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tránsfugas

el haber estado casi


toda la vida como
una chica hetero me
dejo un mal
sabor de
boca con
resabio de
profunda-soledad,
claro que no fue
por falta de pareja
sino que no hallaba
ningún tipo de vín-
culo (como en todo).
pero el poder estar
con alguien como yo
me brindó compañía y
descontrol, que es
lo mejor que me
pudo pasar.
¡descontrol!
es decir, algo
más allá del sexo
un sentimiento..
donde la soledad
desapareció
Fotografía de portada: junto con los
“Yantra #41” de Yantras of Womanlove de Tee Corinne.
miedos
Cada uno de estos escritos intuye el sentir en
el devenir lesbiana. No se trata de hacer una
descripción objetiva ni académica, sino de com-
partir lo que para cada una de las voces es o ha
sido la experiencia del transitar torta.
la confianza total hacia las amigas…
el reconciliarme conmigo mismx...
la mutabilidad como propuesta para reinventar(se) las veces
que se quiera… sin policías…
la potencialidad del devenir... del mutar...
gestionar los afectos y los temores… la búsqueda de la libertad
confrontando los miedos…
los límites y el consentimiento y el autocuidado como pilar de
la ética del placer…
el cuestionamiento al machismo -entre tortas- de ideas como la
“calienta sopa” o la “friendzone”…
la rebeldía ante el clasismo/racismo/jerarquías en el ghetto-
farandulero lesbofeminista…
la imposibilidad de no estar prestando atención al uso del len-
guaje a cada instante…
la misoginia que (nos) desborda…
la desconfianza hacia la colectiva y la afinidad por la autocon-
vocatoria…
la creencia interna de que para mover las ideas es necesario
mover el cuerpo… la apuesta por la vida nómade… el reconoci-
miento con otras en el (trans)curso del viaje…
la lectura de los espacios y los cuerpos que por allí transitan…
la renuncia a la complacencia/competencia como dinámica de
relación…
la honestidad -consigo misma, con las otras- como cimiento de
las relaciones…
el diálogo entre nosotras como “marco teórico-práctico” de (re)
conocimiento...
la incomodidad -propia, hacia lxs otrxs- como sensación con-
stante y reveladora…
la incredulidad total hacia la visión esencialista…
el sentir y su mutabilidad…
el devenir torta y las múltiples prácticas…
la euforia del enamoramiento y el miedo a la represalia…
el reconocimiento respecto a las opresiones del cuerpo propio a
través del de la(s) amante(s)…
el exilio familiar… social…
la policía del género reclamando el ceñirse a la norma del “ser”
mujer… la policía del biosexo reclamando la vagina como “ga-
rantía” del ser mujer…
el placer y la búsqueda de nuevas formas de erotizar(se)…
de la erótica de la pareja a la erótica de/con las amigas…
la(s) amante(s) y las formas de afectar(se)…
el amor romántico y la construcción como mujeres…
“lo personal es político” no sólo como consigna feminista; lo
torta no quita lo facha…
del “no me considero feminista...” o “para qué tanta radicali-
dad...” al feministómetro…
un extraño tránsito del “marimacho” a la “feminazi”…
la sensación de convertirse en una paria del feminismo, del
lesbianismo...
la renuncia a “ser mujer”, después de haber pasado tanto tiem-
po tratando de encajar…
la autonomía del placer, la autogestión como propuesta es-
pontánea!!
la soledad y la necesidad de “ensimismarse”… la búsqueda de
una voz “más” propia -complementada con la de tantas otras…
L-E-s-B-i-A-n-A-l-E-S-b-i-A-N-a-L-e-s-B-I-A-n-a

Lesbiana que es posibilidad de ser, crear, pensar-me.

Lesbiana que trasciende la posibilidad y es realidad con-


creta.

Lesbiana que encuentra similares que se acuerpan-quier-


en-cuidan- disienten-no temen dinamitar.

