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CRISTO CUMPLIO LA LEY

LA OBRA DEL HIJO DE DIOS EN LA TIERRA CUBRIO TODO LO DEMANDADO EN EL ANTIGUO PACTO POR EL PADRE. ESTO ES
LA LEY DE MOISES, QUE ERA SOMBRAS Y FIGURAS ESTABLECIDAS POR DIOS HASTA QUE LÑLEGASE EL CUMPLIMIENTO DE TODAS LAS COSAS.
ANTIGUO PACTO NUEVO PACTO CREYENTE
CRISTO CUMPLIO LA LEY, LAS PROFECAS
Y SALMOS COMO SUMO SACERDOTE
EL SACERDOTE OFRECIA SACRIFICIOS Y
RITUALES DE LIMPIEZA SEGÚN LA LEY:
EXPIACIÓN: Cubrir con sangre, EXPIACIÓN: Romanos 4:7, Isaías 53:10 -Él extiende un manto de justicia sobre
Romanos 4:7 1 Juan 2:2 nosotros para poder cubrir el pecado que nos
impedía llegar a Dios.

PROPICIACION: Ira de Dios, aplacar, PROPICIACION:1jn.4:10, 2:2 La palabra propiciación alude no solo a la
fuego Romanos 1:18 acción de cubrir nuestros pecados, sino que
trata con la tarea de aplacar la ira santa de
Dios. Sin propiciación, ningún hombre
puede ser salvo. Aplacar la justicia divina y
tener a Dios propicio.

SUSTITUCION: Ocupar el lugar de otro SUSTITUCION: Lc.22:19 1p.2:21,24, 3:18 -Él padeció como nuestro sustituto
porque no pueden hacerlo por sí mismo Isaias.53:4,5,11
REMISION: Perdón por los pecados, REMITIDO: - redención indica un acto de adquirir o
cubrir, comprar algo a través de la cancelación de un
precio de rescate.Rt.2:20, denota el acto de
devolver algo a su origen o de enviarlo lejos.
SANTIFICACION Separado para Dios, SANTIFICACION
pureza, consagración, limpieza, lavado
ceremonial,
JUSTIFICACION: : Declarar sin culpa a JUSTIFICACION
alguien, ropas nuevas, sin falta, perfecto
REDENCION: Precio por el rescate, REDIMIDOS: 1co.6:20, Efesios 1: 6-7
sacrificio de sangre de anímales, rescate,
libertad pagar el precio
RECONCILIACION: Unir, restaurar, RO.5:10,11
comunión,

CRISTO: EXPIACION, PROPICIACION, REDENCION Y REMISION

Analizar estos términos que están íntimamente involucrados en la obra realizada por nuestro Señor Jesucristo en
la cruz, nos permite profundizar aún mas en el valor de lo que significó el derramamiento de aquella preciosa
sangre en el madero del Gólgota.

Lo que Cristo logró en la cruz, es verdaderamente extraordinario y no tiene parangón. El tratamiento de


nuestros pecados en la cruz, es un obra cuyo diseño es divino y no humano. No fue un hombre simplemente el
que murió en la cruz, sino que Dios – hombre, el eterno Emmanuel.
No fue un ser creado quien murió en la cruz, sino que uno eterno, destinado desde antes de todas las cosas, tal
cual lo declara el apóstol Pedro:

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con
cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y
sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros
tiempos por amor de vosotros” 1 Pedro 1:18-20
Si hubiese sido un hombre quien murió en la cruz, lo ocurrido habría sido un crimen o un martirio, y no una
ofrenda en sacrificio voluntario. Cristo quiso morir por nosotros, a él nadie le quitó la vida, él la puso
voluntariamente por nosotros. (Juan 10:17-18).

1. Cristo nuestra expiación


“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en
expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada”
Isaías 53:10
La mención de esta palabra en las sagradas escrituras, apunta básicamente a la acción de cubrir el pecado.
Es eso lo que justamente hizo nuestro amado Salvador; Él extiende un manto de justicia sobre nosotros para
poder cubrir el pecado que nos impedía llegar a Dios. Es la eficacia de su sangre que encubre nuestras
iniquidades y desaciertos.

Cuando el hombre peca en el jardín del Edén, la vergüenza de su desnudez queda al descubierto. Nada podía
cubrir con eficacia aquella naturaleza caída; ni siquiera las dedicadas costuras de los delantales de hojas de
higueras que Adán y Eva se cocieron a espaldas de Dios. Era el comienzo de la separación del hombre y de
Dios, pero además, el comienzo de la manifestación de la eterna obra de la salvación en Cristo.
Era necesario que alguien expiara nuestro pecado delante de los ojos santos de Dios. Esa era la misión de
nuestro Señor Jesucristo, y eso fue justamente lo que el consumó en la cruz del Gólgota.
Nadie podrá entrar a la gloria de Dios y anular aquella destitución, si sus pecados no son cubiertos bajo la
sangre de Cristo.

