Las plantas cultivadas de las cuales se extrae el azúcar (sacarosa) son dos principalmente: la caña
de azúcar (Saccharum officinarum) utilizada en los climas tropicales y subtropicales y la remolacha
azucarera (Beta vulgaris var. Altissima) en las zonas templadas y frías. La primera en comenzar a
explotarse en gran medida fue la caña de azúcar, cientos de años antes que la remolacha.
El inicio del uso de la remolacha como fuente de sacarosa fue influenciado directamente por la
tensa situación que atravesaba Europa a principios del siglo XVIII. Debido al bloqueo de las líneas
comerciales francesas durante las guerras napoleónicas, el azúcar de caña en los territorios
franceses y sus colonias prácticamente desapareció. En 1811, al probar el azúcar de remolacha el
mismísimo Napoleón mandó plantar 32.000 hectáreas de remolacha y al mismo tiempo le dio
importancia trascendental a su cultivo, contribuyendo de este modo al establecimiento de las
fábricas azucareras en casi toda Europa. Cuando se levantó el bloqueo muchos países dejaron de
producir azúcar de remolacha. Sin embargo, el gobierno francés apoyó la selección y explotación
de las variedades con mayor contenido de azúcar y los avances en las técnicas de extracción de
éste. Esta política hizo posible que la remolacha se convirtiera en una opción viable.
A partir de ese momento y hasta hoy la remolacha azucarera apareció como una alternativa de
producción en donde las condiciones climáticas dificultan el cultivo de la caña de azúcar.
La remolacha azucarera (Beta vulgaris var. Altissima) es una variedad derivada de la remolacha
común (var. conditiva) al igual que la acelga (var. vulgaris) y la remolacha forrajera (var. Crasa).
Division: Angiospermas
Clase: Dicotiledoneas
Subclase: Arquiclamideas
Orden: Centroespermales
Familia: Quenopodiaceas
Genero y especie: Beta vulgaris
Variedad: Altissima.
Características botánicas
La remolacha azucarera es una planta bianual resistente al frío que puede crecer en climas
templados.
Durante el primer año permanece en la fase vegetativa formando una gran raíz pivotante, que en
condiciones muy favorables puede alcanzar los 2 metros de largo. Esta sufre una tuberización
intensa que se evidencia en forma de anillos al hacer un corte transversal. El color de la raíz en
este caso es parduzco y pulpa blanca, además posee forma alargada y cónica difiriendo bastante
con respecto a la remolacha roja común de mesa. Este el órgano de la planta de principal interés,
ya que es el que almacena la sacarosa que se encuentra entre un 15% y 20%. Esta característica es
lo que en parte le permite a la planta subsistir en climas fríos. El segundo año florece pero se
cosecha antes de que esto ocurra ya que esto hace que la raíz decrezca en su porcentaje de
azucares.
Inmediatamente encima de la parte más engrosada de la raíz nace la corona, de donde se alarga
un tallo anguloso de hasta 1.5 metros que se ramifica abundantemente y que porta a las pequeñas
hojas sésiles y las inflorescencias en espiga. Las flores son poco vistosas y poseen un perianto
pentámero amarillo-verdoso y 5 estambres. El ovario es ínfero, uniovular, con 3 estilos cortos. La
polinización es cruzada anemófila. Las semillas se encuentran embutidas dentro de una masa de
tejidos lignificados llamada glomérulo formados por el perianto y el receptáculo, de esta forma
por cada glomérulo se pueden encontrar 2 a 5 semillas que germinan independientemente y cada
una pudiendo originar una planta nueva por sí mismas. Esto obliga a realizar aclareos manuales en
los cultivos al momento de la emergencia, por lo que la tendencia actual es el desarrollo de
cultivares monogermen (una sola semilla por glomérulo).
Usos
Además de estar ligada a la producción de sacarosa, existen diversas bebidas alcohólicas y recetas
típicas europeas derivados de la remolacha azucarera.
