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diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud

Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales,


Humanidades y ciencias de la Salud

Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│ Junio│2011│ ISSN: 1852-8481│

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Universidad Nacional de San Luis

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Secretaría de Relaciones Interinstitucionales Dr. Fernando Bulnes
Secretaría de Posgrado
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Secretaría de Ciencia y Tecnología Lic. Alberto Trossero
Secretaría de Planeamiento

Facultad de Ciencias Humanas

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Decana Secretaría de Extensión

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Secretaría General Secretaría Académica

Mgter. Silvia Gioia Esp. Jose Luis Martínez


Secretaría de Ciencia y Técnica Secretaría Administrativa

diáLogos - Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas


│Vol. 2│Nro.2││Junio│2011│
URL: www.dialogos.unsl.edu.ar
e-mail: dialogos@unsl.edu.ar

Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 1


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Mauro E. Mañas
Universidad Nacional de San Luis
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San Luis – Argentina - CP.5700 Universidad Nacional de San Luis
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Universidad Nacional de San Luis
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San Luis – Argentina - CP.5700
Tel. 02652 – 15654133 Universidad de Buenos Aires

Fernando Ariel Mallea Isaac Prileltensky


Universidad Nacional de San Luis Universidad de Miami
Italia 1665 – Ciudad
San Luis – Argentina - CP.5700
Tel. 02652 – 15400789

Comité Científico

Hugo Klappenbach Enrique Saforcada


Universidad Nacional de San Luis Universidad de Buenos Aires

Martha María Pereyra González Etiony Aldarondo


Universidad Nacional de San Luis University of Miami

Andrea Ferrero Isaac Prilleltensky


Universidad Nacional de San Luis University of Miami

Ramón Sanz Ferramola Maritza Montero


Universidad Nacional de San Luis Universidad Central de Venezuela

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Universidad Nacional de San Luis Universidad Nacional de Colombia

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Universidad Nacional de San Luis Universidad de Puerto Rico

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Universidad Nacional de San Luis Universidad René Descarte -Paris V-

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Universidad Nacional de San Luis Universidad de Puerto Rico

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Editorial 5

A Propósito De La Ley Nacional De Salud Mental: Nuevos Escenarios Y Desafíos Para La Formación De
Psicólogos
Martin De Lellis 7

Arquetipos Determinantes Del Espíritu De Nuestra Época Y Su Relación Con Las Adicciones
Rafael P. Díaz Guiñazú 25

Arquetipo De La Sombra Y Su Influencia En Las Adicciones


Rafael P. Díaz Guiñazú 33

El Problema De Marco Y La Representación Del Conocimiento


Silenzi María Inés 43

La Psicología En Los Inicios De La Facultad De Ciencias Médicas, Mendoza- Argentina (1950-1956).


Corina Calabresi 51

Organización Y Participación En La Tercera Edad. Una Propuesta De Intervención Comunitaria Con Y Para El
Centro Del Adulto Mayor “Esperanza Andina” De La Comuna De Peñalolén En Santiago De Chile.
Johanna Sachschal, Carolina Giaconi Moris, Constanza Biscarra Mc-Nauton, Deborah Roco Quiroz, Rodrigo
Mardones Carrasco, Israel Robles Sandoval 61

Psicología Comunitaria En El Río De La Plata: Algunos Aportes Conceptuales Y Prácticos Desde El Conductismo
Fernando Andrés Polanco 83

Relaciones De Género Y Poder. Una Perspectiva De Equidad.


Andrey Velásquez Fernández, Yuranny Helena Rojas Garzón 93

Investigación Académica En El Mercosur. La Mirada De Uruguay: Entrevista A Susana Rudolf


Marcelo Muñoz, Fernando Mallea 99

Comentario De Libro: Rodolfo Walsh. La Palabra Y La Acción


Marcelo Muñoz 107

Comentario de libro: “Análisis de contenido” y “Metodología de análisis de contenido: teoría y práctica”


Fernando Polanco 117

Normas De Publicación 121

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Editorial
Nos enorgullece poner en consideración el cuarto número. Para este volumen contamos con 8
artículos muy variados entre sí. Demás está decir que cada uno de los artículos tienen aspectos muy
valorables a tener y por eso la razón de su publicación.
Desde el campo de la salud mental, tenemos el honor de presentar el trasfondo de la discusión de
la nueva Ley de Salud Mental, artículo realizado por invitación de los editores al Prof. Martín de
Lellis. Quien ha trabajado con mucha intensidad, para que esta ley tuviera el cuerpo político e
ideológico y que fuera aprobada por ambas cámaras del Congreso de la Nación Argentina.
Es una ley que realmente modifica radicalmente las estructuras en la que descansaba la salud
mental en este país. Transforma entre otros aspectos, las consideraciones en torno al derecho de
los pacientes. Focaliza que toda práctica en salud mental debe está guiado por los Derechos
Humanos etc….
Es un artículo que nos permitirá discutir muchos de estos aspectos de la ley que aún se desconoce,
y que además aún no son incorporados a la formación de los psicólogos como uno de los aspectos
centrales en las transformaciones de los planes de estudios. Este excelente trabajo le da valor
teórico a la ley. Aspecto imprescindible para su conocimiento.
El resto de los artículos son provenientes de diferentes campos. Así, nos encontramos con artículos
del campo de la salud mental, estudios de género, psicología comunitaria e historia de la psicología.
Sin entrar en demasiados detalles sobre el resto de los interesantes artículos que en este número
se publican, esperando que sean del agrado de lectores y que les sirva como materiales de estudio
y reflexión.
Asimismo en este número, contamos con la entrevista está realizada la Mag. Susana Rudolf. Ella es
una reconocida profesora uruguaya, con una larga trayectoria en investigación en el campo de la
salud y de la psicología comunitaria.
Para nosotros es un enorme orgullo tenerla entre las entrevistadas por el valor mismo de los
conceptos vertidos en la entrevista y por su calidez humana y disposición. Por su entrevista
podemos percibir de manera compleja como está la situación de la salud en general en Uruguay y la
psicología en particular. Hace mención en esta entrevista, su posibilidad histórica que tuvo de
conocer a unos de valiosos psicólogos latinoamericanos como fue Juan Carlos Carrasco. Arduo
promotor y teorizador de lo que el llamó “Psicología crítica alternativa”.
Queremos agradecer al Lic. Alvaro Paracelsus Sepulveda, compañero editor de la Universidad de
Arcis, quien nos ayudo en esté ultimo número en la difusión por el valiosísimo sitio generado por él.
Este sitio (http://ontogenia.cl/novo/index.php) es un portal para los estudiantes y profesionales
provenientes del campo psi.
Asimismo queremos como siempre agradecer a algunos docentes que son de importante respaldo
para que esta Revista tome fuerza, adquiera esos valores necesarios para su mayor visibilidad.
Para los editores de esta Revista es un gusto poder proponerles este cuarto número, realizado con
mucho esfuerzo, tratando de sortear todos los problemas que van surgiendo al mantener una
publicación de estas características. Esperemos que disfruten de su lectura y aprovechamos la
ocasión para invitarlos a participar en próximos números.

Los editores

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Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 7-24

A PROPOSITO DE LA LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL: NUEVOS ESCENARIOS Y DESAFIOS PARA


LA FORMACION DE PSICOLOGOS

Autor: Martin De Lellis


Email: delellis@fibertel.com.ar

RESUMEN:
La promulgación de la Ley Nacional de Salud Mental se inscribe en un proceso de recientes
transformaciones políticas e innovaciones legislativas que impactan sobre el campo de la salud
mental. Situado en dicho contexto, el análisis del contenido de la ley permite distinguir un conjunto
de desafíos fundamentales que en el presente trabajo se RESUMEN en: a) Integrar la política de
adicciones y salud mental en el marco de las políticas generales de salud; b) Asegurar la vigencia de
los derechos de las personas con trastornos mentales; c) Fortalecer la investigación epidemiológica
como un insumo crítico para la toma de decisiones; d) Transformación del modelo de atención. El
nuevo escenario planteado a partir de la sanción de la ley se constituye además en una oportunidad
inédita para revisar las concepciones y prácticas que orientan la formación de los recursos humanos
en el campo de la Salud Mental. Para tal fin, en el presente trabajo se analizan aspectos tales como
la cantidad y distribución de psicólogos en Argentina, las tendencias hegemónicas en la formación y
la relevancia de incorporar el actual marco de referencia normativo como contenido curricular,
tanto al nivel de grado como de posgrado. Finalmente, se exponen algunas experiencias
pedagógicas que ilustran la importancia de promover prácticas pre-profesionales situadas que
constituyan nuevos escenarios de aprendizaje, en el cual puedan visualizarse y ejercerse
competentemente roles indispensables para el futuro quehacer profesional.
ABSTRACT
The enactment of the National Mental Health Act is part of a process of recent political and
legislative innovations that impact on the mental health field. Set in that context, content analysis
of the law to distinguish a set of fundamental challenges in this work are summarized in: a)
Integrate the policy of addictions and mental health within general health policies, b) ensure the
observance of the rights of persons with mental disorders, c) Strengthening of epidemiological
research as a critical input to decision making, d) Transformation of the model of care. The new
situation arisen from the enactment of the law also constitutes an unprecedented opportunity to
review the concepts and practices that guide the training of human resources in the field of Mental
Health. To that end, this paper discusses issues such as the amount and distribution of
psychologists in Argentina, the hegemonic tendencies in the formation and importance of
incorporating the current regulatory framework as syllabus, both at undergraduate and graduate.
Finally, we present some pedagogical experiences that illustrate the importance of promoting pre-
professional training which are located new learning scenarios, which can be displayed and
exercised competently essential roles for the future professional work.

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1. EL NUEVO ESCENARIO: PROMULGACION DE LA LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL


Durante la última década se han producido algunos hitos relevantes en el campo de las políticas
públicas de salud mental y adicciones en la República Argentina.
Por un lado, la sanción de la Ley de Asistencia Primaria en Salud Mental Nª 25421 (vetada a través
del decreto 465/01 en virtud de la restricción presupuestaria impuesta a los gastos del Estado
Nacional), el cual obliga a las instituciones prestadoras de salud públicas y privadas a brindar
asistencia primaria de salud mental a la población bajo su
responsabilidad, garantizando la supervisión y continuidad de las acciones y programas.
Más recientemente se produce un nuevo hito de significación: la reglamentación en el año 2008 de
la Ley 24.788 de prevención del uso nocivo de alcohol, y la Resolución Nº 1179/10 que crea el
Programa destinado a dar efectiva respuesta a uno de los problemas endémicos en Argentina
mediante una estrategia que combina acciones regulatorias sobre la publicidad, control de los
niveles de alcoholemia en conductores de tránsito, estrategias de promoción de la salud orientada
a grupos escolarizados y fortalecimiento de la red sanitaria preventiva y asistencial que permita
actuar sobre este relevante problema sanitario.
En tercer término, el Decreto Nº 457/2010 que crea por decisión presidencial la Dirección Nacional
de Salud Mental y Adicciones (DNSMyA), hecho sin precedentes en la historia de nuestro país. La
relevancia de tal decisión puede dimensionarse si nos atenemos a la asignación presupuestaria
adjudicada y por la adhesión manifestada por los referentes provinciales a las iniciativas
programáticas que se han puesto en marcha en el nivel central, tales como: a) Subprograma de
atención primaria en salud mental que da cumplimiento a la Ley de asistencia primaria en salud
mental, b) Subprograma de trastornos mentales severos; c) Subprograma de justicia, salud y
derechos humanos; d) Constitución de un sistema de vigilancia epidemiológica en salud mental; e)
Desarrollo de iniciativas en promoción de la salud y prevención de problemáticas psicosociales
emergentes; f) Desarrollo de acciones de regulación y fiscalización a establecimientos públicos y
privados de salud mental.
Cabe consignar también la sanción de la Ley 26529 que regula los derechos del paciente en su
relación con los profesionales e instituciones de la salud, que si bien plantea un tratamiento
genérico del problema impacta directamente sobre la situación de las personas con padecimientos
mentales, pues establece entre otros aspectos el derecho al trato digno y respetuoso, así como la
garantía de la intimidad, la confidencialidad, la autonomía de la voluntad y el acceso a la
información sanitaria y la interconsulta médica en caso de ser ello necesario .
Otro hito lo constituye la participación de representantes de nuestro país en Octubre de 2010 en la
firma del Consenso de Panamá, el cual significó una oportunidad de ratificar en el plano
internacional las líneas de trabajo que ya habían sido enunciadas en la Declaración de Caracas y en
los principios rectores de Brasilia, reforzando aspectos tales como la importancia del enfoque de
derechos y la necesidad de trabajar resueltamente en torno a la meta de un continente libre de
manicomios para la siguiente década.
Finalmente, debemos señalar la importancia que ha tenido recientemente la promulgación de la
Ley Nacional de Salud Mental Nº 26657.
Esta herramienta normativa, basada en los estándares de derechos humanos vigentes en la
materia, contribuye a la constitución de una agenda específica en Salud Mental, fortalece el rol del
Estado nacional y se inscribe como una herramienta poderosa para emprender las reformas que
son absolutamente prioritarias, y que sintéticamente se condensan en: a) Integración de la política

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de adicciones en el marco de la política de salud mental; b) Vigencia de derechos en las personas


con trastornos mentales, propiciando una más intensa articulación entre los organismos sanitarios
y judiciales, c) Transformación del modelo de atención, que incluye el cierre progresivo de los
manicomios y la habilitación de dispositivos asistenciales de base comunitaria sustitutivos del
régimen asilar; d) Aplicación del enfoque epidemiológico como un insumo crítico para la toma de
decisiones; e) Capacitación de los recursos humanos en el campo de la salud mental, desplazando el
eje profesional desde el modelo restrictivo al modelo social expansivo.
En tanto resulta una herramienta de política pública, obliga a los actores que forman parte del
campo de la salud mental a sentar posición en referencia a lo que se propone legislar y a la
armonización de las normas preexistentes o por dictar que puedan adecuarse al “espíritu” y no sólo
a la letra de lo que la ley señala.
Aquí aparece con toda claridad el problema de la implementación de las normas, y de los conflictos
que deben atravesar las leyes (esta o cualquier otra) que, análogamente a la presente, se
propongan transformaciones que impactan en los actores posicionados en un determinado campo
social. Como bien señala Lorenzetti (2009), puede suceder que aquellas normas que descansan en
la formulación de objetivos valorativos, avanzan en la exposición y caracterización del problema
pero no en su resolución. En tal sentido, cuando se trata de decidir acerca de cómo asignar los
medios para poner en práctica la ley o cómo persuadir u obtener el apoyo de quienes resisten el
cambio es necesario gestionar o atravesar un proceso de conflicto en la arena política que se
resuelve por vías harto complejas, y donde resulta fundamental el análisis de las distintas cuotas de
poder de que disponen los actores sociales.
En este caso particular, la ley ha desencadenado un proceso de discusiones, enfrentamientos y/o
conflictos que obligan a repensar la participación de los distintos actores que pugnan por la
consecución de sus intereses sectoriales en el campo de la salud mental; estos llevan adelante
transformaciones a partir de lo que allí está normado, o bien intentan resistir cualquier
modificación al statu quo ya sea no cumpliéndola, trabando su reglamentación, o forzando la
interpretación de su contenido de acuerdo a sus propios intereses.
2. DESAFIOS AL QUEHACER PROFESIONAL
Veremos con mayor detalle el desarrollo de cada uno de los desafíos anteriormente señalados en
relación a la aplicación de la ley nacional de salud mental:
2.1. Integrar la política de adicciones y salud mental en el marco de las políticas generales de
salud
En su artículo 4º, la ley señala expresamente que “las adicciones deben ser abordadas como parte
integrante de las políticas de salud mental. Las personas con uso problemático de drogas legales e
ilegales tienen todos los derechos y garantías que se establecen en la presente ley en su relación con
los servicios de salud”.
No obstante, para analizar la importancia de esta cuestión y una somera referencia en torno a la
viabilidad de las acciones a encarar debemos hacer una breve referencia a la historia reciente de las
políticas públicas en adicciones en la República Argentina.
La temática de las adicciones se instala como cuestión social en la agenda pública hacia mediados
de los años 70, y atraviesa toda la década de los años 80. Las instituciones que se crearon por esta
fecha reprodujeron la concepción punitiva que resultaba hegemónica en el plano internacional,
vinculando el problema a lo que se consideraba por entonces el control y represión del tráfico ilícito

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de sustancias, opacando así la relevancia sanitaria que ya manifestaban los indicadores


epidemiológicos respecto a la mayor incidencia del consumo, especialmente en los sectores
juveniles.

Esta perspectiva criminológica presentaba también connotaciones geopolíticas, ya que el problema


de las adicciones se asoció a la política de seguridad continental liderada por Estados Unidos y a la
persecución de sujetos individuales o colectivos que, más allá de las fronteras nacionales, se
hallaban potencialmente vinculadas al negocio del narcotráfico.
Al centrarse sobre el consumo de drogas ilegales otros problemas epidemiológicos relacionados
con el uso nocivo de sustancias legales pasaron a ser naturalizados. Un ejemplo de esto lo
constituye el consumo excesivo de alcohol que, a la luz de las evidencias epidemiológicas resaltaba
aún como uno de los factores más gravitantes en la morbilidad y mortalidad de la población
general. No está de más señalar que, a su vez, otras cuestiones que ya se insinuaban como
importantes en términos de su prevalencia general (por ej: adicción al tabaco o al juego) apenas
movilizaban la preocupación colectiva porque no eran consideradas siquiera como problemas de
salud pública.
Durante la década de los ´80 en ciertas jurisdicciones de nuestro país (por ej: Provincia de Buenos
Aires) y con el objetivo de ofrecer una respuesta a la problemática de la adicción al consumo de
sustancias psicoactivas se concreta institucionalmente la creación de la Secretaría de Prevención y
Asistencia de las Adicciones y se decide una importante inversión de recursos asignada a la
instalación de más de un centenar de centros primarios de prevención, cuya integración al resto del
sistema sanitario continúa siendo una asignatura pendiente para las políticas sanitarias con
orientación territorial.
Por otro lado, las políticas de salud mental y adicciones han estado signadas por una suerte de
status marginal en el marco de las políticas generales de salud, que se ha expresado en tres
indicadores claves, las cuales requieren en la actualidad una atención importante:

• La menguada asignación presupuestaria que ha caracterizado al área salud mental a nivel


nacional, que apenas llegaba a un promedio de 0,02 % del presupuesto nacional en el año
2009. Si tomamos en cuenta los datos aportados por los distintos Estados provinciales a la
encuesta aplicada por el WHOAIMS (OMS. 2010), las inversiones que las 10 provincias
argentinas correspondientes a salud mental en el año 2007 (que autónomamente
establecen los estados provinciales), apenas sobrepasa el 2%, (variación entre el 0,48 % en
Catamarca y el 3% en Río Negro);
• La distorsionada distribución del presupuesto asignado, pues al analizar la distribución
interna del gasto se observa en promedio que el 65% del mismo está destinado a los
hospitales psiquiátricos (variación entre 9% en Río Negro y 88% en San Juan).
• La escasa inclusión de este componente en los programas generales de salud (ej: SIDA,
Materno Infantil, Cólera, Salud Sexual y procreación responsable), tanto en la formulación
del problema como también en la composición de los planteles profesionales que serían
incluidos para la implementación de dichos programas sanitarios.
• La conformación de un circuito paralelo de programas, servicios e instituciones de salud
mental que agudizan la fragmentación y falta de integración con las políticas generales de
salud. Así es como observamos una tendencia a autonomizar enfoques que no pueden
comprenderse si se disocian del plano sanitario general, y pensar las problemáticas que
plantean ciertas instituciones (ej: monovalentes, centros de salud mental comunitaria)

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como si pudieran comprenderse y resolverse en forma independiente de las políticas y


sistemas generales de salud.
2.2. Fortalecer la investigación epidemiológica como un insumo crítico para la toma de decisiones
La investigación epidemiológica en salud mental ha estado casi ausente en la preocupación de las
agencias científicas y gubernamentales. Con excepción de algunas iniciativas tales como la que se
llevara a cabo en el ámbito del CONICET durante la década del ´70, han sido escasas o nulas las
investigaciones de carácter poblacional emprendidas en el ámbito nacional.
Esto ha producido un circuito de retroacción negativa en lo que refiere a la instalación de la salud
mental como una cuestión de agenda pública, pues al no contar con datos ni estimaciones
confiables y actualizadas en torno a la magnitud y gravedad del problema no se otorgaba al mismo
el estatus de prioritario, lo que a su vez conspiraba contra la posibilidad de obtener recursos que se
asignen a investigaciones que logren caracterizar el problema, y así sucesivamente.
La tendencia al aislamiento (propio y de terceros), ha sido entonces el denominador común durante
décadas, y se ha manifestado también en una baja participación de investigaciones que pudieran
aportar en la materia desde un enfoque epidemiológico social cuyo objetivo pudiera ser el trazado
de un mapa de las problemáticas de salud mental más prevalentes. Importantes líneas de
investigación que en otras partes del mundo se han consolidado (por ejemplo, aquellas que se
hallan abocadas a trabajar sobre la temática del prejuicio y la discriminación hacia el enfermo
mental) y que tan relevante resulta en la actualidad no han sido suficientemente impulsadas en
nuestro medio.
Sin embargo, las evidencias epidemiológicas reunidas en todo el mundo y publicadas en informes
que han tenido importante difusión en la comunidad científica mundial (OMS; 2001) alertan sobre
el impacto que las nuevas morbilidades (a menudo con características epidémicas) tienen sobre los
servicios de atención. El citado Informe de la OMS plantea la necesidad de situar en la agenda de
los decisores sanitarios mundiales tales problemáticas epidemiológicas e incrementar
consiguientemente el presupuesto específico en salud mental.
Paralelamente a todo este proceso, las problemáticas convocantes para los especialistas en salud
mental dejan de hallarse restringidas a lo que sucede en las instituciones de encierro para pasar a
considerarse como incluyente de muchas otras situaciones que se plantean en el decurso de la vida
cotidiana y que deben abordarse prioritariamente en el primer nivel de atención (de Lellis, M.
2006): distinto tipo de violencias, trastornos de ansiedad, alimentarios, uso y abuso de sustancias,
comportamientos autodestructivos, violencia intrahogareña, consecuencias psicosociales en
situaciones críticas de catástrofes o desastres.
Es a partir de las iniciativas gubernamentales y legislativas desarrolladas recientemente en nuestro
país y antes señaladas que se plantean indicios de revertir esta situación: se constituye un grupo
dedicado a la generación de un sistema de vigilancia epidemiológica que articule con otros
organismos generadores de información en la materia y se consolida la información disponible que
data de los últimos años en el país y en América Latina, así como también se desarrollan
investigaciones poblacionales para caracterizar la situación epidemiológica de salud mental de los
adultos y se propone el fortalecimiento de las unidades generadoras de información en los ámbitos
provinciales y municipales.
Este esfuerzo se ha visto materializado en la producción de informes epidemiológicos relativos a la
estimación de prevalencias en salud mental, el consumo de alcohol, el número de camas
psiquiátricas, los indicadores de suicidio y la publicación de sendos informes sobre el estado de
situación en torno a la epidemiología de la salud mental infanto-juvenil (Ministerio de Salud. 2010;

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2011.) y advierten, basándose en diversos antecedentes producidos en la región, en torno al


crecimiento en la incidencia de trastornos mentales en la República Argentina.
2.3. Asegurar la vigencia de los derechos de las personas con trastornos mentales
Los artículos de la ley que componen el capítulo 7º enumeran los derechos que deben ser
socialmente reconocidos y protegidos en relación con el enfermo mental, y que demandan al
Estado asegurar su protección: derecho a recibir atención sanitaria basada en la integración social y
con sólidos fundamentos éticos y científicos, a conservar y preservar la identidad, a recibir
acompañamiento de sus familiares, a acceder a la información sanitaria y/o clínica y a tomar
decisiones relativas a su tratamiento, a que las condiciones de la internación sean adecuadamente
supervisadas, a no ser identificado ni discriminado por su enfermedad, a no ser objeto de
investigaciones clínicas ni tratamiento experimental sin su consentimiento expreso, a no hallarse
sometido a trabajos forzados o no recibir remuneración alguna por ello.
Esta extensa inclusión de derechos en torno al enfermo mental cobra sentido también en una
dimensión histórica, ya que está precedida por muy importantes antecedentes nacionales e
internacionales (leyes, declaraciones, consensos) que señalan la necesidad de proteger la vigencia
de los derechos en las personas que se hallan en situación de mayor vulnerabilidad, tal como es el
caso de las personas con trastornos mentales (Kraut, A. 1995).
El enfoque de derechos ya representa una perspectiva insoslayable para comprender y dar solución
a las problemáticas de salud mental (Di Nella, Y. 2011). Su potente surgimiento en la última mitad
del siglo XX ha resultado fundamental luego de que se develaran las atrocidades cometidas durante
el nazismo al cabo de la segunda guerra mundial y otras flagrantes violaciones a los derechos de las
personas con trastornos mentales en situaciones de excepción. De hecho la cuestión de los
derechos humanos aplicados al campo de la salud (incluida la mental) sigue el curso de los
movimientos sociales y civiles que han incrementado la percepción social acerca de los derechos a
los cuales la humanidad considera posible acceder en los distintos estadios históricos.
Consolidada como una revisión de la tradicional perspectiva tutelar que protegía al enfermo pero al
precio de una profunda exclusión social (Rossetto, J; de Lellis, M. 2007), la perspectiva crítica de los
derechos humanos se centra principalmente sobre las más importantes amenazas a la vulneración
de derechos de las personas con trastornos mentales, pues allí se ponen al descubierto las
consecuencias devastadoras que tienen sobre los pacientes y sus familiares la internación indebida
y prolongada: exclusión de la vida social, pérdida de habilidades y destrezas, emergencia de nuevos
cuadros psicopatológicos que son consecuencia del abandono y la segregación.
A mediados de los años 60, cuando se manifiestan las violaciones a los derechos humanos de las
personas con trastornos mentales en quienes eran recluidos a menudo de por vida en las
Instituciones totales, la problemática de la atención brindada en los hospicios monovalentes se
instala como cuestión de agenda pública y provocan una importante movilización social que
impacta sobre los poderes públicos.
Se suceden entonces una serie ininterrumpida de recomendaciones y declaraciones mundiales que
no hacen más que reforzar la importancia que asume la perspectiva de derechos en el concierto
político mundial, y que de algún modo interpelan a los decisores del área para introducir las
reformas actualmente indispensables en los modelos de atención (Saforcada, E; de Lellis, M.;
Mozobancyk, S. 2010).

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2.4. Transformación del modelo de atención


El capítulo V denominado modalidad de abordaje caracteriza en sus artículos 8º, 9º, 10º, 11º y 12º
los aspectos centrales que deben ser tomados en cuenta en relación a la transformación en el
modelo de atención, pues aboga por los siguientes aspectos: interdisciplinariedad, fortalecimiento
de las acciones de base comunitaria y que propendan a la promoción de redes y lazos sociales,
apertura de dispositivos asistenciales sustitutivos tales como las consultas ambulatorias, atención
domiciliaria supervisada, servicios para la promoción y la prevención y la habilitación de
prestaciones a través de instituciones de pequeña escala tales como los centros de día, centros de
capacitación laboral, microemprendimientos sociales y los hogares a cargo de familias sustitutas.
A fin de contextualizar esta propuesta, resulta recomendable hacer una breve referencia en torno a
la historia más reciente de las políticas de salud mental en la República Argentina.
Dada la consolidación del modelo asilar, que ha sido la respuesta hegemónica en Occidente al
problema de los trastornos mentales, los principales recursos de atención desde el sector público se
han concentrado en los dispositivos monovalentes. Si bien estos se originaron con un propósito
benefactor fueron sufriendo progresivamente un desplazamiento de sus fines, lo cual ha conducido
a resultados devastadores para los pacientes, trabajadores y familiares (de Lellis, M. 2006).
A lo largo del período histórico reciente, la crisis del modelo asilar se manifiesta en múltiples
indicadores tales como el incremento de la internación indebida y compulsiva, la prolongada
institucionalización de los pacientes en centros de reclusión, el debilitamiento de las redes de
apoyo y sostén que proporcionan los grupos primarios tales como la familia y el grupo de pares, el
ausentismo y la insatisfacción laboral, o bien las amenazas continuas a la identidad, que se
plantearon de forma extrema en el carácter de indocumentados que adquieren los numerosos
pacientes considerados bajo la categoría de NN.
A partir de la experiencia desarrollada en Italia con la sanción de la Ley 148 (Basaglia, F. 1976),
surge por entonces y de forma clara el imperativo de suprimir definitivamente los manicomios y
promover la instalación de dispositivos asistenciales sustitutivos a las situaciones de encierro, de
forma tal que permitan un pronóstico sanitario más favorable y la posibilidad de revertir las
condiciones de estigmatización.
Los procesos de reforma que se desencadenan por entonces atravesarán las tres décadas finales
del siglo veinte, y logran expresarse a la vez en muy importantes hitos que ratifican el rumbo
trazado en América Latina por la reforma italiana y las diversas corrientes teóricas que en el resto
del mundo impulsaron procesos similares, tales como los que se desarrollaron en los EEUU y en el
resto de los países europeos.
Esta situación ha llevado a que, desde hace más de veinte años se constate un importante esfuerzo
de parte de la comunidad científica internacional para denunciar la aberrante situación planteada
por las instituciones totales. Al mismo tiempo, se constata la reiterada invocación a promover el
fortalecimiento del componente de salud mental en el primer nivel de atención, o bien la apertura
de camas de internación en servicios que integran los hospitales generales y así evitar la
cronificación de los pacientes con trastornos mentales.
La Declaración de Caracas, suscripta en el año 1990 por representantes de los países de América
Latina y el Caribe, y constituido ya en un hito en el proceso de reforma, señala entre otros aspectos
los siguientes principios:
a) “Art-. 1: “Que la reestructuración de la Atención Psiquiátrica ligada a la Atención Primaria de
la Salud permite la promoción de modelos alternativos centrados en la comunidad y dentro
de sus redes sociales”

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b) Art-. 2: “Que la reestructuración de la Atención Psiquiátrica en la región implica la revisión


crítica del papel hegemónico y centralizado del hospital psiquiátrico en la prestación de
servicios”
c) Art-. 5: Que la capacitación del recurso humano en Salud Mental debe hacerse apuntando a
un modelo cuyo eje pasa por el servicio de salud comunitaria y propicia la internación
psiquiátrica en los hospitales generales, de acuerdo con los principios rectores que
fundamentan esta reestructuración“.
Nuestro país recoge tempranamente la inspiración de la Declaración de Caracas. Por ejemplo unos
años después de que se decide en la Provincia de Río Negro la sanción de la Ley Nº 2440, comienza
a manifestarse una voluntad de reforma plasmada en diversas experiencias locales o regionales, (ej:
reforma en el Hospital Neuropsiquiátrico Liniers, Colonia Oliveros, Hospital Estéves) las cuales no
alcanzaron finalmente a integrarse en una concertada política federal, en parte también por la
discontinuidad y la persecución política desplegada por la dictadura militar.
Quince años después tal Declaración es ratificada a través de los Principios Rectores de Brasilia,
señalando la importancia de que todos los países de la región emprendan procesos de reforma
similares a los que fueran impulsados mediante la Declaración de Caracas, pero Argentina ya no
conserva el liderazgo que había desarrollado durante los años 70 merced a experiencias como las
que liderara Mauricio Goldenberg en el Hospital General de Lanús. Al nivel nacional, el área de
Salud Mental pierde peso institucional conforme avanza el proceso de descentralización y/o
transferencia de facultades al nivel regional o local, con un presupuesto cada vez más mermado
para poder implementar sus políticas sectoriales.
En relación con el fortalecimiento del primer nivel de atención de acuerdo a la estrategia de
Atención Primaria de la Salud, diversos programas han desarrollado esfuerzos concurrentes en
torno a esta finalidad, tales como los programas que han fortalecido la formación de los recursos
humanos (ej: Salud social y comunitaria), aquellos destinados a la prevención del cólera o a dar
respuestas específicamente dirigidas a la problemática de las poblaciones indígenas, pero sin que
ello haya logrado plasmar la jerarquización del componente de salud mental en el primer nivel de
atención aún hasta la actualidad.
3. LA FORMACION DE RECURSOS HUMANOS
3.1. Cantidad y distribución de psicólogos
La Ley Nacional de Salud Mental señala en su Capítulo IX, artículo 33, lo siguiente: “Que la
autoridad de aplicación debe desarrollar recomendaciones dirigidas a las universidades públicas y
privadas, para que la formación de los profesionales en las disciplinas involucradas sea acorde con
los principios, políticas y dispositivos que se establezcan en cumplimiento de la presente ley,
haciendo especial hincapié en el conocimiento de las normas y tratados internacionales en derechos
humanos y salud mental. Asimismo, debe promover espacios de capacitación y actualización para
profesionales, en particular para los que se desempeñen en servicios públicos de salud mental de
todo el país”
La relevancia de hallar consignada en este artículo la cuestión de los recursos humanos radica en
que en último término toda norma que intente incidir sobre la realidad en la cual opera es
implementada por sujetos que las comprenden y toman decisiones en contextos complejos,
inciertos y determinados políticamente.
Dada esta constatación, cabe repensar una cuestión fundamental: están capacitados los psicólogos

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para dar respuesta a los desafíos que plantea la promulgación de la Ley Nº 26.657?
En líneas generales, existe un consenso bastante extendido respecto de que la cantidad,
distribución, calidad y diversificación de especializaciones de los psicólogos que actualmente se
forman en las instituciones públicas y/o privadas no responden a las necesidades sanitarias de la
población.
Algunas evidencias empíricas nos permiten reforzar la aseveración de que en ciertas regiones del
país se observa un marcado déficit de profesionales, mientras que en otras áreas el recurso
humano manifiesta una distorsiva sobreoferta que incide negativamente sobre el mercado de
trabajo profesional, y contribuye a la precarización o al bajo reconocimiento salarial de la fuerza de
trabajo.
Con respecto a la cantidad de psicólogos, Argentina ostenta una de las tasas de psicólogo por
habitante más alta de América Latina y probablemente del mundo. De acuerdo a datos relevados
en el año 2000 (Alonso, M. y Gago 2007), existía un total de 62.773 psicólogos en todo el país,
superior a todos los países de América Latina y a la gran mayoría de países pertenecientes al mundo
desarrollado.
Con respecto a su distribución, y de acuerdo a los datos provistos por el estudio nacional que
trabajó con base en datos del INDEC (Alonso, M. y Gago 2007), cerca de las tres cuartas partes de la
fuerza de trabajo profesional (71,7%) está concentrado en tres distritos del país, tal es el caso de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y de Santa Fe.
3.2. Tendencias formativas
Dado este escenario de situación, es oportuno ahora revisar cuáles son las tendencias que se
plantean en la formación de recursos humanos en las carreras de psicología que resultan
preocupantes a la hora de pensar los nuevos contenidos de formación que deben ser impartidos
tanto en el nivel de grado como de posgrado.
Ha sido reiteradamente señalado en anteriores trabajos (Saforcada, E. 2000) que la orientación
seguida por las instituciones universitarias formadoras del recurso humano han estado cooptadas
de manera hegemonizante por el modelo clínico como instancia legitimada por la comunidad
profesional, obturando ello la introducción de otras perspectivas teóricas y técnicas con mayor
grado de transferencia al campo social así como instancias de inserción profesional que
trascendieran el contexto asistencial dirigido a atender la enfermedad mental.
Subsisten además brechas en relación al diagnóstico de las necesidades asistenciales que impactan
sobre los servicios de salud y las respuestas consiguientes: los programas de formación no han
incorporado suficientemente el desafío de confrontar al graduado con su futura inserción como
profesional, dada la escasa proporción de horas asignadas a las prácticas pre-profesionales o en
servicio.
La enseñanza continúa siendo en su mayoría de carácter enciclopedista, monodisciplinaria, basada
en la reproducción acrítica y mnemotécnica de doctrinas enunciadas de forma dogmática, y en las
cuales el alumno no puede problematizar adecuadamente sus condiciones de formulación y/o
implementación.
En relación con la formación orientada hacia la clínica de los trastornos desde una perspectiva
psicopatológica, resulta comparativamente escasa la formación que reciben los profesionales en
temáticas tales como la estrategia de la atención primaria de la salud, epidemiología, políticas
públicas, sistemas y servicios de atención, reforma de los modelos de atención, redes y

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planificación de servicios.
En apretada síntesis, pueden mencionarse algunos lineamientos que sirven como punto de partida
para pensar las políticas de recursos humanos, y dotarlas de un mayor grado de adecuación a lo
que plantea la presente ley.
a) Por un lado, profundizar el conocimiento de marcos teóricos y tecnológicos que doten de
mayor pluralismo la perspectiva de la psicología y fortalezcan la inserción competente en distintos
planos de intervención: individual, familiar, institucional y comunitario.
b) En segundo lugar, incentivar una perspectiva sanitaria que recomponga todo el proceso de
salud/enfermedad/atención, comprendiendo ello las acciones protectivas y/o promocionales y los
distintos niveles de prevención específica: primaria, secundaria y terciaria.
c) En tercer término, desarrollar un abordaje epidemiológico que permita a los profesionales
actuantes orientar la definición de prioridades y la formulación de políticas públicas para actuar
poblacionalmente sobre las problemáticas sanitarias.
3.3. El marco de referencia normativo
En relación al conocimiento específico de los marcos normativos que enmarcan y orientan el
quehacer profesional revisaremos diversas situaciones que pueden ilustrar el carácter problemático
del tema que nos ocupa.
En primer lugar, hay un problema principal que es el desconocimiento del tema en la formación de
pregrado, pues se constata una casi nula incorporación de marcos normativos tales como la Ley 448
o la reciente Ley Nacional de Salud Mental en la formación de grado del psicólogo.
En la tesis de doctorado realizada por Ernestina Rosendo (2009) y aplicada sobre los graduados que
trabajaban en el sector público se puso de manifiesto un desconocimiento de la ley que rondaba en
más de un 60 % de las personas entrevistadas. En ese trabajo los profesionales señalan límites
insalvables (por ejemplo, las prácticas de trabajo instituidas, la personalidad de los profesionales,
las dificultades de interacción entre los profesionales de muy difícil resolución), pero además
consideraban poco razonable pretender la transformación del perfil profesional de quienes tienen
una extensa trayectoria de formación, experiencia y desempeño en determinada línea de trabajo.
Según los datos relevados en dicho estudio, los profesionales presentaban más expectativas de
continuidad de lo establecido que ideas transformadoras e instituyentes, y consideran que esto
último debía ser reservado para los jóvenes que recién ingresaban (o ingresarán) al sistema de
salud. Como expresa textualmente la autora, “No sólo analizan límites insalvables (las prácticas de
trabajo instituidas durante años, la personalidad de los profesionales, la carga fantasmática del
pasado -atributos de significados de riesgo respecto al trabajo comunitario provenientes de la
época del gobierno militar-, las dificultades de relación entre los profesionales imposibles de
resolución), sino que tampoco consideran razonable pretender la transformación del perfil
profesional de quienes tienen una extensa trayectoria de formación, experiencia y desempeño en
determinada línea de trabajo. Los profesionales presentan más expectativas de continuidad de lo
establecido que ideas transformadoras e instituyentes. Consideran que esto último debe ser
reservado para los jóvenes que recién ingresan (o ingresarán) al sistema de salud. Parece entonces
factible afirmar las importantes dificultades que entraña una ley que se propone transformar un
modelo profesional instituido y legitimado como válido por la comunidad profesional que lo porta”
(Rosendo, E. 2010, pág.12.)

