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DIEGO RIVERA: LAS TRADICIONES NAVIDEÑAS Y LA INTEGRACIÓN SOCIAL DEL PUEBLO INDIO A

TRAVÉS DE SU PINTURA / DIEGO RIVERA: Christmas traditions and the social integration of the
Indian people through their Painting
Juana Gómez Pérez
Universidad de Extremadura
gomezperez@unex.es

Resumen:
El presente estudio se enmarca dentro de una de las líneas de investigación del grupo
MUSAEXI de la Universidad de Extremadura dirigida a investigar el patrimonio cultural compartido
iberoamericano. Al estudiar la obra de Diego Rivera, en concreto las referidas a las tradiciones
navideñas observamos con claridad este patrimonio común. En estas dos representaciones
aparece reflejado el sentimiento alegre del pueblo Mexicano dentro de su diversidad cultural.
Son obras realizadas en la madurez del pintor y en las que, a nivel formal, da buena muestra de su
maestría en el manejo del espacio, el color y la composición.
En cuanto al contenido, lo expone con un lenguaje expositivo y didáctico dirigido al
pueblo que representa. Con una mezcla de alegoría y folklore, queda patente su gusto por lo
mexicano y su afán por integrar al indio en la sociedad a través de su pintura. Con la recurrente
utilización de símbolos como la luna, el espejo de agua o la lluvia, Rivera nos muestra, de una
manera sutil, las aportaciones que ha hecho el pueblo indígena a la cultura mexicana, en
concreto, su respeto a la naturaleza.

Palabras clave: Diego Rivera, niños, pidiendo, posada, piñata

Abstract:
This study is part of a research lines MUSAEXI group at the University of Extremadura
aimed at investigating Latin American shared cultural heritage. By studying the work of Diego
Rivera, in particular those relating to the Christmas traditions clearly observe this common
heritage. In these two representations is reflected the joyous feeling of the Mexican people in
their cultural diversity. They are works in the maturity of the painter and in which, at a formal
level, is a good example of his mastery in the handling of space, color and composition.
Juana Gómez Pérez. Diego Rivera: Las tradiciones navideñas y la integración social del pueblo indio a través de su
pintura. Arte, educación y cultura. Aportaciones desde la periferia. COLBAA: Jaén, 2012.

In terms of content, puts it in language and educational exhibition aimed at the people he
represents. With a mixture of allegory and folklore, it is clear his taste for Mexican and Indian
desire to integrate into society through his paintings. With the recurring use of symbols like the
moon, the mirror of water or rain. Rivera shows us, in a subtle way, the contributions made by the
indigenous Mexican culture, in particular, respect for nature.

