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AMERICA PREHISPANICA (UGR)

AMERICA PREHISPANICA

GUERRERO CANO, MAGDALENA 13-14


Tema 1
Concepto y singularidad de la América Indígena

Cuando hablamos de América nos referimos a un solo continente, pero si lo pensamos cabe
preguntarse si la historia de América es una historia única, en el sentido de que en esa historia se
comparte una única trayectoria en la que las diversas regiones tienen vínculos amplios, o bien, si esa
relación entre las distintas regiones no se dio hasta la expansión europea y el advenimiento del
capitalismo. Si esto integro las distintas regiones en una misma corriente histórica. No es ocioso
preguntarse sobre la validez de una única historia de América latina antes de la llegada de castellanos
y portugueses al continente. América latina es la que tienen influencia de las lenguas romances, los
países que colonizaron España y Portugal. Luego hablamos de América anglosajona.

Hispanoamérica: territorio que colonizo España.


Iberoamérica: territorio que colonizaron España y Portugal.
Latinoamérica: países que reciben migración de los países europeos.

Nos vamos a plantear si esa historia de América latina, que se supone compartida, es una invención
que tiene el propósito de unir y crear raíces comunes y dar expresión a una única comunidad originaria
en el sentido de una única construcción mental y de una identidad que une a los pueblos y las naciones
que fueron colonizadas por españoles y portugueses en América. Planteándonos todo esto vemos que
podemos ver una historia de historias, es decir, un conjunto de historias regionales que si no del todo
desvinculadas, si estaban lejos de una integración amplia que abarcara todo el ámbito americano.

Podemos hablar de los procesos particulares de las distintas regiones, a partir de que las poblaciones
asiáticas llegaron al continente hace aprox. 40.000 años, de cómo se adentraron ocupando todo el
continente y creando diversas adaptaciones regionales de donde surgieron múltiples sociedades y
civilizaciones. Nos encontramos con que la historia de América prehispánica se encuentra con un
grave problema, que es el desconocimiento desigual tanto en el espacio como en el tiempo. Por lo
cual se puede decir que actualmente la Hª de América prehispánica es incompleta y provisional. Nos
encontramos con el resultado de unas investigaciones históricas con interpretaciones efímeras y
cambiantes. En definitiva la Hª de América prehispánica es algo que se está haciendo.

No podemos perder de vista que es la historia de un continente que hace escasos siglos que se integró
en la idea de conjunto. Primero imperial, luego nacional y posteriormente supranacional si hablamos
de América latina. El concepto de América latina es tan reciente en el marco histórico mundial que la
búsqueda de una historia común, que arranque desde los orígenes, es una construcción hecha desde
el presente. Todas estas reflexiones nos llevan a hablar de una única historia, pero estableciendo la
historicidad de las sociedades aborígenes de forma que podamos hablar de una historia prehispánica
que no sea un antecedente o justificación de los episodios “gloriosos y heroicos” protagonizados por
los europeos en tierras americanas después de 1492. América latina está compuesta por 22 millones
de km2 situados a 26º latitud norte y 56º de latitud sur, es decir, 4/5 partes se ubican entre los trópicos.
Por su gran magnitud, hasta el siglo XVI nadie tenía una idea de conjunto de la forma y disposición
de los continentes que ahora tenemos gracias a los mapa mundi. El hecho es que América es un
continente aislado a 3000 km de las costas africanas más cercanas, a 7000 de las europeas y a 1500
de Australia. Sudamérica es un territorio de grandes dimensiones: 7000 km de las Guayanas a la
Patagonia y 5000 de Ecuador al noreste brasileño. Este continente esta enlazado o tiene dos puentes
que unen el norte y el sur como son los istmos de Centroamérica y también por el arco insular del
Caribe. Podemos decir que hasta el siglo XVI Sudamérica se puede considerar una insularidad
continental. Tenemos que decir que Sudamérica fue insular hasta el mioceno. Nunca en esta región
hubo poblaciones de grandes simios, lo que hubiera supuesto pequeños núcleos de virus. Quienes
primero arribaron por Alaska, procedentes de Asia, habían vivido en regiones de clima frio y por
tanto no tuvieron contacto con los complejos patógenos de Asia tropical. Por lo tanto estos hombres
llegan a América “sin historia humana”, dígase anticuerpos o sin las enfermedades y por ende sin las
defensas que las poblaciones sufren a lo largo de su historia. Por eso fue un continente que hasta su
conquista no conoció el paludismo la viruela, el sarampión y probablemente la peste y el cólera. Hubo
escasa densidad demográfica salvo en el altiplano (zona de México) y en el pie de monte de las
cordilleras andinas y poca existencia de ganadería si exceptuamos los auquénidos (la llama, la
alpahaca) y el conejillo de indias, lo que también limitaba la transmisión de algunas enfermedades.
En los andes intertropicales no hay cubierta de nieve invernal a diferencia de lo que sucede en Chile
o Argentina que es de clima templado. Por lo tanto en esta zona no hay grandes obstáculos para pasar
los puertos de montaña elevados a diferencia de los andes del sur donde hay glaciares de dimensiones
considerables. La caza concreta de mamíferos rumiantes y pequeños roedores proporcionaba en estas
zonas carne así como algunas aves de montaña. En este medio se plantea un problema y es la
adaptación de los seres humanos a alturas elevadas. Con el paso de distintas generaciones se logró
que se dieran algunas modificaciones fisiológicas y somáticas como fueron: glóbulos rojos de mayor
dimensión, caja torácica más desarrollada, corazón más voluminoso. Por todo ello la serranía andina
es habitable por doquier. Incluso en algunos desiertos de montaña como el de Lipes que está a 4500
metros y se dan intensos fríos nocturnos, hay biotopos que permiten la vida de pequeños grupos
porque se dulcifica la temperatura, hay manantiales de agua en las laderas de los volcanes, hay en los
regueros de lava abundante agua y en los lagos de montaña hay abundantes flamencos que suministran
huevos y carne y se alimentan de plantas diatomeas. Se puede dar la vida en el extremo austral del
continente barrido continuamente por vientos lluvias e intensos fríos, pero se permiten capturar
abundantes moluscos mamíferos marinos y peces.

América es un continente que hace 10.000 años estaba arbolado en sus 4/5 partes por muchos tipos
de bosques que permitían la vida, entre ellos los manglares, que en realidad eran ecosistemas ricos en
moluscos, crustáceos, peces y aves. Estamos hablando de muchos recursos naturales y tenemos que
decir que en América a finales del cuaternario y del holoceno, anterior al mioceno, hasta el comienzo
de nuestra era siempre hubo en todos los lugares americanos recursos naturales utilizables en potencia
por los seres humanos, los cuales eran escasos todavía. En la inmensa mayoría del territorio había en
cantidad, suficientes animales y vegetales utilizables y consumibles por los seres humanos, las únicas
limitaciones eran culturales. Desconocimiento de la utilización de algunas plantas, como la yuca,
técnicas de pesca o caza inadaptadas y el desconocimiento de técnicas culinarias que les permitieran
preparar algunos peces o productos vegetales. Las limitaciones en alimentación podían deberse en
ocasiones al estado de la mentalidad y no a lo que había realmente. El medio natural no era
homogéneamente franqueable por los seres humanos a pie. La inclinación del terreno, hasta 30º, no
constituye un obstáculo para el desplazamiento del hombre que también se puede valer de pequeños
saledizos que se pueden escalar o rodear. No sucede lo mismo con el paso de algunos ríos por su
anchura y corriente, aunque pueden ser vías de comunicación con una canoa o balsa. Igual sucede en
el arco antillano.

Etapas del desarrollo cultural prehispánico

Entre el viejo y el nuevo mundo hay un desfase temporal ya que el poblamiento americano es mucho
más reciente. El hombre que entra por primera vez en América es portador de una cultura muy simple
que se podría considerar del paleolítico inferior y al quedar posteriormente aislado del viejo mundo,
esta aceptado que el indígena americano tuvo que recorrer un complicado proceso socio cultural. La
historia de América indígena está desfasada respecto a la historia de las distintas áreas del viejo
mundo. Este desfase temporal impide aplicar a América precolombina o prehispánica los esquemas
cronológicos propios de la perspectiva histórica general, que aunque europea no es universal, porque
en realidad se trata de la historia de Europa occidental o la Europa del mediterráneo. En historia de
América tendríamos que hablar de las siguientes etapas:
– Paleolítico o Paleoindio. Se trata del periodo más largo, comprende desde la llegada de los
primeros hombres hasta los años 7000 antes de cristo. Se caracteriza por la simplicidad de la
cultura y por la organización de grupos humanos en bandas de recolectores y cazadores. El
hombre obtiene de la naturaleza lo que esta le ofrece espontáneamente y esto lo obliga a una
vida nómada. Dentro del paleolítico americano cabe distinguir una fase más antigua durante
la cual se trabaja la piedra con técnica muy simple que permitía la obtención de lascas y
nódulos que servirían de instrumentos. La segunda fase se abre con la introducción de la
técnica del tallado de la piedra y la fabricación de puntas de jabalina, que son las primeras
armas arrojadizas, con lo que ya el hombre puede cazar grandes animales, que en cantidad
pastaban en las llanuras de América del norte y que posteriormente se extinguieron con
excepción del bisonte.
– Arcaico. Con la terminación de la última glaciación se da un cambio climático que transforma
el paisaje americano especialmente en el hemisferio norte. La población indígena americana
se va adaptando lentamente a las diversas situaciones ecológicas que iban desde la aridez y la
esterilidad de algunas tierras de Norteamérica, donde se desarrollaron las culturas del desierto,
hasta las formas de vida condicionadas por la selva lluviosa de América del sur. En ciertas
áreas se observa una explotación más sistemática de los recursos naturales y en cuanto a la
técnica para el trabajo de la piedra, se da el desarrollo de la pulimentación. La creciente
utilización de semillas para el alimento, lleva a la fabricación de instrumentos de piedra para
moler y también a la fabricación de azuelas y hachas. Este estadio se corresponde con lo que
en la prehistoria europea se denomina Mesolítico y Neolítico. En América su cronología
comprende desde el 5000 al 2000 a.C. En grandes áreas de América en este periodo la
agricultura conoce desarrollos tecnológicos culturales que posteriormente llevarían a la
agricultura y muy posteriormente al urbanismo y a la civilización. Este nivel cultural y las
formas que caracterizan a esta sociedad neolítica se extienden en gran parte de América hasta
fechas recientes. Habrá dos grandes centros culturales que serán Mesoamérica y otra en los
Andes y todo junto será América Nuclear.
– Civilizaciones prehispánicas. Hay dos áreas en América en las que se evoluciono hasta llegar
al nivel de civilización. Es la llamada América nuclear, que es la suma de Mesoamérica y los
andes centrales. Su población desarrollo la agricultura hasta convertirla en la fuente más
importante de alimento y consiguientemente el establecimiento de la vida sedentaria. Su
historia se puede dividir en tres periodos: paleolítico/paleoindio, preclásico, clásico y
posclásico.
– Formativo o preclásico. Este periodo se extiende en los dos milenios anteriores a la era
cristiana. A este tiempo corresponde la cultura Olmeca en Mesoamérica y la cultura
Chavín en la zona de los andes. El centro del área de Chavín es Chavín de Huantar.
– Clásico. Es el periodo de cristalización y en algunos aspectos de culminación de los rasgos
y logros culturales iniciados en el periodo anterior. Son rasgos distintivos del clásico entre
otros, la aparición de la urbe y del estado como nivel de organización política. El periodo
clásico se da en el primer milenio de nuestra era, sin cubrir necesariamente los primeros
y últimos siglos, pues hay diferencias importantes según las áreas y las culturas. En
Mesoamérica se distingue la cultura de Teotihuacán, lo más asombroso, también la cultura
Zapotecas representada en Monte Albán y la cultura Maya, que será la cultura que más
dure de América prehispánica e incluso hoy día siguen existiendo en sus manifestaciones
de la región central. En los Andes centrales este periodo está representado por los
Mochicas en la costa norte de Perú, también esta Tiahuanaco en la región limítrofe entre
Bolivia y Perú y la cultura Nazca y Paracas en la costa sur peruana.
– Posclásico o militarista. Es el último periodo en la historia de las civilizaciones
prehispánicas de América. Se caracteriza por la acentuación de algunos rasgos del clásico
como la vida urbana. También por el perfeccionamiento de algunas técnicas y por la
sistemática utilización de la guerra como instrumento de expansión geográfica y de
dominio de unos pueblos sobre otros. Está representado en sus primeros siglos por los
Toltecas con su capital Tula en la zona de Mesoamérica y por los Chimú en la zona andina.
Este periodo termina en ambas zonas a causa de la actuación de los conquistadores
españoles que encontraron en plena expansión dos culturas que estaban en esta fase
histórico-cultural: los aztecas en México y los Incas en Perú.

– Espacio y tiempo: área cultural. Es una cuestión muy compleja la de conjugar el espacio
con la dinámica del tiempo que transforma y hace aparecer y desaparecer sociedades y
culturas y nos obliga a establecer periodos o fases históricas. Esta variabilidad nos obliga a
idear instrumentos y conceptos que pongan un cierto orden y una mínima organización en lo
que visto en su conjunto seria un caos. Lo mismo que los historiadores puros han aplicado
criterios para la división del tiempo, como son décadas, siglos, edades, etc., los antropólogos
culturales han tenido que ingeniárselas para clasificar la enorme variedad de esta cultura según
los comportamientos y las instituciones. Así aparece el concepto de área cultural. El área
cultural se entiende como un espacio geográfico de grandes dimensiones dentro del cual viven
distintos grupos o pueblos que comparte elementos básicos de una misma cultura, es decir,
tienen formas similares de economía, organización política, creencias religiosas, etc. Por los
condicionamientos de la naturaleza es de esperar que cuando está en pleno vigor esta cultura
generalizada los distintos grupos solo difieran en aspectos concretos o en matices no
esenciales. En definitiva se da la unidad en todo ese ámbito geográfico. Si trazamos una línea
en la que se engloben todos los grupos o pueblos que siendo vecinos comparten una misma
cultura, habremos trazado los límites de un área cultural. Es frecuente comprobar que tales
límites coinciden sustancialmente con los límites de la región natural dentro de la cual esa
cultura es eficiente como sistema de adaptación y explotación de ese ámbito geográfico. El
desarrollo del concepto área cultural, tuvo sus orígenes a principios del siglo XX ante la
necesidad de organizar los objetos pertenecientes a distintas culturas indias de América del
norte en salas de exposición de museos etnográficos o de ciencias naturales. Se dedicó una
sala a los indios de las praderas, en las que se recogían armas, utensilios, vestidos, adornos,
etc. Pero otra sala se dedicó a los esquimales. El origen del concepto por tanto es etnográfico
y sincrónico. Por tanto el concepto de área cultural ha sido concepto de investigación dándole
nuevas posibilidades de aplicación mucho más allá de la pura utilización de la técnica
museística. Hoy día es un concepto instrumental de primera magnitud a la hora de establecer
relaciones y comparaciones diferenciadas. De las semejanzas y diferencias se pueden obtener
importantes conclusiones que expliquen la naturaleza y funcionamiento del sistema cultural
de las distintas áreas.

En cuanto a la aplicación de área cultural en América prehispánica hay varios factores que vamos a
comentar. La historia o es un momento sino que es un proceso en el tiempo y su enfoque ha de ser
diacrónico. Ni siquiera el momento final de América prehispánica es un presente o una panorámica
presente ahora observable, sino que es un pasado situado a 5 siglos de nosotros. Es una historia
milenaria y cambiantes a lo largo de la cual las culturas fueron cambiando, evolucionando y algunas
y en ocasiones llegaron a su extinción. Según la definición de área cultural que hemos dado, esta tiene:
unos límites con arreglo a unos criterios sincrónicos o coetáneos entre sí. El concepto de área cultural
es válido para el etnógrafo y el etnólogo, no así para el arqueólogo que se mueve en un tiempo largo
en el que se producen cambios importantes. En esta disyuntiva se puede llegar a una solución de
compromiso. Manejando de manera combinada las dos dimensiones fundamentales (espacio y tiempo)
se puede llegar a señalar las distintas áreas culturales que en cada periodo histórico se definen como
tales. La aplicación diacrónica del concepto de área cultural es lo que se aplica en historia de América.

Métodos para la historia de América prehispánica.

Hay pluralidad de métodos que contribuyen al conocimiento de esta historia según el tiempo, el
espacio y otros problemas. No podemos olvidar la función auxiliar de las técnicas procedentes de las
ciencias físico-naturales, pero hay que destacar desde la perspectiva antropológica tres métodos
fundamentales que se corresponden con las ramas de la antropología cultural que son la arqueología,
la etnohistoria y la etnología.

Sin duda la arqueología es de importancia fundamental, ya que sin ella no se podría hacer esta historia.
A medida que nos acercamos al periodo hispano, en ciertas áreas de América es posible hablar de
unos sistemas de escritura o de registro de datos además de una fuerte y firme tradición oral. Esto era
en Mesoamérica. En la zona de los andes no había ningún método de escritura, pero había tradición
oral y también una cosa llamada Quipu una tabla de donde se enganchaban cuerdas de distintos
colores que se van entrelazando. Los Quipuyos (?) llevaban con esto la contabilidad del imperio, todo
aquello que se pagaba, etc. e incluso estaban comenzando a escribir poesía. También había
especialistas en transmitir la tradición oral. En la medida en que la documentación tanto india como
española recoja información del pasado prehispánico el método etnohistórico será de un valor
imprescindible para el conocimiento de dicho pasado. También la información que proporciona el
método etnológico (Hª de la cultura en un momento) sobre los pueblos actuales puede servir de
solución a muchos de los problemas del pasado y para la confirmación o rechazo de hipótesis y teorías
sugeridas por la investigación arqueológica. La arqueología es la ciencia que estudia todo lo que se
refiere a los monumentos de la antigüedad. Nos informa de un pasado más o menos remoto y se basa
exclusivamente en restos materiales fabricados o utilizados por el hombre y en la huella que el hombre
dejo en la naturaleza. Cuando los arqueólogos intentan auxiliarse de otras fuentes de datos como es
la documentación escrita nos encontramos con que dicho recurso es posible solo para una pequeña
fracción del pasado total de la humanidad y para áreas muy limitadas del mundo. Se plantea la
cuestión de si la arqueología tiene que limitarse a los aspectos materiales de la cultura o puede
ilustrarnos mediante analogías de aspectos como organización social o creencias. Esta cuestión ha
sido debatida ya que lo que se llama la nueva arqueología defiende que las posibilidades de esta
ciencia van mucho más allá que los aspectos materiales. Que sus objetivos no se pueden reducir al
establecimiento de estratigrafías y tipologías de materiales porque es necesario estudiar no solo los
aspectos materiales. Se tiene que llegar al conocimiento de la cultura, incluso con nuevos
instrumentos de hallazgo.

Por eso para reconstruir e interpretar el proceso total del desarrollo cultural de América tenemos que
contar también con la etnología, que es la ciencia que estudia la raza y los pueblos en todos sus
aspectos y relaciones. Si la arqueología es el método fundamental, la etnología es básica para el
conocimiento de las actuales culturas indígenas, de ahí la etnohistoria (arqueología y etnología juntas)
ayudada de la antropología, ciencia que trata del hombre física y moralmente considerado y con ello
podemos estudiar la evolución que sufren estos hombres desde el tiempo más antiguo hasta el
momento final de su cultura en el que llegan los españoles.

También podemos contar con fuentes documentales que pueden clasificarse en fuentes indígenas y
fuentes españolas. Las fuentes indígenas pertenecen al periodo prehispánico, pero tenemos que tener
en cuenta el alcance tan limitado que la escritura tuvo en la América prehispánica, por lo que su
información es muy reducida, son pocas y su contenido se ciñe a aspectos muy concretos. Las fuentes
españolas son muy abundantes en cuanto a autores y temas. Algunas son de los momentos inmediatos
al descubrimiento y recogen información oral de los indios o de documentos indígenas desaparecidos.
Hay muchas crónicas de estos españoles que describen las distintas culturas. Además en España
contamos con papeles de archivo que es un material imprescindible ya que parte “de la línea base de
la cultura indígena”, describiendo lo que había en la cultura indígena y también reflejan los cambios
posteriores que se producen.
Tema 2
La prehistoria de América.

Origen y antigüedad del hombre americano

– Penetración por la vía boreal o septentrional.


Fue una de los primeros interrogantes que se planteó el español cuando llego a América. En ese
momento nunca se pensó que estos hombres fueran autóctonos aunque posteriormente cuando se
llegó a la conclusión de que era un nuevo continente se planteó que fueran así. En el XVI para muchos
tratadistas del tema el indio americano procedía del mediterráneo. Se debatió que eran cananeos,
fenicios, cartagineses, griegos, egipcios, etc. Podían proceder también de Asia, de África o de alguna
isla del Pacifico. Hoy se sabe que el indígena americano procede de Asia y que arribo o llego al nuevo
mundo hace entre 100.000 y 40.000 años (está en discusión) en distintas oleadas y que entraron por
Bering.

– Penetración de las vías culturales. Pacifico, Atlántico, Melano Polinésica.


Otra cuestión que se plantea ya no es el origen del hombre, sino el origen de las culturas americanas.
Se habla de aislacionismo, evolucionismo y difusionismo. De los defensores de la difusión sostienen
que en América se pueden observar distintos elementos culturales que pudieron entrar por Bering,
por el Pacifico o por el Atlántico. Actualmente se admite que la primera oleada poblacional se dio
durante el Pleistoceno y que tuvo lugar entre el 50.000 y el 35.000 a.C que entraron por Bering que
aún no estaba cubierto de hielo, que descendieron por la costa del Pacifico hacia México, América
central y Sudamérica. Este grupo primitivo lo constituían gentes protolíticas de culturas de lascas y
nódulos o núcleos que tenían su sede en el este de Asia. Portaban instrumentos muy toscos tallados
en piedra muy parecidos a las hachas de mano del paleolítico inferior del viejo mundo. Eran
recolectores y cazadores rudimentarios (solo cazaban animales pequeños). Nunca constituyeron
grupos estables, eran nómadas, ya que iban abandonando los emplazamientos que ocupaban a medida
que se agotaban las subsistencias. Algunos de estos grupos alcanzaron el cono sur como demuestran
algunos restos hallados en las sierras peruanas.

Más tarde en torno al 10.000 a. C aparece una nueva oleada (la 2ª importante) que es del paleolítico
superior. Arranca del paleolítico superior del norte de Asia, también entran por Bering que aún no
estaba sumergido, siguen por Alaska, llanuras centrales de Norteamérica, México y Sudamérica. Este
grupo era de cazadores de animales superiores que poseían puntas de proyectil y estaban vinculados
a los cazadores de elefantes siberianos.

Las dos tradiciones se pusieron en contacto en un momento dado. Los recolectores con utillajes de
dos nódulos y lascas (1ª oleada) persistirán en regiones aisladas e inasequibles del interior o en zonas
marginales del litoral viviendo también de la pesca o de moluscos. Independientemente de estas
teorías también se habla de una serie de relaciones culturales por las que se defiende la existencia de
dos vías: la del Pacifico y la del Atlántico, incluso se habla de la influencia melano polinésica.
Por la vía del Pacifico debieron de llegar la: irrigación artificial, el quitasol, la fabricación de chicha
y del tequila, la figura del cacicazgo, las figuras con tres dedos, los sistemas megalíticos de
construcción, algunos tipos de batata, algunas palabras que forman parte del maorí y del quechua
(principales idiomas que había en América), algunas piezas de barro o tipología de piezas de barro
que se han encontrado en la isla de la Plata en Ecuador, la cubierta de las casas a dos aguas, las flautas
de pan y algunas figuras sedentes, etc.

