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DEDICATORIA
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AGRADECIMIENTO
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RESUMEN EJECUTIVO
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PALABRAS CLAVE
KEY WORDS
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vi
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INTRODUCCIÓN
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1. JUSTIFICACIÓN DEL TEMA
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2. PREGUNTAS, OBJETIVOS, SUPUESTOS DE INVESTIGACIÓN
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CAPITULO I
1.1. ASPECTOS
a) Aspecto Criminológico
¿Qué entendemos por delincuencia juvenil? El autor Hans Joachim Schneider
propone que “la delincuencia infantil y juvenil es un comportamiento que se
denominaría delito en el sentido jurídico-penal, si hubiera sido cometido por un
adulto”. Cito a este autor, en primer término porque, a diferencia de otros, hace una
distinción explícita entre delincuencia juvenil y criminalidad juvenil. Para Schneider, el
hecho de que en la infancia o la juventud se cometan actos delictivos no significa
necesariamente el inicio de una futura carrera delictiva. Mantiene la esperanza de
que estos comportamientos puedan ser temporales y episódicos. Cabe diferenciar
entre la conducta antisocial y la delincuencia juvenil. Un acto incívico o delictivo
puntual no significa que el joven sea delincuente o vaya a serlo. Sin embargo, hay
que estar atento para percibir el límite: dependerá de la acumulación de muchas de
esas conductas y de su gravedad. Ahí radicará el límite. En la mayoría de casos,
estas acciones no precisaran de intervención judicial. Y si la precisan, puede ser una
única vez. Esas conductas pueden ir desapareciendo. No así en otros casos: algunos
autores establecen que la edad del primer delito es un índice claro de probabilidad de
cometer posteriores delitos (Cerezo, 2016).
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b) Aspecto Sociológico
No hay un retrato-robot del joven que comete acciones delictivas: su edad, su
procedencia social, su modelo educativo son bien diversos, no responden a una
pauta preestablecida. Las directrices de las Naciones Unidas para la 7 prevención de
la delincuencia juvenil (1990), acuñan un nuevo término: jóvenes en situación de
riesgo social. Hay unos factores de riesgo que pueden darnos pistas sobre los
jóvenes más susceptibles de caer en actuaciones delictivas. Puede darse la
circunstancia de que algunos jóvenes delincuentes hayan sobrepasado la mayoría de
edad penal y, sin embargo, no hayan alcanzado un desarrollo completo en su grado
de madurez. Por eso, se suelen considerar delincuentes juveniles todas aquellas
personas menores de 25 años. Sin embargo, sólo se aplicará la Ley del Menor a
aquellos que estén por debajo de los 18 años (Cerezo, 2016).
c) Aspecto Psicológico
Los jóvenes y adolescentes se encuentran aún en una fase de maduración. Han
dejado de ser niños pero aún no se les considera adultos. Este hecho conlleva un
sentimiento de inseguridad respecto a su posición en la sociedad que se traduce en
un intento de ser “como los mayores”. Al no conseguirlo, se derivan conductas
caprichosas, egoístas, impulsivas, exageradas, egocéntricas, etc. Cuando la
situación evoluciona en negativo, el menor, el adolescente, el joven, pueden
convertirse en agresores, en autores de infracciones penales o pueden desarrollar
comportamientos incívicos o indisciplinados (Cerezo, 2016).
d) Aspecto Educativo
El menor, adolescente o joven se forma atendiendo a los “imputs” que recibe,
tanto de su entorno familiar, en la escuela, por sus amigos y por otros aspectos
ambientales y hábitos. Muchos de estas circunstancias pueden convertirse en los
factores de riesgo antes mencionados.
A. La familia: las normas de disciplina y la relación con los padres juegan un papel
vital en el comportamiento social (en este caso, antisocial) del menor. Tan
perjudicial puede ser una actitud demasiado laxa y falta de interés de los
progenitores como una actitud autoritaria que merme la comunicación. 8
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B. La escuela: el bajo rendimiento y el fracaso escolar favorecen la delincuencia. La
colaboración entre el centro y los progenitores es básica.
