Cuaderno 2
Contenido
1
Ver: ROGIER, L. J. La “Ilustración” y la Revolución, en ROGIER, L. J. – DE BERTIER DE
SAUVIGNY, G – HAJJAR, J. Nueva Historia de la Iglesia, tomo IV, Ediciones Cristiandad, Madrid
1984, pp. 133-134.
2
Ver: DELUMEAU, Jean: La reforma, Editorial Labor, Barcelona 1973, pp. 269-279.
2
Respuesta de la Iglesia
3
Con la Constitución "Immensa" de 1588, el Papa Sixto V erigió la "Congregación pro universitate studii
romani" para supervisar los estudios en la Universidad de Roma y en otras importantes universidades de
esa época, incluidas las de Bolonia, París y Salamanca.
4
En el caso de Francia, el régimen napoleónico creó un nuevo tipo de Iglesia estatal, reducida a su
mínima expresión mediante la supresión de las órdenes religiosas y de todas las obras extraparroquiales; y
la sumisión del clero mediante la dependencia material y los controles administrativos. Ver: DE
BERTIER DE SAUVIGNY, G. La restauración, en: Nueva Historia de la Iglesia, tomo IV, pp. 265-266.
5
Son significativas a este respecto, las reflexiones del cardenal John Henry Newman (1801-1890) sobre
las universidades católicas, con motivo de la fundación de la de Dublín (Irlanda) en 1854. Newman
defendía la autonomía de la universidad y la educación libre, lo que le trajo no pocos desencuentros con
los obispos irlandeses. Ver: ROMBOLD, Günter: John Henry Newman, en: CORETH, E. – NEIDL, W.
M. – PFLIGERSDORFFER, G. Filosofía cristiana en el pensamiento católica de los siglos XIX y XX,
tomo 1, pp. 677-678.
6
Sobre el tema: RODRIGUEZ, Agueda María: La Universidad en la América Hispánica. Colección
Mapfre VII/6, Madrid 1992.
3
Actividades complementarias
1. ¿Cuál es la diferencia esencial entre las universidades católicas respecto al resto de universidades?
2. Haga una breve reseña de las universidades católicas existentes en Venezuela.
7
Sobre el tema: Los estatutos republicanos de la Universidad Central de Venezuela 1827. Edición
(facsímil) del Rectorado de la Universidad Central del Venezuela en el Bicentenario del Natalicio del
Libertador, Caracas 1983.
4
El Concilio Vaticano II
Durante esa reunión de obispos del todo el mundo convocada en Roma por el
papa Juan XXIII y finalizada por su sucesor Pablo VI (1962-1965) uno de los múltiples
temas estudiados fue la formación científica profesional de los clérigos. A tal efecto
formuló algunos criterios para las escuelas superiores eclesiásticas y universidades
católicas recogidos en algunas secciones del Decreto sobre la formación de los
sacerdotes (Optatan totius9), en la declaración sobre la educación cristiana (Gravissimus
educationis10) y en la Constitución sobre la Iglesia en el mundo actual (Gaudium et
spes)11. Esos escritos confirman repetidamente en forma explícita o tácita el principio
fundamental de la universidad como unión de enseñanza e investigación y la
preocupación por el cultivo de las ciencias eclesiásticas12.
8
AAS 23 (1931) 241-262.
9
Concilio Vaticano II. Constituciones, Decretos, Declaraciones. Prólogo de Casimiro Morcillo González,
Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) Madrid 1965, N° 18.
10
En los números 10 y 12.
11
N° 62.
12
Algunos de los principios asentados en esos documentos se encuentran en el trasfondo del capítulo II
del Libro III (cánones del 807 al 821) del Código de Derecho Canónico vigente.
5
El Magisterio latinoamericano
13
Número 21, en: Conferencia Episcopal Venezolana, Documentos de la Iglesia sobre pastoral
universitaria, Departamento de Juventud y Pastoral Universitaria, Cuaderno 1, Caracas 2008, pp. 55-56.