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Tampoco aparecen referencias respecto al fortalecimiento de las estrategias preventivas y


comunitarias, y la interpretación que se hace de la ley se orienta más a reforzar lo instituido que a
pensar procesos instituyentes, sin proponerse modificaciones respecto al propio quehacer
profesional: “Por otra parte, la amplitud teórica y pluralista de la ley, así como de los dispositivos
legitimados para la atención, habilita a que todos los profesionales –independiente de la disciplina
y el marco teórico que portan, así como las prácticas de trabajo que llevan adelante – tengan
margen para validar lo que hacen, sin necesidad de repensar ni introducir modificaciones respecto
al propio rol profesional. En el marco de la ley, los profesionales ubican, legitiman y defienden la
forma en que trabajan. Se vacía entonces de contenido la idea de “reconversión”, afianzándose a su
vez el perfil teórico y la modalidad de a abordaje de la institución (de tratamiento psicoterapéutico,
ambulatorio y predominantemente individual)” (Rosendo, E. 2009, op.cit.pág.408 )
Complementariamente a tales evidencias, investigaciones acerca de los aspectos éticos presentes
en investigaciones no clínicas en el campo de la salud (Garbus, P; Solitario, R; Stolkiner, A. 2008)
releva las dificultades de aplicación de normas como el consentimiento informado en aquellos
casos en los cuales hay sustitución de derechos (personas que atravesaron juicios de insanía). A
partir de dicho relevamiento se constata que, más que como garantía de los derechos de las
personas, esta herramienta parecería funcionar fundamentalmente como resguardo jurídico-legal
de los propios profesionales y/o investigadores.
En concordancia con lo anterior, en un reciente relevamiento realizado por la DNSMyA sobre los
egresados residentes en la ciudad de Buenos Aires que acudían al Ministerio de la Nación durante
junio del 2010 se indagó acerca del conocimiento que tenían sobre documentos de referencia
internacional tales como la Declaración de Caracas, la estrategia de APS y la Convención
Internacional para la lucha contra la discapacidad.
Los resultados fueron los siguientes: menos de un 10 % de la población encuestada declaraba
conocer la Declaración de Caracas, alrededor de un 20 % manifestaba su reconocimiento de la
Declaración de Alma Ata y sólo un 10 % de los principios para la protección de los enfermos
mentales y para el mejoramiento de la atención en salud mental de las Naciones Unidas, mientras
que la totalidad de los mismos admitía desconocer la existencia de la Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad.
En síntesis, se refleja un escaso conocimiento acerca de los marcos normativos e institucionales que
deben ser tomados en cuenta para la orientación de las políticas públicas y para establecer los
marcos normativos que rigen para la protección de los pacientes y también de los profesionales que
brindan atención.
4. PRÁCTICAS SITUADAS Y NUEVOS ESCENARIOS DE APRENDIZAJE
La capacitación del personal de salud en el nivel de posgrado, no sólo en cuanto a contenidos
teórico-técnicos y metodológicos, sino también, en cuanto a aspectos valorativos y actitudinales y
al desarrollo de las habilidades profesionales necesarias (comunicacionales, por ejemplo) para
llevar adelante este nuevo tipo de intervenciones son piezas clave del éxito de la reorientación de
los servicios de salud.
Por ello resulta fundamental habilitar escenarios de aprendizaje que permitan al futuro graduado
aprender desde una práctica situada, facilitando el reconocimiento de los contextos cambiantes,
inciertos y complejos en los que se desenvuelve el accionar de Instituciones de salud.

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Un ejemplo de lo anterior se halla presente en la fundamentación de las prácticas profesionales en


el marco de la formación de pregrado, las cuales han tratado de incentivarse en diversos ámbitos
de formación durante el período reciente.
En la medida que guarda estrecha relación con lo propuesto por la ley y con la puesta en marcha de
la Dirección Nacional, de la cual ha obtenido un aval explícito y facilidades institucionales para su
realización, se expondrán brevemente los fundamentos y los antecedentes que permiten
contextualizar sendas propuestas pedagógicas que se llevan a cabo en la Universidad de Buenos
Aires, y que permiten trazar una importante integración de la agenda académica con aquella que se
plantea en el escenario político y social.
4.1. Docencia, Extensión e Investigación Universitaria: el programa Escuelas Promotoras de Salud
Durante el período comprendido entre los años 2000 a 2005 la Cátedra Salud Pública y Mental
desarrolló, como parte de su actividad formativa en el nivel de grado, Talleres de Educación para la
Salud en Instituciones educativas, que se abocaron a la prevención de una variedad de
problemáticas sanitarias consideradas prioritarias: alcoholismo, tabaquismo, accidentes,
prevención del HIV SIDA, nutrición saludable.
En virtud de que tales actividades resultaban a menudo fragmentadas y discontinuas, se decidió la
formulación e implementación de un Programa de extensión denominado Escuelas promotoras de
Salud, a realizarse en dos instituciones educativas emplazadas respectivamente en San Isidro y
Avellaneda. Para la formulación y puesta en marcha de dicho programa se desarrolló un trabajo de
capacitación interna del equipo de Cátedra que se orientó a aprehender y acordar una visión
común en torno a las características y alcances del proyecto, y distintos subgrupos de trabajo
profundizaron el estudio de los ejes centrales que definen la presente estrategia: a) Desarrollo de
una propuesta de Educación para la Salud desde un enfoque integral; b) Ambientes Saludables; c)
Intersectorialidad.
Uno de los principales objetivos del programa fue dotar de continuidad a la labor emprendida por
la cohorte de alumnos que cursaba en cada cuatrimestre correspondiente al dictado de la materia
con aquella que se desarrollaba durante la cohorte siguiente de alumnos durante el siguiente
cuatrimestre, permitiendo la sedimentación y enriquecimiento de los aprendizajes alcanzados,
habilitando oportunidades para el intercambio entre Instituciones educativas y Universidad.
Como ejemplo ilustrativo de ello, al inicio del Programa de la Cátedra realiza como parte de la
cursada un trabajo práctico o salida a terreno consistente en un relevamiento diagnóstico
ambiental y comunitario de las áreas vecinas a la Institución educativa con la cual se establecieron
los acuerdos de trabajo. Para cumplir con tal finalidad, los alumnos tienen la oportunidad de
analizar y debatir, como materiales bibliográficos, documentos de trabajo que se gestaron para dar
apoyo técnico y difusión al Programa, elevándose los correspondientes informes a las autoridades
(directivos) de las Instituciones educativas.
Asimismo, cada uno de los estudiantes, aún cuando asumen una responsabilidad
fundamentalmente ligada a las características de la salida a terreno que corresponda a la Comisión
de Trabajos Prácticos en la que se halla inscrito, debe interiorizarse de lo que la Cátedra en su
conjunto está realizando a través de todas las comisiones de trabajos prácticos que en cada
cuatrimestre llevan a cabo el dictado de la materia. De esta manera, se facilita un trabajo más
integrado entre alumnos y docentes de la Cátedra, que puede ser expuesto a la vez como un
ejemplo cabal de lo que significa una actividad planificada en el campo de la Salud Pública.
Durante el año 2007, luego que el Programa recibiera aprobación de la Secretaría de Extensión, la

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Cátedra se abocó a la realización de un proceso diagnóstico participativo con los distintos grupos
que representan a la Institución, a fin de detectar los problemas prioritarios y percibidos de salud.
Este proceso que se realiza con una variedad de estrategias y técnicas, concluyó en la elaboración
de un diagnóstico institucional, a partir del cual se logró trabajar en profundidad las problemáticas
sanitarias que los propios actores institucionales (ej: docentes, directivos, padres) han percibido
como prioritarias.
En dicho proceso diagnóstico se han establecido vínculos entre profesionales universitarios y
miembros de las instituciones educativas que han hecho factible continuar exitosamente la marcha
de las acciones emprendidas. Al mismo tiempo, dicho vínculo permite ir construyendo
conjuntamente la estrategia de intervención e investigación, lo cual sirvió a la vez como un insumo
para ajustar de forma permanente los instrumentos utilizados (de Lellis, M; Da Silva, N; Dufy, D;
Schittner, 2009).
Se da, por lo tanto, inicio formal al proyecto oportunamente presentado, el cual se continúa con la
realización durante el año 2008 y parte del 2009 de los talleres de sensibilización dirigidos a
docentes y preceptores de la Institución. Más tarde, y con motivo de la salida a terreno que es
requisito obligatorio para la acreditación de la asignatura, se realizan talleres de discusión y
reflexión con alumnos del nivel medio de ambas Instituciones educativas.
En la implementación de este proyecto participan actores insertos de modo muy distinto en la
Institución escolar y en la propia Universidad: alumnos, maestros, preceptores, directivos,
estudiantes de grado, ayudantes docentes, auxiliares docentes y profesores regulares.
Por ello resulta oportuno caracterizar el trabajo realizado con los mismos y su consecuente
articulación, destacándose a la luz de la presente caracterización la complejidad que ello conlleva:
Los estudiantes de Psicología participan en la formulación, diseño e implementación de actividades
educativas (con la supervisión, evaluación y seguimiento de los docentes que conforman el staff de
la Cátedra), teniendo a su cargo no la elección de un tema (habitualmente fijado por las prioridades
acordado con los propios directivos) pero sí las técnicas que se desarrollarán para su tratamiento y
problematización. Ello permite ligar el aprendizaje sobre distintas problemáticas de salud
(ejemplos) con su transmisión hacia audiencias prioritarias.
Los estudiantes de nivel secundario han sido los destinatarios directos de las actividades
educativas programadas en la Institución, en ellos se han promovido habilidades sociales y
cognitivas mediante la articulación del saber formal con el saber informal propiciando ello mejores
resultados, no sólo en cuanto la incorporación, sino en tanto producción de conocimiento. Se
estimuló la responsabilidad y la toma de posición sobre sus acciones y pensamientos, propiciándose
herramientas de concientización y reflexión en torno a los problemas identificados .
Los docentes Universitarios pudieron experimentar la construcción de un espacio nuevo de trabajo
que posibilita la apertura del rol del psicólogo en el ámbito educacional, mas allá de trabajar dentro
de una institución. Se logró la articulación de contenidos que atañen a la cátedra con herramientas
informales con las que se pudo llegar a la población que se prentendía. Se promovió la enseñanza
de técnicas relacionadas con la identificación de problemas con un enfoque sanitario, y la
formulación de una propuesta de promoción y educación para la salud adecuada a la institución
con la cual se efectuó la vinculación.
Los docentes de las escuelas hallaron oportunidades para la integración de la currícula con
herramientas hasta este momento no utilizadas, potenciando la incorporación de contenidos
curriculares y extracurriculares. Se logró la articulación entre los procesos escolares tradicionales

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con formas novedosas de aproximar la enseñanza al facilitar la apertura a programas externos


(universitarios). Se logró suscitar interés fomentando la participación en grupos de reflexión y
visualización participativa y la elaboración de estrategias para trabajar con la población
adolescente.
Los directivos de las escuelas pudieron llevar adelante la articulación salud-educación como motor
de esta iniciativa promoviendo acciones sencillas, económicas, productivas y que atañen a todos los
actores de ambas instituciones (alumnos, docentes, directivos), que permitieron reconcer una
nueva forma de trabajo, así como difundir los logros y proyectos a desarrollar en el futuro. Se
promovieron espacios de reflexión que permitieron revisar las estrategias y modalidades de gestión
que llevan adelante las instituciones educativas en relación a cuatro tópicos fundamentales:
La aprobación del Programa Escuelas Promotoras de Salud en el ámbito de la Facultad de Psicología
de la Universidad (por Resolución de su Consejo Directivo) así como la inclusión de dicha propuesta
en el Programa Educativo Institucional (PEI) de las Instituciones con las cuales la Cátedra estableció
un vínculo de trabajo sostenido en el tiempo, hizo posible una mayor institucionalización del
trabajo conjunto.
Se espera que la metodología e instrumentos elaborados y comprendidos en el Programa,
combinados de un modo flexible e integrado, permitan monitorear la marcha del Programa y
facilitar la evaluación integrada de las dimensiones centrales que componen un proyecto de
promoción de la salud en las escuelas: política escolar de promoción de la salud, ambiente físico y
psicosocial, comportamientos en salud de la comunidad escolar, articulación con los servicios
locales de salud y con organizaciones de la comunidad.
En síntesis, todas las actividades de planeamiento, diseño y evaluación comprendidas en el
programa de extensión (incluyendo sus obstáculos y dificultades) es analizada y evaluada en
relación con los objetivos que se plantean en el dictado de la asignatura al servicios de los distintos
componentes de la política universitaria: docencia, extensión, investigación.
4.2. Práctica profesional en Centros Sanitarios del Primer Nivel de Atención: un enfoque
preventivo y comunitario del trabajo en salud.
Una de las consecuencias positivas de la implementación de la estrategia de APS desde el año 2000
a la fecha ha sido la importancia que han alcanzado los Centros de Atención Primaria como
ámbitos próximos a la vida cotidiana de la gente, a partir de los cuales han podido incrementarse
las redes intersectoriales que facilitan una atención más integral de la población cubierta.
De acuerdo a la evaluación realizada por autoridades del Programa de Salud Social y Comunitaria
del Ministerio de Salud, la inserción del psicólogo en el equipo interdisciplinario de salud ha
resultado altamente satisfactoria y relevante, realizando actividades preventivas y de base
comunitaria en las Unidades Sanitarias.
La práctica de grado denominada “El psicólogo en el primer nivel de atención; un enfoque
preventivo y comunitario del trabajo en salud” postula la necesidad de promover la inserción de
estudiantes en un Centro Integrador Comunitario en el cual se desempeñan graduados del
Programa de Salud Social y Comunitaria del Ministerio de Salud de la Nación, quienes a la vez
asumen responsabilidades docentes como tutores de la pasantía.
Dicha práctica profesional apunta hacia una transferencia de los marcos teóricos, experiencias y
prácticas adquiridas por los psicólogos formados en este nuevo modelo de trabajo, a partir de su

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capacitación en el Programa de Salud Social y Comunitaria, hacia jóvenes estudiantes de psicología,


a partir de desempeñarse los primeros como tutores de la pasantía.
Además de ofrecer las herramientas para el trabajo en salud comunitaria, comunes para todos los
profesionales que integran el equipo de salud, la formación de los alumnos se completa con la
aprehensión de conceptos y metodologías específicas del área de la psicología social y comunitaria,
necesarias para el desarrollo de competencias del psicólogo que se desempeña en el primer nivel
de atención desde una perspectiva sanitarista.
Luego de diversas cohortes de alumnos que han efectuado su práctica en Centros Integradores
Comunitarios en los cuales se desarrollan acciones orientadas hacia el fortalecimiento del
componente de salud mental en el primer nivel de atención se ha vuelto indispensable ampliar la
inserción del psicólogo en actividades que le permitieran reconocer aspectos relativos a la
formulación e implementación de políticas públicas de salud mental en el nivel central.
Así fue como se ha ido gestando durante los años 2008 a 2009 actividades tales como entrevistas a
funcionarios y responsables de programas en el nivel central. Durante el año 2010, y a partir de la
creación de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones dichas actividades se llevaron a
cabo en el ámbito de este organismo, resultando propiciatorias para la formulación de una práctica
profesional a desarrollarse en cada uno de los subprogramas en los cuales se han organizado
actualmente las acciones programáticas.
A modo de recapitulación de ambas experiencias pedagógicas, resaltamos lo siguiente:
1. Permite la articulación entre programas de formación de recursos humanos en el campo
sanitario (en términos del impacto logrado en la inclusión de profesionales) y la formación
académico-universitaria en el nivel de pregrado.
2. Procesa y da respuesta a las demandas situadas en la agenda pública de la autoridad
sanitaria y/o educacional, con la que se plantea también en términos de la agenda
académica-científica, expresada por el interés y la voluntad de suscribir un acuerdo conjunto
de parte de la autoridad universitaria.
3. El alumno se inserta en los propios escenarios en los cuales se despliega el trabajo
comunitario (CIC, Centros de Salud, Escuela) pero desde el rol que le asignan los tutores y
coordinadores de la misma.
4. Habilita para la inclusión de los propios alumnos en los roles de observador y también
partícipes en actividades de educación para la salud, y permite la transferencia de los
conocimientos y habilidades propios de la de un programa de formación cursado por
graduados en Psicología con aquello que deben aprender los alumnos de grado que cursan
la asignatura de Salud Pública en el propio escenario en el cual se despliega el trabajo
sanitario (CIC, Centros de Salud).
5. Se compromete a realizar una devolución a las autoridades que han ofrecido el escenario
institucional para la realización de la práctica profesional (Directores de Centros de Salud,
Directivos de las Escuelas participantes).
6. Para quienes se desempeñan como alumnos de la práctica profesional, representa una
inmejorable oportunidad para vincular de forma directa el rol de un psicólogo en el primer
nivel de atención, mientras que en el caso de las Escuelas la inserción en programas
orientados según una filosofía centrada en la promoción de la salud más que en la asistencia

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a la enfermedad significó una oportunidad para revisar las prácticas aprendidas e


interiorizadas como tales en el transcurso de la formación de posgrado.
7. Promueve competencias no convencionales para abordar las problemáticas identificadas,
tales como las actividades de aconsejamiento y/o consejería para trastornos que, si bien no
revisten gran severidad, constituyen una proporción importante de las demandas de la
población a los servicios de salud.
8. Fomenta el desarrollo de estrategias que impulsen la formación en áreas críticas por la
carencia de profesionales.
En síntesis, la inclusión del estudiante de Psicología en tales prácticas profesionales ofrece una
oportunidad inmejorable para la integración a una actividad de carácter preventivo y comunitario,
en la cual pueda visualizarse con claridad la importancia que adquiere el rol del psicólogo en las
instituciones públicas, integrados al equipo interdisciplinario y en distintos niveles de acción: desde
la promoción hasta los niveles más específicos de prevención.
5. SINTESIS Y COMENTARIOS FINALES
La promulgación oficial de la Ley Nacional de Salud Mental manifiesta una decidida voluntad de
transformar un campo de prácticas que, surcado por tensiones políticas de muy diverso tipo, se ha
planteado como altamente refractario al cambio y a la postre reforzador de situaciones en las
cuales se manifiesta la violación sistemática de los derechos humanos de las personas con
trastornos mentales.
Aún cuando ya existen antecedentes de sanción legislativa en las provincias, la ley nacional se
constituye en una muy importante instancia para el referenciamiento de las iniciativas
desarrolladas en los niveles locales y en el posicionamiento de los actores más relevantes respecto
de las temáticas principales a resolver en el ámbito de trabajo.
Su reglamentación se enfrentará sin duda al desafío de convertir en procedimientos operativos
eficaces aquello que se enuncia como principios axiológicos para guiar las acciones en torno a la
mejora del bienestar y la calidad de vida de las personas asistidas.
En esta instancia de aplicación es donde suelen ponerse de manifiesto las dificultades que entraña
una ley que se propone transformar un modelo profesional instituido y legitimado como válido por
la comunidad profesional que lo porta.
Po ello subrayamos la necesidad de formular algunas recomendaciones para repensar la formación
de los recursos humanos de grado y de posgrado a la luz de lo normado por la Ley, y que se
sintetizan en las siguientes:
a) Ubicar al corpus de leyes vigentes a nivel federal como parte indisociable del contexto
normativo en el cual todo profesional debe anclar su práctica, y no como una cuestión que
sólo atañe a los expertos juristas en la materia, evitando un sesgo excesivamente tecnicista
de las leyes en cuestión.
b) Proponer una visión integral de los principales dilemas éticos y/o políticos que están
asociados a la implementación de la ley, y a la misma como una herramienta en el proceso
de formulación e implementación de las políticas públicas.
c) Por último, promover una implicación del quehacer profesional que permita tomar
decisiones en escenarios institucionales ejercitando roles no convencionales para el
quehacer del psicólogo.

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Todo ello implica revisar los contenidos y los escenarios de la formación; de allí que hayamos
considerado importante exponer dos experiencias pedagógicas en el cual los futuros graduados
desarrollan su implicación en escenarios complejos, inciertos y cambiantes donde se planteará
seguramente el futuro rol profesional.
La ley, entonces, podrá constituirse en una herramienta fundamental para revertir la tendencia
fragmentaria y enciclopedista de la actual formación de grado y de posgrado de los profesionales
que actúan o deberán actuar en el campo de la salud mental.
BIBLIOGRAFIA:
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Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 25-32

ARQUETIPOS DETERMINANTES DEL ESPÍRITU DE NUESTRA ÉPOCA Y SU RELACIÓN CON LAS


ADICCIONES
Enviado:06/05/2011 │Aceptado:01/07/2011

Autor: Lic. Rafael P. Díaz Guiñazú


Filiación: Universidad Nacional de San Luis
E-mail: rafaguiazu@hotmail.com

RESUMEN
Se intenta dar explicación a las tendencias psíquicas que determinan el espíritu de nuestra época, el
que intervendría en la generación de una sociedad global de consumo y, a su vez, en la proliferación
de las adicciones. Para ello se expone el concepto de “arquetipos” de Jung y la naturaleza de los
mismos, así como, además, se intenta sistematizar una idea de lo que se entendería por “espíritu
de la época” como resultante de la actualización de determinadas disposiciones arcaicas del
psiquismo humano. A su vez se desarrollan dos de los arquetipos que, a mi entender, determinarían
el espíritu de nuestra época, actuando como fuerzas compensatorias a las tendencias psíquicas
dominantes de los siglos precedentes al nuestro. En primer lugar se trata del arquetipo del puer
aeternus (niño eterno) con su respectiva propensión a la búsqueda de la eterna juventud; y en
segundo lugar, se expone el arquetipo del anima, su naturaleza pasional, y su influencia en el
estado mental de los hombres de nuestros días.
Palabras claves: Espíritu, Adicción, Compensación, Puer, Anima

ABSTRACT
An explanation to psychic tendencies that determine the spirit of our times, which would interfere
in the generation of global society consumption and, in turn, the proliferation of addictions is
intended. With this purpose the concept of Jung’s "archetypes" and their nature is exposed,
besides, the idea of what would be understood as "Zeitgeist" as a result from the updating of
certain archaic dispositions of human psyche is tried to be systematized. Also, two of the
archetypes are developed which, to my opinion, would determine the spirit of our times, acting as
countervailing forces to the dominant psychic tendencies of previous centuries. First there is the
archetype of the puer aeternus (eternal child) and its proneness to search for eternal youth.
Second, the anima archetype, its passionate nature, and its influence on men’s mental state in our
days are exposed.
Keywords: Spirit, Addiction, Compensation, Puer, Anima

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Arquetipos determinantes del espíritu de nuestra época y su relación con las adicciones1
Podríamos considerar a los arquetipos como los principales personajes que pueblan lo inconsciente
colectivo y, generalmente, se define este estrato de la mente a partir de la naturaleza de ellos. Sólo
diremos que los arquetipos pueden ser entendidos como tendencias innatas de expresión de lo
psíquico, caminos por donde fluye lo mental y se manifieste arrastrando al hombre consigo. No son
exactamente imágenes primordiales o ancestrales, su naturaleza sí lo es; constituyen más bien el
germen en potencia para la formación de estas imágenes, ideas, sueños, conductas, expresiones
artísticas, movimientos sociales, políticos y religiosos. Lo arquetípico es una “fuerza”, un potencial
que busca manifestarse, y su poder, por su propiedad innata, arcaica y no individual, escapa al
psiquismo consciente y mueve consigo al individuo. Como todo lo inconsciente, lo arquetípico,
paulatinamente y en la medida en que sea posible, debe ser integrado a la consciencia, recorrido
que Jung denominó: “proceso de individuación”.
Los arquetipos, por ser de naturaleza colectiva, no sólo se expresan a través de cada persona de un
modo particular, por ejemplo en patologías, sueños, ensoñaciones y en la vida diaria; sino que
también actúan determinando el espíritu de cada época. Ellos son como un hálito que sopla casi
imperceptiblemente en los oídos de cada hombre, pero su efecto con ímpetu se hace sentir
claramente en estallidos ideológicos, movimientos políticos y espirituales. Sin embargo, y aunque
no lo notemos, los arquetipos están determinando constantemente el modo de posicionarse del
hombre frente a la vida, tiñen su manera de percibirla y de desenvolverse en ella.
Ciertos arquetipos suelen resurgir con suma intensidad cuando han estado casi sin posibilidad de
expresión, en razón de una propiedad de lo psíquico como es la compensación. Cuando una
tendencia del alma humana ha sido callada por algún tiempo por otra que está reinando, la
tendencia descuidada cobrará fuerzas en el silencio de lo inconsciente y retornará con tenacidad
reclamando su lugar, pues es una parte de lo humano y como tal no puede ser acallada por
siempre. En este sentido podemos considerar que el espíritu de nuestra época está teñido por la
fuerza de ciertos arquetipos. A continuación desarrollaré dos de los arquetipos que, según mi
criterio, son algunos de los más influyentes en el espíritu del hombre actual: el puer aeternus (niño
eterno) y el anima, ambos pueden ser entendidos como tendencias compensatorias a las épocas
precedentes.
Vale aclarar que no es necesario que tal o cual arquetipo sea el que determine el espíritu de una
época para ver su manifestación. Las tendencias arquetípicas se expresan, además, en los hombres
en forma particular, los sueños y las psicosis, principalmente, lo demuestran.
Puer aeternus (el niño eterno)
El arquetipo del niño eterno es uno de los más fascinantes y de mayor complejidad de los que Jung
desarrolló; como todo arquetipo posee aspectos negativos y otros positivos de singular
importancia. El niño simboliza la nueva vida, el nuevo nacimiento y el camino hacia la
independencia; es una fuerza vital inextinguible y condensa en sí la totalidad de las posibilidades de
desarrollo de las fuerzas psíquicas. Como niño suele aparecer en estado de vulnerabilidad e
indefensión frente a terribles enemigos y vicisitudes, pero a su vez siempre sale airoso y vencedor,
su vida es inagotable. Representa el nacimiento del héroe o del dios. Su naturaleza es totalidad,
hermafrodita, no se han distinguido aún en él los opuestos (femenino-masculino, consciente-
1
Material Obtenido Y Modificado De: Díaz Guiñazú, R. (2010). Aproximaciones Al Estudio De La Psicopatología Y Clínica De Las Adicciones Desde La
Teoría De Carl Gustav Jung. Tesis De Licenciatura. San Luis: Biblioteca Antonio Esteban Agüero, Universidad Nacional De San Luis.

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inconsciente, fuerza vital materna-fuerza vital propia), es un símbolo del surgimiento del sí mismo2
en el proceso de individuación, del nacimiento del nuevo ser en el que se han integrado los
opuestos. Sin embargo, en relación a las adicciones, sería el lado negativo del puer el que ejerce un
tenaz efecto sobre los hombres. Así como en su aspecto fulgente es símbolo de la nueva vida en
potencia de desarrollo e independencia, desde su lado oscuro la tendencia es la opuesta: el retorno
al vientre materno, la dependencia total, la indiferenciación con su madre, la búsqueda de un
estado de ensoñación y somnolencia previo al nacimiento de la consciencia humana; búsqueda de
aquel tiempo paradisíaco anterior a la independencia, pretérito a cualquier angustia de separación.
En mi opinión, el sujeto adicto intenta retornar inconscientemente a este estado, su dependencia
así lo demuestra. Dice Jung respecto al puer: “…sólo vive por y a través de la madre y no hecha
raíces en el mundo, y en que, por lo tanto, se encuentra en constante incesto…”3 (…) “En realidad,
éste es un parásito de la madre, (…), que sólo vive en tanto tiene sus raíces en el cuerpo materno.
En la experiencia interna inmediata, la madre corresponde a lo inconsciente (colectivo), el hijo a la
consciencia que se cree libre, pero que siempre vuelve a caer bajo el poder del sueño y de la
inconsciencia…”4 (Jung, 1982 A, p. 271).
El puer, desde este aspecto negativo, no liberará verdaderas batallas ante las vicisitudes de la vida
real, no tomará compromisos ni responsabilidades adultas, buscará siempre contención y que otra
persona se responsabilice por él. A medida que el hombre va creciendo, el constante torrente de
satisfacciones que provenía del exterior y que no requería mayores esfuerzos de su parte por ser
obtenido, va disminuyendo. Cada vez costará más trabajo y responsabilidad personal lograr que la
fuente de la vida y la abundancia no se agote; esto, como bien sabemos, es sumamente
angustiante, y no debe extrañarnos que hayan fuerzas que busquen retener al hombre en ese
estado primordial, aunque ello implique un conflicto y una oposición a los requerimientos
psicológicos de su etapa vital. Se da por esta razón un estancamiento (o regresión) de la libido en
etapas del desarrollo psíquico que deberían haber sido superadas, trayendo aparejado
padecimiento y neurosis.
Por lo dicho, se ve claramente que este arquetipo está íntimamente ligado al complejo materno.
Veamos qué dice Marie-Louise von Franz al respecto: “En general, el hombre que se identifica con
el arquetipo del puer aeternus permanece demasiado tiempo en la psicología adolescente; es decir,
todas las características que son normales en un joven de dieciséis o diecisiete años se prolongan
en la vida posterior, acompañadas en muchos casos de una dependencia excesiva de la madre…”
(…). “Sin embargo, hay otro tipo de puer en el que no se aprecia el encanto de la eterna juventud y
a través del cual no brilla el encanto de la juventud divina. Por el contrario, vive en un eterno
aturdimiento soñoliento…” (Downing, 1994, pp. 147-149).
Vemos claramente que esta tendencia a la juventud eterna es una característica común de los
hombres y mujeres de nuestra época. ¿Por qué surge con tanta fuerza hoy en día? A mi parecer, en
parte tiene que ver con una compensación frente a las tendencias predominantes de los siglos XIX y
XX, tendencia que aún hoy está en vigencia. Estos siglos se caracterizaron por un espíritu de
conquista, crecimiento, progreso y desarrollo, aspectos propios de un psiquismo más bien adulto,
aunque no por ello maduro espiritualmente. No hubo tiempo para la ensoñación y el descanso sin
que la maquinaria racionalista y el mundo del progreso pisotearan a los hombres. Por tales motivos,
es lógico que comiencen a surgir fuerzas que se opongan a tanto crecimiento e intelectualismo,

2
Sí mismo: Arquetipo que representa la totalidad del psiquismo.
3
“Debo recordar aquí que con el término incesto asocio yo otro significado además del que en rigor le corresponde. Para mí, incesto es deseo de
volver a la infancia…” (Jung, 1982 A, p. 249).
4
Aquí la madre aparece como símbolo del inconsciente colectivo ya que es el lugar de donde emerge, nace la consciencia.

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algo en el hombre que busque ilusoriamente detener el tiempo; pues el desarrollo científico e
industrial ha desalojado al ser de sí mismo, de su propiedad, convirtiéndolo sólo en un engranaje
del sistema. Tanto movimiento no ha podido ser metabolizado del todo y por no serlo trae
disociación y malestar. El niño, que en su seno almacena las tendencias instintivas y arcaicas que en
muchos momentos sirven como una útil guía al hombre, ha tenido que ser olvidado, y hoy retorna
desde lo inconsciente en su aspecto más oscuro. Es necesario que el hombre moderno aprenda a
escuchar al niño interior que habita en él, ya que al parecer, desconoce profundamente que algo
infantil desde su alma lo moviliza. El niño eterno es una fuerza siempre viva que debería tender a la
independencia y la nueva vida, no al estancamiento adolescente.
Dicho estancamiento es sumamente característico hoy; muchos hombres de nuestro tiempo se
comportan de un modo dual: por un lado llevan una vida laboral, responsable y adulta, pero por
otro, la adolescencia continúa en ellos; el juego y la fiesta desmedida, el escaso compromiso
emocional, la dificultad para entablar relaciones sentimentales que implican responsabilidad y los
compromisos de un corazón maduro: amor envuelto en confianza en el otro y libertad para ambos;
en su lugar, por lo general, nos encontramos con relaciones de carácter posesivas y celotípicas
propias del niño y, negando esta dificultad, se prefiere la soledad por no ser capaz de tolerar la
separación cuando se ha trenzado un lazo emocional fuerte.
Desde mi punto de vista las adicciones en la actualidad pueden considerarse un derivado de este
estado psicológico. El hombre moderno muchas veces lleva una vida pseudoadulta vinculándose a
un objeto adictivo. Como el puer está íntimamente ligado al complejo materno, la imago materna
(y los componentes arquetípicos propios de ésta) es desplazada, proyectada sobre el objeto de
adicción. De este modo el sujeto cuenta con la contención necesaria para salir adelante en el
mundo social, aunque con el tiempo los efectos negativos de la adicción se harán patentes. Si de
golpe le quitamos al adicto su sostén lo dejamos cual niño desamparado y desnudo en la honda y
amarga oscuridad de la noche.
“…Llegar a viejo es una cosa que no agrada admitir. La gente parece no caer en la cuenta de que no
poder llegar a viejo es tan estúpido como no poder dejar de ser niño. Un hombre que a los treinta
años sea todavía infantil merece compasión, pero, ¿no es encantador un septuagenario juvenil? Sin
embargo, ambos son perversos monstruos psicológicos. Un joven que no luche ni venza, ha
desaprovechado su juventud, y un viejo que no sepa escuchar los secretos arroyos que corren
numerosos desde las cimas a los valles, es absurdo, es una momia espiritual, tan sólo un pasado
entumecido…” (…) “Al visitar algunas tribus del África oriental sólo vi muy pocos hombres canosos
y, al parecer, no alcanzaban más de sesenta años. Pero esos hombres eran verdaderamente viejos,
a tal punto que parecían haber sido siempre ancianos, adaptándose de un modo absoluto a la vejez.
Eran lo que debían ser en todos los respectos…” (Jung, 2003, p. 189).
Anima
Si nos remontamos a los postulados de S. Freud (2007) recordaremos que él reconocía una
bisexualidad originaria en todo sujeto, ya fuese este varón o mujer; la identidad sexual y la
tendencia hetero u homosexual resulta algo que se determinará con el tiempo y con el desarrollo
libidinal de la persona. Jung no habló precisamente de una bisexualidad originaria en el sentido
freudiano o de libido hétero u homosexual, pero destacó y desarrolló extensamente los aspectos
masculinos y femeninos del psiquismo, tanto del hombre como de la mujer, así también se
preocupó profundamente por comprender y diferenciar la psicología particular de cada uno de
éstos. Ambos autores reconocen que los hombres no son absolutamente masculinos y que las
mujeres no son ciento por ciento femeninas, aunque en sus obras lo abordan de un modo muy

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distinto. Freud se orientará más por la idea de que en todo individuo existen tendencias libidinales
que se ligarán a objetos de ambos sexos e identificaciones con sujetos también de ambos sexos;
mientras que Jung se inclinará por la idea de que hay funciones psicológicas y aspectos del
psiquismo propios, unos de lo femenino y otros de lo masculino, coexistentes en todo individuo.
Lo masculino, en psicología analítica5, es considerado como logos, mientras que lo femenino
correspondería a eros. Lo masculino tiene que ver con el pensamiento ABSTRACTo, con el
discernimiento y la discriminación, la aproximación al objeto desde lo intelectual, es un logos que
pone freno a las pasiones; es la fuerza activa creadora que busca fecundar. Lo femenino está
relacionado con la sensibilidad, con lo erótico, pasional, intuitivo, lo receptivo, lo contenedor; es la
naturaleza pasiva creadora, vital y fértil que aguarda ser fecundada. Recordemos siempre que se
trata de aspectos y funciones psicológicas coexistentes en todas las personas, independientemente
del sexo de cada una.
El hombre, como macho, adviene con una predisposición biológica y arquetípica a desarrollar
principalmente sus aspectos masculinos, además, la educación influye en esto. Lo femenino en el
varón pasa a un segundo plano, queda en lo inconsciente tanto por descuido como por represión, y
a su vez, por una disposición psicológica natural. El lector en este momento tal vez se esté
preguntando qué es esto de que ciertas funciones o aspectos del psiquismo se alojen en el
inconsciente por “descuido”. La consciencia es una adquisición tardía en la evolución del psiquismo
humano, tanto a nivel individual, pero principalmente a nivel de su especie. A su vez, es
sumamente restringida, es una formación adaptativa sumamente compleja en su funcionamiento,
pero se rige por ciertas leyes que la determinan y limitan en su actividad. Todo material psíquico
que sea integrado a la consciencia, adquirirá un estado de mayor elaboración que lo inconsciente.
Dado que la consciencia es sumamente limitada, sólo algunos aspectos del psiquismo pueden ser
integrados a ésta, es decir, el yo estará más vinculado a ciertas funciones psíquicas que a otras, por
lo tanto, aquellas que no han sufrido esta suerte de complejización psíquica se mantendrán por
debajo de los umbrales de la consciencia actuando como complejos autónomos en un estado más
primitivo. Si el yo del varón se ha identificado y hace uso de los aspectos masculinos del psiquismo,
lo femenino no entra en este desarrollo y queda escindido en lo inconsciente como complejo
autónomo que, tarde o temprano, convendrá que sea integrado. Lo femenino en el varón,
entonces, se mantiene a nivel inconsciente por este descuido y, por supuesto, por la represión
debida a la educación, pues en nuestra cultura un hombre debe ser bien macho y está mal visto que
muestre su sensibilidad. Lo mismo ocurre con la mujer, pero a la inversa. Este eros secundario en el
varón recibe el nombre de anima, mientras que el logos secundario, en la mujer, es denominado
animus. Dichos aspectos del psiquismo, representantes de lo masculino en la mujer y de lo
femenino en el hombre, se agrupan en complejos inconscientes, a los que Jung dio el título de
“complejos anímicos” (principalmente para referirse al anima).
El complejo anímico se mantiene en la atemporalidad de lo inconsciente, por tal razón, no ha
sufrido el elaborado desarrollo que ha tenido lo consciente, sino que se ha mantenido en un estado
primitivo y poco diferenciado, poco claro; su retorno también tendrá estas características. Por tal
razón, el anima es una suerte de eros rudimentario, grotesco, una caricatura del eros femenino.
Como arquetipo, el anima ya está prefigurada en todo hombre, es decir, todo varón viene al mundo
con las cualidades psíquicas propias del anima y con una imagen primordial de la mujer, ligada a
estos aspectos. Hay una dama que es la única y primordial, la novia, madre, hermana, la amada
eterna, la que siempre mora en el corazón de todo hombre. Los arquetipos suelen aparecer en
5
Nombre otorgado por Jung a su psicología para diferenciarla del psicoanálisis freudiano, posteriormente a la ruptura de 1913 entre la Asociación
Psicoanalítica Internacional y la Asociación Psicoanalítica de Zurich.

