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Ö«¿² Ù±²¼®¿
HACE cien años, el 27 de septiem-
bre de 1913, viajaron a Urioste los
más preclaros médicos, veterinarios
y farmacéuticos bilbainos para ren-
dir allí homenaje a uno de los más
notables profesionales de la salud
que Bizkaia ha visto nacer en su se-
no: el tercer hijo del albeitar Ma-
nuel de Arechabaleta, José Cosme
Arechavaleta y Balparda, natural de
aquel barrio de Ortuella, quien desa-
rrolló su carrera científica muy lejos
de su tierra natal, pero cuyo recuer-
do no se ha borrado y ha dado lugar
a nuevos actos en su memoria cuan-
do se cumplieron cien años de su
muerte, el año pasado de 2012, en el
que una ofrenda floral realizada por
el ayuntamiento de Ortuella y el
consulado de Uruguay, rememoraba
su fallecimiento. También en su tie-
rra de adpción se celebró un home-
naje en su honor y se colocó una
placa conmemorativa en el Museo y
Jardín Botánico de Montevideo.
En aquel acto organizado por la
Academia de Ciencias Médicas, le-
yeron su discurso necrológico los
presidentes de los colegios de vete-
rinarios, José de la Sota, y de farma-
céuticos, Cándido de Zuazagoitia,
los médicos Enrique de Areilza, Ce-
sáreo Díaz Emparanza y José Tierra,
médico y diputado. Pero quizás fue-
ra la más notable de las elegías la
que leyó Jesús de Aristegui, director
del Laboratorio Municipal de Bil-
bao, colega del fallecido y buen co-
nocedor de su obra. Asistieron al ac-
to numerosos médicos, veterinarios,
farmacéuticos y autoridades vizcai- Ü·½«®± ¼» Ý™²¼·¼± Æ«¿¦¿¹±·¬·¿
nas.
Ö«¿² Ù±²¼®¿
AUNQUE desde que fue nombrado
Consejero de Sanidad en el año
1991, y mucho más a partir de su
elección como Alcalde de Bilbao en
1999, ha sido mucho más conocido
como político, Iñaki Azkuna había
pasado con anterioridad más de
veinte años de su vida ejerciendo Licenciado en Medicina y
como médico. Aspecto, éste, en el Cirugía (1966, Salamanca)
que vamos a adentrarnos hoy, con Doctorado ‘cum laude’
cierta dificultad por mi parte porque (1971, Salamanca)
salvo un breve contacto en Procar- ‘Assistant Etranger’ en el
diacos, nunca coincidimos en el Hospital Broussais, de la
mismo hospital y en el mismo tiem- Universidad de París (1971-
po. 1972)
Especialista en Radiología y
Formación en Bilbao y París Cardiología.
Había estudiado en Salamanca, Profesor de Medicina Física
ciudad de la que siempre hablaba y Radiología de la UPV (desde
con cariño: “la mejor después de 1973).
Bilbao”. Su admiración por Unamu- Médico Adjunto de Cruces
no juntaba a las dos ciudades que desde 1973. Posteriormente,
había compartido también don Mi- Jefe de Radiología.
guel. Y este cariño fue mutuo, pues En 1979, Presidente de la
fue nombrado “socio de honor” de mesa de Hospitales del Colegio
la ASUS (Asociación de Antiguos de Médicos de Bizkaia.
Alumnos y Amigos de la Universi- En 1981, director de Cruces.
dad de Salamanca) en un solemne En 1982, director de
acto presidido por el rector de la Hospitales del Gobierno vasco.
Universidad de Salamanca Daniel De 1983 a 1987, director
Hernández Ruipérez. General de Osakidetza.
En el año 1970, trabajaba en la ߦµ«²¿ º«» ¼·®»½¬±® ¼» Ñ¿µ·¼»¬¦¿ § ݱ²»¶»®± ¼» Í¿²·¼¿¼ De 1989 a 1991, consejero de
Clínica de Procardiacos, adonde Presidencia del Gobierno
acudíamos algunos médicos inter- vasco.
nos del Hospital de Basurto para De 1991 a 1999, consejero de
aprender los rudimentos de la Car- Sanidad del Gobierno vasco.
diología. Iñaki Azkuna estaba finali-
zando allí su tesis doctoral y era un
hombre que no pasaba desapercibi- director General del Servicio Vasco
do. Aunque todavía muy distante de Salud, la recién nacida Osakidet-
del alcalde directo y sin complejos za, que dirigió hasta 1987.
que hemos conocido después, apun-
taba ya una personalidad recia. ¿Cómo era Azkuna
Completó su formación médica “El Médico”?
en París, donde, quizás por consejo Su especialidad era muy técnica y
de Miguel Iriarte, se especializó en no exigía un contacto directo con el
las técnicas que estaban apareciendo paciente; pero durante sus prácticas
en aquellos años para la exploración de estudiante, cuando acudía al Hos-
radiológica y hemodinámica del co- pital de Basurto para realizarlas du-
razón; técnicas que en pocos años rante sus vacaciones escolares, y en
iban a revolucionar la Cardiología. sus años de formación en Procardia-
cos, sí que tuvo contacto directo con
ellos. Según refería Antonio Villa-
nueva, quien fuera su “maestro” en
Ú«» ¼·®»½¬±® ¼» Basurto y su compañero en Cruces,
fue un buen médico, buen discípulo,
Ý®«½»ô ¼·®»½¬±® buen compañero y buen director.
Aunque no faltarán algunos a quie-
¼» Ñ¿µ·¼»¬¦¿ nes les parezca excesivamente elo-
§ ½±²»¶»®± giosa esta opinión, nadie puso en
duda su gran capacidad de trabajo y
¼» Í¿²·¼¿¼ Ò«²½¿ °»®¼·‰ ´¿ ®»´¿½·‰² ½±² ´¿ Ú¿½«´¬¿¼ ¼» Ó»¼·½·²¿ buena práctica durante sus años de
angio-cardio-radiólogo, tal como lo
todavía puede leerse en sus actas al- demuestran los numerosos artículos
guna intervención suya que presa- publicados por él en revistas cientí-
A su regreso, en 1973, ingresó en giaba su actuación posterior como ficas nacionales e internacionales,
el Hospital de Cruces como médico político. su colaboración en el Tratado de
adjunto en el Servicio de Radiología Cardiología Pediátrica, publicado
del Hospital de Cruces. Eran los Azkuna el director de Cruces por Salvat en 1983, y su libro Angio-
años convulsos del final de la dicta- Su buen quehacer en el Servicio grafía de las cardiopatías congéni-
dura y Cruces estaba dando un salto de Radiología y su trayectoria parti- tas.
prodigioso para transformarse en un cipativa tanto en las cuestiones de Cuando fue elegido miembro de
hospital moderno. Trabajó eficaz- gobierno interior del Hospital de la Real Academia de Medicina de
mente y puso en marcha las técnicas Cruces como en la vida académica Bilbao, en 1996, su discurso de in-
de exploración hemodinámica y an- de la Facultad, le llevó a adquirir un greso no versó sobre su especiali-
giocardiología aprendidas en su es- renombre de hombre eficaz. Pero dad, sino sobre lo que era su centro
tancia en París. Organizó la Sección fue probablemente el trabajo que re- de atención como político: “Sanidad
encargada de ello, de la que fue alizó durante dos años como presi- y estado de bienestar”.
nombrado jefe. dente de la mesa de Hospitales del No podemos terminar sin referir-
Colegio de Médicos de Bizkaia el nos a algunos médicos con los que
El profesor Azkuna que propulsó su nombramiento co- tuvo una especial relación, sobre to-
Su llegada a Cruces coincidió con mo director de Cruces en el año do a Juan Manuel Gandarias, que
la creación de la Unidad Docente de 1981. había sido catedrático de Fisiología
Cruces en la Facultad de Medicina, Existía un cierto desconcierto en en Salamanca y que dirigió su tesis
de la que Azkuna fue nombrado pro- la sanidad pública tras la dictadura y doctoral; a Juan Tomás Negueruela,
fesor de Medicina Física y Radiolo- los hospitales vizcainos no eran aje- con quien compartió buenos mo-
gía. Mantuvo su actividad docente nos a ello e imperaba un cansancio mentos en París y con quien tuvo
hasta que su dedicación a cargos po- que reclamaba orden y estabilidad una continua relación hasta su falle-
líticos le impidió cumplir con ellas. para que Cruces completara su tras- cimiento cuando el siglo XX se
Sus alumnos le recuerdan como un formación en un hospital de primer acercaba a su fin; y al farmaceútico
buen profesor, sobre todo cuando orden, y Azkuna consiguió ambas Javier Saenz de Buruaga, amigo y
explicaba su tema predilecto, donde cosas en menos de dos años. sostén de Azkuna en el inicio de su
confluían sus dos especialidades: la Los resultados obtenidos en su di- carrera política. Su primo Juan
Cardiología y la Radiología. rección le catapultaron al puesto de Carlos completaba este cuarteto
Participó muy activamente en las director de Hospitales del Gobierno muy cercano a Iñaki Azkuna.
juntas de gobierno de la Facultad y Ö«²¬± ¿ Ö«¿² ̱³™ Ò»¹«»®«»´¿ô «²± ¼» « ¿³·¹± ³™ ¯«»®·¼± vasco y, al año siguiente, al cargo de
íè îðïîµ± ¿¾»²¼«¿
Ö«¿² Ù±²¼®¿
DURANTE la mayor parte del
tiempo en el que Begoña fue una
anteiglesia independiente, hasta su
anexión a Bilbao en el año 1925,
no vio necesidad de contratar un
médico asalariado para la atención
a sus vecinos.
La verdad es que se trataba de
un municipio cuya población no
era muy importante y se encontra-
ba, además, muy próximo a la Vi-
lla de Bilbao, cuyos médicos podí-
an prestar servicio a los habitantes
de la vecina Begoña. También el
hospital bilbaino estaba abierto a
ellos, pues las especiales relacio-
nes que tuvieron siempre Abando,
Deusto y Begoña con la Villa pro-
piciaban esta posibilidad.
No es de extrañar, pues, que la
población begoñesa no considera- п²±®™³·½¿
ra necesario el gasto que le hubie- ¼» Þ·´¾¿±
ra supuesto la contratación de un ¼»¼»
médico. Le bastaba contar con uno Ó·®·¾·´´¿
o dos cirujanos romancistas (pro- ¸¿½·¿ ïèéìò
fesión similar a la de los practican- Ì»´»º±®±
tes del siglo XX) quienes garanti- Û®®¿¦¯«·²
zaban una primera asistencia efi-
caz y barata a las personas heridas Gastaño, José Diaz Rabago y agu-
y enfermas. no más forman parte de este baile.
No es fácil imaginar cuáles pu-
Creación de una dieran ser las razonas para que sus
plaza de médico médicos permanecieran tan esca-
Pero esta situación iba a cam- so tiempo en Begoña. Es probable
biar cuando, a mediados del siglo que lo disperso del caserío les
XIX, la población de Begoña ini- obligara a largos desplazamientos
ció un incremento importante. Bil- para realizar sus visitas, también
bao también estaba creciendo, sus que la proximidad de Bilbao y sus
médicos se vieron más saturados afamados galenos les privara de
de trabajo y su hospital tuvo algu- los clientes más pudientes y de los
nos problemas para atender a quie- ingresos económicos que su asis-
nes no eran vecinos de la Villa. tencia les hubiera podido reportar.
Como, por otra parte, Begoña vio En cualquier caso, este baile iba a
como sus ingresos económicos se finalizar con la llegada de dos mé-
incrementaban en mayor medida dicos que se radicaron en Begoña
que la población, sus regidores se y permanecieron durante años al
servicio de su población, en la que
dejaron un magnífico recuerdo:
Ю±½»·‰² Eguiluz y Guerricabeitia
Ó»¼·¿¼± »´ ·¹´± ¿ Þ»¹±Š¿ô Alejandro Guerricabeitia y
È×Èô ´¿ °±¾´¿½·‰² ïçîì Ugalde llevaba ya años como mé-
dico titular cuando tuvo lugar la
¼» Þ»¹±Š¿ «º®·‰ co. Los apenas mil quinientos ve- anexión definitiva y total de Be-
cinos de Begoña a comienzo del goña a Bilbao. Continuó prestan-
«² ·²½®»³»²¬± siglo XIX, pasaron a ser casi cinco do servicio como médico del
mil cuando se creó la plaza de mé- Ayuntamiento de Bilbao, aten-
·³°±®¬¿²¬» dico y más de once mil cuando tu- diendo al distrito 2º de Begoña,
vo lugar la anexión definitiva a hasta que estalló la guerra. En el
Bilbao el 1 de enero de 1925. año 1937, después de la toma de
plantearon la dotación de una pla- Pronto se vio obligada a crear una Bilbao por el ejército de Franco,
za de médico que prestara asisten- segunda plaza de médico e incluso fue destituido de su puesto y ex-
cia gratuita a sus pobres. Pensaron, a mantenerla cuando dos de sus ti- pulsado del Cuerpo Médico Mu-
además, que esto les permitiría tulares, el ya citado Urquiola y Pe- nicipal por causa de sus ideas po-
crear un pequeño hospital propio, dro Zabala pasaron a ser médicos líticas.
atendido por este galeno, que les al servicio de Bilbao para atender Antonio Eguiluz y Oyarzabal,
ahorraría el gasto ocasionado por a la población de los barrios ane- era natural de Barakaldo, donde
los begoñeses pobres ingresados xionados. nació el 13 de junio de 1886, pero
en el Hospital de Atxuri, cuya pasó su infancia y juventud en Be-
asistencia debían abonar a cargo Baile de médicos goña. Era hijo de Aquilino Egui-
del presupuesto begoñés. Asistimos entonces a la llegada luz Torre, notario de Begoña, y de
Así fue como se creó una comi- de varios médicos titulares que Martina Oyarzabal Gorozabal. Li-
sión que estudiara la forma de lle- permanecen unos pocos años en cenciado en Medicina por la Uni-
var a buen término esta idea y co- Begoña y marchan a ejercer a Bil- versidad de Zaragoza en 1908 y
mo el Ayuntamiento de Begoña Ø¿³¿·µ»¬¿µ± »² Þ»¹±Š¿ô ïçððò Û«´¿´·¿ ß¾¿·¬«¿ bao o a otros lugares: Cesareo Az- médico titular de Begoña desde el
aprobó sus recomendaciones a co- 31 de mayo de 1909. Cuando esta
mienzos del año 1849. Una Orden Primer médico titular anteiglesia fue anexionada a Bil-
del año 1846 limitaba la capacidad Ignoramos cuántos galenos se bao en 1925, continuó siendo mé-
de los ayuntamientos para contra- presentaron al concurso convoca- ß²¬±²·± Û¹«·´«¦ P½±² «²¿ ½¿´´» »² »´ dico de distrito para la 1ª zona de
tar médicos y les obligaba a solici- do y cómo se adjudicó la plaza. En Begoña. A diferencia de Guerri-
tar permiso al jefe político de su cualquier caso, el primer médico ¾¿®®·± ¼» Í¿²¬«¬¨«P º«» ³’¼·½± ¬·¬«´¿® cagoitia, fue readmitido sin san-
provincia (antecesor del goberna- titular de Begoña era natural de la ¼» Þ»¹±Š¿ ¼»¼» ïçðç ¸¿¬¿ « ¶«¾·´¿½·‰² ción en el expediente de depura-
dor civil), lo cual obligó a iniciar propia anteiglesia, en cuya iglesia ción del año 1937 y continuó
el pesado trámite burocrático ne- parroquial había recibido las aguas prestando servicio hasta su jubila-
cesario para ello. Por fin, una vez bautismales el 4 de agosto de ción por edad. La Corporación
obtenido el visto bueno de la Co- 1826, se trataba de Domingo de Begoña continuó creciendo en carreta Uribarri, Elías Celaya Al- bilbaina acordó poner su nombre
misión Provincial y la autoriza- Urquiola e Ybarra, Profesor en población a pesar de las pérdidas decoa, José María Unda, Fermín a una calle; calle “Médico Anto-
ción del Jefe Político de Vizcaya, Medicina por la Universidad de de los barrios anexionados a Bil- Elorriaga, Constantino Vargas, nio Eguiluz”, que perpetúa en
pudo Begoña crear una plaza de Madrid, hijo de Leandro de Ur- bao (Atxuri y Campo de Volantín Galo Gallastegui Díaz, Manuel cierto modo el recuerdo de aque-
médico, dotarla económicamente quiola y Azcoaga, cirujano roman- fueron anexionados en el año Mocoroa (hijo del famoso maestro llos profesionales de la medicina
y publicar su oferta en el Boletín cista que llevaba años ejerciendo 1870) y pronto tuvo necesidad de bilbaino Tomás Mocoroa), Ma- que atendieron al vecindario be-
Oficial de la Provincia. en Begoña. crear una segunda plaza de médi- merto Torres Ibarra, Anacleto goñés en tiempos pasados.