14
Números 1051,1059, 1062, en Conferencia Episcopal Venezolana, Op. cit., pp.57-60.
15
Documento de Santo Domingo, Núm. 268, en: Conferencia Episcopal Venezolana, Op. cit., p.60.
6
estudiantes para que ellos mismo lleguen a ser los evangelizadores del mundo
universitario”16.
Actividades complementarias
1. Menciones tres ideas respecto a las universidades católicas, comunes en los documentos antes
reseñados.
2. Investigue en los documentos del Concilio Plenario Venezolano qué se dice con relación a las
universidades católicas.
Definición
Y a continuación aparecen los tres medios de los que se sirve la universidad para
alcanzar su fin: la investigación (creatividad del saber, búsqueda y descubrimiento de la
verdad), la educación (irradiación del saber, comunicación de la verdad), y el servicio
(el saber no por el saber mismo sino para el bien de la humanidad, por ende de la
sociedad donde ésta está inmersa). Cabe destacar en este punto que el Papa comienza su
reflexión hablando de la universidad en general aplicable a toda universidad, y que
aparentemente no tiene un matiz religioso. Esto evidencia, que desde el principio del
documento el Papa quiere resaltar que la misma identidad de toda universidad, está en
su raíz, en la misma identidad de la universidad católica, por ello, llama a esta Carta
Encíclica “Desde el corazón de la Iglesia”, mostrando así que no hay contradicción en
su origen y fundamento, entre una universidad laica o religiosa. Ambas, han nacido del
corazón de la Iglesia. Y así como sucede con lo específico respecto a lo genérico, lo
16
Documento de Aparecida, Núm. 71, en: Conferencia Episcopal Venezolana, Op. cit., p. 63.
17
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_constitutions/documents/
7
Lo específico de la investigación
18
PÉREZ, MORALES, Ramón Ovidio, “Del Corazón de la Iglesia”, en: Universidad Católica, esencia
y trascendencia. Ediciones Astro Data, Universidad Cecilio Acosta, Maracaibo, 1998, pp 59.
8
las leyes morales, nunca será en realidad contraria a la fe, porque las realidades profanas
y las de la fe tienen su origen en el mismo Dios” (N° 17).
Dado que la finalidad del saber es el servicio a la persona humana, el tercer
aspecto de la investigación es la exigencia de la preocupación ética, es decir, la
consideración de las implicaciones morales, inherentes tanto a los métodos como a sus
descubrimientos (N° 18).
Y finalmente la perspectiva teológica en la búsqueda de una síntesis del saber en
el diálogo entre fe y razón. Aquí la teología se ofrece como ciencia auxiliar a “las otras
disciplinas en su búsqueda de significado, no sólo ayudándoles a examinar de qué modo
sus descubrimientos influyen sobre las personas y la sociedad, sino dándoles también
una perspectiva y orientación que no están contenidas en sus metodologías” (N° 19.
Aunado a esto, nos encontramos con algo muy propio de la universidad católica
en términos científicos; con la presencia de la que fue llamada la madre de todas las
ciencias, la teología. Dentro de la universidad está llamada a cumplir varias funciones
vitales, como colaborar con las otras ciencias desde la interdisciplinariedad, en el hacer
síntesis del saber, en el identificar el significado y los criterios de la misma búsqueda
del saber y en el clarificar desde la relación fe y ciencia de la misión de las mismas
disciplinas frente a la sociedad.
Misión fundamental
Tras haber reflexionado acerca de la identidad y los objetivos que dan forma a la
universidad católica, en el N° 30 la Constitución expresa que la misión fundamental de
toda universidad consiste en “la constante búsqueda de la verdad mediante la
investigación, la conservación y la comunicación del saber para el bien de la sociedad.
Y la universidad católica participa en esta misión aportando sus características
específicas y su finalidad. La misión de servicio se da en cuatro ámbitos: En el servicio
a la Iglesia y a la Sociedad, por medio de la Pastoral Universitaria, en el Diálogo
Cultural y desde la Evangelización.