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personificaciones, así, el anima se presenta como una mujer o algún símbolo femenino y, como
todo arquetipo, es un representante de lo inconsciente, que por lo tanto, trae un mensaje desde
aquellas oscuras zonas del alma. Si el anima como arquetipo ya está, desde los albores de la vida,
presente en la psiquis del sujeto, toda relación afectiva con una persona del sexo opuesto se dará
en relación a ésta; lo que busca todo hombre en una mujer es su anima, es ésta la que se proyecta
sobre el ser del sexo opuesto. El principal representante de este arquetipo es la madre, pues es el
primer objeto de amor del niño; el bebé se relacionará con su madre por medio del anima, la que
es proyectada sobre la primera. Luego también entrarán en juego las hermanas y otras mujeres de
importancia en la vida del niño, y posteriormente los enamoramientos, ya sean infantiles (en el
sentido estricto, cuando un niño se enamora) o adultos. O sea, siempre es el anima la que se busca
en el otro sexo, esto significa, a su vez, que el hombre busca, además, su complemento, aquella
parte de sí mismo que no está integrada a su yo; reclama su parte perdida al otro femenino.6
La propiedad arquetípica del anima proviene de todas las experiencias que en el pasado tuvieron
nuestros ancestros con las mujeres, vivencias que han dejado depositada una marca en el alma
humana. Lo femenino ocupa un lugar primordial en lo psíquico porque durante milenios ha estado
presente en la vida de los hombres, imprimiendo así un sello imborrable.
Es sumamente importante que el hombre tome contacto con su anima, que la asuma en tanto algo
propio y no como ajeno a él o, peor aún, que la desconozca por completo. La influencia de este
arquetipo sobre los estados anímicos del sujeto es muy intensa, si él no se conecta con su anima y
desarrolla su función intuitiva y sus aspectos más sensibles, estos retornarán como terribles
estados emocionales difíciles de contener. Por su fuerza natural, el anima irrumpirá con tormentos
anímicos sobre el yo; esa sensibilidad no reconocida se volverá contra el sujeto por no haber sido
utilizada como facultad psíquica y recurso perteneciente a él mismo. El anima desata terribles
pasiones que asustan y superan al sujeto. Jung afirmaba: “El anima es, (…), la fuerza de lo pesado y
turbio, fijada al corazón corporal, carnal. Deseos carnales y excitaciones coléricas son sus efectos.
Quien al despertar hállase sombrío y deprimido está encadenado por el anima” (Jung, 1982 B, p.
54).
Cuando el hombre reconoce su complejo anímico como propio, su mujer, o mejor dicho las
mujeres, dejarán de tener cualidades sobrehumanas; ya no será una terrorífica y repugnante bruja,
tampoco reina, ni celestial divinidad; el deleite del enamoramiento juvenil da lugar al amor adulto,
ya puede reconocerse a la mujer real tal cual es porque ha dejado de estar investida por la
numinosidad del arquetipo. También nace una especie de amor propio, no en el sentido de la
arrogancia y soberbia narcisista, sino que el hombre reconoce sus pasiones y sus debilidades,
muchas de sus limitaciones son puestas en juego, paradójicamente, al adquirir mayores recursos
anímicos para desenvolverse en la vida y en las relaciones. Podríamos decir que el hombre se
humaniza al encontrarse con sus pasiones más bajas, menos ideales y más terrenales.
Llegados a este punto reconocemos que este aspecto de la psiquis resulta bastante sinuoso al ser
encarado racionalmente, justamente porque su naturaleza escapa a lo racional y sus efectos
también. Ahora bien, lo hasta aquí expuesto ha sido sólo a modo de introducción para poder
abordar el problema del por qué sería el anima uno de los arquetipos determinantes del espíritu de
nuestra época. Parece esto ilógico ya que nuestro tiempo está caracterizado por el racionalismo
científico; sin embargo, eso aparece más cercano al plano de la consciencia, pues todos
reconocemos esta característica de los tiempos modernos. Si un arquetipo determinará el espíritu
de su época lo hará desde lo inconsciente, irrumpiendo con sus manifestaciones en la vida de los

6
Recordemos el mito de Aristófanes en “El Banquete” de Platón; donde señala que en un principio éramos seres andróginos.

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hombres, y si nos retraemos en el tiempo nuevamente a los siglos anteriormente señalados, es


decir, XIX y XX, vemos que el espíritu de progreso y desarrollo tanto científico como industrial tuvo
allí su apogeo. No quiero decir que hoy esto se haya perdido, pero ya hemos mostrado cómo hay
tendencias en la actualidad que a ello se oponen. En esos tiempos el hombre buscó incesante
movimiento creador, desde su logos; lo masculino se impuso a la fuerza y lo femenino fue
descuidado. Los ritmos y ciclos naturales no fueron respetados sino imperiosamente alterados. Lo
femenino es aquello que permite la conexión con la naturaleza y su lenguaje, el logos ve al mundo
desde el discernimiento y la separación intelectual, pone una barrera a la intuición y los instintos
terrenales, su interés es el dominio del medio. Hemos mencionado que lo masculino se caracteriza
por ser la fuerza activa creadora, que al disociarse de lo femenino, no lo tiene en cuenta y comete
un acto de ultraje sobre el mundo, pues no puede conectarse con lo que el otro es (todo lo que
reside fuera del yo), con su naturaleza. Persigue su finalidad a partir de esta fuerza, de su
naturaleza activa masculina. Al ser descuidado lo femenino, desalojado y reprimido, el hombre se
impuso como el “sexo fuerte” y la mujer fue desconsiderada y pagó con marginación y sufrimiento
en este mundo de progreso. Esto la llevó a que tuviera que adaptarse y desarrollar su aspecto
masculino, a la fuerza y en oposición a su propia naturaleza, pues también se vio en gran medida
sometido su eros. Este predominio de lo masculino llevó a que el hombre estuviera en una cómoda
posición, pero la mujer sufrió las irrupciones de su animus. El desarrollo de este último no ha sido
fácil para ellas, lo inconsciente no es asumido e integrado con comodidad cuando se hace a la
fuerza y no por medio de un trabajo de mayor compromiso psicológico; por esta razón el
padecimiento psíquico de la mujer fue mayor que el del hombre, pagó con neurosis y psicosis su
adaptación al mundo masculino. Los hospitales psiquiátricos estuvieron plagados de mujeres en el
pasado, lo que llevó a pensar que eran más frágiles psíquicamente. Freud echó mano a su teoría
sexual para entender el por qué la mujer tiene una mayor predisposición a la neurosis e incorporó
una complicación más en el desarrollo psicosexual femenino, el pasaje de la erotización del clítoris
a la vagina, mostrando de este modo que la hembra humana tiene más puntos de fijación de la
libido y es por ello que se facilita dicha disposición. Creo que hoy en día estamos en posición de
poner en tela de juicio la idea que sostiene que la mujer está más dispuesta a la neurosis que el
hombre moderno, así como a cualquier tipo de padecimiento psíquico. A mi modo de ver, era la
mujer de aquellos tiempos, sí más propensa a contraer la enfermedad, pero se debía a las
condiciones en las que le tocó vivir. Hoy sería el hombre el que padece el desconcertante retorno
del anima.
Como bien decía, este mundo progresista obligó a la mujer a desarrollar sus aspectos masculinos, a
riesgo de desconocer el padecimiento que conllevaba ese proceso. Sin embargo, a pesar de todo, la
mujer actual ha crecido en un aspecto que el hombre no, alcanzó a cultivar su animus y en alguna
medida éste ha sido integrado, ella superó muchos obstáculos y salió adelante. Aún hoy padece por
ello, continúa la neurosis, la psicosis, la masculinización femenina (los innumerables casos de
anorexia son un claro ejemplo, justamente estas jóvenes se caracterizan por un intelecto bastante
desarrollado) y la rigidización de algunas facultades psíquicas en casos particulares, pero en general
la mujer actual hace uso de sus facultades lógicas, de su animus, mientras que el hombre no ha
tenido interés por hacer lo mismo con su anima; por esta razón la mujer progresa con gran empuje
en el mundo actual, corriendo el riesgo de echarse al hombre al bolsillo. Como nada puede ser
rechazado por siempre, el anima hoy retorna exigiendo su lugar, lo inconsciente tarde o temprano
regresará y, según palabras de Jung, “lo que no se hace consciente se hace destino”; el anima se
manifiesta como padecimiento psíquico en los hombres actuales.

Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 31


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Si pensamos en las características del animus, vemos que en la mujer la psicosis pudo tomar,
predominantemente, aspectos esquizofrénicos basados en “ideas” delirantes. El anima hoy en día,
por su característica pasional, sumerge al hombre en hondas depresiones, lo ata al complejo
materno y lo debilita como un niño indefenso ante las vicisitudes de un mundo frustrante y sin alma
que él mismo creó. Estoy seguro, que hoy en día y en el futuro, hasta que logre integrar su anima,
es el hombre el que ha condenado su destino a grandes depresiones; el suicidio, el alcoholismo y
los trastornos en la identidad sexual, se corresponden y corresponderán más aún a los varones que
a las mujeres7. Jung advertía: “…Isis crea el animal mediante la libido del dios, con lo cual lo debilita
haciéndolo dependiente de ella. De modo análogo Dalila le arrebata la fuerza a Sansón al cortarle
los cabellos, es decir los rayos del sol. Esta demoníaca mujer mítica es en efecto la “hermana-
esposa-madre”, lo femenino en el hombre…” (Jung, 1982 A, p. 309).
Referencias Bibliográficas
Díaz Guiñazú, R. (2010). Aproximaciones Al Estudio De La Psicopatología Y Clínica De Las Adicciones
Desde La Teoría De Carl Gustav Jung. Tesis De Licenciatura. San Luis: Biblioteca Antonio
Esteban Agüero, Universidad Nacional De San Luis.
Downing, C. (1994). Espejo del Yo. Imágenes arquetípicas que dan forma a nuestras vidas,
Barcelona: Kairós.
Freud, S. (2007). Fragmento de análisis de un caso de histeria (Dora). Buenos Aires: Amorrortu.
Jung, C. G. (2003). Realidad del alma. Aplicación y progreso de la nueva psicología, Buenos Aires:
Losada.
Jung, C. G. (1982). Símbolos de transformación, Barcelona: Paidós.
Jung, C. G. Y Wilhelm R. (1982). El secreto de la flor de oro, Barcelona: Paidós.
Platón (1960). El Banquete, Buenos Aires: Aguilar.

7
No quiero decir con esto que la esquizofrenia corresponda específicamente a los efectos del animus y la melancolía al anima, ya que la etiología de
cada una de estas patologías es sumamente compleja y no reductible a un solo factor psicológico; pero sí entiendo que en la mujer y en el hombre
cumplen un papel importante en cada una de estas formas clínicas.

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Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 33-41

ARQUETIPO DE LA SOMBRA Y SU INFLUENCIA EN LAS ADICCIONES


Enviado:06/05/2011 │Aceptado:01/07/2011
Autor: Lic. Rafael P. Díaz Guiñazú
Filiación: Universidad Nacional de San Luis
E-mail: rafaguiazu@hotmail.com

RESUMEN
El arquetipo de la sombra representa el lado oscuro del hombre, aquello que el sujeto repudia de sí
mismo y se niega a reconocer forzándolo a mantenerse en las profundidades de lo inconsciente.
Este trabajo desarrolla teóricamente la naturaleza y el potencial de la sombra, así como también la
relación complementaria y compensatoria que ésta mantiene con el yo consciente, y la influencia
puede ejercer en la adquisición de las adicciones. A su vez, se realiza una revisión a la teoría de los
Tipos Psicológicos de Jung, dónde se destacan los dos tipos fundamentales: el introvertido, en el
que la energía psíquica tiende a dirigirse hacia el mundo interior y el extravertido, cuya libido se
dirige principalmente hacia lo externo, y se intenta establecer una correspondencia entre las
distintas modalidades del arquetipo de la sombra, según el tipo psicológico dominante del paciente
adicto, y el tipo de adicción adquirida. A su vez, se pretenden plantear variadas posibilidades de
abordaje terapéutico respecto a estas patologías, y en relación con este arquetipo, y se hace
referencia al dilema ético que genera el encuentro con la sombra, tanto a nivel del terapeuta como
del paciente.
Palabras claves: Sombra, Adicción, Tipología, Terapia, Ética.

ABSTRACT
The shadow’s archetype represents the dark side of man, what he rejects and refuses to recognize about
himself forcing him to stay in the depths of the unconscious. This work shows theoretically the shadow’s
nature and potential, as well as the complementary and compensatory relationship it maintains with the
conscious ego, and the influence it can have on the acquisition of addictions. Also, a review of Jung's
Psychological Types theory is made, highlighting the two basic types: the introverted, in which the psychic
energy tends to go into the inner world and the extroverted, whose libido is directed mainly to the
outside. Besides, a correspondence between the different forms of the shadow’s archetype
depending on the patient's dominant psychological addiction, and the kind of addiction acquired is tried
to be established. In turn, the several possibilities regarding the therapeutic approaches to these
pathologies and in connection with this archetype are intended to raise, and a reference is made about
the ethical dilemma created by the encounter with the shadow, both for the therapist and the patient.
Keywords: Shadow, Addiction, Types, Therapy, Ethics.

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ARQUETIPO DE LA SOMBRA Y SU INFLUENCIA EN LAS ADICCIONES1


Según Jung (1875-1961) el yo es una luz que arroja su propia sombra. Este arquetipo de difusa
figura y borrosas dimensiones representa el lado oscuro del yo, su otra cara, su contracara, lo
rechazado, odiado y no admitido por el sujeto. La sombra es un espectro tan repugnante e
intolerado que se reprime y se expulsa con violencia, intentando ser mantenido lo más alejado
posible de la conciencia, pues posee todos los aspectos que el yo no ha podido integrar por ser
incompatibles con la imagen que el sujeto tiene de sí mismo y con el ideal que persigue.
El proceso de formación del yo es el mismo que el de formación de la sombra, es a partir de las
mismas vivencias que ambas instancias se constituyen; una de éstas, el yo, en una forma de mayor
elaboración y complejidad, destinada a la evolución y al desarrollo permanente, estableciéndose
como el complejo organizador y rector de la consciencia, en contacto con la realidad externa y con
el tiempo que transcurre; y la otra, la sombra, en un estado primitivo por debajo de los umbrales de
dicha consciencia, detenida en la atemporalidad de lo inconsciente. Entonces, es el proceso de
educación y socialización el interviniente en la formación de la sombra, pues, todas aquellas
tendencias, impulsos, emociones, funciones y elementos psíquicos que son incompatibles con lo
que los padres y modelos sociales imponen son desechados, justamente porque entran en
conflicto, con lo que la moral en formación admite. La sombra puede ser figurada como un saco,
una bolsa en la que se arroja, vía represión, lo que no puede ser aceptado o tolerado por el yo;
digamos que en su esencia está lo intolerado, lo inadmisible, lo angustiante y doloroso, lo que pesa,
molesta y daña, y por esta misma razón es que, justamente, suele ser molesta y su presencia nos
daña. Tras la personalidad consciente se ha desarrollado otra personalidad inferior que se mantiene
en estado primitivo y disociada de la primera. Es verdaderamente como un otro que habita en
nosotros, con ciertos rasgos de carácter ligados a tendencias no admitidas por la moral, y que actúa
de manera autónoma persiguiendo sus propios fines. Por lo tanto podemos ir advirtiendo que la
sombra es un representante de lo inconsciente y siempre trae consigo un mensaje de lo que
acontece más allá de los dominios del sujeto de la consciencia.
Podemos estar seguros que nos encontramos en presencia de la sombra cuando las cosas nos
“sacan de quicio”; cuando sentimos que lo que pasa a nuestro alrededor (o que algo terrible en
nuestro interior amenaza con desatarse) supera ampliamente nuestras posibilidades para
afrontarlo, y reaccionamos de un modo desproporcionado a lo que la situación en verdad amerita.
Algo que caracteriza su presencia es que supera nuestras capacidades porque desborda al yo; el
sujeto por momentos parece no contar con los recursos mentales suficientes para tolerarla,
ensombrece su visión del mundo, oscurece el pensamiento y su corazón. Podríamos decir que
cuando estamos encadenados a la sombra, la penumbra se ha apoderado de nosotros. Es cierto
que hay sucesos inadmisibles en el mundo, pero si éstos nos exasperan por completo, tal vez
debamos pensar que aún no conocemos, o nos negamos a reconocer profundamente la naturaleza
humana, y de lo que ésta es capaz; esto sucede porque no hemos aceptado que las tendencias más
terribles, sádicas y morbosas también forman parte de nuestra propia naturaleza.
Es muy común que nos desembaracemos ilusoriamente de nuestra oscuridad depositándola en
otros. Así, son los objetos externos los que hacen, sienten, piensan y viven de una forma errónea;
es el mundo el que está lleno de miserias y miserables, la vida es injusta, los demás son los
culpables de nuestros problemas, nuestros traumas y nuestros fracasos; la gente es envidiosa, el

1
material obtenido y modificado de: Díaz Guiñazú,Rr. (2010). Aproximaciones al estudio de la psicopatología y clínica de las adicciones desde la
teoría de Carl Gustav Jung. Tesis de licenciatura. San Luis: Biblioteca Antonio Esteban Agüero, Universidad Nacional de Dan Luis.

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mundo está loco y otras miles de frases por el estilo se escuchan a diario. Puede ser que sea
razonable algo de todo esto, pero justamente, dichos fenómenos suelen tener su raíz en las
sombras de la humanidad. La proyección de este arquetipo permite que al hombre se le haga un
poco más amena su existencia ya que evita, hasta cierto punto, un conflicto moral; pero no se
puede mantener mucho tiempo este autoengaño, pues la sombra es parte del sujeto y se volverá
en su contra por no ser reconocida. Justamente, que las cosas nos salgan mal por supuesta culpa
del mundo, ya es una manifestación de la sombra desconocida, que está jugando su propio partido,
persiguiendo sus propios fines. Lo ideal es reconocerla, amigarse con el diablo que uno mismo es, y
aprender de todo lo que tiene para brindarnos, sino, tarde o temprano, nos somete haciendo su
voluntad y expresando su naturaleza, pues como solía indicar Jung: “lo que no se hace conciente se
hace destino”.
Jamás podremos librarnos de nuestra sombra, pero esto no es algo malo, en realidad es positivo, ya
que la sombra contiene un potencial enorme y se vuelve sumamente útil cuando logramos
integrarla, permitirle su espacio y entrar en un permanente diálogo con ella, que en el fondo, es un
diálogo con nosotros mismos, pero es un diálogo que excede el orden de las palabras y de lo
puramente racional, e implica entrar en contacto con nuestra naturaleza oculta. La sombra sólo
hace daño o se comporta como “mala”, porque se mantiene en la marginalidad, porque se la
rechaza, y lo reprimido siempre retorna abruptamente reclamando su lugar y demostrando que por
más que nos neguemos a verlo, no ha cesado su existencia.
Naturaleza arquetípica de la sombra: lo animal de la civilización
La sombra no sólo contiene componentes de índole individual sino que, por ser un arquetipo, tiene
su raíz en lo inconsciente colectivo. Como arquetipo, la sombra, supone lo más primitivo del
hombre, es nuestro lado arcaico y es por ella que nos conectamos con nuestra herencia animal. Es
aquella parte humana inadaptada a lo social que se ha mantenido por eones en un estado salvaje y
bestial.
Si la consciencia (el yo en este caso) ha debido adaptarse y adaptar el mundo a ella, el hombre ha
tenido que relegar mucho de su naturaleza primitiva. Sin embargo, vivir disociado de la consciencia
es peligroso, ya que la bestia acecha constantemente y el hombre se debilita al no integrar la fuerza
vital que la misma contiene. Éste es el aspecto más fascinante y paralizador de la sombra. Su
encuentro implica una lucha terrorífica, que parece superar las posibilidades individuales, por eso el
yo debe contar con los recursos necesarios para tal enfrentamiento, caso contrario podría ser
despedazado. La sombra es impulsiva y fuerte, es infantil y animal, y es por ello que contiene una
enorme vitalidad, espontaneidad y es vertiente de creatividad. Conectarse con ella enriquece y
flexibiliza enormemente la vida del hombre. Así y todo, si bien al reconocerse en la bestia y
aceptarse como tal lo terrorífico se apacigua, el trabajo con la sombra es un trabajo de por vida que
el hombre deberá asumir con responsabilidad y pondrá en juego hasta en las cosas más sencillas,
tratando de no cargar al mundo con sus propios fantasmas y sus miserias. Sólo así encontrará y
accederá a la riqueza y al saber que la psique arquetípica alberga, y a la cual solemos perderle el
rastro, creyendo que lo único verdadero para la psiquis es nuestra experiencia individual, sin lograr
advertir que también somos parte de algo ancestral ya grabado en nuestro ser y que ampliamente
nos determina. Aquí aparece el aspecto positivo de la sombra, el cual se devela una vez que
descubrimos que en el interior de la sombras está la luz en potencia, que en la oscuridad del carbón
está todo el potencial para que ardan las llamas, que la basura también puede ser un fertilizante
útil para quien sepa hacer uso de ella. Jung (1976) sostenía que la sombra es en un noventa por
ciento oro puro; como bien sabemos, el oro puro debe ser fundido, procesado, fusionado,
modelado.

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Sombra del paciente adicto y tipos psicológicos


En Tipos Psicológicos (1985), Jung destaca dos modalidades de disposición de la libido de la que
derivan dos tipos psicológicos principales: el tipo introvertido, en el que la energía mental tiende a
dirigirse hacia el mundo interior, y el tipo extravertido, donde la libido se dirige principalmente
hacia el mundo externo. Además de estas dos modalidades básicas de funcionamiento mental Jung
destacó que existen cuatro funciones psicológicas fundamentales: intelecto/pensamiento,
sentimiento/emoción, percepción/sensación y la intuición. Estas cuatro funciones se combinan con
los dos tipos dominantes; así por ejemplo, tenemos sujetos introvertidos intelectuales, otros en los
que principalmente su intelecto se liga y se desarrolla en relación con los fenómenos del mundo
externo; hay grandes artistas en los que puede primar lo perceptivo o lo emocional, y también
existen los hombres tildados de místicos que tienen un gran desarrollo de su intuición, que
justamente son despreciados por el hombre racionalista. Lo interesante es que siempre están las
cuatro funciones presentes; mayor salud habrá cuanto más integradas estén estas funciones, y el
hombre pueda hacer uso de todas ellas. Sin embargo, por más integración que haya, siempre habrá
una función dominante que determinará el tipo psicológico del sujeto y su modalidad de
funcionamiento mental. Esta función dominante, supongamos el intelecto, es la que principalmente
se mantiene a disposición del yo, es de la que mayor uso hace el sujeto; y cuanto más disociadas
estén las otras funciones, más a merced de las sombras se encuentran estas últimas. Por lo tanto,
recuperar la sombra implica recuperar las funciones no desarrolladas que se encuentran en un
estado secundario y devolverlas a la vida consciente del sujeto; este es un aspecto sumamente
positivo de la sombra, pues las funciones son útiles y adaptativas. El hombre en exceso racionalista,
que es puro logos, suele tener reprimida la emocionalidad y lo erótico, así como la intuición que
brinda la posibilidad de conectarse con lo que está más allá de los sentidos, con lo que le sucede al
otro, posibilita la empatía y la receptividad; tampoco será un hombre que se conmueva
profundamente con un bello paisaje o con la música y el arte. Esto sucederá, por supuesto, en
sujetos en los que las otras funciones se hayan mantenido en la oscuridad.
Dicho esto, es posible plantear, en muchos casos, la relación del aspecto emocional (como función
psicológica) ligado a la sombra del adicto. En algunas oportunidades he podido observar sujetos,
sobre todo en casos donde el principal objeto de consumo es la cocaína, que se presentan en
actitud soberbia y arrogante; parecen ser personas frías y, a su vez, omniscientes u omnipotentes.
Luego de un tiempo de trabajo terapéutico con ellos logra inferirse que portan una fachada
externa, que es el producto de intensos mecanismos de compensación para mantener oculta y
controlada su debilidad y fragilidad emocional, con lo cual intentan desconectarse de sus temores y
su dolor. Estoy diciendo que su sombra está vinculada a aspectos muy débiles, dependientes,
temerosos e inseguros, que se esconden tras la máscara de hombre fuerte y duro del sujeto adicto.
Dicha disociación de la función sentimental influye en el contacto emocional con las demás
personas, por eso se muestran como sujetos fríos y egocéntricos, pues no pueden permitir que
emerja algo de su sensibilidad ya que los desborda por haberse mantenido, la misma, en un estado
primitivo e infantil; y a su vez, dicha aparición implicaría el dejar expuestas sus debilidades, su
necesidad de contención. Este tipo de pacientes adictos que he tenido la posibilidad de observar,
pueden estar relacionados en algún punto con los que la Dra. Milán, T. (2009) denominó: pacientes
adictos de tipo ordálicos, y también podrían vincularse a otros que se agrupan bajo el título de
todopoderosos, ya que en ambos tipos se destaca una urgente necesidad por fortalecer su
identidad y su omnipotencia, buscan anestesiar la emocionalidad, intentan mitigar intensos
sentimientos de culpa junto con compensar su baja autoestima, y poseen un mundo interno
sombrío y solitario.

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Siguiendo con esta línea de pensamiento, donde postulamos la sombra del adicto ligada a las
funciones psicológicas, me atrevo a sugerir que muchos sujetos con esta problemática usan la
droga, el alcohol y hasta el tragamonedas con la intención, por supuesto inconsciente, de
adormecer el pensamiento y vivir en el mundo de las sensaciones, quedando así la función
perceptiva como la dominante, alojada en la consciencia, y las demás funciones pasando a habitar
en las sombras. Esto es algo muy común, son sujetos que buscan placer carnal, ahuyentan la
angustia abandonando la posibilidad de elaborarla y de pensar el dolor anímico, y también pierden
contacto con la intuición. Estas personas viven demasiado en el plano de la imagen (función
perceptiva); anorexias y vigorexias se ligan aquí, entre otras. El trabajo terapéutico requiere
recuperar estas funciones para que dicha labor pueda continuar y, así, elaborar la sombra y otros
elementos del mundo de lo inconsciente, al establecer contacto con lo intuitivo, lo emocional y lo
intelectual.
Por otro lado he tenido la posibilidad de observar sujetos que, al contrario de los soberbios que
anteriormente mencioné y comparé con los pacientes ordálicos de Milán, se ven tranquilos,
desinteresados de muchas circunstancias de la vida y con pocas responsabilidades asumidas. Son
sujetos que suelen expresar: “yo no me meto con nadie”; “yo hago la mía, me fumo un fasito
tranqui pero no molesto a nadie”; “soy un tipo tranquilo”, y realmente lo son; pero cuando se
comienza a trabajar con ellos empieza a surgir un terrible odio reprimido, una sombra tan iracunda
y destructiva que desde lo inconsciente está dañando al sujeto. Éste mantiene la consciencia
adormecida para evitar el contacto con esta sombra asesina; mas por no hacerse consciente se
transforma en destino aniquilando de a poco a su sepulturero. Otro rasgo frecuente que se advierte
en estos sujetos, varones, es una desconexión con la figura paterna. El progenitor masculino o
sustituto aparece como padre ausente, tanto en el pasado como en el presente; son padres que
pocas demostraciones de afecto y atención han tenido hacia sus hijos y lo mismo sucede de parte
del hijo hacia el padre. En muchos casos hay un total desprecio hacia éste, al punto que afirman no
quererlo, no importarles nada de él. Aquí encontramos un buen punto para rastrear la sombra; la
idea que el paciente se ha formado de su padre, cómo lo aprecia y lo percibe, nos da una idea de su
sombra. De a poco, al irlo confrontando con estos aspectos que critica, pero que evidentemente
también le pertenecen, el sujeto puede conectarse con su sombra, comenzar a elaborar su
complejo paterno y reconocer cuanto de él mismo ha estado tiñendo a su figura paterna, más allá
de que mucho de lo que él percibe de esta persona contenga cierta verdad.
Sombra y adicción
Si decimos que en la sombra hay aspectos muy arcaicos y, además, otros que desde la infancia han
sido arrojados allí y se han mantenido inalterados desde aquel entonces, estamos diciendo que este
arquetipo posee aspectos infantiles, y en este punto, según mi criterio, el trabajo con la sombra
roza el trabajo con el arquetipo del niño eterno. Abordar terapéuticamente la problemática de las
adicciones siempre implica entrar en contacto con los aspectos más dependientes y demandantes
de los pacientes; es trabajar con sus temores inconscientes de abandono e inseguridades que
comprometen toda su vida relacional y que, a su vez, se ponen en juego en el vínculo transferencial
con el analista.
En este sentido, muchas veces, cuando la transferencia es positiva y logran sortearse determinadas
resistencias, el paciente adicto suele mostrarse pasivo, esperando que el terapeuta le trasmita las
palabras milagrosas que le den solución a su padecimiento, como si el mismo fuese un padre sabio
o una madre protectora que tiene en sus manos el poder sanador. Ante el silencio del analista la
angustia se acrecienta en el paciente, lo cual puede ser un motor para que éste salga de esa
pasividad y comience un trabajo asociativo. En cambio, cuando el paciente ha logrado generar un

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especio mental con capacidad para tolerar el ingreso de las devoluciones del analista, es llamativa
la sorpresa que tal reconocimiento en ellos genera. Más allá de la angustia que tal conexión
provoca, comienza a notarse cierto entusiasmo por continuar indagando y profundizando acerca de
este mundo interior hasta el momento no explorado; es un verdadero descubrimiento para el
hombre este encuentro consigo mismo. Cuando las resistencias a la sombra son muy fuertes,
generalmente así es al principio, el sujeto puede sentir agresivas las devoluciones del analista que
lo invitan a pensar y a conectarse con lo que puede estar sucediéndole. Para que estas
devoluciones sean tolerables, es favorable que el ambiente terapéutico-analítico propicie una
contención adecuada. A mi entender, conviene que el profesional cuente con la capacidad de
metabolizar lo receptado que proviene del paciente para así devolverlo. Sin embargo, esto no
implica que la posición del terapeuta no sea sólida, es importante que el analista no menosprecie la
posibilidad del “boicot” tan común en estos casos; sin perder su posición de “corte”, tiene que
poder captar cuándo no ser tan complaciente, compasivo y tolerante, porque las resistencias a las
devoluciones pueden resultar muy intensas y son comunes en estos pacientes ciertos mecanismos
que tienden a anular el dispositivo analítico y la posición del analista, persiguiendo la finalidad de
no entrar en conexión con lo angustiante, en este caso, la sombra. Desde esta perspectiva, la
posición receptiva y empática, por parte del terapeuta, es lo fundamental. Cuando se ha logrado
captar e incorporar los contenidos inconscientes del paciente, ya sea por medio de la escucha, la
transferencia, la contratransferencia, la intuición (esta última muy importante en el análisis
junguiano), y metabolizarlos para ser devueltos, no deben cerrarse los canales receptivos, pero
siempre, a su vez, debe haber una función de corte en la psiquis del analista, que permita la
distancia y el discernimiento para que lo receptado del paciente no movilice en exceso al terapeuta
más allá de sus posibilidades, tornándosele intolerable la labor analítica. A esta posición del analista
Pichón Rivière (1956) la denominó “disociación instrumental”.
Esta necesidad de la función de corte es un punto que se vuelve imprescindible en esta patología y
no debe ser desmerecido, constituye un problema con el que suele enfrentarse el terapeuta, por el
hecho de trabajar con pacientes intrusivos que intentan manipular su función y el rol analítico. A
pesar del equilibrio entre receptividad y distancia, muchas veces hay que recurrir en extremo al
corte para que comience el proceso de individuación ya que, por su naturaleza dependiente, estos
pacientes suelen ser muy resistentes a la separación, y suelen retirarse bastante angustiados de las
sesiones luego de su finalización. Considero poco conveniente dejar al paciente con excesivos
montos de angustia, pero no creo que el terapeuta deba caer en el error del vómito interpretativo
para mitigar la misma, pues en ese caso, me parece, no se consigue nada y el analista puede quedar
con la sensación de haber sido vaciado; sus palabras se convierten en semillas arrojadas al mar,
perdiendo éstas su poder fecundador.
Sombra y Comunidades Terapéuticas
La modalidad de trabajo de algunas Comunidades Terapéuticas tiende a expulsar lo considerado
“malo” (actitudes, conductas, tendencias, emociones) reprimiéndolo; es decir, dicha modalidad de
trabajo actúa desalojando y manteniendo en lo inconsciente, como propiedad de la sombra,
muchas tendencias psíquicas en lugar de integrarlas, transformarlas, elaborar ciertos contenidos y
hacer algo con ellos. La aplicación de algunas de estas estrategias terapéuticas, basadas en técnicas
comportamentales y conductistas, tarde o temprano traen, como consecuencia, el retorno de lo
reprimido. Hay centros de internación que basan su terapéutica en la “estructuración” de pacientes
considerados sin normas. No se habla, en estos centros, en términos de estructuración psíquica,
sino en generar un ordenamiento al modo de vida caótico del paciente adicto. Se trabaja
firmemente en base a principios morales, se devuelve una imagen denigrada de lo que el sujeto es

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por su condición de adicto y por los problemas que a sus seres cercanos les ha ocasionado con su
comportamiento que, en muchos casos, está vinculado a actos delictivos o al menos faltos de ética;
se lo mantiene en constante trabajo físico y de confrontación (un diálogo casi permanente cara a
cara) con sus compañeros de tratamiento, con la intención que el prójimo pueda devolverle, desde
su lugar y su experiencia, la imagen que de él percibe y algún tipo de consejo útil. A su vez, estas
labores se proponen evitar que el sujeto tenga tiempo para pensar en la droga, el afuera, la familia,
la novia, o se realice planteos que puedan poner en juego su creencia en el tratamiento que viene
realizando. Las normas son muy firmes y si no se cumplen sobreviene el castigo, eso sí, jamás se
implementa el maltrato físico. La ley y el orden es lo principal y no se escatima en levantar la voz y
“utilizar ampliamente el diccionario” cuando hay que marcar una falla. Todo esto es considerado
una parte muy importante del tratamiento, porque al parecer, si no se trabaja de este modo, se
corre el riesgo que el control del grupo pueda “irse de las manos”; hay que mantener un régimen
muy estricto. Todo está medido en el tiempo adecuado, y los modales en el trato entre compañeros
y hacia los staff es lo fundamental. Son técnicas muy útiles en cuanto al logro de la desintoxicación
y al momento de establecer un orden y darles un nuevo rumbo a las vidas de ciertas personas que
necesitan una orientación. El problema se plantea al finalizar la internación y es aquí donde los
terapeutas encargados de los grupos de reinserción social deberían trabajar la sombra y acompañar
al sujeto hacia su independencia e individuación más que sólo quedarse en el mero reforzamiento
de ciertas conductas; ya que si no se trabaja la sombra, siempre ligada a aspectos muy
dependientes e infantiles, y alimentada por la represión de las tendencias psíquicas prohibidas
durante la internación, el sujeto crea una excesiva dependencia al grupo y se corre el riesgo de la
recaída como un intento inconsciente de retornar al seno de la internación, o al grupo que lo
mantuvo contenido tanto tiempo. Con esto sugiero que el trabajo en grupos ambulatorios y de
reinserción social debe hacerse en profundidad y no se puede subestimar la sombra apuntando al
sólo hecho de evitar su aparición. Además considero fundamental complementar dichas
modalidades de tratamiento grupal con sesiones individuales donde el encuentro con el analista es
más rico y personalizado, y es un lugar donde el paciente se anima a tratar temas que en los
grupos, por alguna razón, se ve obstaculizado de hacerlo.
A su vez, por más que se reprima, en estas comunidades, la sombra aflora en forma permanente, y
lo hace por medio de la proyección, es decir, suele ser depositada en otros miembros de la
Comunidad Terapéutica. Esto alivia mucho al sujeto que la expulsa de sí mismo, pero no implica
elaboración alguna. Los llamados staff, encargados de coordinar los grupos de autoayuda, que en
algunos casos suelen ser ex-adictos, en muchas oportunidades se ayudan a sí mismos a mantenerse
fuera del uso de drogas en base a dicha descarga que se hace sobre la figura del adicto en
recuperación; de este modo, al atacar y corregir aspectos negativos del otro, se está repudiando la
propia sombra, aunque no se sea consciente de ello.
He podido observar que en algunos casos, el adicto, ya en proceso de recuperación, lo que arroja a
las sombras es el personaje impulsivo, ávido de placer y de satisfacción. Este personaje, por
denominarlo de algún modo, está relacionado con tendencias a las que el paciente nunca, hasta un
tiempo atrás, les había prohibido existencia, es más, justamente hacía uso y abuso de ellas; éste era
el principal actor en su vida con el que el yo estaba identificado. Es así que la vida de estos sujetos
suele tornarse rígida y sumamente aburrida. Lo erótico y emocional también suele sufrir un
abandono. Al darse tal inversión y estas tendencias ser exigidas al destierro más allá de los
márgenes de la consciencia, dicho personaje, la sombra, ahora alimentada con estas fuerzas y sus
destinos, suele retornar en sueños atormentando al sujeto. Puedo ilustrar esta idea con el caso de
un joven que llevaba un tiempo considerable en tratamiento de reinserción social, luego de un año

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de internación en una Comunidad Terapéutica. El sujeto se mostraba temeroso ante la vida adulta y
social, aunque mantenía un trabajo que poco le complacía, y era mortificado por un temor
constante a la posibilidad de recaídas. Un tema recurrente en sus sueños, era el de distintos
personajes de malvivir que lo perseguían y que hasta disfrutaban del placer de poseer y compartir
el lecho con su novia. Podemos pensar que estos personajes serían representantes de la sombra
donde habría caído todo lo supuestamente pecaminoso. Su sexualidad y otros aspectos de su
personalidad necesitados de satisfacción y placer le estaban pidiendo que los dejara vivir. Su vida
era completamente aburrida y todo lo placentero parecía poseer una suerte de nigromancia que lo
llevaría nuevamente a la droga; hasta tal punto, que el muchacho en cuestión sólo se había
transformado en un “hombre de bien”. Sin embargo lo que implica ser un hombre en cuanto a la
relación sexual y emocional con una mujer, prácticamente había desaparecido.
Otro caso es el de un sujeto cercano a la mediana edad que tuvo un pasado, desde su infancia,
marcado por abusos, violencia, marginalidad, extrema pobreza y el uso de sustancias; su principal
problema era el alcoholismo y su comportamiento agresivo. Llegó un punto en que esta vida se
volvió intolerable para él y su familia. Es así que decide pedir ayuda y comienza un tratamiento
psicológico acompañado de medicación psiquiátrica. En muy poco tiempo su comportamiento
cambió rotundamente y el consumo cesó por completo, se volvió un hombre manso que odiaba a la
persona que en tiempos anteriores había sido. Sin embargo, lo atormentaban pensamientos acerca
de su pasado, y en sus sueños comenzó a aparecer un personaje terrible y violento que de alguna
forma o de otra atentaba contra su vida. Su sombra le estaba exigiendo elaboración, no podía
reprimir tan abruptamente tanto odio y dolor, necesitaba darle un lugar para trabajar con ella y su
pasado. Con estos ejemplos trato de mostrar dos formas de presentación de la sombra, en algunos
puntos diferentes, que están atentando contra la salud del sujeto. Lo más sano es tratar a cada
paciente como un universo único y reconocer, o mejor dicho ayudarlo a reconocer, su propia
sombra.
La ética en el trabajo con la sombra
No sería conveniente que el terapeuta vaya con prejuicios morales al encuentro con la sombra de
su paciente, ya que si lo hace actuará con un gran sesgo y no podrá acceder a lo que realmente
ocurre en el interior de ese hombre o mujer. Si sucede eso trabajará desde la moral, desde sus
prejuicios, reforzando comportamientos o valores y no hará una psicología profunda. El analista
debería analizarse para reconocer en sí mismo de lo que es capaz la naturaleza humana y las
tendencias que en el psiquismo habitan, y no horrorizarse cuando emerjan las sombras del
analizado.
Sin embargo, si bien el enfrentamiento con este arquetipo no debe estar teñido de prejuicios
morales, el trabajo con el mismo implica un compromiso ético, no porque sea inmoral la sombra,
pues carece de moral, sino porque es necesario ser responsables de qué hacer con esto que accede
a la consciencia. Jung decía que es necesario que el analista acompañe al paciente en este viaje
interior hacia su inconsciente con la suma responsabilidad de percatarse de no dejar libre algo que
pueda desestructurar a la psique, pero también habló del compromiso ético del sujeto para con su
inconsciente y de la importancia de “tomarse la molestia” de ver qué hacer con esto que ahora
conoce. El acompañamiento y la contención del terapeuta son fundamentales en este encuentro,
pero no puede decidir lo que su paciente hará, ya que el verdadero saber lo tiene el inconsciente;
habrá que continuar rastreando la sombra y descubrir qué se puede hacer con ella.
Cuando irrumpe la sombra o se asoma de su oscura morada, nos devuelve una imagen que no
concuerda con la que hemos construido acerca de nosotros mismos. El encuentro con la sombra y

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la asimilación de ella implican un trabajo difícil para el hombre actual en la posibilidad de estar solo
con uno mismo y en silencio, escuchando el lado oscuro del alma.
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Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 43-50

EL PROBLEMA DE MARCO Y LA REPRESENTACIÓN DEL CONOCIMIENTO


Enviado: 15/03/2011 │Aceptado: 18/05/2011
Autor: Lic. Silenzi María Inés
Filiación: Universidad Nacional del Sur Bahía Blanca
Email: ines_silenzi@hotmail.com

RESUMEN
Tomando como referencia al problema de marco, el cual se encuentra dentro de los problemas de
la filosofía de la mente aún sin resolver, atenderemos a la definición de inteligencia subyacente al
problema, concluyendo que éste ha sido analizado, en su mayoría, desde una perspectiva
epistémica. Desde esta perspectiva se analiza el problema de marco considerando que el agente
debe de resolver, es decir, decidir realizar tal acción y no otra, solamente tomando como base a la
representación del mundo que el agente posee, pues a partir de ésta, las acciones o decisiones
sobre la situación a enfrentar, se seguirán sólo de los hechos explicados en esa representación. Esta
imagen del mundo, es decir esta representación del mundo y no la realidad misma, es el resultado
de la interacción del agente con esa realidad.
Sin embargo, cualquier humano actúa como si el problema de marco no existiese, convirtiéndose
sólo en una cuestión teórica por investigar. Tal vez esta observación concreta, refleja que no es
solamente sobre la representación del mundo bajo la cual el agente actúa, sino que lo hace
también sobre mecanismos cognitivos innatos de nuestra mente que permiten actuar en el mundo.
Es a partir de estas observaciones que se puede ofrecer una perspectiva de tipo cognitiva
reemplazando la relación de interacción por la de causalidad, desde la cual creemos se podría
tratar, y hasta incluso solucionar, al problema de marco.
Palabras Claves: Problema de marco, Perspectiva epistemológica, Perspectiva cognitiva,
Interacción, Causalidad.

