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ANTECEDENTES DEL SISTEMA

REGISTRAL MEXICANO
Publicado por HildaLopezB el 6 noviembre, 2014 en UNIDAD XI

La propiedad siempre ha tenido un papel importante a lo largo de la historia, ya que desde la


existencia del hombre, este ha poseído algo en propiedad, como la choza en la cual habitaba,
pero se sabía que le pertenecía por el hecho de que él, la había construido y la ocupaba en
esos momentos, por lo cual al paso del tiempo, dentro del derecho se formó la figura del Registro
Público de la Propiedad, que tenía y tiene la finalidad de darle todos los derechos a la persona
física y también moral sobre aquel bien que le pertenece. Es importante entonces, conocer los
antecedentes de esta figura y el cómo se fue incorporando en nuestro país eso que hoy en día
conocemos como Registro Público de la Propiedad.

Los antecedentes del actual Registro Público de la Propiedad datan del antiguo derecho español
en el que destacan los siguientes ordenamientos:

La Bula Inter Coetera expedida por el Papa Alejandro VI, por petición de los reyes católicos de
España, la cual sirvió para poner fin a las disputas entre España y Portugal. Posteriormente,
con el triunfo de Hernán Cortés, a partir del año de 1521 adquirieron vigencia en el territorio que
hoy es México, los siguientes ordenamientos jurídicos españoles: Las leyes de Castilla, el Fuero
Real, las Siete Partidas, la Recopilación y la Novísima Recopilación, ordenamientos en los
cuales podemos decir que se encuentran los antecedentes de la evolución de nuestro sistema
registral.

La anterior legislación española metropolitana fue reemplazada o complementada por otras


disposiciones de carácter colonial y es así como encontramos las Ley de Reinos de las Indias,
las Ordenanzas del Villar, las Leyes de Intendentes y las Recopilación de Autos acordados de
la Real Audiencia y Sala del Crimen de la Nueva España.

En años subsecuentes de la instrucción de los Señores Fiscales de Hacienda aplicables a la


Nueva España, conoció del oficio de hipotecas, esta ley que fue aprobada por la Audiencia en
el mes de septiembre de 1784, y distinguió al oficio con calidad de vendible y renunciable en
todas las ciudades y villas, señalando la diferencia entre un escribano del ayuntamiento y uno
de hipotecas.
Una vez lograda la independencia de México, el Reglamento Provisional Político del Imperio
Mexicano de 1822 otorgó vigencia a las leyes, órdenes y reglamentos promulgados hasta el 24
de febrero de 1821 siempre y cuando no se opusiesen a aquél, así como a las leyes, órdenes
y decretos que se expidieren en consecuencia de la lucha de independencia.

La Ley y Arancel sobre el Oficio de Hipoteca expedido el 20 de Octubre de 1853, regularon la


venta del oficio hipotecario y lo señalaron como un oficio vendible y enajenable. Como habremos
de estudiarlo en el capítulo 11, el oficio de hipotecas evolucionó hacia la institución del
Notariado.

Por cuanto a la Institución del Registro Público de la Propiedad en análisis, es de señalarse, en


México no han existido leyes especiales sobre esta materia sino que las disposiciones relativas
han formado parte de la codificación civil. A este respecto, el primer código civil expedido en
México fue el Código Civil para el Gobierno del Estado de Oaxaca de 1828, el que por cierto no
se refirió al oficio o registro de hipotecas.

En el año de 1867, el presidente Benito Juárez expide la Ley Orgánica de Notarios y Actuarios
del Distrito Federal, siendo esta ley la que sienta las bases para iniciar con lo que hoy
conocemos como el “oficio del Registro Público”.

Un Código Civil importante por ser uno de los más completos en su época fue del Estado de
Veracruz expedido en el año de 1868, cuyo Título XXI denominado “Del Registro Público de la
Propiedad”, estuvo integrado por los capítulos siguientes: “Disposiciones generales”, “Títulos
sujetos a inscripción”, “De las persona que deben o pueden pedir la inscripción”, “Del modo de
hacerse la inscripción”, “De la anotación preventiva”, “De las sub-inscripciones”, y “De la
Teneduría del Registro”. El Código Civil del Estado de México del año de 1870, por su parte,
mantuvo la forma anterior y agregó un capítulo más de “Disposiciones Transitorias”.

El Registro Público de la Propiedad guarda sus antecedentes en el Derecho Español, el cual


fue tomando fuerza poco a poco en los diversos ordenamientos que se fueron incorporando en
España, como: La Bula Inter Coetera expedida por el Papa Alejandro VI, Las leyes de Castilla,
el Fuero Real, las Siete Partidas, la Recopilación y la Novísima Recopilación. La manera en la
que se incorporó en el ordenamiento mexicano surgió a raíz del logro de la independencia de
México, en la que el Reglamento Provisional Político del Imperio Mexicano de 1822 otorgó
vigencia a las leyes, órdenes y reglamentos promulgados hasta el 24 de febrero de 1821.

FUENTE

– Joaquín Contreras Cantú y Eduardo Castellanos Hernández. El Registro Público de la


Propiedad Social en México. ISBN: 968-5365.

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