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ACUERDO Y SENTENCIA Nº 1.

032/04

JUICIO: "VIVIANO PEÑA ARCE C/EDUARDO RAUL BERTOLI ACOSTA


S/INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS".-

En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los 19 días, del mes de
julio, del año dos mil cuatro, estando reunidos en su Sala de Acuerdos los Excelentísimos
señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil y Comercial, Doctores JOSÉ
RAÚL TORRES KIRMSER, CÉSAR ANTONIO GARAY y MIGUEL OSCAR BAJAC
ALBERTINI, bajo la presidencia del primero de los nombrados, por Ante mí el Secretario
autorizante, se trajo a estudio el Expediente caratulado: "Viviano Peña Arce c/Eduardo
Raúl Bértoli Acosta s/indemnización de daños y perjuicios", a fin de resolver los Recursos
de Apelación y Nulidad interpuestos por los Abogados Salim Fernando Abud, Mat. 4816,
con Patrocinio del Abogado Horacio Sienra D., Mat. 4815, representantes legales del
Demandado, contra el Acuerdo y Sentencia N° 0178/01/02 de fecha 31 de octubre de 2001,
dictado por el Tribunal de Apelación en lo Civil, Comercial, Criminal y Laboral, Segunda
Sala, de la Circunscripción Judicial de Itapúa.-

Previo estudio de los antecedentes del caso la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil y
Comercial, resolvió plantear y votar las siguientes:

CUESTIONES:

¿Es nula la Sentencia apelada?


En su defecto, ¿se halla ajustada a Derecho?
Practicado el sorteo de Ley para determinar el orden de votación, dio el siguiente resultado:
TORRES KIRMSER, GARAY Y BAJAC ALBERTINI.

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL DR. TORRES KIRMSER, dijo: El


recurrente ha desistido expresamente del recurso de nulidad interpuesto; además no se
advierten en la sentencia en recurso defectos o vicios que justifiquen la declaración de
nulidad de oficio en los términos que autorizan los artículos 113 y 404 del Código Procesal
Civil. En consecuencia, debe tenerse por desistido al recurrente del recurso de nulidad
interpuesto. Voto pues, en ese sentido.-

A SU TURNO LOS DOCTORES GARAY Y BAJAC ALBERTINI DIJERON, que se


adhieren al voto que antecede por los mismos fundamentos.-

A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, EL DR. TORRES KIRMSER, dijo: El


presente juicio fue promovido por el Sr. Viviano Peña Arce, Vicente Alcides Bareiro
Cuadra, German Paiva Chamorro, Alcides Gómez Meza, Tomas Zotelo e Ilario Dejesús
Meza contra el Sr. Eduardo Raúl Bertoli Acosta, por indemnización de daños y perjuicios.
Los actores reclaman al demandado la suma global de G. 85.468.644.-, por daños
ocasionados a sus cultivos, como consecuencia de la fumigación aérea practicada en fecha
3 de diciembre de 1.996, por disposición del demandado dentro de su inmueble.-

Por S.D. N° 1046/00/03 del 22 de Junio de 2000, el Juzgado de Primera Instancia en lo


Civil y Comercial de Encarnación, resolvió: "NO HACER LUGAR, con costas, a la
demanda promovida por el Sr. Viviano Arce en contra del Sr. Eduardo Raúl Bertoli Acosta
sobre indemnización de daños y perjuicios por improcedente. 2) NO HACER LUGAR, con
costas, a la demanda promovida por los Sres. Vicente Alcides Bareiro Cuadra, German
Paiva Chamorro, Alcides Gómez Meza, Tomas Zotelo e Ilario Dejesús Meza, en contra del
Sr. Eduardo Raúl Bertoli Acosta sobre indemnización de daños y perjuicios por
improcedente. ANOTAR..." ( fs . 311 y sgtes.)-

