El Universo contiene galaxias, cúmulos de galaxias y estructuras de mayor tamaño llamadas supercúmulos,
además de materia intergaláctica. Todavía no sabemos con exactitud la magnitud del Universo, a pesar de la
avanzada tecnología disponible en la actualidad.
La materia no se distribuye de manera uniforme, sino que se concentra en lugares concretos: galaxias,
estrellas, planetas... Sin embargo, el 90% del Universo es una masa oscura, que no podemos observar. Por
cada millón de átomos de hidrógeno los 10 elementos más abundantes son:
El Big Bang es una singularidad, una excepción que no pueden explicar las leyes de la física. Podemos saber
qué pasó desde el primer instante, pero el momento y tamaño cero todavía no tienen explicación científica.
Desde sus orígenes, la especie humana ha observado el cielo. Primero, directamente, después con
instrumentos cada vez más potentes.
Las antiguas civilizaciones agrupaban las estrellas formando figuras. Nuestras constelaciones se inventaron
en el Mediterráneo oriental hace unos 2.500 años. Representan animales y mitos del lugar y la época. La
gente creía que los cuerpos del cielo influían la vida de reyes y súbditos. El estudio de los astros se mezclaba
con supersticiones y rituales.
Las constelaciones que acompañan la trayectoria del Sol, la Luna y los planetas, en la franja llamada zodíaco,
nos resultan familiares: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio,
Acuario y Piscis.
Gracias a los espectros (descomposición de la luz) podemos conocer información detallada sobre la
composición química de un objeto. También se aplica al conocimiento del Universo.
LAS CONSTELACIONES
Las estrellas que se pueden observar en una noche
clara forman determinadas figuras que llamamos
"constelaciones", y que sirven para localizar más
fácilmente la posición de los astros. En total, hay 88
agrupaciones de estrellas que aparecen en la esfera
celeste y que toman su nombre de figuras religiosas o
mitológicas, animales u objetos. Este término también se
refiere a áreas delimitadas de la esfera celeste que
comprenden los grupos de estrellas con nombre.
Los dibujos de constelaciones más antiguos que se conocen señalan que las constelaciones ya habían sido
establecidas el 4000 a.C. Los sumerios le dieron el nombre a la constelación Acuario, en honor a su dios An,
que derrama el agua de la inmortalidad sobre la Tierra. Los babilonios ya habían dividido el zodíaco en 12
signos iguales hacia el 450 a.C.
Las actuales constelaciones del hemisferio norte se diferencian poco de las que conocían los caldeos y los
antiguos egipcios. Homero y Hesíodo mencionaron las constelaciones y el poeta griego Arato de Soli, dio una
descripción en verso de 44 constelaciones en su Phaenomena. Tolomeo, astrónomo y matemático griego, en
el Almagesto, describió 48 constelaciones, de las cuales, 47 se siguen conociendo por el mismo nombre.
Muchos otras culturas agruparon las estrellas en constelaciones, aunque no siempres se corresponden con
las de Occidente. Sin embargo, algunas constelaciones chinas se
parecen a las occidentales, lo que induce a pensar en la posibilidad
de un origen común.
Para designar las aproximadamente 1.300 estrellas brillantes, se utiliza el genitivo del nombre de las
constelaciones, precedido por una letra griega; este sistema fue introducido por Johann Bayer. Por ejemplo, a
la famosa estrella Algol, en la constelación Perseo, se le llama Beta Persei.
Entre las constelaciones más conocidas se hallan las que se encuentran en el plano de la órbita de la Tierra
sobre el fondo de las estrellas fijas. Son las constelaciones del Zodíaco. Ademas de estas, algunas muy
conocidas son Cruz del Sur, visible desde el hemisferiosur, y Osa Mayor, visible desde el hemisferio Norte.
Estas y otras constelaciones permiten ubicar la posición de importantes puntos de referencia como, por
ejemplo, los polos celestes.
La mayor constelación de la esfera celeste es la de Hydra, que contiene 68 estrellas visibles a simple vista. La
Cruz del Sur, por su parte, es la constelación más pequeña.
Conceptos básicos
Masa: es la cantidad de materia de un objeto.
El diámetro de la órbita terrestre es de 300 millones de kms. Utilizando la trigonometría se puede calcular la
distancia hasta la estrella. Esta técnica, sin embargo, no sirve para los objetos lejanos, perque el ángulo es
demasiado pequeño y el margen de error, muy grande.
Declinación:
La declinación es la medida, en grados, del ángulo de un objeto del cielo por encima o por debajo del ecuador
celeste.
Cada objeto describe un "círculo de declinación" aparente. La distancia, en horas, desde éste hasta el círculo
de referencia (que pasa por los polos y la posición de la Tierra al inicio de la primavera) es la ascensión del
objeto.