“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos” Romanos 4:7

Toda persona que cree de todo corazón en el sacrificio de Cristo como único medio para alcanzar salvación,
obtiene esta bendita expiación. De esta manera, Dios ya no nos mira a través de nuestra horrorosa condición
natural, sino que nos mira a través del manto de justicia de Cristo, a través de su perfección, de su dignidad y de
su pureza. Sin expiación, ningún hombre puede ser salvo.

2. Cristo nuestra propiciación


Propiciatorio es algo que tiene la virtud de hacer propicio o favorable, especialmente ante la divinidad (véase
también apotropaico, exvoto y oblación). Una víctima propiciatoria es la víctima de un sacrificio efectuado con fines propiciatorios
(véase también chivo expiatorio). Se aplica como adjetivo para calificar a templos (templo propiciatorio -como el de la Sagrada
Familia de Barcelona-), santos(santo propiciatorio), imágenes (imagen propiciatoria) o reliquias (reliquia propiciatoria). También es
una denominación que se emplea para designar al reclinatorio, el mueble utilizado para arrodillarse durante la oración o en
determinados momentos de la misa.1
En la Biblia (Éxodo 25:17-22) "propiciatorio" (propitiatorium en el latín de la Vulgata) es la denominación de una lámina cuadrada de
oro que servía como tapa del arca de la alianza. En el hebreo original se denomina kappôreth (‫ כפורת‬-"cubierta", "asiento sagrado" o
"asiento de honor", u "obra de expiación"-); y en el griego de la Septuaginta se denomina hilasterion (ἱλαστηρίου).2 La raíz del
término hebreo kapporeth o kaporet es la palabra kafar, que significa cubrir, aplacar o cancelar, redimir con el pago de
un rescate (‫ כפר‬kofer);3 de la que también deriva kipur, que significa expiación (como en Yom Kipur ‫ כִּּפּור יֹום‬-día de la expiación-).4
La propiciación es un concepto de la teología cristiana, traducido del término griego hilasterion (ἱλαστήριον),5 que significa
literalmente "lo que expía o propicia", "el don que procura la propiciación" o "lugar o medio de reconciliación". Otra palabra
griega, hilasmos (ἱλασμός), se usa para designar a Cristo, como propiciación del hombre. El DRAE recoge que "propiciación" es
una acción agradable a Dios, con que se le mueve a piedad y misericordia; o un sacrificio que se ofrecía en la ley antigua para aplacar
la justicia divina y tener a Dios propicio. Sobre el propiciatorio Dios le hablaba a Moisés. Allí
se reconciliaban los pecados del pueblo por medio de sangre, que se rociaba sobre él (Levítico 16:14).
En el cristianismo se le da al propiciatorio el simbolismo de la persona de Jesús (Hebreos 9), quien cubre el arca
que contiene las tablas de la ley indicando que es el único que la cumplió a cabalidad, que es Él el que da el pan
del cielo, y la vara que -aun cuando estaba muerta- vuelve a la vida, reverdeciendo y dando fruto (su resurrección)
(Números 17:8). La sangre rociada indica el sacrificio, volviendo el favor de Dios hacia el hombre. Los dos
querubines que lo observan, significan que es probado y aceptado por su divinidad, y finalmente en Él, Dios se
manifiesta al hombre que le busca.

“Y él es la propiciación por nuestros pecados...” 1 Juan 2:2


La palabra propiciación alude no solo a la acción de cubrir nuestros pecados, sino que trata con la tarea de
aplacar la ira santa de Dios.
Bien sabemos que Dios es santo y que no tolera el pecado porque le enciende el fuego de su furor. Mucho se
habla de que Dios es amor, pero poco se menciona de que él es fuego consumidor. Dios ama a los pecadores,
pero aborrece nuestro pecado. Aplacar la justicia divina y tener a Dios propicio.

El apóstol Pablo nos presenta con mucha claridad lo que Dios siente frente al pecado:

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con
injusticia la verdad” Romanos 1:18

El pecado enciende el fuego de la ira santa de Dios. El libro de Apocalipsis declara veintiún juicios que serán
derramados a la tierra y que son muestra del furor de Dios frente al pecado.
Dios no pasará por alto nuestras transgresiones. Su justicia demanda la muerte como paga del pecado.
Es en esta escena donde aparece la obra bendita de nuestro Señor Jesucristo, porque al momento de morir en la
cruz, la ira santa de Dios fue aplacada, revelando con ello la esencia de aquella bendita propiciación.
No existió, no existe, ni existirá una ofrenda más eficaz y mas agradable a Dios, a tal punto de apagar su ira,
como la realizada por nuestro Señor Jesucristo en la cruz del Gólgota. Cuando Cristo muere, de aquella cruz se
desprende la mas grata de las fragancias, la cual sube hasta Dios Padre, aplacando su ira de una vez y para
siempre.

Toda persona que cree de todo corazón en el sacrificio de Cristo como único medio para alcanzar salvación,
obtiene esta bendita propiciación. De esta manera, ya no estamos bajo la ira de Dios. Sin propiciación, ningún
hombre puede ser salvo.

