ISBN: 978-607-487-360-3
Palabras clave: Museo de arte, valor estético, valor artístico, tipos de juicios
Agustín Solano2
A Fabián
[…] un crucifijo romano no fue en primera instancia
una escultura; ni la Madona de Cimabue un cuadro, ni
tampoco la Palas Athenea de Fidias una estatua. El rol de
los museos en nuestra relación con las obras de arte ha
llegado a ser tan determinante, que nos cuesta pensar que
ellos pudiesen dejar de existir, o que nunca hayan existido
allí, en esas culturas donde la civilización de la Europa
moderna es o fue desconocida. Los museos han impuesto
al espectador una relación totalmente nueva con la obra
de arte [...]
André Malraux, Museo Imaginario
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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
Museo de arte
El Consejo Internacional de Museos (ICOM) define de esta ma-
nera el museo: “un museo es una institución permanente, sin
fines de lucro, al servicio de la sociedad y abierta al público, que
adquiere, conserva, estudia, expone y difunde el patrimonio ma-
terial e inmaterial de la humanidad con fines de estudio, edu-
cación y recreo”;3 lo que nos permite entender a la institución
desde su generalidad. Sin embargo, es necesario hacer una taxo-
nomía por su tipo para entenderla mejor y así introducirnos es-
pecíficamente en las relaciones y los juicios que se emiten dentro
de las salas de cada tipo de museo, que para nuestro caso será en
el museo de arte y que Luis Alonso Fernández delimita así: “Se
entiende por museos de arte aquéllos cuyas colecciones están
compuestas por objetos de valor estético, y han sido conformadas
para mostrarlas en este sentido, aun incluso cuando no todas
las obras de arte que la integran hayan sido concebidas con esta
intención por su autor”.4
3
http://icom.museum/quienes-somos/la-vision/definicion-del-museo/L/1.
html. Última revisión: 01- Julio- 2011.
4
Luis Alonso Fernández, “Museología y museografía”, p.110., el texto continúa así:
“La categoría artística de las piezas puede haberles sido conferida no sólo por
su calidad explícita o implícita, sino también por un sedimentado reconoci-
miento en el tiempo, el que la historia del arte, la crítica artística o su pertenen-
cia inequívoca a las áreas y campos del arte les concede como la prerrogativa”.
Es importante agregar esto porque se infiere que el valor estético y artístico son
distintos y quienes construyen los discursos del museo de arte deben tenerlo
en cuenta, como se verá después.
202
JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
5
http://mam.org.mx/ Última revisión: 01- Julio- 2011.
6
http://mam.org.mx/museo/la-coleccion. Última revisión: 01- Julio- 2011.
203
LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
7
http://www.museoreinasofia.es/index.html. Última revisión: 01- Julio- 2011.
8
http://www.franzmayer.org.mx/ Última revisión: 01- Julio- 2011.
9
http://museoamparo.com/ Última revisión: 01- Julio- 2011.
10
http://www.gobiernodigital.inah.gob.mx/mener/index.php?id=32 y www.
templomayor.inah.gob.mx Última revisión: 01- Julio- 2011.
11
http://www.britishmuseum.org/ Última revisión: 01- Julio- 2011.
204
JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
12
Tomado de la introducción del texto Josep María Montaner, Nuevos Museos.
Espacios para el arte y la cultura, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 1990.
205
LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
13
José Ramón Fabelo Corzo, “14 tesis sobre los valores estéticos” en Cuadernos
Valeológicos, Serie: Valores, 1999, N. 7, Introducción.
14
Stefan Morawsky, “Fundamentos de estética”, p.23.
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JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
15
José Ramón Fabelo, 14 tesis sobre..., p.167.
207
LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
16
Néstor García Canclini, “Henry Moore o las Barreras del arte contemporáneo”
en El público como propuesta, pp. 107-108.
17
http://cauduro.com/ Última revisión: 01- Julio- 2011.
18
Néstor, García Canclini, ob. cit., p.109.
208
JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
19
Juan Acha, Introducción a la teoría de los diseños, p. 20.
