1 ASUNTO
En las mentes más lúcidas de Boyacá siempre han repercutido las más avanzadas ideas científicas,
filosóficas y de otros temas universales en la evolución del pensamiento, pero actualmente la
configuración teórica del sincretismo teo-antropocenrista no ha sido difundida explícitamente en el
desarrollo del pensamiento boyacense, como tampoco se ha estipulado dentro del cristianismo, no
obstante el despliegue ecuménico del Magisterio Católico promovido durante las últimas décadas.
En el terreno divulgativo, la disciplina científica y el inquirir espiritual utilizan discursos diferentes con
sus respectivas didácticas y contextos, pero actualmente estas dos disciplinas se aúnan en sus
apreciaciones sobre los fenómenos universal y humano. El puente entre la Razón y la Fe consolida el
libre albedrío: libertades religiosas con sus cambios necesarios, evoluciones ideológicas, diversidad
de expresiones artísticas y elucubraciones filosóficas ajustadas a los conocimentos científicos. En tal
clima social de libre expresión, todas las facultades humanas convalidan sus principios, lo cual
constituye un factor de cohesión en la cultura global que se viene configurando. El visionario científico
francés, sacerdote católico, Pierre Teilhard de Chardin, a mediados del siglo anterior, dejó implícitos,
en el tema de Cristología, los enunciados pertinentes a un esquema cosmocentrista. La adaptación
en las predicaciones religiosas de los enfoques humanistas actuales, es señal de adherencia dentro
del conjunto de vectores convergentes en el poliedro cósmico que muestra sus reflejos y efectos en
toda la gama de fenómenos terrestres.
Los anteriores señalamientos nos motivan para asimilar la experiencia científico-histórica mundial, con
nuevos enfoques de raciocinio. El concepto de cosmocentrismo, para el actual saber popular, es un
reciente rango de verdad científica, sustentada en el enfoque holístico cuyo principio establece que
el todo de un objeto es mayor que la suma de sus partes, en cuanto que el objeto está enmarcado
dentro de un sistema y un contexto que determinan el sentido y la razón de ser del mismo objeto. En
este caso, el objeto de observación es el Universo cuyo sentido y razón de ser, constituyen el elemento
conceptual agregado a la sumatoria del objeto total.
A través de milenios, los mitos nacen, cumplen su misión educativo-evolutiva y, cuando no muta su
interpretación, se momifican. El proceso evolutivo, desde el pre-conocimiento científico-cultural, en
primera instancia necesitó de mitologías y fábulas, luego de las revelaciones sagradas y
posteriormente de las filosofías. Estas etapas evolutivas cumplieron su función educadora sobre los
imaginarios, para el desarrollo del conocimento, etapas previas a las actuales conquistas en las
ciencias naturales, físicas, sociales, humanas y en los avances de una espiritualidad universal exenta
de fanatismos y reduccionismos dogmáticos; pero las didácticas sobre los principios teológicos,
necesariamente aplicadas desde las épocas anteriores, ahora se homologan con los fundamentos
inamovibles del Cosmos por la omnicidad de sus energías fundamentales. Por su parte, las principales
religiones del mundo han venido admitiendo en sus predicaciones los cambios evolutivos de los
recientes avances científico-culturales.
En una apreciación general, la mitología griega nos revela las características, las tipologías y las
categorías en la naturaleza de algunos actos humanos, conectados con entidades sobrehumanas, a
través de eventos inducidos por disímiles fuerzas sobrenaturales; y nos señala otros actos generados
por las fuerzas de la razón o las del instinto. Por otra parte, el libro “Génesis” de Moisés nos muestra
el orden sucesivo en que fue creado nuestro hábitat planetario; simbólicamente no importa que allí "un
día" equivalga a millones de años: previo el señalamento de la energía oscura* subyacente en el
cosmos ("de las tinieblas hágase la luz"), Moisés, primero menciona la etapa de condensación y
separación de los elementos, luego el ciclo del agua y de allí en adelante la vida vegetal, animal y
luego humana. Igualmente en las culturas india, china, sumeria, inca, maya, muisca y otras, no
obstante sus disímiles recursos didácticos, se pueden observar coincidencias entre ellas.