Por la vía del Atlántico pudieron llegar: figurillas peniabiertas, petroglifos (piedras talladas), lenguaje
de silbidos, la costumbre del matrimonio entre hermanos, la trepanación, la momificación, etc. en
estas corrientes también se presentan la influencia melano polinésica y aducen o presentan rasgos
comunes como son: las pirámides, las hamacas, los puentes colgantes, el cultivo en terrazas,
deformación craneana... sin embargo hay tratadistas que no prueban la existencia de estas relaciones
a través del Pacifico y justifican que pueblos aislados pueden tener soluciones a problemas parecidos
que den lugar a logros culturales iguales o semejantes. En definitiva se defiende el origen asiático del
amerindio y para ello se han acudido a pruebas arqueológicas, antropológicas y lingüísticas. Las
primeras son débiles aunque existen algunas, antropológicamente se imponen el color de la piel y los
ojos, el tamaño y forma de los pómulos, la forma de los dientes, etc. y lingüísticamente se han
encontrado filiaciones a pesar de la diversidad de las lenguas americanas que eran más de 1800 al
llegar los españoles y el remoto arribo de estas llegadas. Por lo tanto tenemos que contemplar la
posibilidad de que haya habido otra evolución.

– Posible vía austral.


Méndez Porrea y Paul Rivet, atendiendo a semejanzas antropológicas y a paralelos ideológicos y
lingüísticos, defienden la existencia de una oleada australoide en la población americana, cuya
penetración se hizo desde el sur de Oceanía por la Antártida, llegando a América por Tierra de Fuego
y la Patagonia. Se daría en torno al año 4000 a. C. Esta teoría la niegan otros alegando los inmensos
espacios oceánicos que habría que salvar. La presencia de atolones, islas diseminadas o archipiélagos
no serían suficientes para este traslado dada la rudimentaria náutica para navegar y la distancia del
océano Pacifico. En este sentido algunos difusionistas se han empeñado en demostrar las conexiones
culturales entre Oceanía y Sudamérica y han hecho espectaculares demostraciones náuticas que
mediante el uso de algunos tipos de balsas han demostrado que ese obstáculo hay que dejarlo de lado.
Es real que la cultura de las lascas y los nódulos en Asia y sus semejanzas con los hallazgos en
América, demuestran que no es preciso acudir a la ruta de la Antártida para explicar la presencia de
australoides en América, que los australoides pudieron llegar al nuevo mundo por las costas de Asia
de ahí pasar a la zona del Pacifico americano y descender hacia el sur como las otras oleadas. Además
en China se han encontrado algunas momias con rasgos australoides melanesicos. Luego es posible
que los australoides americanos no procedan de los que llegaron por el océano sino que sean un ramal
de un primitivo tronco de donde también salieron los australoides asiáticos.

Del Paleolítico al Neolítico.


Aunque se han hecho muchas críticas a las propuestas que defienden una antigüedad del hombre en
el nuevo mundo superior a 10.000 años, existen pruebas convincentes de la llegada del hombre mucho
antes de esas fechas.

– Lítico inferior: Pre Clovis:


Se caracteriza por la manufactura de lascas irregulares sacadas solo de las puntas. Pudo haber
empezado hace más de 20.000 años y no deja de ser sorprendente que las mejores muestras del lítico
inferior no se hayan encontrado en Alaska ni en Canadá ni en EE.UU sino en centro y Sudamérica.
Hay que ir con extrema cautela en el manejo de las reliquias de esa era antiquísima. A pesar de su
escasez si hay algunos yacimientos del lítico inferior. En Canadá se encuentra el Old Grow que no
demuestra una estratigrafía.

– Norteamérica
En EE.UU hay un yacimiento (Rock Schlter) que es bastante complejo al suroeste de Pitbull en
Pensilvania a orillas de Ohio que se ha calificado como el mejor argumento para fechar el hemisferio
norte con anterioridad a la cultura Clovis. Hay distintos estratos.

– Sustrato I.
El más profundo en este refugio no hay artefactos u objetos de piedra, pero si hay concentración de
carbón que sin duda es resultado de la actividad humana y se ha encontrado un fragmento carbonizado
de un material, parece una corteza, que se había tallado. Se ha estudiado este objeto y gracias al
Carbono 14 se ha visto que supera los 17.000 años, luego anterior a la 2ª oleada.
– Sustrato II
Hay carbones, restos de hogares a los que se les atribuye una antigüedad entre 10.850 años y 14.200.
Aquí ya si aparecen objetos de piedra. Hay cuchillos de punta romboidal, hojas trabajadas por una o
dos caras, grabadores, objetos denticulados y una punta de lanza de forma bifacial. En este yacimiento
no se han encontrado restos de fauna lo cual ha proporcionado argumentos a la crítica para su datación,
pero parece indudable que es del paleolítico inferior.

– Centroamérica
En lo que ahora se considera Latinoamérica, se han descubierto restos muy tempranos de la cultura
pre Clovis. En el estado mexicano de Puebla a unos 125 km al sureste de la ciudad de México se han
localizado y excavado varios campamentos provisionales de cazadores primitivos. Hay una presa,
Balsequillo, que en sus márgenes presenta dos ocupaciones o dos yacimientos perfectamente
estratificados. En los dos hay una amplia gama de mamíferos extinguidos que fueron conducidos allí
como a un matadero local. Mamuts, mastodontes, caballos, antílopes, lobos y otras especies menores.
Entre sus restos se han encontrado fragmentos de objetos tallados solo en los extremos y dos de ellos
son puntas lanzaderas unifaciales.

– Sudamérica.
En Sudamérica propiamente dicha se ha excavado la cueva Rikima Chay en la cuenca de Ayacucho
(Perú) y se han sacado a la luz unos datos desconcertantes y muy controvertidos sobre el lítico inferior.
Del estrato más profundo han aparecido láminas de piedra anchas y retocadas y huesos de animales
extinguidos entre los que figuran perezosos, caballos y camélidos. Las fechas obtenidas por el
carbono 14 van de 14.700 años a 20.000 años. En Chile hay otro yacimiento, el de Monteverde, que
probablemente también pertenece al lítico inferior. Se ha estudiado con Carbono 14 y da una datación
entre 3.500 y 12.500 años. Se trata de una aldea antiquísima en la que se han encontrado restos de
una hilera de casas de madera, otros instrumentos de madera, restos de piedra tallada, restos de huesos
de mastodonte y se ve que frecuentaban la alimentación con algunas plantas, pero no se sabe si había
indicios de agricultura. Constituye un asentamiento de características únicas. Resumiendo tenemos
que decir que nadie sabe con exactitud cuándo ni por donde el hombre llego a América. Nuestros
conocimientos actuales sugieren o dan la pista de que pudo ocurrir hace más de 20.000 años y hay un
hecho que es que las culturas del lítico medio como Clovis y Folson que son del paleolítico medio,
tienen sus raíces claras en el lítico inferior todavía poco conocido.

– Lítico medio.
Después del 10.000 años después de Cristo al sur de la capa de hielo, la industria del paleolítico
inferior comenzaron a ser sustituidas por otras industrias del lítico medio que se caracterizaban por
ser puntas lanzaderas bifaciales. Puede que estos artefactos resultaran de la evolución de puntas
unifaciales más sencillas como las que se han encontrado en Ayacucho o Balsequillo. Pero también
es posible que el proceso se desarrollara de manera independiente en otras regiones del nuevo mundo.
A diferencia de lo que ocurre con el lítico inferior, las primeras fechas de los asentamientos del lítico
medio son incuestionables.

– Clovis. Folson.
Antes de 1926 todas las pretensiones o ideas que se tenían sobre los americanos antiguos eran
pretensiones que se recibían con un escepticismo bien fundado, pero en el verano de ese año un grupo
de investigadores del museo de Historia Natural de Denver en Nuevo México hicieron un
descubrimiento cerca de Folson en Nuevo México en el que los instrumentos de piedra aparecen
asociados a los huesos de una especie de bisontes ya desaparecidos. Concretamente en uno de estos
restos de bisonte aparece una punta en los restos del bisonte, lo habían matado con ello, y los huesos
del bisonte, que se pueden datar tienen entre medias una lanza. Se le había arrancado además una
lámina en la base y ha dejado una especie de acanaladura. Por la datación del Carbono 14 ya se
empezaba a poder datar o fechar los asentamientos de la cultura Folson. En el oeste de EE.UU se
comenzaron a encontrar una serie de culturas de cazadores de características parecidas a las Folson,
pero más primitivas, con puntas arrojadizas y el principal yacimiento donde se encontraron fue Clovis
y se vio que estas Clovis eran el prototipo de la cultura Folson. Las puntas Clovis, que son más
primitivas, tienden a ser más anchas que las Folson y generalmente tienen más de una acanaladura
por cada cara. La parte de la base es donde estaba la acanaladura más larga y dejaba un canal que
cubría un tercio desde ahí hasta la mitad de la punta. Esta acanaladura, que carece de precedentes en
la industria de la piedra en el nuevo mundo, representa un proceso tecnológico muy avanzado y pudo
tener muchas funciones. Se ha esgrimido que estas puntas eran más fáciles de manejar y seguras. Se
ha defendido también que los bordes del filo de la punta están hundidos a lo largo de la acanaladura
como para protegerla de la abrasión de las ataduras. Clovis es una de las culturas paleoindias mejor
datadas y de mayor difusión. Las primeras dataciones son de poco menos de 10.000 años y parece
que fueron propias de una cultura de pequeñas bandas de cazadores y recolectores, aunque sabemos
poco de esa recolección cuyo principal objetivo eran las grandes manadas de mamuts lanudos que
vagaban por el oeste de EE.UU antes de terminarse el pleistoceno. La mayor parte de los
asentamientos Clovis que se han encontrado son lugares de degüello y matanza. El típico
asentamiento de esta cultura es la Blackwater Draw, cerca del lugar de Clovis en Nuevo México. Allí
los elementos Clovis aparecieron en sustratos inferiores a otros donde había elementos Folson y a su
vez estaban cubiertos por materiales de la cultura paleoindia de los últimos tiempos en que eran
frecuentes las puntas de plano. Durante el pleistoceno, esta región que ahora es relativamente árida,
estaba cubierta de lagos y pantanos. En este momento al que hemos llegado, Blackwater Draw era un
inmenso lago rodeado de vegetación que atraía a una amplia gama de animales como camellos,
caballos y bisontes que por distintas técnicas eran empujados hacia las orillas pantanosas de este lago
y allí cazados. También hay cultura Clovis en zonas del resto de Norteamérica, posiblemente
coetáneas, que tienen las características de esta cultura y en donde aparecen puntas Clovis o muy
parecidas, de hecho la tradición de la punta acanalada Clovis aunque aparece en muchos sitios del
nuevo mundo, se han encontrado más en la superficie que en asentamientos estratificados y hay
algunas puntas muy parecidas que han aparecido en puntos tan distantes como Alaska, México,
Guatemala, incluso más al sur como Costa Rica o Panamá. A medida que descendemos hacia el sur
la tradición de las puntas acanaladas se mezcla con la tradición de puntas de cola de pescado, que
suelen ser puntas arrojadizas con esa forma y en la base tienen una acanaladura. Los cazadores Clovis
de mamuts fueron los dueños indiscutibles del oeste de EE.UU desde Montana hasta la frontera de
México a lo largo de un milenio. Hacia el 9.000 a.C es cuando las puntas Clovis dieron paso a otras
puntas también acanaladas, pero de más escaso tamaño y más finas, como son las puntas Folson. Esto
coincidió con la extinción de los grandes elefantes y la sustitución por bisontes de menor tamaño que
fueron las piezas preferidas de estas bandas cazadoras. No es seguro que ambos acontecimientos
estuvieran relacionados, pero si es muy probable.

Folson
El asentamiento Folson mejor estudiado es el de Lindermeier, en el estado de Colorado. A finales de
la época Wisconsin en el asentamiento que aparece se dio en las orillas pantanosas de un lago y había
un campamento base y cercano a él en sus proximidades un matadero. Por el Carbono 14 se ha
fechado hacia el 8.800 a.C. Durante esta etapa los elefantes tuvieron que sobrevivir durante algún
tiempo aunque en número reducido ya que se han encontrado solo algunos restos de elefante o mamut.
Sin embargo sí que han aparecido abundantes pruebas de matanza y descuartizamiento de bisontes.
También aparecen algunos tipos de raspadores para hacer el curtido de las pieles y raederas en forma
de media luna para grabar y cortar pieles. También aparecen algunas hojas en forma de prisma o
taladros. Aunque lo conservado es escaso, también han aparecido algunos instrumentos de hueso
entre los que se encuentran leznas y agujas, lo que servía para coser las pieles y posiblemente de la
fabricación de cestos y vestidos de cuero que se cortaban y cosían. También aparecen en arqueología
las llamadas puntas de cara lisa, que en una de sus caras esta poco trabajada. Indudablemente la
tradición de la punta acanalada es un fenómeno asociado a la caza de una gama extensa de animales
abundantes a finales del pleistoceno. Cuando se extinguen, bien por matanza excesiva o por un
cambio de clima, la tradición desapareció repentinamente y esto vino a coincidir con el momento en
que los hielos empezaron a retirarse a partir del 8.000 a.C. La tradición fue sustituida por otras
tradiciones, especialmente la de las puntas de lanzas de origen meridional.

Otras tradiciones de puntas.

- Plano - Lanceoladas. - En hoja. - En cola de pescado.


Cuando los hielos fueron desapareciendo de América del norte, las puntas de dos caras empezaron a
extenderse sobre todo por las grandes llanuras y dedicadas sobre todo a la caza del bisonte. Estas
puntas se diversificaron y tomaron el nombre del lugar en que los arqueólogos las encontraron por
primera vez y es un hecho que han sido agrupadas bajo el denominador común de puntas de plano.
Están bellamente trabajadas y algunas son obras de arte, trabajadas en materiales muy finos, como el
jaspe o el pedernal de color miel. A lo largo de una cara hay una hendidura que le hace aparecer con
el efecto de una pluma. También han aparecido muchos mataderos de animales en que aparecen
puntas lanceoladas y están fechadas hacia el 6.500 a.C y muchas se han encontrado con restos de
bisontes. Parece que la técnica es que se provocaba una estampida que los conducía por un declive
hasta una hondonada donde eran sacrificados y descuartizados. La tradición de la punta lanceolada
se mantiene hasta el 5.000 a.C. En este momento aparecen unas condiciones climáticas que dan lugar
a un estilo de vida diferente y aparecen otras tradiciones que tienen su base en el paleolítico inferior,
aunque ya con nuevas características. Son las puntas en forma de hoja y las puntas en forma de cola
de pescado. La tradición de puntas en forma de hoja probablemente tuvo su origen en la parte
septentrional de Sudamérica, desde allí se extendió por todo el continente ya que se han encontrado
en refugios roqueros de Ayacucho en Perú y en el valle del Tehuacán en Puebla En México siendo
posible que de allí pasaran a Norteamérica. De este grupo humano parece que se desgajo una parte
que llego hasta el extremo meridional del nuevo mundo antes del 9.000 a.C, lo que quiere decir que
la primera cultura que se dio en el extremo meridional de la tierra es cuando menos coetánea de la
cultura Clovis en América del norte. Y que para esas fechas todas las regiones americanas no
cubiertas de hielo estaban ocupadas.

– Paleolítico Superior
El periodo lítico superior comprende industrias y complejos culturales que tuvieron su origen en el
Paleolítico Superior asiático y que se dieron en la zona del estrecho de Bering y Alaska. Hay hojas
muy anchas y micro hojas desbastadas (solo sacar unas primeras lascas) únicamente en los extremos
y algunas son en realidad lascas retocadas en ambas caras aunque el mayor número de veces proceden
de láminas anchas trabajadas. Se denomina Namant una tradición muy común en el NE asiático y el
NO americano apareciendo muchas micro hojas; sus portadores llegaron al Nuevo mundo en fecha
relativamente tardía, c. 14.000-12.000 a.C. y se quedaron en el norte con lo que no tuvieron contactos
con las tradiciones bifaciales del lítico medio. Podemos decir que el lítico superior es al 100% de
origen asiático en su contenido y una ramificación de la economía cazadora y recolectora muy
especializada del continente euroasiático en el P. Superior. Probablemente esta tradición tuvo poco
que ver con los orígenes y evolución cultural de los indios americanos; resulta más verosímil que
fuera el antecedente de la vida de los esquimales caracterizada por la pesca y la caza de focas y
ballenas.

– Panorámica retrospectiva: la ecología de la vida paleoindia.


Nuestros conocimientos sobre los paleoindios del nuevo mundo presentan muchas lagunas. Aun así
es muy probable que los primeros seres humanos del P. Superior que llegaron a América del norte
ocupando el sur de la capa de hielo de Wisconsin antes del 100000 a.C. con unos pertrechos muy
simples. Pero la realidad es que se ignoran muchas cosas acerca de la zona de Bering por donde
debieron llegar estos inmigrantes; simplemente porque hay restos que yacen en la actualidad bajo el
mar. Respecto al centro y Sudamérica, también cuando emigraron hacia el sur los conocimientos
también son escasos debido a la extensa cubierta de vegetación y a las dificultades para reconocer los
yacimientos en las tierras tropicales de centro y Sudamérica. Paleoindios. Además de la deficiente
conservación de los que existen. Con ello no podemos averiguar los cultivos incipientes en centro y
Sudamérica, lo que nos ha llevado a pensar que los cultivos se daban desde antiguo.
– El arcaico
El cambio climático que se produjo sobre el 7000 a.C. dio lugar a profundas alteraciones en la flora
y fauna. La tundra y la estepa de Norteamérica fueron reemplazadas por bosques y las zonas herbáceas
de la amazonia por selvas. Desapareció la gran fauna del Pleistoceno que hasta entonces había sido
la principal base de alimento y todo ello provocó un profundo cambio en los modos de vida de las
gentes que poblaban el Nuevo mundo, que tuvieron que adaptarse a las nuevas circunstancias.
Progresivamente se fue pasando a un tipo de alimentación basado en la producción de alimentos, base
del nacimiento de las culturas complejas. El principal motor de este cambio climático fue el aumento
de temperatura, por lo que apareció la caza de bóvidos, cérvidos y camélidos, más abundantes que en
épocas anteriores y que al ser más rápidos que sus antecesores obligaron al hombre a adaptar su
tecnología. Se perfeccionan útiles como lanzaderas o estolica que multiplicaban la distancia alcanzada
y se desarrollan puntas triangulares de base pendular para que los dardos queden fijos en los cuerpos
de las presas (dibujo en apuntes).

La alimentación tiene en la caza su principal fuente pero se consumen otros muchos productos, sobre
todo vegetales, como lo demuestra el hallazgo de manos y metates de morteros para la molienda de
granos y trituración de tallos, ya que se aprovecha todo tipo de alimentos, incluso la pesca. La relación
entre la variedad de recursos y la distancia para recogerlos fue fundamental para el desarrollo de estas
culturas, hasta el punto que aquellos grupos que se adaptaron a espacios uniformes o a un tipo de
alimentación poco variada quedaron lastrados, como los grupos de la Gran cuenca de Norteamérica
o el extremo sur del continente; de ahí la inmensa variedad de los grupos en el arcaico. No sólo hubo
diferentes bases de subsistencia, sino múltiples combinaciones y muy diferentes modos de adaptación,
desde grupos que son más cazadores que recolectores a otros al contrario. Hay otros que aprovechan
intensamente los recursos litorales. Muy poco se sabe del aprovechamiento del mar, ríos y lagos en
esta época y por la destrucción de los yacimientos marinos ya que hasta el 4000 a.C. no se fijó el nivel
del mar a la actual altura. Parece que la organización de los grupos humanos tuvo íntima relación con
las formas de subsistencia. En las épocas de escasez, una o pocas familias vivían en una zona y se
desperdigaban por el territorio que consideraban del grupo. Con mayor abundancia, confluían con
otros grupos en el campamento base formando un grupo más numeroso. Así poco a poco se fue dando
la sedentarización, el progresivo cultivo de plantas y la domesticación de animales, y normalizándose
la producción de alimentos.

Estos grupos van evolucionando desde sociedades igualitarias de tipo bandas hasta otros grupos
donde se produce la progresiva diferenciación de funciones, como lo demuestra que en algunos
enterramientos aparecen objetos variados, algunos de los cuales tienen sus orígenes a muchos
kilómetros (1000 km). Todo ello demuestra la existencia de contactos y rutas comerciales, así como
un sistema de intercambios. Alguno de los objetos que aparece en los enterramientos son de cerámica,
sobre todo en la región de Manglares de América central y del norte de América del sur. Estas gentes
basaron su alimentación en la recolección de productos terrestres y en la pesca y dejaron en un
segundo lugar la caza de animales. Estos grupos del caribe colombiano son los que lograron antes del
3.000 los intentos agrícolas y también parece que se dio este avance en la cuenca del Orinoco y en la
costa este de EE.UU. Con ello llegamos al neolítico.

– Neolítico.
Con el paso de una economía de caza a una de cultivo, aunque cada vez se retrasa cada vez más la
fecha de su comienzo y del comienzo del poblamiento. La revolución neolítica supone una inversión
del centro de gravedad geográfica; las consideradas culturas líticas superiores que se dieron sobre
todo en la pradera van a ceder su lugar a las privilegiadas zonas del intertrópico, lo que se llamara
América nuclear (zona de México y los andes peruanos). Estas zonas son las que llevan el peso del
cambio y se convierten en focos de expansión y de allí surgirán las Altas culturas. No parece verosímil
que haya nuevas inmigraciones de importancia que trajeran la técnica y no la planta, como el trigo.
El hecho de que el origen y desarrollo de la agricultura americana esté ligado al origen de plantas
cultivadas específicamente americanas afirma la creencia de que esta agricultura es fruto de su propia
evolución. Por ello no vale la polémica sobre el origen del maíz y el algodón o la calabaza. Entre las
plantas que domesticaron y que son actualmente patrimonio universal figuran el maíz, mandioca o
yuca, cacao, la papa, batata, boniato, fríjoles, pita o maguey, tabaco, cacahuete, pimiento, vainilla,
quina, chirimoya, mango aguacate, coca, etc. Todas estas plantas se cultivaron incipientemente en el
neolítico americano. Las más frecuentes fueron el maíz y la yuca, y los dos centros originarios de las
plantas cultivadas y por todo ello de la cultura son las tierras altas del sur y centro de Guatemala y
Méjico, y las ollas (depresión dentro de una meseta) interiores de los Andes peruanos junto de los
valles de la costa, lugares muy similares al valle del Nilo y el creciente fértil, cuna del viejo mundo.
Las dos regiones estaban muy distantes y fue difícil la difusión de cultivos teniendo cada uno su área
propia.

Toda la cuestión planteada nos lleva a una etapa de superproducción de alimentos que tuvo como
consecuencia el aumento demográfico y la concentración de aldeas. También surge una cerámica a
mano muy simple al principio que progresivamente se va decorando aunque tenemos que advertir
que no todos los pueblos agricultores son cerámicos ni viceversa. Los pueblos de agricultura
incipiente van a ir desarrollando el sentido de propiedad y jerarquía.
En el neolítico también aparece la cerámica. Esta cerámica aparece sobre todo en la región de los
Manglares del sur de América central. También en el arcaico tiene lugar el neolítico, la gran
revolución de la historia, con el paso de una economía predadora a otra de agricultura, que supuso
una serie de ventajas como fueron:

1) Definitiva sedentarización para algunos grupos.