Lesbiana que mira hacia atrás y reconfigura su historia.

Lesbiana que abraza a la niña lesbiana que antes no en-


tendía qué sucedía. Contarle historias en las que el mañana
es más claro y escucha su visión del mundo, encontrán-
dose en la palabra que acoge: lesbiana. Lesbiana que
juega a embellecerla, sumarle canciones: feminista-anti
capitalista-incómoda-vegetariana y seguir jugando.

Lesbiana completa, entera, que desborda de mi cuerpo e


irradia rebeldía a su paso. Que comprende sus silencios.
Que ya es amiga de su cuerpo, que se maravilla con el de
las compañeras y podría pasar la vida entera investigando.

Lesbiana que ya encontró un pedacito de tierra desde


donde iniciar el camino y que es fuego cálido. bianas, ¿es un tema superado? Pues parece que no, porque la visibilidad
Lesbiana que es resistencia, con razones para concretar todavía se la sigue construyendo y se enfrenta a nuevas formas de dis-
otra forma de vivir, construirla de a poco, a diario, persis- criminación que se ejercen con violencia simbólica. Es necesario analizar
tente y sin escapatoria. este tema en toda su complejidad tanto a nivel social como nuestra pro-
pia experiencia subjetiva.
Lesbiana que salta al vacío y sabe que el universo lésbico Considero que el pensamiento feminista como propuesta para ir avan-
proveerá para la cuerpa y para la mente. zando en una teoría del conocimiento que refleje la realidad boliviana en
general y la realidad lésbica en particular, debe ir acompañada por este
Lesbiana que sabe que en todo el mundo hay mujeres tipo de experiencias que sustenten nuevas teorías, que borren esos sesgos
sintiendo, latiendo en la misma sintonía y que conspirando,
que nacen de las mismas lesbianas feministas al considerar a la población
pensando, politizando y creando barricadas imponentes
lésbica como lesbianas de segunda y lesbianas de primera por tener el
que generan reacciones y nosotras sonreímos porque
privilegio de acceder a lo académico. Que en realidad tiene que ver con
sabemos que nuestra vida afecta e incomoda, que ese es
el inicio del caos y que con cada micro infarto de con-
la cuestión de clase como opresión principal en el conjunto de las teorías
servadorx nuestra hoguera crece un poco más. feministas.

Lesbiana es la palabra-barricada desde donde conservo Finalmente, nosotras las lesbianas estamos en ese rumbo de abarcar
mi libertad y miro de reojo y con la paz que da haber el- trayectorias y posicionamientos críticos ante este sistema que “oprime
egido lo que gritan las entrañas. Desde donde me conservo a las mujeres por ser mujeres”. Estamos dispuestas a alimentarnos de
y me elijo una y otra vez. forma colectiva dentro del Aquelarre para fortalecer los movimientos
autónomos que tanto ayudan a la vida colectiva de todas nosotras.
Lesbiana que sabe que existir es ya una herramienta de
destrucción masiva y rabiosa.

