INTRODUCCIÓN
Para entender el análisis comparativo que realizaremos a continuación en este trabajo, debemos
tener claro conceptos que iremos mencionando a lo largo de todo esto documento, tales como: paradigma,
el vivir bien, y otros relacionados con nuestro tema.
El paradigma del Vivir Bien es, sin lugar a dudas, de carácter filosófico y busca equilibrar la relación
entre el hombre y la naturaleza, basado en creencias, conocimientos y saberes ancestrales de los pueblos
y culturas indígena-originarios de Bolivia, que vivían en armonía y en complemento con la naturaleza y el
cosmos. Eminentemente se trata de trabajar en valores en un tiempo en el que necesitamos
profundamente replantear nuestras acciones sobre el manejo de la naturaleza y sus efectos irreversibles.
La Ley Educativa 0,70 Avelino Siñani y Elizardo Pérez hace referencia a este aspecto del Vivir Bien
en su artículo N°4, parágrafo 5, cuyo fin es el de “contribuir a la convivencia armónica y equilibrada del ser
humano con la Madre Tierra, frente a toda acción depredadora, respetando y recuperando las diversas
cosmovisiones y culturas”. Estamos hablando de convivir y coexistir con toda la naturaleza, respetando su
existencia, pero también entendiendo de los efectos que ejercen las acciones que tomemos sobre nuestra
misma existencia y la de los demás seres vivos, y es que pareciera ajeno el término de daño ambiental y
sin embargo especies como el cóndor, el guanaco, el guacamayo, quirquincho, escarabajo hércules, sapo
arlequín, torito orquídea, titi emperador, el gato andino y la taruka o ciervo andino, son típicas de Bolivia y
se encuentran en peligro de extinción debido a la mano del hombre. Este es solamente uno de los muchos
ejemplos de daño que se le ocasiona a la naturaleza en nuestro país, sin embargo, no se trabajó
seriamente desde el ámbito educativo por dar respuesta a este gran problema que ahora también es
propio y ya no solamente exclusivo de los países desarrollados.
Tal y como nos indica el parágrafo 13 del artículo 3 del capítulo 2 de la Ley 0,70, la educación
asume y promueve como principios éticos morales de la sociedad plural el ama suwa, ama llulla, ama
qhilla (no seas ladrón, no seas mentiroso ni seas flojo), suma qamaña (Vivir Bien), ñandereko (vida
armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble), y los
principios de otros pueblos; se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad,
solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de
oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia
social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, para Vivir Bien.
2. OBJETIVO GENERAL
Comparar y analizar criterios acerca de los paradigmas de investigación educativos para conocer y
comprender el actual modelo educativo boliviano.
3. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Estudiar los principios básicos de los diferentes paradigmas de investigación educativos
Entender la influencia que tienen los paradigmas educativos en nuestra sociedad
Buscar en qué tipo de paradigma de los tres analizados se basa nuestra actual ley educativa
Construir un perfil determinado como futuro educador
4. MARCO TEÓRICO
4.1. PARADIGMA
El concepto paradigma procede del griego paradigma, que significa “ejemplo” o “modelo”. En
principio, se aplicaba a la gramática y a la retórica. A partir del año 1960, comenzó a utilizarse para definir
un modelo o patrón en cualquier disciplina científica o contexto epistemológico. El filósofo y científico
estadounidense Thomas Kuhn fue el encargado de actualizar el término y darle el significado
contemporáneo, al adaptarlo para referirse al conjunto de prácticas que definen una disciplina científica
durante un período específico de tiempo. De esta forma, un paradigma científico establece aquello que se
debe observar; el tipo de interrogantes que hay que formular para hallar las respuestas en relación al
objetivo; cómo deben estructurarse dicho interrogantes; y cómo deben interpretarse los resultados de la
investigación científica.
Cuando un paradigma ya no puede satisfacer las necesidades de una ciencia (por ejemplo, ante
nuevos descubrimientos que invalidan conocimientos previos), es sucedido por otro. Se dice que un
cambio de paradigma es algo dramático para la ciencia, ya que éstas aparecen como estables y maduras.
