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De fábrica de sueños a industria de

propaganda. Durante la Segunda Guerra


Mundial, Hollywood colaboró estrechamente
con el Ejército, produciendo películas
propagandísticas y cediendo a sus mejores
directores para que filmaran en el frente.
CARLOS JORIC, HISTORIADOR Y PERIODISTA

16 de mayo de 1939 se estre- fundadas por empresarios judíos pro-


nó en Estados Unidos Confe- cedentes del centro y este de Europa
siones de un espía nazi, la pri- -Metro-Goldwyn-Mayer, Twentieth
mera película explícitamente Century Fox, Paramount, Warner Bros.
antifascista producida por un y una parte de la RKO-, ninguna se
gran estudio de Hollywood, Warner había atrevido a producir películas en
Bros. A pesar de que las cinco majors las que se criticara abiertamente el ré-
que dominaban la industria del cine gimen totalitario y antisemita de Hitler.
durante los años treinta habían sido Tampoco lo hicieron otras compañías
FRANK CAPRA (a la dcha.), con su
uniforme de coronel, en 1944.
ESCENA de Confesiones de un espía nazi, con
Francis Lederer y George Sanders (a la dcha.).

, ,., .
mas pequenas pero muy puJantes, como 1930), un drama antibelicista boicoteado dada en 1936) y expresaron su apoyo al
Universal o Columbia, también creadas por por militantes nazis, con el futuro ministro intervencionismo cuando estalló la guerra.
emigrantes judíos. ¿Por qué este silencio? de Propaganda Joseph Goebbels a la cabe- Sin embargo, en la pantalla su compro-
La razón hay que buscarla en la particular za, que la Universal sometió a un segundo miso no fue tan decidido. Temían que
idiosincrasia de la industria del cine esta- montaje para conseguir que se estrenara. producir una película abiertamente anti-
dounidense. El Hollywood de la edad do- Lo paradójico de este caso es que el dueño nazi, de un "antifascismo prematuro",
rada era un negocio del entretenimiento del estudio, Carl Laemmle, era un empre- como se denominaba en la época, les tra-
dirigido por empresarios cautelosos, que sario judío nacido en Alemania. jera problemas. Y así fue. Confesiones de
ocultaban su condición de emigrantes ju-
díos para no ser señalados y evitaban las
controversias políticas por temor a que les
LOS GRANDES ESTUDIOS FUERON CAUTELOSOS
, EN EL
perjudicaran económicamente. Alemania ASCENSO DEL NAZISMO, AEXCEPCION DE LA WARNER
estaba gobernada por un dictador antise-
mita que entrañaba una amenaza para las Warner Bros. fue la excepción. A diferen- un espía nazi, dirigida por el también judío
democracias occidentales. Sin embargo, cia de los demás propietarios de estudios, Anatole Litvak, provocó fuertes reacciones
también era un importante mercado al que la mayoría republicanos conservadores, en contra. El estreno fue boicoteado en
Hollywood no estaba dispuesto a renunciar. los hermanos Warner apoyaron al demó- salas del Medio Oeste (donde había mucha
Durante el ascenso del nazismo, los estudios crata Franklin D. Roosevelt y su política población de origen alemán), los Warner
incluso llegaron a censurar sus películas del New Deal. Su postura frente al régimen fueron amenazados de muerte por sim-
para adecuarlas al nuevo marco ideológico de Hitler fue clara desde el principio: ce- patizantes nazis y el filme recibió críticas
alemán. El caso más flagrante fue el de Sin rraron sus oficinas en Alemania, se unie- de congresistas de Washington, que lo
novedad en el frente (Lewis Milestone, ron a la Liga Antinazi de Hollywood (fun- acusaron de "difamar a un país amigo".

70 HISTORIA Y VIDA
HOLLYWOOD

ARRIBA, Casablanca (izqda.) y El gran dictador.