ìî Þ · ´ ¾ ¿± îðï𻵱 ±¬¿·´¿
Ö«¿² Ù±²¼®¿
AL finalizar el pasado siglo, un pe-
queño grupo de profesionales nos
planteamos la pregunta siguiente:
¿cuáles fueron los médicos bilbai-
nos más ilustres del siglo XX? En-
seguida surgieron varios nombres:
Enrique de Areilza y Nicolás
Achúcarro, los primeros en orden
cronológico; fallecidos ambos an-
tes de culminar su obra. El primero
cuando todavía no había concluido
la reforma del Hospital de Basurto
y el segundo cuando apenas había
iniciado una carrera profesional
que prometía convertirle en el su-
cesor de Ramón y Cajal.
Llegaron después dos galenos
que gozaron de una vida más larga,
lo que les permitió completar sen-
das trayectorias profesionales ple-
nas de creatividad: Julián de Aju-
riaguerra, pionero de la neurología
y psiquiatría infantiles, que trabajó
en Ginebra y en París, y Ángel
Garma, padre del psicoanálisis ar-
gentino.
Haciendo bueno el refrán “Medi -
kua ta abadia, zarrao ta obia” es el
quinto de este grupo quien, a mi
juicio, merece ser coronado como Û²¬®» ±¬®± ¹¿´¿®¼±²»ô ®»½·¾·‰ »´ Ю»³·± Í¿¾·²± ß®¿²¿ îððé
el más ilustre bilbaino de entre los
profesionales de la salud de aquel ra de tierra que quedaba cortada cesó su trabajo, sino que lo multi-
siglo: José María Bengoa Lecanda, durante la estación de lluvias, de- plicó, pues desarrolló distintas ac-
quien nos ha abandonado hace jándola aislada; pero que como tividades, tanto en Venezuela, don-
apenas unos días, después de dis- contrapartida, gozaba de una rica y de dirigía la Fundación Cavendes,
frutar durante 96 años de una vida amable vida social. Al observar que más tarde llevaría su nombre:
fecunda. Quizás este juicio peque numerosos pacientes infantiles “Fundación Bengoa”, como en
de parcial por haber trabajado este víctimas de la malnutrición, sien- otros países. Cuando tomó el po-
cronista en la misma rama de la do imposible su traslado al hospi- der el primer Gobierno vasco, pre-
Medicina que el profesor Bengoa, tal de Barquisemeto, instaló en sidido por Carlos Garaikoetxea,
pero no cabe duda de que su traba- una tejavana anexa al consultorio fue llamado para colaborar con él.
jo durante años tuvo una proyec- médico lo que más adelante se de- Bengoa opuso sus reparos a aban-
ción hacia el mundo muy superior nominaría un “Centro de recupera- donar su labor en Caracas y sólo
a la que pudieron conseguir sus ción nutricional”. aceptó un trabajo como asesor du-
cuatro émulos. Se trataba de suplir las carencias rante ocho meses al año que le per-
Traeremos aquí algunos retazos nutricionales de los niños enfer- mitiera continuar su labor en la
de su biografía, resumida por él mos utilizando alimentos produci- Fundación.
mismo de forma brillante en su li- dos en el mismo Sanare, adminis- Y fue a raíz de esta etapa (1980-
bro Tras la ruta del hambre. trados por la propia madre, si- 1983), cuando su ejemplo y sus re-
guiendo las instrucciones del mé- comendaciones permitieron que
Infancia y juventud Û´ ¾·´¾¿·²± Ö±’ Ó¿®Ž¿ Þ»²¹±¿ øïçïíóîðïð÷ dico. Así consiguió resultados si- los servicios médicos del Ay u n t a-
Bengoa nació en el número 1 de milares a los obtenidos en los ni- miento de Bilbao, iniciaran una la-
Artekale el 20 de abril de 1913; era ños que eran tratados en el hospi- bor en el campo de la Nutrición
hijo de un tendero de las siete ca- tal, pero a un coste que no llegaba Comunitaria, que hoy, 25 años
lles, Matías Bengoa Gandarias a la décima parte. Además, se con- después, continúa desarrollándose.
(Dima, 1877-Bilbao, 1948) y de seguía una educación de la madre Durante todo este tiempo, hasta
Martina Lecanda Goicoechea que aprendía cómo alimentar ade- hace pocos meses, Bengoa ha
(Arrigorriaga, 1876). cuadamente, no sólo al hijo ingre- mantenido un contacto asiduo con
Inició sus estudios en la escuela sado, sino a los que más adelante esta “Unidad de Nutrición Comu-
de Múgica para pasar a los diez pudiera traer a este mundo, a sus nitaria”, interesándose por nues-
años al colegio de los Hnos. Maris- futuros nietos y a otros familiares tras actividades y proporcionándo-
tas en la plaza Nueva, donde inició o amigos. nos atinados consejos.
el bachillerato, que finalizó como
alumno del nuevo Instituto de En-
señanza Media “Miguel de Una-
muno”, inaugurado en 1926. Du- ß ³· ¶«·½·±ô ³»®»½» »® ½±®±²¿¼± ½±³±
rante aquellos años fue miembro
de la congregación de los Kostkas, »´ ³™ ·´«¬®» ¾·´¾¿·²± ¼» »²¬®» ´±
dirigida por el padre Basterra, de la
cual han surgido otros varios ilus-
Þ»²¹±¿ °®±º»·±²¿´» ¼» ´¿ ¿´«¼ ¼»´ ·¹´± ÈÈ
«¬·´·¦¿¾¿
tres bilbainos. »´ ½¿¾¿´´±
Completó los estudios de Medi- °¿®¿
cina en la facultad de Valladolid, a ¿¬»²¼»® ¿ De Sanare al mundo La hora de los homenajes
pesar de la interrupción que le su- ´± Tres años después de su llegada Durante los últimos años de su
puso una grave tuberculosis pul- »²º»®³± a Sanare, marchó a Caracas, donde vida tuvo la satisfacción de ver
monar que le mantuvo alejado de ¼» Í¿²¿®» inició una carrera en el campo de reconocido públicamente su tra-
las aulas durante un año. Según él øÊ»²»¦«»´¿÷ la Salud Pública y la Nutrición Co- bajo y ser recompensado con nu-
mismo decía, fue un estudiante del munitaria, que se desarrolló en Ve- merosos homenajes: designado
montón durante los primeros años, cer las necesidades de un ejército Al ser ocupada Bizkaia, marchó nezuela entre 1941 y 1955; le llevó “Héroe de la Salud” por la Org a-
pero a raíz de su enfermedad pasó en combate. En pocos días proce- a Francia, donde pasó grandes di- a Ginebra al servicio de la OMS, nización Panamericana de la Sa-
a ser uno de los alumnos más bri- dió a elegir locales apropiados, ficultades, sobre todo durante el donde ocupó distintos cargos que lud y el Gobierno de Venezuela;
llantes de su promoción. Fue ade- buscar el personal sanitario nece- tiempo en que residió en París. Por le obligaron a recorrer numerosos doctor honoris causa por la Uni-
más presidente de la Asociación de sario para su funcionamiento, y consejo de un jesuita amigo, deci- países africanos y asiáticos. Tras versitat d’Alacant, que organiza
Estudiantes Vascos en aquella Uni- atender a su dotación de mobilia- dió marchar a Venezuela, hacia una etapa de dos años en Washing- anualmente un seminario que lle-
versidad. rio, farmacia, quirófanos, material donde partió en abril de 1938. ton, trabajando para la Organiza- va su nombre; declaración de
e instrumental. ción Panamericana de la Salud “Vasco Universal” por la Gran
La Guerra Civil Y en pocas semanas, entraba en El Médico de Sanare (1960-62), regresó a Ginebra co- Enciclopedia Vasca y “Vasco
El año 1936, nada más acabar servicio una red hospitalaria com- Tres meses después de su llega- mo Jefe del Departamento de Nu- Mundial” por el diario Deia, pre-
los estudios de Medicina, se incor- puesta por hospitales de primera da era destinado como médico ru- trición de la OMS, puesto que de- mio de la Fundación Sabino Ara-
poró a la Sanidad Militar del Go- línea, hospitales generales (más a ral al pueblo de Sanare, en el esta- sempeñó hasta su jubilación en el na, premio de la SENC a su tra-
bierno vasco, como secretario de retaguardia), y hospitales para do de Lara. Y allí se obró el “mila- año 1974. A lo largo de estos años yectoria profesional, etc. Únase a
Francisco Untzeta, su Inspector Je- convalecientes. La publicación de gro”. Se encontró una localidad realizó una labor fructífera, sobre ellos este otro mucho más modes-
fe. Allí desde un pequeño despa- una revista Sanidad Militar de que no contaba con suministro de todo en los países del Tercer Mun- to:
cho del Hotel Carlton, afrontó la Euzkadi, que recogía la composi- energía eléctrica ni de agua, que do, que acababan de llegar a su in- Desde el respeto, la admiración
difícil tarea de crear una org a n i z a- ción de esta red, fue también obra estaba ligada a la capital del distri- dependencia. y el cariño:e s k e rrik asko Bengoa
ción hospitalaria capaz de satisfa- de Bengoa. to, Barquisemeto, por una carrete- A partir de su retiro, no sólo no J a u n a.
îðïîµ± »µ¿·²¿
Ú«» »´ °®·³»®
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´¿ ß½¿¼»³·¿
¼» Ý·»²½·¿
Ó’¼·½¿
Bilbao busca un
cirujano latino
Una vez aprobada la idea de ײ¬»®ª»²½·‰² ¯«·®„®¹·½¿ »² »´ ·¹´± ÈÊ×
contratar un cirujano, la Corpora-
ci—n acometi— la dif’cil tarea de Podemos suponer que por sus se dirige al Ayuntamiento en to-
buscar un profesional acreditado manos pasar’an generaciones de no lastimero en demanda de una
y de conseguir la dotaci—n econ—- bilbainos reciŽn nacidos y que ayuda econ—mica que le permita
mica suficiente para lograr que se atender’a a cientos de brazos y atender a su sustento:
instalara en Bilbao. Para ello, no piernas fracturadas; que prestar’a Digo que despuŽs de haber te-
vacil— en doblar el salario que te- asistencia a ahogados, accidenta- nido el honor de servir durante
n’an asignados los mŽdicos, tres- dos y heridos; que toda una gene- quarenta y tres a–os con toda la
cientos ducados al a–o, y ofertar raci—n de j—venes mŽdicos y ciru- aplicaci—n que me ha sido posi-
al futuro cirujano la nada despre- janos aprender’a a su lado las tŽc- ble... mi avanzada edad y ajes
ciable cantidad de seiscientos du- nicas que hab’an llevado a la ciru- me han constituido en la imposi-
cados anuales (unos seis mil seis- g’a a tan alta estima. bilidad de continuar como dese-
cientos reales de vell—n). ײ¬®«³»²¬¿´ ¼» «² ½·®«¶¿²± º®¿²½’ ¼»´ ·¹´± ÈÊ×× Contrajo matrimonio con una aba en tan honroso servicio... mi
Y hubo de acudir hasta la corte compatriota, Mar’a Margarita Lo- edad tan decrŽpita tan maltrata-
francesa para encontrarlo, ten- sus hijos. (Tal vez este pariente contrato por cinco a–os vinieron yal, quien trajo a este mundo, que do de ajes y sin bienes ni fondos
diendo de esta forma un puente fuera el afamado mŽdico navarro otros m‡s, hasta que, ya viejo y sepamos, a un hijo, Juan Carlos en que afianzar mi alimento.
por el que los avances logrados en Huarte de San Juan, autor del enfermo, asumi— en 1769 un œlti- Dargain, quien abandon— Bilbao La Corporaci—n duda; de un
materia de cirug’a en la naci—n ÒExamen de IngeniosÓ). mo contrato por tres a–os, com- para emigrar a AmŽrica, al servi- lado el agradecimiento a una la-
vecina pudieran incorporarse al pletando al final 43 a–os de traba- cio de la Compa–’a de La Habana. bor por espacio de tiempo tan di-
acervo terapŽutico de la comuni- 43 a–os de servicio jo ininterrumpido como Cirujano latado, por otro, el temor a crear
dad bilbaina. Y no debi— de ser tan mala la de la Villa y Cirujano Mayor del El anciano desamparado un precedente oneroso para las
elecci—n, porque despuŽs de un Hospital de los Santos Juanes. En el a–o 1773, nuestro cirujano arcas pœblicas; por fin decide
Jean Dargain buscar una opini—n m‡s autoriza-
Result— escogido un mŽdico da y eleva consulta a... Ádos te—-
natural de la sexta merindad del logos! un franciscano que infor-
Reino de Navarra, Jean Dargain mar‡ favorablemente y un domi-
hijo de Pierre Dargain y Coubino nico que lo har‡ en sentido con-
y de Graciana de Haran y Luen- trario.
gain, nacido el 30 de marzo de
1698 en la ÒAncienne maison El recuerdo y el olvido
EliabelarÓ, en el lugar de Ahierre Con el paso de los a–os se fue
(Ahyerre, o Ahierra) en la alcal- 1. Duraci—n del contrato por mestre. 9. Obligaciones de ense–an- perdiendo el recuerdo de Dar-
d’a de Harberone del obispado de tres a–os. 5. Deber‡ residir en la Villa za: Todas las ocasiones en que gain; pero la pronta llegada de
Bayona. Localidad natal tambiŽn 2. Deber‡ asistir gratuita- y en lugar cŽntrico. se ofreciesen anatom’as las ha otro colega nacido tambiŽn en la
de sus abuelos y donde resid’a su mente a los pobres del hospital 6. Deber de mantener a su de hacer Žl, permitiendo que sexta merindad del viejo reino de
hermano Arnaud Pierre Dargain, y de la c‡rcel, en las mismas costa un practicante h‡bil y acudan los zirujanos de esta Navarra, Arnaldo Dabadie, mŽ-
mŽdico como Žl. condiciones que los mŽdicos. examinado que, en su presen- Villa que quieran concurrir y dico y cirujano de Saint Jean
No sabemos d—nde realiz— sus 3. Deber‡ asistir a los veci- cia y bajo su direcci—n, realice lo mismo a cualquier otra ope- Pied de Port, contribuir‡ a dejar
estudios de Medicina; pero si po- nos de la Villa en las operacio- las operaciones que por s’ no raci—n, para que la juventud de durante a–os en la memoria de la
demos apuntar que no figura entre nes mayores y menores. Podr‡ pueda efectuar. la Villa aspirante a esta profe- Villa la excelencia de los ciruja-
los escolares vascofranceses en cobrar hasta dos reales de ve- 7. Tendr‡ la facultad de si—n se baya instruiendo. nos Òvasco-francesesÓ.
