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Resumen
Cuando juegan un partido los jugadores han practicado muchas veces los tiros
para lograr anotar en los momentos decisivos: tiros libres, saques de esquina y
penales. Hay jugadores excepcionales que nos sorprenden, ya sea por su
precisión, potencia o su habilidad para curvar la trayectoria de la bola. En este
texto se desentraña la física del balón, de los tiros y los chanfles con los cuales
nos levantamos del asiento cuando un jugador nos regala la poesía de un golazo.
Por experiencia sabemos que cuando el balón tiene poca presión no bota, en
cambio cuando lo inflamos de más, aumenta la dificultad de controlarlo. Se nos
hace muy común inflar o desinflarlos, pero si nos asomaramos dentro de nuestro
amigo esférico, veríamos toda una fiesta como la del futbol. El aire es una mezcla
homogénea de distintos gases: nitrógeno, oxígeno, argón, dióxido de carbono y
vapor de agua. Las moléculas de esos compuestos están atrapadas dentro de la
cámara de hule y al chocar con su superficie generan la presión interna.
En este punto sería bueno hacer la siguiente pregunta: ¿cuántas moléculas serán
necesarias para que todas juntas generen la presión dentro del balón? Antes de
llegar a la respuesta es necesario mencionar una relación empírica: el producto
de la presión (P) del gas por su volumen (V), es proporcional a la temperatura
(PV=NKT). La presión es la fuerza que ejerce el gas sobre la superficie de la
cámara de hule al querer salir del balón. Por otro lado, la constante de
proporcionalidad está relacionada con el número de partículas o moléculas
contenidas (N), y la constante Boltzmann (K). Esta constante sirvió de puente
para conectar el mundo macroscópico (gases) con el microscópico donde viven
las moléculas y átomos.
Ahora ya lo saben, harán bailar a 160 trillones de moléculas con cada patada;
¿pero se han imaginado como se vería el balón en cámara lenta cuando recibe un
impacto? (ver el siguiente gif). Al recibir el golpe, el balón disminuye su volumen y
en consecuencia aumenta la presión. ¿Y por qué sucede eso? Una vez más la
relación empírica (PV=NKT) nos ayudará. Imaginen un caso hipotético donde el
balón reduzca su volumen a la mitad después de una patada. Si suponemos que
la temperatura del balón no cambia, entonces deberá aumentar la presión interna
V
( )
al doble debido a que N, K y T son constantes (2 P 2 =NKT ).
Física de la patada
Como se puede imaginar el lector, la compresión no sólo sucederá en las patadas,
también estará presente en los cabezazos o en los rebotes con el suelo. Si el
lector toma una pelota y la deja caer, observará cómo disminuye la altura del
balón en cada rebote debido a su compresión. En física a esto se le conoce como
choques inelásticos. Por otro lado los choques elásticos son aquellos donde no se
pierde energía y se conserva una cantidad muy importante, el momento o
cantidad de movimiento (p=mv).
Todo lo anterior nos puede servir para saber cómo pegarle mejor a la bola. Por
ejemplo para imprimirle mayor velocidad al balón, se debe golpear con la parte
superior del empeine, especialmente en la unión de tres huesos: la tibia, el
peroné y el talus o astrágalo. Al ser más rígida esta parte del pie, la transferencia
de momento a la pelota será mayor. De hecho, existe una relación entre la
velocidad del balón y la velocidad de la patada para un buen tiro: v pelota = 1.2 vpie.
Entonces en un tiro bien cobrado la velocidad del balón será 1.2 veces mayor que
la del pie al patear.
Para obtener esa relación (vpelota = 1.2 vpie) se deben considerar la masa de la
pierna, la masa del balón y la cantidad de momento que se pierde por la
compresión del mismo. De hecho al realizar experimentos con jugadores se
encontró que un buen tiro debe tener un coeficiente mayor a uno, y en el caso
ideal es 1.2.
Antes de terminar con las patadas hay un dato más. Se hacen investigaciones
científicas para entender la técnica de los tiros en el futbol, y al realizar pruebas
con jugadores se encontró lo siguiente, cuando el jugador se aproxima con un
ángulo de 45° a la pelota para realizar un tiro, le imprime la mayor velocidad
posible. Si quieres saber cuál es el ángulo de 45° en tu próximo tiro penal, camina
tres pasos en dirección contraria a la portería y luego tres pasos hacia la derecha
o la izquierda, dependiendo de si tiras con la pierna zurda o con la diestra.