C. Las amistades: el contacto con “malas influencias” aumenta el riesgo, aunque el
menor proceda de un ambiente socializado. Los jóvenes tienden a imitar las
conductas más cercanas.
D. Factores ambientales y hábitos: sus formas de ocio (TV, videojuegos, Internet)
pueden fomentar la violencia y la agresividad, la incomunicación y la pérdida de
relaciones sociales. El consumismo o la diversión van desplazando al esfuerzo
(Cerezo, 2016).
e) Aspecto Penal
No todas las acciones delictivas acaban en un juzgado. Pero si implican medidas,
hay que distinguir entre dos de ellas: penales o administrativas. Las penales implican
la naturaleza penal de la norma infringida (Código Penal). Pueden dar lugar al
enjuiciamiento y a la imposición de sanciones de naturaleza penal. En el caso de los
menores de entre 14 y 18 años que cometan delitos y faltas se les aplica la LRRPM y
las sanciones que se imponen son “medidas”, no “penas” como en el caso de los
adultos. Pueden ser privativas de libertad o no, pero todas ellas comportaran un
contenido educativo Además, el artículo 61.3 de la mencionada Ley establece que la
responsabilidad civil por los daños y perjuicios causados por los menores alcanza
solidariamente a los padres, y tutores legales del menor. En cuanto a las infracciones
administrativas, se refieren al incumplimiento de normas administrativas (conducir un
coche sin la correspondiente licencia) y que dará lugar a una sanción administrativa
que, en ningún caso, puede ser privativa de libertad. Al no haber en Derecho
Administrativo una previsión expresa de la imputabilidad de los menores para cumplir
sanciones administrativas, se aplican subsidiariamente las normas penales de la
LORPM. Por ello, se permite imponer sanciones administrativas (multas) a los
menores a partir de los 14 años y se extiende la responsabilidad civil subsidiaria a los
representantes legales (Cerezo, 2016).
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1.2. CAUSAS
Las principales causas sociales que provocan el pandillaje son las siguientes:
la familia y la educación, principalmente por la baja calidad de esta y problemas
intrafamiliares de gran envergadura. Por otro lado, existen también causas
económicas que provocan el mismo, como son las siguientes: la pobreza y el
desempleo. La pobreza causa que los jóvenes tengan carencia de bienes y es por
esta razón que en las pandillas encuentran dinero fácil por medio de robos, hurtos o
la distribución y venta de drogas; y por último el desempleo, que complementa la
pobreza ocasionando que el adolescente infractor participe en actividades ilícitas
como las antes mencionadas.
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CAPITULO II
CÓDIGO PENAL
Artículo 4.- Ámbito personal de aplicación.- Las normas de este Código serán
aplicadas de conformidad con las siguientes reglas:
1. Son infracciones penales muy graves las sancionadas con privación de libertad de
diecinueve a veintiocho años;
2. Son infracciones penales graves las sancionadas con privación de libertad de once
a diecinueve años;
3. Son infracciones penales medias las sancionadas con privación de libertad de cinco
a once años;
4. Son infracciones penales leves las sancionadas con de privación de libertad de seis
meses a cinco años; y,
5. Son levísimas, de primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima clases,
las infracciones penales sancionadas con privación de libertad de hasta seis meses,
penas no privativas de libertad o penas pecuniarias.