ABSTRACT
Taking like reference the frame problem, which is still inside the problems of philosophy of the
mind without solving, we attend to intelligence definition underlying to the problem, concluding
that this has been analyzed, in their majority, from an epistemological perspective. From this view
the problem is analyzed considering that the agent should solve, that is to say, to decide to carry
out such an action and not other, only taking like base the representation of the world that the
agent has, because starting from this, the actions or decisions on the situation would only be
continued of the facts explained in that representation. This image of the world, that is to say this
representation of the world and not the same reality, is the result of the agent's interaction with
that reality.
However, any human acts as if the frame problem doesn't exist; only becoming a theoretical
question to investigate. Perhaps this concrete observation reflects that is not only on the
representation of the world which the agent acts, but rather he/ she makes it on mechanisms
innate cognitive of our mind that they allow him/ her to act in the world. It is starting from these

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observations that we tries to offer a perspective of type cognitive, replacing the interaction
relationship for that of causation, from which we believe it could be, and until even to solve to the
frame problem.
Key Words: Frame problem, Cognitive perspective, Epistemological perspective, Interaction,
Causation.

Introducción
El interés por desentrañar y comprender la mente humana no es nuevo. Basta mencionar las
aportaciones clásicas de Aristóteles, Hume, Locke, Descartes o Kant (Gardner, 1987) cuyas nociones
mentalistas aún persisten en la propia psicología. Mientras que las formas antiguas de filosofía de la
mente se basaban en los métodos de introspección y de análisis conceptual2, la reciente filosofía de
la mente se apoya notablemente sobre los métodos empíricos y los hallazgos objetivos de las
ciencias.
Podríamos decir que actualmente, y de manera progresiva, la psicología ofrece un nuevo lenguaje
que proporciona nuevas perspectivas y soluciones a los viejos problemas, como lo es el problema
de marco. Sin embargo, el estudio de la mente humana es una tarea tan difícil como interesante
cuya dificultad se deriva del propio objeto de estudio.
Podríamos mencionar tres grandes dificultades que limitan las soluciones a varios problemas de la
mente:
• Los fenómenos mentales son inaccesibles a la observación externa. Podemos observar
directamente los productos externos del lenguaje, la memoria o el razonamiento, pero no
los procesos mentales subyacentes.
• Los fenómenos mentales pueden ser muy veloces, produciendo una impresión engañosa de
simplicidad. Esta dificultad es clave para entender la discusión en torno al problema de
marco, dada la ocurrencia de acciones en “tiempo real”, de modo simple e instantáneo, en
un mundo cambiante.
• El sistema cognitivo es interactivo, de modo que existe una interdependencia funcional de
todos los componentes del sistema, lo cual limita la tarea del investigador.

Creemos que éstas y otras dificultades son reales, pero no insalvables a la luz de los nuevos
paradigmas y enfoques emergentes que podrían tratar varios problemas que aparecen dentro de la
psicología y que, a su vez, la filosofía de la mente considera como objetos de estudio.
La representación del conocimiento
Si partimos de la discusión acerca de la representación del conocimiento y de las dificultades que
hemos mencionado anteriormente, el problema de marco podría describirse como uno de los
tantos problemas que surgen cuando se intenta representar ciertas propiedades propias de la
acción dada por un agente ante una situación determinada.

2
Por ejemplo la filosofía clásica de la mente "de salón" al estilo de Descartes, por una parte, y la filosofía de
la mente que parte del lenguaje ordinario al estilo de G. Ryle (Ryle, 1949).

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Aunque en el próximo apartado nos dedicaremos a comprender en detalle el problema de marco,


de manera general podemos afirmar que el problema de marco intenta describir todas las
precondiciones (o supuestos) necesarios, como así también todas las posibles consecuencias, que
anteceden y se derivan, respectivamente, de la acción del agente (Shanahan, 1997).
Ahora bien, el problema de marco ha sido descripto, en su mayoría, desde un punto de vista
epistemológico, siendo nuestro objetivo presentar una perspectiva alternativa que, quizás, ofrezca
otro tipo de tratamiento, e incluso solución, al problema.
Una primera aproximación al respecto, podría partir de analizar la definición de inteligencia que
subyace a la visión de tipo epistemológica. Según esta visión, se supone que para que un agente
sea inteligente, debe de tener, en primera instancia, un modelo adecuado (o una representación)
del mundo, para que, dadas una variedad de preguntas referidas al modelo que posee, sea no sólo
capaz de responderlas (y finalmente actuar), sino también que sea capaz de agregar información
adicional del mundo externo a esa representación anterior.
Esta descripción de agente inteligente se encuadra entonces, dentro de la perspectiva
epistemológica bajo la cual, por lo general, se ha tratado al problema.
Desde esta perspectiva se analiza el problema considerando que el agente debe de resolver, es
decir, decidir realizar tal acción y no otra, solamente tomando como base la representación del
mundo que el agente tenga, pues a partir de ésta, sus acciones o decisiones sobre la situación a
enfrentar, se seguirían sólo de los hechos explicados en esa representación (Shanahan, 2005).
Ahora bien una posible alternativa a esta perspectiva para dar cuenta de nuestro problema, y éste
es nuestro objetivo, es analizarlo desde una perspectiva cognitiva. Consideraremos, en este caso, si
es que existen algunos mecanismos propios de un agente inteligente que, sobre cierta base de
información, y no sólo sobre un modelo de mundo, le permitan decidir la acción más adecuada.
Una posible observación que ayudaría a sostener esta última hipótesis es el hecho de que aún
ningún humano ha logrado resolver el problema de marco; es más, no le significa un problema en
su actuar cotidiano. Tal vez, por ejemplo, ciertas reglas causales, del modo causa-efecto, propias de
nuestra mente, entre otras, nos ayuda a actuar con inmediatez circunscribiéndonos solamente a las
precondiciones “esenciales” y a sus efectos reales.
El problema de marco
Creemos importante antes de avanzar en nuestra hipótesis acerca de la adecuación de la
perspectiva cognitiva para el tratamiento del problema de marco, considerar cómo éste problema
se ha originado y por qué sigue siendo un problema para la filosofía de la mente como hemos
comentado anteriormente.
El problema de marco (frame problem) fue inicialmente señalado por Mc Carthy (Mc Carthy, 1969)
al discutir una forma de razonamiento lógico acerca del mundo (luego llamado cálculo de
situaciones, (Baker, 1991)).
La cuestión surgió cuando los investigadores en Inteligencia Artificial intentaron construir un
modelo de computación que imite la conducta humana.
Así aparecieron dos problemas que explican, de alguna manera, al problema de marco: i) poseer un
sistema que tenga la información almacenada de tal modo que el sistema pueda acceder a la
información correcta y relevante en el tiempo apropiado y

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ii) conseguir que el sistema se dé cuenta de los rasgos importantes del entorno dada la
tarea que se necesite llevar a cabo.
Las personas podemos ver rápidamente las consecuencias relevantes de ciertos cambios en una
situación dada y comprender lo que está sucediendo. También extraemos conclusiones de manera
efectiva, aún cuando esto significa retractarse o adoptar nuevas creencias.
El problema de marco surge entonces cuando se intenta modelar (McCarthy, 1986) esta habilidad
desde un punto de vista computacional, describiéndolo entonces como (Wheeler, 2008:1) “The
frame problem is the difficulty of explaining how non-magical systems think and act in ways that
are adaptively sensitive to context-dependent relevance”.
Es decir, el problema de marco no es más que el problema de encontrar una representación lógica
que, adecuadamente, describa que es lo que no cambia cuando las acciones ocurren dentro de un
mundo dinámico. Es claro que esta lista, acerca de las acciones que no cambian a ciertos objetos,
puede ser interminable.
El investigador que comienza a investigar el problema de marco podría entonces imaginarse que
sólo bastaría decir: “Si una acción es realizada y ésta no afecta a una propiedad particular,
entonces, esa propiedad, simplemente, no cambia”, y de esta manera, el problema estaría resuelto.
Esta afirmación es la llamada “the commonsense law of inertia” (Shanahan, 1997:17) y fue la idea
subyacente a los intentos de solución actuales del problema de marco.
Los investigadores en inteligencia artificial suponen entonces como solución al problema (la cual
implica poder especificar de forma explícita, para cada descripción de un cambio, todo aquello que
no se ve afectado por el mismo) añadir un supuesto por defecto denominado principio de inercia
que se podría enunciar del siguiente modo: “si no existe evidencia de que algo haya cambiado,
entonces no ha cambiado”.
Sin desestimar la importancia que el problema de marco tiene para la inteligencia artificial,
nosotros nos enfrentaremos a la cuestión del problema en relación a la psicología y a la filosofía de
la mente. En la actualidad el problema de marco ha atraído la atención de psicólogos y de filósofos,
generando una gran fascinación y generando debate, reconociendo en él un problema mucho más
profundo relacionando con los procesos cognitivos en su conjunto (Haugeland, 1987).
Interacción y causalidad
Si partimos de una visión epistemológica del mundo, el problema de marco surge inevitablemente.
Ahora bien, ¿cómo podemos cognitivamente simular esa realidad externa a la que nuestras
representaciones hacen referencia? Es decir: ¿cómo podemos inferir (internamente) una relación
causal sin vivir (externamente) la causa?
Es a partir de estas preguntas que se puede entrever una perspectiva cognitiva (y ya no sólo
epistémica del problema de marco) sobre la cual se quiere enfatizar en el presente trabajo.
El agente racional, ciertamente, vive en un mundo real y es sobre la imagen de ese mundo que el
agente planea y elabora estrategias para poder sobrevivir en él. Ahora bien, esta imagen no es la
realidad en sí misma sino que esa representación, a la que hacemos referencia, es el resultado de la
interacción del agente con esa realidad.
Pero si tomamos como punto de referencia la lógica clásica para formalizar el problema de marco, y
considerando el proceso de interacción mencionado, observamos que este tipo de lógica sólo
establece relaciones estáticas entre información diversa. Si queremos descubrir nueva información

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para poder actuar en el mundo, debemos atender entonces a la naturaleza no monótona de las
relaciones dinámicas que se establecen entre distinta información (Sprevak, 2005).
A partir de ello es que, creemos, que el concepto de interacción anteriormente mencionado debe
ser reemplazado por el de causalidad, pues ésta establece una relación entre cambios: un cambio
“causa” otro cambio. El estado no monótono entonces es inherente al estado del mundo: y el
concepto de causalidad es el que mejor representa los aspectos dinámicos del razonamiento,
dentro del cual sólo podría tratarse el problema que nos interesa.
Causalidad y control de eventos
La causalidad es un concepto básico propio de la mente humana para que un agente pueda guiar
sus “tácticas” y sobrevivir en el mundo real, y así controlar al ambiente que lo rodea. Las reglas
causales- cognitivas son usadas, directa o indirectamente, por un agente cuando éste quiere lograr
un estado deseado o cumplir con un tarea encomendada, contextualizando entonces la situación
particular en la que se encuentre, y actuando, finalmente, sobre ella.
De manera general las relaciones causales pueden analizarse:
1-Cuando la correlación entre la ocurrencia de tipo de eventos del tipo A y la ocurrencia de eventos
de tipo B es muy alta, y un caso de A (denotado como α) y un caso de B (denotado como β)
ocurren, entonces α es dicho como la causa de β. Notemos además como a (α) y B (β) son
simétricos.
2-Aún cuando en general, A y B ocurren juntos, si una instancia de β ocurre sin la ocurrencia de α,
entonces α no es la causa de β (para este caso particular).
3-Por lo tanto, aún cuando α y β ocurren juntos, si fuera el caso que existe (al menos de manera
hipotética) algún modo de eliminar solamente α, entonces α no es la causa de β. Esto significa que
β puede ocurrir sin α.
4-En nuestro mundo cuando α ocurre luego de β, entonces existe algún modo de eliminar o
descartar α.Entonces, α no es afirmada como causa y, por lo tanto una causa no puede
temporalmente seguirle a su efecto.
Por consiguiente el control de los eventos es el concepto clave alrededor de la noción de
causalidad. En nuestro mundo físico si la causa se sigue temporalmente del efecto entonces ella no
puede ser usada para controlar la situación. Esta temporalidad es condición necesaria para la
causalidad propia del mundo físico-real en la que el agente se mueve. Se puede formalizar entonces
la causalidad como una regla cognitiva que nos permite controlar los cambios en el mundo. A partir
del razonamiento del agente, es decisión de éste cuáles conjuntos de reglas deben ser usadas en
esa situación en particular.
Reglas causales subjetivas
Hemos dicho que el problema de marco se ha presentado como el problema acerca de cómo
describir eficientemente un cambio de estado a partir de las acciones de un agente en una
situación determinada.
La dificultad al describir un cambio de estado es que tal descripción tiende a ser muy extensa:
cuando hay n acciones y m estados, uno debe describir n x m combinaciones de reglas. La cantidad
de descripciones podría llegar, entonces, a ser exponencialmente muy amplia. Para solucionar el
problema, uno debe, al menos, hacer dos cosas. Lo primero es sostener una afirmación del tipo:
“todo lo demás puede permanecer sin cambiar” para poder, de algún modo, minimizar la

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descripción requerida. El segundo requerimiento es minimizar la descripción de las cosas que sí


cambian.
De una u otra manera, debemos entonces desistir de la necesidad de una estructura formal para
describir e inferir todas las condiciones relacionadas. Pero, sin embargo, necesitamos encontrar una
estructura adecuada para poder describir alguna de esas condiciones relacionadas.
A partir de la noción de causalidad analizada, y de su relación directa con el problema de marco, se
podría proponer una descripción “situada” de relaciones causales para poder satisfacer esos
requisitos y brindar entonces una pseudo-solución al problema desde un punto de vista cognitivo.
Cuando razonamos acerca de acciones y cambios de situaciones, es esencial distinguir entre
relaciones causales y lógicas. Las primeras son unidireccionales, es decir las reglas tienen un cierto
orden determinado entre la causa y el resultado. Las reglas lógicas, por otro lado, sólo describen
relaciones estáticas entre el antecedente y el consecuente y, por lo tanto, son bidireccionales: la
regla P⇒Q puede ser usada para inferir Q desde P, como para inferir ¬ P de ¬Q.
La habilidad de hacer esta distinción es crucial para el razonamiento no monótono, que ya hemos
mencionado anteriormente. Por ejemplo, consideremos la regla “aquello con alas vuela”. Cuando
interpretamos esta frase desde la causalidad esta regla significa: “cuando uno agrega alas a un
objeto no volador, este, entonces, puede volar”. Esta acción de agregar alas causa cierta no
monoticidad a la propiedad de volar.
Cuando la misma regla es interpretada desde un punto de vista lógico, y aplicada a un objeto x
conocido como no volador (¬vuela (x)), entonces la regla no puede ser usada para hacer a vuela (x)
verdadera. Es más, ambas implicaciones tales como alado (x)⇒ vuela (x) y alado (x)⇒ ¬ vuela (x)
lleva a una contradicción lógica.
Ahora bien la no monoticidad está asociada entonces a la causalidad, la cual, a su vez, hace
referencia a una descripción no estática del mundo (enfoque cognitivo); contexto en el cual el
problema de marco surge necesariamente.
La noción de causalidad, por lo tanto, intenta hacer referencia al modo en que el agente,
cognitivamente, controla al ambiente. Cuando un agente realiza un plan para lograr un propósito
determinado, va a invocar sólo a algunos (y no a todos) de sus conocimientos causales. El alcance
de los conocimientos que considere, va a depender de esa situación en particular y de ese agente
en particular.
A partir de que un agente pueda usar un conjunto determinado de reglas causales subjetivas
(atendiendo especialmente a los procesos internos cognitivos de este agente en esta situación en
particular) podemos entonces calificar como incompleta la condición que desde un punto de vista
epistémico se presenta a la hora de solucionar al problema de marco. Este enfoque, de manera
general, requiere como solución al problema que se atienda sólo al conjunto de reglas objetivas
que reflejen la realidad de manera perfecta atendiendo solamente a las representaciones del
mundo y no a los procesos cognitivos –causales propios del agente.
Paradigma no clásico
Para finalizar, y a partir de algunas de las afirmaciones que hemos expuesto anteriormente,
creemos que a partir de nuestro intento por comprender la mente humana y los problemas
filosóficos subyacentes, surge también la pregunta acerca de cómo es posible que de un sustrato
físico, el cerebro, emerja “lo mental” (Clark & Toribi, 1994; Clark, 2008)

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Es nuestra postura comprender la mente simultáneamente con las interacciones del cerebro, con el
propio cuerpo y con el medio en la que habita. En nuestra tentativa por enfatizar la visión cognitiva
para el tratamiento de uno de los varios problemas que presenta la filosofía de la mente en
particular, y las ciencias cognitivas en general, hemos colaborado con la intención del paradigma
alternativo de las ciencias cognitivas por descentralizar la cognición, atendiendo a un marco anti-
representacionalista y anti-computacionalista (Varela, 1998). Es decir ya no basta sólo considerar
como base a la representación del mundo estática como plantea el marco representacionalista (o
visión epistemológica como la hemos llamado) sino que también se debe atender a una visión más
dinámica como plantea el enfoque cognitivo.
Sugerimos entonces analizar el problema de marco atendiendo a la cuestión de la importancia de la
acción determinada por un contexto, en tiempo real, posibilitando el comportamiento inteligente y
adaptativo de un agente frente a una situación determinada. Como menciona Clark (1997) el
desarrollo y el funcionamiento cognitivo en tiempo real, la flexibilidad (atendiendo al contexto), el
comportamiento dinámico y adaptativo y, por último, el comportamiento inteligente son
dimensiones que las teorías postcognitivistas de la cognición tienen en cuenta y que, aún en su
desarrollo temprano, van a ser claves para la solidez, tratamiento, e incluso solución, de algunos
problemas como el que nos interesa.
Conclusión
Tal vez existan ciertos procesos internos de nuestra mente, y no sólo representaciones externas del
mundo, a través de los cuales el agente logra reconocer el dominio de la situación a la que se
enfrenta para, de manera inmediata, decidir la acción más adecuada y, finalmente, actuar.
Los humanos hemos adquirido, tal vez, un conjunto de relaciones causales convenientes como
resultado de procesos evolutivos. Será cuestión de considerar tales relaciones como un conjunto de
“programas” ya establecidos, y de observar el modo (cognitivo e interno) en el que los humanos
somos capaces de elegir el conjunto correcto de relaciones causales ante una situación
determinada, logrando, finalmente sobrevivir y actuar en el mundo real.
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Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 51-59

LA PSICOLOGÍA EN LOS INICIOS DE LA FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS, MENDOZA- ARGENTINA


(1950-1956). 1
Enviado: 20/04/2011 │Aceptado: 02/07/2011

2
Autores: Corina Calabresi
Filiación: Universidad Nacional de San Luis - CONICET
Email: cvcalabresi@unsl.edu.ar

RESUMEN

En el presente trabajo se analiza el desarrollo de los estudios de psicología en institutos, materias y


cursos presentes desde el inicio de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de
Cuyo, creada en 1950.

Dos institutos que desarrollaban carreras, publicaciones o materias relacionadas con el campo
psicológico una vez creada la facultad de ciencias médicas, fueron el Instituto de Biotipología y el
Instituto Especial Superior de Medicina Auxiliar. El primero, se creaba como continuación del
Instituto de Psicología Experimental que funcionó en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional de Cuyo y heredaría parte de su personal de investigación como su línea de
publicaciones. Pero es en 1954 y hasta 1957 cuando sufre una serie cambios en dos direcciones:
primero, pasaba a denominarse Instituto de Biología Humana, y luego, su director Amadeo Cicchitti
sería reemplazado por Fernanda Monasterio.

El Instituto de Biología Humana, en 1957 pasaba a denominarse Instituto de Psicología Médica, del
cual dependía una cátedra homónima a la misma, cuyo director sería el médico psiquiatra y
psicoanalista Ricardo Etchegoyen.

Por otra parte, en el Instituto Especial Superior de Medicina Auxiliar se promueve los cursos de
Psicometría y Biotipología, a partir de las cuales se desarrollaban y unían los conocimientos y
estudios propios de la medicina con aquellos específicos de la psicometría.

Ambos institutos desarrollaban saberes y prácticas psicológicas, pero siempre de manera


subsidiaria y auxiliar a la medicina.

Desde el punto de vista metodológico, se trata de una investigación de carácter historiográfico a


través del relevamiento documental en archivos públicos y privados, como así también a través de
testimonios de fuentes pertenecientes a la mencionada institución.

Palabras claves: Psicología- Facultad de Ciencias Médicas- Universidad Nacional de Cuyo.

1
Una versión de este trabajo ha sido presentado en el II Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVII Jornadas
de Investigación, Sexto Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Buenos
Aires, 22, 23 y 24 de noviembre de 2010.
2
Licenciada en Psicología de la Universidad Nacional de San Luis. Egresada en el 2008, actualmente Becaria Tipo I CONICET. Mail:
cvcalabresi@unsl.edu.ar

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diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud

ABSTRACT

The present study analyzes the development of psychological studies at the institutes, classes and
courses, since the beggings of the department of medical sciences of the National University of
Cuyo, created in 1950.

There were two institutes with careers, publications or classes related to the psychological field
once created the department of medical sciences; these were the Institute of Biotipology and the
Higher Education for Medical Aid. The first was created as an extension of the Institute of
Experimental Psychology settled in the Department of Philosophy and Literature of the National
University of Cuyo and would inherit part of his research staff and publishing directions. It is in 1954
and until 1957, when it changes in two ways: first, the name changes to Institute of Human Biology;
and then its director, Amadeo Cicchitti is replaced by Fernanda Monasterio.

The Institute of Human Biology changes its name in 1957 to Institute of Medical Psychology, from
which a professorship with the same name depended on and the director of the chair would be the
psychiatrist and psychoanalyst Ricardo Etchegoyen.

On the other hand, at the Institute of Higher Education for Medical Aid courses on psychometrics
and biotypology are promoted, from which knowledge and studies of medicine were developed
and joined with those specific of psychometrics.

Both institutes developed psychological knowledge and practices, but always as a subsidiary and
auxiliary aid to medicine.

From the methodological point of view, this is a research of a historiographical type through
documentary asserting of public and private archives, as through testimonies of sources of the
mentioned institution.

Key Words: Psychology- Department of Medical Sciences -National University of Cuyo

Introducción

Para poder comprender el desarrollo de los estudios y enseñanza de la psicología en la Facultad de


Ciencias Médicas (FCM) debemos considerar algunos proyectos educativos, cátedras e institutos,
anteriores al momento de su creación.

La Universidad Nacional de Cuyo (UNCu) desde su creación en 1939, estaba constituida por cuatro
facultades, la Facultad de Ciencias (Sede San Luis); la Facultad de Filosofía y Letras; la Academia de
Bellas Artes; y por último, por el Conservatorio de Música, todas con sede en Mendoza.

Particularmente en la Facultad de Filosofía y Letras, para la carrera de Filosofía se dictaban las


cátedras de Psicología General, a cargo del Licenciado García de Onrubia, y Psicología Especial
dictada por el Doctor Horacio Rimoldi. Cobra particular importancia en nuestro análisis, el Instituto
de Psicología Experimental que dirigía el Doctor Rimoldi (Calabresi, 2008a, 2008b), que tenía como
una de sus finalidades propender a la cátedra de Psicología Especial de las herramientas necesarias
para poder realizar investigaciones que sirvieran de base para jerarquizar la enseñanza, no solo de
la materia sino que también, sirviera de espacio para promover futuros investigadores.

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A partir de esta iniciativa y bajo la dirección de Rimoldi, llegaron a publicarse cinco investigaciones.
Las mismas, se realizaban dentro del Instituto de Psicología Experimental y constituían la
culminación de los estudios e investigaciones, que ya se abordaban en los prácticos de Psicología
Especial. Desde el primer número, las publicaciones, tuvieron como autores a Rimoldi y a cuatro
estudiantes de filosofía, ellas eran: Nuria Cortada de Kohan a partir de 1942 y desde 1943 a Emma
S. Velasco, Lydia Bürer y Raquel de San Martín (Calabresi, en prensa). Se publicaron en total cinco
trabajos en los cuales se utilizaron diseños metodológicos avanzados para la época, entre ellos,
análisis factorial. Algunas de las investigaciones que allí se realizaron fueron pioneras en Argentina,
como la primera tipificación del test de Raven (Calabresi, 2008).

La estadía de Horacio Rimoldi en Mendoza y en la UNCu, comprende de 1941 a 1946, cuando


finalmente viaja a los EEUU, por medio de una beca que le permitió trabajar con el famoso
psicómetra Luis Leon Thurstone, allí obtendría su Ph D en Psicología en la Universidad de Chicago. A
partir de este viaje Rimoldi, nunca volvería a trabajar en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCu).

Desde el punto de vista metodológico, se trata de una investigación de carácter historiográfico a


través de relevamiento documental en archivos públicos y privados, como así también a través de
testimonios de fuentes pertenecientes al Instituto de Biotipología. Posteriormente se procedió a un
análisis de los mismos, a partir del cual se extrajeron los datos relevantes para la reconstrucción
historiográfica de aquellos institutos, materias y cursos que adquirieron un desarrollo particular
complejo, con aspectos teóricos y aplicados diferentes.

Antecedentes de los estudios de psicología en la facultad de ciencias médicas de la UNCu

Una vez que Horacio Rimoldi deja vacante el cargo de profesor y director del Instituto, quien se
hace cargo de los mismos, es el Doctor en medicina y médico psiquiatra Amadeo Cicchitti (Cicchitti,
s/f, foja nº 6). Y junto con él, las ayudantes de investigación del Instituto de Psicología
Experimental y co-autoras de las publicaciones como Lydia Bührer, Emma Susana Velasco y Raquel
de San Martín, que quedaron a cargo de la línea experimental que había iniciado Rimoldi dentro del
Instituto (UNC, 1965, pp. 171).

En 1948 se produjeron cambios en el instituto en tres direcciones diferentes. En primer lugar, se


modificó su denominación, ya que pasaría a denominarse Departamento de Biotipología. En
segundo lugar, también se modifico su pertenencia, ya no dependía de la Facultad de Filosofía y
Letras sino que pasó a depender del Instituto de Medicina para graduados, antecedente inmediato
de la Facultad de Ciencias Médicas. En último lugar, el cambio de director, marcó también un
cambio en el rumbo del Instituto.

Estos cambios estaban motivados por una serie de factores, los cuales podemos mencionar:

1. El cambio de director: Si bien la trayectoria del doctor Cicchitti, estaba marcada por temáticas
próximas a la psicología y particularmente al tema de readaptación, la línea de investigación en
psicología científica tal como la promoviera Rimoldi iría diluyéndose. Esto quedaba claro, en la
ordenanza de traspaso acerca de la dificultad de encontrar un profesor especializado cuya
consagración a la investigación psicológica justifique el mantenimiento del actual Instituto de
Psicología Experimental con el rango de tal (UNC, 1948a).

2. Factores Político-Institucionales: En el período en que sucedía el traspaso del Instituto de


Biotipología, el rector de la Universidad Nacional de Cuyo era el Profesor Ireneo Cruz, quien estaba
comprometido con el gobierno e ideas peronistas. Esto fue un factor determinante ya que en ese

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momento las ideas y gestiones universitarias se hallaban consustanciadas con las propuestas del
Segundo Plan Quinquenal.

De esta manera, se promovían aquellos estudios y profesiones que tuvieran como finalidad la
formación de especialistas que pudieran desempeñarse al mismo tiempo en ámbitos tanto de la
salud como también sociales, es decir, que proporcionaran una formación científico-asistencial.

Así se creó el Instituto de Medicina para Graduados, al cual se le incorporó el flamante Instituto de
Biotipología: es propósito del Instituto de Medicina para graduados estudiar el biotipo regional de
Cuyo bajo los aspectos normales y patológicos de acuerdo a las modernas escuelas de Biotipología
(UNC, 1948b).

3. Factores Sociales: Respecto al Instituto de Medicina para graduados y los motivos que llevaron a
la inauguración de la Facultad de Ciencias Medicas en la UNC, el doctor Burgos recuerda:

Los jóvenes con vocación por las ciencias médicas, debido a la ausencia de una Escuela
de Medicina en la región cuyana debían concurrir a otras provincias dotadas de tal
carrera”…”Cómo es lógico deducir tan sólo los aspirantes de familias pudientes podían
darse ese lujo. Los intentos para subsanar este inconveniente tomaron como paliativo o
peldaño inicial la puesta en marcha de un Instituto de Medicina para graduados en
1947 (Burgos, 1989, pp. 30-31).

Junto con este clima social, las gestiones en el gobierno provincial contribuyeron a generar ciertos
espacios y organismos de envergadura que de alguna manera favorecieron a la creación y puesta en
marcha de la Facultad de Ciencias Médicas. Particularmente entre 1943 y 1955, si bien se
desempeñaron en el ejecutivo provincial varios mandatarios con diferentes pertenencias políticas,
el Doctor Adolfo Cueto (1992) señala como rasgo particular de este período que: se atiende en
forma especial a la educación y a la salud, procurando ofrecer igual posibilidades en el goce de los
beneficios sociales, políticos y culturales. Respecto al área de salud, desde los comienzos de este
período, una dependencia importante perteneciente al Ministerio de Gobierno y Asistencia Social,
fue la Dirección General de Salubridad que tenía como funciones: la asistencia hospitalaria en
hospitales generales y regionales, casas de primeros auxilios, colonias y asilos, asistencia pública
entre otras. Finalmente, en 1950 el Poder Ejecutivo de la Provincia, promulgo la ley de ministerios,
a partir de la cual, quedo establecido entre otros el Ministerio de Salud Pública (Giamportone de
Frau, 1992). Ministerio que facilitó a la administración de la Facultad de Medicina y al dictado de
sus cátedras, el edificio del Hospital Central, convirtiéndose en una especie de Hospital Escuela
(Posse, 1989). Así lo destaca el doctor Mario Burgos:

Esta generosa oferta permitió a la Facultad iniciar sus tareas docentes al año
siguiente y es interesante señalar que en los considerandos de este decreto, firmado
por el gobernador Brisoli y el ministro Fernando Cicchitti se expresa que ¨La
habilitación de tan importante centro científico significa para Cuyo un acontecimiento
de verdadero relieve médico y social, ya que a la par que concreta una legítima
aspiración de la masa estudiantil de esta zona, representa un indudable beneficio
para la población, que verá formarse en su seno ese ejército de esforzados
profesionales que llevan latente la vocación de luchar por el bien y la salud de sus
semejantes¨ (Burgos, 1989)

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Siguiendo con este análisis institucional y político, es preciso destacar, que el acto de inauguración
de la Facultad de Ciencias Médicas, tuvo la presencia del Presidente Juan Domingo Perón, que pasó
a denominar a la facultad como: Facultad de Ciencias Médicas Tomás Perón, quien fuese el abuelo
del presidente. Este dato que parece anecdótico muestra a las claras el tinte político, institucional y
social que tuvo este evento, y que de alguna manera excedía lo meramente académico.

Con todo, en la fundación de esta facultad, se conjugaron factores e intereses políticos-


institucionales junto con los académicos y sociales, que le dieron una particular impronta a los
estudios de psicología en la Facultad de Ciencias Médicas, como lo veremos en el próximo
apartado.

Los estudios de psicología en la facultad de ciencias médicas

Por Decreto 27258 del 26 de diciembre de 1950, se crea en la UNCuyo la Facultad de Ciencias
Médicas. La misma estaba integrada por cinco institutos (Instituto de Biotipología, Instituto de
Anatomía, Instituto de Historia y embriología, Instituto del Bocio y el Instituto de Cardiología), dos
escuelas (Escuela de Higiene y Pedagogía Social y Escuela de Farmacia) y por último por el
Departamento de Medicina para graduados, antecedente inmediato de la Facultad de Ciencias
Médicas (UNC, 1951).

En efecto, el 26 de diciembre de 1950, quedó fundada la Facultad de Ciencias Médicas, teniendo


como Decano Fundador al Dr. Amadeo Cicchitti.

Particularmente, el Instituto Superior de Medicina Auxiliar (ex Escuela de Higiene y Pedagogía


Social), conjuntamente con su creación en 1954, incluía un curso de asistentes sociales, los cuales,
podían especializarse en Psicometría o Biotipología. Quedaba establecido que se entregaban
certificados de habilitación e idoneidad a los alumnos que aprobasen alguna de estas
especialidades. También quedaba claro, que los fines de esta creación estaba relacionado con la
formación de personal técnico auxiliar de la medicina a efectos de su aporte para la solución de los
problemas regionales de la salud (UNC, 1954). De esta manera, en Mendoza se recibían los
primeros psicómetras y biotipólogos, que eran conformados como auxiliares en medicina en el área
de la salud, bajo la orientación de los médicos. Además, de acuerdo con los planes de estudio, se
puede observar que tanto la especialidad en Psicometría como Biotipología, incluían
predominantemente conocimientos ligados al higienismo, medicina social, y psiquiatría. En los
primeros dos años las materias eran comunes para ambas especialidades, pero en tercer año, se
cursaban las materias específicas; para el caso de Psicometría se cursaban las materias Educación
Sanitaria y Psicología, y para el caso de Biotipología Derecho Penal; Bioestadística y Biogeografía
(UNC, 1954b).

Posteriormente en 1956, visto que estas especialidades por tratarse de carreras nuevas y pocos
conocidas en el país y a la vez, que carecían de reglamentación para el ejercicio de su profesión, se
modifica el título de Psicómetra por el de “Asistentes en Psicometría” (UNC, 1956). Meses más
tarde, debido a la situación anómala del Instituto Superior de Medicina Auxiliar,
predominantemente por la carencia de planes de estudios debidamente organizados, se suprimía
este Instituto, pero los cursos continuaron dictándose. Excepto para el curso de Biotipología que
desaparecía, debido al escaso número de alumnos. Por lo tanto, se ordenaba el traspaso del curso
de Asistente en Psicometría, a diferentes cátedras que comenzaban a funcionar en el sexto año de
la carrera de Medicina. En la misma ordenanza, se suprimía la inscripción para nuevos alumnos, y se

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ordenaba que los que ya habían iniciado los cursos, prosiguiesen en la cátedra de Psiquiatría, hasta
que finalizaran con el tercer y último año de la especialidad.

En cuanto a los estudios de psicología dentro de la Facultad de Medicina, el Instituto de Biotipología


y los institutos que lo sucedieron, ex Instituto de Psicología Experimental, tuvieron mejor destino,
que esta iniciativa anterior. En efecto, una vez creado el Departamento de Biotipología, las
ayudantes becarias, las señoritas Bührer, de San Martin y Velazco continuaron con la línea que
había marcado Horacio Rimoldi, publicando un trabajo que sería una continuación de las
publicaciones del ex Instituto de Psicología Experimental (Bührer, de San Martín, & Velazco, 1951).

Ya en 1954, se modifica la denominación de Instituto de Biotipología por el de Biología Humana, el


cual tendría como finalidad orientarse hacia un más amplio campo biológico más acorde con los
estudios y ciencias como la biología más acorde al campo de la medicina, permitiéndole así realizar
estudios e investigaciones que favorecerán la enseñanza (UNC, 1954a). Quien dirigía al flamante
instituto era la Doctora Fernanda Monasterio, quién también se desempeñaba en el cargo de
profesora adjunta de la cátedra de Fisiología. La doctora Monasterio, nacida en Madrid, terminó sus
estudios en dicha ciudad especializándose en Neuropsicología y Endocrinología. En Madrid,
Monasterio había sido discípula y colaboradora de Gregorio Marañón, el célebre endocrinólogo y
humanista español (Dagfal, 2009). Por razones, económicas y debido a que la psiquiatría y la
psicología médica estaban poco desarrolladas en España, viajó a la Argentina en 1951 (Correas,
1989) y ya para el año 1953 la Universidad la contrataba para hacerse cargo del Instituto. Tres años
más tarde, la doctora Monasterio se aleja de Mendoza y ocupa algunas cátedras en la Universidad
de La Plata y el Sur.

Luego de su partida en 1956, se crea la cátedra y el Instituto de Psicología Médica (UNC, 1957),
ordenando la supresión del Instituto de Biología Humana. El Doctor Horacio Etchegoyen sería el
profesor titular de la Cátedra de Psicología Médica y Psiquiatría y el director del Instituto de
Psicología Médica. Dicha cátedra se dictaba en el tercer año de la carrera de Ciencias Médicas
(Etchegoyen, 1957). Respecto a su creación, el doctor Rodolfo Moratorio Posse, quien fuese uno de
los coautores del cambio curricular del área clínica de la Facultad de Medicina en este período,
recuerda: También se creó la cátedra de Psicología Médica, siendo la nuestra la primera Facultad de
Medicina del país que incorporó esa fundamental disciplina a su currículum (Posse, 1989).

El profesor titular de Psicología Médica, el Doctor Horacio Etchegoyen, era psiquiatra y miembro de
la Asociación Psicoanalítica Argentina, y tuvo como maestros a Enrique Pichón Riviére, Marie
Langer, Cárcamo, Garma, Rascovsky, Liberman y Krapf, entre otros. Su formación y trayectoria
psiquiátrica, se encontraba ligada al psicoanálisis, por tanto los estudios psicológicos tanto en la
cátedra de Psicología Médica y como en el Instituto, tenían una marcada impronta de las escuelas
psicoanalíticas hegemónicas por ese momento. Esta línea psicológica se cristalizaría en los trabajos
prácticos de dicha cátedra, a partir de los cuales, se trabajaba bajo la metodología de grupos
psicoterapéuticos con los alumnos.