3. Cristo nuestra redención


La palabra redención indica un acto de adquirir o comprar algo a través de la cancelación de un precio de
rescate.
En la antigüedad, el pueblo de Israel estaba muy habituado a considerar los rescates a través de la redención.
Recordemos el clásico pasaje de Rut:

“Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos” Rut 2:20
El concepto de redención enmarcado en ese tiempo solo en leyes sociales, venía a ser parte de las sombras o
figuras que hablaban de lo que siglos mas tarde Cristo realizaría en la cruz.
Era necesario que alguien pagara el precio de nuestro rescate. Era imprescindible que alguien comprara nuestra
libertad, y eso es lo que hizo nuestro amado Señor y Salvador Jesucristo.

“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los
cuales son de Dios”
1 Corintios 6:20
Cristo es nuestro redentor que pago el precio de nuestro rescate. El es el modelo de contradicciones; nosotros le
vendimos por treinta míseras piezas de plata, pero el nos compró a un precio de su bendita sangre. ¡Aleluya!

“...nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados...” Efesios 1:
6-7
Toda persona que cree de todo corazón en el sacrificio de Cristo como único medio para alcanzar salvación,
obtiene esta bendita redención. De esta manera, ya no estamos esclavos del pecado y de su condenación. Sin
redención, ningún hombre puede ser salvo.

4. Cristo nuestra remisión


“ porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” Mateo
26:28
La palabra remisión denota el acto de devolver algo a su origen o de enviarlo lejos.
En el antiguo testamento, aparece el texto de levítico 16, en donde se ordena para el día de la expiación apartar
un macho cabrío que cargaría los pecados para “remitirlos” a Azazel. Si bien, no existe mucha claridad en el
origen de la palabra Azazel, se concluye que su significado es algo así como una entidad demoníaca ubicada en
lugares desérticos, destino al cual era enviado aquel macho cabrío.

“ y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las
iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del
macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto” Levítico 16:21
El acto de remisión, en otras palabras, significa tomar la carga del pecado y llevarla lejos. Como ya hemos
señalado, en el antiguo pacto, la imagen misma de las cosas y la obra de Cristo en la cruz, aparecen en medio de
figuras y símbolos, pero en el nuevo pacto todo es hecho manifiesto con la muerte de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo.
El Señor Jesucristo fue el cordero de Dios destinado, desde antes de todas las cosas, para derramar su sangre
para remisión de nuestros pecados. Es importante precisar que no solo la sangre es lo indispensable, sino que el
derramamiento de la misma.

“Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión”
Hebreos 9:22
Toda persona que cree de todo corazón en el sacrificio de Cristo como único medio para alcanzar salvación,
obtiene esta bendita remisión. De esta manera, todos nuestros pecados han sido enviados lejos de la presencia
de Dios. Sin remisión, ningún hombre puede ser salvo.

Como hemos visto en una forma muy simple y práctica, la obra de la salvación contiene estos maravillosos
términos que nos revelan que la sangre de Cristo, es eficaz para cubrir nuestros pecados, para aplacar la ira
santa de Dios, para librarnos de la esclavitud comprándonos a un alto precio y para enviar lejos todas nuestras
transgresiones.
Con todo esto ¿Cómo no hemos de alabar al Señor quien por su gracia nos ha otorgado todo lo suficientemente
necesario para la vida eterna?
NOTA: El prefijo ex significa “fuera de” o “de”, por lo que la expiación tiene que ver con eliminar algo o quitar algo.
En términos bíblicos, tiene que ver con quitar la culpa mediante el pago de una sanción, o mediante la ofrenda de
un sacrificio. En contraste, la propiciacióntiene que ver con el objeto de la expiación. El prefijo pro significa “por”, así
que la propiciación provoca un cambio en la actitud de Dios, para que Él pase de estar en enemistad con nosotros a
estar por nosotros. A través del proceso de la propiciación somos restaurados a la comunión y al favor delante de Él.
- En cierto sentido, la propiciación tiene que ver con el apaciguar a Dios. La misma palabra griega se traduce usando
las palabras expiación y propiciación de cuando en cuando. Pero hay una ligera diferencia en los términos. La
expiación es el acto que resulta en el cambio de la disposición de Dios para con nosotros. Es lo que Cristo hizo en la
cruz, y el resultado del trabajo de expiación de Cristo es la propiciación: la ira de Dios es removida. La distinción es la
misma que existe entre el rescate que se paga y la actitud de la persona que recibe el rescate.
- La obra de Cristo fue un acto de aplacamiento
En conjunto, la expiación y la propiciación constituyen un acto de aplacamiento. Cristo hizo su obra en la cruz para aplacar la
ira de Dios. Esta idea de aplacar la ira de Dios ha hecho poco para aplacar la ira de los teólogos modernos. De hecho, se vuelven
iracundos sobre cualquier la idea de aplacar la ira de Dios. Creen que está por debajo de la dignidad de Dios que tenga que ser
aplacado, o que debamos hacer algo para calmarle o apaciguarle. Tenemos que ser muy cuidadosos en la manera de como
entendemos la ira de Dios, pero quisiera recordarles que el concepto de aplacar la ira de Dios tiene que ver aquí no con un punto
periférico o tangencial de la teología, sino con la esencia de la salvación.