Por Acuerdo y Sentencia N° 0178/01/02 del 31 de octubre de 2001, el Tribunal de


Apelación en lo Civil, Comercial, Criminal y Laboral, Segunda Sala de la Circunscripción
Judicial de Encarnación, resolvió: 1) "DESESTIMAR el recurso de nulidad interpuesto, 2)
REVOCAR la S.D. N° 1046/00/03, de fecha 22 de junio de 2.000, dictada por el Juez de
Primera Instancia en lo Civil, Comercial, Laboral y Tutelar del Menor del Tercer Turno,
Abog. Eduardo Ramírez, y, en consecuencia, hacer lugar a la demanda promovida por los
Sres. Viviano Peña Arce, Vicente Alcides Bareiro Cuadra, German Paiva Chamorro,
Alcides Gómez Meza, Tomas Zotelo e Ilario Dejesus Meza, contra el Sr. Eduardo Raúl
Bertolini Acosta, y condenar al demandado a abonar a los actores de esta demanda, dentro
del plazo de diez días de quedar firme y/o ejecutoriada esta resolución, la suma global de G.
64.793.820, en concepto de indemnización de daños y perjuicios que el demandado deberá
pagar a cada uno de los actores, de conformidad con el detalle precedente, más los intereses
equivalentes a la tasa activa del Banco Nacional de Fomento, vigente al tiempo del pago, a
computarse a partir de la fecha de promoción de la demanda. 3) IMPONER las costas en
ambas instancias al demandado. 4) ANOTAR..." (fs.360 y sgtes.)-

Contra la resolución de Segunda Instancia se alza la parte demandada, representada por el


Abog. Salím Fernando Abud, fundamentando su apelación a fs. 378/395. Manifiesta que no
existió relación causal entre el acto y el daño causado, sustentando la tesis de la
imposibilidad de haber sido causado el daño en consideración a la velocidad del viento y la
distancia del terreno de los actores con relación a la propiedad de su mandante. La distancia
existente entre los inmuebles de los demandantes y el de su propiedad sería de unos mil
quinientos metros, según consta en el acta que se labrara en oportunidad en que el Juzgado
se constituyera en los inmuebles de propiedad de los actores y del demandado (fs. 198).
Alega que no son colindantes con la suya y, que por tanto, no pudo haberles alcanzado la
fumigación aérea. Además sostiene la imposibilidad de que se produzca una derivación de
pulverización hacia algún terreno colindante por haber dejado una franja de seguridad de 50
metros en el perímetro del aérea fumigada en forma aérea. Esa franja de seguridad luego
hizo fumigar con maquinarias terrestres. Finalmente asegura, que el día en que se realizó la
fumigación, no habían vientos fuertes, hecho éste que se halla corroborado con el informe
remitido al Juzgado por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, en el que se señala que
en fecha 3 de diciembre del año 1996, predominaban vientos del noreste a 10 Km/h (fs,
171). Agrega además que existen otros vecinos que son linderos al inmueble donde se
realizó la fumigación y que ellos no fueron afectados.-
El Abg. Edras Arturo Helman Chaparro, representante legal de los actores, contesta el
traslado de la expresión de agravios en los términos del escrito de fs. 396/397, solicitando
se rechace la apelación por falta de fundamentación y en consecuencia, se dicte sentencia
rechazando el recurso interpuesto y confirmando la sentencia recurrida.-

En esta instancia corresponde analizar si la sentencia recurrida se encuentra ajustada a


derecho. En base a estos antecedentes procede realizar el estudio y consideración de los
siguientes asuntos.-

La fumigación aérea que se llevó a cabo en fecha 3 de diciembre de 1996, en el inmueble


de propiedad del demandado es un hecho reconocido por las partes. Es menester, en
consecuencia determinar si con la mencionada fumigación se produjo o no los daños que
reclaman los demandantes en el presente juicio.-