Par’s durante los siglos XVII y ll—n por visita a los que no sean ajustar las tarifas con los foras- 10. No se le puede obligar a Memoria reforzada por la fa-
XVIII; aunque en ella aparece un pobres (a estos œltimos de bal- teros libremente. que acuda a consulta de suge- ma de hechos similares en Gi-
Jacobo de Haran, cirujano desta- de). 8. Deber de asistir personal- ros (cirujanos) no examinados puzkoa, Vitoria y Pamplona,
cado por su pericia al utilizar el li- 4. Sueldo de 800 ducados mente a los partos de las veci- y aprobados por el Real Proto- donde ejercieron por aquellas fe-
totomo (instrumento para romper anuales a pagar cada cuatri- nas, a cualquier hora. medicato. chas varios cirujanos franceses
los c‡lculos de las v’as urinarias), que alcanzaron justa fama.
îî îðïîµ± ¿¾«¦¬«¿
Í¿´ª¿¼±® Ô¿²¼¿ Ô´±²¿ øö÷ men parte de las Juntas de Sani- comunicación explicaba la utiliza-
dad al lado de médicos, farmaceú- ción de una prótesis diseñada por
LA Academia de Ciencias Médi- ticos, veterinarios, ingenieros, ar- el Dr. Disbury, para corregir la ma-
cas de Bilbao fue fundada en 1895, quitectos y directores de fábricas”. nía de algunos niños, y no tan ni-
el mismo año que fundara Sabino ños, de comerse las uñas.
Arana el PNV, Unamuno publicara 1908, un año clave En febrero de 1910, dio una
Paz en la guerra y Freud Estudios En una sesión celebrada en la charla sobre La anestesia raqui-
sobre la histeria. En Francia se Academia en el mes de mayo de diana general. En esta comunica-
funda la CGT (Confederación Ge- 1908 con asistencia de Entrecana- ción se refiere Otaola a los traba-
neral de Trabajadores), organiza- les, Carrasco, Gil, Gorroño, Uni- jos de Jonnesco en la Universidad
ción que con el tiempo se converti- baso y Saralegui, entre otros, Ota- de Bucarest sobre la ventaja de es-
rá en la organización sindical más ola pronunció la conferencia Utili- te tipo de anestesia en Odontolo-
fuerte de Europa y fallece Pasteur. dad e importancia higiénica de las gía.
Como programa de su actua- colonias escolares. En ella, hace Por aquellos años la Academia
ción, la Academia se propuso en una serie de consideraciones de venía convocando anualmente
su ideario de intenciones: “Hacer cómo deben ser las colonias; quié- unos galardones que se denomina-
ciencia humanitaria, la sola y ver- nes no deben ir, incluyendo en es- ban Premios Camiruaga, en honor
dadera ciencia, y ser eco de los in- te grupo a los tuberculosos, cardí- a un antiguo vicepresidente. En
tereses morales y materiales de la acos, portadores de parásitos en 1915, el tema sobre el que debían
clase médica a la que se dedica”. piel y cuero cabelludo, etcétera. versar los trabajos fue: Papel que
Este mismo 1895, el 15 de ene- 1908 es un año clave en las rela- representa en la vigorización físi-
ro, publicó el primer número de la ciones de la Odontología y del ca e intelectual de los niños la hi-
Gaceta Médica del Norte, revista propio Juan de Otaola con la Aca- giene bucal. Indudablemente la
quincenal de Medicina, Cirugía y demia. En la sesión extraordinaria mano de Otaola se puede apreciar
Farmacia, “dedicada a la defensa del 6 de noviembre se procedió a perfectamente.
de los intereses profesionales”, se- la elección de la mitad de la Junta Al premio podían concurrir mé-
gún rezaba su primera página. Su de la Academia, para el bienio dicos, farmacéuticos, veterinarios
artículo inaugural llevó la firma de 1908-1909. La elección recayó en y profesores dentistas. Estaba do-
Agustín Mª de Obieta y se titulaba los siguientes: Adrián Unibaso, tado con 250 pesetas y el título de
Un caso de epilepsia de origen si- presidente; Juan de Otaola, vice- académico corresponsal.
filítico. presidente; Carmelo Gil Ibarguen-
En los número dieciseis y dieci- goitia, secretario; y, como vocales, Otras participaciones
siete, Juan Otaola, dentista bilbai- Ö«¿² ¼» Ѭ¿±´¿ º«» ²±³¾®¿¼± ³·»³¾®± ¼» ´¿ ß½¿¼»³·¿ »² ïçðð Ángel Lopez y Pérez, Alfredo En el año 1935, con motivo de
no de gran prestigio, local, nacio- Delgado y Félix Landín. la fiesta patronal de Santa Apolo-
nal e internacional, publicó las dos Carrasco tomó la palabra y ex- nia, los dentistas vizcainos realiza-
partes de su trabajo Sobre el valor puso la idea de que no le parecía ron una excursión a Bermeo y
del agua fría en la higiene de la correcto que Otaola ocupara la Vi- Gernika, donde comieron en la Ta-
boca. Cinco años después, en cepresidencia Primera, ya que al berna Vasca. Posteriormente, re-
1900, Otaola fue nombrado miem- fallar el Presidente, el menciona- gresaron a Bilbao con destino a la
bro de la Academia y desde enton- do, debería ocupar su cargo, y da- Academia de Ciencias Médicas,
ces trabajó incansablemente en las do que era dentista, no le parecía donde los profesores Mayoral y
sesiones científicas que la Acade- adecuado que esto ocurriera. Pi- Landete, catedráticos de la Facul-
mia preparaba. dió, por tanto, a la Academia que tad de Odontología de la Complu-
Por esas fechas se recibe en la viera la forma de solucionar lo que tense disertaron sobre el tema Es-
biblioteca de la institución la pri- él consideraba “un verdadero con- tudio clínico de los tumores denta-
mera revista con contenido odon- flicto”. Vamos, que no le hacía rios. Para finalizar la fiesta lúdico-
tológico: El eco de las matronas, ninguna gracia esta situación. ¡Un científica y gastronómica se trasla-
dentistas, callistas y practicantes dentista posible Presidente de la daron, a cenar por supuesto, al bil-
en cirugía. Se trataba de una revis- Academia de las Ciencias Médi- baino Chacolí de Zollo. Era Presi-
ta profesional –primera y única en cas! ¡Hasta aquí podíamos llegar! dente del Colegio Ángel Ibarre-
España– cuya sede se encontraba A propuesta de Unibaso, recién che.
en Barcelona. nombrado Presidente, se acordó Señalar, por último, que el año
En 1902, de nuevo Otaola. pro- que no había lugar a deliberar, 1975, Juan Aróstegui Barbier, ex
nuncia dos conferencias tan dispa- Presidente del Colegio de Dentis-
res como fueron La boca y los la- publicó en la revista varios traba- tas, fue nombrado Académico de
bios. Sus afecciones ulcerosas y jos: en marzo fueron La higiene Honor de la Academia. Ese mismo
Una estilorrafia por el método de bucal del niño en la escuela y en la Ø»³± ¯«»®·¼± »Š¿´¿® ´¿ ·²¬»¹®¿½·‰² § año pronunció una conferencia so-
Brophy. Este mismo año solicita familiay El arte dental en el Ja- bre un tema muy unido a su gran
de la Academia un local para que pón; en abril, Sobre la oportuni- °¿®¬·½·°¿½·‰² ¼» ´± ¼»²¬·¬¿ ª·¦½¿·²± afición, la pintura Académicos
pueda reunirse la llamada Socie-
dad Odontológica de Vizcaya, so-
dad de extracción de los dientes en
caso de flemón y La lucha contra
»² ´¿ ´¿¾±®» ½·»²¬Žº·½¿ ¼» ´¿ ß½¿¼»³·¿ pintores de Vizcaya.
A lo largo de los años por la Vi-
ciedad que vería su fundación ofi- la caries dental en las escuelas y cepresidencia Odontológica han
cial el año 1903. La Academia les en los cuarteles; y, en julio, ve la pasado –además de Otaola–: Arta-
cede sus locales, siempre que: luz Higiene dental pública. En úl- dad bucal. Cuando esto no se eli- manteniéndose el resultado de la za, Cirarda, Silva, Martinez Irigo-
“Paguen los gastos generales y sus timo este trabajo el autor reflexio- mina por la limpieza, hay que pen- votación. yen, Allende, Unzurrunzaga, In-
sesiones se celebren cuando no lo na y dice que es mejor, “lavarse los sar en procesos gástricos, ulcera- Sin embargo, en la sesión del fante, Mendizábal, Landa, Santa-
haga la Academia”. dientes y la boca, que la cara”. De- ciones, cáncer, bronquitis fétida, día 13 de noviembre de ese mismo maría, Simón, Urizar, Aguirre, Za-
Dos años más tarde, la Sociedad cía el autor: “El que no se lava la tuberculosis, etc”. Y en diciembre año, se aprobó la dimisión presen- macona y Aguirrezabal, Vicepre-
Odontológica de Vizcaya, progra- boca más que por la mañana se apareció Cuadro vulgarizador de tada por Juan de Otaola “por moti- sidente en la actualidad. Seguro
mó una conferencia que pronunció parece aquel que cierra la puerta la higiene de la boca. vos de salud”. Su salud era exce- que alguno se me olvida en esta re-
Florestán Aguilar, máximo expo- del establo cuando la cabra ha sa- En 1907 publicó Una de las ma- lente, pero él era un señor y no lación. Ruego me disculpe.
nente de la Odontología en Espa- lido. No abusar de dulces y ali- nifestaciones de la neurastenia en quería provocar fricciones dentro Seguir desgranando la participa-
ña, bajo el título La enseñanza de mentación demasiado blanda. El la boca, Manifestaciones orales del seno académico. ción de los dentistas en el queha-
la Odontología en Estados Uni- mejor medio natural para prote- de la gripe, Tratamiento de los ac- Es de justicia señalar que Ca- cer científico de la Academia, has-
dos. Entre otras consideraciones, ger los dientes es masticar pan ne- cidentes de erupción por el nitrato rrasco el año 1916 –año en el que ta hoy, no es motivo de este traba-
Aguilar, decía que allí se trabajaba gro con corteza dura”. de plata e Inspección y tratamien- se celebró el Congreso Nacional jo. Sería además interminable. Los
más y había menos vacaciones. En 1906 publicó en febrero Cui- to bucal de los niños en las escue- de Odontología en Bilbao– prestó, más curiosos lo pueden consultar
Podemos leer en la Gaceta Médica dar mucho los dientes en el que las públicas. En este último traba- como director del Hospital de Ba- en las actas de la Academia en la
del Norte que a la conferencia afirmaba que “ cuidando los dien- jo llega a una serie de conclusio- surto, una total colaboración con biblioteca de la misma.
asistieron: Otaola, Blasco, Laburu, tes se ahorra, dinero, dolores y nes de entre las que entresacamos los dentistas bilbainos, cediendo Lo que hemos querido aquí es
Larrazabal, Edwards, Gorostiaga, tiempo”. Un consejo en plena vi- las siguientes: salas y quirófanos del centro hos- dejar constancia escrita de la inte-
García Oronoz, Niño, Ariño, Gar- gencia. La “creación de un servicio gra- pitalario para la celebración de las gración y participación de los den-
cía Orive, Lilliot, Arregui y Pala- El segundo artículo que Otaola tuito y la realización de las inspec- reuniones y trabajos científicos. tistas vizcainos en las labores cien-
cios, prácticamente la totalidad de publicó ese año fue Algo sobre el ciones dentales una vez al año; A pesar del disgusto, Otaola, no tíficas de la Academia de Ciencias
los dentistas de aquellos años. mal olor del aliento. “Un proceso dar posibilidad a los padres para dejó de colaborar con la Acade- Médicas de Bilbao, desde su fun-
desagradable y hay que buscarle la elección de dentista; la crea- mia. En la sesión del 15 de enero dación hasta nuestros días.
