ofrece la máxima eficiencia de conversión de todas las fuentes de energía conocidas (en torno a un 90%
de la eficiencia "de agua a cable"), y un cociente de rentabilidad energética muy elevado. [5.3.3]
Normalmente, una central hidroeléctrica dura entre 40 y 80 años. Los componentes eléctricos y
mecánicos, así como el equipo de control, se desgastan más rápidamente que las estructuras civiles (al
cabo de unos 30 ó 40 años, por lo general), después de lo cual deben ser renovados. La mejora de las
instalaciones o del rendimiento debe ser abordada sistemáticamente, ya que hay diversos factores
(hidráulicos, mecánicos, eléctricos y económicos) que desempeñan un papel esencial a la hora de decidir
la línea de actuación. Desde un punto de vista técnico-económico, la mejora del rendimiento debe ser
abordada conjuntamente con otras medidas de renovación y modernización. Frecuentemente, los
generadores de rendimiento mejorado pueden ser reacondicionados para dar respuesta a la demanda del
mercado, que requiere un funcionamiento más flexible y adaptado a los picos de demanda. La mayor
parte de los 926 GW del equipo hidroeléctrico actualmente en funcionamiento (2010) deberá ser
modernizado de aquí a 2030 ó 2040. La renovación de las centrales hidroeléctricas existentes mejora con
frecuencia la capacidad de generación, tanto en los casos en que se renueva o mejora el rendimiento de
las turbinas como en aquellos en que se introducen reformas en la infraestructura civil existente (presas
de derivación, represas, diques, túneles en canal, etc.) para incorporar nuevas instalaciones
hidroeléctricas. [5.3.4]
5.4 Situación mundial y regional de la implantación en el mercado y en el
sector
La energía hidroeléctrica es una tecnología madura, predecible y competitiva en términos de los precios y,
en la actualidad, proporciona un 16% aproximadamente de la producción eléctrica mundial y un 86% de
toda la electricidad obtenida de fuentes renovables. Aunque la energía hidroeléctrica
contribuye en mayor o menor medida a la producción de electricidad en 159 países, cinco de estos
(China, Canadá, Brasil, Estados Unidos y Rusia) representan más de la mitad de la producción
hidroeléctrica mundial. No obstante, la importancia de la energía hidroeléctrica en la matriz eléctrica de
esos países difiere considerablemente. Aunque Brasil y Canadá dependen, en gran medida, de la energía
hidroeléctrica, ya que generan el 84% y el 59%, respectivamente, la Federación de Rusia y China
producen, respectivamente, solo el 19% y el 16% de su electricidad por medios hidroeléctricos. A pesar
del aumento considerable de la producción hidroeléctrica en todo el mundo, el porcentaje de esta
modalidad de energía ha disminuido en los tres últimos decenios (de 1973 a 2008), pasando del 21% al
16%, ya que la carga de electricidad y otras fuentes de generación
han crecido más rápidamente que la energía hidroeléctrica. [5.4.1]
Los créditos de carbono benefician a los proyectos de energía hidroeléctrica, ya que ayudan a obtener
financiación y a reducir riesgos. La financiación es la etapa más decisiva de todo el proceso de desarrollo
de los proyectos. Los proyectos hidroeléctricos se cuentan entre los mayores contribuyentes a los
mecanismos flexibles del Protocolo de Kyoto y, por consiguiente, a los mercados de crédito de carbono
existentes. De los 2.062 proyectos registrados al 1 de marzo de 2010 por la Junta Ejecutiva del
mecanismo para un desarrollo limpio (MDL), 562 son hidroeléctricos.
Con un 27% del número total de proyectos, la energía hidroeléctrica es la principal fuente de energía
renovable del MDL implantada. China, la India, Brasil y México representan aproximadamente un 75% de
los proyectos acogidos. [5.4.3.1]
La Junta Ejecutiva del MDL de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC) ha decidido que los proyectos de almacenamiento de las centrales hidroeléctricas deberán
ajustarse al indicador de densidad de potencia, vale decir, la capacidad instalada y el área
de embalse en W/m2, a fin de acceder a los créditos del MDL. Actualmente, la aplicación del indicador de
densidad de potencia parece excluir a la energía
hidroeléctrica de almacenamiento de la concesión de créditos del MDL (o
ejecución conjunta), y ello puede mermar las posibilidades de desarrollo de
los recursos hidroeléctricos, ya que se favorecerá la opción de las centrales
de corriente fluvial sin almacenamiento.
5.5 Integración en sistemas de energía más
amplios
El amplio intervalo de capacidades de la energía hidroeléctrica, su flexibilidad,
su capacidad de almacenamiento (en combinación con un embalse),
y su capacidad para operar en modo autónomo o en redes de cualquier
tamaño le permite prestar servicios muy diversos. [5.5]