2) Posibilidad de dedicar más horas de actividad a asuntos no relacionados con la obtención de
alimentos.
3) El ser mayor el rendimiento de este sistema agrícola que el que habían tenido anteriormente de
caza o recolección.
4) Crear mayores excedentes alimenticios con la posibilidad de intercambiarlos con otras gentes y
formar parte de la alimentación de un grupo que se dedicaba a otras tareas (religiosas o culturales).
Es un proceso complejo que suponía épocas de crisis y adaptación a las nuevas circunstancias. A
pesar de ser un tema muy debatido, no acaba de estar claro cómo, porque, cuándo y dónde se originó
la agricultura en el Nuevo mundo. En el viejo mundo está claro que fue en Próximo oriente. En
América también pudo ser el resultado de una serie de alteraciones climáticas ante las cuales el
hombre respondió dando lugar a un proceso se supone que en un primer momento inconsciente y
después impulsado deliberadamente para el cultivo de las plantas y la domesticación de animales.
Los hombres del nuevo mundo en algunos grupos desconectados de otros núcleos siguieron este
proceso incluso de la domesticación de animales como fue le cuy o rata de India, los oquenidos, sobre
todo la llama y el pavo (guajalote). Puede que otro caso fuera el de dos tipos de plantas que se
cultivaron en el nuevo mundo como el algodón y la calabaza, ambas con parientes en África y Asia.
Hoy se sabe que sus semillas pueden permanecer sumergidas en agua salobre sin verse afectadas, por
lo que su llegada a América pudo ser un arribo casual.

El hecho es que los focos de repolitización en América fueron:


• Tierras altas y semidesérticas de Méjico.
• Algunas zonas de la selva tropical de las cuencas del Orinoco y Amazonas.
• Costas y sierras del Perú.
El neolítico en América debido a su aislamiento tiene elementos propios que lo diferencian de los
del resto del planeta:
• Longitud y larga duración del proceso ya que desde el punto de vista cultural no puede darse
por terminado en las áreas más dinámicas (Mesoamérica y Andes peruanos) hasta la mitad del
2º milenio a.C, que es cuando están sentadas las bases del periodo Formativo, y cuando nacen
las culturas Olmeca y Chavín.
• Aislamiento existente entre las dos principales áreas nucleares americanas por lo que la
evolución y resultado no serán comunes.
• Hasta cierto punto la carencia de abundantes especies animales que pudieran ser objeto de
domesticación por lo que el campo pecuario apenas tuvo importancia.

Como resultado de todo se produjo una sedentarización que llevó a una explosión demográfica que
iniciada a comienzos del arcaico se aceleró posteriormente considerablemente. La sedentarización
favoreció las relaciones sexuales, y por lo tanto los nacimientos, y las madres e hijos pudieron tener
mayores posibilidades de supervivencia. Se dio la mayor longevidad de las gentes aumentando con
ello las posibilidades reproductivas aunque parece que sobre todo se alargó la vida de los varones que
parece que llegaron a los 60 años, mientras que las mujeres morían antes de los 30.

Panorama General de América hacia el 1500

En el neolítico se da la etapa de los mayores logros culturales y artísticos, que se prolonga de forma
más clara en el periodo clásico, aunque posiblemente en resultados políticos la superaría la etapa
militarista. Resulta muy difícil fijar los límites temporales que son variables en las distintas áreas.
Mientras que en Mesoamérica se observan dos culturas unificadoras que se dan al mismo tiempo
como son Teotihuacán y el viejo imperio maya en los Andes no se da esta coexistencia de culturas
apareciendo primero Chavín y Tiahuanaco y sus irradiaciones que serán posteriores.

– El periodo clásico en Mesoamérica


Mesoamérica es un gran espacio geográfico habitado por numerosos pueblos que comparten una
misma cultura básica. A pesar de sus peculiaridades se puede hablar de área cultural, aunque por su
extensión podríamos hablar de una súper área. Comprende México con Yucatán, Guatemala, Belice,
El Salvador, la mitad occidental de Honduras, parte de Nicaragua y el noreste de Costa Rica. La
tradición mesoamericana cristaliza hacia el 300 d.C con la consolidación de sus rasgos definidores
definida por la aparición de la vida urbana. Hacia el 900 d.C dura este periodo dividiéndose en clásico
temprano y clásico tardío. La división entre dos periodos estaría marcada por el comienzo de una
crisis que se aceleró en algunas regiones más que en otras siendo el periodo más destacado la
desaparición de Teotihuacán, más al norte y por tanto más expuesta a la presión de los pueblos
nómadas del norte. Hay un último periodo conocido como postclásico o militarista también dividido
en dos fases, la primera en que tienen importancia los Toltecas de Tula y el segundo los aztecas.

– Periodo postclásico en Mesoamérica


– Características generales de la tradición mesoamericana.
La región de Mesoamérica estuvo habitada por numerosos pueblos que hablaban lenguas diferentes
aunque emparentadas entre sí. Por ello podemos hablar del Utoazteca que incluye el nahuatl y el
mayense. La agricultura es la base de todas estas civilizaciones o culturas ya que solo con excedentes
alimenticios se puede sostener el complejo aparato del estado y las instituciones religiosas. Los
alimentos comunes de toda la zona y fundamentales son el frijol, el maíz y la calabaza. También hay
otras características de su sistema cultural que no están condicionadas por la naturaleza como son el
dios de la lluvia, Tlalot, los mayas lo conocerán como Chat, las figuras relacionadas con el Jaguar y
un personaje o héroe civilizador que se representa mediante una serpiente emplumada que está
presente en todas las culturas que será Quetzalcóatl, que en los mayas será denominado Kukulkan.
También tenemos que hablar de que en estas culturas aparecen centros ceremoniales y religiosos que
pueden dar lugar a la creación de una ciudad y en estos centros casi siempre aparece un templo sobre
una pirámide escalonada y un juego de pelota. También muchos logros en aritmética y astronomía
que dieron lugar a unos calendarios comunes y la existencia de códices, que eran tiras de varios metros
que se plegaban como un acordeón normalmente hecho en cortezas de árbol o piel y se pintaban
jeroglíficos. También son características comunes algunas carencias, como son la carencia de la rueda
para el transporte, el horno del alfarero, ni el arco de medio punto, apenas se conoció la metalurgia y
también apenas se dio la domesticación de animales.

– Crisis del periodo clásico.


La crisis que puso fin al periodo clásico fue un fenómeno generalizado en Mesoamérica, que obedeció
a diversas causas y tuvo una cronología y un ritmo diferente en cada zona. En general se produjo a
partir del siglo VII y fue una conmoción que altero el sistema de valores y la orientación general de
las culturas. Los primeros efectos de la crisis se hicieron sentir en Teotihuacán que fue abandonada y
solo sus tumbas después reutilizadas. La crisis también tuvo efectos en el área maya. Mesoamérica
tenía al norte un inmenso territorio ocupado por grupos semicivilizados, algunos agrícolas y otros
cazadores recolectores nómadas. Estos grupos avanzan hacia el sur e imponen sus rasgos militaristas
sin que se perdieran otros aspectos como la religión de estado. La gran novedad fue la inversión del
sistema de valores de manera que se impuso la guerra, la conquista de territorios, los sacrificios
humanos y la supremacía de los jefes militares sobre los sacerdotes y los dioses guerreros sobre los
dioses pacíficos.

– El periodo clásico en el área Andina.


En el área andina, en un primer momento se va a imponer la cultura de Chavín, que con el tiempo
dará paso al nacimiento de distintas fases locales que preludian un fenómeno de regionalización. En
los andes las poblaciones se articulan en unidades residenciales, en ocasiones fortificadas, que pueden
mostrar tendencias hacia lo profano y lo bélico, dejando de ser el fenómeno religioso el motor de
estos grupos. Solo en el extremo sur tanto en la sierra como en la costa si aparece un elemento
dinamizador de la sociedad que fue la religión con abundantes centros ceremoniales y parece que
hubo una sociedad teocrática. Características de esta zona en la época clásica son el empleo del riego
artificial y del abono, en una agricultura con más carácter intensivo que extensivo. El abono que
suelen emplear es el guano, en zonas donde hay muchas aves que pescan y defecan en la tierra, y
también restos de pescado. La existencia de contactos interregionales restringido este comercio a
bienes suntuarios y de materias primas. La aparición de asentamientos complejos que serán la base
de posteriores ciudades. Otra característica, la aparición de una clara estratificación social y el ascenso
de actividades artesanales como la metalurgia, la minería, la talla de lapidas, cerámica... Otra
característica, desarrollo de complejas costumbres funerarias en las que los difuntos muchas veces
depositados o enterrados en lugares específicos, eran acompañados de complejos ajuares funerarios.
Tras el momento inicial, surgen una serie de culturas locales que dieron lugar a señoríos que tienen
una cierta unidad geográfica, destacando Mochica, Nazca y Tiahuanaco. Más tarde hay un
resurgimiento regional con límites cronológicos comprendidos entre 1200-1470. En esta etapa se
perpetúan y acentúan las bases establecidas anteriormente, sobre todo las que se dieron en el imperio
Huari apareciendo capitales regionales que dominaban núcleos poblacionales de menor envergadura.
Esto se mantuvo así hasta que se logran imponer los incas. Estos reinos tienen una fuerte base agrícola
favorecida por los trabajos de irrigación y la dieta se completa con la pesca y la recolección. En esta
época fue importante la producción industrial de cerámica, textiles y orfebrería que serán la base de
un comercio activo.
Tema 3
El periodo arcaico

– Los olmecas

– Origen y características
Los olmecas son la primera gran cultura de Mesoamérica, por lo tanto en muchos aspectos su historia
es todavía un misterio. Porque las primeras y muy primitivas investigaciones científicas comenzaron
en la segunda mitad del XVIII y es cuando la investigación se da cuenta de la increíble riqueza del
patrimonio arqueológico e historio artístico de aquellos territorios. Todo lo que no era Azteca era muy
difícil de catalogar. La primera evidencia que se tiene de cultura es de la cultura olmeca cuando en
realidad no se sabe que cultura se dio en estos territorios, porque los olmecas son el último grupo
humano que lo ocupa. Esta palabra, olmeca, en nahua significa gentes del país del hule. Los
arqueólogos, han aplicado este nombre a las gentes que vivieron cerca de Veracruz y al oeste de
Tabasco y al estilo artístico que se da en esta región y que obtiene gran difusión. Hace menos de 150
años que se encontraron las primeras manifestaciones culturales olmecas y su hallazgo supuso el
comienzo de una serie de divergencias académicas sobre su significación. No hay divergencias sobre
su reconocimiento como la primera de las manifestaciones culturales en Mesoamérica. Sobre este
tema hay unanimidad. La primera descripción importante es la de Bernardino de Sahagún en su
Historia General de las cosas de Nueva España. Sobre esta cultura hay discusiones y divergencias
en que si se trata de una cultura con centros ceremoniales propios o bien es una amplia área en la que
impera en la que se observan unas mismas expresiones culturales y se extienden unos rasgos
estilísticos catalogados como Olmecas. La base económica de esta cultura es la agricultura y se
completa con la caza, aunque en los primeros momentos parece que hubo subsistencia de caza y
recolección anterior a la sedentarización y agricultura. El medio ambiente en el que se desarrolla la
cultura olmeca es eminentemente tropical, peo hay zonas con claras diferencias respecto a la
productividad de la tierra, que sería mayor en los márgenes de los ríos, donde se sembraría maíz,
calabaza, chile y frijol. Se piensa que el acceso a las mejores tierras ha diferenciado a los distintos
sectores de la población y el excedente alimentario pudo ser el punto de partida para la naciente
diferenciación social. Este hecho en un principio no sería determinante lo que no sucedería después
quedando plasmado en los diferentes enterramientos. La buena gestión de la tierra y suponemos que
su traspaso por herencia de una generación a otra pudo ir ampliando las diferencias entre familias,
con lo que las más favorecidas podrían acceder a bienes exóticos, codiciados por su escasez, lejanía
o belleza, marcando así diferencias entre los distintos grupos de población. Una de las características
de mayor importancia de la cultura olmeca es la creación de asentamientos con una traza que ya se
puede catalogar de urbana, aunque no podemos datarlos. No sabemos con exactitud la aparición de
este fenómeno, debido a que estos sitios fueron usados de forma recurrente por sus localizaciones
favorables y sus restos fueron destruidos y revueltos.

– Fases
Hay tres yacimientos importantes que son San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes. Estos tres lugares
marcaban tres fases culturales.

– 1ª San Lorenzo (1500-900 a.C)


En torno a 1500-900 a.C. Es un complejo en el que diversas plataformas de tierra y adobe se
estructuran en torno a plazas en incipientes obras de ingeniería, en que también aparecen depósitos
de agua y sistemas de drenaje construidos en basalto. Todo ello colocado sobre una gran plataforma
parcialmente artificial que le proporciona un cierto realce sobre la zona llana circundante. En torno a
esto una serie de montículos habitacionales, casi 200, donde habitaban una serie de campesinos y
artesanos que dependían ritual y administrativamente de San Lorenzo. En torno a este importante
desarrollo urbanístico se cuenta con la presencia de numerosas representaciones monumentales que
son expresiones artísticas, con especial interés en las extraordinarias cabezas colosales, altares o
tronos, estelas y una serie de otros objetos realizados en basalto traídos de Tuxtla. También aparecen
otros objetos muebles en cerámica y piedra con una estética común a todos. De todo ello se puede
deducir la existencia de un grupo dirigente que fue capaz de controlar de trabajo necesaria para
realizar estas obras publicas y que nos haga pensar en una sociedad de rangos, con suficiente
complejidad como para ser capaces de mostrar su poder hereditario al ir acumulando distintos objetos,
y un poder externo al potenciar las redes tempranas de intercambio comercial con las áreas cercanas
y lejanas.

– 2ª La Venta (900-600 a.C)


Al declive de este yacimiento se da un nuevo control político de la región por parte de la Venta. Se
ha podido comprobar que se hizo con el control político de la región alzándose o siendo en un
principio un gran centro ceremonial, de mayor complejidad y planificación que el anterior. Tiene sus
orígenes en torno al 1300 a.C. El plano tiene una orientación norte-sur y una serie de complejos
constructivos estructurados en espacios alargados y alineados siguiendo el eje principal. El lugar está
presidido por una pirámide cónica que tiene 30 m. de altura y 128 de diámetro. A estos edificios hay
asociados numerosos enterramientos en los que también aparece un ajuar evidenciando una sociedad
de rangos. Esta ciudad alcanzo una extensión máxima (área de influencia) de 200 ha. El hecho es que
en La Venta tuvo mucha importancia la arquitectura, aunque algunos elementos se habían heredado
de San Lorenzo, aunque la realidad es que se desarrolló sus pautas propias. Aparecen altares, algunas
figurillas de cerámica, etc., disminuyendo las cabezas colosales mientras toman mucha importancia
algunos elementos nuevos como son las estelas que son lozas trabajadas en relieve en una cara vertical.
En el 400 a.C La Venta deja de habitarse y deja su lugar a Tres Zapotes.

– 3ª Tres Zapotes (600-200 a.C)


Del 1000 al 50 a.C este lugar adquiere gran importancia, aunque no podemos dar muchos datos ya
que aún no ha sido investigado y además es de menores dimensiones que La Venta. En él han
aparecido dos monumentos relevantes: una cabeza colosal y una estela.

– Arte Olmeca
El arte es el rasgo que ha proporcionado a los olmecas su mayor fama. Hay que distinguir entre arte
monumental y arte menor o mueble.
El arte monumental englobaría las cabezas colosales, los altares o tronos, la escultura exenta y los
bajorrelieves. Las cabezas fueron una de sus primeras manifestaciones artísticas, realizadas en
enormes bloques de basalto, tienen dos o tres metros de altura y hasta 16 toneladas de peso. Han
aparecido un total de 16 cabezas, 10 de ellas en San Lorenzo y 4 en La Venta. Se ha discutido el
porqué de su forma, con rasgos negroides, expresión redonda total y se discute si representan a sus
gobernantes o son representantes de los dioses a los que rinden culto. Otra cuestión que se ha
planteado son los cascos que llevan. Otras manifestaciones de arte mayor son los tronos o altares que
son de gran tamaño con relieves esculpidos en su frente y hay algunas esculturas de bulto redondo
con temas antropomorfos y zoomorfos, o mezcla de ambos. En La Venta apareció una estela que en
su centro está representado un gobernante y en torno a él todos los símbolos de poder que nos dan
idea de la sociedad de rangos.

También hay un arte mueble que incluye objetos de tamaño más reducido, elaborados en distintos
materiales como cerámica u otras piedras verdes como jade o serpentina. En cerámica destacan las
figurillas normalmente huecas hechas de arcilla blanca de la zona, algunas de las cuales se denominan
“cara de niño” conocidas como Baby face. Mientras que otras destacan por algunos rasgos faciales
típicamente olmecas como cejas flamígeras o labios gruesos de comisuras hacia abajo. La cerámica
es técnicamente buena, aunque de formas simples y con motivos incisos que van de lo antropomorfo
a lo geométrico. Los olmecas se destacaron porque trabajaron magistralmente algunas piedras muy
duras de color verde en las que realizaron figuras humanas o mascaras. También aparecen algunos
torsos humanos en madera que estaban policromados. A pesar de que estamos hablando de una
iconografía compleja, la realidad es que lo que más representan es la imagen del hombre adulto o
niño que puede tener algunos rasgos de jaguar, serpiente o caimán. En definitiva, es la sacralización
de hechos, seres o fenómenos naturales, que es pauta común en las sociedades agrícolas que en torno
a la tierra, al agua, al viento o a los astros celestes darán lugar a que aparezcan seres sobrenaturales o
mitos de creación donde se plasma una visión del cosmos, que es reconocible a pesar de haber pasado
siglos de historia.

Civilizaciones andinas. Los andes prehispánicos.

Tenemos que decir que también en la zona andina tenemos que hablar de áreas culturales. La
cordillera de los andes se divide o se puede dividir en el extremo norte, andes septentrionales, andes
centrales, dentro de ellos centro norte andino y centro sur andino, Andes Meridionales y extremo sur
andino. De todas estas zonas fue en los andes centrales donde se forjaron las consecuencias o
proyectos sociales, políticos y religiosos que darán lugar a una serie de culturas. Los periodos en que
se han clasificado estas culturas son:

1º Pre-cerámico (1200-180 a.C), casi todo prehistoria. Este periodo arranca desde el 15.000 a.C,
cuando ya el hombre estaba presente en los tres ecosistemas andinos. Los objetos líticos más
importantes que tuvieron fueron raspadores, perforadores y sobre todo puntas de proyectil que
llenaban de caca para que fuera más asqueroso y eran conocidas como cola de pescado. Entre el 6.000
y el 400 a.C aparece la revolución neolítica con plantas como la papa, la calabaza y otro producto que
es la lúcuma, también los frijoles y el maíz. Ya en torno al 500 aparecen testimonios de arte, de magia
y del mundo del más allá. Uno de los testimonios más significativos lo encontramos en Paracas, que
está en la costa sur del Perú, donde aparece un centro funerario de gran importancia en el que alguno
de los esqueletos encontrados están plesionados (posición fetal), envueltos en esteras de fibra vegetal
procedente de juncos o en esteras de piel de vicuña. Están envueltos también un número de ellas que
aumentan o disminuyen según la importancia social del difunto. El tejido aparece como un
demarcador social y ya expresión de un culto a los difuntos. A partir del 450 en que aparece el arcaico,
se observa un cambio esencial en el comportamiento socio cultural con la construcción de chozas de
mayor o menor categoría y ocupación de lugares idóneos para la obtención de alimentos.

2º Horizonte temprano o Formativo (180-50 a.C), en este periodo se da el neolítico y la cultura


Chavín. Este periodo es uno de los momentos más significativo de la historia andina porque ya se ha
dado la revolución neolítica y el establecimiento de la agricultura es una realidad. Para estas fechas
se da el cultivo intensivo del maíz lo que produce grupos cada vez más estables y un aumento
demográfico importante. También se ha producido la domesticación de camélidos, sobre todo de
llama y guanaco lo que permitió el desarrollo de comunidades de pastores que aprovechaban los
productos animales en su totalidad al alimentarse de carne y convertir la lana en materia prima de
tejidos que también podían ser objetos de trueque. También en estos momentos ha aparecido la
cerámica con fines utilitarios y con un objetivo de ritual permitiendo esto la posibilidad de hacer
dataciones y diferenciación en grupos. La complejidad en los asentamientos se ve aumentada por la
complejidad religiosa que requiere una organización espacial muy distinta a la domestica. Aparecen
construcciones laberínticas de adobe en la costa y de piedra en el altiplano.

3º Intermedio temprano o periodo de desarrollo regional (50 a.C-600 d.C) en ellos se da la cultura
Mochina, Nazca y Tiahuanaco.

– Chavín de Huantar
Esta cultura está situada a 3177 metros sobre el nivel del mar en plena sierra andina. Hunde sus raíces
en el mito al estar enlazada con el periodo pre-cerámico.
– Descubrimiento y origen.
Su descubrimiento a principios del siglo XX dejó bien claro que por la grandeza de sus ruinas
arquitectónicas había sido un foco cultural importante. Está situada entre dos ríos Huachecsa y Mosna,
un lugar de privilegio ya que el rio Mosna es un afluente del rio Marañón y se comunica con la cuenca
amazónica. Sus orígenes son confusos todavía y se discute si su origen y procedencia son costeras o
amazónicas. Entre sus ruinas podemos apreciar como la arquitectura de este centro de poder (no
religioso) tiene una serie de elementos que se repiten en distintos lugares de los Andes como es la
arquitectura en piedra con decoración exterior, las plazas públicas rehundidas para la celebración de
algunos rituales y la estructura laberíntica en el interior de los edificios.

– Arte:
El arte de Chavín está claramente diferenciado. Principalmente en piedra, pero también usa cerámica,
hueso, tejido o madera que recuerda a los trabajos líticos. Las vasijas de cerámica consiguen tener en
su decoración un claroscuro que aparenta ser un auténtico rebaje de la superficie de la piedra de forma
que parecen hechas en este material. Chavín se puede considerar transmisor de toda una ideología de
poder, y hay 3 objetos que están al servicio de las élites, como son el lanzón, el obelisco Tello y la
estela Raimondi.

– Obelisco Tello
Metáfora del universo tal y como lo concebían metáfora del universo tal y como lo concebían

– Lanzón
Representa ciertas formas de ser humano con atributos de jaguar; es un tótem emblemático que se
reproducirá en muchos objetos en su totalidad o en partes como son garras, colmillos, manchas en la
piel o en los ojos y estos serán símbolos de fuerza o destreza.

– Estela Raimondi
Representación de su principal dios, el Dios de los báculos

En la costa norte también hubo antiguos asentamientos que habían dado paso a algunos grupos
sedentarios hasta cierto punto organizados y que tenían control de las aguas y de los terrenos agrícolas.
Son culturas arqueológicas como la Virú y Cupinisque y van a ser la base de los señoríos mochicas
posteriores. También en Chavín aparecen otros símbolos como las cabezas clavas, que no se han
llegado a descifrar su significación. Aparecen en los muros exteriores y se ha discutido si son
amenazas para el enemigo o bien simbolizan las cabezas de los enemigos vencidos. También en el
sur de la costa aparece otra cultura que hunde sus raíces en el pre-cerámico, pero que es en el mundo
de las creencias en el que más ha llamado la atención, pues sus ritos funerarios, ya frecuentes en pre-
cerámico llegan a su apogeo en el formativo: la cultura paracas. En esta, los enterramientos se hacen
en pozos siempre bajo tierra y se componen de un túnel de acceso vertical y una cámara más o menos
circular donde se colocaban los individuos fallecidos. Los cadáveres se flexionaban hasta llegar a la
posición fetal y eran envueltos en un innumerable número de capas de tejidos de distintos tamaños.
En la primera etapa el envoltorio se cerraban como un higo, amarrado en la parte superior. Según los
cronistas de indias eran bultos funerarios, pero después serian conocidos como fardos funerarios. El
ajuar que acompaña a estos cadáveres son reflejo de los avances tecnológicos que se tienen en el
momento y pueden acompañar al difunto dentro o fuera de del fardo. La cerámica de estos momentos
tiene clara influencia de Chavín y ha adquirido un alto nivel de desarrollo. El momento más
representativo de esta cultura que se fraguo en el desierto es la llamada Paracas Necrópolis que se dio
a finales del formativo y principios del intermedio temprano. En esta etapa los fardos aparecen con
gran cantidad colocados todos en el mismo lugar y el estatus social no es por la distinta colocación
sino por el número de las capas de tejido de los llamados mantos de paracas. Suelen ser mantos de
gran tamaño y cubrían todo el cuerpo de jefes o individuos de la élite y son mantos de una vistosidad
magnifica, ya que cada uno es una verdadera obra de arte y tecnología textil. Se hacían en lana y
tenían una decoración consistente en una iconografía relacionada con el mundo de las creencias o con
el poder de los guerreros que portaban cabezas cortadas. Los motivos se representan ordenadamente
en distintos colores y posiciones, pero son difíciles de interpretar ya que algunas son figuras
antropomorfas que generan otra clase de seres. El tejido en estos momentos adquiere mayor
importancia que cualquier otra manifestación artística. Se tiene la costumbre de la deformación del
cráneo que continuo hasta los momentos de la conquista y que parece obedecer a causas estéticas
vinculadas a la gente de la élite. Parece que las deformaciones se hacían con tablillas y bandas de
algodón.