Abajo, sentado, Robert E. Sherwood.

dignación en el gobierno alemán que


TRAS PEARL HARBOR, , Goebbels decidió prohibir todos los filmes
HOLLYWOOD COMENZO de la MGM en el Reich. Poco después se
estrenaron tres títulos antifascistas que
ACOLABORAR CON EL estuvieron entre los más taquilleros de
GOBIERNO EN FILMES DE esos años: Enviado especial (Alfred Hitch-
cock, 1940), un thriller de espionaje que
PROPAGANDA BÉLICA contenía un claro mensaje intervencionis-
ta (Hitchcock era inglés); El gran dictador
Como era de esperar, la película fue pro- (Charles Chaplin, 1940), la célebre sátira
hibida en Alemania. Pero también en Ja- sobre Hitler y Mussolini en la que, por
pón, Italia, España y varios países más primera vez, se hacía una referencia ex-
de Europa y Latinoamérica. plícita a la persecución de los judíos; y El
sargento York (HowardHawks, 1941), una
No a la guerra llamada al intervencionismo a través de
Con el comienzo de la Segunda Guerra la ejemplarizante historia de un héroe
Mundial, la opinión pública estadouni- de la Primera Guerra Mundial.
dense se dividió entre aislacionistas (la Dos meses después del estreno de esta úl-
gran mayoría, según los sondeos) e inter- tima cinta, el 7 de diciembre de 1941, la
vencionistas. Aunque Hollywood seguía guerra dejó de ser una cuestión extranjera.
prefiriendo hacer un cine escapista y po- El ataque a Pearl Harbar por parte de la
co comprometido políticamente, el de- aviación japonesa forzó a Estados Unidos
bate sobre la intervención provocó que a entrar en el conflicto. Apartir de esa fecha, Su vicepresidente era Robert E. Sherwood,
algunos estudios perdieran el miedo a la industria cinematográfica comenzó a reputado guionista de Hollywood (El bos-
posicionarse. Metro-Goldwyn-Mayer, la colaborar con el gobierno realizando nu- que petrificado, Rebeca) y redactor de los
compañía que presumía de tener "más merosos filmes de propaganda bélica, al- discursos del presidente Roosevelt.
estrellas que el cielo", estrenó Tormenta gunos tan populares como Casablanca La OWI tenía un departamento específico
mortal (Frank Borzage, 1940), un drama (1942), Yanqui Dandy (1942) u Objetivo: de cine, el Bureau of Motion Pictures. Sus
que narraba las consecuencias de la lle- Birmania (1945). Para coordinar la produc- cometidos eran principalmente dos: ase-
gada del nazismo en un pequeño pueblo ción de información propagandística se sorar ideológicamente a los estudios, para
de Alemania. La película causó tanta in- creó la Office of War Information (OWI). que los contenidos de sus películas estu-

HIS TORI A Y VIDA 71


racismo hacia la comunidad nipona de
Estados Unidos. Su descaro fue tal que
incluso rodaron escenas en Chinatown
como si fuera el gueto japonés de Los Án-
geles. No les importó demasiado que todos
los letreros estuvieran en chino.
El racismo era un tema que preocupaba
especialmente a la OWI. Aun cuando el
gobierno estuviera internando en campos
de concentración a los estadounidenses
de origen nipón (conocidos como nisei),
no deseaban que desde el cine se fomen-
tara la idea de que el país estaba librando
una guerra racial, como defendía el ene-
migo. La guerra debía ser presentada como
un combate ideológico, una lucha entre la
democracia y el totalitarismo. También,
dados los miles de afroamericanos movi-
lizados por el Ejército (unos 875.000) y
las revueltas que se estaban produciendo
PRESENlED IV
en centros industriales como Detroit (a
THE WAR DEPARTMENT
PARAMOUNT
, FUE LA
UNICA MAJOR QUE SE
MOSTRÓ REACIA A LA
INTROMISIÓN DE LAS
AUTORIDADES MILITARES
causa de la explotación de la mano de obra
negra con la excusa del esfuerzo bélico),
la OWI intentó evitar que las películas de
Hollywood siguieran alimentando los es-
tereotipos racistas sobre los negros. Con
este objetivo produjeron TheNegro Soldier
(Stuart Heisler, 1944), un documental en
el que se ensalzaba el papel de los afroa-
mericanos en la guerra. A pesar de su
tono condescendiente, la película, am-
pliamente difundida por todo el país, fue
PÓSTER DEL DOCUMENTAL The Negro Soldier, dirigido en 1944 por Stuart Heisler por encargo de la OWI.
saludada por la intelectualidad afroame-
ricana como un primer intento digno de
vieran en sintonía con las necesidades so de Paramount, que se mostró reacia a reflejar la realidad de su comunidad.
bélicas del país, y animarles a que se suma- la intromisión de las autoridades militares,
ran al esfuerzo de guerra, produciendo los demás estudios acataron gustosamen- Directores al frente
filmes de carácter patriótico y con valores te las normas. Algunos, como Twentieth The Negro Soldier fue uno más de las de-
democráticos. Para ello se creó un manual Century Fox, incluso las incluyeron como cenas de documentales que el ejército de
informativo en el que se enumeraban las parte de su reglamento interno. El "com- EE.UU. encargó a cineastas de Hollywood
"preguntas que todo productor debía ha- promiso" de esta compañía llegó a tales durante la contienda. John Ford, director
cerse". La principal: "¿Esta película nos extremos que tuvo que ser atemperado por de éxitos como La diligencia (1939) o Las
ayudará a ganar la guerra?". la propia OWI. En 1942, la Fox estrenó uvas de la ira (1940) y experto navegante,
Aunque la agencia no tenía poderes eje- Little Tokyo) U.S.A. (Otto Broker, 1942), fue uno de los primeros en alistarse. En
cutivos, sus directrices fueron en general un thriller sobre una trama criminal de 1939, por iniciativa propia, creó una uni-
bien recibidas en Hollywood. Salvo el ca- espías japoneses que irradiaba un intenso dad naval fotográfica con el objetivo de