Longitud de onda
La longitud de onda es la distancia entre dos crestas de
ondas luminosas, electromagnéticas o similares. A
menor longitud, mayor frecuencia. Su estudio aporta
muchos datos sobre el espacio.
Leyes de Kepler
Se trata de tres leyes acerca de los movimientos de los planetas
formuladas por el astrónomo alemán Johannes Kepler a principios
del siglo XVII. Kepler basó sus leyes en los datos planetarios
reunidos por el astrónomo danés Tycho Brahe, de quien fue
ayudante. Sus propuestas rompieron con una vieja creencia de siglos
de que los planetas se movían en órbitas circulares.
Primera ley: Los planetas giran alrededor del Sol en órbitas elípticas
en las que el Sol ocupa uno de los focos de la elipse.
Segunda ley: Las áreas barridas por el segmento que une al Sol con
el planeta (radio vector) son proporcionales a los tiempos empleados para describirlas. Como consecuencia,
cuanto más cerca está el planeta del Sol con más rapidez se mueve.
Tercera ley: Los cuadrados de los periodos siderales de revolución de los planetas alrededor del Sol son
proporcionales a los cubos de los semiejes mayores de sus órbitas elípticas. Esto permite deducir que los
planetas más lejanos al Sol orbitan a menor velocidad que los cercanos; dice que el período de revolución
depende de la distancia al Sol.
Estas leyes desempeñaron un papel importante en el trabajo del astrónomo, matemático y físico inglés del
siglo XVII Isaac Newton, y son fundamentales para comprender las trayectorias orbitales de la Luna y de los
satélites artificiales.
Gravitación universal
La gravitación es la propiedad de atracción mutua que poseen todos
los objetos compuestos de materia. A veces se usa como el término
"gravedad", aunque este se refiere únicamente a la fuerza
gravitacional que ejerce la Tierra
El efecto Doppler
La variación de la longitud de onda de la luz, radiación electromagnética y sonido de los cuerpos informa
sobre su movimiento.
Cuando un vehículo se acerca oímos su motor más agudo que cuando se aleja. Igualmente, cuando una
estrella o una galaxia se acercan, su espectro se desplaza hacia el azul y, si se alejan, hacia el rojo.
De momento, todas las galaxias observadas se desplazan hacia el rojo, es decir, se alejan de aquí.
SISTEMA SOLAR
Entre los miles de estrellas que forman nuestra galaxia hay una de tamaño mediano, situada en uno de los
brazos de la espiral de la Vía Láctea, que tiene un interés especial para nosotros, ya que vinimos cerca de ella
y, en cierto modo, vivimos de ella. Se trata, naturalmente, del Sol.
Esta estrella singular, junto con los planetas y otros cuerpos que giran en órbitas a su alrededor, constituyen lo
que llamamos "El Sistema Solar". Se formó hace unos 4.650 millones de años y, lejos de permanecer estable,
se trata de un sistema dinámico que cambia y evoluciona constantemente.
Los cursos sobre astronomía fueron al principio sólo para sacerdotes y "sabios". Afortunadamente, la
educación sobre este tema se ha popularizado, aunque todavía el "gran público" desconoce muchos aspectos
de nuestro entorno espacial más próximo.
El Sistema Solar está formado por una estrella central, el Sol, los
cuerpos que le acompañan y el espacio que queda entre ellos.
Los planetas, muchos de los satélites de los planetas y los asteroides giran alrededor del Sol en la misma
dirección, en órbitas casi circulares. Cuando se observa desde lo alto del polo norte del Sol, los planetas
orbitan en una dirección contraria al movimiento de las agujas del reloj.
Casi todos los planetas orbitan alrededor del Sol en el mismo plano, llamado eclíptica. Plutón es un caso
especial ya que su órbita es la más inclinada y la más elíptica de todos los planetas.El eje de rotación de
muchos de los planetas es casi perpendicular al eclíptico. Las
excepciones son Urano y Plutón, los cuales están inclinados hacia sus
lados.
Casi todo el sistema solar por volumen parece ser un espacio vacío que
llamamos "medio interplanetario". Incluye varias formas de energía y se
contiene, sobre todo, polvo y gas interplanetarios.
Desde siempre los humanos hemos observado el cielo. Hace 300 años se inventaron los telescopios. Pero la
auténtica exploración del espacio no comenzó hasta la segunda mitad del siglo XX.
Desde entonces se han lanzado muchisimas naves. Los astronautas se han paseado por la Luna. Vehículos
equipados con instrumentos han visitado algunos planetas y han atravesado el Sistema Solar.
