2, CONMENSURABILIDAD, COMPARABILIDAD
'Y COMUNICABILIDAD*
Han transcurrido veinte aflos desde que Paul
Feyerabend y yo empleames por primera vez en
Tetras de molde un término que habiamos tomado
de las mateméticas para describir la relacién en-
tte teorfas clentificas sucesivas. EI término era
inconmensurabilidads,,y cada uno de nosotros
fue inducido a utilizarlo por problemas que hablar
‘mos encontrado al interpretar textos clentificos
(Feyerabend, 1962; Kuhn, 1962)? Mi uso del tér-
‘mino era mis amplio que el suyo; sus posiciones
respecto al fenémeno eran més radicales que las
‘mias; pero nuestra coincidencia en aquel tiempo
1. Mucha gonte ha contrbsido la mora de este artiow
lo desde so primer boron, Ente ello ern suis legs
Gel MIT igs asstent a la reunion do ta SAY al ee
‘Binaric de Histon y Fotolia dela Cenc de a Univers:
fad de Columbia donde let por primera vex una version pre
liminar. Estoy spradecido 2 todos silo, sobre todo & Red
Block Paul Horvicn, Natbanil Kuhn, Stephen Such y st
dow comentadores efile.
“Creo que mi recurso a sinconmensuabilida y el de
Feyerabend fron independiontes, yn recuerdo Glen at
Paul lo sncontré en el borvador de'un maniwcrito mio ¥ me
‘Ajo que 6) tambien Sabie estado uesndolo Psajes que Ue
{tan estos primeror sos el ermino son Katy UD,
las 102 ysigg 112.128 y sigs, M8131 (pags 168 y sie 177
ED y sign, 280255), sin cambios desde i primera {i962)
‘tile 7 Feyerabend (196, plgh S699, 7476, 8. (Ene
‘ico de triste tenducciin catelana hemos sfadido entre
‘oreneter tanto ene tena come en lns nots, as Feleredclas
‘Seas pings cltdas por Kalu en ia correspondiente ver
Sen eastelana) (0)96 ou sow Las mevorvcionns cxmvriscas?
cera sustancial:’ Cada uno de nosotros estaba fun-
damentalmente preocupado por mostrar que los
significados de los términos y conceptos cientificos
—por ejemplo «fuerza» y «masa», o «clementor
Yy «compuestor— cambiaban frecuentemente so-
gin la teoria en que aparecian;* y ambos afirm-
‘amos que cuando ocutria este tipo de cambio era
{imposible definir todos los términos de una teoria
en el vocabulario de Ia otra. Cada uno de nosatros
materializaba esta ltima afirmacion en coment
rios acerca de la inconmensurabilidad de teorias
cientificas
Todo eso fue en 1962. Desde entonces los pro-
bblemas planteados por la variacién del significado
se han discutido ampliamente, pero casi nadie se
ha enfrentado por completo con los problemas
que nos indujeron, a Feyerabend ya m{, a hablar
de inconmensurabilidad. No hay duda de que ese
3. Feyerabend y yo escrbimos sobre a impotbildad de
‘adic los termine ana teria sobre Ia bare de los tama
‘os de otra, Pero tlensts i restrain Ie inconmenserabil
ad al lenguaje, 30 heblabe tambien de diferencias nome
{odor campe So problema normas de reoiulon~ (Kaha,
1990, pd. 103. Cpds 68) leo que 30 0 aria excepto en ik
‘medida, bastante considerable, en que estas ulimas diferen.
‘as furan consecuencas netesriae el Proceso de apretr
‘laje del lenguaje Feyerabend (1962, pg"9), sin embargo,
{scribe que nuo 6 pone dbus ls trminos primitivor Se
sobre In bse de fos téeminos primitives de Tai tempo.
fo extblecr elscionesempiiens correcta at inte:
‘ngan amor conjuntce de terminor- Yo no uanba en abso.
Tuto Ta nocion de terminos primitives, J resting encom.
‘ensurabidad + unos poco termine epectcos.
Esta cbeerason habia sido anteriormente nesaltada
por Hanson (930,
commmssuRaSTDND a
descuido se debe, en parte, al papel desempefiado
por Ia intuicién y la metéfora en nuestras formu-
Jaciones iniciales. Por ejemplo, yo utilizaba mu-
cho el doble sentido, visual y conceptual, del ver-
bo «vers, y asemejaba una y otra ver los cambios
de teoria a los cambios de Gestalt. Por las razones
‘que sean, el concepto de inconmensurabilidad ha
sido frecuente y ampliamente rechazado, hace
poco en un libro publicado a finales del ao pasado
por Hilary Putnam (1981, pégs. 113-124 [pdgs. 118-
129]), Putnam reclabora convincentemente dos I-
reas de critica que habfan aparecido con frecuen-
cia en Ia literatura flos6fica anterior. Una breve
reformuilacién de esas criticas preparard el terreno
para algunos comentarios extensos.