A la luz de la ciencia astro-física se proyecta el sincretismo que cohesiona las definiciones de la trilogía
teo-antropo-geocentrista y el ateísmo, integración que genera un vector de convergencia dentro del
nuevo concepto de cosmocentrismo. Hemos llegado a percibir que, en una imagen físico-energética
del universo, se puede englobar e interrelacionar el macrocosmos con el microcosmos; el
macrocosmos se puede definir como el universo físico en expansión y el microcosmos como el campo
de las energías radiantes sub-atómicas, aunque se considera al ser humano, también, como un
microcosmos. Este planteamiento reconoce que la originaria articulación estructural del micro con el
macrocosmos, está sujetada por las tres leyes básicas que sustentan el Universo: gravitacional,
electromagnética y las energías nucleares sub-atómicas. El componente original del Universo se
desplegó bajo estas tres leyes originales, densificando gradualmente su energía hasta alcanzar los
diversos estados densos de la masa. La masa es energía densificada y la energía es masa
transformada en principio incorpóreo (Albert Einstein). En estas dos fases cíclicas, la masa es
modulada en sus variados planos y dimensiones, desde lo más denso hasta lo etéreo-radiante y
viceversa. La modulación conserva el equilibrio cósmico. Actualmente, este conocimiento nos permite
descifrar, dentro de un marco teórico sustentable, las disímiles y reducidas cosmovisiones de los
diversos rangos del saber humano.
* La energía oscura está presente en todo el espacio produciendo una presión que acelera la expansión del
Universo.
Entre aquellas numerosas contribuciones a la cultura y a la ciencia, que fueron registradas en B oyacá
por el reconocido historiador de las ideas Javier Ocampo López, en su obra : "Los hombres y las ideas
en Boyacá" (Publicaciones U.P:T:C: Tunja 1989) aquí se resaltan las siguientes apreciaciones:
.- En el campo ideológico de Carlos Arturo Torres: "Los modernistas se formaron en una ambiente
de escepticismo intelectual . . . en su mayor parte fueron eclécticos, moderados y conciliadores,
partidarios de la unidad nacional y críticos contra los partidismos y fanatismos políticos y religiosos”.
(Pág. 208).
.- Sobre Diego Mendoza Pérez (positivista):" Se preocupaba por definir el movimiento o dinámica en
las civilizaciones que lleva a las transformaciones y movimientos sociales por evolución" (pág.227).
Refiriéndose a Rafael Bernal Jiménez, sobre sus visiones avanzadas en pedagogía, respecto a la
escuela colombiana de hace cinco décadas, anota: " . . . . ésta debe basarse, tanto en los principios
universales de la educación, como en la realidad del pueblo".(Pág. 282), una propuesta pedagógica
que, durante seis décadas, no se ha cumplido eficientemente.
Sobre la interpretación de la obra de Darío Samper Bernal: "Darío Samper y los piedracelistas
colombianos representan en nuestro país el vanguardismo de las letras hispanoamericanas, con sus
tendencias a la expresión de los grandes cambios sociales. . . . .Es la manifestación del escritor ante
los cambios sociales acelerados …. . Los vanguardistas se presentan como los grandes renovadores
y luchadores contra todo lo tradicional; sus escritores y artistas se manifiestan comprometidos en los
cambios urgentes en la sociedad". (Pág. 287).
*Rafael Azula Barrera, discurso en el centenario de la muerte de Nicolás Cuervo. Mayo de 1932. Repertorio
Boyacense No. 100,págs. 10-11 .
Ha transcurrido más de medio siglo y, en la actualidad, a mitad del período de transición al nuevo
tiempo-eje de la Historia, la resonancia del sincretismo teo-antropo-geocentrista no se ha manifestado,
de primera mano, en el territorio boyacense, quizá porque buena parte de las mentalidades más
lúcidas de Boyacá están radicadas fuera del departamento o en otros países, donde posiblemente se
están difundiendo sus obras.
TEOCENTRISMO: Doctrina que establece a Dios como creador, regente absoluto del Universo y de
todos sus fenómenos y eventos que acontecen.
ANTROPOCENTRISMO RACIONALISTA: "El Hombre es la medida del Universo", en cuanto percibe,
define y se explica los fenómenos que tiene al alcance de su limitada capacidad racional para investigar
y medir todos los fenómenos de la Naturaleza y del Cosmos. El Hombre, por sí mismo y para sí mismo,
avanza en el conocimiento de los fenómenos universales y los reinterpreta para conocerlos aún mejor.
Aunque en su mundo antropocentrista es agente transformador y testigo de su universo, también
reconoce que el mismo Universo lo contiene, dentro del cual él es una criatura más.
