HISTORIA DE UN BOICOT
La competencia para el desarrollo de las tareas de conservación del pinzón azul de Gran
Canaria habían recaído hasta el año 2002 en la Viceconsejería de Medio Ambiente del
Gobierno de Canarias.
En abril de 2005 se publica el Plan de Recuperación del pinzón azul de Gran Canaria.
Dicho Plan venía con un retraso muy grande pues los responsables de los proyectos de
conservación anteriores, que habían fracasado en toda regla, al menos en lo que se
refiere la cría en cautividad, querían imponer unos criterios que eran inaceptables para
nosotros. Esos técnicos del Gobierno, con Gorgonio Díaz y Felipe Rodríguez a la
cabeza, se empeñaban en aplicar sus criterios que había resultado fallidos hasta
entonces. El Cabildo sabía que eran erróneos, tal y como el tiempo ha demostrado.
Como por aquel entonces se me escuchaba como especialista pues nos mantuvimos
firmes negándonos a aceptar aquella absurda propuesta de Plan. Esto fue posible gracias
al apoyo del por entonces Consejero José Jiménez y nuestro Jefe de Servicio Víctor
Montelongo. Finalmente, tras más de un año en que los referidos técnicos de la
Viceconsejería intentaban colarnos el absurdo Plan, los responsables de la
Viceconsejería intevinieron, desautorizando a Gorgonio y a Felipe, aprobaron las
propuestas que nuestro Cabildo deseaba introducir y, tras las oportunas correcciones, se
publicó el Plan.
Al respecto se adjunta la carta que, con fecha 29 de marzo 2006, nos remitió Joachim
Hellmich solicitando esa información anteriormente referida.
Inicialmente se solicitó de palabra toda esa información a los antiguos gestores. Dado
que pasaban las semanas y los meses sin recibir respuesta a múltiples peticiones
verbales, nos decidimos a realizar las oportunas peticiones formales, con registro de
entrada en la Viceconsejería.
De palabra, por parte de los técnicos responsables de los LIFE se nos dieron las más
variopintas excusas para no entregarnos dato alguno. Recuerdo algunas como que “esos
datos no eran objetivo concreto de los LIFE y que no tenían por qué entregárnoslos”. O
que “esos datos no se habían abordado y no se tenían”, lo cual sabíamos era literalmente
falso.
Nos consta que por parte de los responsables políticos en aquellos momentos y otros
responsables intermedios existía la mejor voluntad de colaboración con nuestro Cabildo,
pero la ausencia de traspaso de información a que nos referimos en muchos aspectos del
Plan fue realizada desde un principio con un ánimo claramente boicoteador.
Las lesiones consistían en unas pequeñas pápulas en la zonas dorsal y lateral de los
dedos. Por lo general evolucionaban bien y desaparecían a las pocas semanas. Dado
que, según la bibliografía y de la experiencia de los canaricultores, esas lesiones se
relacionan con la picada de mosquitos y la transmisión de poxvirus o viruela aviar,
procedimos a la toma de biopsias cortando con bisturí la piel afectada sobre los bordes
de la lesión. Ese pequeño trozo de tejido dérmico se fijó en formalina al 10% y se
remitió al Departamento de Morfología y Anatomía Patológica de la Facultad de
Veterinaria de la ULPGC para su análisis histopatológico.
El diagnóstico fue viruela aviar. Para cuando tuvimos los resultados de esos análisis las
lesiones ya habían curado y las aves afectadas no volvían a padecer más “picaduras”.
Por todo ello seguimos con el programa de cría previsto y siempre muy atentos a esa y a
cualquier otra posible enfermedad que pudiéramos detectar.