Las diligencias llevadas a cabo por diversos organismos estatales de la especialidad fueron
incorporadas al juicio a través de la prueba de informes. Entre ellos cabe destacar el
memorandun dirigido al Ing. Agr. Jorge Rodas, responsable de la Dirección de Defensa
Vegetal del Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el que el Jefe del Departamento de
Terapéutica Vegetal Ing. Edgar A. Benítez señala que: "Luego de recabar la mayor cantidad
de datos sobre la mencionada denuncia, se puede concluir que efectivamente y a primera
vista, se han observado síntomas de daños en los cultivos, que coinciden con los producidos
por fitotoxicidad de herbicidas. Lo afirmado se basa en las características típicas de la
deformación foliar que presenta las plantas de algodón, cítricos, algunas leguminosas y
tomatales; cuyas hojas se presentan en forma de hoja de mandioca, hacinamiento terminal y
un crecimiento abundante en las partes aplicables, con una disminución y deformación en la
producción de frutos, con tendencia a caer.."(fs. 178). Este informe se suma al que realizara
la Ing. Zunilda Funes (fs. 164/166) en el mismo sentido, es decir, que los daños en las
parcelas de los demandantes ocurrieron como consecuencia de la fumigación.-

Analizadas las constancias de autos se puede presumir la relación de causalidad entre la


fumigación dispuesta y realizada por el Sr. Bértoli en su propiedad y los daños producidos
en los inmuebles de los demandantes, por las siguientes razones: Existen informes de
funcionarios del Departamento de Terapéutica Vegetal, de la Dirección de Defensa
Vegetal, de la Dirección de Extensión Agrícola, y del Crédito de Agrícola y Habilitación
(fs.6,8/22,177,178), quienes certificaron el hecho, la cuantificación de los daños producidos
y la individualización de los damnificados, trabajos efectuados después de ocurrido el
hecho de la fumigación en fechas 22 y 23 de enero de 1.997. También la actuación
realizada por el juez de Paz de Itapúa Poty, que se hallan agregadas a fs. 27/33.-

La parte demandada alega que las diligencias arriba indicadas fueron efectuadas como
pruebas anticipadas, sin notificársele, por cuya razón deben ser desechadas. Esta afirmación
no puede ser determinante para que las mismas no sean consideradas y valoradas, ya que
fueron incorporadas al proceso por vía pedido de informes. El Dr. Hernán Casco Pagano,
en el Código Procesal Civil, comentado, pag. 486, afirma: Las pruebas anticipadas:
".........podrán ser solicitadas tanto por el que pretende demandar como por el que cree que
será demandado. El Juez admitirá sin substanciación el pedido formulado, vale decir, sin
correr traslado, salvo que las rechace de oficio por considerarlo inadmisibles o
improcedentes".-

Por tanto, no es un requisito indispensable, la notificación de las diligencias a ser


realizadas. Las diligencias practicadas por los mencionados organismos públicos,
constituyen parte de las funciones que les son propias, y ellas no se realizaron
necesariamente a favor ni en beneficio de los damnificados por el hecho dañoso. Más aún,
las instrumentales presentadas no fueron redargüidas de falsas, si bien fueron cuestionadas
por la parte demandada, corresponde darle el valor que tienen los instrumentos públicos,
conforme con lo establecido en el Art. 383 del Cód, Civ. que prescribe: "El instrumento
público hará plena fe mientras no fuere argüido de falso por acción criminal o civil, en
juicio principal o en incidente, sobre la realidad de los hechos que el autorizante enunciare
como cumplidos por él o pasados en su presencia".-

Por otra parte, cabe expresar que el trabajo pericial realizado por el Ing. Oscar Werner
Juilfs Bergen, de fs. 201/211, fue efectuado en el mes de junio de 1.999, es decir, tres años
y medio después de ocurrido el hecho, razón por la cual es difícil determinar la existencia
de daños en las parcelas en litigio, en concordancia con lo sustentado por el mismo perito
quien afirma que la observación debe realizarse en el menor tiempo posible, no más de
quince días, porque de lo contrario estos síntomas desaparecen. Según este informe, el
hecho alegado por los demandantes no existió, "porque no hubo deriva, ni pudo haberla,
por haberse establecido una franja perimetral de seguridad de aproximadamente 50 metros
para la fumigación aérea de la chacra del demandado..."-

Sin embargo, los hechos dañosos ocurrieron, fueron contemporáneos al de la fumigación y


constatados, así como certificados por funcionarios dependientes de la Institución del área
especializada (fs.30/50). Por ello se puede presumir con seriedad, la relación de causalidad
entre la fumigación dispuesta por el demandando y realizada en el inmueble de su
propiedad y los daños producidos en los inmuebles de los demandantes. Con relación a la
distancia que los separa y la velocidad del viento, entiendo que no puede ser el único y
absoluto elemento de descargo, ya que aún teniendo en cuenta las medidas de protección
aludidas no obsta a que por un descuido el avión pudo haberse desviado del rumbo previsto
para la fumigación, ya que como hemos sustentado el momento de la fumigación y los
daños reclamados fueron contemporáneos; además, tantas personas no pudieron sufrir el
mismo perjuicio en la misma fecha de la fumigación, que ha sido efectuada por el
demandante.-

Por lo demás, como ya se hizo mención en la sentencia recurrida "convergen también las
presunciones, que por el concepto dinámico de presunción como inferencia lógica, termina
dando vigor a la versión recogida en el documento producido por la Ing. Zunilda Funes (fs.
21) en el que la misma dejó consignado el informe brindado por el Ing. Agr. Cirilo Sosa,
quién refirió que "en conversación con uno de los pobladores del lugar se le habría
comentado que presumiblemente el piloto habría errado su rumbo en el momento de la
aplicación de los pesticidas". Sin bien los datos no son contundentes, las presunciones son
graves, precisas y concordantes, y por ello motivadores de certeza, lo que nos permite
llegar a la conclusión de que el demandado es responsable de los daños causados a las
plantaciones de propiedad de los demandantes.-
El Artículo 1846 del Código Civil, sienta las bases de la Teoría del riesgo creado, y
dispone: "El que crea un peligro con su actividad o profesión, por la naturaleza de ellas, o
por los medios empleados, responde por el daño causado, salvo que pruebe fuerza mayor o
que el perjuicio fue ocasionado por culpa exclusiva de la víctima, o de un tercero por cuyo
hecho no deba responder". El riesgo creado tiene su ámbito de aplicación propio, no todas
las cosas presentan el mismo grado de riesgo y el mismo varía según las circunstancias. La
guarda debe ser más cuidadosa y vigilante cuanto más peligrosa sea la cosa animada o
inanimada puesta en servicio de actividad.-

El hecho de la fumigación aérea constituye una actividad peligrosa. En consecuencia, es


deber del demandado proveer todas las medidas necesarias para evitar el riesgo, por lo que
considero que la responsabilidad en el presente caso debe atribuírsele al demandado.-

En cuanto al monto de la indemnización, el mismo no fue cuestionado por el recurrente en


su expresión de agravios, por lo que no debe ser objeto de estudio.-

Por las consideraciones que anteceden soy de opinión que el Acuerdo y Sentencia N°
0178/01/02 de fecha 31 de octubre de 2.001, dictado por el Tribunal de Apelación en lo
Civil, Comercial, Criminal, Laboral, Segunda Sala de la Circunscripción Judicial de
Encarnación, debe ser confirmado, debiendo imponerse las costas a la parte vencida en las
tres instancias.-

A SU TURNO LOS DOCTORES GARAY y BAJAC ALBERTINI DIJERON: Que se


adhieren al voto del Ministro preopinante por los mismos fundamentos.-

Con lo que se dio por terminado el acto, firmando S.S.E.E., todo por Ante mí que lo
certifico, quedando acordada la Sentencia que inmediatamente sigue:

SENTENCIA NÚMERO 1032

Asunción, 19 de julio del 2.004.-

VISTOS: Los méritos del Acuerdo que antecede, la

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA CIVIL Y COMERCIAL

RESUELVE:

TENER por desistido al recurrente del Recurso de Nulidad interpuesto.-

CONFIRMAR, con costas a la perdidosa en las tres Instancias, el Acuerdo y Sentencia N°


0178/01/02, de fecha 31 de Octubre del 2.001, dictado por el Tribunal de Apelación en lo
Civil, Comercial, Criminal, Laboral, Segunda Sala, de la Circunscripción Judicial de
Itapúa.-
ANOTAR, registrar y notificar.-

Ministros: Miguel Angel Bajac Albertini, José Raúl Torres Kirmser y César Antonio Garay
Ante mí: Alejandrino Cuevas Cáceres, Actuario Judicial.

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