y acaba de publicar un li­
bro, Las llaves de Jerusalén, donde hace
una interpretación peculiar de la con­
moción de Nuestro Señor en el huerto
de Getsemaní: «Sufrió una breve crisis
nerviosa», afirma, «y perdió el control».
La afirmación no es un desliz. La repi­
te hasta tres veces en la entrevista que
concedió a The Catholic Herald el 21 de
junio para explicar su hallazgo. Y es una
afirmación absurda: perder el control
implica imperfección, y Jesucristo era
tan perfecto en cuanto hombre –seme­
jante a nosotros en todo, salvo en el pe­
cado- como, obviamente, en cuanto Dios.
37
L. Pintas
Esa doble naturaleza permite explicar su
terrible sufrimiento al considerar el su­
plicio que le aguardaba, pero ¿deduce
cualquiera que lea los Evangelios que,
aun sudando sangre, dejase de dominar
la situación un solo segundo? El padre
Murphy-O’Connor (primo del cardenal
Cormac Murphy-O’Connor, arzobispo
emérito de Westminster) va incluso algo
más lejos, y cuestiona cómo es que sa­
bemos lo que pasó en Getsemaní, si los
apóstoles estaban durmiendo. En su
opinión, los evangelistas “se inventaron”
las palabras del Divino Maestro, atri­
buyéndole el estado de ánimo que ellos
habrían tenido. Hasta el mismo autor de
la entrevista comenta que esas palabras
(“¡Se las inventaron!”) no sorprenderían
en un ateo, pero sí en un “augusto exper­
to bíblico católico”. El padre dominico
parece haber olvidado que, tras su Re­
surrección, Jesucristo estuvo cuarenta
días con sus discípulos, instruyéndoles.
Eran sus amigos, además de sus discí­
pulos: ¿no iban a preguntarle por lo que
sintió en aquellos aciagos instantes? Eso
sin contar con que, si los apóstoles “se
inventaron” lo que pasó en Getsemaní…
¿cómo sabe Murphy-O’Connor lo de la
“crisis nerviosa”?
l Buda es el camino. ¿Tam-
bién la verdad y la vida? Vamos
de libros, y de la orden que fundó Santo
Domingo de Guzmán pasamos a la que
fundó San Ignacio de Loyola. El jesuita
38 La primavera del postconcilio
Jacques Scheuer, profesor de historia de entonces, más allá de la vana fraseología
las religiones en la Universidad Católica habitual, eso de practicar el paso de un
de Lovaina, ha publicado camino a otro? ¿En sa­
un ensayo en la editorial car a los cristianos del
Herder titulado Un cris­ Camino de Cristo para
tiano en la senda de Buda. que caminen –siquiera
¿A qué se consagra este un tiempo, pues pare­
texto, cuya edición espa­ ce que vuelven- por el
ñola prologa una maestra Camino Medio, esto es,
zen, Berta Meneses? Pues fuera del señalado por
según el padre Scheuer, Jesucristo? Y luego, una
la cuestión es la siguien­ cuestión geométrica:
te: «Los que siguen el Ca- dos caminos que condu­
mino Medio (el camino cen a puntos diferentes
del drama budista) y los (“nadie va al Padre sino
Jacques Scheuer
que siguen el Camino de por Mí”: luego el Cami­
Cristo (el camino del Reino) –caminos no Medio no conduce al Padre) pueden
diferentes pero que muy a menudo se entrecruzarse… pero no más allá del
cruzan y se entrecruzan- ¿no pueden, punto en el que divergen para siempre.
no deben ser, los unos para los otros, Ojalá al padre Scheuer le pille ese mo­
compañeros de ruta, “buenos amigos”, mento en una de sus piruetas hacia el
“amigos espirituales”? El ejercicio al “camino del Reino”, y no al revés.
que nos entregamos
modestamente en estas l El Púlpito Me-
páginas –la práctica dio. Igual que uno
del paso hacia el otro puede ir a saltos entre
y del retorno a sí- pue- el Camino Medio y el
de inscribirse en esta Camino de Cristo, pa­
perspectiva y en este rece que también es
espíritu: ser, los unos posible entre púlpito
para los otros, amigos de Cristo y el de Ma­
en el camino». Pero la homa. Así lo pone en
cuestión no es ésta, po­ práctica Martin Rup–
dríamos responderle al precht, párroco de la
autor. No hay dos cami­ iglesia de Cristo Rey
nos, llámese uno de ellos de Viena, quien invita
Medio o como quiera a predicar a su templo
llamarse. Hay uno sólo: al imán Hizir Uzuner,
«Yo soy el Camino, la de origen turco, en la
Verdad y la Vida», dice misa dominical, y al
Cristo (Jn 14, 6). Y añade: «Nadie viene viernes siguiente va él a predicar a la
al Padre sino por Mí». ¿En qué consiste, mezquita de Bad Vöslau, localidad al sur
 La primavera del postconcilio
de la capital austriaca. Don Martin es el
responsable diocesano de las relaciones
con el islam, y ve normales estas ale­
grías: «Este intercambio de púlpitos po-
dría parecerle a algunos algo insólito»,
dice (¿y no es normal que se lo parezca?),
«pero para el imán y para mí se trata
del resultado de años de discusiones». Y
ellos son los que saben y valen. «Es una
forma de poner en práctica el respeto
mutuo y la comprensión», añade. Pues
va a ser que no. Es absurdo confundir el
respeto al adversario con la invitación a
que el adversario desvíe a tus ovejas. A
no ser que el pastor no tema al lobo, lo
cual es, como mínimo, sospechoso. (Por
cierto, hace un año la diócesis de Viena,
de la que es titular el cardenal Christoph
Schönborn, negó a un sacerdote vienés
de la Hermandad San Pío X, recién or­
denado, cualquier iglesia donde decir su
primera misa, lo que tuvo que hacer en
un local municipal. “Respeto mutuo y
comprensión”, le llaman.)