A principios de 2006 el asunto se hace público en la propia Facultad de Veterinaria,
donde estaba colaborando el anterior responsable sanitario del programa de cría de
pinzones, que también ejercía como coordinador en Gran Canaria de la Sociedad
Española de Ornitología (SEO) en Gran Canaria. De manera totalmente sensacionalista
se transmite a los medios de comunicación la idea de la peligrosidad de la viruela que ha
contagiado al pinzón azul (se adjunta recorte de prensa con el titular “El pinzón azul
enferma de viruela”). Se inicia una campaña en la que se argumenta la mala ubicación
del Centro de Cría, muy cerca del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, supuesto
origen de la infección.
A pesar de que esas explicaciones se dieron a SEO desde esa organización siguieron
bombardeando la ejecución del Plan por el Cabildo. SEO-Canarias remitió cartas a los
Cabildos (se adjuntan en Anexos la remitida al Cabildo de Fuerteventura)
advirtiéndoles, en tono muy catastrofista, del peligro de enviar ejemplares accidentados
desde Fuerteventura a Tafira, donde los pinzones padecían una enfermedad tan grave
como la viruela. Una de estas cartas hizo que una comisión de políticos y técnicos del
Cabildo de Fuerteventura visitaran Tafira, alarmados pues desde esa isla nos remitían
muchos ejemplares accidentados al Centro de Recuperación para ser rehabilitados. La
visión de los pinzones azules afectados, ya completamente sanos y sin secuelas, y las
oportunas y rigurosas explicaciones les abrieron los ojos y comprendieron los reales
motivos que se ocultaban tras la monumental alarma creada por SEO-Canarias.
El caso es que por parte de SEO- Canarias y algunos de sus colaboradores se hizo pasar
al Plan de Recuperación en su faceta de Cría en Cautividad por uno de sus peores y más
críticos momentos.
ASUNTOS RECIENTES
Pero todo cambió rápidamente tras la incorporación de un nuevo asesor con cargo de
Coordinador Insular. Dicha persona, Carlos Canella había estado trabajando con el
cargo de administrativo en el Centro de Recuperación de Tafira. Nunca tuve problema
alguno con él y llegué a pensar que éramos “amigos”.
En poco tiempo ocurren una serie de circunstancias en las que empiezo a detectar que
esta persona está actuando con unos criterios equivocados y que se parecían, como dos
gotas de agua, a los que tienen las personas de la Viceconsejería que siempre han
intentado boicotear nuestro trabajo. Frases como la de que “vamos demasiado rápido” o
“hay que reconducir algunas cosas” me suenan y procuro estar atento a las sucesivas
movidas.
En marzo de 2012 ocurre algo que va a tener una gran repercusión y consistió en lo
siguiente:
A los pocos días me dirijo por email al asesor de la Consejera, el que creía mi amigo y
antiguo compañero, Carlos Canella. Le comunico que a raíz del aspaviento de la
Consejera con el dueño de la finca se ha puesto en peligro todo el sistema de liberación
y que ahora mismo no existía alternativa. Eso era evidente para todos pero a ello añadí
que “consideraba que se debía tener más cintura política para salir de esas situaciones”.
Mi “amigo” imprime el documento y se lo enseña a la Consejera para que compruebe lo
que opino de ella. Me llama y me monta un tremendo espectáculo, negando que hubiese
echado al presidente de la Comunidad. Ello es corroborado por mi “amigo” que también
dice que no oyó nada. La realidad es que la conversación la oímos juntos desde su
despacho mientras me hacía señas con el dedo de permanecer callado para poder oír los
gritos de la Consejera. En fin acabé por decirle a la Consejera que efectivamente no
hubieron gritos y que quizás lo soñé. Le pedí perdón. La contestación de la Consejera
fue que le daba igual, que ella ya había tomado una decisión y que ya me iría dando
cuenta. Insistió reiteradas veces en que borráramos el incidente de nuestras mentes que
no había existido y que ella lo negaría ¡! Por último me pidió que fuera muy profesional
y me dedicara a trabajar duro.