El servicio al bien de la sociedad es descrito en los números 31 al 37. “La
universidad católica, como cualquier otra universidad, está inmersa en la sociedad
humana. Para llevar a cabo su servicio a la Iglesia está llamada – siempre en el ámbito
de su competencia – a ser instrumento cada vez más eficaz de progreso cultural tanto
9
para las personas como para la sociedad” (N° 32). De hecho, la Universidad Católica
siente la responsabilidad de contribuir concretamente al progreso de la sociedad en la
que opera. En este servicio a la sociedad “el interlocutor privilegiado será naturalmente
el mundo académico, cultural y científico de la región en la que trabaja la Universidad
Católica” (N°37).
Pastoral universitaria
El diálogo cultural
de la Iglesia, que siempre debe poseer la atención hacia cada persona y el proceso
personal que vive.
Son muchos, como hemos visto, los retos y desafíos que el Santo Padre Juan
Pablo II esboza en esta Constitución Apostólica. Es así como las universidades católicas
en medio de este mundo postmoderno, están llamadas a dar testimonio de la unidad
original entre la ciencia y la fe, y materializar esta opción en la estructura académica de
la misma universidad y en la vida de cada profesor y estudiante universitario como una
comunidad que es provocada por la pertenencia a Cristo y a su Iglesia, a servir a la
sociedad como testigo de una verdad hecha cultura y propuesta clara para todo hombre
y mujer de toda época.
El Magisterio reciente
Actividades complementarias
1. De los aspectos mencionados anteriormente cuál considera usted el más prioritario.
2. Describa, al menos tres signos claros que evidencien su esencia católica de la UCAB, de acuerdo a las
características mencionadas en la Ex corde ecclesiae.
En ese marco general en el que están delineadas las universidades que llevan el
calificativo “católicas”20 o que sin tenerlo expresamente siguen las directrices emanadas
19
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/cultr/documents/rc_pc_cultr_doc_22051994_pr
esence_sp.html [Consultado el 19 de noviembre de 2010]
20
Con arreglo al canon 808 del Código de Derecho Canónico vigente, ninguna universidad, aunque sea
11
de hecho católica, puede usar ese título de “universidad católica” sin el consentimiento de la competente
autoridad eclesiástica. Ver: Código de Derecho Canónico, Edición bilingüe comentada. Biblioteca de
Autores Cristianos, Madrid 1983, p. 417.
21
Congregación General 34 de la Compañía de Jesús, 17, 1.
22
Temas para reflexionar, N° 16. Alocución a la Reunión Internacional de la Educación Superior de la
Compañía de Jesús, Roma 27 de mayo de 2001.
23
Se trata de los Ejercicios Espirituales, un librito en el que Ignacio enseñaba la manera de examinar la
conciencia y recibir los sacramentos. La obra, escrita antes de que su autor se iniciara en los estudios
universitarios; según lo expone GARCÍA - VILLOSLADA, (uno de sus biógrafos más autorizados),
ofrece su experiencia espiritual y propone al mismo tiempo “una serie de meditaciones y contemplaciones
sobre verdades eternas y misterios de la vida de Cristo, entreveradas con algunas otras de invención
propia y eslabonadas todas con tal arte y maestría, que hacen pensar en una particular inspiración del
cielo, dada la rudeza e incultura del autor”. En: GARCÍA – VILLOSLADA, Ricardo: San Ignacio de
Loyola. Nueva Biografía, p. 229.
12
muerte, en 1556 contaba la Compañía de Jesús con mil miembros repartidos en Europa,
y algunos en la India y el Japón. Con la fundación del Colegio Romano24 y del Colegio
Germánico pasaban de treinta los colegios en distintos lugares de Europa, Asia y en la
América hispánica25.
No obstante, como actividad, la dedicación a los colegios no fue el primer
apostolado de la Compañía de Jesús, ni estuvo al principio en la mente de San Ignacio.
