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I.

FUNDAMENTACIÓN

Dentro de este programa, sostenemos que la enseñanza de la filosofía en el Ciclo Superior


adopta los propósitos y objetivos generales de la Educación Secundaria: permitir, a través de
diversas situaciones y experiencias, que los estudiantes adquieran saberes, procedimientos y
actitudes útiles para la continuación de sus estudios y para el acceso al mundo del trabajo, así
como también para la consolidación de su formación ciudadana.
Estas consideraciones, sin embargo, no nos eximen de la obligación de pensar las
características específicas de la filosofía. En primer lugar, porque la reflexión sobre su
enseñanza no puede prescindir de una indagación sobre la definición misma de filosofía.
Segundo, porque debería existir algún tipo de correlato entre lo que se considere que es
filosofía y la forma de enseñarla. Por último, porque toda enseñanza filosófica consiste, en sí
misma, en una forma de intervención filosófica.
En este sentido, creemos necesario exponer nuestra postura al respecto. Entendemos
la filosofía como una disciplina autónoma, nacida de la confluencia de factores históricos,
institucionales, culturales y teóricos, en el marco del surgimiento de la universidad moderna y
la progresiva profesionalización de saberes y prácticas científicas.
No obstante, esta perspectiva no agota las posibilidades de la enseñanza filosófica:
inscrita en un contexto heterogéneo y conflictivo ─como es el Sistema Educativo, en general
y la Escuela Secundaria, en particular─ su práctica adquiere una eficacia performativa que
nos exige planificar nuestro ideal de filosofía. Por eso mantendremos que, junto a nuestra
idea de lo que es la filosofía, debemos integrar alguna noción sobre lo que creemos que ella
misma debe ser. Dicho esto, declaramos que la disciplina filosófica, más allá de su
genealogía y su recorrido histórico, debe tender hacia el desenvolvimiento de un pensamiento
crítico, problematizador y constructivo.
De esta manera, entonces, reformulamos la dicotomía débil entre la filosofía (como
sustantivo) y el filosofar (como verbo): coexisten en tanto alternativas para la enseñanza,
como dos caras inescindibles de una misma moneada. Así, nos apropiaremos, por un lado, de
la historia de la filosofía, sus conceptos, sus textos y autores canónicos, sus teorías. Pero
también pondremos un ojo en los problemas, la actividad, los métodos, los procedimientos y
las actitudes que resultan indispensables para un ejercicio crítico de la disciplina. Creemos
que la confluencia de estos dos enfoques demanda la realización de una modalidad histórico-
problemática de la enseñanza, con el fin de garantizar las condiciones que posibiliten un
aprendizaje filosófico integral y que promuevan la creación de un discurso de fundamento
sobre la filosofía.
Nuestra unidad de ética, por lo tanto, girará en torno a un eje articulador
problemático: ¿cómo juzgar el valor moral de las acciones humanas? El estudio de esta
cuestión, a su vez, nos llevará a efectuar un repaso histórico de las tres grandes corrientes de
ética normativa: aretaica, consecuencialista y deontológica. Esta modalidad dual nos
permitirá sortear las principales dificultades de las que adolecen las aproximaciones más
lineales: al estudio de los problemas le añadiremos la extensión que implica un encuadre
histórico; la perspectiva histórica se verá enriquecida por la profundidad de un tratamiento
problemático.
II. OBJETIVOS

OBJETIVOS DE ENSEÑANZA

1. Permitir la identificación y comprensión de las posturas de diversos autores.


2. Promover indagaciones filosóficas sobre los aspectos problemáticos de la relación
entre placer, felicidad y moral.
3. Proporcionar, para el análisis y crítica de textos, procedimientos y herramientas
propios de la filosofía.
4. Favorecer la reconstrucción y confrontación de argumentos sobre el problema de la
Ética.
5. Estimular la reflexión sobre la actualidad de los temas tratados.
6. Brindar herramientas para la aplicación de los temas aprendidos a casos concretos.
7. Ofrecer el ámbito y las herramientas analítico-conceptuales adecuadas para el
cuestionamiento del sentido común.
8. Mostrar la filosofía como práctica reflexiva y crítica
9. Propiciar el debate y la discusión racional de ideas.

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

1. Identificar y comprender las ideas y concepciones filosóficas fundamentales sobre el


tema.
2. Reflexionar sobre los aspectos problemáticos de la relación entre placer, felicidad y
moral.
3. Realizar lecturas comprensivas y análisis críticos de textos filosóficos.
4. Reconstruir y confrontar argumentos respecto de las grandes concepciones en relación
con la Ética.
5. Reflexionar respecto al valor de los temas estudiados para la discusión de los
problemas actuales.
6. Aplicar las herramientas teóricas aprendidas a casos concretos.
7. Problematizar algunos aspectos del sentido común y poner en cuestión los
presupuestos propios.
8. Entender la filosofía como práctica reflexiva y crítica.
9. Valorar el debate y la discusión racional de ideas.

