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BIOMETRÍA HEMÁTICA (HEMOGRAMA)

Su papel principal es la de dar a conocer al médico las alteraciones de las células sanguíneas en las
diferentes enfermedades. Su utilidad estará siempre en relación directa con los conocimientos
hematológicos de quien los interpreta, pues ofrece complejos y variados datos. Sirve para diagnosticar
una lesión insospechada como leucemia y también es útil para seguir la evolución del proceso
patológico.
Como este estudio es frecuentemente utilizado por todos los médicos, su adecuada interpretación es de
suma importancia. En la práctica se hace de manera rutinaria y se piensa por esa sola razón que su
valoración es fácil por lo que con cierta frecuencia pasan inadvertidos datos de interés o bien no se
relacionan con la enfermedad que se está estudiando.
Por las razones antes mencionadas se debe de conocer lo que es la biometría hemática normal.
Básicamente nos informa la relación entre las cifras que constituyen la llamada “fórmula roja” y la
“fórmula blanca” y a estos datos numéricos frecuentemente se asocian descripciones referentes a la
morfología de las células observadas al microscopio.
El valor real del hemograma se inicia en el momento que se indica, debiendo conocerse que datos son
los más importantes que se esperan obtener del mismo, de acuerdo a la enfermedad en estudio.
Las cifras obtenidas indican normalidad o anormalidad de acuerdo con el patrón establecido. Esto es
muy variable y se modifica entre otros factores por: el sexo, edad, condiciones de la toma, inclusive la
altura sobre el nivel del mar.

HEMOGLOBINA:
La cantidad de hemoglobina que es expresada en gramos por cien ml, es bastante confiable para
investigar anemias. La cantidad reportada se interpreta en relación con la esperada para el paciente de
acuerdo con la edad, sexo y factores mencionados anteriormente.
Los valores normales varían según diferentes autores y es conveniente hacer estudios en cada país para
determinar cuáles son las cifras normales de hemoglobina en su población.
En Nicaragua las cifras normales andan entre 12 y 16 gramos, siendo menores las cifras en las mujeres
que en los hombres. En los niños la hemoglobina varia con la edad, siendo más alta al nacer para ir
descendiendo a medida que el niño crece.

HEMATÓCRITO:
Es el tanto por ciento de la masa de eritrocitos en la sangre total. Las cifras normales en el adulto están
cerca del 45% siendo la cifra más baja en las mujeres. En los niños varía de acuerdo con la edad. Su
cifra depende también del tamaño del glóbulo rojo. Hay hematócritos bajos (33%) que pueden tener un
recuento de eritrocitos superior a los cuatro millones x mm 3 que refleja microcitosis y algunos con cifras
altas y eritrocitos bajos por macrocitosis. Hay que tener en cuenta el estado de hidratación del paciente,
pues la deshidratación la eleva considerablemente.
ÍNDICES HEMATOLÓGICOS:
Sirven para clasificar las anemias.
VOLUMEN CORPUSCULAR MEDIO (VCM):
Representa el tamaño del glóbulo rojo y el promedio global se considera en 32 micras cúbicas (89-96).
Cifras inferiores a 80 corresponden a microcitosis y por encima de 97 macrocitosis.

HEMOGLOBINA CORPUSCULAR MEDIA (HCM):


Es la cantidad de hemoglobina que tiene un glóbulo rojo y se expresa en microgramos, que indican el
peso medio. Es un dato de capital importancia para reconocer la cantidad real de hemoglobina que
puede estar falseada por hemoconcentración o por dilución. Debe de dosificarse por métodos
electrónicos para su confiabilidad. Su valor normal oscila entre 27 y 32 pg.