Más allá, la estrella más cercana es Alfa Centauro. Su luz tarda 4,3 años en llegar hasta aquí. Ella y el Sol son
sólo dos entre los 200 billones de estrellas que forman la Via Láctea, nuestra Galaxia.
Es difícil precisar el origen del Sistema Solar. Los científicos creen que puede situarse hace unos 4.650
millones de años. Según la teoría de Laplace, una inmensa nube de gas y polvo se contrajo a causa de la
fuerza de la gravedad y comenzó a girar a gran velocidad, probablemente, debido a la explosión de una
supernova cercana.
Origen del Sol
La mayor parte de la materia se acumuló en el centro. La presión era tan elevada que los átomos comenzaron
a partirse, liberando energía y formando una estrella. Al mismo tiempo se iban definiendo algunos remolinos
que, al crecer, aumentaban su gravedad y recogían más materiales en cada vuelta.
También había muchas colisiones. Millones de objetos se acercaban y se unían o chocaban con violencia y se
partían en trozos. Los encuentros constructivos predominaron y, en sólo 100 millones de años, adquirió un
aspecto semejante al actual. Después cada cuerpo continuó su propia evolución.
Cualquier teoría que pretenda explicar la formación del Sistema Solar deberá tener en cuenta que el Sol gira
lentamente y sólo tiene 1 por ciento del momento angular, pero tiene el 99,9% de su masa, mientras que los
planetas tienen el 99% del momento angular y sólo un 0,1% de la masa. Hay cinco teorías consideradas
razonables:
- La teoría de Acreción asume que el Sol pasó a través de una densa nube interestelar, y emergió rodeado de
un envoltorio de polvo y gas.
- La teoría de los Proto-planetas dice que inicialmente hubo una densa nube interestelar que formó un
cúmulo. Las estrellas resultantes, por ser grandes, tenían bajas velocidades de rotación, en cambio los
planetas, formados en la misma nube, tenían velocidades mayores cuando fueron capturados por las
estrellas, incluido el Sol
- La teoría de Captura explica que el Sol interactuó con una proto-estrella cercana, sacando materia de esta.
La baja velocidad de rotación del Sol, se explica como debida a su formación anterior a la de los planetas.
- La teoría Laplaciana Moderna asume que la condensación del Sol contenía granos de polvo sólido que, a
causa del roce en el centro, frenaron la rotación solar. Después la temperatura del Sol aumentó y el polvo se
evaporó.
La teoría de la Nebulosa Moderna se basa en la observación de estrellas jóvenes, rodeadas de densos discos
de polvo que se van frenando. Al concentrarse la mayor parte de la masa en el centro, los trozos exteriores,
ya separados, reciben más energía y se frenan menos, con lo que aumenta la diferencia de velocidades.
EL SOL
El Sol contiene más del 99% de toda la materia del Sistema Solar.
Ejerce una fuerte atracción gravitatoria sobre los planetas y los hace
girar a su alrededor.
El Sol (todo el Sistema Solar) gira alrededor del centro de la Via Láctea,
nuestra galaxia. Da una vuelta cada 200 millones de años. Ahora se
mueve hacia la constelación de Hércules a 19 Km./s.
Fotosfera: es una capa delgada, de unos 300 Km, que es la parte del Sol que nosotros vemos, la superfície.
Desde aquí se irradia luz y calor al espacio. La temperatura es de unos 5.000°C. En la fotosfera aparecen las
manchas oscuras y las fáculas que son regiones brillantes alrededor de las manchas, con una temperatura
superior a la normal de la fotosfera y que están relacionadas con los campos magnéticos del Sol.
Cromosfera: sólo puede ser vista en la totalidad de un eclipse de Sol. Es de color rojizo, de densidad muy
baja y de temperatura altísima, de medio millon de grados. Esta formada por gases enrarecidos y en ella
existen fortísimos campos magnéticos.
Corona: capa de gran extensión, temperaturas altas y de bajísima densidad. Está formada por gases
enrarecidos y gigantescos campos magnéticos que varían su forma de hora en hora. Ésta capa es
impresionante vista durante la fase de totalidad de un eclipse de Sol.
Componentes químicos Símbolo %
Hidrógeno H 92,1
Helio He 7,8
Oxígeno O 0,061
Carbono C 0,03
Nitrógeno N 0,0084
Neón Ne 0,0076
Hierro Fe 0,0037
Silicio Si 0,0031
Magnesio Mg 0,0024
Azufre S 0,0015
Otros 0,0015
La Energía Solar
La energía generada en el centro del Sol tarda un millón de años para alcanzar la superficie solar. Cada
segundo se convierten 700 millones de toneladas de hidrógeno en cenizas de helio. En el proceso se liberan 5
millones de toneladas de energía pura; por lo cual, el Sol cada vez se vuelve más ligero.
