Benjamin Martin Sanchez
Cané6nigo de la S.I. Catedral de Zamora
ALEGRATE EN LAS
TRIBULACIONES
y pon tu confianza en Dios
Por muchas tribulaciones hemos de entrar
en el reino de los cielos (Hech.14,21)
Bienaventurado el hombre que confia
en Dios (Sal.34,9)
APOSTOLADO MARIANO
Recaredo, 44
SEVILLAISN 88-7770-339-6
D.L.Gr. 537-97
Impreso en CGS, S.L.
Printed in Spain
Impreso en EspafiaPRESENTACION
Hay un relato evangélico en el que leemos que
Jestis calm6 una tempestad. Esta es una imagen de
las aflicciones 0 tribulaciones por las que todos sole-
mos pasar.. Sucedidé que un dia subié Jestis con sus
discfpulos en una barca y se dieron a la mar..
Entonces se levanté un fuerte vendaval, y las olas se
echaban sobre la barca, de suerte que ésta estaba ya
para Ilenarse.
Jestis estaba en la popa durmiendo sobre un cabe-
zal. Los apéstoles le despertaron diciendo: “Sefior,
sdlvanos que perecemos”. El les dijo: ¢Por qué
teméis, hombre de poca fe? Entonces se levanto,
mando al viento y dijo al mar: Calla, enmudece. Y se
aquiet6 el viento y hubo una gran bonanza. Y sobre-
cogidos de gran temor, se decian unos a otros:
¢Quién es este que hasta el viento y el mar le obede-
cen? (Mc. 4,35-40).
Comentando esta escena los Santos Padres, unos
dicen que la barca es la Iglesia, y las tempestades son
las persecuciones que la Iglesia ha sufrido, y otros
dicen que la nave representa al hombre en el mar de
este mundo, y la tormenta son las diversas tribulacio-
nes en que se ve envuelto.
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