4º Horizonte medio o Wari (600-1000 d.C), dándose la cultura Wari.

5º Intermedio Tardío o De estados regionales (1000-1450 d.C), se da la cultura Chimú y Sican

6º Horizonte tardío o periodo inca (1450-1532 d.C), es sobre todo ocupado por la cultura inca.
Todo esto se da en el área central andina y será en tres ecosistemas muy diferenciados como son: la
costa, la sierra y la selva. Tres ecosistemas que se intercambian desde tiempos muy remotos. Casi
todas aparecen en la costa o en la sierra, estas últimas tendrán mucha influencia de la selva.

– El origen de los mayas

– Orígenes
Para estas fechas lo que se conoce como cultura maya no está aun totalmente definida, pero apare en
rasgos comunes sobre todo en cerámica y figurillas en una amplia zona que abarca desde la zona del
Pacífico en Chiapas a la Península del Yucatán, incluso más allá de la frontera con Guatemala. Esta
amplitud explica una diversidad de medioambientes que se expresan en variaciones culturales
posteriores y que dan lugar al desarrollo maya de la costa, el altiplano o las tierras bajas.

– Zonas y variantes: Costa del Pacifico


Habitada desde tiempos tempranos, con el tiempo va evidenciando una creciente complejidad al
levantar en distintas zonas construcciones públicas tales como montículos piramidales o largas
plataformas, aunque nunca llegaron a una estructura tan formalizada como la de la Venta, con quien
mantenían relaciones

– Tierras bajas mayas


Al mismo tiempo, aquí también comienza otro desarrollo cultural; próximas a las tierras de los
Olmecas, aunque sin relación con ellos.

– Yucatán
En el norte, predominan las aldeas campesinas con una gran tradición de vajillas monocromas
figurillas de serpiente. En esta zona parece estar presente una sociedad de rangos que poco a poco se
va integrando en relaciones de intercambios a larga distancia, especialmente para objetos de concha,
jade y oxidiana. Estos objetos también estarán presentes en los ajuares funerarios y en las ofrendas
como objetos de diferenciación social.
Tema 4
El periodo clásico.

– La cultura de Teotihuacán.

– Situación: la cuenca de México en el clásico: Teotihuacán


Esta región es la de desarrollo más complejo entre las que conocemos como altiplano central de
México. Teotihuacán se encuentra localizado en un área privilegiada ya que brinda grandes
posibilidades de subsistencia, agua y buenas tierras en un valle fértil; también con abundantes
materias primas (obsidiana) y una situación estratégica que le dio importancia comercial a nivel
externo e interno. En los inicios de la era Clásico Teotihuacán concentra una población importante en
el centro de la cuenca de México. La ciudad se planifica en torno a 2 ejes cardinales y perpendiculares
que alcanzan un desarrollo no conocido en América precolombina. Por todo ello Teotihuacán pudo
ser un centro político y comercial, lugar de integración religiosa y centro de peregrinación a escala
internacional.

– Arquitectura privada y pública


Al inicio del clásico se inicia aquí la construcción de las 2 pirámides más importantes de la ciudad.
La pirámide del Sol es la edificada más grandiosa de Mesoamérica siendo fundamental su orientación
que aproximadamente se ajusta al punto por donde se pone el sol el día de su paso por el cenit, lo que
es un fenómeno de vital importancia en el calendario mesoamericano. Se construyó utilizando capas
de barro y cubierta de piedras sin pulir; es de planta cuadrada, mide 222 por 225 m. y tiene 5 cuerpos
con una altura de 63 m. Sobre la plataforma que había un templo. Pintada en rojo. La pirámide de la
Luna es similar pero de menor tamaño; 150 por 120 m. y 46 m. de altura. Ambas daban a sendas
plazas que se articulan con relación a un eje que es la avenida de los muertos, con 40 m. de anchura
y 5 km. de largo. Este eje era cortado perpendicularmente otra serie de ejes que dividieron el espacio
en 4 cuadrantes y que darían lugar a una ciudad en damero.

A ambos lados de la Avenida de los muertos (NORTE-SUR) entre el 200 y el 250 d.C. se fundaron
dos unidades de fundamental importancia para la ciudad y el territorio que controlaba: son un gran
conjunto que fue el mercado principal y los edificios administrativos, ya que Teotihuacán fue un lugar
de masiva afluencia de público y centro religioso y administrativo de una gran región. Al otro lado se
construyó la ciudadela, donde estuvo la dirección y gobierno de la ciudad y su territorio. La ciudadela
es el conjunto más representativo de la ciudad, por su importante función y porque en ella se dan
todos los elementos del urbanismo teotihuacano. Es un espacio cuadrado, de 400 m. de lado en el que
había un conjunto residencial; también había algunas plazas y sobre todo una pirámide de gran
importancia, la de Quetzalcóatl. Todo este conjunto da a Teotihuacán la categoría de ciudad o urbe.
La construcción de la ciudad se inicia en la segunda centuria d.C. pero no se finalizará nunca, aunque
sí se destruyeron algunas edificaciones para construir otras. El patrón general que se emplea se ajusta
a modelos cuadrados de 57 m. de lado en los que se inscriben pequeños conjuntos de un piso, con
techos planos y delimitados por muros exteriores, sin ventanas y apenas vanos de entrada. Estas
paredes despiden los laterales de las calles, que son angostas y en damero. Dentro hay numerosas
habitaciones, generalmente pequeñas que se articulan con pasillos y patios. A nivel arquitectónico
existe un rasgo que destaca sobre cualquier otro: el uso continuado y masivo del “talud tablero” para
terminar gran parte de los basamentos de la ciudad y darle acabado final a cualquier edificación que
estaba protegida por una gran capa de estuco que igualaba cualquier irregularidad, sobre la que se
pintaba un color rojo muy característico de la ciudad. En el campo de las obras públicas es de gran
interés la existencia de una serie de conducciones de agua potable mediante un sistema de
alcantarillado que finalizaba cerca de la pirámide de la Luna, existiendo drenajes bajo las estructuras
principales, los cuales desaguaban en un canal principal que llevaba al río San Juan, quizá dando
lugar a un conjunto de canalizaciones que culminaban en una presa en el sur de la ciudad.
– Economía y sociedad
En Teotihuacán la agricultura fue la base alimentaria; no estuvo limitada al sistema de rozas, también
hubo irrigación. Los alimentos principales fueron maíz, calabaza, frijol, etc. También acudieron a la
caza y la pesca, y a productos de otras tierras para completar la dieta.
La estratificación social fue muy acentuada en la ciudad. La clase dirigente estaba formada por
sacerdotes y quizá nobles que se repartían las tareas religiosas, políticas, administrativas y
económicas. Había una clase media de artesanos y profesionales que con su trabajo daban forma a
una gran tradición artística que se extendió por toda la zona. Por último estaba la gran masa de
población compuesta por individuos dedicados a faenas agrícolas y trabajos serviles sin gran
especialización. Las excavaciones dan prueba de esta diversidad social. El hecho es que la ciudad se
alzó como centro de referencia económica, política y religiosa en la Mesoamérica más compleja. A
ello contribuyó el gran comercio de obsidiana, de cerámica anaranjada muy delgada y la exportación
de algunos elementos vegetales y animales perecederos por lo que no son detectables en el registro
arqueológico. Todos ellos constituyeron piezas claves en el engrandecimiento de la ciudad.

– Religión y expresión artística


El dios de la lluvia, la tormenta, la fertilidad, posteriormente conocido como Tlaloc, adquirió gran
importancia representándole con aspecto humano y arranca de la figura olmeca de un dios felino
caracterizado por dos círculos que circundan los ojos y una bigotera de extremos curvos de la que
nacen la lengua y dos colmillos ganchudos. Esta figura está representada en la pirámide de la
ciudadela; en ella Tlaloc aparece alternándose con otro ser de ascendencia también olmeca y que
quizás en ese momento era su complementario, el dios de la tierra o serpiente emplumada
Quetzalcóatl, que aparece como una serpiente de cascabel ornada de plumas. También hay dioses
secundarios, como el del fuego o el príncipe de las flores. Estas numerosas deidades menores
protegían la vida diaria de los individuos y se representan en una infinidad de figurillas con distintas
características. También en Teotihuacán y relacionados con el sistema de creencias existían túneles y
cuevas de connotaciones astronómicas y funerarias. Las costumbres funerarias son variadas siendo
imagen de su sociedad. No existían cementerios sino que la mayor parte de las inhumaciones se
realizaban bajo el pavimento o en el interior de los altares domésticos. En torno a la pirámide de
Quetzalcóatl ha aparecido un gran número de enterramientos, lo que no sucede con otras pirámides,
pero parece que eran sacrificados allí enterados.

Teotihuacán se caracteriza por tener personalidad propia en su arte, que no se le puede calificar de
características naturalistas. Sera el arte mural el que destaque, mientras que la escultura que se ha
encontrado es bastante estática y con volúmenes casi arquitectónicos. Los muros de todas las
plataformas estaban pintados de rojo y blanco mientras que el interior de estructuras importantes y
significativas, sobre todo palacios y otros conjuntos, estaban cubiertos por motivos figurativos en
azul, verde turquesa, ocre y apenas se empleaban el blanco y negro. En fases avanzadas, hay
importantes murales que se desarrollaron en los conjuntos residenciales que mostraban guerreros y
sacerdotes relacionados con el dios Tlaloc, casi todas representadas de frente y con gran preciosidad.
Los teotihuacanos desarrollaron la escultura, tanto en obsidiana como en una piedra propia, volcánica,
aunque la escultura arquitectónica es muy escasa destacando o limitándose a la fachada del templo
de Quetzalcóatl de forma que decora sus tableros.
– Fin de Teotihuacán.
En el siglo VI después de Cristo se inicia un proceso de descomposición que no se sabe exactamente
porque. Puede que estuviera generado por una serie de fuerzas centrifugas, que fueron a radicarse en
núcleos provinciales secundarios, lo que supuso una perdida de tributos y por lo tanto menor
disposición de bienes. El proceso no fue de consecuencias inmediatas, pero es lógico que el suministro
que necesitaba la ciudad llegara a un equilibrio inestable por su excesivo crecimiento, ya que estamos
hablando de una ciudad de 125.000 habitantes. El campesinado y los artesanos hicieron frente a la
nueva situación en un principio y a las demandas de la élite durante bastante tiempo. De forma que
Teotihuacán seguía con su esplendor a principios del siglo VII, pero esta situación se vio alterada
sobre todo con la presión de pueblos del norte, que es posible que también coincidiera con una época
de sequía. Del siglo VII, los arqueólogos han detectado que hubo parapetos defensivos sobre todo en
la zona sur de la ciudad, así como restos de incendios y destrucción de los edificios más importantes.
También parece que hubo profanación por gentes extrañas a la tradición teotihuacana. Es cierto que
Teotihuacán nunca se abandonó completamente, algunas de sus zonas estuvieron ocupadas por
mesicas cuando llegaron los españoles, pero eran muy poca población. En definitiva no parece existir
una causa única y clara de la decadencia de este extraordinario asentamiento americano, sino que más
bien se cree que hubo un conjunto de problemas ambientales, socio-políticos y económicos tanto a
nivel interno como externo.
– Los Mayas Clásicos
Desde finales del formativo se dan en el área maya unos desarrollos culturales que alcanzan un nivel
de complejidad que augura mayores logros. Pero este desarrollo ira sufriendo diferentes progresiones
dependiendo del área de la que se trate. Por alguna catástrofe como la explosión de un volcán, se
produjo un movimiento de la población desde la zona meridional hacia el norte y esto dará lugar a
que en el protoclásico aparezca una etapa de esplendor entre el 100 y el 250 d.C en algunos lugares
de las zonas bajas centrales. En estos lugares aparece en el uso funerario, una cerámica técnicamente
muy buena con la introducción de la policromía y formas especiales. Este periodo preludia el
espectacular desarrollo del clásico.

– Evolución histórica
El esquema tradicional es: Clásico temprano (250-600 d.C.), C. medio y Tardío (600-800 d.C.) y
clásico terminal (800/900-1000 d.C. según la región). Este esquema se ajusta con bastante coherencia
a lo que sucedió en el área maya, aunque hay que distinguir lo que sucedió en las distintas áreas. Así,
para la zona ce Yucatán hay autores que cifran el comienzo del C. Tardío en el 700 d.C. Pero la
realidad es que un volumen tan elevado de asentamientos en el clásico maya nos hace reparar en los
distintos condicionamientos de su evolución si queremos llegar a conocer el nivel que realmente se
dio. El desarrollo cultural de cada zona estará en consonancia o relación con distintos aspectos como
son: 1) Nivel organizativo del estado, que implica aspectos tales como una sociedad más o menos
jerárquicamente estratificada con líneas dinásticas en sus niveles más elevados. 2) Otras es una fuerte
concentración del poder y por tanto su correspondiente control de la fuerza de trabajo. 3) La
consecución del aumento de producción al refinar las técnicas de trabajo agrícola y se pueda dar la
especialización de artesanos y artistas a tiempo completo.

División histórica.
Clásico temprano (250-600 d.C.): en esta etapa hay un considerable aumento de la población y un
aumento de centros procedentes del preclásico, como Tikal o Caracol, que comienzan a desarrollarse
a un ritmo constante, mientras que otros centros desaparecen. Las construcciones públicas en los
centros de concentración, tanto rituales como administrativos, aumentan de número y tamaño y las
residencias de la élite cobran cada vez más importancia a medida que la aristocracia se consolida y
que se hace con el control de la política y la religión. En este periodo tiene lugar uno de los fenómenos
más controvertidos en el campo de la arqueología maya que es si se dieron relaciones entre
Teotihuacán y las ciudades mayas. No acaba de estar claro si pudo haber una invasión de
teotihuacanos y la invasión de diversas dinastías de estos o si lo que se dio fue una relación puramente
comercial pasando por intercambios sociales y matrimoniales, lo que dio lugar a una mezcla de las
características de estos dos pueblos. El hecho es que el poderío de Teotihuacán marco su impronta en
algunas ciudades mayas. Hay muestras de artesanía teotihuacana en Guatemala, México y en las
tierras bajas en general, mientras que en otros casos se encuentran copias de esta artesanía y
comparten rasgos culturales. Al final de esta época los centros desarrollados mayas inician una
relación competitiva y las estelas del Clásico temprano empiezan a reflejar no solo genealogías
(familias), sino también guerras, como por ejemplo sucedió en Caracol que gano al yacimiento de
Tikal en el 562 d.C. Estos enfrentamientos harán fluctuar los poderes y las fronteras en los incipientes
estados mayas.
Clásico Medio o Medio-Tardío (600-800 d.C.): en esta época, al menos en la zona central de las
tierras bajas, la población alcanza su grado más elevado así como también hay gran número y
volumen de construcciones, tanto residenciales como públicas. Al mismo tiempo, los asentamientos
campesinos cubren amplias extensiones. Este será el momento cumbre del desarrollo maya, cuando
los templos piramidales alcanzan y sobrepasan el techo selvático y hay magníficos monumentos con
importantes tallas que se levantan en las plazas públicas y en realidad son vehículos de propaganda.
Al mismo tiempo que los complejos palaciegos ocupan partes significativas de las ciudades y el
comercio se desarrolla y fluye a miles de kilómetros. No hay ciudades hegemónicas, aunque los
centros mayores o de mayor desarrollo, ejercen su control sobre amplios territorios englobando sitios
de diferente rango y con diferentes grados de interdependencia, logrados tanto por guerras como por
alianzas políticas o matrimoniales.

Clásico terminal (800/900-1000 d.C.). Los mayas siguen existiendo. En este periodo tiene lugar uno
de los episodios más significativos y mitificados de la cultura maya: la decadencia y colapso que se
da en centros muy importantes, sobre todo en las tierras bajas centrales y el sur donde dejan de
construirse grandes estructuras públicas y dejan de tallarse monumentos. La población en estas zonas
cae radicalmente y sin llegar a recuperar su esplendor es absorbida por la selva. Este fenómeno tiene
lugar en torno al 790 d.C, aunque en algunos centros o zonas llega hasta el siglo X. Algunas áreas
circundantes, sobre todo agrícolas, no son abandonadas con igual intensidad. Mientras esto sucede en
Yucatán se alcanzan los momentos de mayor importancia y complejidad con una espectacular
arquitectura que tiene rasgos propios y muy diferenciados de sus vecinos del sur. No se sabe con
exactitud las razones de este cambio y del colapso. Hay algunas explicaciones de carácter interno,
como son que hubo revueltas campesinas por las excesivas exigencias de los dirigentes, problemas
de subsistencia, agotamiento de la tierra y también algunos factores externos como fue el
enfrentamiento de algunas élites cayendo estas en desgracia. En ocasiones es frecuente hablar de
guerras internas, aunque la realidad es que hubo falta de centralización como forma sociopolítica, por
lo que no se puede hablar de guerra generalizada. Se ha hablado también de que los mayas tienen una
visión del mundo cíclica, y esto pudo suponer una predisposición aunque no fuera determinante. La
realidad es que la caída de la cultura maya es en parte un mito, porque si parte del territorio sufrió un
abandono, en otros lugares la cultura maya continuo con nuevas pautas que no suponen ruptura total
con los antiguos modelos, como en el caso de Yucatán.

– Subsistencia y economía
Desde que se entró en el modo de subsistencia agrícola a finales del arcaico, los mesoamericanos en
general y los mayas en particular aplicaron formas de explotación del medio ambiente más adecuadas
según sus conocimientos y necesidades. En un principio se implanto lo que se llamó agricultura de
temporal con una temporada seca y otra de lluvias, aunque las distintas topografías, así como la
composición y variedad del suelo, contribuyeron a formas de explotación muy variadas, siendo
fundamental la limpieza del terreno y posterior quema de la maleza, variando también el tiempo de
descanso de la tierra. Mientras que el número de habitantes estuvo en armonía con la producción de
la tierra, no hubo problemas, pero cuando en el clásico la población comienza a aumentar, hubo que
aplicar nuevos sistemas que fueran más intensivos y proporcionaran suficientes alimentos. En algunos
lugares las condiciones naturales eran favorables, como eran las vegas de los ríos o los huertos que
había en los lindes de las poblaciones. En definitiva fueron determinantes las técnicas para el
aprovechamiento del agua con la construcción de aguadas o depósitos y canales para el trasvase y
transporte de agua. Otra estrategia fue la construcción de terrazas, que protegían la tierra fértil de las
fuertes lluvias tropicales. Pero la fórmula más provechosa fue la construcción de fértiles terrenos
bajos o de campos elevados como chinampas o tierra de cultivo artificial. Los productos típicos fueron
el maíz, el frijol, el chile y la calabaza. También hubo algunos vegetales o tubérculos como la yuca y
frutos de árboles como el cacao o el aguacate, a los que se unían algunas proteínas procedentes de la
caza y la pesca. También había recolección de productos naturales. En esta economía fue parte
esencial las relaciones comerciales a corta, media y larga distancia, cuyas redes se habían creado en
tiempos remotos, aunque algunas habían cambiado según las necesidades de los distintos grupos. En
el ámbito local, había intercambios gracias a los excedentes alimenticios y a las manufacturas que se
hacían con productos locales. En un círculo más amplio había un comercio regional con productos de
zonas ecológicas y gracias a eso se completaban algunas dietas que tenían carencia de aspectos
dietéticos y tecnológicos. Los intercambios a larga distancia estarían condicionados por elementos de
prestigio o de suma necesidad, como eran los objetos exóticos o los elaborados con materias primas.
La localización de materias primas fue un estímulo para la expansión de las fronteras e influencias
culturales. Aunque el control de las redes fue de gran importancia en las relaciones de poder entre
diversas hegemonías, de forma que en las relaciones entre diversas élites, la que mantenía la
hegemonía era la que controlaba esas redes. En plena área maya se encuentran materias primas en
algunos objetos de materias que no son propias de los mayas, como la obsidiana, el basalto u otros
materiales volcánicos, como también hay algunos objetos de concha que se han encontrado en lugares
del interior. Todos estos intercambios se hicieron a espaldas de esta población ya que no había
animales de carga, aunque si podían usar embarcaciones en ríos navegables.

– Asentamientos y arquitectura
Ha habido dificultades para hacer la exploración de las zonas selváticas, sobre todo en las tierras bajas,
siendo la realidad que solo se han investigado grandes ciudades que suelen estar muy dispersas. Hoy
gracias a la arqueología de reconocimiento intensivo, sabemos que hay centros importantes de
diferente rango y el hecho es que el medio ambiente condiciono el sistema de asentamientos, aunque
la unidad básica fue una choza rectangular generalmente hecha con materiales perecederos y ubicada
sobre una baja plataforma que le confiere aislamiento del suelo y que puede ser única o estar rodeada
por otras en torno a un patio. Pueden encontrarse restos de estas construcciones aisladas, pero
normalmente había varias a cierta distancia ocupadas por gente emparentada y que se construían o se
asentaban según una estructura ritual, pero siempre dependiendo de un centro mayor que es el punto
de referencia político, administrativo y religioso. Las ciudades o centro cívico ceremoniales, tuvieron
una gran complejidad social, política, económica e ideológica. Según su localización e importancia
contaron con mayor cantidad y calidad de templos palacios, juegos de pelota, calzadas, conjuntos
astronómicos, obras de ingeniería hidráulica, etc. Como elementos de su rango, hay estelas, altares y
paneles con jeroglíficos que transmiten la idea de importancia política. En la arquitectura maya hay
un elemento base, fundamental que es la plaza. Es el espacio en el que se articulan los diferentes
componentes de la ciudad, que casi siempre estaban presentes, como son:

Templos, en muchas ocasiones sobre una pirámide, que son pequeños habitáculos de acceso
restringido, con basamento piramidal, que se pueden adornar con relieves o pinturas y que en
ocasiones pueden ser las últimas moradas de dirigentes mitificados.

Palacios, que podían ser la residencia de las élites y que podían tener funciones administrativas y de
recepción. De estructura básicamente alargada, pero con el tiempo van creciendo hasta formar
conjuntos de gran complejidad que se pueden calificar como acrópolis.

Por último, un elemento que podía tener gran complejidad que eran los juegos de pelota que se solían
construir en el centro o epicentro de la ciudad, el juego que allí se llevaba a cabo era expresión de un
complejo ritual público y casi siempre de conmemoración astronómica.

El desarrollo arquitectónico del maya clásico tiene expresión según la región dando distintos estilos
en toda el área maya.