El Sol también absorbe materia. Es tan grande y tiene tal fueza que a
menudo atrae a los asteroides y cometas que pasan cerca. Naturalmente,
cuando caen al Sol, se desintegran y pasan a formar parte de la estrella.
Manchas Solares
Las manchas solares tienen una parte central obscura conocida como
umbra, rodeada de una región más clara llamada penumbra. Las manchas
solares son obscuras ya que son más frías que la fotosfera que las rodea.
Las manchas solares generalmente crecen y duran desde varios días hasta
varios meses. Las observaciones de las manchas solares reveló primero que el Sol rota en un período de 27
días (visto desde la Tierra).
El número de manchas solares en el Sol no es constante, y cambia en un período de 11 años conocido como
el ciclo solar. La actividad solar está directamente relacionada con este ciclo.
Protuberancias solares
Las protuberancias solares son enormes chorros de gas caliente
expulsados desde la superficie del Sol, que se extienden a muchos
miles de kilómetros. Las mayores llamaradas pueden durar varios
meses.
Las temperaturas en su parte central son, aproximadamente, una centésima parte de la temperatura de la
corona, mientras que su densidad es unas 100 veces la de la corona ambiente. Por lo tanto, la presión del gas
dentro de una protuberancia es aproximadamente igual a la de su alrededor.
El viento solar
El viento solar es un
flujo de partículas
cargadas,
principalmente
protones y electrones,
que escapan de la
atmósfera externa del
sol a altas velocidades
y penetran en el
Sistema Solar.
Algunas de estas
partículas cargadas
quedan atrapadas en el
campo magnético
terrestre girando en
espiral a lo largo de las
líneas de fuerza de uno
a otro polo magnético.
Las auroras boreales y australes son el resultado de las interacciones de estas partículas con las moléculas
de aire. La velocidad del viento solar es de cerca de 400 kilómetros por segundo en las cercanías de la órbita
de la Tierra. El punto donde el viento solar se encuentra que proviene de otras estrellas se llama heliopausa, y
es el límite teórico del Sistema Solar. Se encuantra a unas 100 UA del Sol. El espacio dentro del límite de la
heliopausa, conteniendo al Sol y al sistema solar, se denomina heliosfera.
LOS PLANETAS
Los planetas giran alrededor del Sol. No tienen luz propia, sino que reflejan la luz solar.
Los planetas tienen diversos movimientos. Los más importantes son dos: el de rotación y el de translación.
Por el de rotación, giran sobre sí mismos alrededor del eje. Ésto determina la duración del día del planeta. Por
el de translación, los planetas describen órbitas alrededor del Sol. Cada órbita es el año del planeta. Cada
planeta tarda un tiempo diferente para completarla. Cuanto más lejos, más tiempo. Giran casi en el mismo
plano, excepto Plutón, que tiene la órbita más inclinada, excéntrica y alargada.
Los planetas tienen forma casi esférica, como una pelota un poco aplanada por los polos.
Los materiales compactos están en el núcleo. Los gases, si hay, forman una atmosfera sobre la superficie.
Mercurio, Venus, la Tierra, Marte son planetas pequeños y rocosos, con densidad alta. Tienen un movimiento
de rotación lento, pocas lunas (o ninguna) y forma bastante redonda. Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, los
gigantes gaseosos, son enormes y ligeros, hechos de gas y hielo. Estos planetas giran deprisa y tienen
muchos satélites, más abultamiento ecuatorial y anillos.
* Pluton dejó de ser considerado un planeta en la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional
(UAI) celebrada en Praga el 24 de agosto de 2006. En este sitio, sin embargo, se siguen facilitando sus datos
en la lista de planetas.
Los planetas se formaron hace unos 4.650 millones de años, al mismo tiempo que el Sol.
En general, los materiales ligeros que no se quedaron en el Sol se alejaron más que los pesados. En la nube
de gas y polvo original, que giraba en espirales, había zonas más densas, proyectos de lo que más tarde
formarían los planetas.
La gravedad y las colisiones llevaron más materia a estas zonas y el movimiento rotatorio las redondeó.
Después, los materiales y las fuerzas de cada planeta se fueron reajustando, y todavía lo hacen. Los planetas
y todo el Sistema Solar continúan cambiando de aspecto. Sin prisa, pero sin pausa.
LA TIERRA
La Tierra no es una esfera perfecta, sino que tiene forma de pera. Cálculos basados en las perturbaciones de
las órbitas de los satélites artificiales revelan que el ecuador se engrosa 21 km; el polo norte está dilatado 10
m y el polo sur está hundido unos 31 metros.