CONCENTRACIÓN DE HEMOGLOBINA CORPUSCULAR:


Es la concentración de hemoglobina dada en porcentaje en relación con el paquete de eritrocitos.
Depende del tamaño del glóbulo rojo y la cantidad de Hb en cada uno de ellos. Cifras normales entre
32% y 36%.
La cantidad de glóbulos rojos expresada por mm 3 está sujeta a errores por lo que es de escaso valor
clínico.
Con la información que se obtiene de la cantidad de eritrocitos por mm 3, hematócrito, hemoglobina % e
índices hematológicos se obtiene el eritrograma. Todos estos elementos están relacionados entre sí, lo
cual permite valorar el estado normal o anémico del paciente. A estos datos se agregan las descripciones
morfológicas de los hematíes que son de suma importancia, TAMAÑO: microcitosis, macrocitosis.

FORMA:
Esferocitos, células en tiro al blanco, ovalacitos, en forma de hoz (anemia de células falciformes, etc.).

POIQUILOCITOSIS: variaciones en la forma.

ANISOCITOSIS: Variaciones en tamaño.

POLICROMATOFILIA: Variaciones en el color.


La presencia de estas alteraciones orienta al médico hacia determinado tipo de enfermedad.

ANEMIAS:
Es el estado por el cual el organismo tiene un déficit en su concentración de hemoglobina en la sangre
de un 10% o más, según la edad, sexo y altura sobre el nivel del mar.
1. ANEMIA HIPOCROMICA Y MICROCITICA – anemia por deficiencia de hierro.
Es la carencia nutricional más común y el trastorno hematológico de mayor prevalencia en el
mundo.
En la gran mayoría de los casos la primera manifestación es una anisocitosis. Después disminuye
el volumen corpuscular medio (VCM), que es el índice más específico de una baja concentración
de hierro. A medida que se acentúa la deficiencia, disminuye la hemoglobina corpuscular media
(HCM) por debajo de 29.2 picogramos en cada eritrocito. También disminuye el promedio de
concentración de hemoglobina corpuscular (#4.7 g/dl%) (CHCM). Esto conduce a una
microcitosis con hipocromía. Otras alteraciones que se observan son: Ferritina sérica baja, bajos
niveles de hierro sérico y TIBC (capacidad total de fijación de hierro aumentada).

Causa de carencia de Hierro:


Dieta deficiente. Disminución de la absorción, aumento de los requerimientos (embarazos y
lactancia), hemorragias gastrointestinales, menstruales, donación de sangre, etc.
hemoglobinemia, secuestro de hierro y hemosiderosis pulmonar.
Otras anemias microciticas son la talasemia y anemia de enfermedades crónicas.

2. ANEMIAS MACROCITICAS, MEGALOBLASTICAS:


Por deficiencia de vitamina B12, deficiencia de ácido fólico, anemia perniciosa (por carencia de
factor intrínseco).
Se encuentra un hematocrito que no corresponde a la hemoglobina. El valor globular es superior
a 1.2 lo que traduce hipercromía.

3. ANEMIA NORMOCITICA:
Valor globular normal se presenta en anemia aguda después de hemorragias, en infecciones
recientes, anemias hemolíticas, anemias aplásticas.

POLICITEMIAS.
Significa aumento de los eritrocitos circulantes, regularmente acompañados de aumento de Hb y Hto.
Existe la policitemia relativa o transitoria dependiendo de hemoconcentración por perdida de plasma o
liquido como en quemaduras graves, diarreas profusas, sudoración excesiva o vómitos intensos.
La policitemia secundaria se presenta temporalmente en los recién nacidos. En forma patológica
constituye una falta relativa o total de oxigeno arterial y puede resultar del aporte insuficiente de
enfisema, fibrosis pulmonar, silicosis, obesidad, etc.
Fisiológicamente existe la policitemia de las alturas, por compensación al déficit del oxígeno.
También existe la policitemia Vera, conocida como eritemia o enfermedad de Osler, la cual es un
trastorno mieloproliferativo en el que suele haber, además del aumento de la masa de eritrocitos,
leucocitosis y trombocitosis.