En el Peten, el estilo se destaca porque hay mucha verticalidad y pesadez en las estructuras, mientras
que en otros lugares estas estructuras adquieren gran ligereza y elegancia. En el sudeste de la zona,
es la escultura la que marca la diferencia con el resto de la región. En la Península de Yucatán hay
lugares donde existen unas insólitas torres macizas, mientras en otros lugares de esta misma zona hay
hermosas construcciones palaciegas. También hay estructuras en las que predomina la horizontalidad,
pero en todos los lugares destacan las pirámides templarias.

– Estructura social y política


La familia extensa es el eje primordial de la estructura social desde los tiempos del formativo y esto
se mantiene, aunque de forma más compleja, durante el periodo clásico. Se mantiene el sistema de
parentesco patrilineal y patrilocal y sobre todo a principios del clásico, hay en algunas ciudades
dinastías hereditarias. Dentro de los grupos de parentesco, unos individuos ocuparían los cargos más
elevados en el desempeño del gobierno de la ciudad principal, mientras que otros miembros de la
familia, gobernarían y residirían en otros centros menores dependientes de la ciudad principal y
controlando actividades administrativas, económicas y rituales. En este tema son esenciales la
existencia de glifos que eran los emblemas representativos de cada familia y lugar importante e
informan de la supeditación de unos centros a otros. También había un grupo de especialistas y
artesanos que ocuparían niveles sociales intermedios siendo el escalón inferior el de artesanos que
fabricaban objetos o levantaban estructuras para las élites. Los que trabajaban la cerámica, la piedra
y la cestería, serian la capa inferior de este tipo. Por último los campesinos serian el elemento más
numeroso de la población y eran los que se encargaban de proporcionar alimento al mismo tiempo
que eran mano de obra para la construcción. Cabe pensar que apenas había movilidad social, porque
la ser el parentesco el eje del sistema, las posibilidades de ascenso social eran muy limitadas. La
realidad es que esto es difícil saberlo al no existir y no haberse estudiado abundantes jeroglíficos y
está muy limitada la información que nos ha llegado. Parece que en los palacios vivían gobernantes
que se rodeaban de auténticas cortes en las que había desde nobles de alto rango a sirvientes. La mujer
no tuvo un papel determinante en la vida social. No así en la vida privada y en las alianzas
matrimoniales en los distintos reinos.

– Cosmografía, conocimientos científicos y arte.


Desde el punto de vista cultural, la religión era el mecanismo que a través de la cultura lograba la
integración y control de la sociedad. Para los mayas el sistema de creencias fue el aglutinante que
unió a gentes muy jerarquizadas con distintas creencias y el modo de sancionar desigualdades
existentes. Todas tenían fundamentos comunes ya que en sus orígenes tenían o eran sociedades
agrícolas, por lo que sus dioses participaban de los mismos rasgos y características, sin que ello
suponga que siempre compartieran dioses como tales, sino conceptos y funcionalidades. La religión
se fue volviendo cada vez más compleja en paralelo con la propia sociedad maya y permitió a las
élites hacerse con el control de las grandes masas de población. Para ello fue inestimable la evolución
de los conocimientos científicos que con el tiempo seria una preocupación primordial.
El universo. Se dividía en tres niveles. En total con 17 capas, que se iban superponiendo. El más alto
era el celestial donde tenían lugar los fenómenos astrológicos. Debajo de eso estaba el mundo terrenal.
El mundo terrenal tenía 4 puntos cardinales que son los que conocemos y además un quinto punto en
el centro por donde pasaba el árbol sagrado o Ceiba que unía los tres planos. La Ceiba con sus ramas
tocaba el mundo celestial, el tronco atravesaba el mundo terrenal y sus raíces se hundían en el
inframundo, de forma que así los tres planos estaban comunicados. El inframundo era el lugar o
morada de los muertos por donde transcurría el sol durante la noche y estaba compuesto por 5 pisos
distintos. De forma que el sol llegaba a su ocaso y entraba por el oeste y al día siguiente amanecía
por el este.

El panteón. Era muy numeroso, aunque en muchos aspectos podía reducirse a un solo dios Itzamná,
siendo el resto de dioses únicamente interpretaciones de este. Los dioses podían tener de animal o
mezclar estas dos formas. Poseían normalmente un carácter dual y era dios hombre o dios mujer, etc.
Las deidades más importantes eran Itzamná, tanto en su aspecto femenino como masculino. También
eran importantes el dios Chac, equivalente a Tlaloc, Kukulkan y hubo otros muchos dioses. A esta
complejidad de dioses corresponden numerosos ritos tanto a nivel público como privado.
Dependiendo del nivel social de los individuos había actos muy ritualizados como era la muerte
además los entierros eran fiel reflejo de las diferencias sociales. El culto a los antepasados, sobre todo
de los linajes gubernamentales fue tanto que algunas sagas fueron deidificadas.

Algo profundamente unido a la visión cosmogónica y a las élites eran los conocimientos científicos,
las matemáticas, la astronomía y la escritura. Resultado de todo esto fue el control del tiempo, con un
elemento tan esencial como fue el calendario. Fueron capaces de dar una fecha de origen de su cultura,
que creían que había tenido lugar el 19 de Agosto del 3113 a.C y a partir de esa fecha se medían los
acontecimientos históricos. La observación astronómica estuvo unida desde tiempos tempranos a la
construcción de complejos arquitectónicos, conocidos como tipo E. Fue el primer tipo de construcción
que se detectó en Uaxactún y en él se tuvo constancia de este tipo de complejo arquitectónico en el
que había una pirámide con una escalinata en cada una de las caras sin un templo superior y en el este
una plataforma alargada que favorecía la medición en el tiempo de los solsticios. Las matemáticas
fueron de base vigesimal (de base 20), tenían el conocimiento del cero y los signos eran puntos y
barras, algunas figuras antropomorfas e incluso habría algunas figuras complejas que representaban
los números del cero al trece. Los números muy elevados entraban en unos nuevos parámetros y
conseguían representar cifras muy elevadas. La escritura jeroglífica es de unas características
complejas y expresión muy preciada de la cultura maya. Siempre estuvo controlada por las élites
gobernantes y estaba compuesta por signos pictográficos, logograficos y fonéticos formando una serie
de glifos de los que en la actualidad se conocen unos 800. Se hacía en cerámica por incisión en piedra
y pintura y es frecuente que en monumentos de piedra se encontraran mediante estelas, dinteles,
altares u objetos de menor tamaño. De gran interés son los códices, que son tiras de corteza de árbol
tratada, sobre todo de amate, que se plegaban como un acordeón y en las que se pintaba gran
diversidad de figuras, pero que desgraciadamente fueron gran objeto de destrucción por parte de los
españoles, lo que unido a su fragilidad y en la actualidad se conocen 4: códice de Madrid, París,
Dresde y el Grolier de Nueva York. Casi todos tienen anotaciones astronómicas de adivinación,
profecías y rituales, pero casi todos son del posclásico tardío.

En el arte maya del clásico hay esculturas exentas y objetos muebles. La temática es muy variada
aunque la presencia de gobernantes es recurrente, ya que eran un elemento de propaganda y casi
siempre aparece una figura profusamente adornada con los símbolos del poder y esta figura está
rodeada de escritura jeroglífica que identifica al gobernante, a su estirpe y al acontecimiento al que
quiere hacer referencia. Sin embargo los dioses están muy representados con un cortejo muy amplio,
como es el mito de la creación del mundo. La religión es creada en la sociedad y sus mecanismos de
dirección también. El origen de su conocimiento está en una serie de manuscritos indígenas como son
los libros de Chilan Balan, el Popol Vuh o libro del consejo que era propio del grupo de los Quichés
de Guatemala y también hay otro códice de Bacats o Ritual de Bacats. Todos o casi todos están
escritos en lengua maya con caracteres latinos. Muchos son posteriores a la conquista y dan cuenta
de los principales dioses. Estaban representados en relieves, escenas de cerámica, etc. de forma que
también se representaban sacrificios humanos, animales y plantas frecuentes. De estos sacrificios
humanos el principal sentido era ofrecerlos a los dioses para conseguir lluvias y mantener el orden
cósmico. Los oficiantes de estos sacrificios se purificaban previamente mediante sangrías, ayunos y
continencia sexual. Era frecuente que se perforaran la lengua, el lóbulo de la oreja o los genitales con
espinas de Maguey o de manta raya o dientes de tiburón. Con navajas de obsidiana, se hacían
profundos cortes en el cuerpo y la sangre se ofrendaba a los dioses en recipientes especiales para ello
hechos en cerámica. Los ritos funerarios eran muy variados e incluyen el sacrificio de acompañantes,
la conservación y tratamiento posterior de alguna parte del cuerpo y la ofrenda al individuo que muere
de vajillas, joyas, utensilios y cuentas o piezas de jade que colocan en las manos y en la boca. El
pueblo maya era un pueblo relativamente culto con variantes regionales, aunque los depositarios de
esta cultura solían ser la clase sacerdotal. Por tanto puede decirse que la cultura maya es esencialmente
intelectual sometida en casi todas sus formas a la influencia del clero. Sobre una base económica rural
se montó esta refinada cultura que mantuvo una cierta unidad y la continuidad de sus logros en virtud
de la solidaridad sacerdotal. En ciudades separadas por cientos de kilómetros, se usaba el mismo
calendario y se adoraban los mismos dioses, lo que se lograba gracias a concilios sacerdotales que se
celebraban para confrontar resultados científicos, corregir la cuenta de los años y otros aspectos
similares como está representado en algunos de los altares de Copan. Expresión de estos avances
científicos mayas es algunos aspectos de la ciencia. Como pueblo agrícola, tenían que tener una
cuenta exacta del paso del tiempo, de manera que pudieran prever cada momento exactamente en el
ciclo de cultivo. A esta exigencia le dio respuesta la ciencia que desarrollaron los sacerdotes, mediante
la minuciosa observación del cielo y la invención de un sistema matemático de extraordinaria
precisión. De forma que es muy difícil separar en la cultura maya el calendario de la aritmética.

El calendario se compone de dos tipos de cómputo de tiempo: uno que se guía con el sol, que tiene
365 días y otro que se rige por la luna y venus de 260 días. Ambos coinciden en sus comienzos cada
52 años, de forma que el de 260 días tiene 20 meses y el de 365 tiene 1 mes de facto de 5 días
repartiendo el resto en periodos regulares. Cada uno de estos días tiene un glifo que lo representa.
Además existía lo que se representa cuenta larga para hacer un cómputo más amplio del tiempo. El
calendario Tzolkin, tenía un nombre que se iba combinando del 1 al 13.

Mochicas: Costa Norte

– Desarrollo regional o intermedio temprano 50 a.C-600 d.C


Hacia el 50 a.C la fuerte influencia que Chavín había irradiado durante el periodo formativo sobre
parte de los territorios andinos, parece disminuir y deja paso a expresiones más libres de las culturas
locales. Así aparecen una serie de culturas de personalidad mucho más definida. Tanto en la sierra
como en la costa hay aumento demográfico y la agricultura tanto de cultivo de altura como de tierras
bajas será la responsable de esta estabilidad. En la Costa norte nos encontramos a los Mochicas y
tenemos que decir que el desarrollo de los valles costeros del norte del actual Perú, aparecen
vinculados al desarrollo de los señoríos mochicas de este periodo. Son conocedores de su propio
territorio y así controlaron y planificaron unas tierras llenas de nutrientes que los ríos andinos
proporcionaban antes de llegar a su desembocadura en el océano pacifico.

– Organización social-Asentamientos
Por todo ello es lógico que el nivel de organización social que alcanzan estas gentes todavía hoy sea
cuestión de debate. Parece que fueron señoríos, jefaturas o cacicazgos de alto nivel siendo el núcleo
con más poder significativo el valle del Chicama-Moche en el que se ha obtenido un elevado número
de informaciones gracias a los sistemas de enterramiento. Las tumbas excavadas tienen el ajuar con
contenidos muy variables que dan idea de que era una sociedad estructurada en clases muy
diferenciadas. Mientras que en los enterramientos de los altos señores se registraba una gran
complejidad de rituales, los enterramientos del resto de la población muestran una reducción enorme
en los presentes que acompañan al difunto, dependiendo claramente del rango social que habían
tenido en vida. Las élites moches estaban asentadas en los principales centros de poder y tenían o
realizaban numerosas ceremonias civiles y religiosas como actividades cotidianas. Para este objeto
había construcciones planificadas con minuciosidad con grandes dimensiones, con basamentos
troncopiramidales, sobre los que había edificios significativos entre los que había patios abiertos.
Todo ello demuestra que se pudo disponer de abundante mano de obra y especialistas que llevaron el
control y dirección de las construcciones. Los asentamientos que se han encontrado tienen un patrón
en el que se diferencian claramente los centros de poder que son verdaderas unidades de control en
contraste con un hábitat disperso en aldeas entre los campos de cultivo.

– Manifestaciones artísticas: cerámica.


Los mochicas se conocen sobre todo mediante el estudio y análisis iconográfico de sus
manifestaciones artísticas. Este arte se encuentra sobre todo en los frisos de estuco que decoran las
construcciones de los centros de poder y además en los trabajos de metal, madera, concha, hueso y
textiles, pero sobre todo en los objetos de alfarería. La alfarería moche ha sido una de las grandes
aportaciones que hace esta cultura a la historia de los andes centrales. Se han clasificado distintas
fases que tienen variación en las formas y en las asas de estribo. Estas vasijas siempre están hechas
por especialistas que se esmeraron en los llamados “vasos retrato”, que en realidad es el retrato de
individuos masculinos, generalmente de las élites que destacan especialmente por la fidelidad de las
expresiones. Estos son los llamados Huacos, aunque también hay cerámica hecha con molde. Las
representaciones que se hacen en cerámica son curiosas porque nos muestran costumbres cotidianas,
narraciones de dioses y sacerdotes, representaciones de ultratumba y de carácter festivo y lúdico.
Quizá lo más curioso son las representaciones eróticas.
Nazcas: Costa Sur

– Territorio y asentamientos
– Centros de poder
Durante el periodo formativo, la costa sur ya era conocida arqueológicamente por la fuerte tradición
cultural de nazca que era heredera de la cultura de Paracas. Se extiende por todo el rio Nazca, pero
va desde el valle del Chincha a Yauca en el sur ocupando varios oasis hídricos. Los poblados de la
cultura nazca aparecen dispuestos como unidades habitacionales con cubierta plana asociados a
espacios abiertos donde se realizaban los trabajos domésticos.

– Kahuachi
Poco se sabía de qué hubiera centros de poder en estos valles del sur, sin embargo en el valle del
Nazca a 28 km de la ciudad actual se encontró el mayor complejo encontrado hasta ahora en la zona
Kahuachi. Las dimensiones y distribución de este complejo nos muestran que fue un centro de poder
que controlaba posiblemente a los habitantes de los valles cercanos. Hay un total de 34 pirámides,
rampas y patios dentro de un recinto amurallado y todo es un conjunto realizado en adobe como es
típico de la arquitectura costera que se puede encontrar en la zona en la actualidad. Hay varios datos
que nos llevan a pensar que la cultura nazca ejerció su control mediante las armas como puede ser la
presencia de construcciones amuralladas que no solo aparecen en Kauhachi sino en otros lugares. En
la iconografía aparecen abundantemente guerreros y alusiones al combate. También en los restos de
Kahuachi se han encontrado algunas ofrendas como 20 cabezas de niño que pueden ser cabezas trofeo
asociados a la práctica de enfrentamientos o símbolos guerreros. La tradición de cortar cabezas y
mostrársela al enemigo en combate parece que fue una práctica habitual y más compleja de lo que
pudiera parecer estando presente la tradición tanto en culturas mesoamericanas como andinas y
pareciendo que la practica procede de la zona amazónica.

– Economía y creencias
Fueron pueblos agrícolas y completaban su economía con caza de mamíferos y aves y tomando del
mar todo lo que les resultaba provechoso. Hay que destacar que uno de los grandes aciertos
reconocidos de este pueblo incluso después por los incas fue el control de las aguas procedentes de
las filtraciones de los cauces de los ríos. Lo consiguieron con un sistema de canalizaciones en
superficie y subterráneos hasta 10 metros de profundidad mediante lo que almacenaban y distribuían
el agua destinada a los campos. Su mundo de creencias parece estar ligado a una gran cantidad de
espíritu muchos de ellos antropomorfos o zoomorfos que pueden ser seres alados cargados de
atuendos ceremoniales que aparecen representados en la iconografía.

– Arte
– Cerámica
La cerámica nazca adquiere gran protagonismo en esta época y representa como novedad la
representación de engobe y la decoración pre cocción.
– Textiles
El resto de las artes que tenían desde épocas anteriores no desaparecen y van adquiriendo calidad,
sobre todo en los textiles. Aunque siguen a Paracas, no tienen esa complejidad y siguen envolviendo
a difuntos formando fardos, que aparecen con una falsa cabeza
– Tablazos
Durante mucho tiempo la cultura nazca ha estado ligada a una gran incógnita que suponía la aparición
de figuras de grandes dimensiones representadas o dibujadas sobre las pampas del desierto. Estos
dibujos han estado sujetos a especulaciones de todo tipo. Están hechas en los llamados tablazos que
son amplias superficies endurecidas que permitieron la representación a gran escala de motivos
animales como el mono la orca, el colibrí... también representaciones de plantas o dibujos
geométricos que pueden llegar a ocupar más de 200 metros de longitud. Su gran tamaño ha hecho
que las figuras solo pudieran ser vistas desde el aire de modo que surge la pregunta de que como se
pudieron hacer y para que estarían hechas. Los últimos descubrimientos parecen relacionar el centro
de Kahuachi con algunas líneas, de forma que podía ser el lugar de rituales procesionales con algún
motivo astronómico que permitiera un mejor control de la agricultura de la zona, pero también se ha
supuesto que pueden suponer la identificación o conocimiento de vías de agua subterránea.

En un proceso de dos o tres siglos, la cultura nazca entro en un proceso de debilitamiento que no se
debió a ocupación militar sino a los procesos de desertificación en los que la costa sur se vio sometida.
Tema 5
El periodo Posclásico

Los Toltecas

– Deambular hasta Tula


Este pueblo era de lengua náhuatl y ya está presente en las tradiciones históricas que se recogieron
en tiempos de la conquista española. Una de las fuentes que podemos usar para el estudio de este
pueblo es la historia tolteca chichimeca, que ha sido fundamental a la hora de reconstruir su historia
y su cultura. Existen pruebas de que hubo algunos pueblos pertenecientes a los toltecas que estuvieron
relacionados culturalmente y políticamente con Teotihuacán y que convivieron entre el 600 y el 900
d.C. Este pueblo se estableció en el norte de México y era un puesto avanzado de forma que protegían
la frontera de los denominados en general chichimecas, que eran bárbaros del norte generalmente
recolectores y cazadores. Es posible que este pueblo se impusiera militarmente sobre Teotihuacán en
torno al 750 y cuando se asentaron crearon un imperio de pequeños estados gobernados por un lugar
central que era Tula. Tula también pudo ser el lugar donde se asentaron algunos supervivientes de
Teotihuacán. Este pueblo que procedía del norte y que fueron ocupando los puestos avanzados, parece
que cuando conocieron la caída de Teotihuacán, quisieron regresar a lugares que en un principio
habían sido los suyos propios y la tierra de su origen cultural, que era México central. De hecho hay
testimonios que relatan el deambular de los toltecas antes de asentarse en ciudades que habían sido
de origen Teotihuacano. A través de un manuscrito, se sabe que un líder llamado Mixcatl los dirigió,
se dirigían hacia otros lugares, pero guiados por Quetzalcóatl se asentaron en Tula en torno al 960
d.C. Poco después una facción del pueblo dirigida por un sacerdote de Tezcatlipoca se enfrentó, lo
venció y le expulso de la ciudad. Tula desde este momento adquirió dominio político sobre un vasto
territorio hasta que en 1156, los Toltecas decidieron su traslado Chapultepec. Con el seguidor de
Tezcatlipoca muere la dinastía de los reyes toltecas.

– Tula
La ciudad central de los toltecas fue la ciudad de Tollan o Tula que se localiza en la actual ciudad de
Tula de Allende en el estado de Hidalgo. Esta capital con el tiempo se convirtió en un importante
centro y su nombre significaba metrópolis, que era lo que pretendían los toltecas al construir una
nueva ciudad monumental. La construcción de la ciudad tras una etapa como pequeño asentamiento
dependiente de Teotihuacán se inicia hacia el 650 d.C y surge como un núcleo político y es conocido
como Tula Chico, consolidándose ya como gran ciudad en el año 1000, en que tenía en torno a 13Km2
y vivían entre 32.000 y 37.000 personas. El núcleo de esta ciudad político, administrativo e ideológico,
se organizó en torno a un área ceremonial en que se erigió el templo del sol al este y el templo de
Quetzalcóatl al norte. Las dos deidades básicas de la ideología tolteca que recuerdan a Chichen Itzá.
Junto a estos, estaba el palacio quemado que era una estructura de techo plano sostenida por pilares.
Los templos tienen decoración de talud y tablero y estaban rodeados en algunas zonas de su perímetro
por un muro decorado con serpientes y jalonado con paneles tallados con jaguares, pumas, águilas
devorando corazones y coyotes. En la plaza principal se localiza el más grande de los 6 juegos de
pelota hallados en la ciudad y fuera de esta zona alrededor se distribuyen gran cantidad de grupos
domésticos cuya estructura y organización recuerda a los conjuntos que había en Teotihuacán. Una
de sus grandes aportaciones a las normas arquitectónicas mesoamericanas por parte de esta cultura
fue el empleo de esculturas antropomorfas que sostenía con la cabeza el techo de una habitación
logrando así un gran espacio interior. El ejemplo más típico es el de los atlantes que son figuras de
4,60 metros de altura, aunque también construyeron con columnas en forma de serpiente emplumada
con la cabeza en el suelo y la cola hacia arriba de forma que estas sostenían un dintel que era la
entrada a una habitación.
– Cultura
La cultura tolteca se caracteriza por el trabajo de metales que no apareció en Mesoamérica hasta
finales del clásico. También la introducción del arco y la flecha y restauran el culto que había en
tiempos de Teotihuacán. Hay algunos textos escritos en Nahuatl contando que cuando Quetzalcóatl
era joven, se retiró Huapalcalco para meditar. Allí fue escogido por los toltecas para que fuese su
gobernante y sumo sacerdote y muchos otros pueblos aceptaron su gobierno. Según los aztecas, los
toltecas eran los “artífices de las cosas bien hechas”, los “creadores de las artes en general” y de la
“orfebrería en particular”. De hecho la palabra tolteca significaba en lenguaje azteca artista. Junto a
las esculturas también se encontraban el famoso Chat Mool que representaba a un hombre joven, semi
recostado sobre la espalda, con las piernas flexionadas y sosteniendo con sus manos un recipiente
sobre su abdomen. La cabeza la tenía erguida y casi siempre volteada a un lado. Es muy posible que
la influencia cultural de este pueblo se impusiera en Mesoamérica a finales del clásico y en el
posclásico.

– Expansión
Ya hemos visto que hay una visión semi legendaria que retrata a Tula como la cabecera de un vasto
dominio político que se dio en el centro de México. Parece que dio lugar a un estado semi imperial,
de carácter multiétnico y multilingüístico. Era gente eminentemente guerrera, pero la arqueología ha
matizado en parte esta impresión y se ha podido comprobar que su expansión se da sobre todo por el
norte hasta entrar en contacto con los chichimecas. Por el sur se extendieron hasta el estado de
Zacatecas y llegaron al sureste de Yucatán. Su relación con los mayas ha sido muy discutida y dado
lugar a distintas opiniones. De hecho, y es real, dieron lugar a una cultura que domino el centro de
México hasta el siglo XII, que su lengua el Nahuatl se impuso en todo Centroamérica, pero en su
historia no está clara, porque está envuelta en mitos. También se habla de que hubo emigraciones
hacia el sur, hacia Veracruz donde derrotaron a los mayas, pero no se puede olvidar la influencia y
filiación tolteca en Chichen Itzá, donde hay numerosos paralelos con las construcciones de Tula.