Juan Otaola en la la causa. En general por: descom- ción de una clínica odontológica de 1909, presentó el tema, Un ca-
‘Gaceta Médica del Norte’ posición de partículas alimenta- en el Hospital y en los Cuartos de so de onicofagia tratado por un * Presidente del Colegio de
A lo largo de 1905, Don Juan, rias que se estacionan en la cavi- Socorro; y que los dentistas for- aparato de prótesis dental. En la Dentistas de Bizkaia
íì Þ · ´ ¾ ¿± îððìò»µ± ¿¦¿®±¿
Antecedentes
De entre los 35 médicos o ci-
rujanos que ejercieron en Bilbao
durante los dos primeros siglos
tras su fundación y cuyo nombre
conocemos, 10 llevaban nom-
bres que hacen suponer un ori-
gen judío, cosa que no es de ex- ׿¾»´ LÔ¿ Ý¿¬‰´·½¿Kô ®»·²¿ ¯«» »¨°«´‰ ¿ ´± ¶«¼Ž± ¼» Ý¿¬·´´¿
trañar pues según el Fuero, Biz-
kaia tenía por uso y costumbre dor diciendo que su colega debía pericia profesional, aspecto éste
que no pudieran avecindarse de ser expulsado de Bilbao por- en el que quedaban peor parados
moros o judíos, salvo de pasada que era extranjero y no había pro- sus competidores, como en su ca-
o Físicos o Médicos a voluntad e bado su hidalguía, cosa que exigía lidad como persona de bien. A la
consentimiento de los pueblos. el fuero vizcaino. Contestó Rive- vista de todo esto falló que no se
Este fenómeno era habitual en ro diciendo que efectivamente era debía aceptar la demanda de Du-
ciudades castellanas y en la veci- nacido en Portugal y llevaba más dagoitia y Anitua, dando por váli-
na Vitoria, que firmó en 1428 un de doce años viviendo en Bilbao, do el razonamiento de que la exi-
contrato con el cirujano judío pero que no pretendía avecindar- gencia del fuero se refería sólo a
David. En Bilbao, aunque no en- se, sino solamente ejercer la me- quienes quisieran avecindarse en
contramos ninguno que aparezca dicina; que muchos otros extran- Bizkaia y no a quienes como Ri-
como judío, parece evidente es- jeros como él, residían en la Villa vero, no pretendía gozar los dere-
te origen en muchos de sus mé- dedicados al comercio y la nave- chos y deberes que otorgaba esta
dicos y cirujanos, en especial en ß²¬±²·± η¾»·®± Í™²½¸»¦ øïêççóïéèí÷ gación sin ser molestados y sin condición de “vecino”, sino sólo
aquellos que aparecen con la so- ejercer su profesión al servicio de
la mención del nombre, sin ape- der gratuitamente a los pobres y a los vizcainos.
llido, los maese Juan, Antonio, los asilados en los hospitales o en- Í»¹„² »´ Ú«»®±ô Þ·¦µ¿·¿ ¬»²Ž¿ °±® Esta sentencia no fue del gusto
etc., o los que llevan como ape- cerrados en la cárcel. Su única de los demandantes, quienes recu-
llido el nombre de una ciudad fuente de ingresos se encontraba «± § ½±¬«³¾®» ¯«» ²± °«¼·»®¿² rrieron al tribunal de apelación de
como Córdoba o Cartagena. Hay en el ejercicio libre de su profe- Valladolid, instancia superior para
que tener en cuenta que las auto- sión, cuyas tarifas estaban regula- ¿ª»½·²¼¿®» ³±®± ± ¶«¼Ž± Bizkaia, repitiendo los mismos
ridades municipales trataban en das por la citada ordenanza. argumentos, pero de forma infruc-
aquellos años de ocultar en lo A pesar de esta falta de regula- tuosa, pues el juez competente
posible el origen judeoconverso ción parece ser que durante mu- rece ser que los dos primeros mira- que se les exigiera “limpieza de confirmó la sentencia del Corregi-
de sus vecinos y eludían hacer chos años no hubo ningún proble- ban con recelo al extranjero y pen- sangre”. Alegaba también la falta dor y desestimó la demanda de
constar datos que lo revelaran. ma con el número de médicos, ni saban que su alejamiento o destie- de capacidad jurídica de los de- extrañamiento.
por carencia ni por exceso. rro podría incrementar su clientela nunciantes para alegar que se
Los médicos de Bilbao y sus fuentes de ingresos, así es cumpliera el fuero. Regreso a Bilbao
en el año 1620 El pleito que juntos acordaron recurrir a los Pero no fue tan sencilla la vuel-
El ejercicio de la medicina en En el año 1622 eran tres los mé- tribunales para conseguir el extra- Sentencia del Corregidor ta de Martín Rivero, quien se ha-
Bilbao a comienzos del siglo dicos que ejercían en Bilbao: Juan ñamiento de aquel extranjero lle- Oídas ambas partes, Juan Gon- bía desplazado a Valladolid con
XVII estaba regulado por la Or- Ochoa de Dudagoitia, Martín de gado de Portugal, de donde tantos zález de Salazar, Corregidor del motivo de la apelación presentada
denanza del año 1515, que obli- Anitua, vizcainos ambos y un por- “marranos”, judíos portugueses, Señorío, pidió información al por sus colegas, porque algunos
gaba a los médicos con ejercicio tugués, el licenciado Martín Rive- habían llegado en aquellos años. Ayuntamiento bilbaino acerca del regidores comenzaron a poner tra-
en ella, pero no establecía ningu- ro, que llevaba ya doce años ejer- Así fue como estos galenos se médico luso y no pudo recibir me- bas a su regreso y se vio obligado
na retribución para ellos; tampo- ciendo su profesión en la Villa. Pa- dirigieron al tribunal del Corregi- jores informes, tanto acerca de su a volver a Valladolid y solicitar
co decía nada acerca del número que se le dieran cartas ejecutorias
de médicos que debían o podían de la sentencia para evitar ser mo-
ejercer en la Villa. La municipa- lestado.
lidad sólo intervenía en asuntos Ignoramos qué fue de Anitua y
sanitarios cuando se acercaban cómo finalizó sus días Rivero. El
tiempos de epidemia; momentos tercero de los médicos, Ochoa de
en los que trataba de asegurar la Dudagoitia, siguió ejerciendo en
presencia de médicos y cirujanos Bilbao y fue uno de los primeros
en número suficiente para garan- médicos contratados por la Villa
tizar una asistencia adecuada a ANTONIO Ribeiro Sánchez, dad de trabajar con el célebre el estudio de la medicina chi- de forma estable, pues en el año
las necesidades del vecindario. nacido en Portugal el 7 de Boerhaave, quien le recomen- na y reformador de los estu- 1643, firmó un contrato con un
Para ello solían establecer con- marzo de 1699 y fallecido en dó a la zarina rusa. Así fue co- dios de medicina. salario anual de 150 ducados;
tratos temporales señalando un París en 1783, realizó los es- mo esta monarca le llevó a su El apellido Ribeiro (caste- contrato que no completó, pues
salario a cambio del cual los ga- tudios de medicina en Sala- reino, en el que Ribeiro ejer- llanizado en Ribero o Rivero), obtuvo la plaza de médico de su
lenos se comprometieran a per- manca y después de un corto ció su profesión durante 16 es común en Portugal y no sa- Durango natal y pidió su resci-
manecer al servicio de la pobla- periodo de ejercicio en su país años y ocupó importantes car- bemos si hubo alguna relación sión.
ción bilbaina durante el tiempo natal, hubo de exilarse por gos. Los avatares políticos le entre Antonio y Martín, pero Y éso es lo que sabemos acerca
que durase la alarma de epide- miedo a la Inquisición y nun- obligaron a un nuevo exilio y podemos dejar la pregunta en de este Rivero, al que hemos cali-
mia. ca regresó a tierras lusas. Des- Ribeiro tuvo que trasladarse a el aire pensando en la tenden- ficado como el último médico ju-
Pero fuera de aquellos tiempos pués de pasar por Italia, Ingla- París, donde trabajó durante cia a que distintos miembros dío porque, aunque no conste ex-
de excepción, los médicos y ci- terra y Francia, realizó estu- los últimos 36 años de su vida. de una misma familia se dedi- presamente que esa fuera su con-
rujanos que ejercían en Bilbao dios en la entonces pujante Fue un gran humanista, mé- casen a la misma profesión dición, a lo largo de todo el proce-
no percibían ningún estipendio Universidad de Leyden (Ho- dico famoso por sus trabajos podría dar verosimilitud a esta so flota como algo que los acusa-
de las arcas municipales a cam- landa), donde tuvo oportuni- acerca de la sífilis, pionero en hipótesis. dores sugieren y que la defensa
bio de sus obligaciones de aten- elude mencionar.
ìî Þ · ´ ¾ ¿± îððçµ± ³¿·¿¬¦¿
Ö«¿² Ù±²¼®¿
EN el año 1745 Bilbao vivió unas
elecciones muy distintas de todas
las celebradas hasta entonces y de
las que vendrían después, en los
años posteriores, hasta nuestros
días.
Los hechos ocurridos fueron un
reflejo de la vida local en lo que se
refiere a la contratación de médi-
cos. Veamos cómo se desarrolló
este episodio tan curioso de nues-
tra pequeña historia.
Antecedentes: debate en
torno a los “médicos sueltos”
Todo comenzó en el año 1744,
a raíz de las protestas de los tres
médicos titulares asalariados por
Bilbao, Everard, Irigoiti y Esque-
rra, quienes exigían al Ay u n t a-
miento que prohibiera el ejercicio
en la Villa a los “médicos suel-
tos”, nombre dado a los galenos
que ejercían libremente y no esta-
ban contratados por la Villa. Esta
cuestión venía de muy antiguo y
no quedaría resuelta hasta que el
crecimiento experimentado por la
Villa durante el último tercio del
siglo XIX la volvió obsoleta.
Cuando Bilbao contrató a sus
primeros médicos, a mediados del
siglo XVII, se encontró con que el
salario que podía ofrecer no era
muy elevado y no podía atraer a
profesionales de categoría acredi-
tada, por lo que decidió hacer más
atractivas sus plazas de médico ti-
tular y para ello añadió a su con-
trato una cláusula que les garanti-
zase la exclusividad, es decir, que
no podrían ejercer en la Villa
otros médicos que no fueran los Ý¿®·½¿¬«®¿ ¾«®´»½¿ ¼» «²¿ ½±²«´¬¿ »²¬®» ³’¼·½± Ô¿¾±®¿¬±®·± ¼» «² ¿´¯«·³·¬¿ § « ¿§«¼¿²¬»ò 绬»® Þ®«»¹»´ »´ Ê·»¶±
titulares. De esta forma se garanti-
zaban unos ingresos elevados pro- go, no era partidario de aceptar la Pleito y bronca
venientes de los honorarios que oferta y propuso contratar a Ma- Algunos regidores no estaban
los vecinos pudientes debían pa- nuel José Sobrón y Quintanilla, conformes con lo decretado y
gar a los médicos según establecía médico titular de Valladolid del decidieron dirigirse al Consejo
la Ordenanza. que le habían dado muy buenos in- de Castilla, consiguiendo que es-
Pero no incluyó esta condición formes. te Supremo Tribunal expidiera
en todos los contratos ni tampoco una Provisión ordenando que se
en sus Ordenanzas, donde sólo se Intervención de nombrara a Valero.
establecía que los médicos preci- los Corregidores Nada mas ser conocida esta
saban de licencia municipal para Como el asunto se iba enconan- Provisión, el 29 de diciembre,
ejercer su profesión en Bilbao, do, el corregidor de Vizcaya, Ma- tuvo lugar una sesión del Ay u n-
por lo que hubo etapas de ambi- nuel Navarrete, decidió presidir la tamiento que resultó tumultuosa.
güedad y ocurrió que fueron nu- reunión del Ayuntamiento del 8 de Los partidarios del alcalde deci-
merosos los médicos “sueltos” octubre y mandó que se tomaran dieron recurrir en contra de la
que establecieron sus consultorios λ°®»»²¬¿ los votos de los vecinos por calles Provisión del Consejo y expul-
en Bilbao. ½·‰² para ver a quién elegían como mé- saron de la sala a los regidores
Las autoridades y el vecindario ¾«®´»½¿ dico, a Valero o a Sobrón. La elec- que habían dado apoyo a Valero.
no les miraban con malos ojos ¼» «² ción se celebró en pocos días, re-
pues veían que su presencia les ³’¼·½± sultando Valero elegido por am- Decisión salomónica
acarreaba algunos beneficios: por »¨¿³·²¿²¼ plia mayoría. A la vista de que el conflicto
una parte, permitía la competen- ± ´¿ ±®·²¿ Pero en el ínterin había cesado estaba adquiriendo tintes peli-
cia entre varios médicos, lo que grosos y con intención de no fa-
evitaba la subida de sus tarifas, al titución del Reino de Castilla, fun- vorecer a ninguno de los dos
mismo tiempo que ofrecía un ma- dada por los Reyes Católicos, que bandos, el Corregidor ordenó
yor abanico a la hora de elegir; gobernaba tanto el ejercicio de la Ô± ¸»½¸± ±½«®®·¼± º«»®±² «² ®»º´»¶± que el Ayuntamiento se reuniera
por otra parte, la presencia de mé- profesión como la concesión de formado siguiendo las pautas del
dicos sueltos garantizaba las su- los títulos de médico. Durante ¼» ´¿ ª·¼¿ ´±½¿´ »² ´± ¯«» » ®»º·»®» acuerdo de 28 de mayo de 1725
plencias a los titulares enfermos y años mantuvo una pugna con los ¿ ´¿ ½±²¬®¿¬¿½·‰² ¼» ³’¼·½± que regulaba el asesoramiento
una mejor cobertura sanitaria ante municipios celosos de sus prerro- por caballeros patricios y que
posibles epidemias. gativas, tratando de conseguir que nombrara un médico que no fue-
Sin embargo, los titulares veían se aplicara la normativa que esta- ra ni Valero ni Sobrón.
lesionados sus intereses porque blecía para sus títulos la facultad Así fue que el concejo cele-
“los médicos intrusos les robaban de ejercer la Medicina en todo el les prohibió ejercer. Valero recibió Navarrete y fue nombrado corregi- brado el 28 de marzo de 1846,
los enfermos” y causaban una Reino. un castigo adicional pues fue mul- dor Luis del Valle Salazar, poco acordó nombrar como médico ti-
merma de sus ganancias; así fue Este regidor, aducía además las tado y desterrado a más de cuatro partidario de votaciones popula- tular a José Mateo Castel Ruiz,
que, a lo largo de los siglos XVII, ventajas que suponían para los ve- leguas fuera de Bilbao. res. Así ocurrió que la reunión del médico de la ciudad de San Se-
XVIII y XIX, protestaron en va- cinos estos médicos al permitirles Ayuntamiento de 3 de noviembre, bastián.
rias ocasiones y solicitaron a las disfrutar de más posibilidades de Vacante en que se dio cuenta de que la ma-
autoridades municipales su expul- elección y afirmaba que la Villa Pero pocos meses después falle- yoría de votos había sido para Va- Corolario
sión. siempre había tenido médicos su- ció uno de los titulares, Irigoiti, y lero, fue presidida por el nuevo Este pleito le costó a la Villa
pernumerarios. También argüía el Ayuntamiento se vio obligado a Corregidor y éste impidió que se 12.535 reales, tanto como el pre-
Deliberaciones y resolución que los médicos sueltos eran dos cubrir la plaza, tomando el acuer- tomara ninguna decisión y decretó supuesto de gastos del Hospital
Volviendo al año 1744, en la se- médicos muy conocidos por ser do de convocar su provisión el 4 que la elección no había tenido va- durante 15 meses o el salario de
sión municipal que trató de este bilbaino el uno, Urquia, y haber si- de octubre de 1745. lidez ya que el tipo de votación ce- los tres médicos durante un año,
asunto, el regidor Bruno Ignacio do titular más de diez años el otro, El desterrado Valero presentó lebrada “Concejo Abierto” no era pero el alcalde y sus partidarios
del Villar expuso las razones a fa- Valero. Estos presentaron una Or- una oferta tentadora para las arcas legal desde que un acuerdo de 28 los dieron por bien empleados
vor de que los no asalariados pu- den del Supremo Consejo, dada a municipales: se ofreció a trabajar de mayo de 1725 prohibía estas porque, aparte de defender su in-
dieran ejercer y trajo a colación petición del Protomedicato, para gratis los tres primeros años del reuniones y ordenaba sustituirlas dependencia frente al Protome-
otro aspecto de este conflicto: la que no se les molestase y puedan contrato, que era por seis años, y a por una representación de caballe- dicato, consiguieron que se reco-
autoridad superior del Protomedi- ejercer libremente. no exigir la cláusula de exclusivi- ros patricios designados para ase- nociera la ilegalidad de los con-
cato sobre la Ordenanza Munici- A pesar de ello fueron desauto- dad, permitiendo médicos de ejer- sorar al Ayuntamiento en decisio- cejos abiertos, que no debían de
pal. El Protomedicato era una ins- rizados por el Ayuntamiento, que cicio libre. El alcalde, sin embar- nes de envergadura. ser muy de su agrado.