En aquel tiempo no se veía, como ahora, la importancia de la enseñanza primaria y
hasta se la consideraba un desgaste inútil de fuerzas. Para algunos maestros de París, los
sacerdotes debían ocuparse de enseñar nada más que teología. No resultaba novedoso
que los religiosos enseñaran filosofía y teología en las universidades; pero sí fue una
idea original de los jesuitas fundar Colegios para la enseñanza de los niños y
adolescentes como auténtico apostolado. De hecho, Ignacio se sintió siempre
personalmente maestro y educador26.
24
Fue fundado en 1551 como central de la formación de la nueva generación de la Orden con el nombre
de Colegio Romano. El continuo aumento del número de estudiantes obligó a cambiar de sede en 1584,
la cual fue inaugurada por el papa Gregorio XIII, de quien tomó el nombre de “Universidad Gregoriana”.
Entre los futuros papas que pasaron por sus aulas están: Pío IX, León XIII, Benedicto XIV, Pío XI, Pío
XII, Pablo VI y Juan Pablo I. Ver: WOODDROW, Alain: Los jesuitas. Historia de un dramático
conflicto. Editorial Planeta Venezolana, Caracas 1987, p. 37.
25
El éxito indiscutible de la enseñanza de los jesuitas hay que atribuirlo a su sistema de estudio contenido
en la Ratio et institutio studiorum, documento concluido por fin en 1599, tras muchos años de
deliberaciones. Es obra fundamentalmente del padre Acquaviva, el quinto General de la Orden. Ver:
TÜCHLE, Hermann: Reforma y Contrarreforma, en: Nueva Historia de la Iglesia, tomo III, p. 208.
26
BERTRAN-QUERA, Miguel: La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum, p. 7.
27
La Universidad de la Compañía de Jesús. Roma, 27 de mayo de 2001, Mimeo.
28
Eminente pedagogo en la Universidad de Lovaina, muerto en 1575. Por largos años había sido profesor
en el Colegio Romano y uno de los que más influyó en la preparación remota de la Ratio studiorum. Ver:
GARCIA – VILLOSLADA, Ricardo: Loyola y Erasmo, p. 268.
13
Actividades complementarias
1. Luego de haber leído la semblanza biográfica de San Ignacio de Loyola, ¿qué le ha llamado más la
atención como enseñanza para los educadores?
2. Explique si los motivos que tuvieron los jesuitas del siglo XVI tienen vigencia respecto a la realidad
venezolana
América Latina
educación superior como el camino más expedito para modificar las estructuras
ocupacionales y responder a la demanda de personal calificado por parte de la empresa
privada y del Estado en América Latina. En realidad, el financiamiento prácticamente
íntegro de las universidades del continente fue asumido por el sector público, lo cual
permitió durante varias décadas el acceso de las clases medias y bajas a la educación
superior. Ese formidable esfuerzo de inversión, sin embargo, no dio los resultados
deseados32. Si bien es cierto que de 270 mil estudiantes en la década de los 50, se pasó a
8 millones en 1994 y el número de instituciones aumentó en el mismo período, de 75 a
más de 5 mil, 33 ese incremento cuantitativo no se correspondió con el aumento de la
calidad de la educación, sino por el contrario, con el deterioro y el estancamiento de
ésta. A ello se añade que en los últimos años América Latina llegó a ser la única región
del mundo que invirtió menos como promedio por alumno matriculado en la educación
superior;34 y en el año 2000 existían en el continente 220 millones de pobres, 20
millones más que la década anterior35.
De modo que para las universidades de inspiración ignaciana es un reto
responder a los innumerables problemas humanos y socioeconómicos del Continente,
aunando y coordinando esfuerzos.
¿Qué es AUSJAL?
32
Desafíos de América Latina... p. 20.
33
TÜNNERMANN, Carlos: La declaración mundial sobre la educación superior en el siglo XXI: Una
lectura desde el América Latina y el Caribe, en Educación Superior y Sociedad, Vol. 10, N°1 (1999): 13-
14.