HEMOGLOBINOPATÍAS:

La sangre normal del adulto tiene tres clases de hemoglobinas. Un 97% corresponde a la hemoglobina
A. un 2% a la hemoglobina A-2 y el 1% a la hemoglobina fetal Hb-F.
Las hemoglobinas anormales se pueden estudiar por medio de electroforesis, se han descubierto hasta el
año 1983 más de 400, la mayoría no produce marcada sintomatología. Sin embargo, algunas
condicionan cambios morfológicos en el hematíe y a menudo una menor resistencia en la membrana.
Las hemoglobinopatías de mayor importancia clínica y más frecuente son las HbS y la HbC y la
hemoglobina H.
La HbS: modificada en guadaña o semi-luna la forma de los hematíes y es la base de la anemia
trepanocítica o de células falciformes.

La HbA2 y F: Talasemia menor.

La HbH: Células en diana. Talasemia mayor o anemia de Cooley.

RETICULOCITOS:
Los reticulocitos son eritrocitos jóvenes que ocupan una posición intermedia entre los eritrocitos
maduros anucleados y los precursores eritroides que se encuentra en la medula ósea. Reconocibles en el
extendido periférico por tinción especial. Normalmente existen 0.5 a 2.0%, son considerados como el
mejor índice para evaluar cómo está la producción de glóbulos rojos en la medula ósea.
Se encuentran reticulocitosis en anemias hemolíticas, en estados post hemorrágicos, como respuesta
hematopoyética a tratamiento antianémico, vitamina B12 o ácido fólico en anemias megaloblásticas o
hierro en la anemia ferropénica. Disminuye o no hay anemias aplásticas.

LEUCOGRAMA:
Tan importante como el número de leucocitos por mm 3, es la fórmula leucocitaria que a veces tiene
mayor trascendencia.

CIFRAS NORMALES:

Leucocitos: 5,000 a 10,000 por mm3.


Neutrófilos segmentados: 60 a 70%
Cayados: 0 a 3%
Eosinófilos: 1 a 3%
Basófilos: 0 a 0.2%
Linfocitos: 21 a 30%
Monocitos: 3 a 5%

LEUCOCITOS POR MM3:


La cifra normal fluctúa entre 2,000 y 10,000.
Hay leucocitosis fisiológica pasajera al final del embarazo, parto y puerperio, después de ejercicios
musculares prolongados, excesivo calor, miedo, emociones intensas. Es normal en el recién nacido 20,
000 o más, en el niño 12,000 a 14,000, predominan los linfocitos en lugar de neutrófilos.
Las leucocitosis fisiológicas suelen ser de grado discreto y se caracterizan por la ausencia de desviación
a la izquierda, persistencia de eosinófilos y falta de alteraciones tóxicas en los neutrófilos.

LEUCOCITOSIS INFECCIOSAS:
Constituyen la mayoría de los casos, debe de pensarse en ella antes que en otras posibilidades. Se
caracteriza por un simultáneo descenso o desaparición de los eosinófilos y desviación hacia la izquierda.

Se presenta en:
Infecciones por gérmenes Gram positivos y Gram negativos.
En complicaciones sépticas (supuradas) de infecciones leucopenizantes, perforación intestinal de la
tifoidea, complicaciones sépticas de proceso viral, gripe, sarampión, etc. En la superinfección de
enfermedades no infecciosas ejemplo: cáncer infectado.

LEUCOCITOSIS NO INFECCIOSA, ASEPTICAS (sin desviación a la izquierda):

1. Leucocitosis por dolor intenso (quizás por irritación del simpático), cólico nefrítico, etc.

2. Leucocitosis post hemorrágica, transitoria en todos los procesos que presentan anemia aguda,
quizá por el estímulo aneóxico sobre la médula. También se presenta en crisis hemolítica.