Lesbiana que ama inagotable a otras mujeres. Que explota


el marco y ama a todas madres-amantas-tías-hijas-com-
de género”. pañeras-viejas-creativas-grandes-inombrables-morenas-te-
merosas-caminantas-infinitas.
Este tipo de acciones levantaron eco dentro de la población TLGB, sin
embargo, ya han pasado alrededor de 10 años y el tema de visibilidad Lesbiana que abraza a la anciana que un día será y la
e identidad sigue siendo apagado en nuestra sociedad, que sigue obser- abraza fuerte porque sabemos que somos lana del mismo
vando cierto miedo cierta preferencia de vivir en el anonimato, invisibi- ovillo. Lesbiana que sabe que otra vejez es posible, cele-
lizadas y aisladas. En consecuencia, la fiesta de las diversidades sexuales brarnos y hallarnos bellas y sabias y apostar por la isla de
o Marchas del Orgullo Gay son reflejadas por su poca participación de chicas para cuando ese momento llegue.
las mujeres lesbianas y sin posición ante los problemas concretos que se
Lesbiana, punto desde donde hago las pases con todas las
tienen.
mujeres de mi vida y las invito a regalonearnos y bailar
juntas. Curarnos. Amarnos-me incesantemente y con pasión.
Este tipo de experiencia subjetiva que voy describiendo es un fenómeno
de rechazo social que se manifiesta año tras año y no sólo en ese evento, L-e-S-b-I-A-n-A.
sino que también se puedo ver en el Encuentro Lesbofeminista Latino-
americano y del Caribe que se realizó en Bolivia el año 2012, lugar donde Da
algunas de las lesbianas quisimos participar, sin embargo, nos enfren-
tamos a un rechazo de las grandes feministas que ocupan los espacios
internacionales en nombre de todas. Es decir, no bastó ser rechazadas
y oprimidas por el ambiente TLGB sino que también dentro de un espa-
cio que se caracteriza por ser libre y autónomo. Todas estas experiencias
fueron las dificultades a las cuales se tuvo que enfrentar.

Han pasado varios años y esos sucesos aún dan vuelta por mi cabeza. Y de
vez en cuando llego a preguntarme si el tema de la visibilidad en las les-
Visibilidad en las lesbianas:
¿tema superado?

Por: Ontari Heda

Luego de haber pasado más de 10 años de frecuentar el ambiente TLGB,


pongo en comparación lo que antes significaba y fortalecía la cuestión de
la visibilidad en nuestras cuerpas de mujeres lesbianas, que como premisa
tenía el lema de mujeres que aman su cuerpo de mujer y que de paso, se
cuestionó los roles sociales que nos impone un sistema machista dentro
del ambiente TLGB.

Una de las primeras iniciativas como mujeres lesbianas del Departamen-


to de La Paz, que no necesariamente tienen formación académica ni for-
mación feminista, decidieron marchar el día del Orgullo Gay. Mujeres
lesbianas con marcada diferencia generacional gritaban agitando man-
teles o telas blancas simbolizando las sábanas de dormir, donde cada una
gritaba “Fuera el Patriarcado de nuestras sábanas”.

Debo decir que fueron los primeros intentos por tener posición política
ante un desarrollo del problema al cual nos enfrentábamos en el cotidi-
ano de cada una de nosotras. Desde esta perspectiva se comienza a cues-
tionar las imposiciones que se dan alrededor de nosotras, es decir, las
mujeres lesbianas deben someterse a una “opresión basada en un sistema
Intento estar en constante autocrítica y dejar de ser tan prejuiciosa, pero
las diferencias generacionales con algunas de mis ex-amantes a veces me De(s)venir-nos
colocaban en dinámicas maternales que detesto.