Keywords: Diego Rivera, children, asking, inn, piñata

Desarrollo
Diego Rivera nace en Guanajuato (cuna de la civilización azteca) el 8 de diciembre de 1886
y muere en Ciudad de México el 24 de noviembre de 1957. De padre liberal y madre católica,
ambos maestros de escuela, desde muy temprana edad da muestras de sus dotes para la pintura.
Recibe una sólida formación artística, primero en la academia de San Carlos en México y
posteriormente en la Academia de San Fernando en Madrid. Completa su formación en Paris e
Italia.
Dentro del movimiento de pintura mural de la Revolución Mejicana, Diego Rivera es el
pintor más conocido, debido al estilo personal que infunde a su obra.
En 1954, un Diego Rivera anciano de 68 años, recibe el encargo de pintar dos grandes
cuadros con el tema de las tradiciones navideñas. En poco más de tres meses pinta las dos obras:
“Pedir Posada” y “La Piñata”. A pesar de que estas obras no están consideradas entre las más
importantes del pintor, conservan las constantes temáticas que siempre le interesaron:
- Maestría en el manejo del color y en la composición.
- Vocación por la narración expositiva y didáctica.
- Mezcla de alegoría y folklore.
- Gusto por lo mexicano.
- Muestra un indio integrado en la sociedad actual.
- Reflejo y representación del mestizaje, advirtiéndonos de la riqueza del mismo.
- Muestra de la aportación del mundo indígena a la cultura mexicana.
- Representación del culto a la naturaleza inspirado en el arte precolombino.
Nos muestra un arte original. En palabras de Marco Rosci: “el artista de la revolución
popular que se sumerge en el pueblo, en la tierra, en las tradiciones originales y en los mitos de
aquel pueblo y de aquellas tierras.”
Las posadas son unas representaciones cantadas en las cuales se rememora el viaje de
José y María desde Galilea hasta Belén. Comienzan el día 16 de diciembre y terminan el 24 con
una gran piñata para celebrar el nacimiento de Jesús.
Sus orígenes se encuentran en las fábulas pastoriles o villancicos escenificados italianos
que fueron llevadas a México por los misioneros españoles en el siglo XVI con el fin de
evangelizar a los indígenas. Para conseguirlo incorporaron elementos de las alegres y coloristas
fiestas que hacían los indios para honrar a la naturaleza y para celebrar la llegada de la lluvia (en la
cultura agrícola del maíz la llegada de la lluvia era un don de la naturaleza). Así, transformaron las
fiestas aztecas en fiestas cristianas.
Para hacerlas más atractivas y amenas se les agregaron luces de bengala, cohetes y
villancicos. Posteriormente la piñata. Es indudable el valor terapéutico de estas representaciones
ya que contribuyen a evitar el malestar que producen en las personas las largas y frías noches de
invierno.
Rivera emplea una vez más el tipo de composición lateral derecha que da a la obra
fuerte contenido narrativo, expositivo y didáctico.
La escena nocturna sigue el esquema acostumbrado en Rivera, la disposición de la
escena en dos planos.
En el plano superior un paisaje alegórico con una alberca, en la que se refleja la luna
llena, alude al mundo sagrado de la civilización azteca, en concreto a las fiestas de invierno para
propiciar la lluvia.
En la parte inferior, dos filas de indios y mestizos (llamados peregrinos) portando
bengalas acompañan a cuatro niños que llevan en andas a la Virgen, a San José y al borriquito.
Como siempre, en las composiciones en las que el pueblo es el protagonista, la base del fresco
coincide con la concepción marxista de la “base” como fuerza impulsora de toda sociedad. Como
nos comenta Luís-Martín Lozano, “a Rivera, no sólo le interesó el indio muerto sino más bien el
indígena vivo requemado por el sol, deseando Rivera incorporarlo a la sociedad mexicana
moderna a través de su pintura y sus murales”. Nos muestra unos indios orgullosos, serenos,
alegres e integrados en la sociedad. . En las ropas, aunque prendas sencillas, no se aprecia,

APORTACIONES DESDE LA PERIFERIA


Juana Gómez Pérez. Diego Rivera: Las tradiciones navideñas y la integración social del pueblo indio a través de su
pintura. Arte, educación y cultura. Aportaciones desde la periferia. COLBAA: Jaén, 2012.