En cuanto a la propiedad de la finca, con el argumento de que algo tan importante para
la conservación del pinzón azul no podía depender de las decisiones equivocadas del
político de turno que, al fin y al cabo sólo están de paso, se logró desactivar las
amenazas de expulsión del Cortijo de Los Hornos. ¡Chapó por la Comunidad de
regantes de La Cumbre! Tan excelente noticia a la Consejera y su asesor no pareció
gustarles. No dijeron nada, ni contestaron nuestro correo electrónico comunicando la
desactivación de la gran amenaza que supondría el que, en 2012, nos quedáramos sin
lugar adecuado para liberar los pinzones azules que, estábamos convencidos, íbamos a
producir en buena cantidad.
EL ASUNTO CON AENA
Como quedó demostrado con el asunto antes expuesto, nuestra principal debilidad en La
Cumbre era que el lugar de liberación estaba situado en una finca privada. Ello nos
generaba el peligro de la dependencia de particulares que, en un momento dado,
pudieran fallarnos.
Rebuscando en el pinar encontramos una gran finca vallada y bien vigilada en el Pico de
La Gorra, donde están las antenas del seguimiento y control aéreo. Es propiedad de
AENA. Contacto con Gustavo González, técnico responsable de aquella finca y resulta
ser un gran amante de las aves que se ilusiona por poder ayudarnos. Primero, tras varias
conversaciones y visitas al lugar, arregla todo para poder instalar en la zona líneas de
bebederos muy necesarios para las aves durante el estío. El sólo tras ver nuestros
jaulones de libración en Los Hornos y sin que se le hiciera petición de los terrenos para
instalar jaulones, se ofrece a sacar adelante un proyecto de colaboración amplio en el
que AENA invirtiera en el programa del pinzón azul como actuaciones ambientales
compensatorias por la previsible construcción de la tercera pista en Gando. Es una
forma de actuar que tiene AENA cuando existen conflictos ambientales y así lo han
hecho en diversas zonas congeniando trabajos muy interesantes para las aves como el
del Prat en Barcelona.
Preparamos un borrador y queda todo pendiente de la reunión que deben tener nuestra
Consejera con el Director General de AENA. Al coordinador Carlos Canella se le
informa de todo, se le da el contacto y sus teléfonos y también la documentación de
partida para la finalización del Convenio. Se le pide encarecidamente que facilite con la
Consejera la reunión. Nunca movieron un solo dedo y la posibilidad todavía existe pero
si no manifiestas interés queda en eso, una ilusión y una gran oportunidad
desperdiciada.
Desde finales de 2011 tras finalizar con notable éxito las liberaciones tengo
conocimiento por parte de compañeros en la Viceconsejería de Medio Ambiente, que la
estrategia de quienes llevan años boicoteando al Cabildo desde la estratégica Oficina de
Biodiversidad, será boicotear las dos autorizaciones que ellos consideran preceptivas y
por donde pueden paralizarnos. Se trataba de las autorizaciones de marcaje y las de
liberación de pinzones azules.
Nuestras solicitudes se tramitan en tiempo y forma y llegan debidamente registradas a la
Viceconsejería.
Los datos del marcaje 2011 realizado sin autorización están en un limbo administrativo.
Se comunicó reiteradas veces a nuestra Consejera y ni caso. Se trata de una actividad
realizada sin autorización y ninguna de las dos administraciones le da importancia. Muy
diferente de mi expediente por no disponer de autorización de liberación. Al fin y al
cabo son situaciones exactamente iguales.
Quienes único se han preocupado por la carencia de la autorización son los del
Ministerio de Medio Ambiente en Madrid que detectaron el fallo. Tengo un escrito muy
interesante al respecto entregado en nuestro Cabildo (Informe Bloqueo en Marcaje de
25 de julio) del que no he obtenido respuesta.
Finalmente tras muchas vueltas con diferentes justificaciones sin relación entre ellas el
argumento principal de la denegación de liberación de los pollos de pinzón azul se basó
en motivos de “variabilidad genética”. Estos eran completamente inexistentes, tal y
como pudo demostrarse de manera rigurosa y científica realizada por uno de los mejores
laboratorios y equipos de genética que existen en Europa.