A su vez, aparece como una posible alternativa ecológica para la obtención de biocombustibles,
terreno en el que también compite con la caña de azúcar. Según estudios preliminares una
hectárea de cultivo de remolacha permitiría producir unos 14.000 litros de bioetanol, doce veces
más que con trigo o cebada y el cuádruple que con maíz.
Zonas Productoras
Originalmente, fueron Francia, Alemania, Austria, Rusia y Dinamarca los principales productores
de azúcar de remolacha.
Para el año 2009, Francia, Estados Unidos, Alemania, Rusia y Turquía fueron los 5 principales
productores, y el azúcar de remolacha represento el 20% del obtenido a nivel mundial.
Francia 32
EE.UU. 29
Alemania 24
Rusia 22
Turquía 18
Ucrania 13
Polonia 10
Reino Unido 6
España 4
Italia 3
Hoy en día existen ensayos por parte del INTA para la obtención de bioetanol en San Juan y Rio
Negro. Como parte de algunos resultados provisorios, un laboratorio obtuvo 2,4 kilos de alcohol
por 10 kilos de remolacha procesada.
Requerimientos Edafo-climaticos
Clima
El clima es uno de los principales factores que inciden directamente sobre el rendimiento. Un
clima templado, soleado y húmedo contribuye a la producción de un elevado porcentaje de azúcar
en la remolacha. También es importante la intensidad de iluminación, ya que permite el buen
ejercicio de la fotosíntesis.
La semilla germina con temperaturas de 7-9 ºC y la planta vegeta con temperaturas no mayores a
20ºC. Si bien cuando las plantas son pequeñas (4-6 hojas) las heladas pueden dañarlas, cuando
crecen soportan hasta -3ºC. Con relación a su respuesta fotoperiódica se trata de una planta a días
largos. Su morfología (roseta) le permite recuperarse de los daños por granizo emitiendo nuevas
hojas. Los requerimientos térmicos de la especie determinan que la producción de semilla y la
producción de azúcar se realicen en diferentes localidades debido a la limitada resistencia a
heladas y a su necesidad de un shock de frío para florecer y producir semilla.
Con respecto a las necesidades hídricas el cultivo requiere entre 350 y 400 mm bien repartidos
durante el ciclo.
Suelo
Le son favorables suelos profundos con alta capacidad de retención de agua y buena aireación, no
tolera suelos ácidos ni salinos, debiendo su pH situarse entre 7 y 7,5.
Con respecto a los requerimientos minerales se calcula que para una cosecha de 40 TN de raíces y
30 TN de hojas se requieren aproximadamente: macroelementos (N-P-K) 167 Kg/ha de N, 61 Kg
/ha de P2O5, 251 Kg/ha de K2O y en cuanto a los microlementos 106 Kg/ha de Na, 53 Kg/ha de Ca
y 61 Kg/ha de Mg. Los suelos arcillosos, arenosos, calizos y secos no son propicios para este
cultivo.
Cultivo
Con relación a las secuencias de cultivos, los mejores rendimientos y calidad se han obtenido
siguiendo a trigo, cebada o poroto. Tambien suele producir aceptablemente cuando sigue a maíz,
papa o un barbecho de verano, pero niveles de N demasiado altos en el suelo reducen la calidad
del producto. También se ha encontrado que rinde significativamente cuando sigue a la soja en la
rotación en vez de la cebada.
Con respecto a la preparación del suelo es necesario trabajarlo lo más profundo posible y
semienterrar rastrojos del cultivo anterior para lograr una buena mineralización, facilitar un buen
desarrollo posterior de las raíces y lograr la máxima acumulación de agua. Se completa haciendo
una refinación para obtener una cama de siembra que permita un buen contacto suelo-semilla. Es
importante que el suelo este firme por debajo de la profundidad de siembra para que la raíz
encuentre cierta resistencia y no forme múltiples raíces, siendo contraproducente en la remolacha
azucarera en cuanto a su contenido de azúcar.