La mayoria 0 todas las discusiones sobre in-
conmensurabilidad dependen de un supuesto lite-
ralmente correcto, pero sobre el que a menudo se
hhan cargado demasiado las tintas: si dos teorias
son inconmensurables deben ser formuladas en
lenguajes mutuamente intraducibles. Si esto es asf,
sefala una primera linea de critica, si no hay nin-
‘min,modo en que las dos puedan formularse en
tun linico lenguaje, entonces no pueden compa-
rarse, y ningin argumento basado en la evidencia
puede ser relevante para Ia eleccién entre ellas.
Hablar de diferencias y comparaciones presupone
{que se comparten algunos puntos, y esto es lo que
los defensores de la inconmensurabilidad, los cua-
les hablan a menudo de comparaciones,’parecen
egar. Por consiguiente, su discurso es necesaris-
‘rents incoherente (para esta linea de eritica véa-98 ous sox us mnvoLveroNes crmrtmcas?
se: Davidson, 1974, pags. $20; Shapere, 1966; y
Scheffler, 1967, pégs. 81-83). Una segunda Iinea de
critica es como minimo igualmente profunda. Geo-
te como Kuhn, se sefiala, nos dicen que es impo-
sible traducir teorias antiguas a un lenguaje mo-
derno. Pero luego ellos hacen precisamente eso,
reconstruir las teorias de Aristoteles, o de News
ton, o de Lavoisier, 0 de Maxwell, sin separarse
del lenguaje que ellos y nosotros hablamos todos
los dias. En estas circunstancias, ¢qué pueden que-
rer decir cuando hablan de inconmensurabilidad?
(para esta linea de critica véase: Davidson, 1974,
gs. 17-20; Kitcher, 1978; y Putnam, 1981).
En este articulo me ocuparé principalmente de
la segunda linea de argumentacién, pero las dos
no son independientes y necesitaré hablar también
de la primera. Comenzaré intentando eliminar al-
gin malentendido ampliamente extendido, que
afecta al menos a mi puhto de vista. Sin embargo,
{incluso habiendo eliminado el malentendido, per
‘manecerd un residuo perjudicial de la primera I-
nea de critica, Volveré a ello unicamente al final
de este articulo,
21, INCONMENSURABILIDAD LOCAL
Recordemos brevemente de dénde proviene el
término «inconmensurabilidads. La hipotenusa de
un tridngulo rectingulo isdsceles es inconmensu-
rable con su lado, o la circunferencia de un efrcu-
o.con su radio, en el sentido de que no hay una
unidad de longitud contenida un mimero entero
de veces sin resto en cada miembro del par. Ast
pce, no hay medida comin, Pero la falta de una
tnedida comin no significa que 1a comparscién
fa imposible, Por el contrario, magnitudes incon-
menturables pueden compararse con cualquier
grado de aproximacién requerido. Demostrar que
Esto podia hacerse y edmmo hacerlo e cuenta entre
Jos logros mas espléadidos de las mateméticas
ariegas. Pero este logro fue posible sélo porque
flesde el comienzo, Ia mayoria de las técnicas
geomeiricas se aplicaben sin cambio alos dos ele-
Ientos entre los que te estaba buscando una com-
paracién,
Cuando seaplica al vocebulario conceptual que
se da en una teoria cientiea yen su entorno, el
{érmino sinconmensurabilidade funciona meta:
Tieamente. La frase sin medida comin» se coo-
vierte en ssn lenguaje comin, Aimar que dos
teorias son inconmensursbles signifies amar que
no hay ningun lenguaje, neutral o de cualquier
btro tipo, al que ambas teorias, concebidas como
Sonjuntor de enunciados, puodan traducirse sin
resto o pérdida, Ni en su forma metaférica nf en
su forma literal inconmensurabiidad implica in-
omparsbilidad, yprecisamente por la misma ra.
zon, La mayoria de los terminos comunes alas dos
teorfas funcionan de la misma forma en ambas;
$s signlfcados, cualesqutera que puedan ser, 3°
Dreservan; st traduccion es simplemente homd-
fona. Surgen problemas de traduccién dnicamente
con un pequefo subgrupo de términos (que usual-