PROFESIONAL.
La ética puede definirse como una rama de la filosofía que estudia lo correcto o
equivocado del comportamiento humano, tiene como centro de atención las acciones
humanas y aquellos aspectos de la misma que se relacionan con el bien, la virtud el
deber, la felicidad y la vida realizada. Mientras que la deontología es parte de la ética y
trata de los deberes relacionados con el ejercicio de una profesión.
Por otra parte, la educación que se nos proporciona para la adquisición de los
títulos respectivos, no cuenta en la mayoría de universidades con un pensum que
determine la existencia de un curso de ética y deontología jurídica, que permita conocer
al estudiante saber cual debe ser su actuar como profesional del derecho, puesto que
su libertad en la toma de decisiones en un caso en concreto no solo le afectará a él, sino
será de trascendencia para los sujetos procesales, toda vez que para el abogado puede
ser solo un caso más, mientras que para el cliente significa una decisión que cambiará
su vida, la cual es tomada por un Juez que razono con base en lo que el fiscal y
abogado aportó al mismo.
Aunado a lo anterior el deber ser íntegro y honesto debe ser una constante, no
solo al momento de ejercer la profesión sino en el quehacer diario, toda vez que como lo
menciona Aparisi el actuar del abogado no puede ser alejado de su actuar personal, toda
vez que al buscar la justicia para sí o para otros debe también practicarla, pues una
persona que habitualmente sea injusta en el ámbito privado no podría ser justa en la vida
pública.
REFERENCIAS: