Anda di halaman 1dari 2

La rebelión de las y los estudiantes secundarios de chile.

La protesta social y política en una


sociedad neoliberal triunfante

Luego de la salida del presidente Ricardos Lagos y la posterior llegada al gobierno de Michelle
Bachelle en el 2006, comenzó la euforia del movimiento estudiantil en contra del sistema
educacional de mercado y los incumplimientos del pasado gobierno de concertación respectos a la
eliminación de la Ley Orgánica de Constitucional de Enseñanza (LOCE, Ley N° 18.982), la cual fue
derogada recién el 2009. La agitación de esta “rebelión estudiantil” tuvo una gran repercusión a
nivel nacional, abarcando paros y tomas en diversos liceos, colegios y escuelas de todo Chile, en
donde manifestaban el poder de la organización y el peso político que tenían los estudiantes.
Insertándose así, de forma histórica, un nuevo personaje crítico y político; los estudiantes
secundarios, quienes presentaban una nueva conflictividad política y social, que atraviesa
transversalmente a las sociedades neoliberales, entre la sociedad civil, el mercado y el Estado.

Dentro de la lógica de la sociedad neoliberal, sustentadas por estructuraciones capitalistas, se


caracteriza por ser sociedades mercantilizadas, despolitizadas, divididas, individualistas, desiguales
Y conservadoras. Su principio se centra en la premisa del “la ley de la oferta y la demanda”, por
ende, la lógica social se orienta hacia el área de mercado, que además son potenciadas por el
Estado con sus políticas de integración a la sociedad mercantil.

La mantención de este sistema, por todos los gobiernos que ha tenido en chile (aunque con mayor
participación por parte de la concertación, /16 años/), se debe al carácter reformista y capitalista
de los gobiernos, que apoyan la conservación de la sociedad neoliberal, alimentando así en la
comunidad un rechazo y a la participación política, hasta con la política misma. Mostrando así
chile, un 50% de abstención electoral desde 1997.Bajo la lógica mercantil neoliberal, se inserta en
la sociedad las tendencias individualistas y competitivas, las cuales son reforzadas incluso por el
mismo sistema educacional, que además también responde al mismo sistema económico en el
que se desenvuelve y sumerge la comunidad, en donde finalmente terminan facilitando la división
socioeconómicamente de la población (y perpetuándola).

Es importante señalar que toda esta sociedad neoliberal no sería posible (o por lo menos no de la
misma manera en la que se fue desarrollando) sin un sistema capitalista. La restructuración
capitalista fue en el régimen militar, en el cual se dio fin a la educación gratuita y se inició la
municipalización de los establecimientos educacionales y la desvinculación del Estado. En donde a
través de los municipios se permitió la intervención del capital en la educación. Bajo la legitimidad
de la ley LOCE que establecía la “<libertad de enseñanza>, estableciendo el derecho a crear
instituciones educativas sin más restricciones que la de no atentar contra la moral y las buenas
costumbres, así como la facultad de las personas de elegir la institución educacional de su
preferencia” (p. 7). Esta ley fue dictada un día antes de terminar la dictadura militar en marzo de
1990, en donde de forma constitucional imposibilitó que la concertación, que asumía ese mismo
mes, pudiera crear alguna reforma sobre esta ley. Naciendo el “capitalismo académico o
educativo”, la educación convertida en un rentable y lucrativo negocio para el capital privado.

Claramente como resultado de este sistema capitalista educativo, se originó una desigualdad en
los accesos de conocimientos y entrega de herramientas para el estudiantado, debido a la
privatización de ésta, formulándose una diferenciación de clase, en donde el sistema educativo no
responde (y que además ni si quiera contempla) las condiciones de la comunidad, en su mayoría
sectores populares, y que incluso, dificultan la continuidad de los estudios superiores para las
personas de bajos recursos económicos.
El movimiento estudiantil comprende esta lógica del sistema educativo neoliberal, y no quiere que
siga cuartando los derechos sociales de los jóvenes.

En los comienzos de la rebelión pingüina, organizada inicialmente por demandas sólo puntuales,
terminó exigiendo la derogación de la ley LOCE, lo que significaba un cambio radical del sistema
educativo mercantil. Sistema el cual mantiene la precariedad desde la enseñanza básica-media-
universitaria hasta el área laboral, y la inestabilidad y poca eficiencia que entrega la educación al
momento de comenzar una vida de trabajo.

Se levantó una fuerte crítica hacia el sistema educativo neoliberal, la lógica de acción del Estado y
el mercado. Con la finalidad de concretizar y articular estas demandas críticas, se organizó la
Asamblea Coordinación de Estudiantes Secundarios (ACES), la cual también está sumergida en las
diversas corrientes políticas del país, a pesar de estipularse la autonomía de ésta.
La protesta social y política del movimiento estudiantil, también va dirigida hacia la sociedad civil,
manifestando una crítica hacia el conformismo, el poco interés y participación por la construcción
de un nuevo futuro, y derrocamiento del sistema neoliberal. Esta automarginación política
contribuye a la gobernabilidad y al mantenimiento, ampliación y profundización de la sociedad
neoliberal triunfante.

La lucha secundaria exige una sociedad igualitaria, libertaria y solidaria, que no se construye a
través de modificaciones en el sistema educacional, sino que también se demanda por un cambio
social radical del sistema político. Esta rebelión de los estudiantes secundarios problematizó de
forma crítica en lo social, político y cultural al interior de la sociedad neoliberal. Fue el primer
“reventón” histórico-político del siglo XXI, y lo más seguro es que no sea el último.

Anda mungkin juga menyukai