Formación de la Tierra
La Tierra se formó hace unos 4.650 millones de años, junto con todo el Sistema Solar. Aunque las piedras
más antiguas de la Tierra no tienen más de 4.000 millones de años, los meteoritos, que se corresponden
geológicamente con el núcleo de la Tierra, dan fechas de unos 4.500 millones de años, y la cristalización del
núcleo y de los cuerpos precursores de los meteoritos, se cree que ocurrió al mismo tiempo, unos 150
millones de años después de formarse la Tierra y el Sistema Solar.
Después de condensarse a partir del polvo cósmico y del gas mediante la atracción gravitacional, la Tierra era
casi homogénea y bastante fría. Pero la continuada contracción de materiales y la radiactividad de algunos de
los elementos más pesados hizo que se calentara.
Después, comenzó a fundirse bajo la influencia de la gravedad, produciendo la diferenciación entre la corteza,
el manto y el núcleo, con los silicatos más ligeros moviéndose hacia arriba para formar la corteza y el manto y
los elementos más pesados, sobre todo el hierro y el níquel, cayendo hacia el centro de la Tierra para formar
el núcleo.
Al mismo tiempo, la erupción de los numerosos volcanes, provocó la salida de vapores y gases volátiles y
ligeros. Algunos eran atrapados por la gravedad de la Tierra y formaron la atmósfera primitiva, mientras que el
vapor de agua condensado formó los primeros océanos.
Magnetismo de la Tierra
El magnetismo terrestre significa que la Tierra se comporta como un enorme imán. El físico inglés William
Gilbert fue el primero que lo señaló, en 1600, aunque los efectos del magnetismo terrestre se habían utilizado
mucho antes en las brújulas primitivas.
La Tierra está rodeada por un potente campo magnético, como si el planeta tuviera un enorme imán en su
interior cuyo polo sur estuviera cerca del polo norte geográfico y viceversa. Por paralelismo con los polos
geográficos, los polos magnéticos terrestres reciben el nombre de polo norte magnético y polo sur magnético,
aunque su magnetismo real sea opuesto al que indican sus nombres.
El polo norte magnético se sitúa hoy cerca de la costa oeste de la isla Bathurst en los Territorios del Noroeste
en Canadá. El polo sur magnético está en el extremo del continente antártico en Tierra Adelia.
Las posiciones de los polos magnéticos no son constantes y muestran notables cambios de año en año. Las
variaciones en el campo magnético de la Tierra incluyen el cambio en la dirección del campo provocado por el
desplazamiento de los polos. Esta es una variación periódica que se repite cada 960 años. También existe
una variación anual más pequeña.
ESTRUCTURA DE LA TIERRA
La corteza del planeta Tierra está formada por placas que flotan sobre el
manto, una capa de materiales calientes y pastosos que, a veces, salen
por una grieta formando volcanes.
Atmósfera: Es la cubierta gaseosa que rodea el cuerpo sólido del planeta. Tiene un grosor de más de 1.100
km, aunque la mitad de su masa se concentra en los 5,6 km más bajos.
Hidrosfera: Se compone principalmente de océanos, pero en sentido estricto comprende todas las superficies
acuáticas del mundo, como mares interiores, lagos, ríos y aguas subterráneas. La profundidad media de los
océanos es de 3.794 m, más de cinco veces la altura media de los continentes.
Litosfera: Compuesta sobre todo por la corteza terrestre, se extiende hasta los 100 km de profundidad. Las
rocas de la litosfera tienen una densidad media de 2,7 veces la del agua y se componen casi por completo de
11 elementos, que juntos forman el 99,5% de su masa. El más abundante es el oxígeno, seguido por el silicio,
aluminio, hierro, calcio, sodio, potasio, magnesio, titanio, hidrógeno y fósforo. Además, aparecen otros 11
elementos en cantidades menores del 0,1: carbono, manganeso, azufre, bario, cloro, cromo, flúor, circonio,
níquel, estroncio y vanadio. Los elementos están presentes en la litosfera casi por completo en forma de
compuestos más que en su estado libre.
La litosfera comprende dos capas, la corteza y el manto superior, que se dividen en unas doce placas
tectónicas rígidas. El manto superior está separado de la corteza por una discontinuidad sísmica, la
discontinuidad de Mohorovicic, y del manto inferior por una zona débil conocida como astenosfera. Las rocas
plásticas y parcialmente fundidas de la astenosfera, de 100 km de grosor, permiten a los continentes
trasladarse por la superficie terrestre y a los océanos abrirse y cerrarse.
Manto: Se extiende desde la base de la corteza hasta una profundidad de unos 2.900 km. Excepto en la zona
conocida como astenosfera, es sólido y su densidad, que aumenta con la profundidad, oscila de 3,3 a 6. El
manto superior se compone de hierro y silicatos de magnesio como el olivino y el inferior de una mezcla de
óxidos de magnesio, hierro y silicio.