¿Qué es la salvación?
Permítanme hacer una pregunta muy básica: ¿qué significa el término salvación? Tratar de explicarlo rápidamente le puede dar
un dolor de cabeza, debido a que la palabra salvaciónse utiliza de casi setenta diferentes maneras en la Biblia. Si alguien es
rescatado de una derrota segura en la batalla, él experimenta salvación. Si alguien sobrevive una enfermedad que amenaza su
vida, esa persona experimenta salvación. Si unas plantas reverdecen después de estar marchitas, son salvas. Ese es lenguaje
bíblico, y realmente no es diferente a nuestra propia lengua. Un boxeador es salvado por la campana, lo que significa que se
salvó de perder la pelea por knockout, no que fue transportado al reino eterno de Dios. En resumen, experimentar liberación de
un peligro claro y presente se puede decir que es una forma de salvación.

Cuando hablamos de la salvación en la Biblia, debemos tener cuidado de afirmar de qué somos salvos. El apóstol Pablo hace
exactamente eso por nosotros en 1 Tesalonicenses 1:10, donde dice que Jesús “nos libra de la ira venidera”. En última instancia,
Jesús murió para salvarnos de la ira de Dios. Simplemente no podemos entender la enseñanza y la predicación de Jesús de
Nazaret aparte de esto, porque Él constantemente advirtió a la gente que todo el mundo algún día pasaría a estar bajo el juicio
divino. Estas son algunas de sus advertencias sobre el juicio: “Pero Yo les digo que todo aquél que esté enojado con su hermano
será culpable ante la corte” (Mat. 5:22); “Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en
el día del juicio” (Mat. 12:36); y “Los hombres de Nínive se levantarán con esta generación en el juicio y la condenarán, porque
ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y miren, algo más grande que Jonás está aquí” (Mat. 12:41). La teología de
Jesús era una teología de crisis. La palabra griega crisissignifica “juicio”. Y la crisis de la que Jesús predicó era la crisis de un
juicio inminente al mundo, en el cual Dios derramará su ira contra los no redimidos, los impíos, y los impenitentes. La única
manera de escapar ese derramamiento de ira es ser cubierto a través de la expiación de Cristo.

Por lo tanto, el logro supremo de Cristo en la cruz es que Él aplacó la ira de Dios, la cual nos destruiría de no haber sido
cubiertos por el sacrificio de Cristo. Así que si alguien argumenta en contra del aplacamiento, o de la idea de que Cristo
satisface la ira de Dios, debes estar alerta, porque el evangelio está en juego. Se trata de la esencia de la salvación — que como
personas que estamos cubiertas por la expiación, somos redimidos del supremo peligro al que se expone cualquier persona. Es
algo terrible caer en las manos de un Dios santo que está airado. Pero no hay ira para aquellos cuyos pecados han sido pagados.
De eso es lo que se trata la salvación.

SUSTITUCION: León Morris escribe: "La redención es sustitutiva porque significa que Cristo pagó ese precio que nosotros no
podíamos pagar, lo pagó en nuestro lugar y somos libres. La justificación interpreta nuestra salvación judicialmente y como el Nuevo
Testamento la ve, Cristo asumió nuestra responsabilidad legal, ocupó nuestro lugar. La reconciliación significa lograr que las
personas se unan removiendo el origen de la hostilidad. En este caso, la causa es el pecado; y Cristo lo quitó por nosotros. Nosotros
no podíamos lidiar con el pecado," dice Morris, "Él podía y lo hizo; y lo hizo de tal manera que se computa a favor nuestro. La
propiciación nos indica la eliminación de la ira divina y que Cristo ha hecho esto soportando la ira por nosotros. Nuestro pecado hizo
que descendiera, Él lo sufrió."
"¿Había un precio a pagar? Él lo pagó. ¿Había una victoria a ganar? Él la ganó. ¿Había un castigo que soportar? Él lo soportó. ¿Había
una sentencia que enfrentar? Él la enfrentó." Fin de la cita.
Y lo que León Morris dice -ya sea si estamos hablando de la redención, justificación, reconciliación, la eliminación del pecado, la
transgresión, la propiciación- es que todos esos son corolarios, en un sentido, de la gran verdad de la sustitución, que Cristo tomó
nuestro lugar en la cruz. Así que el apóstol Pablo ve a Cristo como sustituto.
En 2 Corintios dice lo que Pedro dice aquí. "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en Él."; y allí se hace eco de las palabras de Pedro. Pedro dice que es la sustitución. Pablo dice que la
sustitución es la esencia del Evangelio cristiano. Pablo también dice en Gálatas 3:13 que Jesús fue hecho maldición... y estas dos
palabras... por nosotros.
-. Si mis pecados y mi culpabilidad no son transferidos a Él, y Él no los recibe, entonces se quedan conmigo.
Cuando vamos al Antiguo Testamento, se ve claramente qué significa llevar los pecados. Permítame que le diga lo que significa. Israel, por
ejemplo, dice que llevó sus pecados deambulando por el desierto durante 40 años. ¿Se acuerda de cuando Dios sacó a Israel de Egipto y los
llevó a la tierra de Canaán, hasta Cades-Barnea, y los espías entraron en la tierra durante 40 días, regresaron y dijeron al pueblo: "No se
acerquen a la tierra, hay gigantes allí, no podemos con ellos. Nos destruirán." Y Dios dice: Está bien, por vuestra incredulidad y falta de
confianza en Mí, os castigaré. Y anduvieron errantes cuarenta años por el desierto. Dios los castigó haciéndolos vagar por el desierto durante
40 años, en lugar de ir directamente a la tierra prometida.

