En el lugar donde acaba la tierra firme y comienza el agua, hay una zona de TRANSICIÓN:
la orilla, costa, ribera, litoral o playa.
Las costas de los mares, de los ríos y de los lagos son considerados AMBIENTES DE
TRANSICIÓN porque presentan características intermedias entre los del medio terrestre y los del
medio acuático. En esos lugares, el cambio es permanente. A orillas de ríos o lagos, por ejemplo, el
agua de repente aumenta o disminuye por deshielo, lluvias, vientos o sequías. Y en el mar, por
mareas.
Lo mismo sucede con el agua, pasa con los seres vivos que los habitan y pueden presentar
los más variados aspectos.
Sobre las orillas de los mares se repiten constantemente los movimientos de ascenso y
descenso de las aguas, conocidas como mareas. A causa de estos movimientos del mar, los
organismos de las orillas deben estar preparados para quedar sumergidos en el agua en ciertos
momentos, y fuera de ella en otros (gusanos, almejas, mejillones, cangrejos, etc.).
En las playas de superficie plana, el cambio de un ambiente a otro es gradual, en cambio
en los acantilados (playas escalonadas o rocosas), la separación que existe entre el mar y la tierra
puede ser brusca. En las costas acantiladas los animales suelen refugiarse en las rocas para buscar
allí su alimento, otros permanecen en las costas para reproducirse, criar sus crías o descansar, es el
caso de los albatros, petreles, pingüinos, lobos y focas.
A pesar de que en el mar existen pocos vegetales, en sus orillas se pueden encontrar
diversas algas, que forman parte del fitoplancton y viven junto al zooplancton, ambos organismos
microscópicos.
Las orillas de los ríos, lagos o lagunas suelen estar pobladas por diversas plantas que
sirven de refugio y alimento a diversos animales. Algunas plantas que se encuentra en esta orillas
son: juncos, lentejas de agua, elodea, camalotes, sagitarias, totoras… etc. Los animales que aquí
viven son: caracoles, sapos, insectos, renacuajos, patos, cigüeñas, peces, reptiles, coipos,
camarones y diversas aves.