3. Leucocitosis por síntomas motores, vómitos, convulsiones, delirium tremens, etc.

4. Leucocitosis por hipertemia no infecciosa, medicamentos, etc.

5. Leucocitosis en el shock traumático, en el curso del síndrome post operatorio.

6. Leucocitosis por necrosis tisular asépticos, infarto del miocardio, reabsorción de sangre
extravasada.

7. Leucocitosis en neoplasia, ya sea por necrosis o inflamación del tejido neoplásico.

8. En enfermedades metabólicas, gota, cetoacidosis diabética.

9. La que acompaña a las crisis reticulocitorias en respuesta al tratamiento de la anemia


correspondiente.

10. En las leucemias a excepción de las aleucémicas.

REACCIÓN LEUCEMOIDE:
Son los cuadros que cursan con cifras leucocitarias altas, más de 10,000 por mm 3 y que plantean un
diagnóstico diferencial con la leucemia. Una característica es que se pueden presentar granulocitos
inmaduros circulantes, incluyendo forma en banda, metamielocitos o incluso mielocitos, pero nunca
blastos y no se acompañan de trombocitosis como en la L.M.C.
En mononucleosis infecciosa, leucocitosis linfomonocíticas. En infecciones e intoxicaciones. La
fosfatasa alcalina de los leucocitos es alta en las reacciones leucémicas y baja en las leucemias
mieloides orónicas.
DESVIACIÓN A LA IZQUIERDA:
Significa el aumento en la proporción de formas inmaduras, en banda o cayado, juveniles e incluso
mielocitos dentro de los neutrófilos. Se puede simplificar todavía más este esquema hablando de
neutrófilos segmentados y no segmentados que son las formas jóvenes.
En general suele acompañarse de leucocitosis neutrófila y corresponden a cuadros infecciosos.
En las primeras infecciones pueden ocurrir las siguientes circunstancias:

1. Leucocitosis neutrófila creciente:

Implica buena defensa antinfecciosa. Hay hiperleucocitosis y la proporción de bandas es marcada, es


un caso grave pero recuperable. Si las formas juveniles superan en proporción a las bandas y ambas
en conjunto a los segmentados, la infección es muy grave.

2. Con leucocitosis neutrófila decreciente:

Si la cifra de leucocitosis desciende acentuándose cada vez más. La desviación a la izquierda


significa mal pronóstico y que será probablemente fatal si la caída de leucocitos alcanza cifras
leucopénicas.

3. Con cifras de leucocitos normales:

a) En estados iniciales de una infección aguda pero enseguida aparece la leucocitosis.

b) En infecciones subagudas o crónicas.

4. Con leucopenia es de mayor valor diagnóstico que pronóstico, en fiebre linfoide constituye un
buen punto de apoyo para la clínica.

LEUCOPENIA:
Es el descenso de la cifra total de leucocitos por debajo de 5,000 mm 3 y traduce una depresión ejercida
sobre la medula ósea, bien sea por afecciones virales, bacterianas o parasitarias.
Los virus son los más frecuentes en la depresión medular. En la fiebre linfoidea la salmonela es
depresiva. El plasmodium también lo es en la malaria. En estos últimos casos la leucopenia puede
acompañarse de neutrofilia con desviación a la izquierda.
Otras causas de leucopenia son las anemias aplásticas, hiperesplenismo, L.E.S, etc.

GRANULOCITOPENIA Y AGRANULOCITOSIS:
Una cantidad de granulocitos circulantes por debajo de lo normal se conoce como granulocitopenia. La
agranulocitosis describe una forma más grave, es cuando el recuento leucocitario es inferior a 2,000 por
mm3 y de esta solo un 1 o 2% son granulocitos del tipo basófilo, eosinofilo o neutrófilo. El riesgo de
infección aumenta en forma importante en estos dos casos.
La granulocitopenia y la agranulocitosis pueden deberse a producción reducida, a destrucción
aumentada o a utilización acelerada de los granulocitos.
1. Disminución de la producción: mieloptisis (sustitución de la medula ósea) por cáncer, leucemia,
linfoma o mielofibrosis. En anemia aplástica por tóxicos medulares, radiaciones, deficiencia
alimentaria, (ácido fólico, vitamina B12), alcoholismo, medicamentos (cloropromacina,
antineoplásicas, pirazolonas, cloranfenicol, etc.).