Podemos ver por TV los mismos goles con efecto una y otra vez sin parar de
asombrarnos. Esos goles ya pasaron a la historia y nos dejan con la boca abierta
en el momento justo de su ejecución. Probablemente la explicación física de este
fenómeno los dejará igual de asombrados por su sencillez y por la forma en que
se estudian los balones con la dinámica de fluidos, rama de la física utilizada para
entender el movimiento del aire, el agua y casi todo lo que fluya.
Con lo anterior el lector ya sospechará que el aire estará relacionado con todo
esto, y en efecto es así. Antes de entrar a lo barrido, al lector se le sugiere hacer
algo simple: mover el brazo de un lado a otro. Seguro sentirá el aire en la mano
mientras la mueve. Entonces es lógico imaginar cómo el aire rodea la pelota al
desplazarse después de un tiro. Mientras vuela por la cancha, la pelota atraviesa
el aire y dependiendo de cómo lo haga viajará en línea recta o con chanfle.
Por fin el gran secreto: para meter un golazo en tiro libre o un gol olímpico al
cobrar un saque de esquina, se debe lograr que el balón gire mientras viaja hacia
adelante (ver el video: https://www.youtube.com/watch?v=4uWojJQZ78U). Este
efecto lo describió Magnus en 1853, un químico y físico alemán que investigó
entre otras cosas la dinámica de gases como el aire. En honor a él a este
fenómeno físico se le llamó efecto Magnus.
Figura 4. Efecto Magnus. En la figura se muestra en forma esquemática un balón que viaja de
derecha a izquierda. El balón gira en sentido de las manecillas del reloj, y debido a esto tiene
lugar el efecto Magnus, que consiste en la presencia de una fuerza (fuerza de Magnus, FM). Por la
presencia de esta fuerza, el balón se mueve en la dirección de FM. Por esta razón vemos cómo se
curva la trayectoria de la pelota mientras avanza. En la figura también se muestra la fuerza de
arrastre (FD) o fricción del aire.
Ahondando un poco más, la rotación del balón provoca que el aire gire alrededor
de la pelota en la misma dirección de las vueltas. También debemos considerar
algo más, como al mismo tiempo el balón avanza, hay otro flujo de aire en
dirección contraria al desplazamiento del esférico (ver figura 4). Entonces se
superponen ambas corrientes, una a causa del avance y otra de la rotación. De
esta forma la velocidad del aire en la región B será menor por estar contrapuestas
las corrientes, y por otro lado en la región A la velocidad del aire será mayor.
Al lector que quiera jugar un poco con el efecto Magnus le recomiendo hacer el
sencillo experimento del video titulado “Magnus Effect Demonstrator“
(https://www.youtube.com/watch?v=Bsibe4OV0no). Sólo se necesitan dos vasos
de cartón, cinta adhesiva, tres ligas y seguir las instrucciones para construir un
chanflizador casero.
Después de jugar un rato con el efecto Magnus quedará más clara la física del
balón engañoso. Con esto ya casi queda listo el rompecabezas pero hay una
última cosa para irnos a descansar. Si lo meditamos un poco debería suceder que
entre más rápido gire el balón mayor será el efecto que lleve la pelota, y así
sucede. Pero también aumentará el chanfle si el balón viaja a mayor velocidad. Es
decir, cuando se tira un cañonazo es más fácil darle efecto a la pelota.
Figura 6. Una esfera giratoria dentro de un túnel de viento. Al hacer girar la esfera se observa
como se perturban las líneas de viento. En este caso el balón gira en sentido de las manecillas del
reloj y el viento viaja de derecha a izquierda.
La FIFA tiene varias regulaciones para determinar la calidad de los balones; pero
en el vídeo titulado “The FIFA Quality Programme for Footballs in a nutshell” de su
portal de internet no mencionan específicamente el número de paneles, ni la
forma de los mismos. Sin duda las investigaciones científicas que se realizan
podrán ayudar a mejorar los balones y los reglamentos de la FIFA para mejorar
este deporte.
Referencias:
Peters, M, Computational fluid dynamics for sport simulation., Springer, Germany, 2009.
Hong, S., Sakamoto, K., Washida, Y., Nakayama, M., y Asai, T. (2014). “The influence of panel
orientation on the aerodynamics of soccer balls”. Procedia Engineering, 72, 786-791.
Mehta, R. D. (1985). “Aerodynamics of sports balls”, Annual Review of Fluid Mechanics, 17(1), 151-
189.