Recordemos a Lacan: la imago materna es mucho más castradora que

la paterna. Cuando el padre tiende a la ineficacia, más imaginarizado

en su función, se dan neurosis más graves. Esto permite ver la Ley
Incontrolada Materna.
El Superyo materno toma la forma de la voz y se encamina hacia la
injuria. Esto se ve en la clínica entre una madre y la hija. Está
encaminada hacia lo fantasmático más que hacia lo sintomático.
Prescinde de un circuito fálico. Este núcleo pegajoso aparece en la
clínica a modo de hallazgo. No se ve directamente en el motivo de
consulta.
La mujer para el hombre siempre es un síntoma. El hombre para la
mujer es peor que un síntoma, es un estrago. Esto se ve en el desgarro
de lo que significa una desilusión amorosa. El hombre tiende a la
sustitución encontrando un nuevo camino y la mujer denota la
dimensión del estrago que aparece.
Tipos clínicos de madres:
1. La madre oracular: tendría todas las respuestas a lo que uno es y
ha sido. Sus respuestas son absolutas. Pueden crear ciertos mitos
que impactan en su condición sexual, su subjetividad. Efecto de
injuria. Expresiones sin falta alguna, reniega de su castración y
aparece la certeza. Por ejemplo: “nunca supiste cocinar y por eso
él se fue”… “seguí comiendo así que vas a salir rodando”…
2. Fraudulentas: ver el film el Príncipe de las Mareas. Allí aparece
esta madre que tiene una dialéctica de engaños para cada hijo.
Perjuicio neurótico producido. Suplica para que el hijo se quede
una tarde con ella porque vienen las amigas (entonces el hijo no
va al fútbol) y cuando llegan sus amigas, ni lo llama.
3. Fingidora de angustia: especialistas en acting out y en escenas
varias en relación a la enfermedad y su subsistencia, dejando al
otro devastado y atravesado por la culpa.
4. Engañosa: tiene menos sutileza que la fraudulenta. Miente por
mentir sin medir consecuencias. Parece que no tiene registro de
lo que hace. Miente con la edad, dinero, tema médicos. Por
ejemplo: también puede presentar a la hija como la hermana
menor. Todos los temas son del eje imaginario.
5. Incompetencia para el deseo materno: hacen de sus hijos objetos
de su goce. Cumplen un papel, su propio fantasma. Pueden
representar un paño de lágrimas pero es engañoso. Es como si
renunciaran al Deseo. Son hijos que en lugar de dejarlas
insatisfechas, las satisfacen demasiado. Pero estas madres no
pueden poner al otro en camino hacia el Deseo. Tienen modos de
manipulación al otro sobre su Deseo. Recordar… “le atiborra de
papilla asfixiante…”
Usan expresiones tales como: “mientras viva, nada te va a
faltar”…
6. Madre fálica: funcionan dando respuestas entre negativas y
ambiguas tales como “no me acuerdo”, “se me olvidó”… Esto
permite que la persona vaya a buscar otra fuente de saber.