34
Ibídem, p. 15.
35
Ver: MORENO MOLINA, Agustín: “Consideraciones críticas sobre las universidades venezolanas
financiadas con fondos públicos”, en: ITER Revista de Teología, 27 (2002): 143-144.
36
Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina.
37
Ver: http://www.ausjal.org
15
Esas líneas de acción surgieron como producto de diversas reuniones entre 1990
y 1995, en las que se fue elaborando un ideario básico común a todas las Universidades
vinculadas a la Compañía, que dio como resultado el documento Desafíos de América
Latina y Propuesta Educativa38, el cual responde a la preocupación por redefinir el
papel de esas universidades en el contexto social de la región.
Dicho documento, en su primera parte, formula algunos señalamientos respecto
a la realidad del continente y retrata sus grandes males estructurales: la pobreza, que se
refleja en el retroceso vivido en las últimas décadas; la deuda externa, cuyo monto no
permite una capacidad de pago razonable y justo; las condiciones políticas, de
regímenes democráticos en muchos casos decadentes bajo el influjo del clientelismo y
la corrupción; y una economía que no integra debidamente las políticas sociales39.
Precisamente, “en este nuevo contexto las sociedades latinoamericanas necesitan
repensar muchas cosas que eran lugares comunes y parecían obvias. Para pasar de la
actual pobreza, injusticia y frustración pública a sociedades más justas y de más calidad
de vida no basta la denuncia tradicional, ni las promesas populistas de los partidos, ni
las ilusiones de nuevos y globales sistemas sociales idealizados o la nueva prédica
ideologizante del mercado, es necesario un incremento radical de la capacidad
humana productiva y organizativa de nuestras sociedades orientada y animada
por nuevos valores de solidaridad que permitan mejores posibilidades de
producción de bienestar interno y de negociación realista a nivel internacional.”40.
La clave fundamental para alcanzar esos objetivos es la formación humana a
todos los niveles y “la generación de amplios movimientos sociales con nuevos
enfoques sobre el Estado y la vida pública y sobre el hecho productivo”.
No es suficiente la denuncia de nuestros problemas y es un error contentarnos
con echar la culpa a las grandes potencias o a las empresas transnacionales, aunque
exista razón para ello. “Es fundamentalmente responsabilidad de nuestros países la
recuperación del Estado, del sentido de lo público, de la eficacia y de la honestidad de
sus servicios que con tanta urgencia necesitamos.”41
El reto, entonces, está en no ver la educación como un medio de acceso a una
riqueza existente, sino como formación para producir la riqueza que no existe. “Riqueza
que no es oro ni plata, sino vida ciudadana con convivencia de calidad y con bienes y
servicios que necesitamos.”42 Porque si bien es cierto que la inversión extranjera es
“absolutamente necesaria” en nuestros países; si se quiere combatir la pobreza, los
recursos naturales y la fuerza de trabajo no son suficientes, sino la acumulación
tecnológica basada en la intensidad del conocimiento. “Un país no se desarrolla porque
tenga muchos recursos naturales y mano de obra barata, sino por el talento humano
expresado en ciencia, tecnología y organización. El elemento fundamental es la
capacidad del talento humano para producir valor agregado”.43
38
Según el padre Jorge Hoyos, S.J., Secretario Ejecutivo de AUSJAL, se dieron tres asambleas de
rectores, en Quito, Caracas y Georgetown para la elaboración del documento, pero el “trabajo de fondo lo
realizó con paciencia y sabiduría el Padre Ugalde”, rector de la Universidad Católica Andrés Bello. La
primera edición en Venezuela es de la Universidad Católica Andrés Bello 1995. Para este trabajo estamos
citando conforme a segunda la edición, del año 2000. Ver: “Desafíos de América Latina....”, p. 1.
39
Ibídem, pp. 11 y ss.
40
Ibídem, p. 15 (En negrillas el original).
