Hoy en día los adolescentes enfrentan diferentes problemas respecto a los que sus padres
enfrentaron.
Tanto las tareas evolutivas esperadas, como el proceso de apoyo para el desarrollo positivo de los
adolescentes deben comprenderse en el contexto sociocultural en que éstos se desarrollan.
Si bien algunos son los mismos, incluyendo la presión de los pares, el uso de alcohol y drogas y la
sexualidad, debido a los cambios en la tecnología los adolescentes de hoy también enfrentan la
intimidación a través de Internet, las citas electrónicas y los escándalos en redes sociales.
Importantes cambios sociales y económicos en el mundo han prolongado la adolescencia (Arnett,
2000) y cambiado el perfil de las tareas evolutivas de esta etapa, planteando desafíos para la
Tanto los padres como los maestros deben estar al tanto de estas cuestiones para ayudar a prevenir
problemas serios.
la posición que los jóvenes ocupan en la sociedad y el papel que juegan en su devenir es uno de los
temas que más controversias ha generado en los últimos años, y muy probablemente seguirá
haciéndolo en un futuro. Desde que la juventud dejó de ser un periodo bastante indeterminado y
pasajero del proceso de desarrollo de los individuos cuando se identificaba prácticamente con la
adolescencia para convertirse, a lo largo del siglo XX, en una etapa definida y reconocible del
recorrido vital, ha persistido el interés no sólo por definir sus características como una fase más de la
vida, y por establecer los rasgos que la distinguen de las otras infancia y edad adulta, sino también
por indagar cuáles son sus necesidades, deseos, pautas de actuación, niveles de compromiso, etc.
Tras la mayor parte de los debates sobre estas cuestiones late la preocupación por la forma en que
las nuevas generaciones se incorporan al orden social establecido, sus conflictos, y el grado de
sentir que forman parte de la sociedad: deben desarrollar su sentido de pertenencia. Los
adolescentes deben sentirse vinculados a la sociedad en la que viven.
situación de asimetría respecto de los adultos. Este tratamiento con connotaciones de falta o
carencia
implica no considerarlos como sujetos plenos para disponer de ellos sin tener en cuenta su
Niños, adolescentes y jóvenes tienen los mismos derechos humanos básicos que los adultos y
también derechos concretos que reconocen sus necesidades especiales, sin incluir el derecho político
a
votar a sus representantes o a ser elegidos. Las referencias constantes a los adultos y desde los
adultos
impiden ver las condiciones en que los menores exigen sus derechos. Comúnmente se acepta que
jóvenes y adolescentes participen en los espacios que se consideran naturales, como en la familia o
la
escuela y, sin embargo, algunos están en contra de que participen en lo público, lo que inspira todo
un