ìè îðïïµ± ¿¾»²¼«¿
Ö«¿² Ù±²¼®¿
LA grave situación económica que
atraviesa nuestro país es la causa de
lamentables cierres de empresas o
comercios centenarios, pero tam-
bién amenaza a otros hitos de nues-
tra sociedad de menor entidad; entre
ellos la Revista Médica que sostiene
la Academia de Ciencias Médicas toria y, a partir del número de julio
de Bilbao desde el año 1895, lo que de 1936, no volvió a publicarse.
le permite presumir de ser la más Muchos de sus colaboradores su-
antigua de entre las revistas médicas frieron exilio, destierro o fueron de-
españolas que se publican en la ac- puestos de sus plazas de médico, y
tualidad y cuya trayectoria bien me- los que quedaron, incluso aquellos
rece ser recordada. cuya ideología no era hostil a la del
estado dictatorial, sufrían el miedo a
Prólogo. ‘Gaceta Médica significarse que supuso, en cierto
del Norte’ modo, otro tipo de exilio.
Con este nombre salió a la luz en
Bilbao el día 15 de enero de 1895 el Tercera etapa: de nuevo
número primero de una revista quin- ‘Gaceta Médica del Norte’
cenal que pretendía servir a la cien- En el año 1944, siendo presidente
cia humanitaria y ser eco de los inte- de la Academia César Figuerido, se
reses morales y materiales de la cla- consiguió volver a editar la revista
se a que se dedica. En sus ocho pá- que, tras unos humildes comienzos,
ginas recogía artículos científicos, fue poco a poco mejorando su pre-
una crónica de los asuntos locales y sentación y su contenido, hasta lle-
también de los acontecimientos mé- gar a una dignidad más que respeta-
dicos ocurridos en el mundo. Daba ble si consideramos la penuria con
también cuenta de las novedades la que se trabajaba en la sanidad de
editoriales en el mundo de la Medi- aquellos años. Continuaron presen-
cina, con una breve reseña o crítica tando sus artículos algunos pocos
de las más notables. Terminaba con supervivientes de la etapa anterior, a
un pequeño resumen de los datos Ó’¼·½± ¼»´ ر°·¬¿´ ¼» Þ¿«®¬± »² ´± ¿Š± íð los que se fueron uniendo las nuevas
demográficos y meteorológicos re- generaciones de médicos de los hos-
gistrados en la Villa. Era el fruto de riador de la Medicina en Bilbao, ha pitales de Basurto, Santa Marina y
la inquietud de una joven genera- llamado “generación del 27” o, en Gorliz, además de los que trabaja-
ción de médicos que buscaba un ór- un lenguaje más coloquial, los ca- ban en la clínica de la Fundación
gano de expresión capaz de mejorar chorros de Areilza, pues la mayor Vizcaya Pro Cardiacos o en otros
su nivel de conocimientos y de sacar parte de ellos completó su forma- centros. A ellos se unían los artícu-
a la luz sus opiniones y reivindica- ción en el hospital de Basurto dirigi- los firmados por los numerosos pro-
ciones profesionales. A ellos se unía do por D. Enrique de Areilza. fesores españoles o extranjeros que
el magisterio de tres médicos de re- En 1926 se cambió su nombre por acudían como conferenciantes invi-
conocido prestigio: Enrique de el de Revista Clínica de Bilbao que tados a las sesiones de la Academia
Areilza, Carmelo Gil Gorroño y Jo- salió a la luz cada mes con un nivel de Ciencias Médicas.
sé Carrasco. Pocos días después, es- científico renovado. Desaparecieron Con todo ello, se alcanzó un nivel
te mismo grupo aprobaba los estatu- las castizas crónicas del mundo sa- muy digno, pero a costa de un gran
tos y creaba la Academia de Cien- nitario local, pero se ganó en serie- esfuerzo de los responsables; cuan-
cias Médicas de Bilbao, cuyos tres dad y prestigio entre las clases sani- do este esfuerzo decayó, también lo
primeros presidentes fueron los tres tarias y nuestra revista vivió la que hizo la revista, dando paso a otra
maestros citados. La nueva Acade- podemos considerar como su edad época de adelgazamiento, pérdida
mia decidió en su primera reunión con mención desfavorable (primer y y el corazón lanza gritos de dolor, de oro. La lista de médicos, farma- de la periodicidad y dificultades pa-
apadrinar a la revista y adoptarla co- único caso en la historia del Cuerpo cuando por los deberes de mi cargo céuticos y veterinarios que colabo- ra lograr artículos originales.
mo su órgano oficial de expresión. Médico Municipal). Valdés sufrió y profesión visito ciertas viviendas raron en ella es larga, por lo que so-
Apenas duró año y medio la presen- una fuerte sanción por haber escrito en las que las gentes viven hacina- lamente destacaremos a los más asi- Cuarta etapa:
cia de esta revista quincenal, porque dos artículos que la Corporación das, faltas de luz, de aire y de agua; duos colaboradores, comenzando ‘Gaceta Médica de Bilbao’
las dificultades económicas le obli- consideró ofensivos; hubo de recu- y esto pasa en una población como por Wenceslao López Albó, gran En el año 1970 se reforma de nue-
garon a suspender durante más de rrir a los tribunales de justicia para la nuestra tan celosa de su higiene y médico bilbaíno natural de Colin- vo la revista; toma el nombre de Ga-
un año su publicación. Pero la gene- conseguir que fuera anulada, pero salubridad pública”. dres, que publicó durante estos años ceta Médica de Bilbao y comienza
rosidad de Carmelo Gil, quien sufra- quedó malparado y sus agudas cró- la friolera de 64 artículos, casi 6 por el año con una periodicidad mensual
gó los gastos de su impresión, le nicas firmadas con el pseudónimo Segunda etapa: año y siguiendo por Ramón Zuma- y alcanzando pronto las 100 páginas
permitió arrancar de nuevo en 1898, de Dr. Lesmes, perdieron su agude- ‘Revista Clínica de Bilbao’ rraga, Juan de Dios Ugarte, Juan por número y una tirada de 5.000
ahora con una periodicidad bimen- za inicial. Quizás por ello, el papel El brioso impulso inicial fue de- Viar Bayo, Julio Atucha, Ángel Cor- ejemplares mensuales. La creación
sual y mayor empaque. de “fiscal de la higiene” fue asumi- cayendo; resultaba muy difícil con- cóstegui, César y Álvaro Figuerido, de la Facultad de Medicina y la
do en los años que siguieron por mé- seguir artículos originales y se veían Rodrigo González Pinto, Abilio Sal- transformación de la Residencia de
Primera etapa dicos que no estaban ligados al obligados a incluir traducciones o daña, José y Manuel Salaverri, Da- Cruces en un moderno hospital le
Durante los primeros años de su Ayuntamiento, como el titular de extractos de artículos publicados en niel García Hormaeche, Cesáreo proporcionan savia nueva y le pro-
andadura la revista centró su interés Leioa que denunciaba el sistema bil- otras revistas. La Gaceta adelgazó, Rey Baltar, Julián Guimon, Carlos veen de numerosos artículos origi-
en la lucha contra la elevadísima baino de recogida de basuras, o bien pasó a ser semestral, y su prestigio Mendaza, Miguel Iriarte Iriarte, Jai- nales; si bien hay que decir que la
mortalidad que sufría la población otros cuyo reconocido prestigio ha- iba también descendiendo; pero lle- me Anduiza, José Mª López de Ar- calidad no siempre acompañaba a la
bilbaína, sobre todo la infantil. Le cía muy difícil que sufrieran repre- gó el momento de la renovación, gumedo, Silvano Izquierdo, Manuel cantidad.
preocupaban la tuberculosis, la vi- salias. Así fue como los Drs. Areilza gracias a una generación de médicos Usandizaga, etc. Desde entonces, ha continuado en
ruela, el sarampión, las fiebres tifoi- y Ledo elevaron sus críticas, llegan- a los que Antonio Villanueva, histo- La guerra cortó la brillante trayec- una trayectoria con altibajos hasta el
deas y otras enfermedades infeccio- do a llamar “suministro de tifus a momento actual, en que las dificul-
sas, pero, sobre todo, la influencia domicilio” al de aguas. Otras veces, tades económicas le van a obligar a
nefasta que sobre ellas tenían las denunciaban casos ocurridos en mu- iniciar una quinta etapa, en la que
malísimas condiciones de vida del nicipios lejanos, pero cuyo parale- Û² ïçéð » ®»º±®³¿ ¼» ²«»ª± ´¿ ®»ª·¬¿å solamente se prevé publicar en pa-
vecindario, en especial las derivadas lismo con lo ocurrido en la Villa era pel un número por año, y el resto
del pésimo sistema de suministro de evidente, o bien añadían etiquetas ¬±³¿ »´ ²±³¾®» ¼» LÙ¿½»¬¿ Ó’¼·½¿ aparecerá solamente en edición di-
agua y el hacinamiento de personas laudatorias para Bilbao, como esta gital. Confiemos en que esto le dé
asociado a la infravivienda habitual frase de un discurso del Dr. Hermo- ¼» Þ·´¾¿±K § °»®·±¼·½·¼¿¼ ³»²«¿´ un nuevo impulso y los bilbainos
entre las clases trabajadoras. sa, médico de escuelas: podamos seguir estando orgullosos
Pero las duras denuncias contra “La cara se me llena de vergüenza de nuestra decana.
las condiciones de higiene en la Vi-
lla, responsabilidad en aquellos años
del Ayuntamiento, llevó aparejadas
consecuencias desagradables para
los redactores. La mayor parte de
aquellos primeros galenos eran
miembros del Cuerpo Médico Mu-
nicipal de Bilbao y el primer Conse-
jo de Redacción estuvo compuesto
por tres de ellos: Teodoro Aparicio
Arjona, Martín Valdés Larrondo y
Domingo Quiroga. Este último se
vio obligado a presentar su dimisión
en el año 1896 y se la concedieron ﳉ² Æ«³¿®®¿¹¿ô Ó¿²«»´ Ë¿²¼·¦¿¹¿ô 9²¹»´ ݱ®½‰¬»¹«·ô É»²½»´¿± Ô‰°»¦ ß´¾‰ô ß¼®·™² ¼» ˲·¾¿± § Ö«¿² Ê·¿®
íè Þ · ´ ¾ ¿± îðïïµ± »µ¿·²¿
Ö«¿² Ù±²¼®¿
EL pasado once de mayo falleció
en Bilbao Juan Manuel de Ganda-
rias Bajón, quien fuera decano-co-
misario fundador de la Facultad de
Medicina de Bilbao; a quien, has-
ta esta fecha se podía ver paseando
por las calles de Bilbao; alto, er-
guido, conservando a sus casi 88
años la buena planta que tuvo en
su juventud. Desconocido para el
vecindario que lo rodeaba, pero
querido entrañablemente por to-
dos aquellos que tuvimos ocasión
de asistir como espectadores o co-
mo actores secundarios a su actua-
ción cuando consiguió, allá por los
últimos años sesenta del siglo pa-
sado, culminar un viejo anhelo bil-
baino: la creación de la Facultad
de Medicina de Bilbao.
Fue Gandarias, uno de los más
ilustres médicos de nuestra Villa y
una leyenda viva para la Medicina
Bilbaina, por lo que parece inex-
cusable traer a la memoria su figu-
ra, así como los antecedentes y
primeros avatares de la Facultad
por él creada.
Ö«¿² Ù±²¼®¿
JOSÉ Mª nació en Bilbao el 25
de septiembre de 1854 y recibió
el bautismo al día siguiente en la
bilbaina parroquial de San Anto-
nio Abad; fue el segundo de los
cinco hijos que trajo a este mun-
do el matrimonio compuesto por
Jerónimo Gorostiza Zalbidea y
Concepción Onzoño Larraondo;
los Gorostiza eran una familia
begoñesa oriunda de Orozko.