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Artículo 17.- Legítima defensa y estado de necesidad.- La persona infractora no
será responsable penalmente en los siguientes casos:
1. Por legítima defensa, cuando defendiere cualquier derecho, propio o ajeno, siempre
y cuando se reúnan los siguientes requisitos:
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constructiva a la sociedad, además de promover el ejercicio de los demás derechos
de la persona. De igual modo, las medidas deben evitar la criminalización y la
reincidencia del adolescente en conflicto con la ley penal;
4. Para los casos de infracciones detalladas en este libro sancionadas con pena
privativa de libertad de hasta un año, se aplicará obligatoriamente la medida de
amonestación y, según el caso concreto, la orientación y apoyo familiar hasta por tres
meses y servicios a la comunidad hasta por un mes;
6. Para los casos de infracciones sancionadas con pena privativa de libertad mayor de
uno y hasta de cinco años, la duración de la medida socio-educativa no será mayor a
un año;
7. Para los casos de tipos penales sancionados con privación de libertad mayor de
cinco y hasta once años, la duración de la medida socio-educativa no será mayor a
tres años;
8. Para los casos de tipos penales sancionados con privación de libertad mayor de
once y hasta diecinueve años, la duración de la medida socio-educativa no será mayor
a cinco años;
9. Para los casos de tipos penales sancionadas con privación de libertad de hasta
veintiocho años, la medida no será mayor a seis años de privación de libertad, que se
cumplirán en centros de adolescentes en conflicto con la ley penal, aún si la persona
cumple dieciséis años al ejecutarse la medida socio-educativa;
10. En los casos de reincidencia se aplicará el máximo de duración previsto para cada
medida socio-educativa. Así mismo, si la persona adolescente en conflicto con la ley
penal no ha cumplido la medida impuesta, por causas que le sean imputables, la
misma jueza o juez o tribunal de garantías penitenciarias especializado impondrá otra
medida según la gravedad de la causa;
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12. Los representantes legales de la persona adolescente en conflicto con la ley penal
tienen la obligación de satisfacer de modo integral las reparaciones económicas.
CAPÍTULO CUARTO
DE LA REPARACIÓN INTEGRAL
En los casos en los que las víctimas hayan sido efectivamente sujeto de reparación,
por la ejecución de una sentencia proveniente de una acción de carácter constitucional,
la jueza, juez o tribunal de garantías penales se abstendrá de aplicar como formas de
reparación las señaladas en este artículo.
Las obligaciones civiles derivadas de las infracciones, no se extinguen por la muerte
de la persona infractora y se regirán conforme a las reglas del Código Civil.
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6. En ningún caso la modalidad del pago de la reparación pecuniaria podrá llevar a la
persona sentenciada al estado de necesidad de sí misma o de su familia; y,
CAPÍTULO QUINTO
DE LA APLICACIÓN DE LA PENA
Se disminuirá la pena hasta dos tercios si la persona infractora impidiere, por los
medios a su alcance, la producción del resultado. Si no lo consiguiere o lograre
disminuir el daño, la pena podrá disminuirse en un tercio.
Artículo 53.- Pena por complicidad.- La persona cómplice de una infracción penal
será sancionada con la mitad de la pena que se le hubiere impuesto en caso de ser
autora de la infracción.
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CAPÍTULO SEXTO
DE LA EXTINCIÓN Y PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN Y LA PENA
2. Amnistía;
5. Prescripción.
Respecto de las infracciones que no se hubiere iniciado proceso penal se seguirán las
siguientes reglas:
1. La acción penal en las infracciones de acción pública prescribirá en el mismo tiempo
de la máxima sanción del tipo penal, contados desde que la infracción fue cometida,
salvo que se exprese una regla especial al respecto;
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6. Si la prescripción hubiere operado por falta de despacho oportuno de las y los
servidores judiciales, éstos serán sancionados de acuerdo a lo previsto en ley de la
materia.
Artículo 77.- Homicidio.- La persona que provoque la muerte de otra persona será
sancionada con pena privativa de libertad de once a quince años.
Artículo 79.- Asesinato.- Quien provoque la muerte de otra, será sancionada con
pena privativa de libertad de diecinueve a veinticinco años, si concurrieran en alguna
de las siguientes circunstancias:
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1. Colocar a la víctima en situación de indefensión, inferioridad o aprovechándose de
ésta situación;
Artículo 80.- Sicariato.- La persona que provoque la muerte de otra por precio, pago,
recompensa o promesa remuneratoria, será sancionada con pena privativa de libertad
de veinticinco a veintiocho años.
Artículo 145.- Hurto.- Quien sin voluntad de su dueño, se apodere de cosa mueble
ajena, será sancionado con pena privativa de libertad de seis meses a un año. Para la
determinación de la pena se tomará en cuenta el valor de la cosa al momento del
apoderamiento.