En las ciencias sociales, el paradigma está relacionado con el concepto de cosmovisión. Las
cosmovisiones son el conjunto de experiencias, creencias y valores que conforman la imagen o figura
general del mundo que tiene una persona, a partir de las cuales interpreta su propia naturaleza y la de todo
lo existente en el mundo. Una cosmovisión define nociones comunes que se aplican a todos los campos de
la vida, desde la política, la economía o la educación como en este caso.
Los investigadores sociales han adoptado la frase de Kuhn, "cambio de paradigma", para remarcar
un cambio en la forma en que una determinada sociedad organiza e interpreta la realidad. Un "paradigma
dominante" se refiere a los valores o sistemas de pensamiento en una sociedad estable, en un momento
determinado. Los paradigmas dominantes son compartidos por el trasfondo cultural de la comunidad y por
el contexto histórico del momento. El término se utiliza para describir el conjunto de experiencias,
creencias y valores que inciden en la forma en que un sujeto percibe la realidad y en su forma de
respuesta. Esto quiere decir que un paradigma es también la manera en la que es entendido el mundo.
Teniendo en cuenta este enfoque y la teoría de Hernández Rojas, que estudia los paradigmas
educativos como un conjunto ordenado de prescripciones consensuadas por la comunidad científica y que
poseen la virtud de dar soluciones concretas a problemas diversos y tienen la finalidad de poner de
manifiesto los principales problemas sobre los que se ha de profundizar y contrastar los temas con la
realidad evaluando todo el proceso de investigación, desde mi punto de vista, un paradigma educativo es
un determinado marco desde el cual poder analizar el contexto educativo, comprenderlo, interpretarlo e
intervenir sobre él aportando mis propias reflexiones e ideas para hacer frente a las distintas problemáticas
educativas.
Autores como ejm: Smith (1983), Pérez Gómez discriminan dos paradigmas en la investigación
socio-educativa. Para esbozar una aproximación expresado mediante las tendencias racionalista,
positivista, empirista, cuantitativa predominante en la investigación socio-educativa hasta la década de los
60. Cada paradigma surge en un contexto histórico político-social-cultural particular, en donde el motor que
impulsa la creación es la insatisfacción ante las respuestas que da un paradigma a interrogantes
formuladas sobre el que hacer de la investigación. Es necesario hacer aquí la acotación sobre que
consideran no existir ruptura/discontinuidad de paradigmas sino, más bien complementariedad.
El estudio de los paradigmas educativos es lo que prepara principalmente al estudiante para entrar
en forma parte como miembro de la comunidad científica particular con la que trabajara más tarde.
A falta de un paradigma o de alguien candidato o paradigma, todos los hechos que pudieran ser
pertinentes para el desarrollo de una ciencia dada tiene probabilidades de parecer igualmente de
importantes. Como resultado de ello, la primera reunión de hecho es una actividad mucho más fortuita que
la que resulta familiar, después desarrollo científico.
Según el Ex Canciller boliviano DAVID CHOQUEHUANCA, el Suma Qamaña (en aymara «Vivir
Bien») está basado en la vivencia de nuestros pueblos, un Vivir Bien que significa vivir en comunidad, en
hermandad, y especialmente en complementariedad, es decir compartir y no competir, vivir en armonía
entre las personas y como parte de la naturaleza.
El Suma Qamaña está reñido con el lujo, la opulencia y el derroche, está reñido con el
consumismo. No es lo mismo que el vivir mejor, el vivir mejor que el otro, a costa del otro. No buscamos,
no queremos que nadie viva mejor. Queremos que todos podamos vivir bien. Por otra parte, para vivir
mejor se enseña a competir, por ejemplo, para ser el mejor alumno del colegio, para vender más, ganar
más plata, buscar más lujo a costa de los demás. Robar, atentar contra la naturaleza, mentir, no es Suma
Qamaña. Eso posible-mente nos permita vivir mejor, pero no es Suma Qamaña, ya que para el vivir mejor,
frente al prójimo, es necesario explotar, se produce una profunda competencia, se concentra la riqueza en
pocas manos.
