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TIPOLOGÍA DE UN BUEN DISEÑADOR

Personalidad creativa e innovadora: Parece obvio, pero alguien que no cuente


con esta cualidad y que se limite a imitar estilos de otros diseñadores nunca
pasará a un siguiente nivel y no adoptará un estilo que lo caracterice como
diseñador.

Comunicativo: El diseñador debe poseer una habilidad para comunicar e


interpretar conceptos visualmente, para ello también necesita tener capacidad
de análisis y síntesis de modo que pueda expresar ideas.

Analítico: Relacionado un poco con el punto anterior, un buen diseñador debe


analizar su entorno, esto a través del conocimiento, comprensión e
interpretación de la realidad social

Sensibilidad artística: Un diseñador debe ser sensible a todo tipo de


manifestaciones artísticas y culturales.

Culto: Es necesario que un diseñador tenga conocimientos de matemáticas,


sociología, filosofía, ética, dibujo, historia universal de esta manera sus ideas
tendrán bases y fluirán de manera más óptima.

Empático: Sobre todo este punto tiene que ver con las necesidades del cliente,
con el cual debe establecer empatía a fin de comprender e interpretar lo que
requiere.

Proactividad: Un diseñador sí debe escuchar al cliente, pero también debe


tener la habilidad de recomendar.

Conocimiento profundo: Un buen diseñador tiene que conocer y utilizar


adecuadamente las herramientas manuales y digitales, así como los materiales
indispensables para el desarrollo y elaboración de diversos diseños como cartel,
señalética, punto de venta, envase, entre otros.

Versatilidad: El diseñador debe tener la habilidad de trabajar en equipo y contar


con un espíritu de colaboración.

Vocación: Esta podría ser la cualidad más importante, pues un diseñador puede
tener todas las cualidades anteriores, pero si no tiene esa vocación que hace
que un profesionista ame su trabajo, nunca explotará todo su potencial.
Pasos para un buen diseño
Investigar: Tener una primera junta dónde el diseñador identifique las
expectativas del cliente.

Definir: Ya que se encuentran aclaradas las expectativas y actividades


alcanzables por parte del cliente y del diseñador, se continúa con una segunda
charla donde se definen los objetivos y especificaciones técnicas.

Recopilación: El diseñador se encarga de recopilar toda la información


necesaria sobre el producto.

Interpretación: Con toda la información y los antecedentes se puede ahora


empezar a crear la idea que se quiere transmitir.

Soluciones: En esta etapa el diseñador se da a la tarea de empezar a diseñar


el producto y cómo será presentado, adecuando los elementos básicos del
diseño como: tipografía, colores, estilo y fotografía.

Propuestas: El diseñador presenta sus propuestas al cliente, dónde el cliente


decide, después de la explicación del porqué por parte del diseñador, si lo acepta
o habrá modificaciones.

Solución: Finalmente el cliente y el diseñador se deben reunir y discutir si han


llegado a los objetivos acordados en la primera etapa.

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