Aumento de la destrucción: hiperesplenismo, leucoaglutininas causadas por fármacos como


aminopirina, quinidina, y propitluracilo. Debido a isoanticuerpos leucocitarios especialmente
después de transfusiones sanguíneas múltiples y en ocasiones en el lupus eritematoso
generalizado.

EOSINOFILOS:

Cifras normales: 1-3% por encima eosinofilia discreta moderada o severa.

EOSINOFILIA:
Los eosinófilos pueden provocar fagocitosis. Sin embargo, el papel específico que desempeñan no se ha
definido por completo. El aumento de eosinófilos es característico de los estados alérgicos y de las
enfermedades parasitarias. Se observa en trastornos en que hay aumento de IgE, incluyendo
enfermedades atópicas como excema, rinitis alérgica y asma bronquial, en algunos infiltrados
pulmonares como el síndrome de Loeffler y la aspergilosis broncopulmonar. En hipersensibilidad
farmacológica y periarteritis dudosa. En enfermedad de Addison un 5 a 15%, pueden encontrarse cifras
elevadas en eosinofilia leucemoide.

EOSINOPENIA:
a. En la fase de lucha de la mayoría de las infecciones agudas, especialmente las que cursan con
leucocitosis neutrófilos.

b. Durante la administración de corticoides y ACTH debido a la redistribución de los eosinófilos


circulantes que pasan del espacio intravascular hacia otros compartimientos corporales. También
impiden la migración de eosinófilos hacia el sitio de inflamación.

BASOFILOS:
Constituyen menos del 1% de los leucocitos de la sangre, el aumento del número e característico de la
leucemia mieloide crónica.

LINFOCITOSIS:
Normal de 21 a 30%.
Linfocitosis fisiológica en lactantes y niños hasta 60%.
En infecciones agudas, tosferina, linfocitosis infecciones aguda y mononucleosis infecciosa.

En tirotoxicosis, toxoplasmosis, enfermedades virales: varicela, citomegalovírus, dengue.

En infecciones crónicas: TB, lues, lepra, micosis.


En hemopatías: leucemias linfocíticas, agudas y crónicas, linfoma, mieloide múltiple.

LINFOPENIA:
Hay linfopenia por falta de producción, por exceso de destrucción o perdida a través de los canales
linfáticos del intestino. En general traduce inmunosupresión, en el SIDA hay falta de producción,
también en anemia aplástica, en él LES, en la TB, miliar y en insuficiencia renales crónicas.
El exceso de destrucción puede ocurrir con irradiaciones y quimioterapia anticancerosa, pues estas
drogas son antilinfocíticas.
La perdida por linfáticos del sistema digestivo, se observa en lingangitis intestinal y algunas neoplasias
linfáticas.
En la práctica es frecuente encontrar en proceso séptico graves y son signos de derrumbamiento de las
defensas.
De pronóstico muy grave suele ser el brusco descenso de linfocitos durante la leucocitosis infecciosa.
En general en la leucocitosis con neutrofilia es un fenómeno correlativo a éstas.

MONOCITOSIS:
En general traduce una reacción del sistema retículoendotelial. Desempeña así como los linfocitos cierta
función en las reacciones inflamatorias e inmunitarias.
En la mononucleosis infecciosa, no son verdaderos monocitos sino elementos reactivos del S.R.E,
células de Downey.
En la angina monocítica o mononucleosis leucopénica de Schulten, hay leucopenia y monocitosis de un
30% o más.
En infecciones crónicas: TB, lepra, lues, endocarditis, etc.

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