41
Ibídem, p. 16.
42
Idem.
43
Ibídem, p. 17.
16
Misión de AUSJAL
Visión
1. Más significativa para sus miembros en los temas clave para su identidad y misión
apostólica en América Latina y el Caribe.
3. Con una organización dinámica que fomenta la cooperación entre sus miembros, de
forma que los objetivos de cada uno converjan y potencien los de toda la Asociación y
viceversa.
Actividades complementarias
1. Luego de la lectura anterior destaque los aspectos más importantes de AUSJAL en el contexto de la
realidad sociopolítica de América Latina.
2. Investigue qué oportunidades en el orden de la formación integral ofrece AUSJAL para el estudiante
ucabista.
44
Conferencia Episcopal Venezolana, Cartas, Instrucciones y Mensajes, Tomo 1-A, Introducción, y
compilación por Baltazar Porras Cardozo, Universidad Católica Andrés Bello – Centro Venezolano de
Historia Eclesiástica, Caracas 1978, p. 233.
17
45
Noticias de la Viceprovincia de Venezuela. Enero de 1954.
46
Un documentado estudio sobre el origen de la universidad: YEPEZ CASTILLO, Áureo: La
Universidad Católica Andrés Bello en el marco Histórico-Educativo de los jesuitas en Venezuela. UCAB,
Caracas 1994.
47
STAMBOULI, Andrés: La crisis y caída de la dictadura de Pérez Jiménez, en Politeia 7 (1978): 132.
48
Ibid., p. 450.
49
En: FERNANANDEZ HERES, Rafael: Memoria de cien años. Tomo V, pp. 813.
18
ampliando sus instalaciones, al mismo tiempo que su presencia en otras regiones del
país. Efectivamente, su primera extensión fue en San Cristóbal, hoy Universidad
Católica del Táchira; luego la extensión de Los Teques, y los núcleos de Coro y
Guayana.
Actividades complementarias
1.¿Cúal fue el aporte de la Iglesia católica a la sociedad venezolana con la creación de la UCAB?
2.A partir del Estatuto Orgánico, según su opinión ¿Cuáles de las directrices en el recuadro tienen mayor
vigencia para la sociedad venezolana actual?
50
Artículo 6.
51
Artículo 5.
19
La ética profesional
No perder el objetivo
52
“Lección Inaugural del curso académico 2011-2012 de la Universidad de Deusto, 9 de septiembre de
2011.
20
La centralidad de la persona
Esta visión que prioriza a la persona por encima de cualquier otro interés, sea
económico o político, conlleva grandes cambios en la estructura de la universidad. Por
un lado, la hace más flexible, porque la misma universidad se configura pensando en
cada persona que debe formar, la desburocratiza en su estructura, la sensibiliza frente a
las necesidades de su entorno – y entonces la vuelca a considerar nuevos aportes al
desarrollo de las personas y así volcarse en un verdadero servicio a las comunidades-, la
conduce a ofrecer desde la investigación y la enseñanza, una formación integral y de
excelencia, entre tantas otras. En fin, aunque no es un aporte que sólo está presente en la
experiencia cristiana, ella lo posee como parte fundamental de su identidad, y desde el
diálogo con la academia, perfectamente puede traducirse en un aporte concreto que
desemboca en muchos otros.
La calidad de la enseñanza
La solidaridad social
De nada sirve todo lo anterior sin un compromiso ético con los sectores más
necesitados de la sociedad, en la defensa de la vida, de la justicia y de la equidad. Dice
la “Ex Corde Ecclesiae” que el espíritu cristiano de servicio a los demás en la
promoción social debe ser compartido por los profesores y fomentado entre los
estudiantes53.
La globalización
53
Conferencia Episcopal Venezolana, Documentos de la Iglesia sobre pastoral universitaria, p. 23.
21
Actividades
Además de esos retos, ¿Cuáles otros propone usted a la luz de los documentos eclesiásticos antes
mencionados?