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Masculino de 80 años, acude a urgencias por presentar disnea de pequeños

esfuerzos.
Dx: Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La definición de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) propuesta
por la Gobal Initiative for Obstructive
Lung Disease (GOLD) es la siguiente:
«la EPOC es una enfermedad
respiratoria crónica que se puede
tratar y prevenir, y que se asocia a
efectos extrarrespiratorios que
contribuyen a su gravedad en
determinados pacientes. Desde la
perspectiva pulmonar, se caracteriza
por una limitación de los flujos en las
vías respiratorias que no es del todo
reversible. Esta disminución del flujo
es habitualmente progresiva y se
asocia a una respuesta inflamatoria
anómala de los pulmones expuesto a gases y partículas tóxicos»

Causas
La causa principal de la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en los
países desarrollados es el tabaquismo. En
los países en vías de desarrollo, la EPOC a
menudo se presenta en personas que están
expuestas a gases combustibles usados
para cocinar o para calefaccionar en
viviendas con mala ventilación.

Aunque el impacto del tabaco está


plenamente demostrado, sólo el 15-30% de
los fumadores desarrollan una EPOC, y
alrededor del 20% de las EPOC se
producen en personas no fumadoras. Existen, por tanto, otros factores de riesgo:

• El único factor genético que se ha identificado con claridad por el momento es el


déficit de α-1-antitripsina, responsable de un enfisema panlobulillar que se
desarrolla a lo largo de algunas décadas. Sin embargo, existen varias centenas de
genes que pueden intervenir en la sensibilización de los broncópatas al tabaco;
• Los datos epidemiológicos confirman la participación de los contaminantes
atmosféricos (ozono, algunas partículas de peso molecular especifico);
• También se ha demostrado que algunas exposiciones domésticas (combustión
de biomasa) pueden provocar una EPOC, aunque de menor gravedad y evolución
más lenta que las relacionadas con el tabaco.
Muchos fumadores creen que la contaminación es responsable de su enfermedad,
pero el factor más importante es, con mucho, su tabaquismo activo.

Síntomas

En estadios iniciales de la enfermedad, los síntomas pueden estar ausentes o ser


mínimos. Su diagnóstico debe considerarse en toda persona mayor de 35-40 años
que fuma (o ha sido fumador) o tiene historia de exposición a otros factores de
riesgo y presenta los siguientes síntomas (Grau A, 2012: Kankaanranta H, 2015;
GOLD, 2016):

 Tos crónica: puede ser intermitente y no


productiva. Presenta una sensibilidad (S): 0,51-
0,69; especificidad (E): 0,48-0,71; cociente de
probabilidad positivo (CP+): 1,33-1,76 y cociente
de probabilidad negativo (CP-): 0,65-0,69.

 Expectoración: el volumen diario de la


expectoración es, normalmente, menor de 60
ml/día y mucoide. Un incremento del volumen o
purulencia puede indicar exacerbación. Si es
excesivo sugiere bronquiectasias. La expectoración hemoptoica obliga a descartar
otros diagnósticos, principalmente carcinoma broncopulmonar. Presenta una S:
0,2-0,56; E: 0,6-0,95; CP+: 1,40-4,0 y CP-: 0,73-0,84.

 Disnea: se desarrolla de forma progresiva a lo largo de la evolución de la


enfermedad. Es persistente (todos los días) y con frecuencia empeora con el
ejercicio. Según el grado de disnea la S oscila entre 0,03-0,75; E: 0,37-0,99; CP+:
1,19-3 y CP-: 0,53-0,98. Como instrumento de medida puede utilizarse la escala
modificada de la British Medical Research Council (mMRC) (Kesten S, 1993):

o Grado 0: ausencia de disnea excepto al realizar ejercicio intenso.

o Grado 1: disnea al andar deprisa o al subir una cuesta poco pronunciada.

o Grado 2: incapacidad de mantener el paso de otras personas de la misma edad,


caminando en llano, debido a la dificultad respiratoria, o tener que parar a
descansar al andar en llano al propio paso.
o Grado 3: tener que parar a descansar al andar unos 100 metros o a los pocos
minutos de andar en llano.

o Grado 4: la disnea impide al paciente salir de casa o aparece con actividades


como vestirse o desvestirse.

