LA POSTMODERNIDAD

ANTE EL ESPEJo
 LA POSTMODERNIDAD
ANTE EL ESPEJO

Alejandro Martínez y Jacobo Henar (coords.)

Prensas Universitarias de Zaragoza

 La POSTMODERNIDAD ante el espejo / Alejandro Martínez y Jacobo Henar (coords.).
— Zaragoza : Prensas Universitarias de Zaragoza, 2012
179 p. ; 22 cm. — (Humanidades ; 98)
ISBN 978-84-15538-30-1
Postmodernismo
MARTÍNEZ, Alejandro
HENAR, Jacobo
130.2«19»

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©  Alejandro Martínez y Jacobo Henar

© De la presente edición, Prensas Universitarias de Zaragoza
    1.ª edición, 2012

Ilustración de la cubierta: José Luis Cano

Colección Humanidades, n.º 98

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Impreso en España
Imprime: Servicio de Publicaciones. Universidad de Zaragoza
D.L.: Z-1139-2012
 Comienzo ficticio, falsa entrada, falsa salida, escritura en
número innumerable, debéis volver a leerlas aún.
J. Derrida, La diseminación, Madrid,
Espiral, 1997, séptima edición, p. 455
 Nota introductoria
La postmodernidad como autoconciencia

El vértigo de una época se mide por sus frustraciones, por sus partidas
abiertas, por sus espacios en blanco. Nuestro tiempo es rico en carencias,
se antoja viscoso y tenso al mismo tiempo, ansioso y apesadumbrado a
partes iguales. Por otro lado, la reflexión productiva, el precipitado filosó-
fico de un tiempo, es el primer paso para transponer ese citado vértigo en
una mirada virtuosa. Nuestra época, caracterizada insistentemente como
postmoderna, se ofrece como un escenario privilegiado para activar un
ejercicio de autopercepción, una búsqueda sin fines que desemboque en
una revisión radical de los fundamentos que apuntalan nuestra situación
en el mundo y nuestras coordenadas históricas.
La cuestión postmoderna ha recibido a menudo lecturas reduccionis-
tas que la comprendían como un apéndice de la deconstrucción o como un
mero negativo de la modernidad, como su antítesis. Sin embargo, una
aproximación como la que aquí proponemos, atenta a dos enfoques muy
característicos, el de la filosofía de la historia y el de la estética, revela que
el paradigma postmoderno, el momento postmoderno, es algo más que un
mero epílogo de la modernidad. Se constata más bien que la postmoderni-
dad es un pliegue, un plexo momentáneo que, a modo de paréntesis, sitúa
a Occidente frente al espejo. La postmodernidad aparece entonces como
un momento álgido de la conciencia occidental: momento en el que Occi-
dente asume que no puede seguir caminando de espaldas al resto del mun-
do, ni de espaldas a sí mismo.
10 Nota introductoria

En última instancia, lo que se pretende con este volumen es ofrecer

una caracterización de la postmodernidad que eluda la tan manida dialéc-
tica modernidad/postmodernidad. El juego establecido hasta el momento
ubica la postmodernidad en una brecha ineluctable tras el proyecto moder-
no. Así, repensar la postmodernidad como un estadio de la autoconciencia
de Occidente nos permitirá traer a colación conexiones poco frecuentadas.
Por ejemplo, se advierte así que tiempo y espacio constriñen al ser humano
en la física de las tres dimensiones, genuinamente moderna, mientras que
el intelecto aspira a conocer desde la cuarta dimensión, apertura postmo-
derna. Así, lo que la física empezó a explicar de un modo positivo ya venía
anunciado por el pensamiento decimonónico y fue puesto en práctica en
el arte de vanguardia del primer tercio del siglo xx. En nuestro volumen
queremos recuperar una perspectiva que se haga cargo de la postmoderni-
dad, no ya como un paréntesis que devalúa la modernidad, sino como una
revisión sistemática de los presupuestos del proyecto moderno.
No es, pues, la citada dialéctica entre modernidad y postmodernidad
lo que nos ocupa, sino el modo en que la postmodernidad puede o quiere
seguir siendo moderna. Tiene entonces sentido hacerse cargo del momento
postmoderno como un estadio tan utópico como necesario de la experien-
cia occidental. La postmodernidad no es tanto una superación o un olvido
del momento moderno como su alteridad radical, su extrañamiento espe-
cular, el examen de sí misma ante sí misma, que se antoja imposible sin la
comparecencia de lo otro, de su afuera más intenso. Es por esto por lo que
la mirada de otras tradiciones ilustra todavía mejor si cabe la propia consis-
tencia de la coyuntura postmoderna. Tanto la tradición analítica como
el pensamiento sudamericano contribuyen a desentrañar la complejidad
y el sentido del pliegue postmoderno, lleno de límites y contradicciones
pero capaz, precisamente por ello, de enriquecer su propuesta.
A pesar de lo dicho, también la propia tradición que vio nacer el de-
safío postmoderno es capaz de proponer nuevas lecturas, nuevas propues-
tas que recuperan lo silenciado a lo largo de su devenir. De ahí que sea
obligado revisitar la posición del estructuralismo en la ponderación del
proyecto moderno. La postmodernidad aparece así como un marco teórico
singular en cuyo seno adquieren renovado sentido los viejos problemas.
Las contribuciones que componen este volumen dan cuenta de un
enfoque menos frecuentado en torno a la cuestión postmoderna, marcado
Nota introductoria 11

por la intencionalidad común que preside todos estos trabajos: ir más allá
del tópico en las valoraciones de la postmodernidad; conseguir que la post-
modernidad no consista, únicamente, en sus representaciones. Para ello, el
volumen incorpora varios textos que darán cuenta pormenorizada de la
dimensión estética del horizonte postmoderno, por un lado, y de su singu-
lar temporalidad, por otro. De ahí, confiamos, que sea algo más que otro
libro sobre postmodernidad.
Alejandro Martínez y Jacobo Henar
 Bloque I
EL CONCEPTO DE UNA ÉPOCA