Cursó sus estudios de bachi-
ller, probablemente, en el mismo
Instituto Vizcaíno en el que se
formaron Unamuno y muchos
otros bilbainos destacados de
aquellos años. Obligado a ausen-
tarse de la Villa para realizar los
estudios universitarios, regresó queña historia, pues tuvo una larga
como doctor en Medicina en el continuidad y, tras una reforma
año 1879 para desempeñar su que le llevó a ser trimestral, llegó
primer trabajo conocido como hasta los años 70 del siglo XX.
médico del asilo de las Hermani- Volviendo a su creador, Gorosti-
tas de los Pobres, donde prestó za había contraído matrimonio
asistencia a los 75 ancianos allí siendo ya mayor, con más de 40
asilados. Tres años más tarde, en años, y no dejó descendencia. Du-
1882, consiguió la plaza de mé- rante sus últimos años de vida resi-
dico de entradas del Hospital Ci- dió durante largas etapas en San
vil de Atxuri, dotada con un sala- Juan de Luz, de donde era natural
rio anual de 1.500 pesetas. Se su mujer, apellidada Labatut Car-
trataba de un puesto de trabajo deilhac; y allí falleció el 28 de ju-
muy duro pues entre los dos mé- nio de 1910.
dicos de puertas con que contaba En la nota necrológica publica-
el Hospital debían atender todas da en el diario La Unión Vasco-
las urgencias ocurridas durante Navarra del 29 de junio de 1910 se
las 24 horas del día y los 365 dí- le describe como un conocido y
as del año, lo cual suponía que apreciado médico bilbaino, herma-
nuestro galeno debía de estar de Û² ïèèî ½±²·¹«·‰ °´¿¦¿ ¼» ³’¼·½± ¼» »²¬®¿¼¿ ¼»´ ر°·¬¿´ Ý·ª·´ ¼» ߬¨«®·ò Ú±¬± Ì»´»º±®± ¼» Û®®¿¦¯«·² no vocal de la Junta de la Santa
Casa de Misericordia y Jefe de los
Servicios de Sanidad del Ay u n t a-
Û´ Þ±´»¬Ž² ½±²¬»²Ž¿ ¼¿¬± ®»º»®»²¬» ron crear una plaza especial de miento en el año 1901 un extenso miento de Bilbao. Presidente de la
médico que se hiciera cargo de es- informe en el que recogía los prin- sociedad Euskal Erria y Centro
¿ ´± ³±ª·³·»²¬± ¼» °±¾´¿½·‰²ô ta labor y de la vigilancia general cipales problemas sanitarios de Vasco, que había militado siempre
de la higiene pública, además de la Villa y las vías de solución con- en el campo vascongado. También
½¿«¿ ¼» ³±®¬¿´·¼¿¼ § ¼»³±¹®¿ºŽ¿ otras funciones como la inspec- templadas por las ciencias de la había sido secretario de la primera
ción de las nodrizas. La situaron salud. junta de la Academia de Ciencias
en lo más alto del escalafón al ad- El Boletín de Estadística Sanita- Médicas, en el año 1895.
guardia un día sí y otro no. Sin Boletín de estadística judicarle el título honorario de ria contenía datos referentes a los Dicen sus familiares que era de
e m b a rgo resultaba atractivo para municipal “Decano Jefe del Cuerpo Médico movimientos de población (naci- pequeña estatura, lo que fue moti-
los jóvenes porque les permitía Esta carrera como médico muni- Municipal”. mientos, matrimonios, defuncio- vo para una canción bilbaina que
adquirir una formación clínica al cipal, tan similar a la de otros com- Gorostiza ocupó esta plaza des- nes, emigración, etc.), también las todavía se cantaba allá por los
lado de los mejores profesores pañeros suyos de finales del siglo de su creación y la desarrolló con causas de mortalidad, así como su años cincuenta del pasado siglo:
de la Villa y les facilitaba el in- XIX, iba a cambiar notablemente entusiasmo y eficacia en su triple distribución por edades y entre los Don José,
greso en la plantilla de médicos en el año 1897, cuando una dispo- vertiente. Consiguió publicar mes distintos barrios de la Villa. Reco- médico chiquito.
municipales de la beneficencia y sición del gobierno de su Majestad a mes un boletín de estadística sa- gía además una gran cantidad de Cabezota grande,
del Hospital. la Reina Regente Mª Cristina de nitaria de un rigor hasta entonces datos referentes a los ingresos hos- tripas de guaté.
En 1887, era ya médico titular H a b s b u rgo obligó a las mayores no conocido, impulsó la creación pitalarios, otras instituciones bené- Canción que, al igual que su
debiendo de atender en su con- ciudades del Reino a recoger y pu- de la llamada “Gota de Leche” a ficas, cementerios, desinfecciones, protagonista, yace olvidada en el
sulta y a domicilio a las familias blicar sus estadísticas sanitarias. partir de la antigua inspección de climatología, etc. En fin, un tesoro baúl de los recuerdos perdidos de
pobres de su distrito, además de Las autoridades bilbainas decidie- nodrizas y presentó al Ayunta- para los curiosos por nuestra pe- nuestra Villa.
realizar la inspección sanitaria
de las escuelas, establecimientos
y viviendas de la zona que tuvie-
ra adjudicada. Disfrutaba de un
sueldo de 2.000 pesetas anuales
y también hubo de prestar servi-
cios extraordinarios durante la
epidemia de Viruela del año
1890, durante la que se hizo car-
go del hospital habilitado en los
pabellones de Mena, y durante el
cólera de 1893 en que formó par-
te del cuadro de médicos del AUNQUE existen algunos precedentes de cuyo núcleo central era destacar la impor- se fue extendiendo entre las clases ilustra-
puesto de socorro instalado en estudios demográficos basados en los li- tancia de los factores sociales en la génesis das de la Villa la opinión en pro de la esta-
los bajos del Ayuntamiento. bros de registros sacramentales de las pa- de las enfermedades. La estadística sanita- dística sanitaria y se realizaron varios aná-
Con ocasión de su gestión a rroquias (John Graunt publicó en el año ria británica sirvió de modelo en el resto de lisis puntuales como los de Hoffmeyer (E s -
cargo de la asistencia en los pa- 1662 el primer trabajo al respecto y en el Europa y pronto se convirtió en uno de los timación de la evolución de la mortalidad,
bellones de Mena presentó una siglo XVIII fueron varios los estudios de- principales sostenes de la salud pública. natalidad e inmigración) y Alzola (Cómo
memoria muy detallada en la mográficos publicados en Gran Bretaña y En Bilbao hubo un digno precedente se vive y cómo se muere en Bilbao), inge-
que seguía un método exposi- Francia), la estadística sanitaria nace en el protagonizado por Gabino Epalza, maestro nieros ambos, o el del médico municipal
tivo diferente al que había sido siglo XIX y tiene sus raíces en los registros y matemático, quien publicó en 1858 un lú- Enrique García de Ancos (Análisis de la
habitual hasta entonces. Método de defunciones que se crearon con motivo cido análisis de las estadísticas demográfi- mortalidad infantil en Bilbao); también el
que imponía la ciencia estadísti- de las grandes epidemias. Gran Bretaña fue cas de la Villa: La mortalidad de Bilbao y análisis realizado por Gumersindo Gómez,
ca de la época y que anunciaba la pionera en este terreno y su principal cálculos relativos a la duración de la vida Jefe de Estadística Municipal, publicado
las formas que iban a ser desa- protagonista Edwin Chadwick, cabeza del en dicha Vi l l a. bajo el título Cómo se vive y cómo se mue -
rrolladas por él en su siguiente movimiento de reforma de la Salud Pública Durante los últimos años del siglo XIX re en Bilbao.
destino.
ïè B i l b ao îððêµ± ¿¾«¦¬«¿
Ö«¿² Ù±²¼®¿
EL pasado 3 de agosto falleció
en Bilbao Jesús Llona Larrauri,
doctor en Veterinaria y pionero de
la divulgación científica de la nutri-
ción saludable, materia en la que
era un gran experto. La prensa local
dio cuenta de su fallecimiento en
varias necrológicas, entre las que
destacan las escritas por Jon Mayo-
ra, Mariano Gómez y Ricardo Fran-
co. En ellas se detallaba amplia-
mente su trayectoria personal y
científica, por lo que nos centra-
remos aquí en su trabajo como
Inspector Jefe del Cuerpo de Vete-
rinarios del Ayuntamiento de Bil-
bao.
Veterinario municipal
El Dr. Llona finalizó sus estudios
de Veterinaria en la Facultad de
León y tras unas breves experien-
cias en Francia y Estados Unidos,
superó las oposiciones de ingreso
como veterinario del Ayuntamiento
bilbaino. A comienzos de la década
de 1960 fue destinado al control sa-
nitario de las dos centrales lecheras
establecidas en Bilbao en la década Ô»½¸» Ѳ¿ô »² »´ ¿´¬± ¼» Õ¿¬®»¨¿²¿
anterior: Ona y Beyena. Organizó
un pequeño laboratorio para el aná-
lisis de las leches y sus derivados y
se formó en los tres aspectos que
iban a marcar su trayectoria poste-
rior: la inspección sanitaria alimen-
taria, el laboratorio de salud pública
y los distintos aspectos de la nutri-
ción humana. Fue destacable de es-
ta etapa su trabajo sobre la presen-
cia de antibióticos en la leche de
vaca.
En 1973 obtuvo por concurso la
plaza de Inspector Jefe del Servicio
Municipal de Veterinaria, servicio
que cumplió cien años bajo su man-
dato y que desapareció como tal al
quedar englobado en una de las áre-
as municipales. Fue, pues, el último
Jefe del Cuerpo Veterinario Muni-
cipal, cargo que en aquellos años
conllevaba la dirección del Matade-
ro de Zorroza. ß²¬·¹«± Ó¿¬¿¼»®± ¼» Ʊ®®±¦¿ô ·²¿«¹«®¿¼± »² ïçìë Ö»„ Ô´±²¿ ²± º¿´¬‰ ²«²½¿ ¿ « ½·¬¿ ³»²«¿´ ½±² »´ л®·‰¼·½± Þ·´¾¿±
Ö«¿² Ù±²¼®¿
EL pasado 17 de enero de 2009
falleció en Bilbao Fernando Mu-
ñoz López, quien fuera el último
tocólogo municipal, plaza que
ocupó desde el año 1960 hasta su
jubilación en 1989. Con ella se
había cerrado una actividad ini-
ciada en el siglo XVII, mediante
la cual el Ayuntamiento se ocupa-
ba de conseguir una asistencia sa- fueran atendidos por médicos; pe-
nitaria a los partos de las bilbai- ro, atendiendo a que su número era
nas. muy escaso y no pasaban de 25 los
que atendían a todo el territorio de
Evolución de la obstetricia Bizkaia, consideraba necesario
europea que se estableciese un sistema de
Las enfermedades llamadas “de formación de todas las parteras,
la mujer” en general, y el parto en para que conociesen cómo debía
particular fueron terreno reserva- de atenderse al parto normal, có-
do a las propias médicas o coma- mo reconocer los complicados y
dronas durante siglos. En palabras cuáles de las prácticas habituales
de un médico suizo de comienzos en el parto eran peligrosas y causa-
del siglo XVII: ban daño a la madre o al niño.
“…en todas las edades del También sostenía que debía de ha-
mundo, a lo largo y ancho de to - cerse un esfuerzo para mejorar los
dos los países, la ayuda de graves Ý´Ž²·½¿
conocimientos de los practicantes
y modestas mujeres (llamadas por ³¿¬»®²¿´ comachones en materia de partos
nosotros comadronas) ha sido ¼» ´¿ complicados.
siempre útil para alivio y socorro Ý¿¶¿ ¼»
de todas las hijas de Eva, a quie - ߸±®®±ô El siglo XX
nes Dios ha designado para traer ½±²±½·¼¿ Durante el siglo XIX no se in-
niños al mundo”. ½±³± trodujeron novedades en este cua-
Pero a comienzos del siglo ´¿ NÙ±¬¿ dro descrito, en el que la asistencia
XVIII, muchos médicos y ciruja- ¼» Ô»½¸»M municipal se limitaba a los partos
nos comenzaron a interesarse en complicados de las mujeres po-
el parto y en su asistencia, intro- bres, debiendo buscar por su cuen-
duciendo nuevas técnicas, entre ta quien les atendiera en sus partos
las que cabe destacar una mejor fisiológicos. Pero el incremento de
utilización del fórceps. En un población que vivió Bilbao a fina-
principio su labor quedaba res- les de este siglo y las malas condi-
tringida a las mujeres de la reale- ciones de vida de la población pro-
za y la aristocracia, pero no tardó letaria, lo desbordaron por com-
en llegar a las clases populares. pleto. A finales del siglo XIX y co-
En España tuvo un amplio eco la mienzos del siguiente, la mortali-
llegada del cirujano francés Cle- dad perinatal era muy elevada y la
ment para atender a la Reina Ma- sociedad bilbaina clamaba en pro
ría Luisa de Saboya, esposa de de reformas que disminuyesen el
Felipe V, en el nacimiento de su riesgo de las parturientas.
hijo. Surgió así, primero la Casa de
A partir de entonces la palabra Maternidad auspiciada por la Di-
comadrón se extiende al género п´¿½·±
putación Foral, donde ya en sus
masculino. pero las matronas no ¼» Þ·¼¿®¬»ô primeros años de actividad, entre
desaparecieron de Europa; y a lo ¼±²¼» 1897 y 1906, se consiguieron ci-
l a rgo de los siglos XIX y XX, en- »¬«ª± fras de mortalidad perinatal en tor-
contraremos una doble atención al ·²¬¿´¿¼¿ no al 6%; además de un drástica
parto: mujeres más o menos for- ´¿ ½´Ž²·½¿ disminución de la mortalidad entre
madas prestan asistencia a los ³¿¬»®²¿´ las parturientas.
partos normales en las mujeres de ¼»´ Nïè Pero los partos a domicilio con-
todas las clases, aunque deben so- ¼» Ö«´·±M tinuaban en manos de las coma-
dronas y, cuando había complica-
do por Europa: habiendo fallecido ciones, éstas llamaban a los médi-
uno de los cuatro médicos asala- cos municipales de la beneficen-
Û² ´± ·¹´± È×È § ÈÈ «®¹»² ´¿ ½¿¿ riados por la Villa y considerando cia. En el año 1914 el Ay u n t a-
que los tres restantes, jóvenes y sa- miento creó una plaza de tocólogo
¼» ³¿¬»®²·¼¿¼ô ¼±²¼» ª¿² ¿ ¼¿® ¿ ´«¦ ´¿ nos, eran capaces de atender las municipal para mejorar aquella si-
necesidades del vecindario, deci- tuación y nombró para cubrirla a
³«¶»®» ¼» ´¿ ½´¿» ³™ ¼»º¿ª±®»½·¼¿ dió contratar un “cirujano latino y José María Beltrán de la Cueva,
comachón” cuya pericia sirviera quien continuó desempeñando es-
no sólo para la asistencia a los par- ta labor hasta que fue cesado de su
tos complicados, sino como medio cargo en el año 1937, como conse-
licitar ayuda a los médico o ciru- de algunos tributos. Así, en la fo - de enseñanza para la juventud de cuencia del expediente de depura-
janos en los casos complicados. gueración del año 1514 consta la Villa deseosa de instruirse en ción de los médicos municipales
Compiten con ellas los cirujanos que, en Bilbao, estaban excluidas esa profesión. El elegido, Jean instruido por el primer ayunta-
romancistas que ejercen como co- del impuesto las fogueras de cléri - d ’ A rgain, que fue traído desde Pa- miento franquista. El 25 de abril
madrones. Entre las mujeres de gos, carceleros, e pregonero e par - rís, permaneció ejerciendo en la de 1928 fueron nombradas matro-
clase alta la asistencia suele ser tera e otras personas privadas. Villa durante 45 años y fue el en- nas municipales Juliana Madrazo
siempre supervisada por el médi- Años después, el 26 de febrero c a rgado de traer a Bilbao los avan- Arrien y Patricia Laiseca Larra-
co o cirujano latino. de 1691, encontramos que la cor- ces que la obstetricia estaba reali- mendi. Con lo cual quedaba com-
Aparecen en estos siglos tam- poración contrata a una mujer para Û´ ¼±½¬±® Ú»®²¿²¼± Ó«Š±¦ Ô‰°»¦ zando en la capital francesa. pletado un Servicio Municipal de
bién las casas de maternidad, don- que ejerza de partera durante cua- Sin embargo la calidad del tra- Tocología, al que pronto hubo ne-
de acuden a dar a luz las mujeres tro años. La escritura es firmada na no puede abandonar la Villa sin bajo realizado por las comadronas cesidad de añadir un segundo y un
de las clases más desfavorecidas, por Gracia Ramírez. En 1723, la permiso del alcalde o de los seño- no debió de avanzar demasiado, tercer tocólogos, porque los naci-
atendidas por matronas, pero bajo que firma un contrato de obliga- res del Ayuntamiento. Pero esta fi- pues en el año 1775, Josef Santia- mientos en Bilbao iban aumentan-
la vigilancia de un médico o ciru- ción es Juana María Romero, ma- gura de la comadrona contratada go de Luzuriaga, uno de los médi- do. Pero a partir de los años cua-
jano. Sin embargo son todavía trona, acompañada por Francisco no fue constante y la corporación cos titulares de Bilbao, presentó en renta surgen las clínicas del “18 de
mayoría las mujeres que dan a luz de Lorena, su marido, respondien- decidió suprimirla cuando la asis- las Juntas de la RSBAP una pro- Julio” y de la Caja de Ahorros, el
en su propio domicilio atendidas do ambos con sus bienes del cum- tencia a los partos complicados puesta de formación muy intere- número de partos asistido fue des-
por comadronas. En el siglo XX plimiento por parte de ella. Se le quedó encomendada al cirujano sante, que venía motivada por la cendiendo y más aún cuando fue
esta proporción se invierte y pasa asigna un salario de 50 ducados latino. constatación realizada por él mis- construida la residencia de Cruces,
a ser habitual el parto en clínica u anuales pagaderos por tercios, ca- mo del alto número de complica- llegando a ser nulo en los años se-
hospital. da cuatro meses y su duración es Cambios en la asistencia al ciones de los partos atendidos por tenta; momento en el cual, el últi-
de dos años. Tiene por obligación p a rto durante el siglo XVIII las comadronas. No debió de obte- mo tocólogo y las dos comadronas
Primeras comadronas “acudir con diligencia cuando fue- La corporación bilbaina tomó en ner los resultados esperados, pues que quedaban en activo, fueron
en Bilbao ra llamada para atender partos sin el año 1730 una decisión acorde volvió a plantear el mismo tema en destinados a otras labores. Desa-
Sabemos que en la Villa recién cobrar otra cosa que el “voluntario con la costumbre de encargar la las del año 1778. Sus propuestas parecía con ello un servicio que
fundada, allá por los siglos XIV y estipendio que se acostumbra a asistencia al parto a los médicos o comenzaban por exponer la con- apenas rebasó el medio siglo de
XV, las parteras estaban exentas dar”. El contrato estipula que Jua- cirujanos, que se estaba extendien- veniencia de que todos los partos existencia.
