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Fotografía tomada por jeffrey Lin, obtenida de https://unsplash.

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Patadas, tiros y chanfles


Ricardo Pérez

Resumen
Cuando juegan un partido los jugadores han practicado muchas veces los tiros
para lograr anotar en los momentos decisivos: tiros libres, saques de esquina y
penales. Hay jugadores excepcionales que nos sorprenden, ya sea por su
precisión, potencia o su habilidad para curvar la trayectoria de la bola. En este
texto se desentraña la física del balón, de los tiros y los chanfles con los cuales
nos levantamos del asiento cuando un jugador nos regala la poesía de un golazo.

El jugador esencial: el balón


Desde pequeños aprendemos que sin balón no hay partido. Cuando se vuela la
pelota a un lugar inaccesible, nos resignamos o conseguimos un sustituto para
terminar el juego. Todos queremos tener el balón soñamos tirar con él el gol
definitivo del partido. Balones hay de muchos tipos, sencillos o muy caros, pero a
final de cuentas todos están hechos de una cámara de hule en el interior, y en el
exterior una capa resistente a las patadas. Su peso no debe ser muy grande para
poder patearlo duro, y tampoco muy ligero porque se dificulta su dominio. Las
dimensiones también deben ser las adecuadas, si el diámetro es pequeño o muy
grande no será fácil controlarlo. Actualmente la masa (410-450 g), las

Patadas, tiros y chanfles / Cienciorama 1


dimensiones (11 cm de radio) y la presión (111.5 pascales) de inflado están
controladas por reglamento, según la Federación Internacional de Futbol
Asociación (FIFA).

Figura 1. Fotografía tomada por bianca isofache, extraída de https://unsplash.com/

Por experiencia sabemos que cuando el balón tiene poca presión no bota, en
cambio cuando lo inflamos de más, aumenta la dificultad de controlarlo. Se nos
hace muy común inflar o desinflarlos, pero si nos asomaramos dentro de nuestro
amigo esférico, veríamos toda una fiesta como la del futbol. El aire es una mezcla
homogénea de distintos gases: nitrógeno, oxígeno, argón, dióxido de carbono y
vapor de agua. Las moléculas de esos compuestos están atrapadas dentro de la
cámara de hule y al chocar con su superficie generan la presión interna.

En este punto sería bueno hacer la siguiente pregunta: ¿cuántas moléculas serán
necesarias para que todas juntas generen la presión dentro del balón? Antes de
llegar a la respuesta es necesario mencionar una relación empírica: el producto
de la presión (P) del gas por su volumen (V), es proporcional a la temperatura
(PV=NKT). La presión es la fuerza que ejerce el gas sobre la superficie de la
cámara de hule al querer salir del balón. Por otro lado, la constante de
proporcionalidad está relacionada con el número de partículas o moléculas
contenidas (N), y la constante Boltzmann (K). Esta constante sirvió de puente
para conectar el mundo macroscópico (gases) con el microscópico donde viven
las moléculas y átomos.

Con lo anterior podemos hacer algunas suposiciones y arrastrar un poco el lápiz.


Si la temperatura del balón es igual a la del medio ambiente (T=25°C) y
consideramos la presión de 111.5 pascales (presión reglamentaria según la FIFA),
resultan 1.6x1020 = 160,000000,000000,000000 moléculas. Ese número es
21,768,707,483 veces más grande que la población de todo el mundo en 2017.

Patadas, tiros y chanfles / Cienciorama 2


Entonces hay más partículas dentro del balón que todos los hinchas del mundo al
seguir la final del mundial.

Ahora ya lo saben, harán bailar a 160 trillones de moléculas con cada patada;
¿pero se han imaginado como se vería el balón en cámara lenta cuando recibe un
impacto? (ver el siguiente gif). Al recibir el golpe, el balón disminuye su volumen y
en consecuencia aumenta la presión. ¿Y por qué sucede eso? Una vez más la
relación empírica (PV=NKT) nos ayudará. Imaginen un caso hipotético donde el
balón reduzca su volumen a la mitad después de una patada. Si suponemos que
la temperatura del balón no cambia, entonces deberá aumentar la presión interna
V
( )
al doble debido a que N, K y T son constantes (2 P 2 =NKT ).

