UTH
Presentado por:
Oscar Roberto García Sabillón
Catedrática:
Abog. Wilfredo Castellanos
En función de que nuestro Código de Comercio ya tiene más de sesenta (60) años
de vigencia, obvio es que muchas de sus disposiciones resultan obsoletas a estas
alturas, pero personalmente -como especialista en el ramo- somos del criterio
que lo procedente es emitir una ley de sociedades mercantiles, tal como ha
ocurrido en la mayoría de los países del mundo, en función de los significativos
cambios que se han producido en el contexto mercantil, en donde las sociedades
juegan un papel protagónico.
Sin perjuicio de que muchos artículos de nuestro Código de Comercio ya han sido
modificados o derogados, en el caso de autos, la Ley para la Generación de
Empleo… introduce nuevas disposiciones en materia societaria e igualmente
reforma los artículos 14, 15, 18, 157, 169, 189, 193, 210, 222, 224, 226 y 228 del
Código de Comercio, en el entendido que algunos de los nuevos artículos son
contestes con el momento histórico que vivimos; pero otros incluyendo los
reformados, están deficientemente redactados o contienen disposiciones que
resultan contraproducentes.
El Artículo 14 de esta nueva ley modifica también artículos del Código Civil, tal lo
que ocurre con los artículos 1782 y 1789. Este último establece: “Artículo 1789. El
contrato de sociedad puede hacerse constar en escritura pública o en documento
privado que reúna las formalidades establecidas en la ley y debe ser inscrito en el
Registro Mercantil”. Como puede apreciarse, de conformidad con dicho artículo,
para la constitución de una sociedad mercantil no se requiere escritura pública;
vale decir, ya no es necesaria la comparecencia ante notario en su condición de
ministro de fe pública. Esta exigencia también estaba prevista en el párrafo final
del Artículo 14 (que también reforma esta ley y que exigía escritura pública
autorizada por notario) del Código de Comercio.