72 HISTORIA Y VIDA
HOLLYWOOD

ESTRELLAS
DE UNIFORME
Los actores de Hollywood
alistados en el Ejército.
,,
• EN 1943 HABIA 2.700 empleados
cualificados de Hollywood alistados en el
Ejército, un 12% del total. Entre ellos se en-
contraban algunos de los actores más famo-
sos del momento. La primera gran estrella en
incorporarse fue James, Stewart. El actor, que
acababa de ganar un Osear por Historias de
Filadelfia (1941), era piloto aficionado. Gracias
a sus conocimientos en aviación, combatió
como comandante de bombarderos, parti-
cipando en una veintena de misiones y reci-
biendo varias condecoraciones.

• A STEWART LE SIGUIERON otros, co-


mo el galán Tyrone Power, que realizó nume-
rosas misiones como piloto de transporte;
Henry Fonda, que sirvió en la Marina; Robert
Taylor, enrolado como instructor de vuelo; o
Robert Mitchum, quien se alistó al final de la
guerra. Pero, sin duda, el soldado más cele-
bre de todos fue Clark Gable (dcha.). El "rey
de Hollywood" acababa de perder a su espo-
sa, la actriz Carole Lombard, en un accidente
de aviación. En homenaje a ella (murió mien-
tras regresaba de un acto de promoción de
bonos,
de guerra), Gable se alistó en las Fuer-
zas Areas a la edad de 42 años. Participó en
varias misiones sobre Alemania, e incluso co-
rrió el rumor de que Hitler, gran admirador
.
suyo, había puesto precio a su cabeza.
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rodar documentales y realizar fotografías de Ford coincidió con el ataque. Subido a sidente, visiblemente emocionado, comen-
de reconocimiento. Aunque algunos altos una plataforma elevada (una posición tó: "Quiero que todo estadounidense vea
, . . ,
mandos se mostraron reacios a que los optima para captar 1magenes, pero muy esta película cuanto antes". La batalla de
profesionales de Hollywood se inmiscuye- desprotegida frente al fuego enemigo), el Midway (1942) se proyectó tal como la
ran en las tareas del Ejército, la unidad de director pudo filmar la que sería la prime- había concebido Ford en las salas de cine
Ford fue incluida como parte de la Office ra victoria estadounidense en la guerra. de todo el país. Fue la primera vez que el
, público estadounidense pudo ver la guerra
en color y con imágenes reales. La reper-
LA BATALLA DE MIDWAYPERMITIO ALOS AMERICANOS cusión del filme fue tan grande que Ho-
VER LA GUERRA EN COLOR Y CON IMÁGENES REALES llywood, que nunca antes se había inte-
resado por los documentales, creó una
of Strategic Services, el servicio de inteli- Consiguió imágenes nunca vistas, aunque categoría exclusiva para este
,
género en su
gencia de EE.UU., antecesor de la CIA. también una herida de metralla en el an- ceremonia anual de los Osear.
En 1942 le encomendaron su primera mi- tebrazo. Al volver a EE.UU., Ford ideó una Además de Ford, que seguiría colaboran-
sión. Debía trasladarse a las islas Midway, estratagema para evitar intromisiones en do con la Marina hasta casi el final de la
cerca de Hawái, para documentar un po- el resultado final. Poco antes de proyectar guerra, hubo otros directores que fueron
sible ataque japonés que los servicios de la película en la Casa Blanca, intercaló en a rodar al frente. John Huston, que acaba-
inteligencia creían que se podría producir el montaje imágenes del hijo de Roosevelt, ba de debutar con la exitosa El halcón
contra su base naval. Y así fue. La llegada que estaba luchando en el Pacífico. El pre- maltés (1941), fue enviado a las remotas