Además en la historia clínica, deben recogerse los antecedentes familiares de


EPOC, personales en relación a la exposición a diferentes factores de riesgo y la
posibilidad de cambiarlos, infecciones respiratorias en la infancia, comorbilidad,
presencia de exacerbaciones e ingresos hospitalarios, afectación de la calidad de
vida y apoyo social y familiar (GOLD, 2016).

Pruebas y exámenes
 Radiografía de tórax postero-anterior y lateral: se recomienda su realización en
la valoración inicial para excluir otras alternativas diagnósticas y establecer la
presencia de comorbilidad, así como para descartar complicaciones. Tiene una
baja sensibilidad para la detección de EPOC (del 50% en los estadios moderado-
grave). Puede ser normal o mostrar hiperinsuflación pulmonar con
hipovascularización periférica, aplanamiento hemidiafragmático, bullas o signos de
hipertensión arterial pulmonar (Miravitlles M, 2012; Kankaanranta H, 2015; GOLD,
2016).

 Tomografía computarizada de alta resolución (TAC): no está indicada de forma


rutinaria. Se recomienda en el estudio prequirúrgico de la EPOC y para el
diagnóstico de procesos concomitantes como bronquiectasias o neoplasias
(Kankaanranta H, 2015; GOLD, 2016).
 Electrocardiograma: es útil para detectar comorbilidad cardíaca y ante la
sospecha de cor pulmonale (NICE, 2012).

 Ecocardiograma: indicado si se sospecha hipertensión pulmonar y para el


estudio de comorbilidad cardíaca (NICE, 2012).

 Analítica general y cultivos de esputo: no existe ningún cambio analítico


diagnóstico de EPOC, salvo variaciones específicas durante las exacerbaciones.
En la EPOC estable no está indicado la realización de cultivo de esputo
(Kankaanranta H, 2015).

 Determinación de los volúmenes pulmonares y capacidad de


difusión: ayudan a caracterizar la gravedad de la EPOC pero no son
imprescindibles para su manejo (GOLD, 2016).

 Pulsioximetría: indicada en pacientes estables con FEV1 <35% o datos clínicos


de insuficiencia respiratoria o fallo derecho para valorar la necesidad de
oxigenoterapia (GOLD, 2016).

 Gasometría arterial: es aconsejable realizarla si con pulsioximetría obtenemos


una SaO2 <92% (GOLD, 2016).

 Alfa1 antitripsina: su determinación debe realizarse en áreas con alta prevalencia


de déficit de la misma y en pacientes diagnosticados de EPOC antes de los 45
años con un consumo tabáquico inferior a 20 paquetes/año (Marciniuk DD, 2012;
Kankaanranta H, 2015; GOLD, 2016). Algunos autores recomiendan determinarla
en todos los pacientes con EPOC (Miravitlles M, 2012). Un valor inferior al 2,3%
de alfaglobulinas en ausencia de hipoalbuminemia obliga a realizar la
determinación específica del fenotipo. Una concentración de alfa1 antitripsina por
debajo de 15-20% del valor normal es altamente sugestiva de déficit de alfa1
antitripsina homocigoto (GOLD, 2016).

 Prueba de la marcha de 6 minutos: sirve para evaluar el grado de tolerancia al


ejercicio y ha demostrado ser un buen predictor de supervivencia y de ingresos
hospitalarios por exacerbación (Miravitlles M, 2012; GOLD, 2016).

Tratamiento
El objetivo del tratamiento en el paciente estable, incluye (ISCI, 2011; Miravitlles
M, 2012; Kankaanranta H, 2015) (tablas 4 y 5):

 Mejorar la disnea y demás síntomas respiratorios.

 Conseguir mayor calidad de vida.

 Evitar la progresión de la enfermedad.

 Reducir la frecuencia y gravedad de las exacerbaciones.