l El obispo y los paparazzi. Ha­
blando de comprensión, está la que ha
recibido el obispo de Merlo-Moreno (Ar­
gentina), Fernando María Bargalló. Malo
que fuese sorprendido con una mujer en
una playa de Cancún en situación com­
prometida, y que las imágenes diesen la
vuelta al mundo con un efecto demole­
dor sobre la credibilidad de la Iglesia en
su predicación del celibato sacerdotal.
Peor aún fue que mintiese públicamente
hablando de «interpretaciones equivo-
cadas» y de «una amiga de la infancia»,
para después reconocer que había una
relación sentimental con una divorcia­
da. Con todo, hasta aquí son debilidades
humanas. Bien graves, desde luego, pero
39
nihil novum sub sole. Lo que sí adquie­
re tono de primavera postconciliar es la
reacción de algunos de sus compañeros
en el episcopado. Justo para celebrar los
quince años de erección de la diócesis,
segregada en 1997 de la de Morón, el ad­
ministrador apostólico designado por el
Mons. Fernando María Bargalló
Papa tras la renuncia de Bargalló, Alci­
des Casaretto, y el cardenal Jorge Mario
Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires,
concelebraron una misa que se convir­
tió en un homenaje al obispo caído. De
quien no se trataba de hacer leña, pero
tampoco de presentarle como una vícti­
ma: «Ahora le toca a Fernando estar en
un tiempo de retiro, de penitencia y de
oración. Mi misión será acompañar al
hermano Fernando en su camino de re-
flexión», dijo monseñor Casaretto, como
si se hubiese ido de ejercicios espiritua­
les. «Hay una tristeza que hace que hoy
la Iglesia no pueda festejar como quisie-
ra estos quince años donde se hicieron
tantas cosas bajo la guía del pastor.
Trabajó para los pobres y esto le valió
la persecución. Hoy tenemos a la Iglesia
unida, humanitaria y misionera y veni-
mos a dar gracias por estos quince años
caminando juntos», apuntilló el carde­
nal. Con esas premisas, es normal que en
40 La primavera del postconcilio
la catedral de Nuestra Señora del Rosa­
rio se aplaudiese y vitorease a Bargalló,
en vez de recordarle el espantoso destino
que Nuestro Señor anunció a quienes es­
candalizasen a sus pequeñuelos.
l Misa gaucha. De la Provincia de
Buenos Aires nos vamos un poco hacia
el norte, a Rio Grande do Sul, en Brasil.
Allí, como en toda la zona, son frecuen­
tes las misas gauchas, pero en aquella
cuya imagen reproducimos las cosas fue­
ron demasiado lejos. No se limitaron a
acompañar la celebración con la peculiar
música propia de esa forma de vida, sino
que el sacerdote admitió una especie de
consagración paralela. Mientras él (ata­
viado con un poncho a modo de alba y
casulla) elevaba el Cuerpo y la Sangre de
Cristo, los monaguillos hacían lo propio
con el asado y el mate. Es una expresión
-más chusca que otras, si se quiere- de
una confusión muy extendida a raíz de la
nueva liturgia, que difumina el carácter
propiciatorio de la misa. Es Nuestro Se­
ñor mismo quien renueva el Calvario y se
ofrece como víctima por nuestros peca­
dos. Todos los sacrificios –legítimos- del
Antiguo Testamento prefiguraban éste y
han sido abolidos por él. Después de la
Redención, inventarse ofrendas para dar­
le colorido a la misa es, además de una
cursilada (o, como en este caso, pincho
moruno en mano, una desfachatez), una
desnaturalización de la Nueva Alianza.
l De Leeds a Roma. Historias como
esta última deberían llegar a la mesa del
nuevo secretario de la Congregación
para el Culto Divino y la Disciplina de
los Sacramentos, el hasta ahora obispo
de Leeds (Inglaterra), Arthur Roche. A lo
mejor aplica para corregir esos desma­
nes la misma energía con la que cerró sin
contemplaciones una capilla de su dióce­
sis en la que se decía la misa tradicional,
y con abundante concurrencia de fieles.
Y es que Benedicto XVI ha nombrado
como “número dos” de la liturgia en la
Iglesia a alguien visceralmente contrario
a su motu proprio Summorum Pontifi-
cum, que liberalizó el rito de San Pío V.
Aunque la aplicación de ese motu pro­
prio es competencia de la Congregación
para la Doctrina de la Fe de la que era
prefecto hasta ahora el cardenal William
Levada, no deja de sorprender el nuevo
cargo de Roche, quien en 2007 dirigió a
todos sus sacerdotes una carta que está
considerada la reacción más negativa,
insidiosa y obstruccionista de un obis­
po –al menos por escrito- a la voluntad
del Papa de que pueda decirse la misa de
siempre. ¿Ustedes lo entienden? m