HISTORIA Y VIDA 73
Un respiro en la cantina de Hollywood
EL LOCAL EN EL QUE ACTORES Y ACTRICES ANIMABAN A LAS TROPAS DE PERMISO
• DE ENTRE LAS MUCHAS iniciativas •
pareja de actores Bette avis (abajo, en Sinatra, Judy Garland o las famosísimas
que se pusieron en marcha desde Holly- el local) y John Garfield. hermanas Andrews, bailar con actrices co-
wood para sumarse al esfuerzo bélico -cam- mo Rita Hayworth o Marlene Dietrich y
pañas propagandísticas protagonizadas por • DESDE SU APERTURA, en 1942, la charlar con camareros como Bob Hope o
estrellas, espectáculos para la venta de bo- cantina ofreció comida, baile y entreteni- Mickey Rooney. En una de las paredes se
nos de guerra, actos benéficos, visita a las miento gratuito a los soldados que se en- podía ver un mural con las fotografías de to-
tropas, difusión de películas de estreno en contraban de permiso. El ticket para entrar das las celebridades de Hollywood que esta-
los cuarteles-, una de las más populares fue era el uniforme (podía ser también de los ban luchando en el frente. El local adquirió
The Hollywood Canteen, un club para mili- aliados). Una vez dentro, tenían la oportuni- tanta fama que se hizo de él una película:
tares de servicio creado por iniciativa de la dad de ver actuar a cantantes como Frank Hollywood Canteen (Delmer Daves, 1944).
HOLLYWOOD

islas Aleutianas, el único territorio esta-


dounidense que había sido invadido por
Japón. Allí rodó Informe desde lasAleutia-
nas (1943), un documental en el que se
reflejaba la tensión a la que estaban some-
tidos los soldados durante la espera para
entrar en combate. Una vez que se inició
la batalla, Huston no dudó en subirse a un
bombardero para rodar el enfrentamiento
desde el aire. Según cuenta en sus memo-
rias (Espasa, 1998), vio morir a varios
soldados cerca de él. Este hecho influiría
en la concepción de su siguiente documen-
tal. San Pietro (1945), rodado durante la
campaña italiana, incluía numerosas imá-
genes de soldados muertos. Esta crudeza
tan inusual (los caídos apenas estaban
presentes en las películas) causó un fuer-
te rechazo entre las autoridades militares.
Acusaron a Huston de haber hecho un
filme antibelicista y decidieron no estre-
narlo por considerar que desalentaría a las
tropas. Solo la intervención del general
George Marshall, que lo había visto en un
pase privado y le pareció que su realismo