¿Cuál es el significado de eso? Escuchen Números 14:33: "Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán
vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que
reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años." ¿Qué significa entonces llevar la iniquidad? Significa ser castigado. Eso es
lo que significa. Por cada día en la tierra, llevarán un año de iniquidades en el desierto. En otras palabras, sufrirán el castigo de su pecado.
Llevar la iniquidad significa sufrir castigo. En Ezequiel hay otro ejemplo -hay muchos más- sólo estoy seleccionando un par. Ezequiel capítulo
18 versículo 20 dice: "El alma que pecare, esa morirá." Y escuche esto: "El hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del
hijo". ¿Qué significa eso? Ningún hijo será castigado por el pecado de su padre, y el padre no será castigado por el pecado de su hijo. Soportar
iniquidad significa ser castigado, en ese caso, el alma que pecare, esa morirá. Él dice: "Hijos, no morirán por los pecados de sus padres, padres
no morirán por los pecados de sus hijos".

Así que llevar el pecado significaba soportar el castigo del mismo. Y esa es una distinción bíblica muy importante de hacer a fin de comprender
claramente lo que Jesús hizo en la cruz. Él llevó el castigo... la ira de Dios contra el pecado fue puesta sobre Él en vez de nosotros, eso es
precisamente lo que significa. En Números capítulo 18 versículo 1: "Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis
el pecado del santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio." ¿Qué está diciendo? Cuando se viola el santuario y
cuando se viola el sacerdocio, llevarás la culpa. ¿Qué significa eso? Ustedes van a sufrir el castigo.

En el versículo 23 de Números 18 dice: "Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su iniquidad." En otras
palabras, si ellos violan la ley de Dios -los levitas en el ejercicio de sus funciones- sufrirán el castigo. Y esto se encuentra en varias ocasiones
en los escritos de Ezequiel. Capítulo 4 versículo 4: "Tú te acostarás sobre tu lado izquierdo y pondrás sobre él la maldad de la casa de Israel. El
número de los días que duermas sobre él, llevarás sobre ti la maldad de ellos." Pasó por un castigo simbólico, demostrando al pueblo de Israel
lo que sucede cuando uno es castigado por su maldad. Se encuentra de nuevo en el capítulo 44 de Ezequiel y otros lugares en el Antiguo
Testamento.

Regresemos a 1 Pedro, ¿qué quiere decir? Dice que Él llevó nuestros pecados en Su cuerpo. ¿Qué significa eso? ¿Eso quiere decir que Él se
convirtió en un pecador? Pablo dice que Él se hizo pecado por nosotros, pero eso es un tema diferente. Cuando él dice que Él llevó nuestros
pecados, significa que Él cargó el castigo. Él soportó la condena. Y no era sólo la muerte física, fue la muerte espiritual... "Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has desamparado?" El grito de la muerte espiritual. La muerte espiritual es la separación de Dios. Él lo cargó por nosotros. Sí,
nuestro pecado fue puesto sobre Él. Sí, llevó nuestros pecados en Su cuerpo. Pero eso no es de lo que Pedro está hablando. Pedro está
hablando de que Él tomó el castigo para satisfacer a un Dios santo; Él llevó nuestros pecados. ¡Qué verdad absolutamente conmovedora!

Spurgeon amaba la doctrina de la sustitución. Si usted ha leído a Spurgeon, la encuentra una y otra y otra vez. Y él sabía que es la esencia del
cristianismo. Permítanme leer algunas de las cosas que dijo, tomadas de diferentes áreas de sus escritos.

