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Estructura histológica

Tejido muscular
El tejido muscular se encarga del movimiento del cuerpo. En este tejido la nomenclatura
común cambia, y se le llama sarcolema a la membrana celular, sarcoplasma al citoplasma,
retículo sarcoplásmico al retículo endoplásmico y sarcosomas a las mitocondrias. El tejido
muscular se divide en dos, liso y estriado, este último debido a las líneas transversales que
presenta, y que a su vez se divide en esquelético, cardíaco y visceral. Este tejido se
caracteriza por presentar células alargadas y dispuestas de forma paralela
La fibra muscular (miocito) es la unidad funcional y estructural y está formada por
miofibrillas, que son cada uno de los mioblastos. Estas miofibrillas están compuestas a su vez
por miofilamentos que pueden ser finos, de actina, y gruesos de miosina II. Son alargadas y
de forma poligonal transversalmente, llegan a tener un diámetro de entre 10 y 100 µm,
mientras que su longitud varía desde casi un metro hasta unos pocos milímetros. Sus núcleos
están ubicados justo debajo de la membrana o sarcolema, compuesto por membrana
plasmática, lámina externa y lámina reticular. En la clase aprendimos el mecanismo de
contracción de las fibras y el cortejamiento de la “princesa” por parte del “gordo cabezón”,
pero esas estructuras no son visibles en nuestros microscopios (creo). Transversalmente se
llegan a ver muchos puntitos, que corresponden a los miofilamentos. En tinción de reacción
NADH-TR, presentan distintos grados de basofilia dependiendo del tipo de célula (que
veremos más adelante).
Longitudinalmente, las células musculares son alargadas, cilíndricas, de tinción eosinófila y
que en realidad son sincitios multinucleados, pues cada fibra es la fusión de otras células más
pequeñas, los mioblastos. Están rodeadas por tejido conjuntivo, un endomisio que recubre
cada fibra, después estas fibras crean fascículos, cada fascículo está rodeado por perimisio.
Finalmente, el epimisio rodea al músculo completo con todos sus fascículos y fibras. Además,
las fascias de los músculos están compuestas por tejido conjuntivo denso regular.
El músculo esquelético se fija al hueso y es responsable del movimiento y el mantenimiento
de la postura corporal. En un corte transversal distinguimos tres tipos de células, las de tipo I
se ven de un color rojo/rosa fuerte gracias a sus mitocondrias y mioglobina; las de tipo IIA son
de un color rosa un poco más bajo, no presentan tanta cantidad de mitocondrias ni de
mioglobina como las anteriores, pero tienen más glucógeno; y las de tipo IIB que son de una
coloración más pálida y de rosa blanquecino, tienen una cantidad mucho menor de
mitocondras y mioglobina, pero mucho más glucógeno. La cantidad de cada una de estas
células depende de la persona, y determinará aspectos de su condición física. Presenta las
fibras alargadas que se describieron previamente.
También hay células satélite ubicadas en la lámina externa, que sirven para la regeneración
en lesiones especiales. Su identificación es difícil porque su citoplasma se confunde con el
sarcoplasma de la fibra muscular, sin embargo tienen un núcleo más denso que el de las
fibras y un citoplasma escaso.
El músculo cardíaco se encuentra en la pared del corazón y en la desembocadura de las
venas grandes que llegan a este órgano, tienen el núcleo en el centro y están ramificadas en
discos intercalares para la comunicación entre células por medio de nexos de hendidura. Su
citoplasma es eosinófilo y tiene los mismos tipos y organización de filamentos contráctiles que
el músculo esquelético. Sus células son más cortas, de 10 a 100 µm de diámetro y de 80 a
100 µm de largo, y con un núcleo único central.
El músculo estriado visceral es morfológicamente idéntico al músculo esquelético, se
encuentra en la lengua, la faringe, la parte lumbar del diafragma y superior del esófago.
El músculo liso presenta fibras alargadas y fusiformes de 0,2 a 2 µm de diámetro y de 20 a
200 µm de largo, con sus extremos aguzados, de citoplasma eosinófilo, con un núcleo único
alargado centrado. Está contraída con forma de tirabuzón y no presentan estriaciones
transversales. Las células musculares lisas están conectadas por uniones de hendidura.

Referencias
Geneser, F. (2015). Geneser Histología (4ta ed.). Médica Panamericana.
Pawlina, W. (2015). Ross Histología (7a ed.). Philadelphia, PA: Wolters Kluwer.
Welsch, U. (2014) Sobotta Histología (3a ed.). Médica Panamericana.

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