EN SAN PIETRO, HUSTON


INCLUYÓ IMÁGENES DE
SOLDADOS MUERTOS, LO
QUE CAUSÓ EL RECHAZO
INICIAL DE LOS MILITARES
ayudaría a preparar psicológicamente a
los soldados, hizo que el Departamento
de Guerra cambiara de opinión.
William Wyler, el futuro director de clásicos
como Vacaciones enRoma (1953) oBen-Hur
JOHN HUSTON, de uniforme, junto a la actriz
(1959), también tuvo una participación Olivia de Havilland en los Osear de 1943.
destacada. En su caso, el grado de impli-
cación estuvo muy influido por sus oríge-
nes. Wyler, cuyo verdadero nombre era por la Aviación antes de poder ser relevado la falta de oxígeno y el fuerte ruido. Al
Wilhelm Weiller, provenía de una familia del servicio. De Londres viajó hasta Italia, despertar, se había quedado sordo de un
judía suizo-alemana. Había nacido en Al- donde filmó la liberación de Roma, y más oído. Regresó a Hollywood como un vete-
sacia, que estaba en esos momentos en tarde a París. Desde allí se trasladó a Mul- rano inválido. Meses después rodaría una
manos de los nazis y donde aún tenía pa- house, su ciudad natal. Wyler quiso averi- de las mejores películas sobre la vuelta a
rientes. Tras realizar un largometraje sobre guar qué había sido de sus parientes y casa de los excombatientes: Los mejores
la guerra ambientado en Inglaterra, el amigos. No tardó en saberlo: todos habían años de nuestra vida (1946).
oscarizadoLaseñoraMiniver (1942), Wyler sido deportados. Más tarde volvió a Italia
se trasladó a Londres para filmar The Mem- para terminar otro documental sobre la lPor qué luchamos?
phis Belle (1944), un vibrante documental Aviación, Thunderbolt (1947), que había No todos los directores fueron a rodar al
sobre la última misión del bombardero comenzado meses atrás. Esta vez el roda- frente. Algunos, como el caso de Frank
B-17 Memphis Belle, el primero en com- je no fue tan bien. A bordo de un caza P-47, Capra, lo hicieron desde Hollywood. Ca-
pletar las veinticinco misiones marcadas el director sufrió un desmayo a causa de pra era una excepción dentro de la indus-

HISTORIA Y VIDA 75
GEORGE STEVENS. A la derecha, Billy Wilder zando sus propias armas. En la serie tam-
en París dos años después de la guerra. bién colaboró el estudio de Walt Disney
(muy activo durante la contienda), reali-
zando animaciones y mapas explicativos.
Las películas cumplieron su objetivo. De-
mostraron ser una herramienta muy útil
para estimular el patriotismo de la socie-
dad y acabar con sus reticencias con res-
pecto a la guerra. Sobre todo en sus dos
aspectos: la intervención en Europa y la
alianza con la Unión Soviética.

Filmar el Día D
El 6 de junio de 1944 se produjo el des-
embarco de Normandía. Entre los cientos
de miles de soldados que llegaron a la
costa francesa se encontraban dos direc-
tores de Hollywood: John Ford y un ci-
neasta conocido por sus musicales con
Fred Astaire y Ginger Rogers, George Ste-
vens. El futuro director de Gigante (1956)
o El diario de Ana Frank (1959) fue uno
de los últimos en alistarse, pero su labor
sería enormemente relevante. Junto a Ford
y un numeroso equipo de operadores de
cámara y sonido, filmó la mayor operación
militar de la guerra. Las imágenes que
captó el grupo fueron excepcionales. Pero
tenían un inconveniente: eran brutales.
La cantidad de heridos y muertos que apa-
tria del cine. En la década de los treinta, recían flotando en el mar o amontonados
Hollywood estaba dominado por el star CAPRA HIZO USO DE en las playas hizo que solo se pudiera uti-
system. El público apenas conocía el nom- LA PROPAGANDA NAZI lizar una mínima parte de ellas para su
bre de los directores. Sin embargo, Capra difusión. A Ford le afectó mucho aquella
era una figura pública. Su nombre apare- PARA ESTIMULAR EL devastación. Tras la batalla, se encerró en
cía antes del título de sus películas, enca- PATRIOTISMO DE LA la casa donde se alojaban los oficiales y
denaba un éxito tras otro (Sucedió una estuvo bebiendo alcohol tres días seguidos.
noche, El secreto de vivir, Caballero sin es- SOCIEDAD AMERICANA Fue su último servicio en la guerra.
pada), ganaba premios Óscar de forma Quien sí continuó fue Stevens. El director
casi consecutiva (tres en solo cinco años) luchando. Para ello, el director solicitó ver acompañó a las tropas en su avance hacia
y su rostro aparecía en portadas como la El triunfo de la voluntad (Leni Riefenstahl, París, donde filmó su liberación, y luego
revista Time o elNew YorkHerald Tribune, 1935), el célebre documental propagan- hasta Alemania. Su objetivo era docu-
que lo calificó como "la figura más impor- dístico nazi. Capra, profundamente im- mentar el fin de la guerra, la alegría de
tante del cine en la actualidad". Capra era presionado por la capacidad de persuasión la gente a su paso por las ciudades libe-
también conocido por su veleidad ideo- del filme, decidió utilizar la propaganda radas y los esfuerzos de los soldados por
lógica. En 1935, durante un viaje a Italia confiscada al enemigo -noticiarios, docu- derrotar al enemigo. Lo que no esperaba
(era de origen siciliano), alabó a Musso- mentales, largometrajes de ficción- como era encontrase cara a cara con el más ab-
lini, quien le ofreció un millón de dólares base para sus películas. De esta forma creó soluto de los horrores. A finales de abril
si rodaba su biografía. Cuatro años des- Why We Fight (1942-45), una serie de de 1945 entró con su equipo en Dachau,
pués, tras una entrevista con Roosevelt, siete documentales que, por medio de un un campo de concentración cerca de Mú-
se convirtió en un firme demócrata favo- exhaustivo trabajo de documentación nich. Lo que allí vio le cambió la vida
rable a la intervención en la guerra. (también incluyó material de los aliados) para siempre. Como comentaría años más
En 1942, Capra fue requerido por el go- y una astuta labor de montaje (que cam- tarde, se sintió profundamente conster-
bierno para realizar una serie de docu- biaba el sentido original de las imágenes), nado. Quería salir de allí, pero tuvo que
mentales didácticos que explicaran a las consiguieron aleccionar a la población y sobreponerse para dejar constancia de
tropas y a la ciudadanía por qué estaban atacar ideológicamente al enemigo utili- aquel horror. Estaba convencido de que

