Todas las intervenciones estatales deben considerar las circunstancias diversas de las mujeres, así
como la existencia de poblaciones en mayor riesgo.
La discriminación de género no afecta a todas las personas por igual. Existen identidades, condiciones
de vida, ocupaciones y contextos que colocan a determinados grupos poblaciones en mayor riesgo de
sufrir violencia. Para objeto del presente estudio se entenderá a la discriminación como el trato
distinto y selectivo que busca diferenciar, separar y discernir a ciertas personas con determinadas
características o grupos sociales específicos que representen una diferencia significativa ya sea de tipo
social, religioso o político. Estas actitudes discriminatorias, colocan en posición de consideraciones y
prerrogativas a los grupos o personas que la practican, y traen un impacto negativo para quien las
sufre lo cual impide el desarrollo equitativo de la sociedad. Manifiesta que la discriminación se
caracteriza por tres aspectos: a) la eliminación ideológica en la que el grupo mayoritario se proyecta
como poseedor de la verdad y referencia a seguir; b) el ensalzamiento de la superioridad racial, física,
sexual, intelectual, económica, tecnológica y religiosa y por último, c) el disfrute del monopolio del
poder que se ejerce explotando al grupo más débil y sacando ventajas.”
Las personas adultas mayores conforman uno de los grupos que mayor discriminación,
marginación y desprotección sufren, pues la violación y el irrespeto de los Derechos
Humanos de este grupo es cada vez más frecuente y tolerable. Restricción al acceso de los
servicios de salubridad, imposibilidad de contar con una vivienda digna y falta de cobertura
social o pensiones, son solo algunas de las