Finalmente, lo que me supera en éste devenir y hace décadas,


es el tema de la clase social y las relaciones de poder que ¿y si hablamos de nosotras? entre nosotras. Como cuando en el colegio
se generan por lo mismo. Tarde o temprano, a mis amantes nos llevaban a ver la película de educación sexual y nos dividían
más privilegidas (cuicas, aniñadas, gomelas) les salían como por grupos; uno de nosotras y otro de los chicos. me acuer-
mierda actitudes* comentarios clasistas-burgueses y algunas do que en la espera por la proyección los diálogos se abrían al
veces xenofóbicos. ¡Fuaaa! esto para mi es INSOPORTABLE,
chisme y a la curiosidad sobre nuestros cuerpos y sensaciones;
sus críticas desde la comodidad hacía una forma de vivir sin
complacencias ni rupturas. No sé si les resultaba exótico salir siempre comparando con la realidad, desentendiéndola. es allí, en
con alguien “como yo”, si se iban a ganar puntos en el “carnet el lugar del chisme, en que me veo en otra. las diferencias emergen inevitable-
de lesbianas”... no sé, pero en verdad ABORTARÉ de una estas mente, es cierto. pero no surgen como un excedente sino como una prolongación
situaciones, y seguiré confiando en mi instinto de resentida suya para volver a sumergirse, esta vez en mí.
social: no me importa tu fama ni lo que aparentas, ¡lo personal
es político! NO te rendiré pleitesía. Me interesará –o no- com-
partir contigo por lo que sos. El devenir torta no sólo para/por
cuando te hablo, siento que soy un exceso de mí. y sin embargo, no olvido que
la erótica. tú también te desbordas. En ese sentido, el desborde llega hasta otra,
la que se enuncia desde una. ¿Será por eso que un chisme siem-
pre inicia con un “DICE QUE”? Porque nos hemos escuchado
esto que te cuento. Nos adueñamos de nuestras Bocas, con eso
hemos sobrevivido, guardando en nuestras Bocas los secretos
que han devenido en brujeríos que nos pasamos de boca a boca.
Además de escucharnos con las orejas, o hablarnos con la boca,
siento que hablamos con la cara, con el cuerpo. Por eso, pienso,
desbordarse implica desvestirse del discurso vaciado en pos de la En este momento de mi vida, me esfuerzo por establecer relaciones
verdad virtual. basadas en la sinceridad y el amor: un amor rico, deseoso, valiente para
decirse las verdades en la cara y por ende, nada complaciente. Las dinámi-
cas del amor romántico – el control- están tan pegadas a las entrañas que
y yo siento que nos contamos todo sin un orden o una razón, casi como sin intención es trabajo de cada una dinamitarlas – deconstruirse- y no disfrazar estas
de construir algo. como si siempre nos dirigiéramos al continuo armar una figura practicas violentas (sufrientes y lastimeras) en discursos feministas y/o
que nunca termina de develarse. ¿tal vez es así porque son dos direcciones y no libertarios.
una? o porque no tengo la intención de (d)enunciar quién eres sino que trato de
enunciar quién soy por lo que te cuento. quizá lo que este DesOrden devela
sea el DesOrden mismo de cada una que no permite sacar nada a
favor de un Orden ajeno. Salirse del orden, para mí, no puede ser A MIS AMIAMANTES
instaurar uno nuevo dentro de otro, cediendo o censurando partes
a favor de una supuesta complementariedad. Si fuiste una de ellas o nos veremos en el no futuro, te digo: *No me
arrepiento de este amor, aunque me cueste el corazón* jajaja. Ya, en serio,
les agradezco a cada una por los aprendizajes y momentos más gozosos
a veces siento que hablar de nosotras, entre nosotras, me permite pulverizar, reco- compartidos, por las risas que hacían vibrar la rutina, por los apapachos,
ger o rozar mis/tus pedazos. Hablar de nosotras y entre nosotras, para la complicidad al bailar, hablar, confiar e intentar... y por esos abrazos en
mí, es armar un desorden y ver si aún podemos caminar. los que me refugié en momentos densos.

[otras] A pesar de algunas frustraciones, sigo con las ganas de construir desde
la diferencia entre nosotras (sí, así en femenino, porque no quiero hacer
este esfuerzo con ningún hombre). Tengo claro - como primera medida
de autocuidado- que no cederé en muchas cosas: No deseo volver a ser
participe de relaciones pseudo-poliamorosas basadas en celos, control,
chantajes emocionales, vidas sufrientes...¡no, por favor!
era qué tan lesbofóbico era el pueblo, calle, barrio en el que nos hacíamos
cariño, si alguien sacaba su cel para grabarnos, si había un hombre
mirándonos creyéndose partícipe o si habría que estar lista para pelear.