Suma Qamaña es basarse en el Ama Sua, Ama Llulla y Ama Qhella, no robarás, no seas flojo, no
seas mentiroso, jank’arimti, janlunthatampi, janjairampi, que son sus códigos principales recogidos también
por la Constitución Política del Estado Plurinacional. Es fundamental que dentro de las comunidades
respetemos estos principios para lograr el Suma Qamaña.
Saber escuchar y compartir, saber vivir y soñar. El Suma Qamaña tiene cuatro principios
fundamentales, los cuales son:
1. El saber escuchar, tiene una importancia enorme, escucharnos entre nosotros, escuchar a la Madre
Tierra, a todos los seres, al río, a nuestras aves, sobre todo, a los más humildes. Y el que escucha
aprende, cambia, está preparado para servir a su pueblo.
2. Saber compartir es saber distribuir la riqueza de manera equilibrada entre todos, lo que es del
pueblo es para el pueblo, en Bolivia, nacionalizando los recursos naturales, que vuelvan a manos
del pueblo. Compartir es dejar de competir para complementarse, es saber dar para recibir, es
reconocer que todos somos hermanos y tenemos una sola madre, que es la naturaleza, que es
Pachamama, que es esta tierra.
3. Saber vivir en armonía y complementariedad como seres humanos, y especialmente con la Madre
Tierra.
4. Y saber soñar, sobre cómo defender nuestra identidad, cómo complementarnos de manera
equilibrada, para que el más abandonado tenga la posibilidad de compartir la educación, la salud, la
convivencia natural y comunal.
Saber alimentarse, saber beber y saber danzar. Entre otros aspectos fundamentales, Suma
Qamaña es saber alimentarse, saber combinar las comidas adecuadas a partir de las estaciones del año
(alimentos según la época). Alimentarse bien en base a la práctica de los ancestros, que se alimentaban
con un determinado producto durante toda una estación, garantiza la salud.
Según el paradigma positivista los objetivos, conceptos y métodos de las ciencias sociales no se
diferencian de lo de las ciencias naturales.
Con este paradigma podemos comprender la realidad como dinámica y diversa, se lo denomina
cualitativo, fenomenológico-naturalista o humanista. Su interés va dirigido al significado de las acciones
humanas y de la práctica social. Su propósito es hacer una negación de las nociones científicas de
explicación, predicción y control del paradigma positivista, por las nociones de compresión, significación y
acción. Sus características fundamentales son:
Desde el punto de vista de la investigación educativa este paradigma también llamado paradigma
cualitativo, fenomenológico, naturalista, humanista o etnográfico, se centra en el estudio de los significados
de las acciones humanas y de la vida social.
Este paradigma intenta sustituir las nociones científicas de explicación, predicción y control del
paradigma positivista por las nociones de comprensión, significado y acción. Busca la objetividad en el
ámbito de los significados utilizando como criterio de evidencia el acuerdo intersubjetivo en el contexto
educativo.
Desde esta perspectiva se cuestiona que el comportamiento de los sujetos este gobernado por
leyes generales y caracterizado por regularidades subyacentes. Los investigadores de orientación
interpretativa se centran en la descripción y comprensión de lo que es único y particular del sujeto más que
en lo generalizable. Lo que pretenden es:
Este paradigma se centra, dentro de la realidad educativa, en comprender la realidad educativa desde
los significados de las personas implicadas y estudia sus creencias, intensiones, motivaciones y otras
características del proceso educativo no observables directamente ni susceptibles de experimentación.
En este paradigma la tarea del investigador se traslada desde el análisis de las transformaciones
sociales hasta el ofrecimiento de respuestas a los problemas derivados de estos. Los parámetros
esenciales de este paradigma son los siguientes:
Esta perspectiva surge como respuesta a las tradiciones positivistas e interpretativas y pretenden superar
el reduccionismo de la primera y el conservadurismo de la segunda, admitiendo la posibilidad de una
ciencia social que no sea ni puramente empírica ni solo interpretativa.