– El final
El último periodo de la historia tolteca se dio en Yucatán bajo la hegemonía de la ciudad de Mayapan,
donde se establecieron en el 987 y posteriormente en Uxmal en el 1007 formando una liga entre las
tres ciudades. La ciudad de Mayapan, en contraste con otras ciudades del clásico, se caracteriza por
tener una gran plataforma urbana cerrada por un muro. Esta liga de Mayapan se disolvió en el 1450
y hasta la llegada de los españoles hubo 16 señoríos en esta zona, independientes. En Guatemala
durante el periodo de influencia Tolteca se formó el reino más importante de la región, el de los
Quiches (mayas con influencia tolteca), que alcanzó su mayor expansión poco antes de la conquista
española. De esta región ha sobrevivido un relato que es el más importante de la metodología indígena
que es el Popol Vuh o libro del consejo. Tanto en Guatemala como en Yucatán, la influencia de los
toltecas del centro de México alcanza a los idiomas mayenses que aceptaron un gran número de
palabras en Nahualt. Tula decae a finales del siglo XII en que es destruida casi por completo, aunque
no quedo la zona totalmente despoblada. De todas formas para estos momentos ya se habían
desarrollado otros centros de poder y la capital tolteca había quedado en posición poco favorable. Es
cierto que en su decadencia dejo un halo de prestigio y poder que sirvió para que los linajes y familias
del posclásico reclamaran ser sus descendientes por ser una de las ciudades más poderosas de la etapa
prehispánica. La causa de la decadencia no está clara. El hecho es que algunos restos arqueológicos
de la ciudad muestran que algunos monumentos fueron destruidos a propósito. Según las tradiciones
ya históricas parece que hubo conflictos entre distintos dioses que dieron como resultado la salida de
Quetzalcóatl hacia la costa del golfo de México y que allí desapareció en el mar. El hecho es que la
ciudad fue abandonada, la zona se despobló y casi todo el espacio fue ocupado por pueblos de cultura
cazadora llamados chichimecas. Algunos de estos chichimecas eran cazadores, se vestían con pieles,
eran recolectores y carecían de cerámica.
Los mayas de Yucatán (909-1697)

– Asentamientos
Tras la decadencia de los principales centros mayas clásicos, la población se concentra en el centro y
norte de Yucatán y la región de los lagos del Peten, quedando deshabitada la zona maya que había
protagonizado la civilización clásica.

– Características
Paralelo a ello, se desarrollan un programa secularizador que se refleja en una arquitectura menos
suntuosa indicando que el poder divino de los reyes del tiempo clásico había quedado obsoleto. En la
ciudad de Chichen Itzá se introducen interesantes innovaciones y se convierte en un arquetipo que
caracteriza al posclásico siendo, junto con Tula, los dos centros más poderosos de Mesoamérica en
estos momentos. Los agentes o la población activa de esta transformación que se da en Chichen Itzá
fueron unos mayas llamados Itzá cuya estrategia expansionista se fundamenta en una serie de
programas que incluían alianzas matrimoniales, control comercial con el exterior y de manera
especial las conquistas militares. La tradición oral recogida en documentos escritos a partir del XVI
enfatiza la relación de procesos ocurridos en todas estas regiones mesoamericanas y diseñan una
historia común. Cabe dudar de la veracidad de esta información, pero siempre relacionan a Tula y
Chichen Itzá, hasta el punto de sostener que un grupo de dirigentes toltecas, que llevaban al frente a
Quetzalcóatl que sale de Tula en el 987, año en que aparece en la zona de Yucatán de nombre Cuculcán,
que en mayense significa serpiente emplumada.

– Influencias toltecas
Tenemos que decir que hay contemporaneidad en estas dos culturas de forma que la arquitectura
tolteca se manifiesta en edificios mayas siendo singularmente importante el juego de pelota y el
caracol. En el primero hay paredes verticales y anillos en forma de serpiente mientras que en el talud
inferior hay escenas que recuerdan las toltecas. El caracol, que es de planta redonda, pudo ser un
observatorio relacionado con el ciclo de Venus. Las crónicas sostienen que la hegemonía de Chichen
Itzá declina en 1221 y que su poder es ocupado por Mayapan cuyo gobernante saqueo Chichen e
impuso un nuevo orden que va a permanecer 250 años.

– Mayapan
Según Diego de Landa en su Relación de las Cosas del Yucatán, que Mayapan era un centro
amurallado de 4 km y ½ de extensión que pudo albergar 4150 edificios y 15.000 habitantes. Los
gobernantes de Mayapan obligaron a que todos los nobles campesinos se asentaran en la ciudad a fin
de controlarlos políticamente y conseguir los tributos de estos aliados. La realidad es que Mayapan
fue una copia de menor identidad que Chichen Itzá como se manifiesta en sus edificios más notorios
la ciudad decayó en 1446 posiblemente a causa de una conspiración interna, de las excesivas cargas
tributarias y de la falta de libertad a la que se le imponía a la nobleza nativa. En 1450 la ciudad fue
saqueada y abandonada. Con ella decayeron los centros yucatecos más importantes produciéndose
una fragmentación política en reinos autóctonos. A la llegada de los españoles, en el XVI, Yucatán
estaba dividida en distintos reinos independientes produciéndose un pequeño florecimiento en los
centros de la costa mediante el comercio que alcanza prosperidad.

Las Culturas de Tiahuanaco y Chimú

En torno al lado Titicaca se desarrollan una serie de culturas teniendo el lago un papel fundamental
como generador de estas culturas cuya influencia se extendió en todas las direcciones convirtiéndolo
esta zona en un área cultural por sí misma. Está en una meseta con una altitud de 3482 m. Su clima
es frio y seco pero la presencia del lago atenúa el clima consiguiendo que su ecosistema sea único en
los Andes. Su potencial alimentario es muy notable, ya que en las orillas del lago podemos encontrar
plantaciones de totora, que además de servir de materia prima para la construcción de canoas y
viviendas conseguía que el lugar fuera muy idóneo para que allí anidaran más de 40 especies de aves.
Las aguas del lago contienen una gran variedad de peces de unas 23 especies. Además se da la
conocida rana del Titicaca, utilizada para fines mágicos y consumo. Uno de los mayores potenciales
que la zona del Titicaca supo aprovechar fue la domesticación de camélidos ya que en toda la región
hay pastos naturales. Los habitantes de este medio casi llegaron al techo agrícola y fueron capaces de
desarrollar una agricultura estable basada en el control de las aguas mediante canalizaciones y un
sistema de cuencas artificiales que les permitía una agricultura intensiva. Junto a esto, los campos se
convertían en camellones que son montículos con 2 vertientes a los lados, lo que permitía controlar
los fríos nocturnos e ir contra la perdida de las cosechas. Además las andanadas o bancales permitían
que se diera el cultivo en extensas áreas de terreno que estaba en pendiente y que de otra forma no se
hubiera podido cultivar

– Tiahuanaco y Wari
Aproximadamente en el 600 a.C puede ubicarse el comienzo de lo que se conoce como horizonte
medio, que es el segundo gran momento unificador de los andes. Chavín había sido el estilo unificador
del primer momento y ahora se va a dar con la expansión de los estilos de Tiahuanaco y Huari (Wari).

– Situación y recursos
Tiahuanaco ocupa una zona elevada, aproximadamente 4000 m y su centro principal que tiene igual
nombre tiene restos arquitectónicos notables, algunos en piedra anaranjada, edificios megalíticos
como Kalasassaya o al Puerta del Sol y también puertas redondas o cuadradas llamadas Chullpas que
servían de morada o lugar de entierro. Su cerámica es policromada con motivos mitológicos y
geométricos de forma que los primeros parecen relacionarse con los relieves que hay en la puerta del
sol. La sociedad de Tiahuanaco era claramente teocrática. Su poder residía en centros ceremoniales
que eran verdaderos aglutinadores de todas las actividades juntas y los motivos decorativos que
aparecen en esta cultura nos hablan de una fuerte centralización, un oficialismo y del importante papel
que lo cruento y bélico tuvieron en el pensamiento y en la vida de estas épocas. En el aspecto agrícola
la región de Tiahuanaco se caracteriza por la existencia de una gran variedad de plantas de alto valor
nutritivo que forman un conjunto denominado complejo cordillerano. Hay tubérculos como la papa,
la oca, el olluco... que pueden conservarse tanto deshidratados como hechos harina. También hay que
citar otros productos de distintos climas como el maíz o la coca pasando por el algodón que aunque
pudieron adquirirlo por comercio o tributo estuvo presente en las culturas de Tiahuanaco, sabiendo
aprovecharlo aunque procediera de otros pisos ecológicos pertenecientes a territorios ajenos. Las
posibilidades alimentarias se ven alimentadas por productos lacustres y por ganadería de auquénidos
que proporcionaban carne de alto contenido en proteínas y lana que era materia indispensable para la
industria textil. La actividad industrial era la tercera fuente de riqueza y contaba con productos de
importación sobre todo la lana además de cobre y algunas piedras semipreciosas como las turquesas
y el lapislázuli.

Muy relacionada con esta cultura está la cultura Huari. Que marca el punto clave en el proceso cultural
andino y que se identifica con la definitiva consolidación del urbanismo. Su primera gran ciudad se
identifica con un gran núcleo que deja sentir su influencia en la mayor parte del área central andina
que controlo durante 300 años. A finales del periodo intermedio, existían en la región de Huari, na
alta densidad de población de forma que su distribución y forma administrativa se daba en núcleos
no muy extensos que no diferían en nada de otros centros de la región centro andina. Al iniciarse el
horizonte medio, comienza un periodo de aglutinación de población en el centro urbano de Huari, lo
que también supone una concentración administrativa. Este hecho ha permitido identificar a Huari
como el verdadero primer estado andino que evidencia una organización jerárquica muy centralizada
un sistema militar rígido además de una corriente de intercambio y distribución de bienes y servicios
extraordinariamente fluida lo que lleva a pensar en un gobierno multiregional. La organización guari,
con su amplia esfera de influencia, fue un claro antecedente del sistema incaico, en el que se
combinaban un sistema centralizado y otro regional dirigido por las élites locales y que respetaba las
zonas sometidas. La similitud entre el sistema de huari y el inca aumenta si también tenemos en
cuenta el método de expansión mediante conquista militar y el mantenimiento de los territorios
dominados por medio de la creación de enclaves locales conseguidos con el traslado de poblaciones
complejas de unos enclaves a otros así como la colocación de guarniciones militares. Hay algunas
etapas en que se da vitalización de esta cultura que sobre todo se debe al establecimiento de relaciones
estrechas y muy directas con la costa sur andina. Basadas sobre todo en el intercambio de materias
textiles tintóreas y otros productos y bienes, sobre todo productos alimenticios. La existencia de estos
contactos se detecta principalmente en la cerámica, en la que se puede apreciar la influencia nazca
que viene a coincidir con un aumento de población. Posteriormente también hay influencia de
Tiahuanaco debido a que hay enclaves de esta cultura en este imperio huari, pero también se puede
dar que sea simplemente la imitación de motivos religiosos que se dan porque algunas gentes han
visitado Tiahuanaco y han copiado sus diseños. El hecho es que aumenta la alfarería que puede
asociarse a un grupo social en ascenso que copio la iconografía de Tiahuanaco, pero matizada con
elementos sangrientos, terroríficos y bélicos, como colmillos, calaveras, degollamientos, hachas, etc.
También en este momento hay en huari un nuevo patrón urbano en el que se da mayor densidad
habitacional.

– Origen y construcciones. Kalasassaya


– Arte
– Cerámica
– Tejidos
– Madera

– Cultura Chimú

– Origen e historia
Intermedio tardío. En esta etapa el desarrollo de las culturas andinas, se corresponden en su mayoría
con el desarrollo de grupos de jefaturas, jefes o señoríos de mayor o menor complejidad social, que
identifican a su jefe con el nombre de Curaca o Capac, de ahí el nombre de curacazgos con el que
algunas veces se les conoce. El mayor núcleo de poder parece concentrarse en la costa norte peruana,
en los antiguos territorios mochicas, de forma que aprovechando su herencia aparece la cultura chimú.
Los chimús extienden su territorio fundamentalmente por las tierras bajas también llamadas yungas
del norte del Perú, aunque sin duda mantuvieron relaciones sobre todo comerciales con los valles del
altiplano de Cajamarca. Su historia se ha recuperado tanto por las crónicas del padre Calanda y la
crónica de Cabello Balboa, como por las evidencias arqueológicas que han dejado. Su lengua, la
yunga, posiblemente ya se hablaba en tiempos remotos como una manifestación de su fuerte tradición
local.

– Chanchan
Su capital fue Chanchan que estaba construida en adobe y fue un centro de poder con toda la
complejidad que ello suponía. Los ritos funerarios han permitido que se hayan encontrado un gran
número de objetos que nos confirman sus avances en la tecnología del metal. También en la
confección de tejidos de plumas y en la manufactura de cerámica madera o hueso. En general todo el
arte chimú nos da idea de un refinamiento estético muy acentuado que fue muy valorado y reconocido
por los incas en su proceso de expansión. Las fronteras de la tierra que ocuparon todavía plantean
dudas. Chanchan, según la leyenda parece que fue fundada por una dinastía de reyes, 7 en total, que
procedían del otro lado del mar y que se fueron sucediendo hasta llegar a Michansaman, el último
antes de ser conquistados por los incas. El gran momento de expansión de los chimús se dio hacia el
año 1300, consiguiendo ser uno de los mayores asentamientos de la historia andina prehispánica.
Parece que Chanchan llego a tener 200.000 habitantes distribuidos en 3 sectores diferentes: ciudadelas
o palacios, en la parte central, construcciones menores o barrios en el suroeste y grandes recintos en
el norte. Toda la ciudad está diseñada según una distribución en recintos amurallados de gran altura,
hasta 9 metros lo que le confiere a la ciudad un aspecto laberíntico y defensivo. Los muros, que son
de adobe, en algunos lugares están decorados en bajorrelieve con motivos geométricos o relacionados
con el agua como pueden ser peces, aves marinas, caracoles, etc. Algunos sectores se sabe que
estuvieron coloreados porque quedan restos de pintura. En realidad es un conjunto complejo que
incluye habitaciones, depósitos de agua, almacenes, corredores, plataformas piramidales,
enterramientos, incluso algunos huertos que están rehundidos y todo ello refleja su conocimiento y
adelanto urbanístico, pero también el gran control sobre la mano de obra, que emplearon en estas
construcciones.

– Economía y creencias
Esta cultura desarrollo otros centros aparte de Chanchan, pero desde ella se controlaba toda la
distribución de excedentes e intercambios y de ello sus gobernadores acumulaban riqueza y
afianzaban su propia dinastía. El grueso de la población permanecía dispersa en aldeas junto a los
campos de cultivo que eran la principal base económica de los chimús. El control de las aguas y de
la producción en los fértiles valles costeros que habían llevado los mochicas, fue la clave para la
producción agrícola de los chimús. Otro recurso complementario era la caza de venados y lobos, junto
con la pesca que se caracterizaba por el uso de embarcaciones conocidas como caballitos de totora y
el empleo de aves marinas que mediante unas técnicas de atadura en el cuello impiden que se traguen
los peces.

Las grandes celebraciones y cultos también se controlarían desde Chanchan, aunque sabemos que las
creencias de los grupos sometidos fueron generalmente respetadas. La luna era venerada y el mar
tenía un papel importante, seguido por el culto a los antepasados, las constelaciones, las estrellas y
las montañas. Todos estos dioses recibían numerosas ofrendas entre las que se incluían los sacrificios
humanos. El hecho es que en las excavaciones de las plataformas funerarias de Chanchan se han
encontrado unos 300 individuos, la mayor parte mujeres jóvenes y sabemos que entre los privilegios
de algunos pueblos conquistados por los incas estaba el de enterrar a algunos dirigentes con
acompañantes femeninas. La sociedad chimú estaba muy jerarquizada y las clases principales: élite,
clase media y pueblo, estaban bien definidas. En este sentido los sacrificios humanos marcarían las
divisiones entre unas clases y otras y además la condición de mujer condicionaría que las decisiones
políticas y religiosas las tuvieran como primer objeto a la hora de intercambios alianzas y sacrificios.

– Sociedad
– Arte
– Objetos de metal
Los chimús fueron los grandes orfebres del momento. Su vinculación con las culturas de los andes
septentrionales permitieron que conocieran técnicas muy sofisticadas y que conocieran materias
primas como el oro, la plata, el cobre y algunas aleaciones o tumbagas. Además aprendieron la
fundación y el trabajo en frio mediante el golpeo. Este repujado se hacía sobre moldes de madera y
se hacían incrustaciones de turquesas o conchas. Pero no podemos olvidar que cerca estaba
Lambayeque donde se dio la cultura Sicán y donde se hicieron piezas verdaderamente magnificas que
por mucho tiempo se han considerado chimús, hasta que se han hecho estudios más profundos. Es un
hecho que los chimús valoraron y copiaron muestras de esta cultura donde destacan los tumis o
cuchillos ceremoniales, compuestos por una representación antropomorfa a modo de mango y una
hoja curva para el corte. Se pensó que se hacían solo en la cultura chimú aunque después se ha visto
que procedían de Sicán. También se hicieron vasos para libaciones, máscaras funerarias y guantes.

– Textiles
Los textiles han sido difíciles de investigar porque debido al clima se han destruido, pero se hacían
con hilos de algodón y lana. También se empleaban plumas, que se empleaban también en mantos,
coronas o tejidos.

– Cerámica
Tenía tradiciones locales y se hacían vasijas de panza con asas de estribo y algunas con molde pero
destaca sobre todo el sistema de paleteado que consistía en darle con una paleta a la vasija antes de
la cocción y además también el sistema de reducción que era embadurnarlas con una sustancia que al
cocerlas hacia aparecer de un color gris oscuro que parecían metales.

– Madera
Material en el que se esculpían figuras antropomorfas, cortejos funerarios, bastones de mando, etc. y
donde se hacían incrustaciones de nácar, se grababan o policromaban.

Los incas llegaron a un momento de desarrollo y procedentes del Titicaca consiguieron extenderse
hacia el norte e imponerse sobre el rey de Chimú, aunque no se sabe exactamente la fecha de la caída
de Chanchan. El cronista Cieza de León, nos habla de la dificultad de los incas para someterlo y la
valentía de este pueblo ya que su potencia militar era prácticamente igual a la del pueblo inca.
Tema 6
La Confederación Azteca

1) Orígenes y organización política.




2) Sociedad y Economía

Todos los macehuales tenían derecho a su parte. Había otro tipo de tierras cuyos productos se
destinaban exclusivamente a un uso como podían ser mantener la guerra o tierras para el templo.
Todos los aztecas tenían que prestar servicio y tributo. En el caso de los macehuales, trabajo y tributo
en especie. En el caso de los nobles servicio a la administración y prestaciones en la guerra. Las tierras
destinadas al sostenimiento de instituciones públicas y al sostenimiento de nobles y funcionarios, por
lo general se trabajaban al completo con las prestaciones de los macehuales. Los aztecas podían
poseer la tierra por distintos sistemas. Por ocupación directa, por conquista o por la asignación del
rey. Dentro del calpulli también podía ser por herencia y solo en muy pocos casos por compra venta.
La familia que se dedicaba al cultivo domestico era una unidad productiva que atendía sus propias
necesidades, aunque estaba inserta en la economía publica, por medio de la distribución de la tierra y
de la imposición de prestaciones. Las tierras de los pueblos, repartidas entre los calpulli o barrios, se
distribuían como parcelas familiares y se exigía a la familia el cultivo efectivo y el pago de tributos
y servicios. Para atender las obligaciones que los calpulli tenían, dentro de cada uno había un jefe que
administraba las tierras y organizaba las actividades. De forma que mantenía el control de las tierras
y su distribución, pudiendo decidir si había cambios de atribución. En los grupos domésticos, regia
la división sexual del trabajo. Normalmente el hombre se ocupaba del cultivo y de casi todas las
artesanías. La mujer se ocupaba de la cocina, la molienda, el cuidado de los niños y de hacer el hilado
y el tejido. De forma que la familia formaba una unidad de producción en la que se combinaba la
agricultura, trabajos domésticos y artesanía.

En artesanía había especialistas en trabajos variados, pero destacando los que trabajaban la obsidiana,
en producir sal o papel, conocido como amate, construir canoas y sobre todo eran muy apreciados los
artesanos que hacían trabajos de plumas. Entre estos unos vivían en las ciudades y otros dentro de los
palacios donde producían objetos de lujo. El estamento dominante, dedicado a algunos aspectos del
gobierno, en gran parte se nutría de la tierra que se atribuía a los señores y de los servicios que
prestaban los macehuales. Este estamento dominante era el dueño de dos tipos de tierra: la tierra que
estaba adscrita a un puesto como podía ser la tierra de los jueces o la tierra del rey y esta tierra se
transmitía a su sucesor quien no necesariamente era su descendiente. Otras tierras se recibían o
dependían o estaban junto con el rango de noble y estas tierras además de heredarse se podían vender.
Muchas de estas tierras estaban trabajadas por macehuales que recibían una parcela para uso familiar.
Otra parte de la producción que dependía del trabajo y tributo de los macehuales eran las obras
publicas. Para ello se organizaban en cuadrillas de base vigesimal, se organizaban por oficios y había
algunos macehuales dedicados exclusivamente a esto y otros que formando parte de un calpulli
dedicaban algunos días a estas prestaciones. Las prestaciones de los macehuales, variaban por
regiones. En algunas regiones tributaban por cabeza, mientras que en otras regiones la base para exigir
las prestaciones era la extensión de la tierra que estaba en poder del tributario. Tributaban en especie
y en trabajo. El pago en especie predominaba entre los mercaderes, artesanos y labradores. Otros, lo
hacían en trabajo agrícola eminentemente o en obras públicas. El tributo, que se entregaba en especie,
se acumulaba en los almacenes reales de donde salía para hacer regalos a los señores extranjeros,
“divisas”, entregas y adornos a los guerreros distinguidos y la comida que se repartía al público en
general en algunas solemnidades. También era muy frecuente que nobles y señores repartieran
productos como señal de distinción.
El mercado o cianguis, abarcaba un sector importante de la economía. Había importantes mercados
y mercaderes en las ciudades en las que se vendía y compraba todo tipo de productos, pero este
comercio estaba muy controlado, se hacía en la plaza, el precio de los productos estaba fijado por las
autoridades y también los impuestos que se pagaban. Se hacían intercambios en forma de trueque,
pero también había algunos bienes que se usaban como medio o moneda de cambio. La pepita de
cacao se utilizaba como moneda de bajo valor, las mantas con valor medio y el oro y las plumas como
valor excepcional. Había muchos productores que vendían e intercambiaban sus propios productos,
pero también había intermediarios y mercaderes profesionales o pochtecas que realizaban mercado a
larga distancia, que tenía un gran papel económico y una función muy importante en la vida política
y ceremonial fuera del señorío, porque además de su papel mercantil podían ir como embajadores
agentes de su soberano y ejercían funciones de espía. De manera que estos comerciantes o pochtecas
eran una importante fuente de información para la preparación de las campañas militares, y el ser
maltratado o muertos por señores extranjeros era suficiente justificación para declarar la guerra.