Si el valor de lo hurtado supera las cinco remuneraciones básicas unificadas del
trabajador privado en general, siempre y cuando se pueda determinar su valor al
momento del apoderamiento, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a
tres años.
Si el autor del hurto, atrapado en el momento de la ejecución, ejerce violencia contra
las personas para conservar la posesión del bien hurtado, será sancionado con pena
privativa de libertad de tres a cinco años.
En caso de que lo sustraído no supere una remuneración básica unificada del
trabajador privado en general, bastará con la reparación económica inmediata; en caso
de que fuese imposible dicha reparación, se aplicará la pena no privativa de la libertad
de servicio comunitario. Este caso se sustanciara mediante el procedimiento expedito.
En caso de reincidencia la persona infractora será sancionada con el máximo de la
pena.
Artículo 151.- Robo.- Quien sin voluntad de su dueño, arranche o se apodere de cosa
mueble ajena, cuando empleare amenaza o violencia contra la integridad física o vida
de otra, será sancionado con pena privativa de libertad de tres a cinco años, siempre
que no se aplicare una pena mayor.
Cuando el robo se produjere únicamente con fuerza en las cosas, será sancionado
con pena privativa de libertad de uno a tres años.
Si la infracción se ejecuta utilizando sustancias estupefacientes y psicotrópicas, con el
fin de someter a la víctima, de dejarla en estado de somnolencia, inconsciencia o
indefensión, o para obligarla en este estado a ejecutar actos que, con conciencia y
voluntad no los habría ejecutado, el infractor será sancionado con pena privativa de
libertad de cinco a siete años.
En caso de que lo robado no supere una remuneración básica unificada del trabajador
privado en general, bastará con la reparación económica inmediata; en caso de que
fuese imposible dicha reparación, se aplicará la pena no privativa de la libertad de
servicio comunitario. Este supuesto se sustanciara mediante el procedimiento
expedito. En caso de reincidencia se sancionará con el máximo de la pena.
Art. 308.- Principio de legalidad.- Los adolescentes únicamente podrán ser juzgados
por actos considerados como delitos por la ley penal con anterioridad al hecho que se
le atribuye y de acuerdo al procedimiento establecido en este Código.
No se podrán tomar medidas si existen causas eximentes de responsabilidad según lo
establecido en el Código Penal.
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Art. 319.- Garantías de proporcionalidad.- Se garantiza al adolescente infractor la
debida
proporcionalidad entre la infracción atribuida y la medida socio-educativa aplicada.
Art. 320.- Cosa juzgada.- Cualquier forma de terminación del proceso impide una
nueva
investigación o juzgamiento por el mismo hecho, aunque se modifique su calificación
legal o se conozcan nuevas circunstancias. En consecuencia, ningún adolescente
podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa.
TITULO IV
DEL JUZGAMIENTO DE LAS INFRACCIONES
Capítulo I
La acción y los sujetos procesales
Art. 334.- Clases de acción.- La acción para el juzgamiento del adolescente infractor
es de dos clases: pública de instancia oficial y pública de instancia particular de
acuerdo con el Código de Procedimiento Penal. Tratándose de infracciones de acción
privada, se las tratará como de acción pública de instancia particular, para las
indemnizaciones civiles procederán sin necesidad de acusación particular. No se
admite acusación particular en contra de un adolescente.
CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
TITULO VI
LA PREVENCIÓN DE LA INFRACCION PENAL DE ADOLESCENTES
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CAPITULO III
3. CONCLUSIONES
Los delitos cometidos por los adolescentes que son miembros activos de pandillas son
la mayoría de veces por daños a la propiedad, robo y en menor cantidad por contener
estupefacientes.
Al concluir esta investigación pude observar que las pandillas juveniles inician con
jóvenes que comparten un círculo de amistades con personas que están inmersas en
ese mundo es por este aspecto que cada vez más hay jóvenes integrantes de estas
pandillas.
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DOCENTE DE INVESTIGACIÓN
En fe de lo cual firmo;
MAURICIO GUERRA
MAGÍSTER
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