Respecto a la enseñanza de la psicología médica dentro de la facultad de ciencias médicas Horacio


Etchegoyen declara:

La enseñanza de la psiquiatría y de la psicología médica ha pasado a ocupar un lugar de privilegio en


los estudios médicos. ¿A qué se debe esto? La psiquiatría ha avanzado, y mucho a no dudar en los
últimos tiempos; y este progreso la ha puesto a la altura de las otras disciplinas médicas, sus
hermanas, que ya no la miran como la Cenicienta sino como su igual, con logros satisfactorios y

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diáLogos│ Revista Científica de Psicología, Ciencias Sociales, Humanidades y ciencias de la Salud

posibilidades extendidas. No es este sin embargo, el hecho substancial. Lo que repercute


hondamente en la enseñanza de la psiquiatría es un cambio de la medicina toda, una nueva actitud
del médico frente el enfermo; su esfuerzo por comprenderlo en su más alta y compleja unidad.
(Etchegoyen, 1958, p.1)

El destino de Horacio Etchegoyen como docente y director del instituto no terminó de manera
satisfactoria, por lo cual en 1966 se aleja de sus cargos (Dagfal, 2009).

Finamente en 1974, la cátedra de Psicología Médica fue eliminada de los planes de estudios de la
Facultad de Ciencias Médicas, volviendo a ser incluida en 1985 (Velazco, 2010)

Conclusión

A partir de lo analizado, se observa que los estudios de psicología iniciados en la Facultad de


Filosofía y Letras, a partir del Instituto de Psicología Experimental, tuvieron una impronta
experimental y científica, que quedó trunca al traspasarse a la Facultad de Ciencias Médicas

A partir de esta experiencia, los estudios y aplicaciones de la psicología, estaban más bien próximas
a las nociones del Higienismo Mental, y de aquellos conocimientos ligados a perfiles biotipológicos.
Cada vez más, la psicología se acentuaba en su lado psicopatológico y asistencial, rasgo se
cristalizaba crecientemente y sistemáticamente, en los contenidos de las materias psicológicas, en
las tecnicaturas que se dictaban en sus institutos.

Unido a ello, a mediados de la década del 50, cada vez más la corporación médica y psiquiátrica iba
ganando terreno exclusivo en el campo psi. Por ese momento, el psicoanálisis y particularmente la
Asociación Argentina de Psicoanálisis irrumpen dentro de las primeras carreras de Psicología,
marcando como tendencia el modelo del médico psiquiatra entendido como orientador, formador
y guía de futuros psicólogos. Una vez iniciada la Cátedra de Psicología Médica en 1956, el
psicoanálisis sería la línea hegemónica dentro de la cátedra y el Instituto, lo cual no sería exclusivo
de esta experiencia. Seguido a ésta línea de análisis y específicamente respecto a la enseñanza
médica, Etchegoyen (1957) decía en su clase inaugural de la cátedra de Psicología médica, hay
unánime acuerdo en que esta psicología, a pesar de su condición de materia básica, debe correr a
cargo de la cátedra de psiquiatría…ya que son justamente los psiquiatras, gestores de este cambio
revolucionario de la medicina, quienes conocen, con saber sistemático y racional, la vida psíquica
del hombre. (Etchegoyen, 1957).

En esa dirección, el modelo del psicólogo y la psicología como auxiliar y como estudio técnico y
accesorio a la medicina y psiquiatría, quedaba más que establecido e ilustrado en todos los
movimientos e intereses políticos, institucionales y académicos que tuvieron los estudios de la
psicología dentro de la carrera de Ciencias Médicas en la Universidad Nacional de Cuyo con sede en
Mendoza.

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Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas
Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 61-81

ORGANIZACIÓN Y PARTICIPACIÓN EN LA TERCERA EDAD. UNA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN


COMUNITARIA CON Y PARA EL CENTRO DEL ADULTO MAYOR “ESPERANZA ANDINA” DE LA
COMUNA DE PEÑALOLÉN EN SANTIAGO DE CHILE.
Enviado: 07/02/2011 │Aceptado: 20/05/2011

1 2 2 2
Autores: Johanna Sachschal , Carolina Giaconi Moris , Constanza Biscarra Mc-Nauton , Deborah Roco Quiroz , Rodrigo
2 2
Mardones Carrasco , Israel Robles Sandoval
1 2
Filiación: Universidad Philipps-Universität Marburg (Alemania), Universidad de Chile (Chile)
Email: sachscha@students.uni-marburg.de

RESUMEN
En el presente artículo se expone un trabajo de un proceso de intervención social, realizado bajo la
cátedra electiva de “Intervención Comunitaria” de la Universidad de Chile. Esta experiencia se
enfoca particularmente en la organización de la tercera edad “Nueva Esperanza” conformada por
alrededor de 15 adultos mayores pertenecientes a la población Esperanza Andina de la comuna de
Peñalolén, que surgió de una de las tomas más importantes y mediáticas de los últimos tiempos, en
nuestro país, donde la organización y la participación juvenil, femenina y de la tercera edad fue
fundamental.
Actualmente, se vive un ambiente preocupante, altos índices de violencia intrafamiliar,
delincuencia y drogadicción hacen de este lugar un eje central de la intervención institucional
estatal en los ámbitos de la salud y la seguridad. Pero poco se valoran los recursos y
potencialidades de sus actores y organizaciones.
Así se plantea una intervención breve que logre articular elementos esenciales para la organización
de los adultos mayores, promoviendo la participación, la autonomía y los lazos de confianza y
solidaridad, fundantes a la hora de embarcarse en nuevos proyectos.
Los resultados fueron óptimos de acuerdo a los objetivos planteados, sin embargo, es necesario
detallar las debilidades que este tipo de trabajo puede conllevar. Una visión práctica que nos puede
ayudar a visibilizar algunos de los problemas que como psicólogos insertos en las comunidades
debemos lidiar.
Palabras Clave: Intervención Comunitaria; Organización Social; Tercera Edad; Población Esperanza
Andina; Participación.

ABSTRACT
In the present article presents a work of a social intervention process, conducted under the elective
courses of "community engagement" at the University of Chile. This experience has special focus on
the organization of the third age "New Hope" consists of about 15 elderly people belonging to the
Andean Hope Peñalolén commune, which emerged from one of the most important media outlets
in recent times In our country, where the organization and participation of youth, women and the
elderly was fundamental.
Are currently experiencing a disturbing environment, high rates of domestic violence, crime and

Revista diálogos │Vol. 2│No. 2│Junio│2011│ISSN: 1852-8481│ 61


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drug abuse make this a centerpiece of state and institutional action in the areas of health and
safety. But little is valued resources and potentialities of its actors and organizations.
This presents a brief intervention that was able to articulate the essential elements for the
organization of the elderly, promoting participation, autonomy and the ties of trust and solidarity,
founding when embarking on new projects.
The results were optimal according to the stated objectives, however, it is necessary to detail the
weaknesses of this type of work can bring. A practical approach that can help us to visualize some
of the problems that psychologists embedded in the communities we deal with.
Keywords: Community Intervention, Social Organization, Third Age, Esperanza Andina,
Participation.

Contextualización
Para nadie es desconocido que actualmente América Latina y particularmente Chile, está
atravesando una transición demográfica avanzada hacia el envejecimiento de la población. Las
consecuencias de esta transición cubren diversos aspectos del quehacer nacional, exigiendo de
parte de instituciones públicas y privadas la reacomodación de sus principales políticas, con el fin
de entregar, a los adultos mayores, las herramientas y recursos necesarios para un adecuado
bienestar biopsicosocial. Por otro lado, se hace necesario, incentivar un cambio cultural que
permita la integración social de este grupo, renovando la visión del adulto mayor como una
persona integral, con potencialidades y habilidades (Urrutia, 2004).
El envejecimiento, es responsable de los cambios morfológicos y funcionales de todo el cuerpo, sin
embargo, no se debe desconocer la dimensión social, en el sentido que son las condiciones propias
de cada sociedad las que determinan, cuántos años y con qué calidad va a vivir una persona mayor.
Podemos decir entonces que existe una relación, entre la edad cronológica de los individuos y las
funciones que se le asignan a los miembros de una comunidad determinada, resultante de un
sistema de racionalización del tiempo biológico, adaptado a los distintos roles que los individuos
deberían ir cumpliendo en sus etapas de la vida como parte de ese conjunto social (Thumala, 2009).
Según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE, 2008) Chile, cuenta con una
población de 16.928.873 millones de habitantes, y se encuentra en un importante, irreversible y
silencioso proceso de cambio en su estructura demográfica: el país envejece aceleradamente. Por
efecto del mejoramiento de las condiciones sanitarias y nutricionales las tasas de mortalidad han
disminuido haciendo que la esperanza de vida alcance 78 años aproximadamente, lo que
representa un incremento de más de 20 años en las últimas cinco décadas. Actualmente las
personas mayores de 60 años constituyen alrededor del 13% de la población, pero para el 2050
llegarán al 28,2%. Si consideramos las proyecciones mencionadas, la población mayor estaría, en un
breve tiempo, ocupando un espacio relevante en nuestra estructura demográfica.
Si comparamos Chile con Latinoamérica, podemos señalar que según la forma en que se combinan
las tasas de natalidad con las de mortalidad, es posible elaborar cuatro escenarios demográficos
(Morales, s/f):

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ESCENARIO CRECIMIENTO PAISES


Transición
2.5% anual Bolivia, Haití
incipiente
Transición Salvador, Guatemala, Honduras,
Cercano al 3%
moderada Nicaragua, Paraguay
Brasil, Colombia, Costa Rica,
En Plena Moderado,
Ecuador, México, Panamá, Perú, R.
Transición cercano al 2%
Dominicana, Venezuela
Transición
Bajo el 1% Argentina, Chile, Cuba, Uruguay
Avanzada

Cuadro 1: “Cuadro comparativo del Estado de Transición Demográfica entre distintos países Latinoamericanos”
(Morales, s/f).

El número de personas de tercera edad aumenta en nuestro país, y representan un desafío


fundamental no tan sólo en la promoción y cuidados de la salud sino también en su integración y
desenvolvimiento en la comunidad en que residen. En este contexto, la Población Esperanza
Andina, que se encuentra ubicada en el sector Alto de la Comuna de Peñalolén, correspondiente al
área geográfica de la precordillera, es la comunidad donde se llevarán a cabo nuestras actividades.
Su conformación y actual consolidación se gesta a partir de una toma de terreno de 14 hectáreas
por parte 842 familias y 4.000 pobladores, realizada en el otoño del año 1992. En esta población
existe una cantidad de adultos mayores estimados de 800 personas, los cuales cuentan con sólo un
grupo destinado a ellos. El Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”, nace en 1997, por
iniciativa de Lucía Marambio, el cual funciona en el Centro Comunitario Salud Familiar (CECOF) de la
zona y encuentra entre sus objetivos principales, el crear espacios de trabajo y distracción para el
adulto mayor, a través de distintas actividades que realizan en conjunto.
En este sentido no debemos olvidar que son las mujeres del campamento las que desempeñaron
un rol protagónico y decisivo en la toma del terreno. En esta lucha organizaron sus brigadas de
comunicación, propaganda, cocina, contención de la represión, etc. Algunos de los adultos mayores
que participan en el grupo “Nueva Esperanza”, en su totalidad mujeres, fueron dirigentes o
apoyaron activamente la causa para la obtención de un lugar para vivir, mostrando una acción
extraordinaria en su accionar político. Se sabe que el surgimiento de diversos grupos organizados
como comedores u ollas comunes revelan el impulso espontáneo de la mujer por asumir un rol
protagónico para enfrentar colectivamente problemas de alimentación, educación, salud y otros.
Las mujeres tuvieron un rol relevante en los casi ocho años de toma. Obligaron a sus maridos a
erradicar el alcoholismo y la delincuencia, al tiempo que encabezaron la marcha desde Santiago al
Congreso que selló la participación del Gobierno en el conflicto con la propietaria del terreno.
En estos momentos el grupo cuenta con la participación activa de aproximadamente 10 personas
dirigidas por la dirigente social María Berríos. Cuentan con una identidad jurídica. Aunque en el
último año este grupo sufrió un cambio importante, ya que el grupo de participantes que
integraban un centro de reunión para diabéticos se disolvió y algunas personas que no
necesariamente pertenecen a la tercera edad conforman y participan activamente del grupo Nueva
Esperanza.

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Planteamiento del Problema


En la tercera edad los adultos mayores se ven confrontados a cambios biológicos, sociales y
psicológicos que acarrean un sin fin de modificaciones en su estilo de vida. Estamos habituados a
percibir a estas personas como fuera de la fuerza de trabajo, e incluso fuera de la toma de
decisiones al interior de la familia (Guzmán, Moo, Medina y Salamanca; s/f).
Los estereotipos sociales hacen que en esta etapa de la vida cambie el rol de las personas, desde
mantenedores y/o pilares de su núcleo familiar a ancianos, jubilados, miembros inútiles que no
reportan servicios ni ingresos. En breves momentos los hijos u otros miembros de la familia, pasan
de simples integrantes de ésta, a ser los jefes del grupo y luego, redes de apoyo de sus "viejos".
Redes que se guían también por las reproducciones sociales y tratan de inutilizar a una persona que
ya debe descansar y no inmiscuirse en las tantas problemáticas a resolver, en otras palabras, queda
"liberado" de la autoridad cargante que le pesaba en los hombros pero que los hacía sentirse
personas útiles y necesarias. En el mejor de los casos, estas redes tratan de proveer apoyo, salud y
posibilidades de ajuste psicosocial (Couso y Turtós, 2004). Además, cuando reducen sus actividades
sociales se da un efecto de aumento de queja por ausencia o deficiencia de los contactos con los
familiares y/o amigos. Se puede ver como los mayores que no pueden mantener relaciones sociales
adecuadas buscan compensar sus necesidades afectivas en los vínculos familiares provocando un
aumento de la dependencia, de la indiscriminación de roles (mujeres preocupadas por las vida de
sus hijos y sus nietos) eludiendo sus propios problemas (de pareja, de salud, sus deseos, etc.)
(Lladó, 2003).
Esta es una situación que culturalmente se perpetúa en el tiempo, repercutiendo fuertemente en la
calidad de vida de estas personas y deteriorando sus vínculos sociales, lo que favorece el
declinamiento funcional y el aislamiento social (Krzemien, s/f).
Este aislamiento y pues, la ausencia del apoyo social, se constituye en uno de los mayores
problemas que afecta a la tercera edad. El apoyo social según Cobb (1976) se entiende como el
pensamiento y sentimiento de valor, de preocupación y redes de comunicación. A su vez, Thoits
(1982) describe el apoyo social como la satisfacción de las necesidades sociales básicas en la
interacción con otras personas. El resultado del estudio de Mella, González, D'Appolonio,
Maldonado, Fuenzalida y Díaz (2004) muestra la importancia de este concepto; el estudio
encuentra una correlación entre este apoyo percibido y el bienestar subjetivo de los adultos
mayores de r = 0.665. Lo que demuestra que “la participación en actividades sociales, económicas,
culturales, deportivas, recreativas y de voluntariado contribuye a aumentar y mantener el bienestar
personal” (Plan de Acción de Madrid, 2002 en Gascón, s/f).
Además, está demostrado que los seres humanos no somos seres independientes del espacio que
se desarrolla en nuestro entorno, es así que tanto el medio ambiente como la sociedad pueden ser
agravantes o facilitadores de la capacidad funcional de las personas (Gascón, s/f). Más aún, como
dice Aranibar (s/f), “un entorno físico y social favorable y propicio puede retardar, hasta cierto
punto, la pérdida de capacidad funcional”. En la medida en que el adulto mayor logre
reconocimiento a partir de las relaciones sociales significativas y de la comunidad en general, vivirá
esta etapa como una prolongación y continuación de un proceso vital, en donde sentirá que tiene
mucho que hacer y decir (Krzemien, s/f). Si consideramos que gran parte de la población que
pertenece a la tercera edad posee algún tipo de discapacidad (tales como sordera, ceguera, por
ejemplo) podemos darnos cuenta que este reconocimiento al adulto mayor no se está realizando
en los entornos urbanos, donde la ciudad no está adaptada a sus necesidades y a las comodidades
que su condición les exige, lo que trae como consecuencia que estas personas se recluyan en sus

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casas, perdiendo de este modo vínculos familiares y sociales, que no concurran a servicios de salud,
y que al fin y al cabo, no disfruten de una ciudadanía plena (Gascón, s/f).
Si como dijimos la calidad de vida se relaciona estrechamente con la participación en el medio
social, la posibilidad de tener una vida de calidad dependerá de que este sujeto signifique y
resignifique su condición de “ser social” y no solamente en función de los distintos tópicos
atribuidos socialmente a la tercera edad como el ser abuelo, viudo o enfermo. De este modo,
resulta importante considerar que es en base a un cambio en las relaciones entre las personas
cómo se puede llegar a alcanzar esta resignificación sobre lo que es pertenecer a la tercera edad
(Whitcomb PW. En Martínez, Cardoso, Quintero, 1999).
Si embargo, a nivel latinoamericano el fomento de la participación en la vejez y el acceso a la
educación continua son áreas que recién están empezando a ser abordadas por los países.
Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Guatemala, Honduras, Paraguay, Puerto Rico y el Uruguay
informan sobre actividades específicas en el tema de fomento de asociatividad, ya sea a través del
apoyo a las organizaciones de personas mayores o de la capacitación (Huenchuan, 2009). Mientras,
que en Chile, el Programa Integral para el Adulto Mayor del Ministerio de Planificación está dirigido
a mejorar la calidad de vida de las personas mayores en situación de pobreza y aislamiento social,
acercándolas a la institucionalidad disponible y posibilitando su integración a la comunidad
(Huenchuan, 2009). Podemos ver entonces acciones destinadas a mejorar la convivencia
intergeneracional familiar y comunitaria. Pero aún así, el trabajo en los entornos sociales en los que
están insertas las personas de la tercera edad es segmentado y responde débilmente a una
propuesta comunitaria, de integración social a la comunidad que nos permita ver a los ancianos
como seres sociales aún activos y con mucho que decir y aportar. Además las intervenciones que se
desarrollan no siempre tienen un estatus de política pública, por lo que no existe un real
compromiso y base segura para los distintos proyectos en torno al tema.
Dada la importancia que radica entonces en las relaciones sociales, en las redes de apoyo y en la
participación se quiere realizar un diagnóstico participativo que nos permita tener conocimiento de
las necesidades e intereses que este grupo etario posee, para que de este modo, basados en dicho
conocimiento, generar dentro del espacio del Centro “Nueva Esperanza”, grupos de reunión que
permitan a los miembros de la tercera edad formar redes entre ellos que les permitan sentirse
útiles, reconocidos y apoyados.
Si bien en la población Esperanza Andina está en funcionamiento el Centro del Adulto Mayor
“Nueva Esperanza”, éste no cuenta con la participación deseada para alcanzar los propósitos que
los miembros requieren, como postular a proyectos para obtener beneficios o simplemente poder
relacionarse con el grupo de adultos mayores de la municipalidad. Los mismos adultos mayores
reconocen ser poco participativos y tener poca iniciativa para la generación de ideas. Además han
ocurrido disputas y malentendidos entre los participantes activos del grupo lo que ha llevado a
algunos a abandonar el centro. Esta es una situación que puede acarrear muchos problemas más
allá de la no realización de sus proyectos, pues los procesos de envejecimiento y el cúmulo de
pérdidas psicosociales que acontecen durante la vejez parecen determinar en algunos ancianos su
incapacidad para percibir sus competencias y habilidades y, desde luego, los aspectos positivos del
entorno que les rodea y de la vida en general (Mella, González, D'Appolonio, Maldonado,
Fuenzalida y Díaz, 2004).
Dado los datos recogidos a través de primeros contactos con los adultos mayores que conforman el
grupo “Nueva Esperanza”, debemos fomentar el compromiso de fortalecer las relaciones

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interpersonales de la organización para posibilitar la ejecución y conducción autogestionaria de sus


proyectos.
Justificación del proyecto
En el caso de la población Esperanza Andina, ésta presenta una cantidad considerable de adultos
mayores, sin embargo dadas sus limitaciones físicas, debidas a enfermedades y escasa movilidad,
estos han quedado implícitamente excluidos de algunas actividades comunitarias o se han
automarginado de ellas, incluso de las que están dirigidas específicamente a este grupo etario.
Dentro de estos espacios de participación se encuentra el Centro del Adulto Mayor “Nueva
Esperanza”, que actualmente representa la única instancia formalizada destinada a los adultos
mayores. En este contexto, es fundamental destacar como potencialidades señaladas por los
propios miembros de la comunidad la existencia de buenas ideas y personas dispuestas a trabajar
por ellas, sin embargo, la principal debilidad radica justamente en la falta de participación en la
generación de iniciativas.
Desde un perspectiva teórica, es fundamental considerar las redes sociales, es decir, los diversos
espacios interconectados entre sí, que son capaces de cumplir funciones complementarias respecto
a las necesidades de las personas. Esto se refiere a un grupo de personas capaces de brindar apoyo
real y duradero a una persona o grupo; un espacio de contención entre el individuo y la sociedad,
funcionando como un elemento protector (Pérez, 2005). En el ámbito de la investigación social ha
sido ampliamente documentado cómo el empobrecimiento de las redes sociales incrementa la
probabilidad de enfermar y de morir, al tiempo que reduce las posibilidades de rehabilitarse de
tales enfermedades (Berriel y Pérez, 2002). Desde este punto de vista, en el caso de los adultos
mayores, “la disponibilidad de mucho tiempo libre, el bajo nivel de actividades fuera de la casa, y la
escasa participación en actividades colectivas no determinada por enfermedades limitantes,
constituyen elementos de riesgo para la salud (…)” (Berriel y Pérez, 2002, p. 39).
Otro aspecto relevante es la identidad cultural, la cual implica un conjunto de formas de pensar,
sentir y solucionar conflictos que comparten los miembros de una cultura. El sentirse parte de
aquella cultura se vincula con los modelos y símbolos identificatorios de ese individuo y sus
proyectos, y también con su forma de satisfacer sus necesidades (Pérez, 2005). Los procesos de
inclusión y exclusión social se producen de forma gradual e implican la asignación de roles, lo cual
en un momento determinado hace que el individuo quede limitado a relacionarse únicamente con
los de su mismo grupo, por lo que sus modelos identificatorios acaban funcionando siempre en
torno a este espacio (Pérez, 2005).
Y por último un punto esencial es la participación y el ejercicio de la ciudadanía, los que tienen que
ver con la capacidad del individuo de establecer vínculos amplios en la sociedad y la cultura, junto a
una visión crítica de la realidad (Pérez, 2005).
Dado lo dicho, se critica la visión que se ha tenido de la tercera edad en cuanto han sido tratados no
sólo como grupo etario, sino como grupo social entre otras cosas, por creer que mantienen
idénticos rasgos psicológicos y sociales y por considerarlos un sector necesitado al que hay que
agrupar para resolver sus carencias. Sucede así porque no tienen en cuenta el sujeto como
portador de necesidades y también de potencialidades. Al creerlo sólo como parte de un grupo,
funcionan con patrones homogéneos y universalistas que simplifican su realidad, reducen su
verdadera comprensión, y en consecuencia un efectivo programa.
Esto no quiere decir que se esté en contra que políticos y profesionales se ocupen de aquellos que
necesitan una atención y cuidado especializado, pero sí, a que estas estrategias mundiales se

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conviertan en visiones caritativas que en el mejor de los casos se cumplen, paliando parte del
problema en un período dado.
Es un fenómeno social importantísimo, el que grupos crecientes de mujeres de tercera edad se
reúnan en organizaciones, y como en el caso del Centro “Nueva Esperanza” este lleve 3 años de
funcionamiento. Estos espacios permiten enfrentar sus propias necedades y aportar a la formación
personal de las mujeres generando nuevas posibilidades de interaprendizaje a partir de las
interrelaciones (Villasante, 1992).
Considerando los elementos teóricos señalados anteriormente en torno a la importancia de la
participación en la calidad de vida y la salud de los adultos mayores y el análisis de la situación que
actualmente enfrentan en la Población Esperanza Andina, resulta sumamente relevante el
desarrollo de una intervención de carácter comunitario que se dirija a un diagnóstico en
profundidad de dicho contexto y a la generación de instancias de diálogo, que permitan no sólo
conocer a los adultos mayores sino también que éstos perciban el espacio como una oportunidad
de pensar y compartir sus propias iniciativas.
El trabajo se enfocará estratégicamente en las relaciones de amistad las que se constituyen como
una aproximación a los objetivos emancipadores y autodesarrolladores en la tercera edad pues
brindan, más allá de protección y seguridad, que puede llegar a entregar la familia, la confirmación
de componentes psicológicos valiosos para el desarrollo personal, como la autoestima,
sentimientos de competencia y elevada moral, "La propia habilidad para adaptarse al proceso de
envejecimiento mejora como resultado de sentirse una persona importante para el bienestar de su
igual, y especialmente de una amistad. La amistad lleva consigo la valoración mutua y permite
compartir necesidades e intereses, roles que sólo pueden ser satisfechos adecuadamente por los
iguales" (García, 2003 en Couso y Turtós, 2004, pág. 7).
La diferencia entre las relaciones de amistad y las familiares (proporcionar bienestar) se encuentra
precisamente en la comprensión de las necesidades a satisfacer en la tercera edad, aspecto que
sólo se da en las personas que atraviesan esta etapa.
Por esta razón, se considera que las redes de apoyo (que podrían llamarse mejor redes de
integración), deben incluir en primer lugar al propio anciano, si queremos que éste sea promotor de
su propio crecimiento, convirtiéndolo en un sujeto consciente de sus necesidades y gestor de las
vías para satisfacerlas. Trabajar desde la persona y desde la realidad más concreta y local es una
forma que nos acerca al individuo con sus riquezas y proyectos, potenciando su capacidad
ejecutora (Couso y Turtós, 2004)
Las experiencias de mujeres integradas en una organización, propician espacios para la producción
de elementos favorables para el cambio de su entorno social y familiar, actuando desde su entorno
inmediato. Y desde aquí surge la necesidad de primero conocerse, quererse, arriesgarse a hablar y
comunicarse (Villasante, 1992). En este sentido, el fortalecimiento de la amistad y la participación
en actividades comunitarias serían factores importantes para promover una mejor calidad de vida.
Los que envejecen deben mantener una función generativa (Krzemien, s/f), es decir, por un lado
deben producir y crear; y por otro, relacionarse con los demás y sentirse responsables de ellos, y
esto implica orientarse a tareas, a cumplir con causas a las cuales se sirve y relacionarse con otros a
través de la comunicación, la solidaridad y la actividad en comunidad.

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Objetivos
Objetivo general:
Fortalecer la identidad grupal de los miembros del Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza” de
la población “Esperanza Andina” de la comuna de Peñalolén, y fomentar su valoración y
reconocimiento social.
Objetivos específicos:
1. Promover y facilitar el autoconocimiento grupal entre los miembros del Centro Del Adulto
Mayor “Nueva Esperanza”.
2. Generar espacios y relaciones de confianza entre los miembros del Centro Del Adulto Mayor
“Nueva Esperanza”.
3. Favorecer el fortalecimiento de las relaciones sociales entre los miembros del Centro Del
Adulto Mayor “Nueva Esperanza”.
4. Generar conciencia de la importancia de la participación y el trabajo en equipo en los
miembros del Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”.
5. Promover el reconocimiento por parte de su comunidad del Centro Del Adulto Mayor
“Nueva Esperanza”.
6. Fomentar la valoración por parte de su comunidad del Centro Del Adulto Mayor “Nueva
Esperanza”.
Población-Objetivo de la intervención
Los usuarios de este proyecto: “Tejiendo vínculos en la Tercera Edad”, son mujeres mayores de 60
años que participan activamente del Centro del Adulto Mayor “Esperanza Andina”, que se localiza
en la Población Esperanza Andina en la comuna de Peñalolén, en las dependencias del CECOF.
Metodología de intervención
Enfoque de la Intervención y Principios de acción.
Para este proyecto, el trabajo con la población de tercera edad se sustenta en principios de acción.
En primer lugar, se hace referencia a un enfoque comunitario que es un modelo a través del cual se
busca nivelar de forma dinámica, interrelacionada y armónica los componentes esenciales del
desarrollo humano de los habitantes de las comunidades con la finalidad de mejorar su calidad de
vida, a partir de potenciar la autosuficiencia local y aprovechar las ventajas que les proporciona el
entorno en cuanto a bienes, servicios y recursos (López, 2008). En este marco los vecinos, en
particular el grupo de tercera edad trabajan en conjunto actividades referidas a los problemas y
oportunidades que ellos mismos han considerado prioritarias. En su transcurso construyen capital
social: desarrollan amistades y confianza mutua, comparten y afianzan valores comunes, aprenden
a trabajar en equipo, fortalecen sus organizaciones y ganan confianza en que pueden lograr sus
propósitos. El objetivo último es entonces, desarrollar y fortalecer las capacidades de las
comunidades para mejorar su calidad de vida, para prevenir y enfrentar problemas sociales con
respecto a este grupo como la participación y la visualización de sus roles en la comunidad.
En segundo lugar se apunta a un enfoque de derechos, donde se entiende que la tercera edad debe
ser valorada en su dignidad, siendo estas personas capaces de reconocerse a sí mismas, en primer
lugar, a partir de sus derechos humanos. Se busca entonces una mirada que adopte los derechos
humanos en la implementación de estrategias y medidas acorde a esto. Desde aquí, toda

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intervención promueve condiciones que garanticen la satisfacción de sus derechos y que, por lo
tanto, enfrenten aquellas situaciones que los afectan. Las personas de tercera edad son
comprendidas desde sus necesidades, características y potencialidades, lo que significa comprender
la intervención de manera integral como un espacio de desarrollo tendiente a mejorar su situación
de vida.
También se pretende fortalecer las relaciones que se establecen con las personas de tercera edad.
Se considera un eje transversal de intervención la promoción de vínculos afectivos significativos y el
respeto entre los distintos actores de la comunidad, de manera de establecer relaciones de respeto,
participativas y de reconocimiento con respecto a la tercera edad. Hay una clara intención de
contribuir a modificar las relaciones que se dan entre los ancianos, sus pares y la comunidad, de
manera que el impacto no sólo es hacia el mundo senil, sino que además se dirigen acciones hacia
la comunidad, para generar transformaciones profundas que sustenten la consolidación de una
cultura de derechos y reconocimiento.
Por último, se considera como línea de acción la articulación y participación activa con redes
institucionales y territoriales de la comunidad, por medio de la cual, se busca difundir y ampliar el
rango de acción de trabajo, coordinar acciones conjuntas, acceder a recursos y apoyos diversos y
contribuir a la reflexión en la temática del envejecimiento y la vejez. Se propone trabajar
conjuntamente con los miembros de comunidades en las acciones de transformación social que
ellos planifiquen, ejecuten y evalúen con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida. En este
sentido, comunidad y la calidad de vida se encuentran relacionadas: “la comunidad es entendida
como un espacio de relaciones sociales de apoyo y, además, como unidad en la cual se desarrolla el
trabajo o acción comunitaria, entendida como conjunto de actividades que se llevan a cabo para la
mejora de las condiciones de vida de las personas” (Montenegro, 2004, pág.18).
Metodologías y estrategias de la intervención
Se pretende incidir en la calidad de vida de los adultos mayores de la población “Esperanza
Andina”, con la colaboración del Centro del Adulto Mayor “Nueva Esperanza” y CECOF de la
población antes mencionada. A través de un trabajo conjunto, se pretende incentivar una
autoimagen positiva, reforzando su identidad personal así como la del grupo incitando la
autogestión, la participación y el reconocimiento de sí mimos en la comunidad.
Entendiendo la intervención comunitaria como el conjunto de acciones destinadas a promover el
desarrollo de una comunidad a través de la participación activa de esta en la transformación de su
propia realidad (Mori, 2008) se pretende la capacitación y el fortalecimiento del grupo “Nueva
Esperanza”, favoreciendo su autogestión para su propia transformación y la de su ambiente. Dando
así, a la comunidad, y en especial a la institución con la que participaremos, capacidad de decisión y
de acción que favorece su fortalecimiento como espacio preventivo, recreativo y comunitario. A
través de un enfoque comunitario se pretende diseñar estrategias asociativas, promover la
participación, incrementar la calidad de vida y el bienestar social, potenciar la capacidad de las
personas y así la del grupo para el abordaje de sus propios problemas, demandas y necesidades.

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Fases Técnicas
1. Diagnóstico de la Comunidad 1. Técnicas cualitativas de recolección
Evaluación Análisis de los datos de datos: Revisión de archivos,
Preliminar Revisión de archivos Observación, Entrevistas.
y documentación
con relación a la
población y la
temática
Diagnóstico Sensibilización Taller
Participativo participativo
2. Diseño y Planificación de la Intervención 2. Trabajo en Equipo
3. Ejecución e Implementación 3. Técnicas Participativas
4. Actividad de Cierre 4. Técnicas Participativas
5. Evaluación 5. Técnicas cualitativas de recolección
de datos: Focus Group, Cuestionarios.
Cuadro 2. “Fases de la estrategias y metodologías de intervención”

Estrategia de Diagnóstico
Aquí lo esencial es rescatar y comprender cuales son las necesidades y las demandas del grupo-
objetivo de este proyecto. Así es posible identificar la problemática social, es decir, aquella
“condición social que afecta sus valores y que puede ser remediada mediante una acción colectiva”
(Montenegro, 2004, pág. 29). Este diagnóstico se subdividirá en dos fases: la primera fue realizada
exclusivamente por el equipo de investigadores o interventores, en donde se realizará una
evaluación preliminar. En esta etapa se recurrió a información de sitios web, videos e información
sobre la comunidad a intervenir. Así se realizó una visualización de los posibles problemas a tratar.
Y en la segunda etapa se llevó a cabo de manera participativa, en conjunto con la comunidad. La
información se recolectó por medio de dos dispositivos de carácter cualitativo: a través de la
entrevista en profundidad y por medio de grupos focales.
Se usó la entrevista en profundidad, puesto que nos interesan las opiniones, representaciones
sociales, creencias y atribuciones. Ésta permite conocer cómo se individualiza la dinámica colectiva,
en nuestro caso, las experiencias frente a la comunidad y su participación. Este tipo de entrevista
está enfocada al conocimiento sobre los acontecimientos y actividades que no se pueden observar
directamente. Los entrevistados no sólo nos revelan sus propios modos de ver, sino que deben
describir lo que sucede y el modo en que las otras personas lo perciben (Taylor & Bogdan, 1986).
Esta entrevista en profundidad se aplicó a la presidenta del Centro del Adulto Mayor “Nueva
Esperanza” en una reunión personal.
Mientras, el grupo focal permite recoger los discursos de los participantes de tercera edad del
centro, a través de los cuales expresan sus experiencias, explican sus causas y sus consecuencias
para la vida cotidiana (Taylor & Bogdan, 1986). El grupo focal crea así un proceso de dar a conocer
pensamientos y compararlos a nivel de todos los participantes. En una discusión grupal dinámica,
los participantes harán el trabajo de exploración y descubrimiento, no solamente entrando en
dimensiones de contexto y profundidad sino que también generarán sus propias interpretaciones
sobre los tópicos que se discuten (Mella, 2000). En este caso, el grupo a cargo del proyecto asistió a
diversas reuniones al Centro “Nueva Esperanza” con el fin de llevar a cabo esta actividad.

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De esta forma, se propone un abordaje combinado de recolección de datos, pues con estos
dispositivos, podemos integrar diversas fuentes de información, y comprender de forma más
integral los problemas que atañen a este grupo e identificar la problemática a tratar.
Diseño y Planificación de la Intervención
En esta fase se plantearon los criterios que sustentan el trabajo, sistematizándolo. Se explica
claramente la naturaleza, las principales razones de la priorización de la problemática a tratar y su
contribución al desarrollo del ámbito y particularmente de la población objetivo. Delimitándose
objetivos, sistemas de evaluación, recursos, presupuestos y plan de acción. Este trabajo se hizo
cooperativamente entre los autores de la intervención y en conjunto con los resultados de la
información levantada.
Estrategias de Intervención y Actividad de Cierre
En esta fase se operativiza todo el trabajo estructurado en las fases anteriores, implementándose
las sesiones preparadas, haciendo uso de estrategias participativas. Se aplican estrategias
participativas las que facilitan el mantenimiento de la motivación, factible para el avance del
trabajo y el logro de objetivos.
Descripción de actividades

Actividad Objetivos Metodología


Promover el conocimiento de los
participantes respecto a las
Taller
actividades a realizar en el taller. Expositiva y lúdica (juego)
introductorio
Primera actividad lúdica para
fomentar participación del grupo.
Se da inicio a la actividad con una
Determinar las características del
actividad lúdica que busca
grupo que conforman los
confianza y relajación en los
participantes, defectos y virtudes.
participantes. Luego, a través de
Determinar cuáles son las
una discusión los participantes
Taller de actividades que realizan y cuál es
logran identificar sus desventajas
Identidad grupal el propósito que ellas tienen.
y fortalezas. Las que son
Además se busca conocer cuáles
simbolizadas con una nube y un
son los productos que ellas
sol respectivamente. Se conocen
realizan.
los productos a través de una
sesión fotográfica.
Taller: Se realizan diferentes actividades
Aumentar la confianza existente
Fortalecimiento lúdicas, en donde participan todos
entre los participantes
de vínculos los participantes.
El inicio, tendrá una actividad
lúdica que busque fomentar el
Se busca que el grupo tome
Taller de trabajo en equipo. Posteriormente
posicionamiento dentro de la
integración a la se realizará un Diario Mural que
comunidad, que sea reconocido
comunidad. será instalado en el CECOF, este
como un grupo que está activo.
tendrá fotografías de los distintos
participantes, además de algunos

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productos que ellas comercializan.


Al final del taller se realizará una
facilitación gráfica.
El inicio, tendrá una actividad
lúdica que busque fomentar el
respeto por la diversidad de
Se busca determinar la actividad a
opiniones existentes entre los
realizar con la comunidad,
participantes. Se organizarán las
además de la exposición de los
próximas actividades, se
Reunión de trabajos realizados por las
determinarán en conjunto los
organización y participantes. Se trabajará la
espacios a utilizar y lo que
recreación. temática del trabajo en equipo,
realizará. El trabajo en grupo, será
para evitar a centralización del
abordado a través de actividades
conocimiento y poder en pocas
lúdicas, además de actividades
personas.
que provoquen el asumir
diferentes roles dentro del propio
equipo.
Se pretende que los participantes
puedan entregarle algo a la
Se realizará un pequeño taller por
Actividad con la comunidad, y así, el grupo cobre
parte de los integrantes del grupo
comunidad. importancia dentro de la
al resto de la comunidad.
población y los integrantes se
sientan valorados.
Se busca evaluar y concluir el Se comienza la jornada con
taller realizando, se buscará actividades de relajación e
Jornada de determinar los cambios que los imaginería. Luego se da paso a
evaluación. participantes han percibido, una conversación, además de una
además del trabajo de quienes facilitación gráfica. Se termina el
dieron el taller. taller con una actividad lúdica.
Tabla 3. Cuadro de descripción de actividades.