íê B i l b ao îððêµ± «®¬¿®®·´¿
Ö«¿² Ù±²¼®¿
Òò Þò
SI no es una exageración el decir
CON el título Los médicos que la pequeña historia de nues-
de Bilbao. Siglos XV al tro Bilbao se asienta sobre quie-
XIX el Museo de Historia nes fueron construyendo el día a
de la Medicina y de la día de la Villa, una serie de ciuda-
Ciencia “José Luis Goti” danos sin nombre, más que sobre
(Medikuntza eta Zientzia personajes ilustres, menos aún lo
Historiaren Euskal Muse- sería en el caso de los médicos
oa) acaba de editar un dic- que atendieron a su población en
cionario biográfico de to- el pasado; conjunto de profesio-
dos los médicos que ejer- nales poco conocidos de los que
cieron en Bilbao hasta el apenas tenemos noticia.
año 1900. Escrita por Juan La verdad es que sería difícil
Gondra, colaborador habi- para un bilbaíno de hoy citar el
tual de este periódico, fue nombre de un solo médico ante-
presentada en la última Fe- rior a la brillante generación que
ria de Durango. encabezada por el doctor Areilza
Juan Gondra, veterano dio lustre a nuestra medicina hace
médico municipal, es un cien años. Es fácil que nos suenen
estudioso de los orígenes otros que, al igual que Areilza,
de los distintos servicios también ejercieron en el primer
sanitarios municipales. Sus tercio del siglo XX, como Nicolás
resultados han ido apare- Achucarro, Carmelo Gil, Vicente Ù®«°± ¼» ³’¼·½± ¾·´¾¿·²± »² »´ ر°·¬¿´ ¼» Þ¿«®¬± ¸¿½·¿ ïçîê
ciendo en forma de artícu- San Sebastián, Francisco Ledo,
los mensuales en este pe- Francisco Entrecanales, etc., cuya sa que en pocas ocasiones llegaba
riódico a lo largo de los úl- memoria viene también represen- a conseguir.
timos siete años. Con ante- tada en algunos nombres de calles Antes que a seguir la profesión
rioridad había sido coautor y plazas; pero no encontraremos médica, sus hijos preferían dedi-
de varios libros publicados ni uno solo dedicado a los galenos carse al comercio, a la carrera de
por el Ayuntamiento bil- que durante 600 años atrás aten- las armas o a buscar la fortuna en
baino, pero se trataba de dieron a tantas generaciones de las “Indias”, por lo que no encon-
obras referentes a la Salud vecinos. traremos a médicos bilbainos hi-
Pública, muy alejadas de Después de años de búsqueda jos de médicos de Bilbao, hasta
esta otra nueva publica- de su rastro en los archivos, creo que en el siglo XIX nos aparezcan
ción. que se puede diseñar el boceto varias excepciones notables que
que sigue como representante del dieron lugar a sagas de médicos,
tipo más frecuente de galeno con alguna de las cuales aún perdura.
ejercicio en Bilbao durante los si-
glos pasados. La actitud del vecindario
y del Regimiento
El médico “tipo” de Bilbao Los habitantes de la Villa querí-
Era un varón natural de las pro- an tener asegurada una pronta res-
vincias limítrofes o de los vecinos Ò·½±´™ ¼» ß½¸„½¿®®± Ö±’ Ù·´ § Ú®»²± puesta a sus demandas de asisten-
cia médica, que los médicos fue-
ran competentes, y que sus tarifas
Ô± ³’¼·½± ¼» ´¿ Ê·´´¿ ¬»²Ž¿² no fueran exageradas. Por ello,
solían presionar para que, además
½±³± ½±¬«³¾®» ´¿ ¼» º»¬»¶¿® »´ de los médicos contratados por el
Ayuntamiento, hubiera otros, a los
¼Ž¿ ¼» Í¿² ݱ³» § Í¿² Ü¿³·™² que se solía llamar “médicos suel-
tos” que les diesen la garantía de
El libro comienza con unas tarifas comedidas.
una descripción de la for- reinos de Castilla y Navarra. Ha- cer un horario de consulta y aten- El regimiento, por su parte, tra-
ma de trabajar de los médi- bía realizado sus estudios en las der al vecindario cobrando unos taba de garantizar la presencia de
cos bilbainos desde la Edad universidades de Valladolid, Ma- honorarios prefijados por el médicos competentes y de alejar a
Media hasta el siglo XIX, drid o Zaragoza y, después de su- Ayuntamiento. Debía de atender a los que consideraba malos profe-
pasa después a presentar perar el examen de aptitud reali- los pacientes ingresados en el sionales. Sin embargo, no faltaron
unas breves reseñas bio- zado por el Tribunal del Protome- Hospital de Achuri sin cobrar sa- ocasiones en que se guió más por
gráficas de los más desta- dicato, se había establecido como lario añadido por ello, turnándose criterios poco claros. En general
cados y algunos episodios médico en alguna localidad de con los otros dos médicos titula- era muy reacio a incluir en los
anecdóticos que sirven pa- Bizkaia, Gipuzkoa, o, en ocasio- res de tal forma que cada trimestre contratos con sus médicos la cláu-
ra conocer mejor a nuestros nes, en Vitoria u otras ciudades turnaba uno de ellos para realizar sula de exclusividad que les per-
antiguos galenos. Finaliza más alejadas. Cuanto más atrás en aquella asistencia, también debía Ö±’ Ø»®³±¿ Û´·¦±²¼± mitía ejercer en la Villa de forma
con tres apéndices en los el tiempo nos desplacemos tantas de atender gratuitamente a los po- que ningún médico no contratado,
que figuran por orden cro- más probabilidades tendremos de bres y a los ingresados en la Mise- de San Cosme y San Damián, de médico “suelto”, pudiera estable-
nológico y alfabético todos encontrarnos con un origen judeo- ricordia o en la cárcel. la que formaba parte junto a los ci- cerse en ella y hacerles la compe-
los médicos con ejercicio converso y un aprendizaje no uni- Renovaba su contrato con el rujanos y boticarios; también cui- tencia.
en Bilbao en aquellos años, versitario, realizado como apren- municipio por nueve años más y daba del ornato del altar dedicado
así como las condiciones diz al lado de un maestro. luego por otros nueve y otros nue- a ellos en la bilbaina iglesia de El siglo XIX
de trabajo que regulaban su Ya casado, con una experiencia ve, hasta que la mala salud o la San Antón, en la cual aún pode- Pero este cuadro cambió mucho
quehacer: contratos, orde- de varios años de ejercicio profe- muerte le impedía seguir ejercien- mos contemplar las estatuas de es- en el siglo XIX y mucho más en el
nanzas y reglamentos va- sional y un cierto prestigio, acudía do en la Villa. Sólo en muy raras tos dos santos. Según refiere el XX; cuando se multiplicó el nú-
rios promulgados por el a establecerse en Bilbao contrata- ocasiones abandonaba Bilbao, doctor Villanueva, gran conoce- mero de médicos y aparecieron fi-
consistorio bilbaino. Algu- do por nuestro Ayuntamiento para bien por su propio interés en tras- dor de la historia de la medicina guras destacadas de la Medicina.
no de los capítulos del libro un periodo de cuatro o cinco años. ladarse a otra localidad o bien ex- bilbana, los médicos de la Villa Desapareció el viejo profesional
ya había sido publicado en Aunque el sueldo a recibir era po- pulsado por el municipio o el ve- conservaron hasta hace muy po- que sabía de todo y aparecieron
estas páginas, al igual que co atractivo y, probablemente, in- cindario. Hasta bien entrado el si- cos años la costumbre de festejar jóvenes especialistas, quienes
alguna de las imágenes que ferior al que percibía en la locali- glo XIX no podía esperar pensión con una misa el día de San Cosme pronto dieron paso a otros más es-
les acompañan. dad en que venía trabajando hasta de jubilación alguna de las arcas y San Damián. pecializados todavía hasta llegar a
El prólogo y la presenta- entonces, llegaba con la esperan- municipales. Con el paso de los años solía ir la situación actual en que la ciu-
ción han sido escritos por za de hacerse con una clientela incrementando su clientela priva- dad no cuenta ya con cientos, sino
el Iñaki Azkuna, también privada que compensara lo magro Otros rasgos de da y entonces le molestaban las con un par de miles de médicos de
médico, y Anton Erkoreka del salario y la carestía de la vida nuestros galenos otras obligaciones. Por ello trata- características muy diferentes y
director del Museo Vasco en la Villa. Era bastante individualista y ba de buscar la manera de poder mucho más difíciles de interpretar
de Historia de la Medicina Lo estipulado en su contrato le poco dado a realizar actividades dedicarse en exclusiva a ella y li- con un solo arquetipo, tal como
y de la Ciencia. obligaba a no abandonar la Villa conjuntas con sus colegas. Acudía brarse de la carga que suponía pa- hemos hecho para los médicos del
sin permiso del alcalde, a estable- a los actos de culto de la cofradía ra él la asistencia hospitalaria; co- Bilbao de la antigüedad.
íê îðïíµ± ³¿·¿¬¦¿
Ö«¿² Ù±²¼®¿
DURANTE los últimos años del Ѭ¿¼«§ô ¿ ½±¬¿ ¼»
siglo XIX y el primer tercio del si-
glo XX la Cirugía, aliada con nue- « ª¿½¿½·±²» § «
vas técnicas de anestesia, obtuvo °»½«´·±ô » º±®³‰
unos avances espectaculares que
le permitieron abordar con seguri- ½±³± ½·®«¶¿²±
dad las cavidades abdominal y to-
rácica e incluso el interior del crá- ½¿®¼·±ª¿½«´¿®
neo; pero las intervenciones sobre
el corazón continuaban siendo
consideradas como algo imposi-
ble. Pero ya en los primeros años apropiados. Entre el 8 de junio y
del pasado siglo, hubo algunas in- el 12 de noviembre de 1954, reali-
tervenciones que anunciaban lo zó 10 intervenciones quirúrgicas
que iba a ocurrir durante los cua- (comisurotomías mitrales) sobre
renta, cuando al finalizar la II pacientes que sufrían estenosis
Guerra Mundial, y quizás gracias mitral y estaban desahuciados;
a las experiencias habidas durante obteniendo en cuatro de ellos
ella en el tratamiento quirúrgico magníficos resultados y en otros
de heridas en el corazón, varios tres resultados moderados o bue-
cirujanos anglosajones abordaron nos; sólo uno de ellos falleció, po-
de forma independiente el trata- cos días después de la operación,
miento quirúrgico de algunas por causa de una embolia. Realizó
malformaciones cardiacas y val- también alguna de las primeras
vulopatías. El imposible comen- intervenciones quirúrgicas sobre
zaba a ser vencido. niños que sufrían cardiopatías
congénitas.
Primeras intervenciones A lo largo de los 11 años que
Los primeros éxitos tuvieron Ó’¼·½± ¼» Ю±½¿®¼·¿½±ô Ý¿®´± Ѭ¿¼«§ »¬™ ¼» °·»ô »´ ¯«·²¬± ½±³»²¦¿²¼± °±® ´¿ ·¦¯«·»®¼¿ transcurrieron hasta su falleci-
lugar en el tratamiento de malfor- miento, intervino en Pro-Cardia-
maciones vasculares que no se No es de extrañar, pues, que clientela un nu- nes, prestando una mayor aten- cos a más de un centenar de pa-
pueden considerar como propia- comparadas con las actuales, trido grupo de ción a las intervenciones vas- cientes con unos resultados muy
mente cardiacas, pero que fami- aquellas primeras técnicas quirúr- pacientes que culares periféricas en el ser- buenos, homologables a los obte-
liarizaron a los cirujanos con el gicas nos parezcan hoy propias de sin ella tenían vicio hospitalario y dedi- nidos por hospitales de mucha
entorno del corazón. Por fin, en el una cirugía “heroica”, y aquellos un pronóstico cando casi por com- mayor categoría; lo que combina-
año 1948, tras algunas interven- pioneros verdaderos gigantes de la fatal. Al mismo pleto a la cirugía ba con sus estancias en los quiró-
ciones fallidas sobre pacientes en cirugía. tiempo, el Hos- cardiaca su acti- fanos londinenses donde había re-
gravedad extrema que fallecieron, pital de Basurto vidad en la Fun- alizado sus primeras intervencio-
se obtuvieron por fin los primeros Primeros pasos en Bilbao estaba realizando dación Vizcaya nes, para mantenerse al día sobre
éxitos cuando en junio de 1948 A finales de los años cuarenta un esfuerzo de Pr o ca r d i ac o s . los avances de la cirugía cardiaca.