Él dijo: "En una palabra: el gran pilar de la esperanza cristiana es la substitución. El sacrificio vicario de Cristo por el pecado; Cristo hecho
pecado por nosotros para que pudiésemos ser hechos justicia de Dios en Él; Cristo ofreciendo un sacrificio verdadero, expiatorio y vicario en
lugar de todos aquellos que le fueron dados por el Padre, a quienes Dios reconoce por nombre y quienes son reconocidos porque confían de
corazón en Jesús. Este es el hecho esencial del Evangelio." Lo que él está diciendo es que la expiación está en el centro, la sustitución está en
el eje. Él dice: "No hay doctrina que encienda mi alma de gozo como la de la expiación. La sustitución es el núcleo de toda la Biblia, es el alma
de la salvación, la esencia del Evangelio. Debemos saturar nuestros sermones con ella que es la sangre de vida del ministerio del Evangelio." Él
dice: "Yo soy incapaz de alejarme un centímetro de la vieja fe, el evangelio de la sustitución y lo que hago es predicarla. Si usted deja de lado
la doctrina del sacrificio sustitutivo de Cristo, ha aplastado al Evangelio y arrancado de él su corazón."

Anoté dos citas más de Spurgeon. "Yo ruego, Dios, que cada piedra de este tabernáculo caiga en ruinas y que cada madera se despedace en
átomos antes de que en esta plataforma se pare un hombre a predicar que niegue al sacrificio sustitutivo de Jesucristo o que incluso la
mantenga en un segundo plano, ya que esta es nuestro lema." Usted lo sabe. Jesús fue nuestro sustituto. Él no sólo se hizo pecado por
nosotros, sino que Él cargó el castigo por nosotros.

¿Cómo? Versículo 24: "En su propio cuerpo en la cruz." Por medio de la crucifixión. Él tenía que morir en la cruz, Él tenía que ser levantado.
Tenía que ser crucificado. Era el plan. Ser colgado, como dice Pablo, para cumplir con la maldición de aquel que es colgado en un madero,
crucificado en un madero. Sintió en Su cuerpo el potente castigo de Dios cuando estaba colgado en la cruz. Por cierto, ahí la palabra "cruz" es
literalmente la palabra madero. Él mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero.

¿Por qué hizo eso? El versículo 24 dice: "Para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia". ¡Qué gran manifestación! Lo
hizo para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. No dijo que lo hizo para que pudiéramos ir al cielo. Para que
pudiéramos tener paz. Con el fin de que podamos experimentar el amor. No lo hizo principalmente por eso. Él lo hizo para que nosotros,
estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. Lo hizo para transformarnos de pecadores en santos. Lo hizo para cambiarnos. Lo hizo
para regenerarnos.
Así que el propósito de la muerte sustitutiva de Cristo no es sólo el perdón de los pecados, no sólo la eliminación de la culpa, no sólo un
cambio en nuestra posición o nuestra situación. No es sólo un cambio declarado. Es uno de verdad. Él tomó nuestro lugar para transformarnos
para que muramos al pecado. Por cierto, la palabra "morir" aquí es única en el Nuevo Testamento, no es la palabra normal para morir; de
hecho, es la única vez se ha utilizado. Significa estar lejos de, ausente, salir o de dejar de existir. De hecho, la partícula se usa en el griego
clásico para referirse a los muertos como a los queridos difuntos. Lo que está diciendo es que el propósito de esta obra sustitutiva de Cristo es
que podamos salir del pecado. Lo que está diciendo es que es para que nos apartemos del pecado y vivamos a la justicia, para que tengamos
un modelo de vida nuevo.

Pedro aquí está en la misma senda que Pablo en Romanos 6. Después de haber sido crucificados con Cristo, morimos al pecado y resucitamos
para caminar una nueva vida, es un cambio real. Ese gran pasaje en Romanos 6 se encuentra en el núcleo de toda la vida del cristiano. Si no
ha estudiado eso cuidadosamente, debería hacerlo. He escrito un pequeño libro sobre Romanos 6 y 7; y todo cristiano debería dominar ese
material. Hemos sido crucificados con Cristo y hemos muerto al pecado. ¿Cómo? Hemos pagado el castigo, eso es una parte. Pero no sólo eso;
nos hemos apartado del pecado. Y Pedro va más allá de lo que Pablo quiere decir en Romanos 6. Pablo está diciendo que hemos pagado la
pena del pecado por la muerte de Cristo, hemos muerto al pecado, en términos que hemos pagado la pena en Cristo y por lo tanto, el pecado
no tiene derecho sobre nosotros. Pedro dice: "Además, somos salvos para apartarnos del pecado." Pablo menciona eso cuando habla de vivir
de acuerdo con esa nueva vida. Pero Pedro usa explícitamente la palabra que significa apartarse de.

Así que, Cristo murió por usted para que usted pueda desviarse del pecado y vivir para la justicia, para cambiar su patrón de vida, para
regenerarlo, para convertirlo en una nueva persona, de pecador a santo. Y luego alude a Isaías 53:5 cuando dice: " y por cuya herida fuisteis
sanados." ¿Sabe lo que significa la palabra "heridas" -molops? Cicatrices de los azotes, magulladuras, hematomas, laceraciones. Por Sus
cicatrices, por medio de Su dolor, de Su castigo, nosotros fuimos sanados. Inclusive la flagelación de Jesús, el azotamiento que desgarró Su
espalda, fue parte del castigo de Dios cuando Él soportó el pecado. Y fue el medio para nuestra sanidad espiritual. Aquí, él no está hablando de
la sanación física, habla principalmente de la curación spiritual, habla de la transformación de la muerte a la vida, del pecado a la justicia. Él
tomó nuestro lugar para hacer de esto una realidad.