ELLA ES DIFERENTE
Pensaba, cada vez que conocía a otra cómplice. Idealicé las relaciones AMIAMANTES
sexo-afectivas con chicas, ¡fui bastante tonta en ello!; porque en es- (Amigas y amantes)
tos saltos al vacío con sus exquisitas promesas de no futuro, olvidaba
actitudes que no quería tranzar, como la falta de sinceridad y algunas
relaciones de poder; y después de tanto hablar y hablar sobre cosas Desde hace mucho, pensaba que era muy hetero para las lesbianas y muy
relevantes para mi –para nosotras- los acuerdos terminaron en algo como lesbiana para los manes, y no me sentía cómoda nombrándome bisexual.
esto: Con el tiempo, fui aclarando mi deseo, realmente quería –y fantaseaba-
relacionarme con otra chica (cis o trans), para devenir en otros afectos y
complicidades.

NO FUTURO
¡Me encantan los excesos! Amo vivir intensamente cada sensación; sea el
placer de la soledad, el silencio o el besar a mis amiamantes. Descubrir
lo sensual de estas corporalidades tan distintas a la mía, redescubrirme
y explorar(me) eróticamente; sentirnos lubricadas con la respiración
galopando en cada caricia y el sudor impregnado en nuestra piel, ENTRE COPAS
acompañadas de gritos y mordiscos sin pudor... ese placer de entregarse
al ahora porque el mañana no existe, el futuro es una ilusión. Me hace ruido que a excepción de una, mis amantes necesitaron estar
casi ebrias para generar un primer acercamiento intimo hacia mí. Esta
situación me colocaba tensa, prevenida y me marginaba a un rol maternal,
Estoy segura que la singularidad de estos encuentros se dio gracias a
nuestra complicidad, pero algunas situaciones aún me hacen eco. Casi
siempre era yo la que hablaba de tener sexo sin tabúes, preguntarles: ¿Te las bombardeaba con preguntas como: “¿estás segura, te acordarás de
masturbas, cómo...te erotizan los sitios públicos...?; me permitía conocer a esto, estas bien, qué tan ebria estas…?”; no quería sentirme como el típico
la otra y a su placer, tenerlo en cuenta para evitar alguna situación incó- macho que saca provecho de estas circunstancias; pero también me jodía
moda para ella o para mí. e insegurisaba preguntarme si su deseo hacía mi sólo podía estar media-
do por el alcohol, si esto se trataba de un juego, y como podía ser yo la
Siento que sus reacciones tenían mucha satanización sobre los/sus “deseada” podía ser cualquiera.
cuerpos feminizados: ¿qué hacer, qué no, cuál es la fórmula correcta?;
el temor a cumplir o no con las -supuestas- expectativas de la otra, si lo
haces “bien o mal” y escuchar comentarios tipo: “lo siento, no sé cómo
hacerlo soy nueva en esto”... en esos momentos me invadía la melancolía
(V)ISIBILIDAD
(que disfrazaba muy bien con algún comentario risueño para romper la
tensión), por que sentía a la maldita heteronormatividad y la educación
falocentrica metida – de nuevo- en mis sábanas. Creo que no existe una Sólo una de mis amiamantes no temía besarme, abrazarme, acariciarme
“formula”; no se trata de “saber” sino de dejarse ser: hablarse, abrirse, en la calle. Sí, muchas veces me encantaba como nuestros besos inco-
confiar, qué quieres hoy... porque mañana quizás no quieres así y hacer modaban a la gente, como lxs niñxs preguntaban a sus padres si eramos
de la cama (la mesa, el árbol, la sala, etc) un espacio político. dos “mujeres” besándonos, la mirada inquisidora de algunas viejas...disfru-
taba – y a veces me calentaba- el patearles su normalidad. Pero no todos
los días me sentía tan fuerte para confrontar; me restringí algunos afectos
en la calle (y con ellos la contradicción/la culpa me invadian); ¡me valía
una mierda si la gente se rayaba al vernos!, lo que me preocupaba saber

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