En la antigüedad “La primera conversión” era a la filosofía, antes que a la
religión. Esta es la experiencia de Agustín de Hipona (siglo IV) leyendo el Hortensio de Cicerón.
Describe el recorrido vital, existencial, para que se de esta conversión
filosófica que tiene como fruto “El amor a la sabiduría” (Pitágoras). ¿Cuál es la forma adecuada de estudiar la historia de la Filosofía? A partir de la imagen de la filosofía como una navegación (Platón), ¿Cuál es el problema moral que nos plantea? La historia de la filosofía surge de los planteamientos e interrogantes que nacieron y que sin duda necesitaban una explicación. El hombre despierta su deseo de saber, su deseo de conocer la verdad, que pertenece a su misma naturaleza. Dejaba de lado las explicaciones mítico – religiosas para dar paso al uso de la razón, buscando respuestas a sus múltiples cuestionamientos que giran en torno a la existencia humana, al principio y origen de todo el universo, el porqué de las cosas Como chispa generadora se encuentra el asombro. El hombre contempla su mundo, contempla la creación, se maravilla y se pregunta ¿De dónde viene todo esto? De este modo pone en funcionamiento su razón, intentando responder racionalmente, valga la redundancia, sus planteamientos sobre el “Arké”. Este es el comienzo de una vasta y rica historia de la filosofía que genera cada vez nuevos planteamientos, nuevas interrogantes con sus respuestas racionales que van marcando la orientación de nuestra existencia. En este contexto acuñamos la expresión de “segunda navegación” de Platón. Sabemos que un barco velero aprovecha la fuerza del viento para avanzar, esto sería la primera navegación, en cambio, cuando no tiene viento a su favor debe necesariamente remar para poder avanzar. En el ámbito del saber en el que estamos, la segunda navegación la atribuimos a la filosofía, que se encarga de hacer trabajar a la razón, por lo que el hombre responde o intenta responder a los planteamientos mencionados. También en el ámbito filosófico podemos utilizar el término de segunda navegación a los aportes que se hacen en un tema específico, como el caso de Tomás de Aquino cuando lee a Aristóteles, no se queda con lo que dice este, sino que hace su reflexión personal en base a los datos existentes. Teniendo en cuenta esto, el problema moral que se nos plantea respecto a la filosofía es la caída en una especie de indiferencia, de relativismo, en la pérdida de la capacidad de asombro, caímos en una especie de conformismo, en el que nos quedamos estancados en las cosas que ya se han dicho y no somos capaces de formular nuevos planteamientos, de hacer propias reflexiones sobre temas específicos, o de considerar el mundo como inacabable. Pero que no seamos capaces, no significa que no tengamos la capacidad, sino que lastimosamente vamos cayendo en lo ya mencionada indiferencia. Entonces, la manera adecuada para estudiar filosofía es haciendo despertar nuestra razón, reencender la chispa, el asombro, tener la visión de exploración del universo, ser capaces de pensar y reflexionar por nosotros mismos. Ver la historia de la filosofía como una oportunidad para hacer nuevos aportes con nuestra capacidad especulativa, pensamiento riguroso, coherencia lógica y saber sistemático. Recuperar el gusto por la filosofía y hacer frente a una mentalidad que la considera abstracta y extraña a la vida.