Evaluación de la Intervención
Las evaluaciones se realizan constantemente, al finalizar cada sesión participativa, en pos de una
retroalimentación continua para ir mejorando aquellos aspectos que sean deficientes o que en un
futuro próximo dificulten la realización de la intervención. Para esto, al final de cada sesión se
realizará una sesión breve de focus group, que es una de las formas de los estudios cualitativos en
que se reúne a un grupo de personas para indagar acerca de actitudes y reacciones frente a un
producto, servicio, concepto, publicidad, idea o embalaje. Las preguntas son respondidas por la
interacción del grupo en una dinámica donde los participantes se sienten cómodos y libres de
hablar y comentar sus opiniones. Por lo que la evaluación se realizará dirigida a cada sesión. Pero
de esta misma forma se realizará una evaluación, a través de la misma técnica de la actividad global
de intervención.
Presupuesto
Para el desarrollo de las actividades se utilizaron diversos recursos provenientes principalmente del
propio equipo de intervención y del CECOF de Peñalolén. El espacio físico, sillas y mesas serán

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proporcionados por el CECOF. En el taller introductorio se necesitaron placas para el nombre para
que los participantes y los miembros del equipo se conozcan. En el taller de identidad grupal fue de
utilidad papel en forma de una nube y un sol para escribir las desventajas y ventajas del grupo y una
cámara para tomar las fotos de los participantes y productos, todo lo cual fue dispuesto por el
equipo de intervención. En el taller de Fortalecimiento de vínculos no se necesitarán otros
materiales. En el taller de integración a la comunidad se requirieron afiches, lápices de colores,
pegamiento y fotos desarrolladas, tomados en el taller anterior. Para la realización de la reunión de
organización y recreación se necesitó ornamentación, comida, bebida y música, papel y lápices,
todos gastos asumidos por el equipo de intervención. Los materiales requeridos para la actividad
con la comunidad fueron papel y lápices, además de las propias creaciones de las personas que
integran el grupo de tercera edad. Finalmente, para la Jornada de evaluación se ocupó afiches y
lápices de colores.
Cronograma de Actividades

Agosto Septiembre Octubre Noviembre

1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4

Diseño
Tema de investigación X
Revisión bibliográfica X
Planteamiento del problema X X
Objetivos X X
Marco teórico X X X X
Marco metodológico X X X X

Recolección y evaluación de datos


Contacto sujetos X X X X
Taller introductorio X
Taller de Identidad grupal X
Taller: Fortalecimiento de X
vínculos
Taller de integración X
comunidad.
Reunión de organización y
recreación X

Actividad con la comunidad.

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X
Jornada de evaluación.
X

Resultados
Población Usuaria
La población usuaria de este proyecto, por lo tanto, la población directa fueron mujeres mayores de
60 años que participan activamente del Centro del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”, que se
localiza en la Población Esperanza Andina en la comuna de Peñalolén, en las dependencias del
CECOF. Aunque en proporción son menos que los usuarios indirectos (3:1) que el proyecto no
contempló en un principio pero que recibió los impactos positivos de la realización de este aún
cuando no se tuvo en cuenta en el momento de la toma de decisiones. Esto se refiere a la presencia
en el Centro Nueva Esperanza de mujeres más jóvenes, cuyas edades fluctuaban entre los 45 y los
59 años. Mucho menos que el corte de edad que en este proyecto se planteó trabajar.
Al iniciar las actividades planteadas según el diseño se consideraba trabajar con un grupo de
aproximadamente 15 participantes. En un principio la convocatoria fue baja (4 personas) habiendo
sesiones donde no asistió ningún participante. Tendencia que cambió al replantear la intervención y
trabajar directamente con el Centro Nueva Esperanza en sus reuniones semanales, donde se nos
cedió 1 hora de su tiempo. Ocurrido esto, aproximadamente desde la cuarta sesión, regularmente
asistían entre 8 y 10 participantes.
Evaluación de Impacto
El proyecto realizado por nuestro equipo en Peñalolén, ya tiene muchos resultados, aunque
solamente han tenido lugar tres talleres con el grupo del Centro del adulto mayor. En el grupo, se
mostró en la primera sesión que existen muchos problemas respecto a los sentimientos de soledad
o la ausencia de apoyo. El taller produjo una conversación sobre ese tema y una conciencia en las
participantes. Las participantes del Centro se dieron cuenta que hasta ahora tenían un rol más
pasivo que otros y están listas de participar más activamente. Las mujeres han comenzado a
reflexionar sobre sí mismas y su propio comportamiento y a mejorar la capacidad de expresar sus
pensamientos y sentimientos, lo que es necesario para un proceso de crear amistades cercanas.
Además, esas experiencias han estimulado una autoconfianza en las participantes. No solamente se
forman y profundizan amistades en el Centro, sino que los talleres tienen un impacto en la vida
fuera del centro, reuniéndose y visitándose en caso de la enfermedad de una participante.
Adicionalmente eso significa más apoyo en los problemas cotidianos y un sentimiento de estar
menos aislado. Trabajando sobre su misma identidad y escuchando los pensamientos de los demás,
se abrieron nuevas perspectivas y una mejor comprensión de los otros. Los talleres crearon
esperanza en las mujeres respecto a la venta de sus trabajos. Muchos de ellas tejen o hacen
ganchillo y quieren vender sus productos. Han surgido nuevas estrategias de venta propuestas en el
taller, lo que ha producido un aumento en la motivación para continuar con el trabajo y contar con
nuevas posibilidades de distribución.
Al nivel de la comunidad eso es vinculado con un reconocimiento de este mismo trabajo, por un
lado, por parte de nuestro equipo y, por el otro lado, el reconocimiento por parte de la comunidad
y la posibilidad de generar recursos, creando nuevos ideas, desarrollando la capacidad de

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reflexionar y profundizando las relaciones entre las participantes, lo cual da la posibilidad de


convocar más adultos mayores de la población y de ser también reconocidos por la municipalidad.
Cumplimiento de los Objetivos
En una escala de evaluación de los objetivo que considera: 1) muy cumplido, 2) cumplido, 3)
medianamente cumplido, 4) poco cumplido y 5) incumplido. El equipo técnico considera que hasta
el momento:
El objetivo general “Fortalecer la identidad grupal de los miembros del Centro Del Adulto Mayor
“Nueva Esperanza” de la población “Esperanza Andina” de la comuna de Peñalolén, y fomentar su
valoración y reconocimiento social”, se considera medianamente cumplido, ya que en la actualidad
sólo se han logrado cuatro de los objetivos específicos, los que refieren principalmente a desarrollo
de fortalezas dentro del grupo.
El objetivo específico “Promover y facilitar el autoconocimiento grupal entre los miembros del
Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”, se considera cumplido. Los miembros del grupo han
logrado reflexionar y problematizar su identidad grupal y desarrollar sus expectativas individuales
respecto a lo que esperan del grupo y sus expectativas grupales con respecto a lo que desean como
grupo.
El objetivo específico “Generar espacios y relaciones de confianza entre los miembros del Centro
Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”, se considera cumplido. Los miembros del grupo han logrado
discutir e integrar sus diferencias en un ambiente de sinceridad, además se han observado
actitudes de contención entre los miembros del grupo.
El objetivo especifico “Favorecer el fortalecimiento de las relaciones sociales entre los miembros
del Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”, se considera medianamente cumplido. Los
miembros del grupo han logrado asumir un rol más activo en el grupo, además de buscar
posicionarse como un grupo de importancia en la comunidad.
El objetivo específico “Generar conciencia de la importancia de la participación y el trabajo en
equipo en los miembros del Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”, se considera cumplido.
Los participantes del grupo han logrado reflexionar y discutir sobre su rol y posicionamiento en la
comunidad, además trazar ciertas directrices para lograr ser un grupo visible dentro de la
comunidad. En cuanto a los dos últimos objetivos, “Promover el reconocimiento por parte de su
comunidad del Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza” y “Fomentar la valoración por parte de
su comunidad del Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”, no son posibles de evaluar en esta
etapa del proceso ya que para ello están destinadas las dos últimas sesiones del talleres en donde
se articulara una feria y un espectáculo final para promocionar y generar el reconocimiento del
Centro Nueva Esperanza.
Descripción de los Logros
Se avanzó lentamente pero los resultados han sido positivos. Se ha logrado que los propios
participantes propongan nuevas formas de acción y participación. Además ellos mismos han sabido
reconocer sus propias potencialidades y hacia donde quieren llegar. Esto lo vemos reflejado en la
petición al grupo interventor que se pueda trabajar en más proyectos junto a ellos como talleres de
folklor. Vemos entonces que no solamente existe un deseo de compartir sus experiencias y
aprendizajes sino también de aprender y seguir creciendo como personas y como grupos. Según
palabras de ellas mismas era necesario el tema del reconocimiento. La identificación y la
visibilización de su esfuerzo, trabajo, sacrificio y dolor es un tema importante en la construcción de

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su imagen personal y también como grupo ya que fortalece sus potencialidades y llama a actuar
frente a las adversidades.
Las participantes no solamente han podido visibilizarse entre ellas, también existe un
reconocimiento del otro al momento de compartir sus experiencias. Los logros obtenidos en este
trabajo tal vez no son a gran escala pero el impacto que puede provocar es bastante interesante
desde el punto de vista de la nueva forma de organización, de compartir sus ideas, y vivir juntas la
experiencia de trabajar por el bien colectivo e individual.
Los participantes han logrado asumir un rol activo y propositivo, que era lo que se estaba buscando
en este trabajo. Han sido capaces de exteriorizar sus emociones y anhelos, así como también, lo
que buscan y como podrían conseguirlo. Esto se ve reflejado en actitudes como proponer
actividades de su interés, llegar a conclusiones de lo conversado en torno a sus experiencias y a la
experiencia grupal, que apuntan a lograr los objetivos que se plantean.
Han podido problematizar su situación y no solamente reconocer lo bueno sino también las
dificultades que como grupo están sucediendo, como por ejemplo lo rutinario que se estaban
convirtiendo sus sesiones, así como también la falta de personas que participen de forma proactiva
para la consecución de metas y que de esto no solo se encargue la presidenta del centro. Es por ello
que ellas mismas han sugerido participar más activamente en el centro, proponiendo participar en
más talleres y buscando la forma de coordinarse y buscar personas que puedan encargarse de
ciertas actividades, delegando la gran carga de la presidenta del centro.
Dificultades de la ejecución del Proyecto
El proyecto en un principio fue planteado para trabajar con adultos mayores de la población
Esperanza Andina, no necesariamente con las participantes activas del Centro del Adulto Mayor.
Además se planteaba trabajar tres ejes fundamentales para el autodesarrollo y el reconocimiento
en la comunidad:
• Recreación y relaciones sociales: Trabajo con dinámicas y actividades para adultos mayores
de carácter lúdico y vivencial con el fin de fomentar a través de técnicas participativas los
lazos de autoconocimiento y amistad entre los miembros asistentes a los talleres y así
agilizar los procesos de planificación y ejecutorios de sus proyectos por medio de la
confianza, el respeto, el compromiso y la solidaridad.
• Autogestión: Potenciación de la capacidad de iniciativa y emprendimiento en donde los
adultos mayores pudieran ofrecer la variedad de artículos que producen (potencialidades
vistas en la fase diagnóstica) para su venta en la propia comunidad a través de la
organización de una feria, para poder generar sus propios ingresos.
• Participación: A través del incremento de la autogestión y de la ampliación de los lazos
sociales, fomentar la participación social.
Pero a pesar de tres sesiones dedicadas a la difusión de la actividad a través de la entrega de
volantes informativos y de un espectáculo para la comunidad la que atrajo la atención de muchos
adultos mayores, a la primera sesión sólo asistieron 4 personas, cuando se proyectaba la asistencia
de unas 15 personas como mínimo.
Al evaluar esta situación, se resolvió que los puntos críticos eran 4:
1. Incorrecta definición del horario del taller: El taller en un principio se realizaba a las 14:30
horas en las dependencias del CECOF los días viernes. Este horario, según información que pudimos
recabar a través de las personas que asistieron a la primera reunión, y posteriormente al

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preguntarles a las participantes activas del Centro Nueva Esperanza, el horario no favorecía la
asistencia. Debido principalmente a las altas temperaturas que se registran a esa hora del día
resultando bastante incómodo desplazarse a esa hora y además a que la mayoría de las personas
de tercera edad del lugar ejercían como dueñas de casa, teniendo que cuidar el hogar debido a la
ausencia de otras personas que generalmente se encontraban desarrollando actividades laborales.
No menor eran los adultos mayores que por las mismas razones, debían cuidar de sus nietos.
2. Falta de precisión del contenido del taller en el volante: Los volantes sólo expresaban el
nombre del taller además de consignas alentando la participación y en su parte inferior, la
información respecto al lugar, día y hora de los talleres. En el diseño se identificaron dos errores
importantes, a) no se mencionaba concretamente que actividades se realizarían para fomentar la
participación y los lazos sociales, por lo que algunos adultos mayores no pudieron acceder a más
información que los convenciera a participar, además del escepticismo que provoca un taller en
donde no se explicita claramente que se llevará a cabo; b) no consideramos que al momento de
extender la invitación a participar de los talleres, muchas personas están alejadas del lugar físico del
CECOF, por lo que no están familiarizados con aquel lugar, el cual no conocen y no saben llegar.
Faltó la especificación de la dirección del lugar de encuentro.
3. Falta de información sobre los hábitos de la población objetivo: Luego de evaluaciones a
través de la conversación con los asistentes a la primera sesión y del Centro del Adulto Mayor, la
mayoría de las personas de la tercera edad de la población Esperanza Andina suelen cuidar de sus
nietos y muchas de ellas incluso deben buscarlos al colegio. Adicionalmente suelen ser dueñas de
casa por lo que se dedican a labores domésticas como hacer el aseo y cocinar para sus nietos y
familia. Además a esa hora de la tarde almuerzan en familia comúnmente, por lo que su
participación a la hora indicada era por lo mínimo muy difícil.
4. Dificultad del trabajo con personas de tercera edad: Hay que considerar también la
dificultad que implica realizar actividades con personas de tercera edad, quienes quizás
acostumbrados al aislamiento y a las tareas del hogar no quieran participar. Es posible también que
debido a problemas físicos y de salud el desplazamiento hacia el lugar se haya hecho difícil.
Dado estos obstáculos, se realizaron algunos cambios tanto teóricos como metodológicos y
prácticos. Lo que llevó a una reevaluación del proyecto y del diseño que se implementó.
Resultados No Previstos
A través de las diferentes actividades realizadas entre el equipo técnico y el grupo “Nueva
Esperanza”, se logró aumentar la motivación por la venta de los productos realizados por las
integrantes del Club, objetivo que no figuraba dentro de los objetivos buscados por el proyecto del
equipo técnico.
Conjuntamente, nos ha sorprendido una fuerte motivación por parte de las señoras miembros del
Club en la continuación de los talleres, el deseo de que personas con ciertos conocimientos
acudieran a sus reuniones para la realización de talleres o charlas formativas. Nos hablaban con
añoranza de una psicóloga que practicaba talleres para el mejoramiento de la memoria, nos
contaban las actividades que ella realizaba y evaluaban la posibilidad de que nosotros -como
estudiantes de psicología- hiciésemos algo relacionado. De similar modo, al saber que una de las
integrantes del equipo es integrante de un grupo folclórico solicitaron, emocionadas, clases de
cueca; esto pese a que en el pasado algunas se retiraran del Club por desagradarles la idea de
aprender este baile. Esto nos habla del actual interés de aprender cosas nuevas que escapen un
poco a sus actividades rutinarias.

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Enseñanzas recogidas
Con respecto a nuestras dificultades aprendimos mucho sobre el desarrollo de proyectos
comunitarios. Antes de planificar un proyecto se necesita realizar un buen diagnóstico para que se
conozcan las condiciones de la población objetivo. Eso significa tener en cuenta un buen horario,
los intereses y necesidades de las personas del grupo objetivo y una convocatoria con la
presentación de actividades concretas.
Vinculado con las dificultades se mostró que realizar un proyecto requiere una flexibilidad con
respecto a la organización y las actividades en los talleres. Es cierto que una planificación detallada
es importante, sin embargo aprendimos que es necesario reaccionar a las situaciones que se
presentan.
Descubrimos que en el trabajo comunitario es posible encontrar también aspectos clínicos. Una
gran parte del proyecto implica conversar y conocer a la gente con quién trabajamos. Aprendimos
sobre las circunstancias y dificultades en la vida de algunas participantes y encontramos formas de
reaccionar de manera adecuada y empática.
Otro aspecto importante es que conocimos varias organizaciones en Peñalolén. El CECOF con sus
posibilidades y desventajas, pero adicionalmente hablamos con una persona del Club de alcohólicos
anónimos y varios comités de vivienda. Nos explicaron cómo funcionan sus reuniones y cómo
trabajan. El trabajo en la comuna y las conversaciones con las participantes profundizaron el
conocimiento de las relaciones en la Comuna de Peñalolén.
Conocimientos Adquiridos de la ejecución del proyecto
Tras la realización de las reuniones con las integrantes del Club de Ancianos Mayores “Nueva
Esperanza” de la población “Esperanza Andina” de la comuna de Peñalolén, hemos adquirido
experiencias significativas que nos aportan conocimientos para una mejor comprensión de lo que
es el trabajo práctico con grupos humanos. Dichas experiencias nos invitan constantemente a ir
mejorando en el desarrollo de las reuniones, aprendiendo tanto de nuestros errores como de
nuestros aciertos, acogiendo los comentarios que nos hacían las integrantes del club y observando
sus respuestas frente a nuestra intervención.
De este modo hemos reconocido vivencialmente el valor de manejar ciertas competencias que
resultan fundamentales para una intervención comunitaria exitosa. El “manejo de grupos”, que
preferimos llamar “facilitador de grupos” – quitándole así toda connotación verticalista- es
considerado por nosotros como una capacidad fundamental para el buen desarrollo del proyecto.
Aprendimos directamente cómo en este tipo de trabajo comunitario resulta totalmente infructuoso
el realizar un acercamiento a la comunidad sin considerar sus características, y para conocerlas es
necesario adoptar una actitud de guía y no de mandato. Adoptando una metodología de
acercamiento al grupo más horizontal podemos conocer ciertos elementos que por medio de una
intervención orientada a la dirección resultaría imposible. Elementos tales como intereses,
necesidades, experiencias, conflictos internos (entre ellas) y externos (con el resto de la
comunidad), la identidad de grupo y la significación de comunidad que ellas poseen, pueden ser
conocidos dentro de una ambiente grato que favorezca la apertura al diálogo. Pudimos acercarnos
a esto dándoles espacios de expresión y facilitando espacios de comunicación entre ellas, donde
nuestra actividad se limitaba a proponer actividades que, basados en nuestras observaciones, para
ellas de su gusto, y para nosotros eran útiles para poder conocer aquellos elementos que son
necesarios conocer para realizar una buena intervención. En esto hacemos referencia a la
necesidad de un buen diagnóstico del grupo al cual vamos a intervenir, con el fin de efectuar

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actividades acordes a las características del grupo y así tener resultados que sean un real aporte
para el grupo. Si hubiésemos realizado previamente un buen diagnóstico a la población de la
tercera edad, nos habríamos ahorrado seguramente las dificultades anteriormente descritas que
sufrimos en nuestra primera intervención.
Una característica que consideramos absolutamente necesaria para ser acogidos por el grupo, es el
“compromiso”. Las señoras integrantes del Club nos comentaban que muchas autoridades se
acercaban a ellas para ofrecerles ayuda, pero no cumplían. La reiteración de esta actitud las lleva en
consecuencia a adoptar una conducta de incredulidad hacia nuevos ofrecimientos; esta conducta
sin duda es un muro que se levanta entre ellas y nosotras que impide que ellas confíen totalmente
y nos perciban como personas serias, responsables y comprometidas con sus intereses. Por ende,
debemos actuar verdaderamente comprometidos con nuestro trabajo que va en apoyo de ellas
como club organizado, cumpliendo nuestras promesas, respetándolas y acogiendo sus demandas.
Factores Mantenedores del Trabajo Realizado
Algunos factores que podrían favorecer la continuidad de los talleres en el Club del Adulto Mayor
serían:
1. La percepción de avances hacia el logro de las metas del Club por parte de sus integrantes
como resultado del trabajo en conjunto con el equipo.
2. La consecución de logros del Club como resultado del trabajo en conjunto con el equipo.
3. La percepción de mejoras en las relaciones dentro del grupo como resultado de las
actividades realizadas por el equipo.
4. La confianza, afecto y comunicación entre las integrantes del Club y los miembros del
equipo.
Conclusiones Generales
Mediante el desarrollo del proyecto hemos podido visualizar la multitud de complejidades que
están presenten en este segmento de la población, estas son complejidades que derivan tanto de
factores que propios de la etapa vital en que estos sujetos se encuentran – tales como desgastes
físicos- como del rol que desempeñan dentro de sus familias y de la comunidad a la cual
pertenecen.
Por otra parte, la composición grupal es bastante heterogénea, pese a la forma en que se presenta
la agrupación de manera inicial, en tanto Centro del Adulto Mayor, pues algunos de los miembros
de la asociación aún no cumplen con los requisitos para pertenecer formalmente a la tercera edad,
pero de todos modos participan activamente en el Club desde sus inicios. Esto no pasa por una
temprana identificación con este grupo etario, más bien, por la necesidad de recreación y escape
de las actividades cotidianas mediante la asistencia al único grupo en el que pueden participar
dentro de los que funcionan en el sector. Esta necesidad de distracción – como ellas llaman- se ha
transformado en una puerta clave que nos ha favorecido el acceso a su mundo, a su construcción
de realidad, a su verdad; pues las actividades propuestas fueron gratamente acogidas beneficiando
una muestra espontánea y voluntaria de sus significaciones.
Dentro de los procesos más interesantes que se produjeron al interior del grupo en el marco de la
intervención se encuentra la posibilidad de repensar y reflexionar conjuntamente en torno al modo
en que ha sido construida su propia identidad, sus objetivos, motivaciones, necesidades e intereses.
En este sentido, es preciso tener varias consideraciones, en primer lugar, resulta fundamental
contar con un diagnóstico adecuado que permita conocer las características de la población-

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objetivo, lo cual no fue posible dadas las condiciones de la intervención, generando múltiples
complicaciones en términos prácticos y respecto a los propios objetivos del proyecto, por esto en
futuras oportunidades debe realizarse ineludiblemente, con el propósito de responder a
necesidades sentidas por la comunidad y construidas por ésta, no planteadas a priori por el equipo
de intervención. Además, el trabajo concreto permitió comprender mucho mejor cuál es la
importancia de desarrollar un diseño y una actitud flexible, ya que la complejidad de lo comunitario
exige una adecuación constante a las dinámicas relacionales. Finalmente, destacamos la
importancia de uno de los aspectos centrales para el éxito de la intervención: el trabajo en equipo y
la revisión permanente de lo que se está haciendo. En este sentido volvemos a mencionar la
importancia que tiene en la intervención - como proceso en cuya construcción todas las
perspectivas son significativas- el reflexionar y construir en torno a los comentarios de las personas
del Club respecto a las impresiones que nuestra presencia a significado en este proceso.
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Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas
Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp.83-91

PSICOLOGÍA COMUNITARIA EN EL RÍO DE LA PLATA: ALGUNOS APORTES CONCEPTUALES Y


PRÁCTICOS DESDE EL CONDUCTISMO
Enviado: 29/03/2011 │Aceptado: 06/06/2011

Autor: Fernando Andrés Polanco


Filiación: Universidad Nacional de San Luis

RESUMEN
Muchas investigaciones han mostrado la orientación predominantemente psicoanalítica y el sesgo
clínico en la psicología en la región del Rio de la Plata. A su vez, algunos investigadores señalan
éstas características como el principal condicionante del desarrollo de la Psicología Comunitaria.
Desde los modelos psicoanalistas, y con un basamento ideológico sesgado, se han criticado y
estigmatizado los desarrollos de la psicología de corte objetivo, principalmente la Psicología
conductista. Por ello la importancia de introducir, dentro de la psicología de Argentina y Uruguay,
algunas conceptualizaciones provenientes del Conductismo.
En el presente artículo, se fundamenta que la psicología teniendo como único modelo teórico el
psicoanálisis, coarta el desarrollo de una Psicología Comunitaria y del propio concepto de lo
comunitario. En segundo lugar, se muestran las coincidencias y disidencias entre la Psicología
Comunitaria y el Conductismo. Por último, se señalan los elementos conceptuales y prácticos que
deberían ser insertados.
Finalmente, se concluye que el aporte de otras corrientes psicológicas, en este caso el
Conductismo, puede ofrecer conceptualizaciones de base que permitan pensar en un modelo
ecológico, social y contextual, que a su vez, fomente desde la práctica y la teoría, una Psicología
Comunitaria.
Palabras-clave: Psicología Comunitaria – Conductismo – Argentina – Uruguay

ABSTRACT
Many studies have shown both clinical and psychoanalytical biases within Psychology in the River
Plate area. Most researchers consider these characteristics as the main factor for the neglect of
Community psychology.
From the psychoanalytic perspective, the so called Objective Psychology, mainly behavioral
psychology, has been criticized and stigmatized taking into account a biased ideological foundation.
Hence, it is so important to introduce in the Psychology of Argentina and Uruguay contents derived
from the Behaviorism.
This paper argues that Psychology founded exclusively on psychoanalysis, restricts the development
of community psychology and even the very concept of community itself. Second, similarities and
disagreements between community psychology and Behaviorism are exposed. Third, the
conceptual and practical contents that should be inserted into Psychology are pointed out.
Finally, we conclude that the contribution of other psychological perspectives, in this case
Behaviorism, can provide basic conceptualizations capable to the development of a more

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ecological, social and contextual approach in Psychology, which in turn would promote a theoretical
and practical Community psychology.
Keywords: Community psychology – Behaviorism – Argentine – Uruguay

Introducción
Muchas investigaciones han mostrado la orientación predominantemente psicoanalítica y el sesgo
clínico en la psicología en la región del Rio de la Plata (Ardila, 1979, 1986; Di Doménico, 1999;
Gonzáles & Rodríguez, 1999; Klappenbach, 2000, 2003, 2004; Vilanova, 1996, 1998, 2000). A su vez,
algunos investigadores afirman que entre los principales condicionantes del desarrollo de la
Psicología Comunitaria se encuentra dicha característica (Chinkes, Lapalma & Nicemboin, 1995;
Rodríguez, Giménez, Netto, Bagnato & Marotta, 2001; Saforcada, Giorgi, Lapalma, Rodríguez,
Ferullo, Rudolf & Fuks, 2007). Desde estos modelos psicoanalistas, y con un basamento ideológico
sesgado, se han criticado y estigmatizado los desarrollos de la psicología de corte objetivo,
principalmente la Psicología conductista (Klappenbach, 2006; Mustaca, 2006). Por ello la
importancia de introducir, en la psicología de la región del Rio de la Plata, algunas
conceptualizaciones provenientes del Conductismo, como por ejemplo, la importancia del análisis
de los reforzamientos sociales de mayor impacto, el análisis de las motivaciones intrínsecas de las
conductas de cooperación/competencia, igualdad/desigualdad, etc.; el análisis y gestión de las
conductas transmitidas a través de los medios de comunicación y que a partir del aprendizaje
vicario impactan en las conductas de la comunidad en general.
También, se comparan las definiciones, el método utilizado principalmente en las investigaciones,
el objeto de estudio, y los objetivos que busca tanto la Psicología Comunitaria, como el
Conductismo y algunas de sus variantes, como por ejemplo el Análisis experimental del
comportamiento, a partir de la cual se han llegado a diseñar diferentes comunidades sociales.
Finalmente se concluye, que la psicología en Argentina teniendo como único fundamento el
psicoanálisis, coarta el desarrollo de una Psicología Comunitaria y del propio concepto de lo
comunitario. Por el contrario, el aporte de otras corrientes psicológicas, en este caso el
Conductismo, puede ofrecer conceptualizaciones de base que permitan pensar en un modelo
ecológico, social y contextual, que a su vez, potencie desde la práctica y la teoría, una Psicología
Comunitaria.
Psicoanálisis, realidades y fundamentos de imposibilidad.
En un artículo destinado a la descripción del desarrollo y realidad de la Psicología Comunitaria en
Argentina y Uruguay (Saforcada, Giorgi, Lapalma, Rodríguez, Ferullo, Rudolf, Fuks & Saforcada, s.f.),
se señala como principales condicionante del desarrollo de la Psicología Comunitaria tres factores:
a) La fuerza cultural del psicoanálisis en el Río de la Plata (tal vez, por provenir de
Europa y difundirse en la clase social media y alta, a la vez que, sobre todo con las
corrientes lacanianas, posibilitar un proceso de elitización a través de un discurso
entendible sólo para iniciados) y la dificultad que presenta para ser utilizado en el
desarrollo de un marco teórico de Psicología Comunitaria.
b) Que la identidad del psicólogo es una identidad prestada por la medicina (casi
de modo absoluto, el modelo utilizado por la psicología en esta región ha sido el
modelo médico-clínico).

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c) Que la profesión se reconoce sólo en el trabajo clínico de consultorio privado.


(Saforcada et al., s.p)
Dicha hegemonía ha sido repetidamente investigada y criticada por diversos especialistas del
ámbito de la formación, como Alberto Vilanova (1996, 2000), Cristina Di Doménico (1999), Hugo
Klappenbach (2000, 2003, 2004), entre otros. Incluso ya a finales de los años 1960 y principios de
los 1970, algunos psicólogos o grupos de psicólogos veía con preocupación este hecho,
denunciando la base monoteórica y el sesgo clinicista de corte médico-clínico que se observaba en
la psicología de ese momento (Saforcada, 1969, Villarreal 1974), lo que llevaba a una dependencia y
sumisión total a la psiquiatría y al gremio de los psiquiatras quienes bajo la egida de las teorías
psicoanalistas justificaban la exclusión de la psicología animal, experimental y fenomenológica en
general, pero particularmente con un rechazo fuerte del Conductismo y cualquier psicología
objetiva que pretendiera competirle (Klappenbach, 2006). Como señalara Vilanova (1998):
Este destronamiento del curador es inaceptable para quienes predican, como
nuestros clínicos, la monocausación de las “neurosis” y su “curación” por
procedimientos únicos. El antipositivismo rioplatense es determinista y
universalista. (p. 218)
Este hecho, sin duda menoscaba el desarrollo de una psicología de corte preventivo, que promueva
la búsqueda de las causas ultimas de las problemáticas en algunos sectores sociales y el desarrollos
de conductas comunitarias para su solución, ya que en última instancia en el psicoanálisis la causa
de cualquier problemática es universal, y es conocida de antemano, como su cura por lo que
hablamos de un modelo determinista.
Rodríguez, Giménez, Netto, Bagnato y Marotta (2001), haciendo alusión al psicoanálisis, señalan el
peligro de trasladar al “plano comunitario nociones que fueron concebidas para lo intrapsíquico”
(p. 102). En este sentido, Marino Pérez Álvarez y José Ramón Fernández Hermida (2001), señalan
cómo la visión psicológica intrapsíqica deviene de modelos médicos internalistas y neurobiológicos,
que es la concepción médica llevada a los trastornos psicológicos o de enfermedades mentales, lo
que deviene en modelos psicopatológicos de la psiquiatría clásica que aun dominan el cuadro
actual.
La Psicología Comunitaria
Maritza Montero (2004) define la Psicología Comunitaria “como aquella que trata de la comunidad
y que es realizada con la comunidad” (p. 31). La primera característica de ésta, es la participación
activa de la comunidad en el análisis y solución de sus problemáticas. A su vez, en el campo teórico
hubo una ampliación del modelo intrapsiquico de la salud mental, y se introdujo conceptos como
“relatividad cultural, diversidad y ecología, entendiendo por ecología la adecuación entre las
personas y el medio ambiente” (Montero, 2004, p. 31). Este elemento es muy importante, ya que
cambia en esencia la concepción de enfermedad por la de adaptación, lo que conlleva dejar de lado
las taras o defectos personales para concentrarnos en las posibilidades individuales de ese
organismo en contexto social.
Un punto a resaltar antes de señalar algunas diferencias entre la Psicología comunitaria y el
conductismo, es que cualquier comparación no será del todo feliz, ya que la psicología conductista
nace en el seno de una crítica paradigmática predominantemente en el campo académico, con un
énfasis en la crítica del método y objeto de conocimiento de la psicología. Esto se encontró
asociado mayormente a una designación sistémica o de escuela psicológica, mientras que la
Psicología Comunitaria, nace más de una crítica a los modelos excesivamente subjetivos y globales

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de la psicología social, que no atendía las problemáticas sociales, dedicando sus esfuerzos a grandes
descripciones globalistas que no tenían efectos benéficos para las comunidades analizadas
(Montero, 2004). Así, la Psicología Comunitaria, desde su nacimiento está asociada a una praxis
profesional externa a los medios académicos; además, la Psicología Comunitaria está definida como
una división subdisciplinar de aplicación de la psicología y no como una teoría o sistema conceptual
como el Conductismo.
A pesar de lo señalado, podemos observar que la Psicología Comunitaria adopta elementos
provenientes de la psicología cognitiva que se expresan en palabras como actitud, conciencia,
mente, entre otros. Estos conceptos no son investigados, y en muchos ocasiones suelen ser
duramente criticados, he incluso cuestionada su ontología, por la corriente conductista de corte
radical. Sin embargo, esto debe ser contrastado con los elementos que hacen a la configuración
epistemológica de la cual devienen, pero no como un planteamiento propio de toda la corriente
conductista, que guarda en su seno una variedad bastante amplia de visiones epistémicas (Polanco,
2010).
Como último elemento a rescatar de las diferencias entre la Psicología Comunitaria y el
Conductismo, podemos señalar el método investigativo Si bien Heller y Monahan (1977)
presentaban como un elemento fundamental de la Psicología Comunitaria su enfoque empírico,
experimental, de la intervención social; Mariza Montero (2004) señala que esto se ha ampliado a un
método investigativo basado en el concepto de investigación-acción participativa, rol activo de
psicólogo, comunidad y acción de éste en comunidad, que no condice en su totalidad con los
modelos más empíricos y de laboratorio o de fuerte control de variables, preferida por los
conductistas.
En cuanto en los puntos de interrelación entre la Psicología Comunitaria y el Conductismo,
encontramos que históricamente, la Psicología Comunitaria tuvo en sus bases algunas
conceptualizaciones conductistas como señala Montero (1984):
“…tenemos la integración de postulados provenientes de diversos paradigmas
explicativos de la conducta, de base neoconductista, tales como las nociones de
externalidad e internalidad que llevan a la creación del constructo del foco de
control (Rotter): el paradigma de la Desesperanza Aprendida o indefensión
(Seligman); las explicaciones acerca del Bienestar Máximo (Foster). (p. 392).”
Las mismas fueron integradas en los desarrollos llevados adelante por Luis Escovar en Panamá,
partiendo de la noción de control sobre los refuerzos ante contingencias de la vida cotidiana. Así,
desarrollo significa control sobre los resultados de esas contingencias y el papel de la Psicología
Comunitaria, será promovido por los individuos, de tal manera que ellos sean autogestores de su
propia transformación y de la de su ambiente.
Otros desarrollos comunitarios en América Latina, desde el Conductismo, están relacionados con la
puesta en práctica de la ingeniería social, estos fueron dados en Colombia y en México, en este
último país encontramos la Comunidad Los Horcones, que viene desarrollando aportes tanto en
aspectos técnicos como conceptuales, hasta la actualidad. Entre ellos, se encuentra la evaluación
de diferentes sistemas de organización social, que han sido analizados a la luz del análisis
experimental del comportamiento, atravesando desde el modelo propuesto por Skinner en 1948,
hasta el actual sistema comunitario, basado en la participación activa de todos los integrantes de la
comunidad en una racional división de trabajo, y comprometido a su vez con todas las
problemáticas de los diferentes sectores de la comunidad, la cual han dado en llamar:
Personocrasia (Comunidad Los Horcones, 1978, 1990). Otra comunidad, fue iniciada por Emilio

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Ribes Iñesta en Iztacala, estado de México, a fines de los años setenta, sin embargo la misma no
sobrevivió (Montero, 2004).
En los Estados Unidos, uno de los más importantes y reconocidos centros de investigación
comunitaria con orientación conductista, se encuentra en la Universidad de Kansas y es dirigido por
Stephen B. Fawcett. un aspecto interesante de esta corriente es que parte de una teoría cuyo
paradigma se circunscribe a aspectos objetivos del ambiente comunitario inmediato, a fin de
atender a los problemas presentes en ellos para resolverlos; dicho desarrollo denominado
analítico-conductual ve dichos fenómenos como "una función de la interacción entre la conducta
de la gente (en los territorios, las organizaciones y las subculturas que definen la comunidad de
interés) y los acontecimientos del ambiente físico y social (del contexto próximo y más amplio)"
(Montero, 2004, p. 63).
Respecto al ámbito terapéutico, Francisco Labrador y Cristina Larroy (2004), señalan que, una de las
aplicaciones de la terapia de conducta es en el ámbito comunitario. Consideran que el estilo de vida
está implicado en numerosas problemáticas, que comportan factores de riesgo identificados para
diversos problemas de salud, consumo de tabaco, alcohol o drogas, dietas desequilibradas, ejercicio
insuficiente, etc.. Por tanto, ha puesto de manifiesto la necesidad de la evaluación ambiental y de la
delimitación de los factores de riesgo para la salud individual y comunitaria.
Para Fernández-Ballesteros y Carrobles (1988), ya a finales de los 1980, señalaban que
La Psicología, como ciencia del comportamiento, cuenta con los necesarios
principios en los que basar tanto el aprendizaje de hábitos de salud adecuados
como la modificación de aquellos que se consideran insanos. Así, si el amplio
ámbito de la prevención se abre como una de las más importantes vías para lograr
la salud, el psicólogo, se ha de convertir, necesariamente, en uno de los
profesionales de mayor relevancia entre los que deben abordar tal tarea. (s.p.)
Asimismo, la labor del profesional requiere el entrenamiento de paraprofesionales, familia,
educadores, etc., y el asesoramiento y la participación de las instituciones que promuevan un mejor
medio social y una mayor calidad de vida comunitaria.
Por último, Labrador y Larroy (2004), señalan que:
Utilizando el sentido amplio del término “comunitaria”, se incluye aquí el estudio
del área ambiental, cuyas intervenciones se dirigen a la modificación de las
relaciones entre las personas y su medio ambiente físico y social y cuyo campo
abarca desde el estudio de la influencia de los diseños urbanos sobre los
comportamientos, la seguridad vial y, sobre todo, las conductas relacionadas con
la ecología: control de basuras, ahorro de energía, control del tráfico urbano, etc.
(p. 160)
Esta psicología ambiental ha aplicado el condicionamiento, clásico, operante, vicario, con
diferentes éxitos.
Integración de elementos conductistas a la psicología del Rio de la Plata
El Conductismo es un modelo para aproximarse a la realidad y a partir del cual se pretende obtener
datos del fenómeno de la conducta, y a partir del cual se puedan comprender las praxis de los
organismos. Sin embargo, es de destacar que en sus variantes radicales se escapan elementos
debido a las limitaciones metodológicas de su fenomenalismo puro. A pesar de ello, al resaltar el
elemento fundamental de lo contextual se hace fuerte en cuanto a la objetivación de los

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condicionantes de los organismos, de acuerdo a los procesos de condicionamiento clásico,


operante y vicario. A su vez, su constante contacto con la praxis pura, debido a su materialismo
intrínseco hace que podamos escapar del academicismo de cuño personalista, y de su fundamento
en el principio de autoridad. Por ello, en sus fundamentos el Conductismo nos permite vislumbrar
una disciplina con una fuerte metodología experimental, que ha producido herramientas de trabajo
de carácter general, pero que podrán adaptarse a la individualidad de cada quien.
Introduciéndonos en los elementos conceptuales y prácticos que deben ser insertados en la
formación básica del psicólogo del Río de la Plata, nos parece que los aportes realizados por el
Conductismo al conocimiento del aprendizaje es uno de los más importantes, tanto por su carácter
teórico, que pone de relieve el valor de la experiencia en contextos, valorizando lo interindividual;
como por su carácter práctico, ampliando y fortaleciendo las estrategias de aprendizaje de
conductas comunitarias.
El aprendizaje, materializado en las intervenciones psicoeducativas, no solo pueden estar
orientadas a la potenciación de los elementos curriculares y escolares clásicos en el ámbito
educativo, sino que pueden extenderse a toda la sociedad y a las comunidades en general, a través
del fortalecimiento de campañas publicitarias a través del aprendizaje vicario y modelamiento de
conductas cooperativas y comunitarias.
Por otro lado, encontramos el procedimiento desarrollado por B. F. Skinner. Éste observo que en el
ámbito educativo se omitían todos los principios de aprendizaje investigados por la psicología
conductista y que se aplicaban técnicas o didácticas contraproducentes; por lo cual diseño las
prácticas de educación programada con base en el Análisis experimental del comportamiento,
hecho que, si bien puede tener un gran costo de producción debido a que necesita una vasta
integración interdisciplinaria para el desarrollo de cada programa particular, su aplicación puede
ser generalizada y bajar los costes en la etapa de aplicación, y dichos programas pueden ser
destinados al aprendizaje de conductas prosociales, cooperativas y comunitarias (Fry, 1965; Green,
1970; Higües, 1969; Hilgard & Bower, 1973/1986).
Otra categoría teórica, en la que el Conductismo ha aportado muchos datos es el caso de la
motivación. Las primeras teorizaciones de base conductista fueron las realizadas por de C. Hull,
estas señalan el conceptos de drive o impulso primario, que muestran que las necesidades
fisiológicas del organismo funcionan como elemento activador de las conductas de búsqueda, hasta
que una de ellas da con la eliminación de la necesidad, lo que la convierte en motivador primario,
mientras que los incentivos o motivaciones secundarias son los elementos intermedios que nos
permiten obtener los primarios (alimentos, etc.). Con respecto a ello, se han generado los sistemas
de fichas, y sistemas de combinaciones de motivadores secundarios progresivos, para la obtención
de los motivadores primarios (Ayllon & Azrin, 1976). Esto nos lleva a rescatar la importancia del
análisis de los reforzamientos sociales de mayor impacto, el análisis de las motivaciones intrínsecas
de las conductas de cooperación/competencia, igualdad/desigualdad, etc. A su vez, se pueden
establecer estructuras generales de regulación de refuerzos, que en muchas oportunidades se
encuentran funcionando de manera aleatoria, por lo cual se refuerzan conductas indeseadas.
La conceptualización de la generalización, también es otro elemento importante a rescatar del
Conductismo, la generalización en cuanto a los motivadores y los reforzantes sobre las conductas
de los organismos, son un elemento que puede generar conductas prosociales de la salud
comunitaria, y de la importancia de la generalizar concepciones cooperativas, en lugar de
competitivas, en el establecimiento de una sociedad comunal.