Figura 2. Compresión del balón al recibir una patada. Imagen extraída de


https://www.youtube.com/watch?v=h5dZ5Q2EmZE.

Física de la patada
Como se puede imaginar el lector, la compresión no sólo sucederá en las patadas,
también estará presente en los cabezazos o en los rebotes con el suelo. Si el
lector toma una pelota y la deja caer, observará cómo disminuye la altura del
balón en cada rebote debido a su compresión. En física a esto se le conoce como
choques inelásticos. Por otro lado los choques elásticos son aquellos donde no se
pierde energía y se conserva una cantidad muy importante, el momento o
cantidad de movimiento (p=mv).

El momento es el producto de la masa de un objeto por la velocidad con que se


mueve. Cuando hay un choque entre dos cuerpos, se debe conservar dicha
cantidad para ambos en conjunto. Por ejemplo al patear un balón, la pierna choca
con la pelota. Por simplicidad podemos suponer a la pelota en reposo, como
sucede al cobrar un penal. En esa situación la velocidad del balón es cero y por

Patadas, tiros y chanfles / Cienciorama 3


tanto su momento será nulo. Por otro lado, al inicio la pierna tendrá un momento
distinto de cero debido a su movimiento. Después del tiro, la suma del momento
final de la pelota y de la pierna será igual al momento inicial de la pierna, porque
al inicio el balón se supuso en reposo. Por lo tanto hay transferencia de momento
de la pierna al balón y como consecuencia la pierna disminuirá un poco su
velocidad y el balón aumentará la suya.

Figura 3. Fotografía tomada por Ben Weber, extraída de https://unsplash.com/

Todo lo anterior nos puede servir para saber cómo pegarle mejor a la bola. Por
ejemplo para imprimirle mayor velocidad al balón, se debe golpear con la parte
superior del empeine, especialmente en la unión de tres huesos: la tibia, el
peroné y el talus o astrágalo. Al ser más rígida esta parte del pie, la transferencia
de momento a la pelota será mayor. De hecho, existe una relación entre la
velocidad del balón y la velocidad de la patada para un buen tiro: v pelota = 1.2 vpie.
Entonces en un tiro bien cobrado la velocidad del balón será 1.2 veces mayor que
la del pie al patear.

Para obtener esa relación (vpelota = 1.2 vpie) se deben considerar la masa de la
pierna, la masa del balón y la cantidad de momento que se pierde por la
compresión del mismo. De hecho al realizar experimentos con jugadores se
encontró que un buen tiro debe tener un coeficiente mayor a uno, y en el caso
ideal es 1.2.

Antes de terminar con las patadas hay un dato más. Se hacen investigaciones
científicas para entender la técnica de los tiros en el futbol, y al realizar pruebas
con jugadores se encontró lo siguiente, cuando el jugador se aproxima con un
ángulo de 45° a la pelota para realizar un tiro, le imprime la mayor velocidad
posible. Si quieres saber cuál es el ángulo de 45° en tu próximo tiro penal, camina
tres pasos en dirección contraria a la portería y luego tres pasos hacia la derecha
o la izquierda, dependiendo de si tiras con la pierna zurda o con la diestra.

Patadas, tiros y chanfles / Cienciorama 4


El balón engañoso
Ya hablamos un poco de los tiros y se dieron algunos tips para pegarle mejor a la
pelota pero falta lo más interesante. Cómo lograr el chanfle en un tiro para
engañar al portero y meter un gol como los de Roberto Carlos.