Alguien siempre comenta que cuando dice por cuya herida fuisteis sanados, significa que se puede reclamar sanidad en la expiación. Eso está
bien. Creo que hay sanidad en la expiación. Pero todavía no. La sanidad en la expiación vendrá en nuestra glorificación. Hay sanidad en la
expiación, no voy a discutir eso. Y por Su llaga fuimos curados espiritualmente; y por Su llaga seremos curados físicamente -porque llegará el
día en el que no tendremos más dolor físico, no más problemas físicos.

En Mateo 8:16 Jesús estaba echando fuera demonios y sanando a todos los que estaban enfermos para que lo dicho por el profeta Isaías se
cumpliese, diciendo que Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias. Y la gente dice: "¿Ves, ves, Él tomó nuestras
enfermedades, Él llevó nuestras enfermedades cuando sanó a esas personas". Eso es correcto. Y Él estaba mostrando como ejemplo a esas
personas, lo que todos nosotros experimentaremos en la gloria futura, la curación de la enfermedad física. Pero la enfermedad física no es el
tema en este texto. Hay sanidad física prometida en la expiación; todavía no se ha realizado. Si ahora hubiera curación física en la expiación,
ningún cristiano nunca estaría enfermo o moriría. Eso es obvio. Pero sí prometió sanación en la expiación... en el futuro.

Nuestro Señor sufrió. Sufrió como nuestro modelo para mostrarnos un patrón de sufrimiento virtuoso en medio de un trato injusto y sufrió
como nuestro sustituto... y esto es tan esencial... Él tomó nuestro lugar. Es realmente incomprensible que el precioso Hijo de Dios, puro y
virgen de todo pecado, sin mancha alguna, tomara sobre sí no sólo nuestro pecado, sino también nuestro castigo; y que lo hiciera por voluntad
propia.

Por último, Pedro dice que es no sólo nuestro estándar y sustituto, Él es nuestro Pastor. Me encanta esto. Versículo 25, vemos que el Señor
tenía que hacerlo "porque vosotros erais como ovejas descarriadas". Si el Señor no hubiera provisto un sacrificio, nunca podría habernos traído
a Su redil. Si el Señor no hubiera proporcionado un sustituto, nunca podría habernos salvado. Pedro sigue pensando en Isaías 53:6, debe
haberlo leído antes de que el Espíritu le inspirara en este texto. Isaías 53:6 dice: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino, mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros." ¿Qué significa eso? Él llevó el castigo por todo. Y debido a eso,
usted ha vuelto al Pastor y Guardián de su alma. Él tuvo que soportar el pecado para ser su Pastor. Usted y yo somos como ovejas que se han
extraviado y dice, al igual que Isaías, que somos como ovejas descarriadas, pero un Pastor nos trajo de regreso porque dio Su vida por
nosotros.

Cuando dice que erais como ovejas descarriadas, está hablando acerca de su estado no salvo en el pasado. Pero ahora, debido a la provisión
de Dios en Cristo, habéis vuelto; eso es lo que el verbo significa. Se refiere a la fe arrepentida. Ese fue el hijo pródigo que regresó al padre.
Usted no se ha vuelto hacia un sistema, una teología, una religión, sino una Persona. Usted se ha vuelto hacia el Pastor y Guardián de su alma.
¿Quién es? ¿Quién es el buen pastor? El Señor Jesucristo.

Usted dice: "Bueno, eso está en el evangelio de Juan." Eso está también en la epístola de Pedro. Mire el versículo 4 del capítulo 5. Llama a
Cristo el Príncipe de los pastores. Es tan maravilloso. Él lo llama aquí el Pastor y Guardián. Por cierto, eso es algo muy importante porque en el
Antiguo Testamento, ¿quién era el verdadero Pastor? El Señor es mi pastor. Así que lo que Pedro está diciendo es que Jesús es el Señor...
Jesús es Dios. Esta es una afirmación de Su deidad.

El término Pastor es Su título. El término Guardián es Su función. ¿Cuál es la función de un pastor? La tutela. Es interesante que la palabra
"pastor" es poimen. Y la palabra "tutor" es la palabra epitropos, que es la palabra "obispo o supervisor." Ambos se aplican a los ancianos.
Somos los pastores guardianes del rebaño bajo el Príncipe de los pastores. Por cierto, en Ezequiel 34:23 y 24 y en Ezequiel 37:24, el título de
pastor de Dios llega a ser mesiánico. Así que incluso en Ezequiel, el Mesías será pastor. Cada judío debería haber entendido que se trataba de
una promesa que el Mesías sería Dios. Él es el Pastor que cuida, supervisa, dirige, examina y además da Su vida por las ovejas. En Juan 10
Jesús dijo: "Yo soy el buen Pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas." Jesús puso en riesgo Su vida por nosotros, para llevarnos a Sí
mismo.