209
LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
20
Ibídem, p. 22.
21
José Ramón Fabelo Corzo, Aproximación teórica a la especificad de los valores estéti-
cos (I), Revista Graffylia, BUAP, año 2 número 4, Otoño 2004, p. 18.
210
JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
22
Jan Mukarovsky, Escritos de estética y semiótica del arte, p. 80.
23
http://louvre.fr/ Última revisión: 01- Julio- 2011.
211
LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
24
Fabelo Corzo José Ramón, “Los valores y sus desafíos actuales”, pp. 56-58. El cua-
dro es una copia textual según la propuesta del Dr. Fabelo.
25
Ibídem, p. 59.
212
JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
26
Danielle Quarante, Diseño industrial, 1992.
27
Bernd Löbach, Diseño industrial, 1981.
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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
Relaciones y juicios
Hasta aquí hemos puesto sobre la mesa las reflexiones que consi-
deramos deben presuponerse para llegar a entender las relaciones
que existen en el museo de arte, sus objetos y sus visitantes, y que
de estos último permiten juicios sobre los anteriores, lo que era el
objetivo de este trabajo. A continuación suponemos un conjunto
de situaciones en un museo de arte y lo que de estas devienen.
El siguiente cuadro nos permite ver el conjunto de variantes por
tomar:
214
JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
28
http://www.namuseum.gr/wellcome-en.html. Última revisión: 01- Julio- 2011.
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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
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JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
tante uno como otro. Llegar a una exposición sin saber de qué se
trata, ni de quién es, no impide entrar a conocer; como tampoco
es necesario tener que guiarse dentro del museo por lo que se
ha investigado. Ambas experiencias son invitaciones a una actitud
crítica, a cuestionar lo que se tiene y con lo que se conoce; estar
dispuesto a ello es ganancia ante las relaciones que se asumen en
el museo de arte.
Sigamos entonces con la persona común que ahora está frente
al Ábside de Santa Maria d’Àneu del círculo del maestro de Pedret en
el Museo Nacional de Arte de Cataluña29 en Barcelona, España. El
museo proporciona un espacio único para esta obra y el sujeto sólo
debe dejarse llevar para apreciarla y conocerla, pero puede que, a
pesar de las instalaciones y el tipo de obra que es considerada, no
suceda el arrebato ante ella. Si bien dijimos anteriormente que lo
valioso tiene que ver con lo significativo, entonces en el primer caso
donde la obra arrastra hacia sí, implica una relación significativa
para quien es atrapado; en el segundo caso, es obvio que no. Para
este punto es importante tener en cuenta dos situaciones además de
las planteadas: la primera es establecer una relación particular con
la obra, y la otra es conocer la relación que esta tiene con la discipli-
na del arte y su historiografía. Esto es, a ambos sujetos les parecerá
distinta la obra, básicamente a uno le gusta y a otro no, pero ningu-
no puede negar lo que la obra significa para la historia del arte y el
por qué entonces se encuentra considerada una obra maestra y ocu-
pa el espacio destinado en dicho museo. Las relaciones personales
–estéticas– con las obras de arte dependerán de las circunstancias
de vida de cada sujeto y es donde la dimensión subjetiva del valor
aparece; las relaciones artísticas se entrelazarán con el conocimien-
to que de ellas se tengan y aquí impera la dimensión institucional
y luego la simbólica. Así podrá causar distintas impresiones o cate-
gorías estéticas el coloso de Francisco de Goya o animales de Rufino
Tamayo, pero difícilmente no podrá tratárseles como importantes
obras de arte a menos que eso se desconozca.