III. CONTENIDOS

DIMENSIÓN CONCEPTUAL

Proponemos, como eje articulador, un recorrido histórico-problemático en torno a las tres


tradiciones de la ética normativa: aretaica, consecuencialista y deontológica. Cada una de
estas corrientes ha intentado fundamentar una respuesta sistemática al problema: ¿cómo
juzgar el valor moral de los actos humanos?
Parte 1. La ética aretaica: Aristóteles.

La ética aretaica determina el valor moral de las acciones en función de si son acordes a la
virtud.

1. La ética de Aristóteles: una teleología. Todas las acciones tienden hacia un bien. Los
bienes pueden ser medios o fines; entre estos últimos, la felicidad es el supremo. Una vida
feliz consiste en el accionar virtuoso. ¿Cuál es la virtud del hombre? Virtudes éticas y
dianoéticas.

Parte 2. Las teorías utilitaristas. Jeremy Bentham y John Stuart Mill.

Las éticas consecuencialistas (o utilitaristas) ponen el foco en los efectos producidos por
nuestras acciones y en cómo aumentan o disminuyen nuestra felicidad.

2.1. Pensar las consecuencias: el Utilitarismo. La filosofía de Jeremy Bentham y su Principio


de Utilidad. La felicidad medida en placer y dolor.

2.2. El utilitarismo de John Stuart Mill: ¿existe una jerarquía entre los placeres? Placeres
inferiores y superiores.

Parte 3. La ética del deber. La filosofía de Immanuel Kant.

La ética deontológica juzga el valor de una acción centrándose en si es o no conforme al


deber y a la ley moral.

3. La ética deontológica de Immanuel Kant. El deber. La autonomía. Imperativos: hipotéticos


y categóricos. Los actos se clasifican en buenos, malos y neutros, según su móvil sea o no el
deber.

DIMENSIÓN PROCEDIMENTAL

● Reconocimiento de tesis filosóficas.


● Comparación de tesis filosóficas.
● Reconstrucción de argumentos.
● Detección y explicitación de supuestos.

DIMENSIÓN ACTITUDINAL

● Actitudes y hábitos de tolerancia.


● Respeto y discusión racional de ideas.
● Disposición a una amplitud mental y apertura ante diferentes puntos de vista.

IV. METODOLOGÍA DE TRABAJO


Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, se considerará al alumno como sujeto activo y
en interacción constante con el docente, sus compañeros y el material de trabajo. Se buscará,
por lo tanto, estimular el aprendizaje significativo mediante el diálogo y la construcción
colectiva del conocimiento, priorizando el trabajo sobre las concepciones e interrogantes
previos de los alumnos. Se alternarán el trabajo individual y el grupal, focalizando sobre este
último como móvil principal de la discusión e intercambio de ideas. Con esto se pretende,
además, favorecer el respeto, la apertura y la tolerancia por lo diverso.

V. ACTIVIDADES

Inicio (Clase 1)

Para introducir a los estudiantes en el problema de la ética desde un abordaje filosófico, se


buscará problematizar los saberes previos de los que se dispone. Este cuestionamiento deberá
reconocer un enfoque dual: por un lado, hay que interpelar con base en aquello que resulta
significativo para los estudiantes y, por el otro, tener un ojo puesto en la tradición del
pensamiento filosófico. Dado que el ejercicio de la pregunta requiere siempre de una cierta
materialidad (pues no tiene lugar en el vacío) se les ofrecerá a los alumnos, como material de
trabajo, una selección de historietas, videos e imágenes que puedan servir como disparadores
para la reflexión filosófica y como motor de un ejercicio de pensamiento y búsqueda de
sentido. Estos recursos se verán acompañados de un plan de diálogo que los estudiantes
tendrán que realizar, retomando y haciendo uso de algunas herramientas propias de la
filosofía y el trabajo intelectual, adquiridas con anterioridad durante el curso.
Como actividad inicial, buscaremos disparar el debate en torno a cuestiones
representativas de algún área de interés por parte de los alumnos ─ya sea por su impacto
social, cultural y/o mediático─ y que puedan ser, al mismo tiempo, objeto de un abordaje
ético-filosófico. Aunque esto sea susceptible de variaciones de acuerdo al momento particular
del dictado de la unidad, serán tenidas en cuenta (a modo de ejemplo) problemas como el del
aborto, la eutanasia o la pena de muerte. Además, el profesor utilizará algunos ejemplos
clásicos de dilemas éticos, haciendo hincapié en las situaciones problemáticas que plantean y
en los razonamientos que se esgrimen para abordalos. Se propondrá a los alumnos que tomen
una postura en la discusión y que intenten fundamentarla con argumentos. Luego de superada
esta fase de presentación, daremos comienzo a la lectura de los autores indicados en el
programa, empezando por la Ética Nicomaquea de Aristóteles.

