Pienso que si logramos el gusto por la lectura, sea al nivel que sea, hemos logrado mucho.
Lo deseable que logremos el deseo de una lectura a nivel crítico, una lectura reflexiva
(filosófica) que supone un diálogo personal con el autor y una toma de posición personal con
respecto a las cuestiones que propone.
Se trataría de hacer de la lectura una experiencia personal (recordar lo que dice Gadamer
sobre la experiencia: es apertura, flexibilidad. La persona experimentada lo es no porque sabe
más cosas o ha vivido más, sino porque busca y puede saber más), se trata de una lectura que
posibilita construir conocimiento, saber cosas nuevas y saberse nuevo a sí mismo. Esta
lectura implica necesariamente la re-lectura, el ir y venir del estudiante de lector a autor.
Ojalá lográramos que ellos se hicieran de sus propias herramientas como elaborar cuadros,
síntesis, ensayos, informes en primera persona a partir de dos o más fuentes, en nuestro caso:
la novela y su experiencia que viene por las evocaciones, provocaciones y convocaciones
que sentimos.
Lectura informativa
Lectura comprensiva
Lectura crítica. Lectura como re-lectura con lápiz en mano (se lee con un propósito
personal)