Núcleo: Tiene una capa exterior de unos 2.225 km de grosor con una densidad relativa media de 10. Esta
capa es probablemente rígida y su superficie exterior tiene depresiones y picos. Por el contrario, el núcleo
interior, cuyo radio es de unos 1.275 km, es sólido. Ambas capas del núcleo se componen de hierro con un
pequeño porcentaje de níquel y de otros elementos. Las temperaturas del núcleo interior pueden llegar a los
6.650 °C y su densidad media es de 13.
El núcleo interno irradia continuamente un calor intenso hacia afuera, a través de las diversas capas
concéntricas que forman la porción sólida del planeta. La fuente de este calor es la energía liberada por la
desintegración del uranio y otros elementos radiactivos. Las corrientes de convección dentro del manto
trasladan la mayor parte de la energía térmica de la Tierra hasta la superficie.
MOVIMIENTOS DE LA TIERRA
La órbita de la Tierra es elíptica: hay momentos en que se encuentra más cerca del Sol y otros en que está
más lejos. Además, el eje de rotación del planeta está un poco inclinado respecto al plano de la órbita. Al cabo
del año parece que el Sol sube y baja.
El camino aparente del Sol se llama eclíptica, y pasa sobre el ecuador de la Tierra a principios de la primavera
y del otoño. Estos puntos son los equinocios. En ellos el día y la noche duran igual. Los puntos de la eclíptica
más alejados del ecuador se llaman solsticios, y señalan el principio del invierno y del verano.
Cerca de los solsticios, los rayos solares caen más verticales sobre uno de los dos hemisferios y lo calientan
más. Es el verano. Mientras, el otro hemisferio de la Tierra recibe los rayos más inclinados, han de atravesar
más trozo de atmosfera y se enfrían antes de llegar a tierra. Es el invierno.
Al igual que todo el
Sistema Solar, la Tierra
se mueve por el
espacio a unos 20,1
km/s o 72,360 km/h
hacia la constelación
de Hércules. Sin
embargo, la Vía Láctea
como un todo, se
mueve hacia la
constelación de Leo a
600 km/s.
Traslación: La Tierra y
la Luna giran juntas en
una órbita elíptica
alrededor del Sol. La
excentricidad de la
órbita es pequeña,
tanto que la órbita es prácticamente un círculo. La circunferencia aproximada de la órbita de la Tierra es de
938.900.000 km y nuestro planeta viaja a lo largo de ella a una velocidad de unos 106.000 km/h.
Rotación: La Tierra gira sobre su eje una vez cada 23 horas, 56 minutos y 4,1 segundos. Por lo tanto, un
punto del ecuador gira a poco más de 1.600 km/h y un punto de la Tierra a 45° de altitud N, gira a unos 1.073
km/h.
Otros movimientos: Además de estos movimientos primarios, hay otros componentes en el movimiento total
de la Tierra como la precesión de los equinoccios y la nutación, una variación periódica en la inclinación del
eje de la Tierra provocada por la atracción gravitacional del Sol y de la Luna.
PRECESIÓN Y NUTACIÓN
Los equinoccios no son fijos porque el plano del ecuador gira en relación al plano de la eclíptica; completa un
giro cada 25.868 años. El movimiento de los equinoccios en la eclíptica se llama precesión de los equinoccios.
Para establecer la posición real de las estrellas en un momento determinado tiene que aplicarse una
corrección de precesión a las cartas celestes.
Por su parte, la nutación es un leve balanceo que experimenta la Tierra a causa de la atracción gravitacional
de la Luna
Precesión
La Tierra es un elipsoide de forma irregular, aplastado por los polos y
deformado por la atracción gravitacional del Sol, la Luna y, en menor
medida, de los planetas. Esto provoca una especie de lentísimo
balanceo en la Tierra durante su movimiento de traslación llamado
"precesión de los equinoccios", que se efectúa en sentido inverso al de
rotación, es decir en sentido retrógrado (sentido de las agujas del reloj).
Nutación
Hay otro movimiento que se superpone con la precesión, es la nutación,
un pequeño vaivén del eje de la Tierra. Como la Tierra no es esférica, la
atracción de la Luna sobre el abultamiento ecuatorial de la Tierra provoca el fenómeno de nutación. Para
hacernos una idea de este movimiento, imaginemos que, mientras el eje de rotación describe el movimiento
cónico de precesión, recorre a su vez una pequeña elipse o bucle en un periodo de 18,6 años.
En una vuelta completa de precesión (25.767 años) la Tierra realiza más de 1.300 bucles de nutación. El
movimiento de nutación de la Tierra fue descubierto por el astrónomo británico James Bradley.