Desarrollo (Clases 2 a 7)

Durante esta instancia, se pretenderá fomentar una actitud analítica, invitando a los
estudiantes a aproximarse a las fuentes filosóficas y estableciendo un diálogo crítico a partir
de las mismas. Para estimular esta conversación, además de haber seleccionado a los
interlocutores y sus respectivas obras, se redactarán consignas que soliciten a los estudiantes
el desarrollo de una actividad grupal de lectura, debate y producción escrita. Se procurará
continuar a partir de las discusiones e interrogantes surgidos en las actividades de inicio,
considerando las fuentes filosóficas como las diversas respuestas que, con las categorías y
conceptos disponibles, fueron formuladas a través del tiempo. Los textos constituyen, por lo
tanto, un lugar privilegiado para la profundización y complejización de los problemas
planteados. Aquí es donde realizaremos el recorrido conceptual por las tres tradiciones de
ética filosófica consignadas en el programa: aretaica, consecuencialista y deontológica. Se
propiciará, asimismo, el uso de diccionarios filosóficos que permitan reconstruir y
dimensionar cabalmente la densidad de los asuntos en cuestión. Por último, se hará hincapié
en las distintas textualidades, presentes en la cultura, que escapan al canon consagrado de la
historia de la filosofía: textos de divulgación, noticias periodísticas, prácticas culturales, etc.
Se privilegiará aquel material que implique un anclaje significativo para la vida y los
intereses de los estudiantes, buscando favorecer no sólo la toma de posición frente al mismo,
sino también una comprensión de las categorías propias del campo de la ética en filosofía,
como así también de la red conceptual en la que éstas cobran sentido.

Cierre (Clase 8)

En la etapa de cierre, después de haber trabajado en torno a la clasificación moral de los actos
según Kant, se establecerá el oportuno contraste con los demás filósofos estudiados;
ingresaremos, así, en una recapitulación de lo aprendido a lo largo de la unidad. Utilizando
ejemplos concretos de dilemas éticos, pondremos de manifiesto las tensiones intrínsecas de
los autores, así como la confrontación de tesis contrapuestas en el seno de la tradición
filosófica. Se tratará de instalar el diálogo filosófico como piedra de toque para hacer patentes
los conceptos, procedimientos y actitudes adquiridos, alentando las exposiciones de los
alumnos. Para finalizar, intentaremos generar las condiciones que nos permitan sintetizar el
camino recorrido e integrar las preguntas que quedaron abiertas con la fase de inicio del
módulo de filosofía política, próximo en la planificación del curso.

VI. RECURSOS AUXILIARES

Pizarrón
Fragmentos de textos
Historietas, imágenes.
Videos, films.
Gráficos, cuadros y esquemas conceptuales.
Guía de preguntas.

VII. SISTEMA DE EVALUACIÓN

Proponemos un sistema de evaluación diagnóstica continua, que contribuya a profundizar la


enseñanza y el aprendizaje. Serán evaluados tanto el proceso como el producto, teniendo en
consideración los siguientes criterios: participación individual y grupal en clase, resolución
de trabajos prácticos y guías de lectura, desempeño conceptual, procedimental y actitudinal,
claridad en las exposiciones, precisión en el lenguaje, capacidad argumentativa y comentarios
críticos.
VIII. CRONOGRAMA

Clases 1 a 3: Parte 1
Clases 4 y 5: Parte 2
Clases 6 a 8: Parte 3

IX. BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA PARA LOS ALUMNOS

Parte 1
ARISTÓTELES (1985). Ética Nicomáquea. Madrid, Gredos. Libros I, II y V (selección de
fragmentos).

Parte 2

BENTHAM, J. (2008), Introducción a los principios de la moral y de la legislación, Buenos


Aires, Claridad (selección de fragmentos).
MILL, J. S. (2014). El utilitarismo. Madrid, Alianza Editorial. Capítulo 2: “¿Qué es el
utilitarismo?” (selección de fragmentos).

Parte 3
ORTÚZAR, M. G. y COSTA, M. V. (2008). “Conceptos Fundamentales de la ética
kantiana”. En: MORÁN, J. C. (comp.). Por el camino de la filosofía. La Plata, De la
Campana.

BIBLIOGRAFÍA PARA EL DOCENTE

Parte 1
ARISTÓTELES. Op. cit.
LLEDÓ ÍÑIGO, E. (1985). “Introducción”. En: ARISTÓTELES, op cit.

Parte 2

BENTHAM, J. Op. cit.


HAUSMAN, D. y MCPHERSON, M. (2007). “El utilitarismo y el consecuencialismo”. En:
El análisis económico y la filosofía moral. México, FCE.
MILL, J. S. Op. cit.

Parte 3
KANT, I. (1999). Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Barcelona, Ariel.
RODRÍGUEZ ARAMAYO, R. (2000). “Estudio preliminar”. En: KANT, I., Crítica de la
razón práctica. Madrid, Alianza Editorial.

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