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En este mismo sentido, nos parece importante rescatar los desarrollos llevados a cabo en la
comunidad los Horcones (México). Dicha comunidad, a partir de la realización de varios análisis,
enfatiza que muchas veces el Análisis experimental del comportamiento es una herramienta
conceptual, que permite analizar las estructuras sociales, permitiendo eliminar aquellas conductas
indeseadas y reforzar las deseadas. Esta estructura debe ser lo suficientemente fluida como para
establecer un sistema que permita el análisis y modificación de los elementos individuales y
comunitarios que generen problemáticas. Por lo que, se convierte en un sistema dialectico, que
permite una circulo de experimentación-crítica-cambio-experimentación…, que permite un
dinamismo de la comunidad que la adopta como base, y que se cristaliza en políticas de movilidad
suficiente como para contemplar las necesidades individuales en el contexto social, y es capaz
prever sistemas de reforzamiento de conductas saludables para toda la comunidad.
Este sistema, permite reforzar conductas prosociales, cooperatividad, trato igualitario, metas
grupales, y eliminación de elementos antisociales, agresividad, alcoholismo, tabaquismo,
drogadicción. Por lo que el Análisis experimental del comportamiento puede ser visto como una
cosmovisión que puede fundamentar una sociedad basada en los conocimientos y experimentación
con la realidad (Comunidad Los Horcones, 1978, 1990).
Conclusiones
A partir de dicho análisis se concluye que si bien los objetos y métodos de ambas visiones de la
realidad, Psicología Comunitaria y Conductismo, no son coincidentes totalmente en sus
fundamentos metodológicos y epistemológicos, tampoco son totalmente contradictosrios. Por lo
que el Conductismo es una fuente importante para que la formación del psicólogo en el Río de la
Plata, introduzca algunos principios conceptuales, metodológicos provenientes de la Psicología
conductista. Ya que esta, rescata la importancia del ambiente y la interacción social, lo que es un
campo fértil para el desarrollo conceptual y práctico de una Psicología Comunitaria; a su vez puede
servir de base para intervenciones psicoeducativas, tomando los fundamentos del reforzamiento, el
impulso primario, etc., para el desarrollo de conductas cooperativas.
Dentro de dicho marco, la psicología conductual, daría grandes aportes, además de convertirse en
una herramienta fundamental para el desarrollo de una Psicología Comunitaria tanto en Argentina
como en Uruguay, donde predominan modelos psicológicos provenientes del psicoanálisis
individual, aplicado principalmente en consultorios privados.
Por último, debemos aclarar que si bien en este caso particular se menciona la psicología
conductista, no creemos que sea la única que pueda aportar a la formación general del psicólogo
para la gestación de una Psicología Comunitaria en esta región. Sin embargo, sí creemos que es una
de las corrientes psicológicas que más pueden aportar hacia una apertura a posturas más
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Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 93-97

RELACIONES DE GÉNERO Y PODER. UNA PERSPECTIVA DE EQUIDAD.


Enviado: 01/03/2011 │Aceptado: 30/05/2011

Autor: Andrey Velásquez Fernández, Yuranny Helena Rojas Garzón


Filiación: Universidad del Valle - Grupo Estudiantil y Profesional de Psicología Univalle (GEPU)
Email: andvelfe@univalle.edu.co

RESUMEN
El presente artículo intenta esclarecer en primer lugar el panorama creado en torno al concepto de
género, resaltando la importancia de la pragmática en la construcción de la semántica, dando
forma de esta manera a un concepto de género a partir de las experiencias, vivencias y anhelos de
los sujetos deseantes, para proseguir a deslindar la relaciones de género de la sociedad
postmoderna con las relaciones de poder creadas en estructuras socioeconómicas sumamente
discriminantes, no-igualitarias y hegemónicas. Se propone la deconstrucción y posterior
construcción social de otros espacios de socialización que posibiliten un mundo de equidad en
relación al género.
Palabras Claves: Relaciones de Género, Poder, Psicología, Espacios de Socialización, Sexo.

ABSTRACT
This article attempts to, primarily, clarify the general idea about the concept of gender, highlighting
the importance of pragmatics in the construction of the semantics. In this way, pragmatics gives
shape to a concept of gender starting from the life’ experiences and aspirations of the desiring
individuals, to continue with the demarcation of gender relations in postmodern society , with
power relations created in socioeconomic structures, which are highly discriminating, non-
egalitarian and hegemonic. It is propose a social deconstruction and subsequent construction of
other spaces of socialization that enable a world of equity in relation to gender.
Keywords: Gender Relations, Power, Psychology, Spaces of Socialization, Sex.

La palabra/nombre que define y caracteriza un objeto, un problema o una situación, es lo que


comúnmente llamamos un concepto, estas palabras/nombre son creadas a partir de los
significantes que las engloban, de la forma global que se genera en su relación con el mundo, y es a
partir de esta creación etimológica en que se forma la razón de existencia de un concepto. Sin
embargo no podemos negar, que en la relatividad imperante en la postmodernidad del mundo y en
las relaciones que las personas establecen con los conceptos, se crea una especie de etimología
popular a través de la cual se le dan diversas interpretaciones espontáneas a los conceptos, y a su
vez, se crean diferentes ejes simbólicos sobre las mismas interpretaciones, como dice Zúñiga (2008)
“las palabras construyen realidades... a la semántica se accede por la pragmática, es el uso el que
permite construir el significado” (Pág. 3).

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De esta forma, el concepto de género puede presentar diversas interpretaciones y usos


dependiendo del contexto socio-cultural en el cual se empleé y de las formas de relación de poder
en la cual se inscriba.
Comúnmente el género se ha relacionado con el medio contextual en el cual el sujeto se
desenvuelve, en contraste con el sexo, el cual se le relaciona con la herencia filogenética de la
especie humana (Fernández, 1991), esto hace referencia entonces, a que el género es una creación
social que se elabora en el sujeto a partir de sus primeros escenarios de socialización, avanzando,
consolidándose o transformándose en todos los escenarios recorridos a lo largo de la vida. La
socialización es definida como el:
“…proceso de aprendizaje de conductas socialmente deseadas, en el que
intervienen diferentes mecanismos... por medio de la socialización el ser humano
se adapta a la sociedad a través de la interacción con la familia, el desarrollo del
lenguaje, la educación formal e informal, la exposición a los medios y se re-
socializa permanentemente y cotidianamente en toda situación y en toda relación
con sus congéneres…” (Turbay & Rico de Alonzo, 1994).
Este proceso de socialización se retroalimenta a su vez de la significación que el sujeto le de al
proceso de aprendizaje y de los mecanismos simbólicos que se creen para asumir su identidad de
género, bien definida por Caballero de Aragón (1994) al hablar de unos modelos de
comportamiento que asumen hombres y mujeres producto de las formas de socialización que los
condicionan y determinan, en respuesta a esa expectativa social imperante y a la cultura que los
envuelve. Es así como el concepto de género traduce el aspecto social de la división sexuada
(Delphy, 1995), el cual es construido culturalmente, de acuerdo a unos parámetros
dominante/dominado, eminentemente inscritos en las relaciones de poder político, económico y
social que la sociedad postmoderna presenta actualmente, es aquí donde el género entra a
desmitificar los supuestos fundamentos naturales que justifican las diferencias entre los hombres y
las mujeres, y ha develar las verdaderas ideologías sexistas que las fundamentan.
Por lo tanto la definición de género debe aglutinar los aspectos económicos, sociales, culturales,
demográficos, etc. que diferencian a los hombres y las mujeres respectivamente, expresados a
través de las relaciones de poder y subordinación evidenciadas (Rubin-Kurtzman, 2005).
Habría que considerar en primer lugar la profunda relación que desarrollan las personas con su
organismo biológico en la construcción (en el orden simbólico) del cuerpo como significante y
referente de sentidos (y de la construcción de identidad de género), es a través de la incorporación
del cuerpo significante producto de la metarepresentación sobre el organismo biológico (su sexo),
avanzando en la constitución yoica del sujeto para elaborar la identidad de género por medio de
procesos sucesivos de identificación con el Otro, ya que:
“…el cuerpo del sujeto se estructura solo a partir de la imagen del otro, del cuerpo
propio reflejado en el espejo como una alteridad: la identidad imaginaria del
cuerpo descansa sobre un principio de ajenidad; la identidad del yo llega a
constituirse solo por la vía del Otro, y sobre todo, solo como Otro…” (Recalcati,
2003).
Por ende, el rol social de género que se asume ante la sociedad, no es producto de mi organismo
biológico, de mi materialidad corporal, de mi sexo o de mis hormonas1, si no de la representación
que se hace de éstas, es “en la transformación ocurrida en el sujeto cuando asume una imagen”
1
Sin menospreciar y negar la notable influencia del proceso filogenético de la especie sobre el proceso ontogenético del individuo.

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(Lacan, 1998), en este caso, es la imagen corporal interiorizada la que contribuye a la estructuración
de la psique humana, que por ende, será diferente entre los hombres y las mujeres.
Interesante es la reflexión realizada por Reyzábal (2003) sobre la clasificación del concepto de
género en el marco de la cultura: siendo lo masculino y lo femenino aprendido (y en consecuencia,
posible de ser modificado, he ahí la esperanza), la hegemonía masculina promueve que las
relaciones de poder inscritas en el género se encuentran jerarquizadas en ventaja del hombre y en
desventaja para la mujer, las cuales posibilitan una cultura en donde la sociedad dominante enseña
al hombre a ser para si y a las mujeres a ser para otros (en los espacios de socialización dispuestos
para ello), esto sin duda alguna crea estructuras psíquicas diferentes entre los hombres y las
mujeres, en un caso para ejercer un poder dominante y en otro para la sumisión o subordinación a
ese poder, pues, mediante todo tipo de discursos:
“…desde los más populares hasta los más científicos, en innumerables
oportunidades han excluido a la mujer de diferentes ámbitos y derechos: el
trabajo, la educación, la política, su propio cuerpo, así como del placer sobre todo
sexual, la ira, la libre expresión, la voz y el voto…” (Galeano, 2010).
Por lo tanto la categoría género, al asignar características, expectativas, espacios, tiempos, etc.,
genera referentes de lo que es lo masculino y lo femenino, otorgando valores (Osborne & Molina,
2008) y modelos comportamentales específicos para cada género que cimientan la construcción
psíquica de los sujetos.
La categoría de género es considerada un elemento importante en el análisis socio-histórico de la
sociedad, desde donde se hace referencias simbólicas y significantes a la relación que se crea entre
los sexos, es por ende, necesario caracterizar el origen de la misma bien sea desde un tópico
natural o un tópico de construcción social para establecer las repercusiones implícitas y explicitas
que se crean en la sociedad actual.
Naturalizar el género, es decir, volverlo inherente a la naturaleza del hombre, propone una
categorización y clasificación que justifica los roles desempeñados por los hombres y mujeres
actuales, que legitiman las relaciones de poder y jerarquía existentes, promoviendo una
desigualdad social de género que es sumamente destructiva para las relaciones humanas, ya que al
hombre se le asignan características especificas como la agresividad, la violencia, lo racional etc.
que crean estereotipos que limitan la capacidad de acción y decisión a un numero reducido de
categorías excluyentes de convivencia. Lo mismo pasa con las mujeres, a las que se les asignan
características como la docilidad, la mansedumbre, la emocionalidad, etc. que las ubican dentro del
sistema social como el “género débil”, subyugadas y sumisas al hombre, oprimidas y reprimidas
eternamente, justificadas a partir de ver el género como una categoría natural, producto de la
evolución, del desarrollo filogenético de la especie, concibiéndolo como el orden natural mundo.
Este punto de vista del género, necesariamente crea un dicotomía maniquea entre lo normal y lo
anormal, entre lo natural y la perversión, es decir, si la mujer asume un rol social diferente al
impuesto es catalogada como anormal, como antes lo era el derecho al voto o a decidir su pareja, y
como lo es ahora el derecho a abortar, Galeano (2010) lo expresa claramente al afirmar que:
Desde el “parirás con dolor” en adelante, el género femenino ha vivido
acusaciones y condenas de todo tipo, se nos ha llamado “brujas”, se nos ha
comparado con los hombres y se nos ha visto “incompletas”, se nos ha empujado
a la construcción de una identidad unívoca... (Pág. 79).

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Se hace necesario entonces, crear procesos de deconstrucción cultural de las concepciones


naturalizadas de género, para propender por una sociedad en igualdad de derechos y equidad de
género, no se trata de obviar las diferencias, si no a partir de ellas valorar las diversidades y
construir una sociedad donde quepamos todos.
Al entender el género como una construcción social, estamos rechazando entonces implícitamente
el determinismo biológico que la macroestructura política hegemónica trata de imponer a través de
la división sexuada del conocimiento, del trabajo y del hogar a los pueblos del mundo, dando una
gran importancia al contexto relacional y experiencial por el que han atravesado las personas. El
género en si mismo, es un término de connotaciones psicológicas y sociales que son construidas a
partir de la cultura, si en lo biológico los términos usados son el de varón y hembra, en el género
son lo masculino y lo femenino, los cuales pueden ser descritos con total independencia de los
aspectos biológicos sexuales.
Pero, ¿cómo se construye socialmente el género? Es en los espacios de socialización en las cuales
esta inmerso la persona desde la infancia (la familia, la escuela, el trabajo, etc.) en donde se asignan
roles constitutivos de acuerdo al sexo biológico, estereotipos comportamentales para el contexto
inmediato. Estos modelos de ser hombre y mujer se reproducen a través de imágenes, narraciones,
actitudes, emociones, etc. los cuales condicionan la subjetividad de las personas, encauzándolos en
ciertos modos de valorar, sentir y experimentar las cuestiones más básicas de su vida.
Es así como al concebir el género como una construcción social, tenemos la posibilidad de cambiar
las actuales relaciones de poder entre los hombres y las mujeres, deconstruyendo y subvirtiendo el
orden masculino impuesto hegemónicamente, posibilitando una sociedad que avance hacia una
equidad de género real y una igualdad de derechos en todos los ámbitos.
Referencias Bibliográficas
Caballero de Aragón, N. (1994). Aportes del paradigma sistémico a las diferencias de género en el
ciclo vital familiar. Prospectiva, 1, 55 - 76.
Delphy, C. (1995). El concepto de género. Iniciativa Socialista, 36.
Fernández, J. (1991). Clarificación terminológica: el sexo, el género y sus derivados. Investigaciones
Psicológicas, 9, 19 - 34.
Galeano, B. (2010). Ser y estar: mujeres que envejecen en el siglo XXI. Intervención grupal desde
una perspectiva psicoanalítica. Revista de Psicología GEPU, 1 (2), 69 - 86.
Lacan, J. [1949] (1998). El estadio del espejo como formador de la función del yo tal como se nos
revela en la experiencia psicoanalítica. En: Escritos I. Buenos Aires: Siglo XXI.
Osborne, R., & Molina, C. (2008). Evolución del concepto de género. Empiria, 15, 147 - 182.
Recalcati, M. (2003). Clínica del vació. Anorexia, dependencia, psicosis. España: Síntesis.
Reyzábal, V. (2003). Prologo. En: Dolores, M. & Gordo, A. (Ed.) Relaciones de género en Psicología y
educación, 9 - 16. Madrid: Consejería de Educación.
Rubin-Kurtzman, J. (2005). Apuntes con respecto al concepto de género. Ponencia presentada en el
Taller Internacional de Salud Ambiental en América Latina: Desarrollando una Perspectiva
de Género.
Turbay, C., & Rico de Alonzo, A. (1994). Construyendo identidades. Niños, jóvenes y mujeres en
Colombia. Bogota: Colombia.

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Zúñiga, W. (2008, abril). Reflexiones sobre algunas palabras que empiezan por P. Conferencia
presentada en la Sesión I de la Cátedra Abierta Psicología Para Todos, Grupo Estudiantil y
Profesional de Psicología Univalle - GEPU -, Universidad del Valle, Cali, Colombia.

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Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas
Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 99-105

INVESTIGACIÓN ACADÉMICA EN EL MERCOSUR. LA MIRADA DE URUGUAY

ENTREVISTA A SUSANA RUDOLF

Marcelo Muñoz
Fernando Mallea
marmunoz@unsl.edu.ar
Universidad Nacional de San Luis

Licenciada en psicología en la Universidad de la Reuplica, Montidideo,


Uruguay. Magister en Psicología Social Comunitaria (Universidad Nacional
de Mar del Plata). Profesora del Área de Salud de la Facultad de
Psicología y Directora del Programa APEX Cerro, en la Universidad de la
Republica. Su actividad docente y de investigación, así como sus
publicaciones, se han concentrado en los temas de la psicología de la
salud y la psicología comunitaria.

¿Cómo fue que Ud. se acerco a la investigación, como ha sido su experiencia?


….no me acuerdo….fue hace tanto tiempo! En seguida de recibirme (hace casi 35 años!) me
incorporé a la docencia, y en esta actividad fue casi inevitable…En aquella época (dictadura) me
dediqué a la clínica, durante años enseñé técnicas proyectivas y Psicodiagnóstico, y los primeros
trabajos tuvieron que ver con un intento de ver el funcionamiento de técnicas “importadas” en el
contexto nuestro, nacional. Había una necesidad de alimentar a la docencia con contenidos y
conocimientos propios. Trabajé en un hospital psiquiátrico durante 10 años, en el mismo lugar que
había fundado Juan Carlos Carrasco y si bien la dictadura lo había “corrido” su influencia estaba
presente y la necesidad de crear instrumentos para nuestra realidad era un estímulo. También nos
acicateaba la necesidad de fortalecer el perfil profesional de la psicología frente a los psiquiatras,
que en general no nos daban mucho crédito....Más adelante me puse a estudiar administración de
servicios de salud y a tratar de integrar estos aspectos de comprensión psicológica del sistema de
salud, a la formación de los psicólogos. Esa inquietud continúa después de más de 20 años. Se logró
crear una serie de cursos en el Plan de Estudios de la Facultad de Psicología relacionados con estos
temas, y había que darles “sustancia”. Por ejemplo, hoy trabajo con un pequeño equipo que hace
años está investigando en el tema “accesibilidad psicológica” a los servicios de salud.
La experiencia más sostenida es la coordinación de un equipo que se denomina “Etnia y salud” y se
dedica al estudio de las condiciones de salud de los afrodescendientes, desde hace 11 años.
Mi experiencia ha sido de mucho sufrimiento. En general es muy difícil que se acepte desde el
poder tecnoburocrático la perspectiva psicosocial en algunas problemáticas (diga lo que diga
Saforcada, en eso los argentinos están mucho más adelantados que nosotros). Es muy difícil
conseguir financiación para investigaciones de corte cualitativo, es muy difícil publicar, hay que

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tener mucha tolerancia a la frustración y perseverancia. Bueno, y tal vez hay que elegir mejor los
temas, y no dedicarse siempre a aquello que no tiene “buena prensa”!
¿Cómo ve en la actualidad el campo de la investigación en la que usted trabaja?
Desde el punto de vista político institucional, estamos en un momento privilegiado. La Segunda
Reforma Universitaria (de la que voy a hablar más extensamente en otra pregunta) tiene entre sus
pilares el fortalecimiento del trabajo con las comunidades, la integración con la sociedad en un
nivel mucho mayor que lo que venía sucediendo, todo esto expresado de diversas maneras (una de
ellas la promoción de la extensión, y la integración de funciones). Este compromiso social de la
Universidad, coincide históricamente con la instalación del nuevo Sistema Nacional Integrado de
Salud, y con un Ministerio de Salud Pública que sustenta principios doctrinarios totalmente
coincidentes con los que venimos sosteniendo. O sea que el contexto es favorable. Sin embargo, a
la hora de concretar algunas relaciones e intercambios Universidad-Ministerio, siguen funcionando
“automáticamente” inercias y estereotipos que ponen de manifiesto que el modelo médico no
reconoce fronteras ideológicas.
El campo concreto de la perspectiva étnica en salud, en nuestro país es absolutamente marginal. Yo
trabajo en el tema de la salud de los afrodescendientes, que está empezando a tener lugar en la
agenda pública desde hace unos escasos 10 años, pero aún no es considerado una prioridad por
ejemplo, para las agencias financiadoras de investigación (universitarias y estatales, sí para las
internacionales). Por lo tanto, lo que yo aporto al tema es parte de mi horario en el cargo que tengo
en la Facultad de Psicología. Con esto coordino un equipo, integrado por investigadores, casi todos
afrodescendientes, universitarios de distintas profesiones, que trabajan en forma honoraria desde
hace 11 años. Este equipo fue el primero en dedicarse al tema étnico en toda la Universidad de la
República y tiene varias investigaciones y publicaciones con el apoyo de organismos internacionales
(como OPS; PNUD), pero en la Universidad seguimos teniendo el mismo status…..
¿En los grupos de investigación que usted coordina, se van incorporando estudiantes de pre-
grado o de post grado? Y en relación con esto ¿Que tan importante es para usted que los
estudiantes se incorporen a la investigación tempranamente?
Hasta el momento me he concentrado más en trabajar con graduados, que a la vez coincide que
son docentes en el mismo equipo que yo, o están cursando Maestrías y Posgrados afines. Además
de los equipos que les mencioné, dedico muchas horas a tutorías de tesis de Maestría, no solo de
nuestra Facultad. Los estudiantes de grado han participado en algunas experiencias puntuales de
algunos proyectos. El Plan de Estudios vigente en nuestra Facultad (que suponemos que cambiará
el año que viene) no incluye ninguna formación en investigación en los cinco años de la licenciatura.
Por lo tanto, cuando intentamos integrar a los estudiantes en algún proyecto el trabajo se
incrementa por el hecho de que hay que darles todas las herramientas, desde las básicas
conceptuales hasta las instrumentales. Pero en general se trata de hacerlo justamente para
compensar la carencia de formación señalada. Yo opino que esto debe ser cambiado radicalmente y
que la formación debe incluir la integración de las funciones de investigación y extensión lo más
precozmente posible. Esto tampoco quiere decir “vale todo” porque la calidad requiere de
estándares mínimos que también hay que garantizar.
Los estudiantes en general responden positivamente, pero sobre todo porque sienten una presión
curricular, son pocos los que continúan “enganchados” con las propuestas una vez terminado el
curso. Supongo que esto es normal, dado que no todos van a ser investigadores, pero también creo
que las exigencias curriculares muchas veces desalientan este tipo de emprendimientos y le dan
más jerarquía (a veces implícita) a las actividades de enseñanza tradicionales.

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Con respecto a los estudiantes de posgrado, la Facultad de Psicología recién está comenzando a
seleccionar su segunda generación de Maestrandos, así que no hay mucha experiencia. No existen
otro tipo de posgrados (especializaciones, diplomas). Los cursantes de la primera generación son
casi todos docentes de la Facultad que están buscando consolidar su perfil académico, por lo cual
ya estaban insertos en grupos. Es el caso de los docentes del equipo “Etnia y Salud”, así que no hay
mucha novedad, por ahora.
¿Cómo es la dinámica en los grupos de investigación y trabajo que Ud. coordina?
Parecida a la de la Selección uruguaya...a veces bien, a veces más o menos, a veces mal, pero
siempre los quiero. No entiendo la pregunta, perdónenme el chiste (si es que tuviera gracia), ¿se
refieren a cómo estamos organizados desde el punto de vista formal? ¿o a cómo funcionamos? Si
hablamos de la primera pregunta, yo estoy inscripta en una estructura (Instituto de Psicología de la
Salud) de la Facultad de Psicología, dentro de la cual pertenezco a un Programa (Producción de
Salud y Políticas Sanitarias), y dentro de este marco desarrollo actividades de enseñanza en un
curso del Tercer Ciclo de la Licenciatura y coordino el Equipo Etnia y Salud. La enseñanza en mi
caso supone un grupo práctico integrado por 25-30 estudiantes que tiene una frecuencia semanal,
y algunos teóricos en el año. Con los compañeros que integran el equipo de este curso realizamos
además actividades de formación, y se generan algunos grupos de investigación (como el ya
mencionado sobre “accesibilidad”). También tengo a mi cargo tutorías de estudiantes de Maestría,
que llegan de nuestras Maestrías, o de Enfermería, Humanidades...El hecho de pertenecer a las
estructuras mencionadas indica un perfil tanto de interés como de formación. Dentro de ese
marco, la selección de los temas de los que se ocupa cada uno es relativamente libre, si bien
intentamos priorizar en función de la relevancia social de los mismos y la coyuntura.
En Uruguay, ¿Cómo ve la articulación entre los pilares de la Universidad Reformista, investigación
extensión y docencia?
Como ya les mencioné, coordino un grupo práctico. Esto supone que los estudiantes en algún
momento se insertan en algún ámbito de la “realidad”, para realizar alguna experiencia que les
signifique un aprendizaje...con la condición de que esa práctica no sea extractiva y se enmarque en
un diálogo democrático con la comunidad de referencia, siguiendo los principios fundamentales de
la extensión universitaria.
En el Programa APEX el movimiento es inverso: tenemos una estructura inserta en la comunidad,
que construye, en diálogo con ella, demandas que se canalizan a los actores universitarios, quienes
responden “trayendo” sus cursos, sus estudiantes, a desarrollar sus acciones en este marco.
La investigación (también lo mencioné en otro momento) en estos temas de nuestro interés, nunca
ha sido una actividad privilegiada. Sin embargo, las estructuras docentes a las que he pertenecido
siempre se han caracterizado por dar prioridad a los sectores sociales más desfavorecidos, brindar
su voz a los que no son escuchados, y se ha tratado siempre de trabajar en torno a problemáticas
emergentes de estos grupos de población. La coyuntura histórica de la Universidad y del país, hace
que el foco de atención haya cambiado (o esté cambiando) y ciertos temas no parezcan tan
extraños. Pero bueno, la experiencia ha sido de mucho esfuerzo, de remar contra la corriente y de
trabajar muchas horas gratis para no rendirse.
LA integración de la investigación en la enseñanza en particular en psicología no ha sido fácil, y esto
tiene que ver con explicaciones históricas de la transición institucional de la psicología durante la
dictadura a la recuperación democrática. La intervención de la dictadura en la psicología
universitaria puso fuerte y exclusivamente el acento en la formación en métodos cuantitativos y

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estadísticos, y la reacción a esto fue diseñar un Plan de Estudios en el que se eliminó todo vestigio
de “sistematicidad”. Parece una actitud pueril, pero puesta en contexto es muy comprensible.
Créanme, yo estuve allí, no podíamos medir en ese momento las implicancias de ciertas decisiones,
la necesidad de arrasar con las huellas del sufrimiento era mucho más potente....y el niño voló
junto con el agua!
En un contexto donde cada vez se van acentuando los proceso de fortalecimientos de los países
hermano de Latinoamérica ¿Cómo ve la a la psicología uruguaya en relación a este contexto
latinoamericanista?
No puedo hablar de la psicología uruguaya. Por razones sobre todo personales estoy bastante
alejada de la gestión universitaria en la Facultad de Psicología, y a su vez la gestión del Programa
APEX me obliga a pensar más en términos de SALUD que de PSICOLOGÍA. Puedo decir algunas cosas
de las áreas en las que trabajo más directamente. Creo que la psicología de la salud y la psicología
comunitaria están teniendo un interesante desarrollo a nivel académico en el Uruguay. Esto ha sido
posible, entre otras cosas, por el intercambio permanente y fecundo con colegas de diversas
regiones de América Latina, que con su generosidad nos han ido acompañando: Enrique Saforcada,
Francisco Morales Calatayud, Maritza Montero, Martín De Lellis, Esther Wiesenfeld, Euclides
Sánchez, etc. Pero también hay que señalar que estas influencias se dan en un campo matrizado
por sus condiciones de origen, que tienen que ver con la impronta de Juan Carlos Carrasco, a quien
ya nombré y del que hablaré luego. La psicología uruguaya nace ligada a la salud y comprometida
con la sociedad, sobre todo con la necesidad de cambio social. No creo que pueda decir que hoy la
psicología uruguaya responde a esas características, pero es seguro que las ramas que mencioné, sí
se caracterizan por este perfil. La influencia más fuerte es la argentina, y sin dudas la de algunos
colegas venezolanos, pero estamos trabajando en profundizar los lazos con Brasil, Chile y Paraguay.
Hablando de su experiencia… ¿nos podría comentar y ampliar como es su trabajo vinculado al
quehacer comunitario y a la inmensa obra del Barrio APEX?
Bueno, esto podría ser muy extenso, pero trataré de resumirlo. El Programa APEX (Aprendizaje –
Extensión) hace hace 20 años como un intento de conmover la formación de los profesionales de la
salud, en una perspectiva por un lado interdisciplinaria, multiprofesional, integral...y por otro lado
con una inserción precoz y profunda de los estudiantes en el trabajo a terreno, en el primer nivel de
atención, enfatizando la promoción de salud, la prevención, la participación de la comunidad.
Durante muchos años fue un movimiento contrahegemónico y con muchos problemas
institucionales para funcionar, pero con convicción y tozudez logró sobrevivir, y hoy se desarrolla en
un contexto universitario mucho más favorable. Trabajamos en una zona de Montevideo que se
llama “Cerro”, que es muy extensa y diversa, en la que hay grandes zonas de asentamientos muy
pobres, es la zona de Montevideo en la que nacen más niños y niñas (cosa rara en un país de viejos
y con una natalidad bajísima). Tenemos equipos diferenciados por temas (Infancia, Adolescencia,
Adultos Mayores, Salud Familiar, Odontológica), y a esos equipos se suman cada años los
estudiantes (y docentes) que viene de los servicios universitarios ha realizar sus pasantías
curriculares, en número muy variable pero que es un poquito más de mil por año (Medicina,
Enfermería, Odontología, Nutrición, Psicología, Trabajo Social, etc.). En todos estos años hemos
desarrollado una intrincada y extensa red de coordinaciones interinstitucionales, y sobre todo una
inserción en los barrios que nos permite trabajar con muchos vecinos en torno a sus necesidades,
pero además en un acompañamiento de nuestras actividades que los transforma en docentes
comunitarios también. Para más datos recuerden la web del Programa, que es www.apex.edu.uy.

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Sabemos que la Universidad de la República esta atravesando un proceso al que llaman la Segunda
Reforma Universitaria. ¿Nos podría contar un poro acerca de esto?
La Segunda Reforma es un proceso que inició nuestro actual Rector, Dr. Rodrigo Arocena, cuando
fue electo para el cargo. Se propone profundizar en los lineamientos políticos de la Reforma de
Córdoba, considerando que los mismos, no solo están vigentes para la universidad latinoamericana,
sino que aún merecen más esfuerzo para considerar que se están cumpliendo cabalmente.
Uno de los ejes principales es el compromiso social de la Universidad, que se ha expresado en
diversas vertientes: la “Rendición social de cuentas” a través de publicaciones, audiovisuales,
participación en medios de comunicación, etc.; el subsidio de líneas de investigación acerca de
problemas de interés social que se seleccionan en base a una agenda construida en dialogo con
actores sociales y políticos, y el impulso a la expansión, profundización y desarrollo de la función de
extensión. Esta ha recibido un apoyo presupuestal inédito en la historia de nuestra Universidad, así
como también se han creado dispositivos institucionales de fortalecimiento. Por ejemplo, el
Consejo Directivo Central de la Universidad aprobó hace dos años la obligatoriedad para los
servicios de curricularizar la extensión, o sea, sacarla de las acciones voluntaristas del tiempo libre,
para instalarla como uno de los ejes de una propuesta de enseñanza ligada a la realidad y
promotora de problematizaciones que conducen a la formulación de temas de investigación. Este
asunto de la “integralidad”o la “articulación de funciones” es otro eje de la Reforma.
Por otra parte hay propuestas que tiene que ver con el armazón institucional, y en ese sentido se ha
propuesto una Reforma en la estructura, integración y funcionamiento de los órganos de gobierno
de la Universidad, la que solo está vigente parcialmente y en aquellos aspectos que no requieren
una modificación de la Ley Orgánica de la Universidad. Esta modificación (que también está
propuesta y en la que se está trabajando) es más difícil, requiere mucha negociación política y
además implica “llevar a la Universidad y ponerla en manos del Parlamento, por lo que debemos
todos estar muy convencidos de lo que se propone y de la oportunidad política en la que se hace,
ya que las consecuencias podrían ser indeseables. Este aspecto de la Reforma toca, obviamente, el
tema del reparto del poder y no es fácil negociar con el status quo. Asimismo se han resignado
otras aspiraciones ya que se nos han señalado límites constitucionales por el momento insalvables,
por ejemplo para permitir el voto de los funcionarios no docentes en los órganos cogobernados.
Se trata de un RESUMEN muy apretado, pero en este caso también los invito a ver la página de la
universidad, en la que hay sitios específicos sobre la Reforma, y especialmente el blog del rector, en
el que semanalmente va analizando el proceso y desarrollando y fundamentado sus propuestas.
Usted cuando participó del V Congreso Multidisciplinario de Salud Comunitaria, habló de la
importancia del pensamiento y de la acción de Juan Carlos Carrasco, ¿Podría ampliarnos más
sobre este importante psicólogo latinoamericano?
Juan Carlos Carrasco, que falleció hace un año, fue el fundador de la psicología uruguaya. Este
proceso se dio a fines de la década del 50, y sus primeros pasos fueron en el seno de la Facultad de
Medicina (“Cursos de Psicología Aplicada a la Infancia”), aunque luego encabezó y acompañó todos
los movimientos institucionales que condujeron a la creación de la Facultad de Psicología en 1994.
En el medio hubo un lapso de exilio, que vivió en parte en Chile y en parte en Holanda. Yo diría que
hay dos características centrales del accionar de Carrasco que lo transforman en un referente
incomparable para los psicólogos uruguayos: su capacidad de desafiar lo establecido, de crear, en
todos los ámbitos, en la ciencia, en la clínica, en la política institucional, pero de desafiar con
fundamentos sólidos y trabajados, y desafiar para construir. Y por otro lado señalaría su coherencia,
la consecuencia entre su pensamiento y su acción, el compromiso social llevado hasta todos los

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rincones de su praxis vital. Fue pionero en llamar la atención de la psicología sobre la salud, en
sentido positivo, sobre la necesidad de teorizar sobre el desarrollo vital saludable. Y además en
desarrollar técnicas de trabajo psicológico para cuidar esa salud, para intervenir precozmente en la
prevención: Talleres de Expresión, Escuelas para Padres, Psicohigiene y Desarrollo Comunitario
desde el espacio escolar, Psicoterapia Dinámico-expresiva, Educación Sexual.....en tiempos en que
parecía que lo único deseable era “parecerse” a los médicos a través del desarrollo de la clínica
individual en el consultorio.
Su capacidad fue tal que dejó producciones tanto en aspectos de psicopatología, de tests, de
psicología educacional, institucional, de psicología del desarrollo, y por supuesto de psicología
comunitaria. Toda su obra se enmarca dentro de una construcción teórica, que denominó
“Psicología Crítica Alternativa”.
Como todos los verdaderos maestros, era una persona que disfrutaba de compartir sus reflexiones,
inquietudes y descubrimientos. Era muy fácil acercarse a él, compartir una mesa de boliche, pedirle
una mano para un proyecto, convencerlo de que (una vez más!) postergara un fin de semana en la
playa para acompañarnos a una reunión política en la Universidad, donde su presencia era siempre
un garantía de “seriedad”....Nos dió mucho, pero todavía lo necesitamos.
Hablando a su vez de estos congresos, y aprovechando el espacio que nos brindan nuestros
lectores nos podría ampliar algo más sobre estos, ya que usted ha sido importante en la
configuración de estos congresos por el resto del Mercosur…
Esta iniciativa, que surge en Porto Alegre en el año 2005 y se concreta por primera vez en Buenos
Aires en 2006, pretende conmover algunas estructuras rutinizadas en las perspectivas de abordaje
de la salud. Por un lado, convoca a compartir en un campo que no está limitado a priori por
fronteras disciplinarias o profesionales. Es verdad que hasta ahora en casi todos ellos se ha
producido un fuerte sesgo hacia lo psicológico, pero seguramente esto tendrá algún
significado....En los dos Congresos organizados en Uruguay hemos insistido en preservar la
diversidad de orígenes de los participantes, tanto con respecto a lo antedicho, como con respecto a
sus inscripciones institucionales. La idea es que la salud (comunitaria) es un campo que no puede
ser comprendido ni abordado en forma fragmentaria y unilateral, sino que debemos apuntar a
construir miradas y explicaciones complejas para realidades complejas...No es fácil. Hay profesiones
(e instituciones representadas por ellas, académicas, políticas, etc.) que se resisten a este cambio
de paradigma, manifiesta o solapadamente. Sin embargo, si leemos los programas de los Congresos
anteriores vamos a encontrar que cada vez más aparecen equipos “inter” o “multi” que comparten
su experiencia.
Con “lo comunitario” observo que los procesos son bastante diferentes en los distintos países o
regiones que participan, hay distintos grados de evolución y encontramos manifestaciones más
incipientes y otras más sólidas, y es muy bueno intercambiar sobre esto, revisar lo que cada uno ha
ideo aprendiendo y ofrecerlo al otro como posibilidad para dialogar. El Mercosur es también en si
mismo un concepto muy complejo, que admite diversas decodificaciones, y que reo nunca hemos
abordado deliberadamente como tal. ¿Que significado tiene este proyecto económico político para
nuestros pueblos en términos de salud o de la vida de las comunidades? Es una deuda, tal vez los
colegas de Paraguay (que debería ser la próxima sede) se animen a ponerlo como eje....
De cualquier manera, y más allá de aprendizajes puntuales de mesas, conferencias o trabajos
escuchados, lo más interesante de esta experiencia es la red de contactos que se va creando,
afianzando, profundizando, y gracias a la cual sentimos que tenemos amigos por todos lados, que
debe ser una de las experiencias más importantes para los seres humanos, no?