 Reducir la mortalidad.

Para ello se utilizarán medidas farmacológicas, no farmacológicas y, en último


término, tratamiento quirúrgico y de cuidados paliativos. La elección más
adecuada deberá realizarse de forma individualizada en función de la
espirometría, clínica, frecuencia y gravedad de las exacerbaciones, presencia de
complicaciones, comorbilidad y necesidades del paciente.

No hay ninguna cura para la EPOC. Sin embargo, hay muchas medidas que se
pueden tomar para aliviar

El objetivo del tratamiento en el paciente estable, incluye (ISCI, 2011; Miravitlles


M, 2012; Kankaanranta H, 2015) (tablas 4 y 5):

 Mejorar la disnea y demás síntomas respiratorios.

 Conseguir mayor calidad de vida.

 Evitar la progresión de la enfermedad.

 Reducir la frecuencia y gravedad de las exacerbaciones.

 Reducir la mortalidad.

Para ello se utilizarán medidas farmacológicas, no farmacológicas y, en último


término, tratamiento quirúrgico y de cuidados paliativos. La elección más
adecuada deberá realizarse de forma individualizada en función de la
espirometría, clínica, frecuencia y gravedad de las exacerbaciones, presencia de
complicaciones, comorbilidad y necesidades del paciente.

Los medicamentos empleados para tratar la EPOC incluyen:

 Medicamentos de alivio rápido para ayudar a abrir las vías respiratorias


 Fármacos de control, para reducir la inflamación pulmonar
 Antiinflamatorios para reducir la hinchazón en las vías respiratorias

 Ciertos antibióticos por tiempo prolongado

En casos graves o durante reagudizaciones, es posible que sea necesario recibir:

 Esteroides por vía oral o a través de una vena (por vía intravenosa)

 Broncodilatadores a través de un nebulizador


 Oxigenoterapia

 Asistencia durante la respiración desde una máquina a través de una


máscara, BiPAP o sonda endotraqueal
Su proveedor de atención médica puede recetar antibióticos durante
las reagudizaciones de los síntomas, porque las infecciones pueden empeorar la
EPOC.
La oxigenoterapia en el hogar puede ser necesaria si usted tiene un nivel bajo de
oxígeno en la sangre.
La rehabilitación pulmonar no cura la EPOC. Sin embargo, puede enseñarle a
inhalar de una manera diferente de forma tal que pueda permanecer activo y
sentirse mejor.

Posibles complicaciones

La EPOC puede causar muchas complicaciones, incluidas las siguientes:


Infecciones respiratorias. Las personas con EPOC tienen mayor probabilidad de
sufrir resfríos, gripe o neumonía. Cualquier infección respiratoria puede dificultar
mucho la respiración y causar un mayor daño al tejido pulmonar. La vacunación
anual contra la gripe y las vacunaciones periódicas contra la neumonía
neumocócica pueden prevenir algunas infecciones.

Problemas del corazón. Por motivos que no se comprenden del todo, la EPOC
puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, incluido el ataque
cardíaco. Dejar de fumar puede reducir este riesgo.

Cáncer de pulmón. Las personas con EPOC tienen un riesgo más alto de
padecer cáncer de pulmón. Dejar de fumar puede reducir este riesgo.
Presión arterial alta en las arterias pulmonares. La EPOC puede causar
presión arterial alta en las arterias que hacen circular sangre a los pulmones
(hipertensión pulmonar).

Depresión. La dificultad para respirar puede impedir que hagas actividades que
disfrutas. Además, vivir con esta enfermedad grave puede contribuir a que el
paciente presente depresión. Habla con tu médico si te sientes triste o impotente,
o si piensas que puedes tener depresión.

Conclusiones
Conocer acerca de las enfermedades de la vía aérea y su manejo adecuado es de
vital importancia para un médico, el EPOC ha tomado gran importancia debido al
consumo de tabaco y a la industrialización de las poblaciones, su diagnóstico
oportuno ayuda a que el paciente afectado lleve el tratamiento adecuado y tenga
una mejor calidad de vida.

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