suciedad, parches ni roturas. Son ropas nuevas, reservadas para ocasiones especiales, como por
ejemplo para acudir a la iglesia los domingos o para actos ceremoniales.
Sus trajes son los de los campesinos y rancheros de mediados del siglo pasado, que
vestían la inconfundible camisa y calzón blancos de manta. La vestimenta masculina, a diferencia
de la femenina, se conservaba más dentro de la comodidad y de la actividad laboral. En cuanto al
calzado, algunos van descalzos como los habitantes del México prehispánico; Otros llevan unas
sandalias de cuero, calzado vinculado a la vida del campo y a frailes de algunas órdenes religiosas.
Como prenda de invierno sobre todo llevan el poncho, también de origen precortesiano. El
poncho, de vivos colores, aparece decorados con rayas y grecas mayas. Para cubrirse la cabeza, el
sombrero de yute que llevan en la mano como señal de respeto.
En cuanto a la indumentaria femenina, las mujeres del pueblo dedicadas al trabajo
(vendedoras, planchadoras o lavanderas) llevan vestido recto, al gusto de la moda internacional
del momento, son prendas cómodas, de largo recortado y sin vuelo. Otras lucen el tradicional
conjunto de dos piezas formado por blusa y enagua. Como prenda de invierno sobre todo llevan
el tradicional rebozo que puede ser usada como bufanda o a manera de chal. Las mujeres a
menudo los usan para cargar a sus hijos y llevar productos al mercado. También los utilizan para
cubrir su cabeza y parcialmente el rostro como signo de recato y respeto. El rebozo es un
producto derivado del mestizaje producido por la conquista española pero la palabra rebozo no
aparece en la lengua hispana sino hasta el año 1562. El rebozo ha sido ensalzado en las artes, ha
sido objeto de canciones y poemas. Dada su naturaleza folklórica, es usado a menudo como parte
del traje típico de los bailes mexicanos tradicionales. En cuanto al tocado recogen su larga y lacia
melena negra en dos trenzas que decoran con cintas.
La Piñata es un juego infantil con una gran tradición en México para celebrar los
cumpleaños. Esta fiesta nos conecta con otras culturas desde hace más de 700 años. Los chinos
las solían hacer para celebrar el año nuevo; Marco Polo, en el siglo XIII, la trae a Italia y desde allí
pasa al resto del continente. En el siglo XVI cruza el Atlántico.
Una lluvia de dulces siempre nos hará recordar ilusiones de infancia.
La piñata mejicana es una gran esfera de la que salen siete picos. Los elementos
principales del ritual colonial son cinco: la figura, la venda (que cubre completamente los ojos), el
objeto para romperla, el conjunto de personas que guían la acción y, finalmente, la lluvia de
dulces. Catalina Macías nos aclara su significado: “La esfera en sí representaba las tentaciones y
los males del mundo, y los siete triángulos eran la alusión directa a los siete pecados capitales. El
cubrimiento de los ojos representaba la fe ciega en la Iglesia y en la ayuda de Dios, la cual estaba
representada por el objeto usado para destruir todas aquellas cosas malas. El conjunto de
personas que solían ayudar a quien tenía los ojos vendados eran la representación que hacía
alusión a esa colaboración incondicional que se debía encontrar en la sociedad para vencer los
vicios mundanos. Finalmente, obtener aquellos dulces simbolizaba recibir dones de Dios”.
En La Piñata, Diego Rivera nuevamente da buena muestra de su maestría en el manejo
del color y la composición. A pesar de que la acción se desarrolla de noche, el color ilumina la
escena.
La composición sigue un esquema piramidal en el que la piñata es la figura principal. En
el centro, la lluvia de dulces; Los niños y niñas son situados en la base, en primer plano. Emplea
una perspectiva curvilínea, centrífuga, que el artista domina, imprimiendo así un carácter
envolvente y dinámico a la obra.
Llama la atención la ternura con la que pinta a los niños y niñas a través de un lenguaje
casi naif. Rivera los representa con su ropa nueva, limpia e impecable; Sus caras con la tez
morena, el cabello lacio negro y sus blancos dientes que enseñan con franca y sencilla sonrisa. Las
pequeñas manos aparecen dotadas de una gran fuerza.
Rivera emplea, una vez más, el lenguaje alegórico para referirse a las tradiciones
ancestrales del pueblo, expresado nuevamente a través de una luna llena en forma de blanca y
redonda piñata de la que emana una lluvia desbordarte de dulces. En palabras de Catalina Macías
“la lluvia de dulces puede ser la conexión más directa entre la ingenuidad de una ilusión infantil y
la historia del compartir histórico cultural”.
Para concluir en estas dos representaciones de las fiestas navideñas mexicanas, Diego
Rivera, refleja el sentimiento alegre del pueblo Mexicano dentro de su diversidad cultural. Son
obras realizadas en la madurez del pintor y en las que, a nivel formal, da buena muestra de su
maestría en el manejo del espacio, el color y la composición. En cuanto al contenido, lo expone
con un lenguaje expositivo y didáctico dirigido al pueblo que representa. Con una mezcla de
alegoría y folklore, queda patente su gusto por lo mexicano y su afán por integrar al indio en la
sociedad a través de su pintura. Con la recurrente utilización de símbolos como la luna, el espejo
de agua o la lluvia, Rivera nos muestra, de una manera sutil, las aportaciones que ha hecho el
pueblo indígena a la cultura mexicana, en concreto, su respeto a la naturaleza.

APORTACIONES DESDE LA PERIFERIA


Juana Gómez Pérez. Diego Rivera: Las tradiciones navideñas y la integración social del pueblo indio a través de su
pintura. Arte, educación y cultura. Aportaciones desde la periferia. COLBAA: Jaén, 2012.

Referencias bibliográficas
Lozano, L.M. (2006) En torno a Diego Rivera y algunas obras en la colección del Museo Dolores
Olmedo, Catálogo de la exposición Diego Rivera. A Coruña: Fundación Caixa Galicia.
Macías, C. (2011) La travesía de la piñata: Una historia que viaja. Recuperado: 19 septiembre
2011, desde http://www.revistatentempie.com
Rosci, M. (2006) Los murales de Rivera en México, Cupsa.

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