TEOCENTRISMO: El tradicional concepto: "Dios regente absoluto del universo", es ratificado. A la luz
de la teoría del Campo Unificado del Universo, en la actual cultura globalizante ya no se concibe un
dios tabú-mítico, porque ahora es posible comprender un poco más su omnicidad, sin que esta nueva
percepción afecte en lo más mínimo los fundamentos de las teologías, por el contrario, los dilucida. "Lo
Dios" se puede asimilar en lo inmutable, transversal y consubstancial del Universo donde se manifiesta
como una verdad mutante, infinita. Dios es la energía absoluta e indiferenciada, subyacente en la
gama de transformaciones desde las dimensiones más sutiles hasta su densificación en la masa; es
inaprensible en su totalidad por la mente humana. Homologando esta perspectiva cosmocentrista, Dios
se manifiesta, dentro del ser humano, en el ámbito del “Ser en Sí” de la mónada, en el “Yo Soy el
que Soy” del Génesis de Moisés, también en el “Alfa y Omega” de Cristo y en el “Tao” de Lao-Tsé.
Estas denominaciones evocan la Energía Original y ratifican los atributos de Su omnicidad: presencia,
potencia, sabiduría y equilibrio cósmico. Las anteriores dilucidaciones teológicas, homologadas dentro
del campo físico de los cuanta, han despejado en buena medida, para el entendimiento humano
general, los misterios y potestades de omnicidad en el origen cósmico. Pero aún siguen
siendo inaprensibles otras profundidades de aquel Ser Subliminal.
CONCLUSIONES
Este comentario contiene los principales elementos de análisis sobre algunos aspectos de
un cosmocentrismo emergente en los imaginarios, en el marco de la nueva era o cambio de época
que se inició a mediados siglo XX. Es de imaginar que sobre este tema algunos avanzados
intelectuales boyacenses ya hayan elaborado ensayos, informes o investigaciones documentadas, los
que no se han difundido ampliamente en Boyacá, en el supuesto que tales coterráneos estén
radicados fuera del departamento o en otros países.
Al concluir, en este bosquejo se plantea la pregunta: ¿Cuáles son los beneficios particulares y sociales
que viene aportando este cambio emergente en los imaginarios colectivos ?. La aprehensión de la
anterior perspectiva cosmocentrista se viene instituyendo para enriquecer las pedagogías
socioculturales y las temáticas académicas, lo cual promueve el cambio de mentalidad indispensable
para la consolidación básica de una cultura global. Este impacto ideológico, además de los alcances
propiamente cognoscitivos, trae mayores beneficios a las mentalidades humanas en cuanto les señala
y les despeja las vías de acceso a un campo de convergencia, drenando las lagunas y cerrando las
brechas que separaban innecesariamente los componentes teo-antropo-geocentristas, incluido el
ateismo. Construir y desbloquear tal flujo cognoscitivo coherente, sirve para evitar cavilaciones y
desgastes emocionales e intelectuales inútiles, porque posibilita la articulación integral entre la
filosofía, la ciencia, la espiritualidad y el arte. Esta inducción permite profundizar las concepciones
religiosas, incorporando a la vez los hechos observados por la ciencia física, es decir que si la persona
comprende la interrelación que posibilite un sincretismo de las cuatro posturas, teo-antropo-
geocentristas y ateistas, en la actualidad subsumidas en el concepto de cosmocentrismo, se
desestresa en gran medida, ahorrando su energía vital y psico-emocional.
No debería ser visto como irónico ni contradictorio el hecho de que, en la escala evolutiva del
pensamento, el Hombre siempre busque la explicación de lo inexplicable racionalmente, ya que el
conocimento intuitivo y a priori le ha posibilitado penetrar los misterios, tornándolos cada vez más
asequibles a su entendimento. Finalmente, aquí cabe consignar dos enunciados concebidos en la
frontera de lo racional con lo suprarracional :
* "Dios se asemeja a una esfera cuyo centro está en todas partes y su perímetro en ninguna", y
* " Una idea en que lo Uno se expresa como múltiples, sin que lo Uno tenga que fragmentarse para
dar existencia a lo múltiple, constituye uno de los más profundos problemas metafísicos".
Estas son dos de las más difundidas y sencillas glosas con las que los investigadores golpean a la
puerta intuitiva, donde se refleja la profundidad ontológica de "Aquello", inaprensible en la esfera del
razonamento.