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Por último, el espíritu que alienta la generación de la revista Diálogos fue el de generar una
revista de publicaciones científicas orientada a estudiantes y recientes profesionales. Que
brindará posibilidades para acercar la investigación y que permita el intercambio dando un lugar
para la difusión. ¿Cómo ve Ud. desde su experiencias espacios como este de publicaciones,
orientadas a un público que se esta iniciando en la investigación?
Me parece sumamente importante que una publicación de este tipo esté diseñada en base a las
expectativas y necesidades de los interesados, ya que eso garantiza que se van a abordar temas
cruciales y no solo políticamente correctos. Voy a pedirles a los encargados de Comunicación del
Programa APEX que se pongan en contacto con ustedes, para ver como podemos aprovechar más
estas oportunidades.

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Revista diáLogos
Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas
Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 107-116

COMENTARIO DE LIBRO: RODOLFO WALSH. LA PALABRA Y LA ACCIÓN

Eduardo Jozami. Rodolfo Walsh. La palabra y la acción. De Editorial Página 12- Grupo Editorial Norma. Biografía. IBSN:
978- 987- 503- 568- 3. Págs. 350. Primera Edición para Página 12. Junio de 2011.

Autor: Marcelo Alejandro Muñoz


Filiación: Universidad Nacional de San Luis
Email: marmunoz@unsl.edu.ar

Rodolfo Walsh: un hombre pensante y actuante. Entre la utopía y la cruel realidad.


Este libro que pretendemos reseñar está escrito por Eduardo Jozami y aborda la figura compleja e
interactiva de Rodolfo Walsh. A nuestro entender en estas páginas están muy bien retratados los
diferentes aspectos políticos, militantes, literarios, culturales, pasionales y también algunos otros
aspectos de su vida privada. Por eso entendemos la dificultad de esta tarea, dado por la
complejidad de los diferentes escenarios en los que estuvo involucrada esta inmensa figura.
Rodolfo J. Walsh nació en 1927 en la localidad de Choele-Choel, provincia de Río Negro. Fue
escritor, periodista, traductor y asesor de colecciones. Su obra recorre especialmente el género
policial, periodístico y testimonial, con celebrados textos como “Variaciones en rojo”, “Operación
Masacre”, “El caso Satanosky” y “Quién mató a Rosendo”. Walsh es para muchos, el paradigmático
producto de una tensión resuelta… establecida entre: el intelectual y la política, la ficción y el
compromiso revolucionario.
El 25 de marzo de 1977 un grupo de tareas de las fuerzas armadas, lo emboscó en calles de Buenos
Aires con el objetivo de aprehenderlo vivo. Rodolfo Walsh militante revolucionario, se resistió, hirió
y fue herido a su vez de muerte. Su cuerpo nunca apareció. Ese día andaba distribuyendo por
diferentes lugares lo que sería su última palabra pública: la “Carta Abierta de un escritor a la Junta
Militar”.
Este libro sobre Rodolfo Walsh, es posible ser entendido también como un libro de historia política
e historia de la literatura argentina. Está en las entrañas del texto todo ese cardumen de ideas y
hechos sobre lo que fue este país y que de alguna manera tuvo a Walsh como testigo entre la mitad
de la década del 40 hasta el 25 de marzo de 1977 del siglo pasado.
Eduardo Jozami durante todo el libro ha tratado de ir recorriendo las diferentes maneras que
Rodolfo Walsh fue entendiendo la literatura y fundamentalmente la política, como se fue
involucrando en ella. Involucramiento que lo hizo desde los más diversos matices desde el
nacionalismo de derecha en sus inicios, hasta la militancia en Montoneros.
El libro contiene 5 capítulos. Cada capítulo tiene una relación contextual-cronológica y representa
cada momento en la persona y en la escritura de Rodolfo Walsh.
El capítulo 1, “El joven Walsh”, Jozami hace una recorrida por los inicios intelectuales y por los
primeros escritos literarios del autor del “Caso Satanosky”. Queda claro, las ideas políticas del autor
biografiado no son las que sostendrá en sus etapas siguientes. A su vez, hay un gran interés

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vinculado a la literatura policial publicando en esta etapa su libro “Variaciones en rojo”, y una
antología de cuento policial entre otros. Interés sobre la literatura policial que mantuvo hasta sus
últimos días.
En el capítulo 2, “Escritura y política”, en este espacio del libro, al decir Jozami, tal vez es la etapa de
reconsideración de Rodolfo Walsh de sus ideas políticas que sostenía algunos años atrás. También
es la etapa de su mayor consolidación literaria. Entre otras cuestiones por la publicación de
“Operación Masacre”, libro que le valió todos los éxitos literarios, y a su vez, ingresar de una
manera diferente al periodismo de investigación.
Esta primera novela testimonial en términos de ficción periodística de Walsh, ha sido leída en clave
policial, en clave política, en clave de investigación periodística y desde luego, en clave literaria. A
su vez, fue la puerta de entrada a un conjunto de futuras conexiones y reconocimientos…. También
es la etapa excelentemente demostrada por Jozami de la presencia de Rodolfo Walsh en Cuba y
todo lo que eso representó en su vida personal.
El capítulo 3, cuyo título es: “El peronismo: un drama personal”, en este apartado del libro, Jozami
reconstruye de manera interesante las diferentes reconsideraciones que Walsh va haciendo sobre
el peronismo, y la manera en que este se va acercando cada vez más a una militancia de base. Es un
capítulo que abarca la vuelta del peronismo al gobierno y lo que esto significó en la vida política de
los argentinos.
Es la etapa también donde Walsh publicó más allá de algunos cuentos de mucho reconocimiento,
“Quien mató a Rosendo” y “El caso Satanosky”, novelas en el mismo corte que la anterior, para ser
leídas en clave de investigación periodística, política y de ficción literaria policial. Sus notas
periodísticas a su vez, están volcadas a la militancia y analizar con la mayor profundidad posible
hechos de la política argentina, latinoamericana e internacional.
El capítulo 4, “Resistencia y lucha armada”, entre este apartado y el anterior Jozami sitúa la
vinculación de Rodolfo Walsh en Montoneros. Walsh será una persona clave en las operaciones de
inteligencia de esta organización político- militar. También será la etapa de su mayor acercamiento
a la teoría del foquismo, lecturas e interpretaciones de la política en clave revolucionaria. Por su
militancia y sus escritos periodísticos Walsh, en esta etapa casi no publica textos literarios etc…
En el último capitulo, de este valioso libro, “Restauración y tragedia”, es unos de los capítulos más
cortos pero más intensos. Allí Jozami, con gran maestría reconstruye las diferentes discusiones al
interior de la organización Montoneros, las críticas que Walsh les hace. También es la etapa de
creación de la Agencia de Noticias Clandestinas (ANCLA) para saltar las censuras impuestas por la
dictadura. Es la etapa de la muerte de sus amigos, de su hija etc…
Jozami, casi en la piel del escritor, reconstruye también muy bien, esos últimos momentos de
Rodolfo Walsh, esos momentos en el que decide escribir esa carta, salir de la clandestinidad en la
que se encontraba y repartirla por diferentes lugares de Buenos Aires, sabiendo que le podía valer
la vida. Así fue, le valió la vida.
Con todo esto y desde está perspectiva integral sobre la obra, acción y contexto da a conocer
aspectos de Rodolfo Walsh muy interesantes, de alguna manera algunos de ellos sabido dentro del
campo intelectual, pero muy pocas veces escrito en un libro de estas características.
A nuestro parecer, con este texto, el lector se queda con dos imágenes -si se quiere contrapuestas
entre si-, la primera de ella, que es un texto reivindicativo de la figura intelectual de Rodolfo Walsh,

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y por el otro, es una manera de desmitificarlo, de plantarlo en el plano terrenal de los hechos y las
acciones.
Eduardo Jozami, es escritor, militante político, periodista, activista del movimiento de Derechos
Humanos, y participa también como uno de los integrantes fundadores de Carta Abierta.
Y desde esta función de intelectual va realizando y ha realizado una interesante intervención y
reflexión sobre los problemas de la Argentina contemporánea, especialmente aquella que tiene
como objeto de estudio al peronismo.
Estuvo detenido durante toda la dictadura militar. En 1991 recibió el Premio Hellmann-Hammet,
que otorga el Foro por la Libre Expresión de Nueva York a los intelectuales que han sufrido
persecución política.
A su vez, ha sido director y editor de la revista Crisis y de varias publicaciones de política y cultura.
Entre otros libros, publicó “Crisis de la dictadura Argentina” (coautor, 1985), “El lugar de la política”
(1995), “Ya nada será igual. Argentina después del menemismo” (2000), “Final sin gloria” (2004).
Fue legislador y constituyente de la Ciudad de Buenos Aires por el Frepaso. Desde su faceta de
trabajador universitario, es profesor titular consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad de Buenos Aires.
Este libro ha sido publicado originalmente, por la colección Militancias de la Editorial Norma,
dirigida por María Moreno y Lila Pastoriza. Desde esta colección se intentó resaltar las experiencias
políticas y de militancia de los diferentes actores políticos de la década del 70.
El autor de “Operación Masacre”, fue para interpretación de muchos, un periodista y sobre
todo un intelectual comprometido con su tiempo, en un contexto donde la peligrosidad y el riesgo
de pensar y actuar no de acuerdo a los cánones planteados por sectores cívicos- militares
repugnantes y asesinos siempre implicó un macabro “juego” de vida o muerte.
Rodolfo Walsh era un investigador nato, con un indiscutible rigor intelectual para abordar las
investigaciones que se comprometió hacer. Investigaciones que hicieron historia y que debeló caras
ocultas de algunos de los atroces hechos que sucedían de los poderes despóticos de turno. Su
crítica hacía los poderes absolutos era despiadada y fue construyéndose de diferentes maneras y de
diferentes ángulos.
En su persona la escritura se convirtió en acción propia del ideario sartreano tan en boga por ese
momento. Tomó posición y esta fue la de enfrentar a un poder que generaba las más horribles
desigualdades, un daño irreparable en el tejido social, la feroz muerte de sus contrarios, la
desaparición forzada de personas y el exterminio de todos los derechos humanos vigentes.
Siempre escribir sobre alguien es complicado por la manera de abordar, de integrar y armar una
estructura textual lo suficientemente abarcadora sobre la esencia que se intenta mostrar. Escribir
sobre Walsh, sobre su persona es hacerlo desde la complejidad por dicha tarea emprendida. Es
poder reflejar también con la mayor cantidad de elementos pluridimensionales que estén a nuestro
alcance de la manera más realista posible esta figura en ese contexto determinado.
Toda biografía intelectual sobre alguien –y este libro sobre Walsh lo es- corre riesgos de caer en
ciertos heroísmos y absolutismos de la persona que se intenta biografiar. Por eso hacer un
recorrido intelectual, por sus ideas, por su vida, y a su vez, hacer un entrelazado con lo que iba
sucediendo en la política, para luego integrar un texto común y esto de una mirada desde lejos
parece una ficción. Y es posible que esto sea: una ficción de lo que se intenta describir.

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La biografía intelectual funciona como una suerte de introducción a un pensador, es esa suerte de
guía por donde profundizar hechos y acontecimientos que se van desplegando a lo largo de la
historia de una persona y esto por consecuencia de los hechos que suceden en la historia misma del
contexto, de las ideas, de las acciones que lo representa en carne cruda al sujeto biografiado.
Aunque es necesario aclarar, a fin de entrarnos más en su figura, que Walsh en su recorrido
ideológico pasó desde la derecha de la Alianza Libertadora Nacionalista, en la década del 1940 y
mitad de los 50 y ferviente antiperonista; y posteriormente a ser un adepto y valioso colaborador
de la “Revolución Cubana” ocurrida en 1959; y a su vez, posteriormente se vinculó en una fracción
de la CGT, denominada “Los Argentinos” más condescendiente con el pensamiento de izquierda y
revolucionario; hasta culminar como unos de los cuadros centrales de inteligencia en Montoneros,
en los años 70.
En este sentido, su trabajo intelectual y comprometido nos permite, no solo conocer su evolución
personal, si no que ayuda a observar en detalles los cambios sociopolíticos, culturales y económicos
de nuestro país en la segunda mitad del siglo XX.
Se instaló en Cuba a mediados de 1959 y funda la agencia Prensa Latina, junto con Jorge Masetti,
Rogelio García Lupo y Gabriel García Márquez. Como jefe de Servicios Especiales en el
Departamento de Informaciones de Prensa Latina, usa sus conocimientos de criptógrafo aficionado
para descubrir, a través de unos cables comerciales, la invasión a Bahía de Cochinos, instrumentada
por la CIA (Guitierrez, 2001).
Sobre esto último, García Márquez escribió en 1976:
“Rodolfo Walsh, (…) se empeñó en descifrar el mensaje con la ayuda de unos
manuales de criptografía recreativa, lo consiguió al cabo de muchas noches insomnes,
sin haberlo hecho nunca y sin ningún entrenamiento en la materia, y lo que encontró
dentro no sólo fue una noticia sensacional para un periodista militante, sino una
información providencial para el gobierno revolucionario de Cuba. El cable estaba
dirigido a Washington por el jefe de la CIA en Guatemala, adscrito al personal de la
embajada en ese país, y era un informe minucioso de los preparativos de un
desembarco en Cuba por cuenta del gobierno norteamericano. Se revelaba, inclusive,
el lugar en donde empezaban a prepararse los recluías; la hacienda de Retalhuleu, un
antiguo cafetal al norte de Guatemala" (García Márquez, 1976; s/p).
Hay y ha habido otros estudios sobre la obra de Walsh, entre ellos, la que también hizo Wolf, y lo
hace especialmente sobre la obra periodística. Allí, para su estudio, la ha dividido en tres etapas,
aunque sabemos que esta división es una simple reducción, una simplificación necesaria para poder
abordar la complejidad de la obra.
Virtud de este abordaje propuso tres momentos en la generación del trabajo periodístico de Walsh:
“periodismo cultural”, “periodismo de investigación (político y social)” y “periodismo en la
clandestinidad”. Aunque es necesario mencionar que estos aspectos de la obra, se entrecruzan a lo
largo de su vida, y no resultará extraño ver notas de una etapa en otro momento. Aunque es claro y
notorio que en Walsh, en la etapa final de su vida, parte de sus ultimas obras escritas estuvieron
más próximas al “periodismo en la clandestinidad” (Wolf, 2006).
En este sentido, “Carta Abierta a la Junta Militar” culmina su obra, junto a su vida. Siempre en su
función de periodista arriesgaba la vida, ya que sus investigaciones y escritos eran de denuncia
acerca de la tiranía del poder político y del poder político- militar. Su vida es su obra y su obra es su
vida.

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Cortázar en una conferencia titulada “El lector y el escritor bajo las dictaduras en América Latina”,
expresó que era necesario saltar las censuras que amordazan a escritores y lectores, bajo estos
regímenes militares (Cortázar, 1984).
Agregó también:
“Es verdad que los escritores encontraremos siempre la manera de escribir y hasta de
publicar; pero del otro lado del muro están los lectores, que no pueden leernos sin
riesgos; del otro lado están los pueblos, cuya sola información es la oficial; del otro
lado hay una generación de niños y de adolescentes que, como en el caso de Chile,
están siendo educados para convertirlos en perfectos fascistas, en defensores
automáticos de las grandes palabras con las que se disfraza la realidad: la patria, la
seguridad nacional, la disciplina, el orden, Dios, y la lista es larga. Son ellos, y no los
intelectuales, los que cuentan para mi; los pescadores y los campesinos de
Solentiname, los niños chilenos, los desaparecidos y torturados de Argentina y de
Uruguay, todos y cada uno de los círculos del infierno que es el Cono Sur
latinoamericano. Y no como temas literarios, por cierto, pero si como la razón
profunda que todavía puede llevarme a escribir, a estar más cerca, a no creerme del
todo inútil” (Cortázar, 1984; pág. 86).
En tal sentido, la figura de Walsh escribió para esto, para saltar las censuras que amordazaban a la
prensa, a escritores y a lectores. Escribir para comunicar la otra voz, la voz de los que sentían que
las dictaduras corrompían la moral, la solidaridad, el sentido más bello de la vida. Inevitablemente,
a estos, los enfrentó desde la clandestinidad. Con nombre falso, con ciertos disfraces, con una
literatura punzante y aguda, y con las armas. Aunque no siempre estuvo de acuerdo con esto
último.
Jozami también en este plano de la escritura devela las muy variadas críticas que hiciera Rodolfo
Walsh a la conducción de Montoneros.
“…Para Walsh, había que reconocer en primer lugar la derrota militar, y su
correspondencia en el plano político con el repliegue de las masas. Como consecuencia
de esto, se debía: 1) “definir la etapa como retirada en el aspecto estratégico y como
de resistencia en el aspecto táctico, sin fijarle límites temporales; 2) retirarse al
terreno del conjunto del pueblo y, en particular, del pueblo peronista; 3) definir al
peronismo y la clase trabajadora “como sujeto principal de la resistencia, y a la
resistencia Montonera como parte de la resistencia popular”; 4) retirar del territorio
nacional a la Conducción Nacional y a las figuras “históricas”; y 5) mantener la
estructura del Partido, asignar a la Conducción Estratégica en el exilio la función de
conducir la retirada, y a la Conducción Táctica [que debía nombrarse], la función de
conducir la resistencia” (Salas, s/d; p. 15).
El 24 de marzo de 1976, empezó la dictadura más feroz que la Argentina haya tenido. Comenzó lo
que se ha llamado “La noche más larga”. Era un golpe anunciado, sectores militares y civiles querían
acabar con la ingobernabilidad a la que asistía el país, pero lo que vendría sería peor; eso también
era previsto. Simplemente con saber lo que había sucedido en Chile y Uruguay.
La crueldad y tiranía de este gobierno militar, excedió los límites de cualquier análisis político
racional. El caos en el peronismo, los duros enfrentamientos entre la Triple A y la izquierda tanto
del propio peronismo, como de otras agrupaciones dificultaban más aún la vida cotidiana.

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También es necesario marcar en algunos casos, la inercia de ciertos partidos políticos, y, en otro
caso, la legitimidad y obsecuencia que le brindaron al Gobierno del Proceso. La iglesia Católica no
fue ajena a todo esto. Muchos de estos sectores, iban y golpeaban las puertas de los cuarteles
militares para pedir su rápida intervención.
La violación de los derechos humanos comenzó años antes de 1976, tanto los secuestros de
personas, desaparecidos, muertos- fusilados etc..., para poder complejizarse y perder cualquier tipo
de respeto por los mismos, con asenso del gobierno de las Fuerzas Armadas.
En este contexto, el periodismo de Walsh y especialmente la “Carta Abierta de un escritor a la Junta
Militar”, Es un acto de heroísmo, de fuerza intrínseca de buscar y expresar verdades que se
ocultaban a ciertos sectores sociales. Fue también poner en evidencia las atrocidades que se
estaban cometiendo desde los poderes autoritarios, habían convertido esto en “hechos comunes”
de la vida cotidiana.
Fue y es una carta escrita para la posteridad. Es una carta escrita para ser documento de lectura
obligatoria y entender desde esta perspectiva periodística, nuestra historia política, cultural y
económica como país.
También es una carta para poder entender los entramados institucionales y la manera que tenían
estos para operar sobre la vida cotidiana, y como las Fuerzas Armadas utilizaban la política del
miedo y del exterminio del opositor como método de gestión.
La carta no solo fue un documento de denuncia, fue un acto de valentía incalculable, un acto de
valentía estratégica para denunciar el poder omnipresente y criminal. Fue a su vez, la expresión
máxima de una ética del intelectual que se comprometió. Ese acto de valentía fue pagado con su
muerte.
Rodolfo Walsh, tenía sobre sus espaldas la muerte de su hija Vicky, de sus amigos Haroldo Conti y
Paco Urondo, entre otros. Su Carta como acto de imaginación y valentía, fue justamente para poder
enfrentar a esos enemigos que asesinaron a sus seres queridos. Esto, mas su posición claramente
ideológica, es lo que lo lleva a Rodolfo Walsh a arriesgar mas aún su vida. Sobre su vida esta el dolor
de las perdidas de estas personas tan queridas por él. En el periodista, hay una engarronada actitud
intelectual comprometida con lo que estaba sucediendo políticamente y socialmente en el país.
En este sentido, en Walsh, a lo largo de la obra, hay una actitud de confrontación con los
autoritarismos; también los hay por sobre todo en relación a las censuras impuestas por parte del
Estado sobre una prensa libre y en tal dirección dice: “Hay que tener en cuenta que en la Argentina
existe el delito de opinión. Que esta prohibida la expresión de corrientes políticas que contradigan
al sistema en lo esencial. Que se persigue individualmente a todos aquellos periodistas que tratan
de violar esos cánones” (Wolf, 2006; s/p.).
En tanto y en este marco de periodismo en la clandestinidad, Walsh con otros intelectuales,
imaginaron y lanzaron en junio del 76, una manera muy novedosa de brindar información a ciertos
medios de comunicación. Este fantástico proyecto fue una agencia de noticias. Una manera de
hacer periodismo y trasmitir cierta información censurada desde la oscuridad, realizada la misma
con una amplia red de informantes.
ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina), consistía en cables informativos, distribuidos
semanalmente por correo, llegaba puntualmente a cada redacción de diarios, revistas y
corresponsalías extranjeras. Esta agencia informó de la situación real que vivía el país, del vacío
informativo debido a la instauración de una fuerte censura por parte del gobierno del “Proceso de

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Reorganización Nacional”, y a su vez en parte contrarrestaba la información que brindaban los


medios de comunicación que eran obsecuentes con las políticas por parte de los militares en el
gobierno. Esta experiencia duró hasta setiembre del 77.
La mayoría de los partes eran redactados por Walsh, con un estilo breve, pero altamente
denunciante. Entre otros temas, lo que comunicaban era: el exilio de argentinos por razones
políticas; los fusilados en supuestos enfrentamientos; la censura por parte de los militares a los
medios de comunicación; las torturas a militantes; los distintos lugares que servían como campos
de concentración y torturas etc...
En el país, la información de ANCLA era destruida, en el mejor de los casos la escondían, nunca
publicaron esos cables a quienes eran enviados. En este sentido, Verbitsky recopiló gran parte de
ese material y esa experiencia de periodismo en la oscuridad y lo dio a conocer en un libro “Rodolfo
Walsh y la prensa clandestina” editado en 1985.
Horacio Verbistky en un párrafo dice: ‘En las redacciones del país la información seguía circulando
sin alcanzar su consumación natural en el contacto con el público. En los estudios jurídicos se sabía
quienes habían desaparecido cada semana. En las fábricas y oficinas, en los colegios y en las calles
millones de ojos y oídos, veían y escuchaban lo que estaba ocurriendo, aunque no pudieran
comprenderlo, porque cada episodio aislado no traducía la coherencia de un plan global. En las
unidades militares a las que llegaba los secuestrados también había muchos soldados, suboficiales y
civiles y algunos oficiales que no se resignaban a la vileza como una fatalidad’ (Wolf, 2006; p/n.).
Cito brevemente un cable de ANCLA:
“Buenos Aires, Agosto 10 (ANCLA). Con este despacho la Agencia de Noticias
Clandestina ´ANCLA’; Reanuda sus servicios informativos luego de una breve
interrupción.
“Fundada en Junio de 1976, a tres meses de la instalación del Gobierno Militar en la
Argentina, esta agencia se propuso proporcionar información fidedigna y con un alto
grado de elaboración. Debido a las restricciones a la prensa libre en este país, que
incluyen la prohibición de informar sobre una lista larga de temas, la clausura de
diarios, revistas, radioemisoras y estaciones de televisión, el arresto, secuestro,
asesinato ó exilio forzado de unos 200 periodistas, organizó sus servicios en forma
clandestina.
“Sin información veraz, precisa y continua, no se concibe la vigencia de las libertades
cívicas y los derechos políticos. La aspiración de esta agencia es contribuir al
restablecimiento de estos valores abolidos hoy en la Argentina por un acto de
fuerza” (ANCLA, 1976. Citado en: Bonasso, 2000; pág. 257).
Para ir concluyendo, es necesario poder reflexionar a partir del legado literario, político, militante e
intelectual que nos ha dejado Rodolfo Walsh. Creo también, que es necesario poder recuperar
cierta actitud política por este trasmitida, y en ese sentido pienso, que es necesario no caer en los
errores que se cometieron en los 70, aunque, si retomar cierto espíritu de política social, de
solidaridad etc., que por entonces si existía, después del proceso completamente perdida.
“Mañana, ese 26 de marzo de 1977 que no llegará para Walsh, Lilia debe regresar a
San Vicente, acompañando a Patricia, la otra hija de Rodolfo, y al primer nieto varón
que el abuelo aún no conoce. Antes de salir del pueblo han encargado dos kilos de
asado para la fiesta familiar. Al subir al tren que los llevará a la estación

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Constitución, los alcanza el hombre que les ha vendido la casa y les entrega el boleto
de compra-venta. Para no demorar la llegada a Buenos Aires, Walsh lo guarda entre
sus ropas. Un error de principiante, que comete a sabiendas, obligado por su sentido
de la solidaridad: un compañero le ha pedido cobijo y si pierde este tren no va a
llegar a la cita… (…)
“Rodolfo sonríe cuando ella le recuerda que riegue las lechugas del huerto. Y
enseguida se aleja. Nadie advierte que el jubilado calza una Walter PPK calibre
veintidós, entre el cinturón y la piel, bajo la camisa, justo sobre los genitales. Lilia lo
sabe porque la pistola es un regalo que él le hizo para su cumpleaños. Y sabe que
Rodolfo la porta porque no está dispuesto a que lo agarren vivo. Pero ni ella ni él
sospechan que ya está montada la ratonera que cerrará el círculo” (Bonasso,
s/datos; pp. 1y 2).
La noción de Derechos Humanos, era algo diferente a lo que hoy es. En este sentido, creo, que cada
modelo político debería tomar como eje central la defensa de los Derechos Humanos, desde luego
también su promoción. Pero deberá ser desde una actitud abierta y crítica. No solamente deberá
ser un “discurso políticamente aceptable”, deberá ser un discurso que se encarne en la realidad,
para disminuir las diferencias sociales que existen.
En tal dirección, la actitud intelectual de Walsh, confrontó con aquellos que promocionaban la
muerte como los militares; actitud que lo llevó a pelearse también con algunos de los jefes de la
organización en la que actuaba.
No obstante, rescatar su memoria, implica reconocernos como “sujetos políticos”, y en este
sentido, tenemos que buscar la forma siempre de que podamos vivir en libertad plena. Sin
censuras, sin dictaduras, y en contra de cualquier especulador con las vidas ajenas.
Cerramos el texto con un párrafo de su carta:
“El primer aniversario de esta Junta Militar, ha motivado un balance de la acción de
gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos
son errores, lo que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son
calamidades.
El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a
cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo
término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses mas tarde. En
esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato de un proceso
democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y
agravaron” (Walsh, 1977; p. 1).
Para finalizar, les proponemos brindarles la bibliografía de Rodolfo Walsh, listado publicado por la
Secretaría de Cultura de la Cuidad de Buenos Aires (http://www.buenosaires.gob.ar/
areas/com_social/audiovideoteca/literatura/rwalsh_biblio_es.php):
"Variaciones en Rojo". Cuentos. Rodolfo Walsh, Hachette, Buenos Aires, 1953. Reeditado por
Ediciones de la Flor, 1985.
"Operación Masacre, un proceso que no ha sido clausurado". Rodolfo Walsh, Sigla, Buenos Aires,
1957.
"Operación Masacre y el expediente Livraga. Con la prueba judicial que conmovió al país". Rodolfo
Walsh, Continental Service, 1964.

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"Caso Satanowsky". Rodolfo Walsh, Verdad, Buenos Aires, 1958; con prólogo de Horacio Verbitsky,
De la Flor, Buenos Aires, 1986.
"Los oficios terrestres". Rodolfo Walsh, Jorge Álvarez, Buenos Aires, 1965.
"Una granada". Teatro. Rodolfo Walsh, Jorge Álvarez, Buenos Aires, 1965.
"La batalla". Teatro. Rodolfo Walsh, Jorge Álvarez, Buenos Aires, 1965.
"Un kilo de oro". Rodolfo Walsh, Jorge Álvarez, Buenos Aires, 1967.
"¿Quién mató a Rosendo?". Rodolfo Walsh, Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, 1969.
“Un oscuro día de Justicia". Rodolfo Walsh, Siglo XXI, Buenos Aires, 1973.
Recopilaciones póstumas
"Obra literaria completa". Rodolfo Walsh, Siglo XXI, México, 1981.
"Rodolfo Walsh y la prensa clandestina 1976-1978". Rodolfo Walsh, Ediciones de la Urraca, Buenos
Aires, 1985.
"Cuento para tahúres y otros relatos". Rodolfo Walsh, Puntosur, Buenos Aires, 1987.
"Yo también fui fusilado, Vuelve la secta del gatillo y la picana y otros relatos". Rodolfo Walsh, Los
libros de Gente Sur, Buenos Aires, 1990.
"La máquina del bien y del mal". Rodolfo Walsh, Clarín – Aguilar, Buenos Aires, 1992.
"Cuentos". Rodolfo Walsh, Biblioteca Página/12, Buenos Aires, 1993.
"Rodolfo Walsh vivo". Rodolfo Walsh, compilación y prólogo de Rodolfo Baschetti, De la Flor,
Buenos Aires, 1994.
"El violento oficio de escribir". Obra periodística (1923-1977). Rodolfo Walsh, Planeta, Buenos Aires,
1995.
"Ese hombre y otros papeles personales". Rodolfo Walsh, Seix Barral, Buenos Aires, 1996.
Referencias Bibliográficas.
Bonasso, M. (s/d. ed.). El camino de Rodolfo Walsh. Descargado de internet: 15 de agosto de 2006.
En: http://www.elortiba.org/pdf/bonasso_walsh.pdf
Bonasso, M. (2000). Diario de un clandestino. Buenos Aires. Editorial Planeta- Espejo de la
Argentina.
Cortázar, J. (1984). Argentina: años de alambradas culturales. Buenos Aires. Editorial Muchnik
Editores.
García Márquez, G. (1976). Rodolfo Walsh: el escritor que se le adelantó a la CIA. Descargado de
internet: 15 de agosto de 2006. En:
http://www.rebelion.org/hemeroteca/argentina/040419marquez.htm
Gutiérrez, R. (2001). Rodolfo Walsh: el violento oficio de escribir. Descargado de internet: 15 de
agosto de 2006. En: http://www.babab.com/no06/rodolfo_walsh.htm
Salas, E. (s/d. ed.). El debate entre Walsh y la conducción Montonera. Descargado de internet: 15
de agosto de 2006. En: http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/salas1.pdf
Walsh, R. (2006/ 1977). Carta abierta a la Junta Militar. Buenos Aires. Editorial CTA.

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Wolf. E. (2006). Ensayo sobre Rodolfo Walsh. “El Hombre que se anima”. Descargado de Internet:
16 de agosto 2006. En: http://www.nuncamas.org./investig/wolf/walsh.htm

116 Revista diálogos │Vol. 2│No. 1│ Febrero│2011│ISSN: 1852-8481│


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Revista diáLogos
Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas
Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 117-119

COMENTARIO DE LIBRO: “ANÁLISIS DE CONTENIDO” Y “METODOLOGIA DE ANALISIS DE


CONTENIDO: TEORÍA Y PRÁCTICA”

Laurence Bardin (1986/2002). Análisis de contenido. Madrid: Ediciones Akal. ISBN: 84-7600-093-6. Págs. 279

Klaus Krippendorff (1990). Metodología de análisis de contenido: Teoría y práctica. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica.
ISBN: 84-7509-627-1. Págs. 183

Autor: Fernando A. Polanco


Filiación: Universidad Nacional de San Luis

Análisis de contenido. Dos libros, dos tradiciones


El análisis de contenido reúne en su núcleo una serie de técnicas y métodos de selección y
clasificación de datos textuales y simbólicos, a partir de los cuales se puede realizar una serie de
inferencias y observaciones de los aspectos más relevantes de la comunicación lingüística y
simbólica. A su vez, dichos procedimientos pueden ser reproducidos y por ende son inferencias que
pretenden ser objetivas. Este campo hace al quehacer metodológico y sistemático del lenguaje en
particular y de los símbolos en general; por lo tanto, abarcan todo el gran conglomerado de las
ciencias sociales y humanas.
Si bien los primeros trabajos pueden ser encontrados en el siglo XVIII, recién en el siglo XX se
desarrollara con mayor sistematicidad. Los análisis de la propaganda, por las guerras mundiales
primero, y por la importancia de la publicidad después, fueron un gran motor de desarrollo.
Posteriormente el análisis del discurso, de la política y de los medios de prensa, acaparó la
atención. Finalmente, a mediados de los años 1950, con el avance tecnológico nace el análisis a
través de ordenadores mediante software especializado sería el elemento principal de desarrollo,
que aún sigue en pleno auge y todavía no ha alcanzado su límite.
Los dos libros que analizamos, nacieron a principios de los años 1990 y ambos pretenden ser
introductorios a nivel conceptual y técnico. Si bien, en la actualidad podemos encontrar libros con
un mayor desarrollo y profundidad técnica, no se han vuelto a desarrollar síntesis introductorias
como las encontradas en estos; es por ello que ambos han tenido diversas reediciones, ya que para
aquel interesado en el análisis de contenido que pretenda iniciarse en este campo, estos libros
serán de lectura obligatoria.
El primero de ellos es el libro titulado Análisis de contenido, de Laurence Bardin (1986/2002); este
libro fue editado por última vez por la editorial Akal en el año 2002. En este ejemplar se realiza un
recorrido por las diferentes posibilidades y límites de las técnicas de análisis de contenido. L. Bardin
es profesor de Psicología en la Universidad de París, y es un conocido especialista en la materia,
habiendo utilizado estas técnicas en su práctica investigadora en diversos estudios
psicosociológicos, en el estudio de medios de comunicación de masas y también en el ámbito de las
comunicaciones interpersonales. El punto fuerte del libro es su fácil lenguaje y propuesta didáctica;
mostrando a cada paso ejemplos de trabajo. Mientras que como punto débil, se debe señalar la
falta de profundización en los ejemplos prácticos de aplicación en ordenadores. Por este motivo, si

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bien ofrece una amplia gama de posibilidades en el análisis de contenido, no alcanza las
posibilidades de utilización de software.
Dentro de los contenidos del libro se encuentran cuatro secciones: en la primera encontramos una
introducción general a la historia y teoría que sustenta la práctica de las técnicas de contenido, el
segundo apartado muestra cuatro ejemplos de la aplicación de las técnicas; el tercero, es una
introducción al método en donde se muestran los procedimientos necesarios por los cuales deben
pasar los datos textuales para que puedan posteriormente ser procesados por las diferentes
técnicas. Finalmente se señalan los procedimientos de las técnicas de análisis categorial, de
evaluación, de enunciación, de expresión, de relación y del discurso.
Quizás uno de los puntos de los cuales se debe resaltar la importancia de esta bibliografía para un
psicólogo, para un pedagogo, para un historiador, además de la obvia importancia que existe para
un especialista en comunicación, es el poder heurístico de las técnicas de análisis de contenido que
el autor muestra en toda su amplitud, señalando la importancia que puede tener la aplicación de
estas en el ámbito de la práctica clínica y psicosocial, y en el ámbito de la educación, sirviendo de
herramienta de procesamiento de la gran cantidad de significados y significaciones que se
producen en toda comunicación. Por ello, más que una metodología cuantitativita, sin sentido,
Bardin rescata las grandes posibilidades cualitativas de las técnicas del análisis de contenido.
Por otro lado tenemos el libro de Klaus Krippendorff (1990), Metodología de análisis de contenido:
Teoría y práctica, editado por Paidós. Dicho libro está dirigido mayormente a los especialistas en
análisis de la comunicación, debido a que su autor es profesor en este ámbito en la Annenberg
School of Communications en la Universidad de Pennsylvania. Sin embargo, es uno de los
investigadores más renombrados en este campo, por ello, para el interesado en desarrollar y
comprender las diferentes técnicas de análisis de contenido debe tener una lectura de este
material. A diferencia del libro anterior, en este consta una mayor fundamentación estadística,
teniendo como apartados importantes los de fiabilidad y validez, sin embargo, adolece de los
ejemplos prácticos que se encuentran el texto de Bardin.
Dicho libro esta ordenado por capítulos, entre los que encontramos: los destinados a la historia y
fundamentos conceptuales, los destinados a explicar la lógica del estudio de contenidos, la manera
de establecer las unidades de análisis y las muestras, establecimiento de registros, lenguaje de los
datos y construcciones analíticas para la realización de inferencias. A su vez, se revisan las técnicas
de análisis de contenidos y su aplicación a través de ordenadores, y la fiabilidad y validez de dichas
aplicaciones. Finalmente, el último capitulo, pretende ser una guía práctica para la realización y
concreción de un proyecto de investigación que tenga como fundamento el análisis de contenido.
Particularmente, este último libro es una profundización en los elementos que dan razón y
fundamento a las técnicas de estudio en cuanto a la búsqueda de objetividad, resaltando a su vez,
la capacidad de síntesis de las mismas en cuanto a los datos textuales o simbólicos.
Ambos libros, ofrecen una introducción y panorama general de la historia y conceptos del análisis
de contenidos, estos a su vez nos orientan en cuanto a su justa dimensión, es decir, el análisis de
contenidos engloba una serie de técnicas estadísticas, de clasificación y de inferencia, que permite
obtener un panorama homogéneo pero detallado de las grandes cantidades de datos que existen
en los cuerpos textuales y simbólicos, como por ejemplo, la comunicación de masas, pero también,
las sesiones de tratamiento psicológico, o los cuadernos de los alumnos y maestros de una escuela,
los escritos de los literatos de un país, los documentos históricos, las publicaciones científicas o
culturales, etc. Todo lo que se encuentra signado por el lenguaje o por símbolos, que es casi todo
en el ámbito de lo humano, puede ser alcanzado por estas técnicas, esto sin duda es una ventaja

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incuestionable. Sin embargo, esto no es un pase libre en cuanto a que con ella se pueden solucionar
cualquier inconveniente en la interpretación de los mensajes, sino que es una herramienta crítica y
creativa, por ende es una técnica que debe ser reconstruida y reconcebida dentro de cada proyecto
particular, así estará demarcada por los objetivos y límites de cada investigación para la que sea
llamada a asistir.
Para finalizar, debemos señalar enfáticamente, que para cualquier investigador, para cualquier
profesional de las ciencias sociales y humanas, el conocimiento de las técnicas de análisis de
contenido representara una ventaja incuestionable a la hora de afrontar la realidad de una manera
crítica, creativa, pero a la vez, objetiva

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de revisión en el campo de la Psicología, otras Ciencias Sociales y Humanidades.
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siguiendo un orden alfabético, y de acuerdo con las normas del Publication Manual of the
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exclusivamente citada en el trabajo.
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