Las sobretensiones pueden causar daño a los equipos y ser origen de otras fallas
en el sistema, y las protecciones contra estas sobretensiones es por medio de la
denominada coordinación de aislamiento.
Aislamiento
El aislamiento de una instalación exterior (intemperie) o de un aparato eléctrico,
al elemento que tiene la aptitud de soportar la tensión, o los esfuerzos dieléctricos
que le son aplicados, en condiciones normales y en condiciones excepcionales de
utilización.
Tenemos dos tipos de aislamiento, tipo externo y del tipo interno en los aparatos
y subestaciones.
Dentro de los aislamientos internos se pueden mencionar como ejemplo los aceites,
papel, cinta de lino etc, de los transformadores, el aceite o aire comprimido
utilizado en los interruptores.
Dentro de los aislamientos externos, se tienen principalmente las distancias en
aire a tierra (aisladores de porcelana, vidrio, resina sintética, y su relación con
respecto a las puntas conectadas a tierra), así como las distancias en aire entre
partes vivas (fase a fase) en las instalaciones eléctricas y líneas de transmisión.
Los esfuerzos dieléctricos aplicados sobre los materiales son de origen muy variado
y es posible que tengan una duración del orden de los microsegundos, con amplitudes
de tensión elevadas o tiempos del orden de los minutos y hasta horas, con valores
de tensión no muy altas y formas de onda senoidales, por lo que es necesarios
analizar la amplitud y la duración de las sobretensiones que producen los esfuerzos
dieléctricos en los materiales aislantes.
Sobretensiones temporales.
Las sobretensiones temporales no amortiguadas, se presentan en los sistemas en
condiciones de estado permanente y consisten en cambios en la amplitud de la
componente a la frecuencia del sistema, de las tensiones, debido a las operaciones
de maniobra, cambios en la distribución de la potencia reactiva, etc. La amplitud
de las sobretensiones temporales se expresa como la relación entre la componente
de tensión de la sobretensión a la tensión nominal del sistema a la frecuencia del
mismo.
Las sobretensiones temporales o a la frecuencia del sistema, son particularmente
peligrosas para los transformadores y descargadores. En el caso de los
transformadores, un valor elevado de este tipo de sobretensiones, causa una fuerte
saturación en el núcleo magnético, con el consecuente incremento en las perdidas
en el hierro y calentamiento interno. Aun en intervalos cortos de operación, bajo
tales condiciones del orden de unos cuantos segundos, puede conducir a daños serios
en el transformador. En el caso de los descargadores, las sobretensiones temporales
se vuelven peligrosas, cuando su amplitud es mayor que el llamado voltaje de
operación permanente en los descargadores de óxido de zinc o el voltaje nominal
para los que tiene explosores (generalmente los de carburo de silicio) a la
frecuencia del sistema. En estas condiciones los descargadores, con una sobretensión
transitoria aplicada, hacen que los mismos conduzcan y estos puede llevar a un
exceso de la energía absorbida por ellos y se produce finalmente su destrucción.
Las operaciones que producen más frecuentemente las sobretensiones temporales son:
Energización de transformadores en un sistema que tiene líneas existentes, ya
operando.
Rechazo de carga.
Energización de línea terminada en transformador.
Desconexión en el lado de bajo voltaje de transformadores por salida
intempestiva de carga.
Eliminación de falla, especialmente cuando se tiene transformadores cercanos
al interruptor que abre.
Fallas monofásicas o bifásicas a tierra.
Ferroresonancia en circuitos con inductancias no lineales.
Actuación de fusibles limitadores.
Regulación de tensión.
Estas sobretensiones son cercanas al valor nominal del sistema, pero su duración
es tan prolongada, que pueden dañar a los equipos, no tanto por los esfuerzos
dieléctricos aplicados a los aislantes, sino que por los efectos térmicos sobre los
mismos.
Nivel isoceráunico
El nivel isoceráunico nos determina la expectancia de días de tormentas eléctricas
por unidad de tiempo.
El nivel isoceráunico se lo determina contando los días de tormenta eléctrica, que
son aquellos los cuales, por lo menos se escucha un trueno. Lo cual lo que nos
interesa, son las descargas que caen a tierra.
Las cartas isoceraunicas, indican y grafican las curvas de nivel sobre un mapa,
estas nos muestran los lugares con igual nivel ceraunico, es decir en donde se
puede esperar la misma cantidad de días de tormentas eléctricas por unidad de
tiempo. En estas cartas isoceraunicas, no se indica ni la intensidad de las
descargas, ni el número de descargas por día de tormenta, ni la duración anual de
las tormentas, así como tampoco el número de rayos por año que caen en la zona.