El Jesús que sufre; Él sufrió para ser nuestro estándar. Él sufrió para ser nuestro sustituto. Él sufrió para ser nuestro Pastor, para juntarnos con
Él. Spurgeon dijo: "Cuando los dolores disparan a través de nuestro cuerpo y la muerte espantosa aparece a la vista, la gente ve la paciencia
del cristiano moribundo. Nuestras debilidades se convierten en el terciopelo negro sobre el cual el diamante del amor de Dios brilla más que
todo. ¡Gracias a Dios que puedo sufrir! ¡Gracias a Dios que puedo ser objeto de vergüenza y contentarme ya que de este modo, Dios será
glorificado."

¿Qué quiso expresar? Bueno, él realmente está resumiendo el punto de Pedro. Todo esto comenzó cuando Pedro nos quiso decir que como
cristianos, deberíamos esperar sufrir. En el versículo 11 dice: "Miren, son extranjeros y peregrinos en un mundo hostil; y no sólo eso, tienen
deseos carnales que batallan contra el alma. Hay paganos que los difaman, autoridades humanas que abusan de ustedes. Amos crueles que se
aprovechan de ustedes. Van a sufrir y va a ser injusto. Así que miren a Cristo. Y miren a Aquel que es el modelo".

Usted preguntará por qué no se detuvo ahí. No podía. Una vez que uno ha reconocido el sufrimiento de Jesús, usted no puede decir que sufrió
solo como un ejemplo. Hay que decir, entonces, que Él sufrió como portador del pecado y que sufrió como un pastor que junta a Sus ovejas.
Pero el punto principal aquí es que Satanás quiere colmarnos de sufrimientos injustos. Y en medio de ellos, perdemos nuestra victoria,
perdemos nuestro testimonio. Pecamos con nuestra boca. Pecamos con nuestros actos. Pecamos con nuestra actitud. Tomamos represalias.
Somos vengativos. Y Pedro quiere que sepamos que eso no es coherente con lo que Dios nos ha llamado a hacer. A pesar de que suframos
injustamente, podemos vencer.

Hay una buena pista de cómo hacerlo. Con esto finalizamos. Apocalipsis 12, versículo 11. Esta es una descripción de algunos santos piadosos
que han sido objeto de ataques de Satanás, el acusador de los hermanos que implacablemente agrede su carácter. Pero dice en el versículo 11
que ellos le han vencido. ¿A quién? A Satanás. Ellos le han vencido. Superaron todas sus embestidas, todos sus insultos, toda su persecución,
todos sus esfuerzos para destruir a ellos y a su testimonio. Ellos le han vencido. ¿Cómo lo hicieron? Por medio de la sangre del Cordero y de la
palabra del testimonio de ellos; y porque menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

¿Cómo se supera? En primer lugar, por la sangre del Cordero, que es la salvación, que es el poder de Dios. Porque a través de la sangre del
Cordero, se tiene el poder de Dios para vencer. En segundo lugar, por medio de la palabra del testimonio de ellos; y esto quiere decir que
porque no quisieron renunciar a su testimonio. Y cuando ellos fueron perseguidos y tratados con hostilidad, no tomaron represalias, no
perdieron su testimonio. Tuvieron valentía audaz y un espíritu sin concesiones.

Hay tantas concesiones hoy en día. Estas personas no transigirían. ¿Cómo vencieron? Debido a que en la salvación, ellos tenían el poder de
Cristo, no quisieron comprometer su testimonio y, por último, sus vidas realmente no les importaban. No era gran cosa para ellos si sufrían o
no en esta vida, no les afectaba mucho. Y si usted tiene el poder de Dios a través de la salvación, si usted tiene la convicción audaz de no
transigir para hablar de manera ambigua de su testimonio, sino que a toda costa lo mantiene puro, y si realmente no le importa mucho su vida
aquí, lo superará. Sin duda, debería ser nuestra oración que se pueda decir esto de nosotros. Ellos vivían en un mundo hostil, Satanás los
arruinó todo lo que pudo, pero ellos le vencieron. Ellos nunca perdieron su testimonio, nunca se preocuparon por sus vidas.

Padre, te damos gracias por el gran recordatorio de quién es nuestro Cristo. Te bendecimos, te alabamos porque Él es nuestro modelo por el
cual aceptamos con paciencia el sufrimiento injusto y es el modelo de nuestra respuesta; y confiamos la equidad y la justicia en Tus manos.
Gracias porque Lo hemos visto como nuestro sustituto cargando nuestro pecado, Aquel que pagó el castigo por nuestros pecados, que murió
en nuestro lugar. Gracias porque Lo hemos visto como el Pastor que sufrió, que da Su vida por sus ovejas, a fin de poder rescatarlas y
recogerlas en el redil. Todo es acerca de Cristo, Padre, queremos que amarle y exaltarle. Como hemos visto en Filipenses 3: "Todo lo demás es
pérdida, todo en Él es ganancia." Que Él sea alabado en nuestras vidas. Amén.

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