Siembra
La época de siembra varía según la zona del cultivo. En ensayos en el sudeste de Buenos Aires se
obtuvieron los mejores rendimientos con siembras desde septiembre a mediados de noviembre.
En ensayos bajo riego en Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza, los mejores resultados fueron
sembrando en mayo y junio.
La distancia entre hileras oscila entre 45-65 cm, y la distancia entre plantas depende del tipo de
semilla que se siembre. Como se había mencionado, la existencia del glomérulo tiene el
inconveniente de que nacen varias plantas del mismo punto, dificultando y encareciendo la labor
de aclareo. Además, esta siembra no es uniforme por tanto en los países en que se ha mecanizado
totalmente el cultivo, para abaratar la operación de aclareo surgió la necesidad de obtener
semillas monogermen. Así es como hoy se cuenta con los siguientes tipos de semilla:
De acuerdo al tipo de semilla que se emplee, en forma orientativa las distancias entre semillas a
usar serías de 4 cm. para la semilla calibrada, 6 cm. para la monogermen técnica y 9 a 12 cm. para
la monogermen genética. Cuando se usa semilla común se siembra entre 15 y 20 Kg. /ha, y se
reduce a 5 o 6 Kg. /ha si es semilla monogermen.
Labores culturales
Raleos y aclareos
Cuando se siembra con semilla común es necesario proceder al raleo y desaparte. Para ello se van
eliminando plantas, de manera que quedan matas cada 16-18 cm y luego se completa el trabajo
con el aclareo, que consiste en dejar la mejor planta, que será la definitiva. Con semilla
monogermen y semilla de precisión, se evitan ambas tareas.
Fertilización
Con relación al fósforo, es más frecuente que se use como arrancador en dosis baja. Favorece el
desarrollo inicial del cultivo y también mejora el contenido de sacarosa.
Cosecha
Plagas
Pulguilla (Chaetocnema tibialis). Se trata de pequeños escarabajos que producen en las hojas de la
remolacha pequeños orificios redondeados con un diámetro máximo de 1-2 mm, al principio
cubiertos por la epidermis de la cara superior, que posteriormente se seca y desaparece,
quedando entonces la hoja perforada. Si bien pueden aparecer durante todo el ciclo del cultivo, su
daño asume importancia durante la implantación, obligando a veces a la resiembra.
Gardama (Laphigma exigua) y Prodenia (Prodenia litura). Se alimentan de las hojas, produciendo
grandes perforaciones, e incluso pueden afectar la nervadura central. En ataques graves, pueden
también atacar el cuello de la remolacha, abriendo galerías, favoreciendo la pudrición de la raíz. La
gran voracidad y capacidad de multiplicación de estas larvas hace muy perjudiciales los ataques en
estadíos tempranos del cultivo.
Mosca de la remolacha (Pegomyia betae). Las hojas de la remolacha pierden su tonalidad verde al
aparecer manchas claras blanco-amarillentas que posteriormente, al secarse, dan a la planta un
aspecto como si estuviera quemada. Vistas al trasluz pueden percibirse en las manchas las larvas
de esta mosca, dando color blanco verdoso.
Casida (Cassida vittata). Tanto los adultos como las larvas se alimentan del parénquima foliar,
produciendo un daño de aspecto típico de “perdigonada”. Con poblaciones altas y ataques
tempranos se produce una grave pérdida del área foliar.
Pulgón Negro (Aphis fabae) y Pulgón verde (Myzus persicae). El pulgón negro se caracteriza por
formar densas colonias, sobre todo en los brotes, que se cubren de una melaza que las protege de
los insecticidas. El pulgón verde se presenta generalmente con menores poblaciones, y tiende a
estar diseminado por las plantas, ubicándose especialmente en el envés de las hojas. Ambas
especies producen daños directos por la succión de savia, e indirectos por la transmisión de virus.
Lixus (Lixus juncis, Lixus scabricollis). Se trata de dos curculiónidos que producen los daños al
estado de larva. Las hembras colocan los huevos en la corona o en el pecíolo de las hojas y cuando
nacen las larvas se alimentan haciendo galerías descendentes que pueden llegar al cuello y zonas
superiores de la raíz. Cuando las plantas son pequeñas el daño es muy grave, produciendo la
pérdida de las mismas.