Es evidente que la cifra que nos hace falta para el diseño de una protección de una
línea de energía, contra descargas atmosféricas es la cantidad de rayos que caen
en una determinada unidad de tiempo sobre una superficie y la corriente asociada a
tales rayos. Pero hasta hace un par de décadas lo único que se podía medir era la
cantidad de días de tormentas por unidad de tiempo. Con esto se determinaba la
cantidad de rayos a tierra por unidad de tiempo por kilómetro cuadrado, que es la
densidad de rayos a tierra.
Esta tensión se propaga en los dos sentidos en forma de onda viajera y tiene la
misma forma que la onda de corriente, la cual se muestra a continuación.
Pero antes condiciones anormales sobre los mismos, debido a una sobretensión aparece
una ruptura dieléctrica o cebado, por superarse el nivel dieléctrico de los
explosores y estos conducen, conectando los varistores y drenando la corriente a
tierra. Esto resulta en una caída de tensión sobre los varistores que depende de
la resistencia de los mismos y de la magnitud de la onda de corriente que circula
por ellos.
Los varistores ofrecen una alta impedancia a la corriente subsiguiente (que continua
hasta el pasaje por cero) de frecuencia de red.
La función de los explosores en estos descargadores, es la de soportar la tensión
normal de servicio a donde van a ir colocados, sin producir la conexión, pero
realizarla cuando aparece una sobretensión. Además luego de drenar la onda de
corriente asociada a la sobretensión, permitir que los varistores se desconecten
de la corriente de frecuencia de red subsiguiente, restableciendo las condiciones
iniciales del descargador, en el primer pasaje por cero de la tensión, en razón de
que los varistores son resistivos y la corriente de frecuencia de red está en fase
con esta.
Hay que destacar que los varistores de CSi no soportan la corriente de frecuencia
de red. Por lo tanto, si no existieran los explosores en serie con los varistores
de CSi, estos se destruirían por efectos térmicos, solamente con la tensión aplicada
del sistema a donde se los coloca.
Descargadores de Óxido de zinc
La nueva generación de descargadores de sobretensión, está realizada con varistores
de OZn, los cuales poseen una marcada ventaja con respectos a los anteriores de
CSi. Los varistores compuestos de óxidos metálicos, son mucho más alinéales que los
anteriores, en donde en la figura anterior se muestra la curva característica
tensión-corriente de los varistores de OZn.
Debido a que los varistores de OZn son mucho más alinéales y tiene bajas perdidas
cuando esta aplicada la tensión de operación, es que estos pueden trabajar sin los
explosores en serie, el cual este descargador se muestra en la siguiente figura.
Los varistores soportan sin problemas la tensión de operación normal del sistema,
pero conducen bruscamente, cuando la tensión supera un preciso nivel y dejan
conducir cuando la tensión decae por debajo de aquel nivel. No es necesario la
colocación de los explosores en serie para aislar los varistores del potencial de
tierra, debido a que estos elementos permiten solamente una pequeña corriente de
fuga a la tensión de operación a diferencia con los de CSi.
Por lo tanto no es necesario entonces interrumpir la corriente subsecuente de
frecuencia de red, cuando se le aplica la tensión remanente por debajo de la tensión
de conducción, después de operar, ya que esta corriente no existe.
Entonces al no necesitar explosores para su correcta operación, los descargadores
de OZn no necesitan esperan que la onda de sobretensión alcance a cebar los
explosores para conducir y pueden limitar antes la sobretensión al equipamiento a
proteger. Lo cual esto representa una significativa ventaja sobre la tecnología de
CSi, en términos de protección por sobretensión del equipamiento.
Consideraciones térmicas
Una de las primeras consideraciones para la aplicación de los descargadores de OZn
es el medio ambiente térmico. La curva de V-I de estos descargadores cambia con la
temperatura en el rango de las bajas corrientes. Como se ve en la siguiente figura.
Cuando la temperatura ambiente o la tensión aplicada al descargador aumentan, la
temperatura de los varistores aumenta. Este incremento de la corriente a su vez
produce más calentamiento, si la temperatura excede la capacidad térmica de los
elementos de OZn, se entra en la zona de avalancha térmica, ocurriendo, que el
descargador se destruya.