Sociedad

En la estratificación social mesica, se combinaban los principios de adscripción hereditaria movilidad


social. Había y además mediante la filiación étnica o atcalpulli se podían tener distintos niveles u
ocupaciones de distinto rango. Como algunas medidas, se permitía la movilidad social que podía un
individuo pasar de noble a plebeyo y viceversa. Había diferenciación social y “estamento”. Había dos
estamentos hereditarios, diferenciados fundamentalmente que era el estamento noble y el estamento
de la gente común el estamento noble comprendía tres grados:

Primero, los grandes o señores, también conocidos todos ellos con el nombre simplemente de nobles,
que eran conocidos como pilli. Este grupo disfrutaba de una serie de privilegios propios de la clase
dominante y controlaban los medios de producción y los órganos de gobierno. Los plebeyos o gente
común, conocidos como macehuari o macehualpin en plural, y que los españoles conocieron como
macehuales. Este grupo estaba bajo el gobierno de los nobles y se ocupaba principalmente y se
ocupaba de la producción de bienes materiales, sobre todo de la agricultura. Se requería tributos y se
les prohibía usar prendas de lujo propias de la nobleza. En esta sociedad el grado más alto era el del
rey sobre todo los reyes de Technotitlan, Tecoco y Tlacopan, bajo los que había otros reyes de
ciudades dependientes. Tenían funciones militares y religiosas. Tenían derecho a recibir productos y
servicios de la gente común así como los productos de las tierras adscritas a su cargo.

En Segundo grado eran nobles, normalmente los señores. Eran tetecutin (?) y por este título se sabía
que intervenían en la función política y ceremonial y eran del grupo étnico que gobernaban. Podían
tener su propio palacio o casa señorial y disponían de tierras y macehuales. Además formaban parte
de un círculo de parientes normalmente nobles que le reconocían al jefe un prestigio y participaban
en sus actividades. Tanto estos señores o los reyes de ciudades dependientes antes de asumir el titulo
tenían que pasar un periodo de ceremonias religiosas que culminaban con la celebración de una gran
fiesta en la que recibían y acumulaban gran cantidad de bienes.

El tercer grado o nobles en general, era el de los pilli. Normalmente estaban relacionados con algunos
de los señores, era la nobleza en general y de los grandes señores podían recibir bienes en especie o
bienes en forma de tierra. Sus tierras se llamaban pillalli, las podían trabajar macehuales y este grupo
tenía obligación de prestar servicio a los grandes señores y al resto. La gente común podía pasar a
formar parte del sector de la nobleza sobre todo por méritos de guerra y se llamaban cuaupilli (?).
Estos meritorios, estaban libres de pagar impuestos y tributos, recibían tierras a formar parte del grupo
de los grandes funcionarios. Este honor podía ser hereditario o no. era frecuente que los miembros de
los tres grandes grados del estamento dominante estuvieran emparentados por parentesco y que entre
ellos hubiera diferencia entre los hijos de mujeres legitimas que recibían más reconocimientos y
honores y de concubina. El rango de un noble, dependía del rango del padre como de la madre y era
muy frecuente entre la nobleza la poliginia. Podía darse el caso de que las distintas mujeres de un
señor tuvieran rangos parecidos, pero también distinta categoría dependiendo del nivel del padre, la
categoría del lugar de origen y de la manera en la que se concertaba el matrimonio. El uso más
prestigioso para que un matrimonio tuviera un reconocimiento social era que el padre del novio
concertara el matrimonio mediante un casamentero siendo así reconocida la mujer como mujer
legitima. El matrimonio se solemnizaba en una ceremonia en el que se ataban los dos vestidos de los
dos novios y era un matrimonio acreditado y con total reconocimiento. Sin ese ceremonial se solían
tomar por mujeres personas de nivel inferior y su hijos no solían alcanzar puestos relevantes. Cuando
había una mujer principal, se solía escoger por razones de estado para establecer alianzas con otros
señoríos o afianzar la posición política del señor. Así se establecían o se podían establecer varias
alianzas matrimoniales al mismo tiempo. El matrimonio se permitía entre parientes excepto entre
hermanos y padre e hijos. Para alcanzar puestos de gobierno o importantes dentro de la sociedad,
tenían más reconocimiento los vínculos por vía de varón. Entre los macehuales, se solían dar las
uniones de hecho, que pasado un tiempo tenían reconocimiento legal. El gran núcleo de la población
o de la sociedad, eran los macehuales. Todos estaban obligados a pagar tributos y servicios personales.
Se organizaban en calpulli, que repartía entre sus distintos miembros la tierra, aunque también había
tierras en común ya que colectivamente eran los responsables de abonar productos y servicios.
También en este grupo había cierto grado de diferenciación. Aunque todos recibían la parcela familiar
del fondo común del calpulli no todos disponían de la misma cantidad de tierra. Entre los plebeyos
destacaban los artesanos, que normalmente pagaban su tributo y prestaban servicio especializado. Por
ello en algunas ocasiones estaban organizados en grupos tributarios que no formaban parte de la
generalidad de los labradores para pagar los tributos. Otra diferenciación importante procedía de la
naturaleza de las personas a las que se destinaba el tributo ya que unas prestaciones eran requeridas
para el cultivo de la tierra y otras para otros menesteres. A los nobles se les solía pagar el trabajo en
parte de la cosecha de la tierra encomendada a parte de brindarles servicio doméstico. Estos
macehuales no tenían que pagar tributos ni servicios al rey puesto que lo prestaban a un noble, pero
no quedaban excluidos del ejército. Para las prestaciones, los macehuales se podían organizar en
cuadrillas de 20 hombres que tenían al frente un cabecilla o jefe, formando grupos de hasta 100
hombres que tenían al frente un jefe superior. Cuando el macehual alcanzaba los 52 años quedaba
libre de tributos y servicios y dentro del calpulli tenía una posición importante porque le consultaban
asuntos importantes y también desempeñaba su papel en las ceremonias religiosas.

También había esclavos o tlacotli. El caso más habitual era el de individuos que se vendían a cambio
de ciertos bienes lo cual implicaba la obligación de servir, aunque le tlacotli podía disponer de sus
bienes incluso tener sus propios esclavos. Casarse libremente y sus hijos no heredaban esta condición.
Incluso una familia podía vender a un miembro de esa familia que tiempo después sería reemplazado
por otro miembro. Normalmente los esclavos prestaban servicio doméstico, las mujeres molían y
tejían y los hombres se dedicaban al transporte, a traer leña, a la agricultura... Generalmente formaban
parte del hogar de sus amos y era posible el matrimonio entre señores y esclavos. Solo cuando el
esclavo no cumplía con su deber. El amo le reprendía públicamente y si reincidía le ponía una collera
y lo vendía en el mercado. Cuando esto se repetía 4 veces, el esclavo podía ser destinado al sacrificio.
También había esclavos por haber cometido algún delito siendo el más grave el robo y siendo poder
destinados también al sacrificio. También había esclavos que eran prisioneros de guerra, aunque estos
se solían dedicar para los sacrificios. Entre los macehuales se daban matrimonios dentro del propio
estamento y también se daba la poliginia, aunque no era lo general. Entre la nobleza la forma más
prestigiosa de contraer matrimonio era mediante el casamentero y la petición. Había parejas de hecho
que con el tiempo se convertían en matrimonios legítimos, estando prohibidos los incestos. El grupo
domestico podía estar relacionado con otros grupos con los que tenía parentesco y formar una gran
familia. En algunos lugares era frecuente que varias parejas casadas vivieran solas en una casa o patio.
En algunos lugares tras casarse iban a vivir a casa del padre del novio, de forma que el primogénito
heredaba toda la hacienda del padre y mantenía a todos los hermanos y sobrinos. Sin embargo en
otros lugares la hacienda se dividía entre todos los hijos. Cuando un hombre moría dejando hijos
menores, el tío de estos cuidaba de los sobrinos hasta que alcanzaban la mayoría de edad y en
ocasiones también se practicaba el levirato, que consistía en que el hermano del difunto tomaba a la
viuda como mujer adicional. Entre los dos extremos de la escala social, se situaban varios niveles,
como los funcionarios inferiores del gobierno, artesanos cualificados y comerciantes, que podían ser
de origen noble o macehuales distinguidos. La distinción entre noble y plebeyo era hereditaria, pero
había casos en los que se podía cambiar de clase social bien como castigo, bien como premio. La
distinción social se manifestaba en dos tipos de instituciones, que eran residencia de los varones,
donde recibían educación. El Techpol calli que era casa de los solteros y el calmecat. En el Techpol
calli vivían los muchachos del común y había una escuela en cada barrio. A ella acudían los
muchachos poco antes de la pubertad y se educaban en la construcción de obras públicas y en la
guerra. En un principio, realizaban algunas tareas como era ir por leña o barrer, pero al llegar a la
pubertad acompañaban a los guerreros experimentados, para aprender el arte de la guerra. El futuro
del joven dependía de sus éxitos militares. El que lograba cautivar a un guerrero enemigo subía de
nivel y podía llevar cierto corte de pelo y ciertas insignias. A los 20 años si no había conseguido un
éxito militar, salía del calpulli, se casaba y llevaba vida de agricultor si no había tenido éxito en la
guerra. Los hijos de la nobleza entraban en las residencias sacerdotales o calmecat, de forma que en
Technoctitlan había 7, dirigidas por sacerdotes, que correspondían a los 7 calpulli más importantes y
allí los muchachos recibían instrucción en pinturas, el trabajo con plumas, conocimiento en el
calendario y en el arte de la guerra. Cuando un guerrero, noble o macehual había capturado a 4
prisioneros enemigos recibía grandes honores y pasaba a formar parte de un grupo selecto y hacia
voto de no retroceder en combate, además tenían unas insignias especiales. También tenían
posibilidad de ascenso social los mercaderes o artesanos que adquirían un esclavo, para ofrecerlo en
sacrificio. También los mercaderes que ejercía como espías o militares en tierra enemiga, de forma
que así se asimilaban al grupo militar.

Religión.
Estaba presente en todos los instantes de la vida azteca. Las conquistas se hacían en nombre de
Wicilopotli, que era el dios titular de Sica. La vida estaba regida por el calendario y diversos dioses
presidian cada festividad y cada actividad. Todos los actos estaban sancionados por una ceremonia
religiosa y la religión influía en las leyes y las costumbres. El panteón masica se fue extendiendo al
mismo ritmo que iban ocupando tierras ya que incorporaban los dioses de los lugares sometidos. El
sistema era complejo porque los dioses podían ser agrupados o reducidos a unos pocos. Cada dios
mesica, era uno y múltiple. Además cada dios era dual en muchas cuestiones (hombre y mujer, día y
noche...) de forma que cada aspecto podía llevar un título o aspecto diferente, como por ejemplo
sucedía con Huicilopotli que era el dios diurno y Tezcatlipoca que era el nocturno. Dentro de este
confuso panorama, se distinguían los dioses creadores entre los que destacaba Tezcatlipoca. De gran
importancia eran los dioses del agua, encabezados por Tlaloc y los de la agricultura ya que cada ciclo
agrícola tenía un dios específico. Había dioses importantes como el del pulque o la embriaguez, de la
tierra, de la muerte, de los oficios... es decir, cualquiera de los aspectos de la vida. Los sacerdotes
eran los encargados de regular el ciclo religioso con ayuda del calendario y oficiando algunos ritos.
La jerarquía religiosa era piramidal y se encargaban del culto en los templos, marcar el calendario y
participar en todas las ceremonias del ciclo de la vida. Los aspirantes a sacerdotes normalmente de
clase social alta se educaban en el Calmecat, donde recibían una esmerada educación, de la que
formaba parte la medicina, la guerra y la astronomía. El calendario regulaba las fiestas y determinaba
los días fastos y nefastos. Se componían de dos ciclos, uno de 260 días, en el que se combinaban 20
nombres con los números del 1 al 13 y el de 365 días de 18 meses, de 20 días y 5 días nefastos. Las
grandes ceremonias solían ser públicas y solemnes. Los oficiantes, normalmente el sacerdote y el
patrocinador de la fiesta, se purificaban los días antes ayudando haciendo penitencia, como no dormir,
sangrándose o con abstención. El día de la fiesta había un banquete en el que se solían comer la carne
del sacrificado, había baile, un juego parecido al parchís y el juego de pelota, pero no era frecuente.
Los sacrificios humanos eran muy frecuentes ofrecidos a Tlaloc, niños que solían morir ahogados por
flechas o se le extraía el corazón. El sacrificio más frecuente era extraer el corazón a un individuo
vivo y después arrojarlo por las escaleras. Aunque la forma más solemne era el sacrificio gladiatorio,
que consistía en el enfrentamiento con 4 guerreros y si lo superaban se enfrentaban con un zurdo
siendo muy difícil salir vivo. Se podían sacrificar esclavos o prisioneros de guerra, siendo frecuente
la representación en el mundo azteca y las creencias en que la tierra era el centro del mundo y en
torno a ella giraba el sol, en el que había 7 cielos
Tema 7
El imperio Inca

1) Orígenes y organización política

Que la historia política de los incas, como la mayor parte de los pueblos protohistóricos, se haya
profundamente mezclada con el sistema cosmogónico y el mundo legendario. De forma que todo
aquello que corresponde a lo más remoto de su historia hay que interpretarlo como un relato
legendario, más que como una autentica historia. Creían que hubo 4 edades anteriores a su mundo y
que el origen de su cultura estaba a 25 Km al sureste de Cuzco cerca del lago Titicaca. Es el lugar
llamado Paccari Tambo, que significa posada con nicho. De su ventana salieron los jefes, mientras
que de las ventanas laterales salían 10 clanes o ayllus. Los jefes incaicos de esta primera generación
fueron 4 hermanos casados con 4 hermanas destacando Manco capac y Mama ollo, que son los
fundadores de la dinastía incaica. Esta pareja emigro llevando las 10 tribus o ayllus hasta el valle de
Cuzco, donde decidieron fundar una ciudad porque una barra de oro se hundía profundamente en la
tierra. Los primeros incas (reyes) son semi legendarios hasta Mancocapac y su hijo Sinchiroca que
debieron ser más que verdaderos soberanos jefes militares.

En la región en la que se movían, alrededores de Cuzco, hubo un estado permanente de guerra, base
para la creación de alianzas y confederaciones. Tras estas campañas militares, el 5º inca Capac
Yupanqui impone la dinastía del alto Cuzco sobre el bajo Cuzco y así hasta llegar al 9º soberano que
es Cusi Yupanqui o Pachacuti, con el que se entra en la fase histórica. Es el verdadero creador de
Cuzco y primer constructor del imperio territorial de los incas. Su primer éxito se refiere a la
victoriosa campaña que tuvo sobre los Chancas y aunque tenía algunas reticencias sobre estos
consigue ponerlos en huida, con lo que es coronado como rey de los incas hacia 1438 que es cuando
se le impone el título de Pachacuti. Este inca es el que construye Cuzco y por su orden se construye
el Coricancha o recinto de oro. Para la construcción de Cuzco, el soberano requirió que hubiera amplia
población y que llegaran más productos alimenticios. Ello obligo a crear un especial sistema de riego,
así como un sistema de almacenes de granos estatales y un aumento de la población al servicio del
imperio. En estos momentos a estas actividades hay que unir la amplia expansión militar en el exterior.
En las primeras campañas se ocupó el ámbito inmediato a Cuzco y después el sus hermanos y sus
hijos se dirigieron hacia el sur, hacia la costa aunque las campañas para dominar a las tribus selváticas
del oriente fueron un auténtico fracaso. Poco después el imperio llego al mayor auge de
engrandecimiento territorial, probablemente porque las fronteras políticas habían alcanzado sus
límites naturales. Por el sur estaban los araucanos y por el este estaban las tribus amazónicas, de
manera que tanto unos como otras constituían un mundo de naturaleza cultural diferente. Eran
notablemente hostiles y de poco interés para los incas. Solamente por el norte había pueblos de cultura
parecida y todos estaban ya integrados en el imperio.

Organización política
El imperio incaico, desarrollo una estructura altamente centralizada gracias al uso sistemático de
varios principios de organización política y económica.

Clasificación decimal de la población. Otro sistema era el traslado de pueblos. Cuando conquistaban
un territorio y no era partidario de ellos, los llevaban cerca de Cuzco para controlarlas y las que
estuvieran ya adoctrinadas las llevaban allí. Uso exclusivo de prestaciones estatales de trabajo, no de
productos. El poder supremo residía en el Sapa Inca, la capital era Cuzco y había una base en esta
estructura de población que eran los antiguos reinos o señoríos conquistados y ahora organizados
como provincia del imperio. Al frente de cada una de estas provincias, normalmente se mantenía el
antiguo rey o cacique que recibía el nombre de curaca. Sobre estos, siempre había un gobernador inca.
Los curaca no eran la nobleza inca, sino la que ya había en los antiguos reinos que ahora son
conquistados. En estos cacicazgos o nuevas provincias, el grupo se consideraba ligado en su totalidad
a un ser sobrenatural que podía ser un objeto o un lugar llamado Huaca, que era objeto de culto
público. De forma que la relación entre el inca y sus súbditos ampliaba a escala gigantesca los
principios organizativos de estos cacicazgos.

El inca ejercía la autoridad suprema y participaba en todo lo sagrado ya que se le consideraba


descendiente del sol. Llevaba unas grandes orejas de oro y como símbolo de su rango llevaba una
gran diadema o venda frontal o Llantú y a los lados unos borlones de lana que colgaban de tubos de
oro llamadas Mascapaicha. Se sentaba en un escabel puesto sobre una plataforma y en sus
desplazamientos era transportado en litera ya que no podía pisar el suelo. La etiqueta exigía que todo
visitante se descalzara y se echara un peso o una carga a la espalda, de forma que fuera inclinado y
mostrara la subordinación al emperador. Este se sentaba tras una pantalla y pocas veces se le podía
ver cara a cara. En cuanto a la sucesión, el inca solía escoger al hijo más capacitado, hijo de la mujer
principal o coya y lo asociaba al gobierno. Este hecho con frecuencia daba lugar a luchas fratricidas.
De todas las mujeres la principal era la coya, que en un principio era hija de un rey vecino, pero que
después se impusieron las hermanas del inca y era representante de la luna.

El centro de todo era Cuzco, residencia de la clase dominante del imperio y centro militar y religioso.
La ciudad estaba dominada por el Sacsahuaman que podía recoger a más de 5.000 soldados y
dominaba con esta fortaleza y su ejército a una población de 60.000 almas a principios del siglo XVI.
El centro ceremonial tenia templos y palacios donde tenían lugar las celebraciones y se guardaban las
momias de los incas muertos. Solo podían residir aquí los miembros de la aristocracia inca. Había
alrededor una zona donde recibían a gentes de las provincias sometidas teniendo cada una de ellas
una casa donde habitaba el “príncipe heredero” que se educaba en Cuzco y la Huaca principal. La
ciudad estaba dividida en 4 partes relacionada con las partes del imperio de forma que se podían
formar 2 mitades: Cuzco alto y Cuzco bajo. En cada lugar estaban asentados los linajes reales y donde
se alojaban cuando acudían a Cuzco. Las provincias primero sometidas ocupaban barrios cercanos al
centro y las conquistadas más tarde tenían sus barrios en la periferia de Cuzco. Los funcionarios que
gobernaban las provincias, también tenían su residencia en la capital y en el lugar que le correspondía,
de forma que la organización interna de Cuzco y las funciones que en ella se ejercían eran una réplica
de la organización del imperio y centro de gobierno. Como ya hemos dicho la estructura imperial se
apoyaba en varios principios ordenadores:

Todo estaba organizado con esquemas numéricos según la cuantía de la población que se registraba
en kippus según una división decimal de manera que las unidades eran de 100, 1.000, 10.000 y estaban
divididos en grupos relacionados con el trabajo según conceptos religiosos sobre la estructura del
universo y los mitos que tenían cada grupo. Lo más frecuente era la división en dos mitades: una parte
alta y otra parte baja como se hacía en Cuzco, considerándose la parte alta como de mayor dignidad
y permitiendo que la ciudad se dividiera en 4 partes, como sucedía en Cuzco y en otras provincias del
imperio. Estas 4 partes correspondían a los 4 rumbos del universo. Otro principio era que en función
de esta división en base 10, todos los miembros tenían que contribuir con trabajo al sostenimiento del
mismo, dedicando a estos trabajos determinadas fechas del año. Otro principio consistía en trasladar
población de una parte a otra de los dominios de manera que después de conquistada una provincia,
se establecían en ella colonos de la región central de Cuzco o de provincias largamente sometidas,
pero que eran fieles al imperio. Así se daba que el pueblo no tuviera mucha cohesión política, pero
que si estuvieran bien adoctrinados, lo que ayudaba a extender la cultura incaica, se dificultaban las
sublevaciones y se afianzaba el poder central. Cada grupo étnico constituía una comunidad o aiyu,
con sus características propias que rendían culto a un ser originario con costumbres parecidas y
asentamiento en lugares próximos, pero todos ellos sometidos a la autoridad superior de la provincia.
Si se solía dar la antigua costumbre de que una comunidad o aiyu tuviera colonias en regiones de
distintos niveles ecológicos. Así podían explotar económicamente otros productos sin recurrir al
comercio.
Como hemos dicho el imperio estaba dividido en 4 partes o suyus de ahí Tawantinsuyu, que
significaba imperio. El gobernador de cada parte era generalmente un pariente cercano del inca,
recibía el título de Apu y los 4 Apu eran el consejo íntimo del inca y cuerpo intermediario entre el
consejo general y el inca. Cada provincia tenía su capital, que generalmente tenía el mismo nombre
de la provincia, pero que cuando se trataba de la provincia llevaba el nombre de la capital precedido
de Atún.

En cada provincia había un gobernador llamado Tocricot, que ejercía poderes administrativos y
judiciales. Solía ser un miembro de la nobleza inca y actuaba como representante del emperador, por
esto impartía justicia, cuidaba de las obras publicas como caminos, puentes, etc. y administraba los
bienes producidos. Normalmente bajo él estaban los curacas, antiguos reyes del territorio, tenían las
funciones distintas según el número de población adjudicada y su dignidad se transmitía por herencia
con la aprobación del inca. Bajo el gobernador y los curacas, había otros funcionarios, que actuaban
bajo sus órdenes sobre todo capataces, que organizaban el trabajo que debían prestar los
contribuyentes. Para que no se perdiera el control central, cada 3 años el emperador mandaba unos
inspectores que se llamaban twyricok que eran veedores de todo. Inspeccionaban lo que ocurría en
las provincias y podían enjuiciar a los encargados.

La administración de justicia carecía de un cuerpo principal de funcionarios y eran los gobernadores


los que actuaban como jueces. También había otros funcionarios que podían dictar sentencia, pero los
casos graves iban directamente al gobernador provincial o al mismo emperador, que era el único que
podía imponer la pena de muerte. El juicio tenía lugar en presencia de todos los testigos y del acusado,
la sentencia se dictaba inmediatamente y no había derecho de apelación. Los castigos o penas eran
distintas según se tratara de un noble o un plebeyo, siendo estas últimas más suaves e iban desde la
muerte, reprimendas públicas, perdidas de puesto para los funcionarios, destierro... hasta castigos
físicos. Había una pena especial que consistía en hacer caer una pesada piedra sobre la espalda del
malhechor desde cierta altura, lo que normalmente lo mataba. La pena de muerte se solía ejecutar por
apedreamiento, colgándolo de los pies, despeñándolo o cortándole la cabeza. Otra pena era meter al
criminal en una celda llena de fieras y serpientes. El encarcelamiento no se usaba como pena y solo
era detención del individuo hasta que se ejecutaba el juicio. Los crímenes más graves eran los
cometidos contra el gobierno y eran los castigados con más severidad. Recibían la muerte quienes
robaban en las tierras del inca, quemaban puentes, destruían caminos, etc. Los curacas que imponían
la muerte como pena sin permiso, eran sometidos a la prueba de la piedra o a la muerte directamente
si reincidían. Otro delito era el adulterio. Los plebeyos eran torturados, pero si la mujer era noble
ambos recibían pena de muerte. El homicidio se castigaba generalmente con la muerte y el robo con
el destierro, a menos que se tratara de un indigente, quien solo recibía una reprimenda.