En este paradigma se considera la unidad dialéctica de lo teórico y lo práctico. La teoría crítica nace
como una crítica al positivismo transformado en cientificismo. Es decir, como una crítica a la racionalidad
instrumental y técnica preconizada por el positivismo y exigiendo la necesidad de una racionalidad
substantiva que incluya los juicios, los valores y los intereses de la humanidad. Fue la escuela de Frank
Furt (Horkheimer, Adorno, Habermas) la que desarrollo un concepto de teoría que tenía como objetivo
fundamental la emancipación del hombre. A esta concepción de teoría es a la que se refiere el nombre de
Teoría Crítica, (al menos con el sentido que aquí nos interesa). Para la teoría crítica es fundamental la
relación entre teoría y praxis, porque ella misma surge de la revisión de esta relación, y es por ello que la
concepción de la relación teoría-praxis es el criterio que utiliza el paradigma crítico para diferenciar los
distintos paradigmas o tradiciones de la investigación. La ciencia social crítica será pues aquella que yendo
más allá de la crítica aborde la praxis crítica; esto es una forma de práctica en la que la “ilustración” de los
agentes tenga su conciencia directa en una acción social transformada. Esto requiere una integración de la
teoría y la práctica en momentos reflexivos y prácticos de un proceso dialéctico de reflexión, ilustración y
lucha política, llevado a cabo por los grupos con el objetivo de su propia emancipación.
A la luz de este paradigma, la teoría crítica genera las siguientes consideraciones sobre lo que se debe
ser una teoría educativa:
La teoría educativa debe rechazar las nociones positivistas de racionalidad, objetividad y verdad.
La teoría educativa debe admitir la necesidad de utilizar las categorías interpretativas de los
docentes.
La teoría educativa debe ofrecer los medios para distinguir las interpretaciones que están
ideológicamente distorsionadas de las que no lo están; y debe proporcionar también alguna
orientación acerca de cómo superar los autos entendimientos distorsionados.
La teoría educativa debe preocuparse de identificar aquellos aspectos del orden social existente
que frustran la persecución de fines racionales, y debe poder ofrecer explicaciones teóricas
mediante las cuales los enseñaste vean cómo eliminar o superar tales aspectos.
La teoría educativa es práctica, en el sentido de que la cuestión de su consideración educacional va
a quedar determinada por la manera en que se relacione con la práctica.
Esta propuesta de una teoría crítica de la enseñanza pretende la búsqueda de una comprensión
más consistente de la teoría y la práctica educativas, considerando al enseñante como investigador dentro
de una concepción crítica de la racionalidad.
Conociendo e interpretando cada uno de los fundamentos de los paradigmas educativos y desde un
punto de vista meramente cualitativo la investigación educativa pretende la interpretación de los
fenómenos, admitiendo diversas interpretaciones. En la mayoría de las veces, existe una interrelación
entre el investigador y los objetos de investigación, pero las observaciones y mediciones que se realiza se
consideran válidas mientras constituyan representaciones auténticas de alguna realidad. Plantear
paradigmas y pensar que cada uno corresponde a una concepción de construcción de conocimientos, es
una limitante impuesta por una realidad extrapolada desde un conocimiento acumulado que no llega a una
profundidad que subraye en lo visible la realidad, cada uno de los paradigmas guarda su sentido pero a la
vez, uno tiene razón de ser en función al otro. No existe aún una primera teoría unificadora de la educación
que nos permita analizar y solucionar el universo y la complejidad de los problemas de la educación. Peor
los problemas existen y es posible asumir una de dos posiciones; La teórica y la práctica.
Cada uno de los paradigmas de la investigación educativa ha tratado de legitimar desde cada uno
de sus conceptos y planteamientos una propuesta emergente que sirva de fundamento para orientar la
acción educativa y el proceso de enseñanza-Aprendizaje, y en esto creo que todos estaremos de acuerdo.
SEMESTRE: 3NC
DOCENTE:
AÑO: 2018