PLANETA AZUL
La Hidrosfera
Llamamos hidrosfera al conjunto de toda el agua que hay sobre la
superficie de la Tierra: océanos, mares, rios, lagos, pantanos, glaciares,
polos, ... Se formó en una época temprana de la evolución terrestre, a
partir del vapor producido por lae serupciones volcánicas, cuando eran
más frecuentes que en la actualidad. El vapor se condensó formando nubes que luego provocaron lluvias
torrenciales a lo largo de millones de años. Puede que la historia bíblica de Noé pretenda explicar este
fenómeno aunque, evidentemente, cuando ocurrió no había humanos.
La mayor parte del agua se encuentra en los océanos, que cubren casi las tres cuartas partes de la superfície
terrestre. En el hemisferio norte, las aguas ocupan unos 154 millones de km. cuadrados, frente a los 100 de
las tierras emergidas. En ell hemisferio sur, en cambio, los mares ocupan 206 millones de km. cuadrados,
frente a los sólo 48 millones de km. cuadrados de tierra firme.
En la Tierra hay unos 1.400 millones de km. cúbicos de agua, de los cuales, sólo el 3,5 % es agua dulce y, de
esta, la mayoria se encuentra en forma de hielo, en los polos. Esta enorme cantidad de agua ayuda a
amortiguar las diferencias de temperatura que se producirían en las distintas estaciones del año o entre el día
y la noche.
La Atmósfera
Inicialmente, la Tierra tenía una atmósfera muy distinta de la actual. Las erupciones volcánicas constantes
emitieron enormes cantidades de vapor de agua que, al precipitarse, formó mares y océanos. Allí surgieron
las primeras algas que empezaron a consumir dióxido de carbono y fabricar oxígeno. Como el primero
abundaba y, sin embargo, no había animales que consumiesen el segundo, las algas proliferaron y, al cabo de
millones de años, habían conseguido transformar la atmófera inicial en otra de composición parecida a la
actual.
MAGNETISMO Y ELECTRICIDAD
Por otra parte, en la superficie terrestre y en la atmósfera se generan diversas corrientes eléctricas producidas
por diversas causas, además de un intercambio constante de electricidad entre el aire y la Tierra.
Las posiciones de los polos magnéticos no son constantes y muestran notables cambios de año en año. Cada
960 años, las variaciones en el campo magnético de la Tierra incluyen el cambio en la dirección del campo
provocado por el desplazamiento de los polos. El campo magnético de la Tierra tiene tendencia a trasladarse
hacia el Oeste a razón de 19 a 24 km por año.
Electricidad terrestre
Se conocen tres sistemas eléctricos generados por procesos naturales.
Uno está en la atmósfera. otro está dentro de la Tierra, fluyendo paralelo
a la superficie, y el tercero, que traslada carga eléctrica entre la atmósfera
y la Tierra, fluye en vertical.
Se ha observado un flujo de electricidad positiva que se mueve hacia abajo desde la atmósfera hacia la Tierra.
La causa es la carga negativa de la Tierra, que atrae iones positivos de la atmósfera. Al parecer, la carga
negativa se traslada a la Tierra durante las tormentas y el flujo descendente de corriente positiva durante el
buen tiempo se contrarresta con un flujo de regreso de la corriente positiva desde zonas de la Tierra con
tormentas.
MAPAS
El ser humano siempre ha tenido la necesidad de desplazarse de un lugar a otro. A veces, en busca de
alimentos, territorios nuevos o climas más benignos. Otras, para extender sus actividades comerciales o
arrebatar territorios y ciudades a otros humanos. Últimamente, viajar por placer, en vacaciones, hacer turismo.
Desde antiguo, antes de emprender un viaje, nos gusta saber qué vamos a encontrar, cuales son las formas
del terreno. Para representarlo, empezamos con unos simples trazos que indicaban las principales
características o accidentes geográficos de un territorio y hemos llegado hasta los sofisticados mapas
actuales.
Con la ayuda de los
datos que se obtienen
gracias a la topografía
es posible elaborar
mapas. El principal
problema consiste en
tener que representar
sobre una superficie
plana aquello que
está, en la realidad,
sobre la superficie de
una esfera. Desde la
antigüedad se han
hecho diversos
intentos de
solucionarlo.
Actualmente se
emplean las proyecciones topográficas, que consisten en transformar los datos topográficos en valores sobre
un plano, haciendo pequeñas correcciones.
Para ello, se divide la superficie terrestre en secciones llamadas retículos geográficos y se trasladan sobre
un plano por medio de un sistema de coordenadas.