Ejército.
El ejército desempeñaba un papel esencial en el mantenimiento del sistema incaico. La guerra fue el
medio principal para la expansión del imperio, las fronteras necesitaban vigilancia y defensa
constante, por lo que había bastantes fortalezas. Además el ejército era el órgano de dominio interior
y por todo el imperio había fuertes y guarniciones que servían para mantener el control sobre los
pueblos sometidos.

La masa de los guerreros era de plebeyos reclutados en las distintas comunidades y organizados en
escuadrones según su procedencia y según el número 10. En los distintos aiyu de los que procedían,
sus tierras eran cultivadas durante su ausencia por otros miembros de la comunidad y el servicio
militar era comparable a la prestación del trabajo en la organización económica. La instrucción militar
se hacía en las comunidades dirigidos por líderes locales que seleccionaban a los jóvenes más idóneos
para el ejército, formando algunos fuerzas militares permanentes y especializadas. En cuanto a los
grados superiores del ejército, no se ha podido tener un buen conocimiento. Es de suponer que la
fortaleza de Sacsahuaman en Cuzco, era el centro de la organización militar y los jefes ostentaban
grados según la organización decimal, conforme al número de soldados a su mando. Los cabecillas
de 10 de a 50 soldados eran plebeyos. Los oficiales de mayor categoría estaban libres de otras
prestaciones de trabajo y se alimentaban de los almacenes estatales. Los altos jefes generalmente eran
del grupo inca y no está claro si estos oficiales constituían una jerarquía militar a parte de los
funcionarios de la organización provincial o eran estos mismos los que actuaban como autoridades
militares, porque cuando se preparaba una guerra desde Cuzco se mandaba llamar a los funcionarios
de las provincias para pedirles consejo sobre estratagemas y soldados. Los guerreros se adornaban
con insignias que indicaban su rango y hazañas. Llevaban planchas de metal en la frente o en el pecho,
que podían ser de cobre, plata u oro, según la graduación. Se usaba la pintura facial o corporal sobre
todo entre las tribus de la montaña. Parece que el guerrero que prendía o mataba a un enemigo se
pintaba un brazo la primera vez. La segunda se pintaba el pecho y la tercera se echaba betún en la
cara hasta las orejas. Los guerreros destacados recibían premios de ropa, planchas de metal o mujeres
escogidas. Era posible subir de grado y podían adquirir o llegar a alcanzar puestos distinguidos en la
administración imperial, que podían transmitir a sus descendientes. El ejército cuando estaba en
marcha se abastecía de los recursos de productos acumulados en los almacenes del estado. Llevaban
huacas protectoras de forma que cada escuadrón acudía al combate con su estandarte. Tras una
victoria los enemigos capturados eran llevados a Cuzco, donde se hacía un desfile y una ceremonia
en el templo del sol, el Coricancha, y el emperador les pisaba el cuello. Los jefes de los vencidos a
veces eran condenados al calabozo de las fieras, pero en general eran devueltos a su lugar de origen
y se les trataba como al resto de la población. Solo en caso de resistencia encarnizada se daba la
destrucción sistemática de la población. De los enemigos muertos, se preparaban trofeos, de la
calavera se hacían copas para beber chicha, de los huesos de canilla se hacían flautas, de los dientes
se hacían collares, también se hacían tambores con la piel del difunto, de forma que la piel del vientre
se ponía sobre la caja del tambor y las extremidades se llenaban de paja, de modo que al tocar el
tambor se movían las extremidades.

Siempre no hubo campañas guerreras directas, porque antes de empezar una campaña se iniciaban
misiones invitando a una sumisión voluntaria. En esas embajadas, se ensalzaban todas las
características incas y era frecuente que los señoríos se sometiesen sin ofrecer resistencia. Cuando se
adquiría una nueva provincia los funcionarios incaicos preparaban un mapa en relieve hecho en arcilla
y hacían un censo de población anotado en kippus. En base a estas informaciones se hacia una nueva
reordenación del territorio trasladando población, abandonado fortalezas y en ocasiones construyendo
una nueva capital. También se construían templos, almacenes, caminos, obras de riego, andenes para
la agricultura, etc. Las tierras y rebaños se redistribuían y los caciques de las regiones conquistadas
se incorporaban a la administración como curacas y sus hijos debían de ir a formarse a Cuzco. Las
huacas de estas provincias también iban a Cuzco y la intervención del gobierno central era directa en
todos los aspectos.

2) Sociedad y economía

Economía.
La regulación de la economía era una de las principales funciones del régimen incaico. El gobierno
central organizaba la producción mediante el control de los recursos fundamentales especialmente
tierras y trabajo. Todas las prestaciones se hacían en trabajo. No había tributo en especie y no existía
el dinero ni otro tipo de bienes que se usaran como medio general de pago. El control de la tierra y
los trabajadores se llevaba al día con kippus y las especies de todos los tipos de las rentas del estado
iban a parar a grandes almacenes estatales, con inventarios detallados. Para todo esto se necesitaba
un gran número de funcionarios que, unos continuamente y otros por etapas, dedicaban su trabajo al
estado.
Tenencia de la tierra.
La tenencia se basaba en el dominio supremo del inca. De varios incas se cuenta que tras conquistar
una provincia procedían a repartir la tierra y establecer linderos sin que por ello perdiera el inca la
posibilidad de anular o dar nuevas posesiones de tierra. Se suele hablar de tres tipos de tierra: las del
sol, que son sobre todo los sacerdotes, las del inca y las de las comunidades o ayllu. A su vez, cada
una de estas modalidades tenía varios tipos de tierra. Las tierras del inca eran las destinadas a sostener
al inca, al gobierno central, a los funcionarios y a las instalaciones generales. Las tierras del sol
estaban dedicadas al mantenimiento de la religión, de los distintos santuarios, de los templos y de los
sacerdotes. Las tierras dedicadas al ayllu eran las destinadas a mantener al grueso de la población,
estaban trabajadas por familias campesinas y estaban asignadas a distintos ayllu. Dentro de cada uno
de estos se repartían equitativamente parcelas cada año entre los comuneros. Cada campesino recibía
un lote de extensión uniforme llamado tupu que media unas 50 brazas de largo y 25 de ancho. Al
crecer la familia se le daba otro tupu por un hijo varón y ½ por una hija. De forma que supliendo las
diferencias entre las distintas regiones, la distribución igualitaria de la tierra fue un objetivo
importante de la política incaica en armonía con la existencia de prestaciones de trabajo a todas las
familias por igual. Las tierras del estado, como hemos dicho, se dedicaban a atender las necesidades
del gobierno y de los funcionarios en Cuzco y en las provincias. De estas también formaban parte las
tierras propiamente del inca y de otros miembros del estamento dominante. El inca junto con su
panaca (linaje) seguía teniendo tierras propias que se conservaban en general para el servicio de la
momia. El nuevo inca tenía que buscarse nuevas tierras para el sustento propio, sus parientes cercanos
y los altos funcionarios que formaban parte de sus necesidades individuales. También recibían tierra
los funcionarios que no eran miembros de los linajes reales y esta tierra formaba parte de donaciones
y regalos como también eran mujeres, criados y otros bienes en función del rango de este gobernador
de provincias y así hasta los oficiales a cargo de 500 familias.

Era frecuente que tras la conquista de una nueva provincia, a los curacas se les asignaran tierras o
chacras que solían ser las mismas que antes habían poseído. Las tierras del sol eran de menor
extensión que las del estado, aunque según parece eran más fértiles. También en estas tierras parece
que había almacenes para almacenar producto. Cada institución religiosa, como los templos del sol
del rayo o de la luna tenían sus propias tierras y tanto las tierras del estado como las de la religión
eran cultivadas por mitayos pero también por yanas. También, como la tierra de cultivo, el estado
inca poseía rebaños y pastos de forma que la ganadería se extendió a regiones que antes no la habían
tenido. Tanto rebaños como pastizales, se asignaban al estado, a la religión y a las comunidades.

Era fundamental el trabajo dentro de todo esto. El trabajo en la organización incaica estaba organizado
en dos niveles fundamentales. Primero el de los plebeyos que formaban parte de grupos domésticos,
integrados en las comunidades. Por otro lado, el segundo grupo era la organización estatal que
utilizaba las prestaciones de trabajo dadas por los plebeyos mediante la mita y el trabajo de los
servidores perpetuos que eran yanas y acllas. Los hogares plebeyos, aunque generalmente de
agricultores, atendían múltiples necesidades. Proveían de su propio vestido y calzado, construían su
vivienda siendo el cultivo la principal actividad masculina, aunque las mujeres trabajaban en la
siembra y en la cosecha además de en el hilado y en el tejido, la cordelería y en algunas telas bastante
vastas. Además hacían la ropa necesaria para la familia y para entregar un vestido al estado al año.
Los jóvenes ayudaban en el pastoreo y en la vigilancia de las chacras. Los viejos que tenían gran
prestigio se ocupaban de la administración local y como curanderos. También había algunos artesanos
como alfareros, metaleros, canteros, albañiles, etc. y era frecuente el intercambio de productos y de
trabajo entre diversas familias y el trabajo en parcelas comunes que se solía acompañar de fiestas y
comilonas.

Como hemos dicho las prestaciones que hacían los plebeyos, se hacían exclusivamente en trabajo.
Solo excepcionalmente se hacía un tributo en especie como era el pescado, que lo proporcionaban
comunidades de la costa. Es lo que llamamos mita que luego adopto el régimen español y que en
Quechua significa “Vez o Tanda”. Los trabajadores para las obras publicas sobre todo se organizaban
en equipos de trabajo que se turnaban y el trabajo se fijaba colectivamente a cada ayllu y dentro de el
a cada familia. El trabajo que se exigía se hacía sobre la base de la clasificación decimal de forma
que se distribuía equitativamente y cada comunidad tenía que aportar solo un corto número de
trabajadores quedando los otros para el cultivo del ayllu. Se recurría a la mita principalmente en obras
públicas que exigían trabajo no cualificado en grandes masas y la obligación impuesta a cada
comunidad e individuo no era excesiva. La duración del servicio en las minas era de un mes y cada
100 hogares prestaba un minero. A estos grupos de mitayos, se les daba alimento, enseres y ropa de
trabajo durante el tiempo de su servicio. Algunas comunidades o provincias hacían servicios
especializados y por lo tanto no acudían a las obras públicas, como eran los correos, los cargadores
de literas o los fabricantes de chicha. De todo lo expuesto concluimos que la base de la organización
del trabajo y de la distribución de los recursos eran las unidades sociales, de forma que el hogar
campesino atendía a su propio mantenimiento y a la contribución de mano de obra para el estado.
También en ocasiones había trabajos en común. Finalmente las grandes obras públicas eran un factor
importante de la organización estatal. Todos los bienes que se producían se almacenaban en depósitos
de forma que en todo el estado, había numerosos almacenes donde se guardaban bienes destinados a
las necesidades públicas. De ellos se mantenían los funcionarios, los trabajadores de las mitas, los
artesanos y el ejército. Ocasionalmente se hacían distribuciones entre el pueblo y en caso de hambruna.
Aunque no se puede negar la existencia del mercado y del comercio, estos se hallaban menos
desarrollados que en otras civilizaciones coetáneas, y esto podía ser así porque una comunidad quizá
dedicada a la agricultura tenía destacadas unas familias en otro piso ecológico donde quizás había
pastizales o cocales. El gobierno era el encargado de llevar productos de una región a otra. Los bienes
producidos para el estado se dedicaban sobre todo al mantenimiento de la cúpula social y de los
mitayos, pero otra parte se distribuía en la población en general, pero también había mercados y
mercaderes.

En los mercados locales, los habitantes del lugar intercambiaban productos propios o que habían
recibido del gobierno, de forma que acudían a él productores y consumidores que intercambiaban
bienes de uso, especialmente alimentos. No había moneda, sino que se practicaba el trueque estaba
presente. Algunos mercados alcanzaban grandes dimensiones como fue en Cuzco, donde se reunían
cada 5 días y al que acudían unas 100.000 personas.

Sociedad.
En el imperio arcaico la población se hallaba dividida en dos grandes estamentos. La nobleza
gobernante y la gente común. El estamento gobernante comprendía el grupo étnico inca, los señores
locales o curacas, cualquiera que fuera su filiación étnica. Por inca se entendían los miembros de las
panacas o linajes reales más los llamados incas de privilegio, que era un grupo que podía proceder
del común de la población, pero que habían recibido esta dignidad. El estamento dominante recibía
los bienes de los almacenes del estado más los productos de las tierras asignadas a su cargo y de las
tierras propias. Estaban libres de impuestos y de servicios personales, aunque llevaban presentes al
emperador cuando iban a visitarlo. El emperador o el inca lo obsequiaban a su vez con grandes regalos
como podía ser rebaños o productos venidos de otras tierras. Estos nobles tenían el privilegio de usar
grandes orejas de oro por lo que los españoles los llamaron orejones y viajaban en litera. Podían
recibir también yanas o mujeres escogidas entre las acllas. Los nobles de sangre real estaban
organizados en panacas ya que por el gran número de mujeres que tenían los emperadores, había
muchos hijos. Al morir el inca todos los hijos menos el nuevo emperador, formaban un nuevo linaje
real que cuidaba de la momia del muerto y organizaba su culto como una perpetuación de su
reconocimiento social. A la llegada de los españoles había en Cuzco 11 panacas: 6 en el Cuzco alto
que eran de mayor rango y eran descendientes de los últimos incas y 5 de inferior categoría en el
Cuzco bajo. Estos miembros de las panacas eran el nivel superior y entre ellos el inca elegía los
funcionarios de mayor categoría. El culto al antecesor común revestía una gran importancia de forma
que la nueva panaca se encargaba de un solemne funeral, el cuerpo se momificaba, algunos servidores
y mujeres eran estrangulados para estos actos después de emborracharlos y la momia ataviada
lujosamente se mantenía en su palacio, donde recibía la misma atención que un emperador vivo.

Los curacas a veces llamados caciques, eran los señores de provincias étnicas y territoriales. Eran los
sucesores de los soberanos de los reinos conquistados por los incas teniendo distintas categorías. Los
hijos primogénitos eran enviados a Cuzco, donde se les educaba, de forma que se les preparaba para
puestos del gobierno con el sistema incaico. Recibían educación en un colegio especial en Cuzco
donde estudiaban 4 años. En el primero aprendían Quechua, en el segundo religión, en el tercero,
asuntos de gobierno y estudio de kippus y en el 4º historia incaica y estudio de kippu. Después estos
muchachos pasaban a sus regiones de origen y participaban en el gobierno local. En todos los niveles
sociales, los muchachos de 12 a 15 años pasaban por una ceremonia de iniciación varonil, donde se
les daba el taparrabos. Entre los nobles esta iniciación tenia gran importancia porque recibían orejeras
adornos armas de guerra... y la ceremonia era muy solemne tanto en Cuzco como en otras ciudades.
Tenía lugar una vez al año en diciembre.

Aunque estaba prohibida entre la gente común, entre la nobleza se permitía el casamiento entre
hermanos. Se permitía la poliginia pero la mujer principal o poya tenía un gran recibimiento. Un
hombre podía recibir tras la muerte de su padre las viudas que no hubieran tenido hijos y además
podían ser entregadas como regalos para esposas acllas escogidas.

La gente del común formaba parte de los ayllu y cada uno estaba compuesto por distintas familias
asentadas en un territorio que a menudo tenían la misma filiación étnica. Por lo general los formantes
de estos ayllu tenían unos orígenes comunes en cierto paraje de la región, pero otros provenían de
lugares remotos como consecuencia de los frecuentes traslados de población. Cada ayllu tenía sus
autoridades propias y funcionaba como una unidad de administración sobre todo en el reparto de la
tierra. Las familias que lo componían recibían su lote para uso familiar de forma que se redistribuían
periódicamente casi siempre cada año a fin de tener una distribución igualitaria. Se ha discutido si el
ayllu era un clan o una tribu, pero el hecho en cuestión es que el término se aplicaba a toda comunidad
o grupo social que podía tener distinto origen, luego no se tiene en cuenta estrictamente el parentesco.
Desde luego se tienen en cuenta el linaje, pero también puede ser nación o característica especial de
las cosas. Incluso en el ayllu se designaba para designar paracas. El origen común de esta gente parece
que estaba demostrado y que tenían un antecesor mítico que era una huaca, que solía ser un hecho,
un lugar o un objeto de su lugar de origen. En estos ayllu predominaba la tendencia a la endogamia
de forma que todo individuo pertenecía al ayllu tanto por el padre como por la madre. Ello no impedía
que hubiera diferencias, por ejemplo en cuanto a la sucesión en las zonas de sierra, sucedía un
hermano o un hijo, mientras que en la costa lo solía hacer el hijo de una hermana. Solía suceder el
hijo varón al padre y la hija a la madre, como se reflejaba en la herencia de nombres personales, como
era frecuente que los descendientes masculinos hicieran el funeral del padre y los descendientes
femeninos el de la madre. Estaba prohibido el casamiento entre padres e hijos, entre hermanos y entre
tío y sobrinos. Solo se daba en las clases altas y la poliginia se daba, pero no era frecuente entre la
gente común. En caso de existir siempre había una coya. Es curioso la manera de concertar
matrimonios. Variaba según las regiones, de forma que en algunas el novio prestaba sus servicios a
los suegros durante un tiempo. La parena podía vivir junta por algún tiempo antes de formalizar la
unión y había una ceremonia colectiva a la que acudían todos los jóvenes casaderos que contraían
matrimonio y recibían una sanción oficial. Cada hombre podía escoger a su futura esposa, pero el
gobernador resolvía las disputas.

La población estaba clasificada en kipuus por edad y capacidad física. Estas clasificaciones no eran
iguales en las regiones pero ponen de manifiesto la diferencia entre cada miembro de la familia y los
distintos servicios que había que prestar al estado. En general los jóvenes de 16-25 años ayudaban a
sus familiares o parientes en varias tareas como era el transporte. Los hombres de 25-50 años
trabajaban eminentemente en el cultivo de la tierra y en las obras públicas, servían como guerreros y
eran los encargados de llevar algunas provisiones a Cuzco. A partir de los 50 años trabajaban en los
cocales, en los cultivos de ají y en otras hortalizas. Los mayores de 60 años por su experiencia se
consideraban curanderos o consejeros. Además había otras categorías para los niños, los ancianos y
los tullidos, como ciegos, cojos, etc. Las mujeres tenían otras clasificaciones semejantes y tenemos
que decir que dentro de esta clasificación entre los incas había 2 categorías de gente que estaban al
servicio de individuos o instituciones del estamento dominante. Solían desempeñar tareas
especializadas y se mantenían de lo que le daban los señores o de los almacenes gubernamentales, los
yanas y las acllas.

Hay un cronista, Cieza de León, que describía a los yanas como criados perpetuos. Su nombre está
relacionado con yanapa que significaba ayudar. A partir de su forma plural se hispanizó y fueron
conocidos como yanacona. En la época de la colonia este nombre se aplicaba a los indios libres de
tributo, a los trabajadores al servicio de los conquistadores y se sigue usando en tiempos modernos
como aparcero. Yanas era cuando se reclutaban muchachos inteligentes del común de la población
aunque la mayoría eran escogidos entre los hijos de los curacas. También se obtenían yanas en las
guerras y se describen como rebeldes castigados. La posición de yana podía heredarse, pero no era
estrictamente hereditaria. Un yana podía transmitir su condición a solo un hijo que continuaba
prestando su mismo servicio mientras que los demás hijos eran miembros normales de la comunidad.
Los yanas podían tener varias ocupaciones: unos eran labradores que trabajaban las tierras asignadas
al inca o a los sacerdotes, pero también había artesanos especializados guardianes o administradores
de fundos o almacenes estatales. Algunos podían ser designados curacas y la situación social que
tenían variaba por tanto considerablemente, aunque todos estaban al servicio de alguna institución y
se alimentaban de lo que provenía de estas o de los almacenes estatales. Algunos recibían mercedes
de tierras y podían recibir también mujeres acllas como esposas. Muchos de estos yanas eran
artesanos incluyéndose los plateros y los tejedores y muchos de estos yanas eran los encargados de
llevar los kippus o kippumayor. Los yanas caían fuera de la jurisdicción de los curacas y estaban
sujetos lo mismo que las acllas a la autoridad del gobernador inca de la provincia. El otro grupo social
destacado era el de las acllas o mujeres escogidas. Un funcionario visitaba los pueblos (todos los años
normalmente) y escogía las más bellas e inteligentes entre las niñas de unos 10 años. Las demás
muchachas quedaban en el pueblo para casarse con los mozos del lugar. Como hemos dicho solían
ser destacadas por belleza física y perfección, tanto que algunas eran destinadas a sacrificios
especiales. La mayoría eran llevadas a Cuzco donde eran educadas y también a otras ciudades
importantes del imperio. Allí se educaban durante 4 años en trabajo, que se consideraban propios de
la mujer como hilar, tejer, guisar y hacer chicha. Después se las clasificaba nuevamente. Unas eran
destinadas a mujeres de nobles y guerreros distinguidos y el resto eran las consideradas mamacunas,
que significaba madre. Algunas permanecían en castidad perpetua ayudando a las tareas de la casa
del emperador. Recibían el nombre de vírgenes del sol y se dedicaban a rendir culto al sol en algunos
oratorios. Preparaban la comida y la chica que se usaba en la ceremonia y templos.

Religión.
La religión incaica era politeísta. Había mitos cosmogónicos, que explicaban el sentido de su sociedad
y rendían culto a sus lugares de origen, a las momias de los antepasados y a algunos objetos, lo que
contribuía a mantener la solidaridad social. En la visión andina de la naturaleza había objetos sagrados
o huacas que eran elementos u objetos asociados a grupos y actividades sociales. Su culto se solía
celebrar anualmente formando parte de la unidad del universo. El origen del mundo lo atribuían a un
ser supremo, creador y señor del universo y de los hombres llamado Viracocha. También lo
identificaban con Pachacamac que era la primera divinidad de los antiguos peruanos, por tanto surgió
de las aguas y creo el cielo y la tierra, pero en un concepto abstracto e intelectual. Tenía un compañero
asociado que era Inti representado como un pájaro mago, dios sol y ciervo de Viracocha. Este era la
divinidad más popular e importante del imperio e identificado con el inca con que representaba el sol,
estaba representado en varios santuarios. A su culto se dedicaban las vírgenes del sol o mamacunas y
también se le hacían ofrendas humanas. Mamaquilla representaba a la madre luna y esposa de Inti.
Se le asociaba con todo lo femenino, con la plata y con la coya. También tenía una imagen en el
templo del sol o Coricancha y algunas mamaconas le rendían culto. Pachamama representaba y
propiciaba la fertilidad de los campos y se le rendía un gran culto. En cuanto al destino de los muertos
creían que cuando morían iban al cielo o al infierno según a la clase social a la que habían pertenecido
y las obras que habían realizado durante la vida. En el cielo estaban junto al sol y habría grandes
deleites, el infierno estaba bajo la tierra, padecían hambre y sed y se alimentaban de sabandijas. Los
nobles iban al cielo por lo que sus momias recibían veneración. Al servicio de la religión había un
servicio de sacerdotes clasificados según el principio decimal que iba desde el sumo sacerdote
absoluto hasta el guardián de la huaca más insignificante. De modo que estos sacerdotes se
clasificaban en tres grados: el primero eran los maestros de ceremonias y tenían cometidos de
importancia como la enseñanza. Los dos supcriptores solían ser seguidores de huacas, siendo los del
segundo nivel también adivinos y los del tercer nivel también hechiceros.

Dentro del ceremonial incaico era muy importante la adivinación y la ofrenda de presentes que solían
ser objetos o animales destinados al sacrificio. Solo excepcionalmente había sacrificios humanos
como era tras una victoria guerrera o bien en caso de peste, hambre o derrota militar.

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