76 HISTOR IA Y VIDA
HOLLYWOOD

lo que estaba filmando podría tener una


importancia trascendental en el futuro.
Y así fue. Las durísimas imágenes que
rodó Stevens en Dachau fueron utilizadas
como pruebas documentales en los juicios
de Núremberg. Su inclusión resultó deci-
siva para condenar a los acusados.
El último director en prestar sus servicios
fue Billy Wilder. El prometedor cineasta,
que acababa de ser nominado al Óscar por
su tercera película en Hollywood, Perdición
(1944), fue enviado a Berlín al finalizar la
guerra. Wilder, judío de origen austríaco
que había huido de la capital alemana tras
el ascenso de Hitler, fue elegido por su
conocimiento de la lengua y la cultura
germanas. Al director le encomendaron
la misión de colaborar con el gobierno de
ocupación en las tareas de "desnazifica-
ción". Los alemanes debían asumir su
culpa, y una forma de conseguirlo era en-
frentarlos con las atrocidades que habían
perpetrado sus compatriotas. Para ello,
Wilder supervisó la realización de Death
Mills (1945), un documental sobre los
campos de exterminio que fue de visión
obligatoria en el sector estadounidense de
Alemania. El director se pasó horas revi-
sando imágenes de los campos. Cuando
años después le preguntaron sobre este
trabajo, comentó que lo vivió con gran
angustia. Entre los miles de cadáveres que
tuvo que ver, temía encontrarse con dos:
los de su abuela y su madre. Wilder sos-
pechaba que habían muerto en los campos,
como después se confirmó. Su experiencia
durante esos meses inspiró su famosa fra-
se: "Los pesimistas acabaron en Hollywood,
y los optimistas, en Auschwitz". •

PARA SABER MÁS


ENSAYO
COMAS, Javier. Aquella guerra desde
aquel Hollywood. Madrid: Alianza, 1998.
HARRIS, Mark. Five Carne Back: A Story of
Hollywood and the Second World War.
Nueva York: Penguin Press, 2014. En inglés.
TORREIRO, Casimiro. "La Guerra Mundial:
Hollywood entre dos frentes", en Historia
general del cine. Volumen VIII. Estados Unidos
(7932-7955). Madrid: Cátedra, 1996.
DOCUMENTAL
La guerra en Hollywood(EE. UU., 2017).
Dir.: Laurent Bouzereau. lnts.: Steven Spielberg,
Francis Ford Coppola, Guillermo del Toro, Paul
Greengrass, Lawrence Kasdan.

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