Podemos ver por TV los mismos goles con efecto una y otra vez sin parar de
asombrarnos. Esos goles ya pasaron a la historia y nos dejan con la boca abierta
en el momento justo de su ejecución. Probablemente la explicación física de este
fenómeno los dejará igual de asombrados por su sencillez y por la forma en que
se estudian los balones con la dinámica de fluidos, rama de la física utilizada para
entender el movimiento del aire, el agua y casi todo lo que fluya.

Con lo anterior el lector ya sospechará que el aire estará relacionado con todo
esto, y en efecto es así. Antes de entrar a lo barrido, al lector se le sugiere hacer
algo simple: mover el brazo de un lado a otro. Seguro sentirá el aire en la mano
mientras la mueve. Entonces es lógico imaginar cómo el aire rodea la pelota al
desplazarse después de un tiro. Mientras vuela por la cancha, la pelota atraviesa
el aire y dependiendo de cómo lo haga viajará en línea recta o con chanfle.

Por fin el gran secreto: para meter un golazo en tiro libre o un gol olímpico al
cobrar un saque de esquina, se debe lograr que el balón gire mientras viaja hacia
adelante (ver el video: https://www.youtube.com/watch?v=4uWojJQZ78U). Este
efecto lo describió Magnus en 1853, un químico y físico alemán que investigó
entre otras cosas la dinámica de gases como el aire. En honor a él a este
fenómeno físico se le llamó efecto Magnus.

Figura 4. Efecto Magnus. En la figura se muestra en forma esquemática un balón que viaja de
derecha a izquierda. El balón gira en sentido de las manecillas del reloj, y debido a esto tiene
lugar el efecto Magnus, que consiste en la presencia de una fuerza (fuerza de Magnus, FM). Por la
presencia de esta fuerza, el balón se mueve en la dirección de FM. Por esta razón vemos cómo se
curva la trayectoria de la pelota mientras avanza. En la figura también se muestra la fuerza de
arrastre (FD) o fricción del aire.

Sin embargo se mueve


Si el balón se mueve en trayectoria curva es por la presencia de alguna fuerza, y
no por la mano de dios. La fuerza de Magnus es la que hace enloquecer al balón

Patadas, tiros y chanfles / Cienciorama 5


para engañar al portero con la intención de meterlo en la portería. Existe una
explicación a este fuerza misteriosa: todo se reduce a una diferencia de presión
entre dos regiones del balón (A y B en la figura 4).

La fuerza de Magnus se dirige de la región de menor (B) a la de mayor (A)


presión, y de esta forma podemos observar esos golazos. Sólo falta algo, ¿a qué
se debe esa diferencia de presiones? En la región B el aire circula menos rápido
que en la A. Gracias a otro físico (Daniel Bernoulli) del siglo XVIII, hoy sabemos
que la presión aumenta cuando la velocidad de un fluido como el aire disminuye y
viceversa.

Ahondando un poco más, la rotación del balón provoca que el aire gire alrededor
de la pelota en la misma dirección de las vueltas. También debemos considerar
algo más, como al mismo tiempo el balón avanza, hay otro flujo de aire en
dirección contraria al desplazamiento del esférico (ver figura 4). Entonces se
superponen ambas corrientes, una a causa del avance y otra de la rotación. De
esta forma la velocidad del aire en la región B será menor por estar contrapuestas
las corrientes, y por otro lado en la región A la velocidad del aire será mayor.

Al lector que quiera jugar un poco con el efecto Magnus le recomiendo hacer el
sencillo experimento del video titulado “Magnus Effect Demonstrator“
(https://www.youtube.com/watch?v=Bsibe4OV0no). Sólo se necesitan dos vasos
de cartón, cinta adhesiva, tres ligas y seguir las instrucciones para construir un
chanflizador casero.

Después de jugar un rato con el efecto Magnus quedará más clara la física del
balón engañoso. Con esto ya casi queda listo el rompecabezas pero hay una
última cosa para irnos a descansar. Si lo meditamos un poco debería suceder que
entre más rápido gire el balón mayor será el efecto que lleve la pelota, y así
sucede. Pero también aumentará el chanfle si el balón viaja a mayor velocidad. Es
decir, cuando se tira un cañonazo es más fácil darle efecto a la pelota.

