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202 menores permanecen detenidos por homicidios – LA REPUBLICA

El caso “Cumpita”. Según el Poder Judicial, 189 están en régimen cerrado y 13 en el sistema abierto. El
último sentenciado es C.E.J.G. por victimar al alcalde de Samanco.

3 enero 2016

https://larepublica.pe/sociedad/907471-202-menores-permanecen-detenidos-por-homicidios

Desde niño, C.E.J.G. sufría acoso escolar debido a sus orejas de peculiar forma. ‘Cumpita’, el
sicario de 16 años que admitió haber matado al alcalde de Samanco, Francisco
Ariza Espinoza, y a su asesor Henry Aldea Correa, es uno de los más de 200 menores
recluidos en el Perú por homicidio.

PUEDES VER: “Loco Darwin” dirigía escuela para sicarios adolescentes

Cuando en un inicio le preguntaron por qué lo hizo, el adolescenteno pudo dar una respuesta
definitiva. Sin embargo, ante las pruebas que le presentaron, terminó confesando el crimen.

Un psiquiatra diagnosticó a ‘Cumpita’ con trastorno explosivo intermitente, una condición en


la que la persona no puede controlar su propia rabia interior. Este asesino a sueldo fue juzgado y
condenado a 8 años de prisión. Al día de hoy permanece internado en el Centro de
Diagnóstico y Rehabilitación Juvenil de Lima(Maranguita).

Cifras alarmantes

A la fuerza o incluso voluntariamente, niños y adolescentes que se inician como pandilleros


acaban convirtiéndose en asesinos y cometiendo atrocidades en nombre de causas que ni
siquiera pueden entender.

Actualmente hay 189 menores homicidas internados bajo el régimen medio cerrado (como
Maranguita) y 13 por medio abierto que cumplen sus actividades socioeducativas mediante
el Servicio de Orientación al Adolescente (SOA), administrados por el Poder Judicial. Al
menos 24 de ellos han sido sentenciados por el delito de sicariato.

Sin embargo, hasta ahora no existen estadísticas que confirmen cuántos asesinatos son
cometidos por sicarios juveniles en el país.

Ni la Policía, ni la Fiscalía ni el Poder Judicial tienen un registro fidedigno; no obstante,


algunos agentes de la Dirección de Investigación Criminal creen que dos de cada diez
homicidios a nivel nacional se cometen por encargo.

“La cifra puede ser mayor si se toma en cuenta que son los casos más difíciles de resolver
debido a que estos asesinos solo atacan y se van, y lo hacen de manera traicionera”, señala el
abogado y catedrático Joaquín Loayza.

Desde los 8 años


“Muchas veces son capturados menores que no confiesan las motivaciones del crimen porque
no las entienden y hasta llegan a juicio asegurando ser inocentes”, dice el coronel (r) Miguel
Canlla, ex jefe de la División de Homicidios.

En el caso de ‘Cumpita’, a quien no le quedó otra opción que acogerse a la terminación


anticipada en el proceso, su confesión permitió identificar a sus cómplices y también a los
autores intelectuales.

Para el psicólogo Julián Vega, la pobreza, vulnerabilidad, los malos tratos y la discriminación
son algunos factores que convierten a algunos niños en sicarios.
La edad de reclutamiento –dice– empieza entre los 8 y 9 años. En estas nuevas ‘guerras’ de
pandillas quedan expuestos a la violencia extrema convirtiéndose en blanco fácil de las bandas,
a las que ven, en muchas ocasiones, como la solución a sus problemas.
“De esta manera son muchos los niños que entran voluntariamente a una organización cuando se
ven atrapados y no les queda otra forma de subsistencia”, dice Vega.
Muchas veces los niños se ven empujados por la venganza. “Sus ojos han visto los abusos, las
torturas o el asesinato de miembros de sus familias”, añade el especialista.

Son rentables

Joel F.S., ‘Narizón’, es otro sicario de 16 años que asesinó al farmacéutico Jorge Llajaruna
Rodríguez, por 200 soles.

Pero ¿por qué se recluta a niños? Cobran poco, mucho menos que los adultos. Además, las
inversiones necesarias para reclutar, entrenar y preparar a los niños son más baratas que las de
los adultos, sostiene el ex director de la PNP, general (r) Luis Montoya.

Y subraya: “Son manipulables, obedientes. No son del todo conscientes del peligro y pueden
llegar a ser más crueles, porque no miden el alcance de sus acciones, y esto los hace más
peligrosos”.

En cifras

3.179 menores permanecían internados en distintos centros juveniles del país, dato recogido en
octubre del 2015.

202 ingresaron por homicidios. De ellos, 13 están en el sistema medio abierto y 189 en medio
cerrado.

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