Con relación al manejo de estas plagas, las recomendaciones más frecuentes son: no repetir el
cultivo en el mismo lote, curar el suelo y/o la semilla para minimizar los daños en la implantación,
dado que son numerosas las plagas en esta etapa, y hacer uso de los niveles de daño económico y
umbrales de acción, determinados para cada uno. En el caso de los nematodos, se plantea como
una alternativa reciente el uso de cultivares resistentes.
Enfermedades
Esta enfermedad es originada por dos virus, (BYV y BMYV) que se transmiten por medio de
pulgones. El síntoma típico es la clorosis y luego la hoja se vuelve rígida y gruesa, y al romperse
hace un crujido muy característico. Existen variaciones según el virus que la produzca que
permiten identificarlos. Los daños ocasionados producen una perdida de peso de la raíz y del
porcentaje de azúcar.
Como medidas preventivas se pueden tratar las semillas con productos mercuriales. Debido a la
gran supervivencia del hongo en el suelo, es importante una adecuada rotación de cultivos y
realizar remociones profundas. Cuando ha manifestado los síntomas deberían retirarse del campo
los restos de cosecha. Es frecuente el uso de fungicidas en forma preventiva.
Es una de las enfermedades que producen más daño. Se manifiesta en manchones y se observan
las plantas marchitas y la raíz cubierta por manchas de color violeta. En ataques graves se pudren
totalmente las raíces.
Debido a la gran persistencia del hongo en el suelo y a que afecta también a numerosas malezas,
la forma de control más efectiva es a través de las rotaciones. También se debería curar las
semillas y evitar lotes con tendencia a encharcarse.
Este patógeno puede afectar plántulas, hojas y raíces de la remolacha. En plántulas produce
damping-off. En hojas se manifiesta en forma de manchas redondeadas con puntuaciones negras.
En raíces produce una podredumbre seca superficial en la corona. Este hongo se transmite por
semillas. Como medida preventiva se recomienda el curado de las semillas.
Rizomanía (Beet Necrotic Yellow Vein Virus)
Es una enfermedad producida por el virus BNYVV, transmitido por un hongo (Polymyxa betae) que
vive en las plantas Quenopodiáceas y se propaga mediante el agua de riego. Los síntomas que
aparecen en la planta son muy diversos. Puede provocar la podredumbre total de la raíz y el
rendimiento de la cosecha descendería entre un 40 y 70%.
Se trata de una enfermedad carencial, que aparece si falta boro en el suelo o en los fertilizantes;
suele presentarse en verano y sus síntomas son los siguientes: la parte central de las hojas se seca,
ennegrece, y acaba descomponiéndose. Los síntomas se inician en las hojas y mas tarde en la raíz
en su parte central que acaba por originar también la pudrición.
Manejo de malezas
Tanto la morfología de la planta como el sistema de siembra hacen que la remolacha no sea un
cultivo muy competidor con las malezas. Su manejo es básicamente con herbicidas, requiriendo un
alto número de aplicaciones, haciéndose en promedio no menos de cuatro tratamientos (uno en
preemergencia, y el resto en postemergencia temprana) durante el ciclo.
Cloridazona: es un herbicida que actúa tanto por vía foliar como radicular y se aplica tanto en
preemergencia como post-emergencia.
-Fenmedifan: No tiene efecto residual y es eficaz contra malas hierbas de hoja ancha compuesta y
anuales.
-Etofumesato: este herbicida es absorbido por las yemas de las plantas nada más germinar éstas.
Se aplica en el suelo húmedo.
-Metacloro: Preemergente.
-Metamitrona: es absorbido por la raíz. El suelo debe de estar humedecido para que el herbicida
tenga más efecto. Su control va dirigido a hierbas tanto de hoja ancha como estrecha.
Bibliografía