Lo anterior puede verse en la figura 5, donde se muestran los resultados de unas


pruebas donde lanzaron pelotas con diferentes velocidades de giro y de
desplazamiento. Ahí se puede observar que entre más rote una pelota, más se
desviará respecto a un tiro recto sin efecto, y de igual modo si la bola viaja más
rápido curvará más su trayectoria.

Seguramente se preguntará el lector ¿cómo se debe pegar a la bola para curvar


más su viaje? Recordemos que hay dos factores importantes: la velocidad de la
pelota y los giros que da. Lo primero se logra tirando cañonazos, y lo segundo, se
puede lograr al conectar el balón de tres dedos, es decir, patear con la parte
exterior del empeine del pie.

Patadas, tiros y chanfles / Cienciorama 6


Figura 5. Gráfica que muestra la desviación de una pelota para distintas velocidades de giro y de
desplazamiento. En la gráfica se logra apreciar que entre más rápido gire la pelota (30
revoluciones/s) más efecto se apreciará. De igual forma se logra ver que entre mayor sea la
velocidad de desplazamiento (46 m/s), la desviación aumentará.

El balón entra al túnel


Actualmente se hacen bastantes investigaciones para saber cómo se comportará
el balón de futbol cuando los futbolistas tiran. Para lograrlo los físicos e ingenieros
utilizan túneles de viento. Como su nombre lo dice es un túnel por el que circula
aire y un poco de humo para ver cómo el fluido rodea a los objetos. Cuando se
mete un balón a estos túneles se puede estudiar la fricción ocasionada por el aire,
las fuerzas como la de Magnus y también el comportamiento de las superficies
dentro de los fluidos.

En un estudio hecho en Japón en 2014 encontraron que las fuerzas aerodinámicas


sobre el balón varían de forma significativa dependiendo del número de gajos que
tenga el balón y también de la forma y orientación de los mismos. Esto quiere
decir que para un mismo balón se lograrán diferentes efectos según se coloque

Patadas, tiros y chanfles / Cienciorama 7


éste en el pasto. Entonces para obtener tiros precisos sería bueno que los
futbolistas probaran distintas colocaciones del balón en el césped para lograr
siempre la misma orientación de los paneles de la pelota, tomaran nota sobre la
mejor colocación, y así practicar con ella miles de veces para tirar a portería con
bisturí.

Figura 6. Una esfera giratoria dentro de un túnel de viento. Al hacer girar la esfera se observa
como se perturban las líneas de viento. En este caso el balón gira en sentido de las manecillas del
reloj y el viento viaja de derecha a izquierda.

La FIFA tiene varias regulaciones para determinar la calidad de los balones; pero
en el vídeo titulado “The FIFA Quality Programme for Footballs in a nutshell” de su
portal de internet no mencionan específicamente el número de paneles, ni la
forma de los mismos. Sin duda las investigaciones científicas que se realizan
podrán ayudar a mejorar los balones y los reglamentos de la FIFA para mejorar
este deporte.

Referencias:

Peters, M, Computational fluid dynamics for sport simulation., Springer, Germany, 2009.

Reilly, T. y Williams, A. M. (eds.), Science and soccer, Routledge, Liverpool, 2003.

Lees, A. , Asai, T. , Andersen, T. B. , Nunome, H. and Sterzing, T.(2010) “The biomechanics of


kicking in soccer: A review”', Journal of Sports Sciences, 28: 8, 805 — 817. https://bit.ly/2txrvG5

Hong, S., Sakamoto, K., Washida, Y., Nakayama, M., y Asai, T. (2014). “The influence of panel
orientation on the aerodynamics of soccer balls”. Procedia Engineering, 72, 786-791.

Mehta, R. D. (1985). “Aerodynamics of sports balls”, Annual Review of Fluid Mechanics, 17(1), 151-
189.

Patadas, tiros y chanfles / Cienciorama 8

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