METEORITOS
Los meteoroides entran en la atmósfera a una velocidad media que oscila entre 10 y 70 km/s. Los pequeños y
medianos se frenan rápidamente hasta unos cientos de km/hora debido a la fricción, y cuando caen a tierra (si
llegan) lo hacen con poca fuerza. Solamente los grandes conservan la velocidad suficiente para dejar un
cráter.
Hay tres clases de meteoritos: los litosideritos estan formados por materiales rocosos y hierro. Constituyen
apenas un uno por ciento de los meteoritos. Los meteoritos rocosos, formados solamente por rocas, son los
más abundantes. Los meteoritos ferrosos, un 6% del total, contienen gran cantidad de hierro.
El estudio de meteoritos revela datos interesantes. Son buenos ejemplos de la materia primitiva del Sistema
Solar, aunque en algunos casos sus propiedades han sido alteradas.
El único hierro que conocían los humanos antes de inventar la forja provenía de los meteoritos. Los minerales
terrestres que contienen hierro no tienen resistencia. El hierro extraterrestre nos puso en la pista de la
metalúrgia.
Algunas catástrofes del pasado pueden haber sido causadas por meteoritos, como la extinción de los
dinosaurios del Cretaceo, hace 65 millones de años, provocada por la caída de un meteorito de unos 10 Km.
de diámetro. O, al menos, así lo creen algunos astrónomos.
LA LUNA
Características de la Luna
La Luna describe su órbita alrrededor de la Tierra a una distancia media de 384.403 km y a una velocidad
media de 3.700 km/h. Aunque aparece brillante a simple vista, sólo refleja en el espacio alrededor del 7% de
la luz que recibe del Sol. Este poder de reflexión, o albedo, es similar al del polvo de carbón.
Los observadores antiguos creían que las regiones oscuras de su superficie eran océanos, dándole el nombre
latino de "mare", que todavía usamos. Las regiones más brillantes se consideraban continentes.
Desde el renacimiento, los telescopios han revelado numerosos detalles de la superficie lunar, y las naves
espaciales han contribuido todavía más a este conocimiento. Hoy sabemos que la Luna tiene cráteres,
cadenas de montañas, llanuras o mares, fracturas, cimas, fisuras lunares y radios.
El mayor cráter es el llamado Bailly, de 295 km de diámetro y 3.960 m de profundidad. El mar más grande es
el Mare Imbrium (mar de las Lluvias), de 1.200 km de diámetro. Las montañas más altas, en las cordilleras
Leibniz y Doerfel, cerca del polo sur, tienen cimas de hasta 6.100 m de altura, comparables a la cordillera del
Himalaya.
El origen de los cráteres lunares se ha debatido durante mucho tiempo. Los estudios muestran que la mayor
parte se formaron por impactos de meteoritos que viajaban a gran velocidad o de pequeños asteroides, sobre
todo durante la era primaria de la historia lunar, cuando el Sistema Solar contenía todavía muchos de estos
fragmentos. Sin embargo, algunos cráteres, fisuras lunares y cimas presentan características que son
indiscutiblemente de origen volcánico.
El movimiento de la Luna en su órbita alrededor de la Tierra hace que el Sol la ilumine de distinta forma,
según la posición. En algunas ocasiones, el Sol, la Tierra y la Luna se encuentran alineados. Las fases de la
luna determinaron, desde la antigüedad, la medida del tiempo, mientras que los eclipses se tomaron como
acontecimientos espectaculares y trascendentes.
Dado que la Luna gira alrededor de la Tierra (es su único satélite), la luz del Sol le llega desde posiciones
diferentes, que se repiten en cada vuelta. Cuando ilumina toda la cara que vemos se llama luna llena. Cuando
no la vemos en el cielo es la fase de luna nueva. Entre estas dos fases sólo se ve un trozo de la luna, un
cuarto creciente o un cuarto menguante.
Las primeras civilizaciones ya medían el tiempo contando las fases de la Luna. Una semana es lo que dura
cada fase, y un mes, aproximadamente, todo el ciclo.
A veces, el Sol, la Luna y la Tierra se sitúan formando una línea recta. Entonces se producen sombras, de
forma que la de la Tierra cae sobre la Luna o al revés. Son los eclipses.
Cuando la Luna pasa por detrás y se sitúa a la sombra de la Tierra, se produce un Eclipse Lunar (dibujo,
izquierda). Cuando la Luna pasa entre la Tierra y el Sol, lo tapa y se produce un Eclipse Solar (dibujo,
derecha).
Si un astro llega a ocultar totalmente al otro, el eclipse es total, si no, es parcial. Algunes veces la Luna se
pone delante del Sol, pero únicamente oculta el centro. Entonces el eclipse tiene forma anular, de anillo.