Pasemos a otro asunto. Parece ser que estar frente a la imagen
hombre en traje de poliéster del fotógrafo Mapplethorpe o el pequeño
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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
jardinero de Pierre y Gilles nos empuja hacia otras esferas del juicio
que no es el estético o el artístico a pesar de estar en una exposición
de arte, por supuesto, de desnudo. Aunque las obras sean expuestas
como artísticas, quien las observa tiene que decidir qué tipo de va-
lor usar para ello, y para nuestro ejemplo, los valores morales inter-
vienen con preguntas sobre por qué exhibir miembros masculinos
de esa manera o por qué esas imágenes son consideradas arte. Esto
sucede mucho con el arte contemporáneo donde lo que hacemos
frente a la obra, es cuestionarla con lenguajes que no le correspon-
den. Difícilmente podremos responder a las preguntas anteriores
porque son juicios morales los que cuestionan como si fueran artís-
ticos o estéticos. De la misma forma, cuándo se escudriña personajes
y perro ante el sol de Miró como si fuese la creación de Adán de Miguel
Ángel en la Capilla Sixtina o con los juicios y valores con que se cali-
fica la pintura de un niño, la respuesta lleva todas las de perder. Eso
en el mejor de los casos porque el símil es que de “pintura” se trata,
pero si se busca respuesta al comparar la obra de Jesús Rafael Soto
o la de Yvonne Domenge30 como si fuera la de Johannes Vermeer o
de Botticelli, la batalla está perdida o se está al filo del hilo negro.
Hemos crecido con categorías estéticas y artísticas que aplicamos a
la mayoría de obras con las que nos topamos, sin recordar que como
producto humano, el arte también deviene de su contexto y por
lo tanto su lenguaje difiere. No podemos entender el inglés desde
el español o el francés, pero debemos tomar en cuenta que en co-
mún son lenguas y eso es lo que nos hace compararlas; eso también
nos permite acercarnos a ellas, siempre y cuando no olvidemos que
tienen estructuras distintas por sus contextos. El español que hoy
hablamos es muy distinto al de hace un par de siglos, incluso, actual-
mente es notoria la diferencia del lenguaje entre personas de distin-
tas zonas geográficas que lo comparten. Algo similar sucede con el
arte y es necesario dar ese paso para evitar esa actitud en contra de
su lenguaje. Por eso son tan disímiles el románico o el pop art, pero
en común tienen que son expresiones artísticas.
A lo anterior hay que agregar que pese a que la dimensión insti-
tuida es la que impera en el museo por sobre las piezas expuestas,
30
http://www.domemge.com. Última revisión: 01-Julio-2011.
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JUICIOS Y RELACIONES EN EL MUSEO DE ARTE
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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA
Conclusiones
La pregunta de cómo se percibe una obra como artística cuando
esta era estético-religiosa como la Madonna de Cimabue es tan
importante como el qué hacer frente a ella. Esto, como hemos
visto, está determinado por el sujeto y su actitud ante la visita
del museo de arte y la pieza en cuestión. Sin embargo hay que
tener en cuenta las distintas situaciones que cada sujeto pre-
senta para que su experiencia sea satisfactoria y la tome como
valiosa. El público en sí es tan importante como la colección,
pero si hemos de atender las relaciones que se dan en el museo,
entonces es cardinal.
La democratización del arte depende del museo en cierta me-
dida, su estabilidad, del público que le interesa ¿Para qué exponer
grandes obras de arte o nuevos discursos sobre las colecciones si
no se dan herramientas para su disfrute y comprensión? Es en el
museo donde puede reforzarse y provocarse ese interés a través de
experiencias gratas y reconfortantes, de dar herramientas suficien-
tes para la apreciación estética y artística, de generar una actitud
positiva hacia la institución misma.
En las relaciones del público, la obra y el museo de arte, éste es
lo que la imaginación para el conocimiento.
Bibliografía
Acha, Juan, Introducción a la teoría de los diseños, Trillas, D.F., 1988.
INBA, El público como propuesta, INBA, CENIDIAP, México, 1987.
Fernández, Luís Alonso, Museología y museografía, Ediciones del
Serbal, Barcelona, 2001.
Fabelo Corzo, José Ramón, “14 tesis sobre los valores estéticos” en
Cuadernos Valeológicos, Serie: Valores, 1999, N. 7.
_______________________, Los valores y sus desafíos actuales, BUAP,
México, 2001.
_______________________, “Aproximación teórica a la especificad
de los valores estéticos (I)”, en Revista Graffylia, BUAP, año 2
número 4, Otoño 2004.
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