Charles P. Bailey operó con éxito del pasado siglo, la Fundación modernización Sobre todo a Tuvo que abandonar el Hospital
una estenosis mitral en Fidadelfia Vizcaya Procardiacos lideraba la que incluía la partir del de Basurto a su pesar, pero eso le
y 6 días más tarde hizo lo propio cardiología bilbaina y buscaba in- creación de un año 1953 permitió concentrarse más en su
Dwight E. Harken en Boston. troducir la cirugía en su arsenal te- servicio de ciru- en que en- trabajo quirúrgico en Procardia-
El mayor problema con el que rapéutico, pues tenía entre su gía cardiovascu- tró en ser- cos y en el ejercicio privado, en el
lar. Ambas insti- vicio la que también obtuvo notables éxi-
tuciones tuvie- nueva se- tos.
ron que recurrir de de A comienzos de los años sesen-
ß º·²¿´» ¼» ´± ¿Š± ½«¿®»²¬¿ô al único cirujano
bilbaino prepara-
“Procar-
diacos” y
ta, cuando se planteaba nuevas
metas y pretendía iniciar interven-
´¿ Ú«²¼¿½·‰² Ê·¦½¿§¿ Ю±½¿®¼·¿½± do para ello: Car- Otaduy ciones con circulación extracor-
los Otaduy, quien pudo dis- pórea, un triste accidente se llevó
´·¼»®¿¾¿ ´¿ ½¿®¼·±´±¹Ž¿ ¾·´¾¿·²¿ dedicó sus esfuer- poner de su vida y privó a la Villa de uno de
zos a ambas institucio- quirófanos sus más brillantes cirujanos.
Ö«¿² Ù±²¼®¿
EL pasado 12 de marzo tuvo lugar
en la sala de prensa del Ayunta-
miento de Bilbao la lección inau-
gural del curso académico 2012
de la Real Academia de Medicina
del País Vasco, leída por el profe-
sor Manuel Vitoria Ortiz, que ver-
só sobre Miguel Unamuno y Jugo,
la gimnasia y el deporte; acto que
nos trae a la memoria que esta más tarde ocupó su puesto Juan
Institución ha cumplido ya sus Manuel Gandarias Bajón y, a su
primeros cuarenta años, por lo fallecimiento el pasado año, el ac-
que bien merece que nos detenga- tual presidente, Gustavo Ortiz Ur-
mos en su historia, aunque ésta no diain.
alcance la raigambre de la otra En el mismo año de su funda-
academia bilbaina, la “Academia ción tuvo lugar la lectura del mag-
de Ciencias Médicas”, más que nífico discurso de ingreso de Ju-
centenaria y de la que ya hemos lián Guimon Rezola, El doctor
tenido ocasión de hablar con ante- Areilza precursor de la Universi-
rioridad. dad de Bilbao, que marcó un hito
en el mundillo sanitario de la Vi-
Las primeras lla. Pronto siguieron otros ingre-
Reales Academias sos y la rutina de los cursos sucesi-
Todas las Reales Academias vos, con sus lecciones inaugura-
comenzaron su andadura durante les, sus trabajos de investigación y
el reinado de Felipe V, cuando el sus memorias anuales de activida-
siglo XVIII se acercaba a finiqui- des. Me voy a permitir citar algu-
tar su primera mitad. La de Medi- no de aquellos discursos de ingre-
cina fue una de las primeras, junto so, además del ya citado del Dr.
a las otras tres clásicas: la Españo- Guimon: el leído en 1974 por mi
la, la de la Historia y la de San Ö«²¬¿ ¼·®»½¬·ª¿ ¼» ´¿ ß½¿¼»³·¿ ¼» Ó»¼·½·²¿ »² ´¿ ´»½½·‰² ·²¿«¹«®¿´ ¼»´ ½«®± ¿½¿¼’³·½± maestro, Luis Manuel y Piniés, La
Fernando. Y que al igual que las Patología General del Cáncer de
otras tuvo su origen en tertulias de Decreto de Felipe V un mes des- cuando finalizaba su reinado, en el Hígado; el del colaborador de
profesionales preocupados por el pués: la nueva institución se va a año 1831, no sólo las restableció, nuestro servicio de Salud Escolar
atraso cultural y científico de los caracterizar, de una parte, por el sino que aprobó la creación de so- Santos Sanz en 1977, La Pediatría
Reinos Peninsulares, en una línea apoyo real, que desde entonces no ciedades similares en Zaragoza, como biografía del hombre; y, por
de pensamiento que plasmó en va a faltarle y que le permitirá uti- Valencia, Santiago de Compostela, último, los más recientes de tres
sus escritos con gran acierto el pa- lizar el calificativo de Regia; de Valladolid, Cádiz, Granada y Pal- queridos compañeros de trabajo
dre Feijóo, y que pretendía llevar otra, por la ampliación del número ma de Mallorca. Ya en la segunda en el Ayuntamiento de Bilbao, Je-
al País a cotas comparables a las de sus socios, de tal modo que sus mitad del siglo XX, cuando se sús Llona, Javier Aranceta y Fran-
de otras cortes europeas. Los ava- actividades se amplían dentro de avecinaba el final de la dictadura, cisco Dehesa, todos ellos relacio-
tares sufridos a lo largo de su his- los campos de la historia natural, surgió una nueva etapa creadora nados con distintos aspectos de la
toria han sido recogidos por el ve- la química, la física y la botánica”. que aproximó su distribución a lo alimentación. También el pronun-
nerable maestro guipuzcoano Durante el reinado de Carlos IV que pronto iba a ser el mapa auto- ciado en mayo de 2006 por el gran
Luis S. Granjel, en un libro edita- florecieron estas dos Academias y nómico; se crean entonces la Rea- cardiólogo mexicano Demetrio
do hace pocos años que lleva por la de Barcelona que surgió poco les Academias de Bilbao, Santa Sodi Pallarés, quien a sus 89 años
título Historia de la Real Acade- después; pero Fernando VII las Cruz de Tenerife, Cantabria, Mur- deleitó a la concurrencia con sus
mia Nacional de Medicina. marginó o prohibió hasta que ya cia y Asturias, completando las palabras.
quince que existen en la actuali- Para finalizar, debemos reseñar
dad. que, junto a la lección inaugural se
presentó la Memoria de los traba-
ײ·½·‰ « ¿²¼¿¼«®¿ »² ïçéï º®«¬± Real Academia de algunos notables médicos bilbai- jos realizados durante el año por
Medicina del País Vasco nos junto con el de los primeros los académicos, a los que no que-
¼»´ »º«»®¦± ½±´»½¬·ª± ¼» ¿´¹«²± Inició su andadura en el año catedráticos de la Facultad de Me- da sino agradecer su labor y dese-
1971 con el nombre de “Real Aca- dicina de Bilbao recién fundada; arles que estos cuarenta años de
²±¬¿¾´» ³’¼·½± ¾·´¾¿·²± demia del Distrito de Bilbao” y fue fue su primer presidente el oftal- historia se vean multiplicados en
el fruto del esfuerzo colectivo de mólogo Ángel Castresana Guinea, el futuro.
Ü¿²·»´ Þ¿½·¹¿´«°»
SABEN quienes se dedican a la
literatura de lo complicado que
resulta emprender la escritura de
una novela. Si el autor es primeri-
zo, cuenta más de 70 años y ade-
más consigue publicarla, estamos
sin duda ante un hecho fuera de lo
común. Antonio Villanueva (Bil-
bao, 1933), médico digestólogo e
historiador, lo ha conseguido con
Señores de Vizcaya, caballeros de
Castilla (Roca Editorial), en la
que a través de las andanzas de
Don Diego López de Haro –fun-
dador de la Villa en 1300– y su
hermano Lope Díaz de Haro, se
refleja la convulsa historia del
reino castellano en el siglo XIII.
Poco podía imaginar Villanue-
va que su incipiente interés por
Don Diego a raíz del 700 aniver-
sario de la Carta Puebla acabaría
cristalizado en una novela: “Todo
empieza por una curiosidad histó-
rica que me lleva a indagar sobre
este personaje más allá de lo que
se conoce. A medida que voy in-
vestigando veo que estuvo casado
con una hija del Alfonso X El Sa-
bio, que su hermano hizo lo pro-
pio con la hermana de la reina
María de Molina. Tanto Diego
como Lope fueron grandes figu-
ras de la política castellana, aun-
que llegaron a aliarse con Aragón
e incluso con los musulmanes de
Granada. Cuando compruebo que
existe un contrato entre el rey de
Granada y los caballeros que ß « éí ¿Š±ô Ê·´´¿²«»ª¿ » «² ¼»¾«¬¿²¬» »² »´ ¹’²»®±
Relaciones vizcaino-
EL amor por su ciudad natal en 1834, cuando la epidemia castellanas
es un sentimiento que Anto- de cólera que azotaba Europa En opinión de Antonio Villa-
nio Villanueva no esconde; prácticamente diezmó la po- nueva, “existe una carencia de es-
más bien alardea de ello: blación bilbaina. “Hablamos tudio global de la Historia”, favo-
“Soy hijo de inmigrantes, pe- de una época muy interesante recido por la política de educa-
ro bilbaino de toda la vida. porque, además, es el primer ción de las autonomías. “Es legí-
Como dice el Alcalde, al que año de la minoría de Isabel II, timo que cada una quiera que se
conozco desde su etapa de que da pie a la primera guerra conozca el pasado de su pueblo,
aprendizaje en el hospital de carlista. Si investigas un po- pero, por ejemplo, no se puede
Cruces, la bilbainía es un co, te das cuenta de que las hablar de la historia del País Vas-
profesión”. Ese cariño ha he- víctimas de la epidemia se re- co y de Castilla sin pensar en qué
cho que la Villa haya estado partieron entre todas las cla- relaciones han tenido entre sí. En
siempre presente en sus es- ses sociales de la Villa. Se lle- mi novela hablo de algunas fun-
critos, ya sea en estudios his- gó a dedicar exclusivamente damentales como el comercio,
tórico-sanitarios como Siete el hospital de los Santos Jua- cuando los barcos de las flotas
siglos de medicina en Bilbao nes a los coléricos y se trasla- castellanas se hacían con maderas
y 75 aniversario del dispen- dó a los otros enfermos a una y hierro de aquí y eran tripuladas
sario Ledo-Arteche o en su casa particular de la calle por marinos vascos. Los señores
último libro, Señores de Viz- Ronda”, explica Villanueva. de Vizcaya fueron primeros mi-
caya, caballeros de Castilla. Asimismo, prepara junto a nistros, ministros de Hacienda y
Ahora prepara una segunda Juan Gondra y Javier Arance- de la guerra en Castilla. Digá-
novela en la que repite esce- ta la historia de los hospitales moslo, que no pasa nada. La His-
nario, aunque sitúa la narra- bilbainos desde 1404, cuando toria hay que verla con ojos docu-
ción en un tiempo histórico existía uno en Santo Domin- mentales, aunque es difícil por-
más cercano, concretamente Üò Ü·»¹± Ô‰°»¦ ¼» Ø¿®± go, hasta hoy. que siempre surge el apasiona-
miento”.
íê îðïìµ± ±¬¿·´¿
Ö±² Ó„¹·½¿
FUE tan duro y salvaje aquel 2013
(que Satán tenga en su hoguera…),
que 2014 ha comenzado con otro ai-
re, como si de su mano naciese un
nuevo tiempo de esperanzas. No es
fácil dar con la tecla de la regenera-
ción pero cualquier ilusión, incluso
aquella que no tenga un suelo sóli-
do, es mejor que las fatigas y desve-
los del pasado año. Desde un Athle-
tic Club de Bilbao que convive don-
de solía, entre los grandes, hasta
nuevos negocios que se abren, cele- Ý«¿®¬¿ »¼·½·‰² ¼»´ ½»®¬¿³»²
braciones de efemérides, jóvenes
que se lanzan a la conquista de un
futuro que nadie sabe cómo será y
adultos que han dejado huella en la
ciudad. Aun siendo conscientes de ر³»²¿¶» ¿´ ®»½·»²¬»³»²¬» º¿´´»½·¼± ß²¬±²·± Ê·´´¿²«»ª¿ Û¼±
que un cambio de hoja en el calen-
dario no implica nada más que el pa-
so del tiempo, a algo hay que afe-
rrarse. No es posible vivir siempre
con la espada de Damocles sobre la
cabeza.
La historia encuadernada y
los niños en primera página
Antonio Villanueva Edo llegó a la
literatura cuando se jubiló como mé-
dico pero no llegó a la publicación
de su cuarta novela, El gran canci-
ller, por unas semanas. La presenta-
ción de la misma tuvo lugar en la bi-
blioteca de Bidebarrieta en una ß´º±²± Ó¿®¬Ž²»¦ Ý»¿®®¿ ²±³¾®¿¼± ½‰²«´ ¸±²
emotiva ceremonia, donde se junta-
ron para hablar de sus libros y de su diseñadoras
trayectoria vital y profesional, con Isabel Zapardiez
César Coca como anfitrión. En la el Gardeazabal
mesa se encontraban Blanca Rosa ײ¿«¹«®¿½·‰² ¼» ´¿ ²«»ª¿ ¬»³°±®¿¼¿ ¼»´ Ý·²»½´«¾ ÚßÍ que vistieron a modelos de la talla
Roca, su editora; y los médicos Zhu Letamendia, Sarah Loinaz,
Juan Gondra y Jacinto Bátiz y en Sofyan Safet
el patio de butacas un buen número Miss España, encargadas de presen
de viejos amigos y profesionales de tar las elegantes creaciones. En el
la salud, incluida la teniente de al- acto estuvieron
calde de la Villa, Ibone Bengoe- Luis Ferrero, Jesús Albiz, Alberto
txea. Su viuda y uno de sus hijos ha- Gutiérrez, Marta Contreras, Ber
blaron también de la documentación ta Longás, Gloria Urtiaga
con la que preparaba sus relatos, de ja,
su afán por recorrer los lugares con- nández Rivera, Beatriz Marcos,
cretos donde transcurre la acción, de María Sol Corral, María Elisa
cómo empleó sus últimas fuerzas en Huertas, Concha Marco, Esther
escribir. La historia, hay que admi- Ceballos, Magdalena Múgica, Su
tirlo, tiene un deje nostálgico. Para sana Mintegui, Mercedes Prado,
equilibrarla, vendrá bien recordar la Silvia de Andrés, Blanca Apari
alegría con la que miles de niños (sí, cio, Silvia Varea, Olga Irujo, Ji
he dicho miles…) acudieron la fies- mena Tamayo, Marije Méndez,
ta de comienzos de año en el Palacio Maite de Miguel
Euskalduna, organizada por el Cole- te que admira esos días felices.
gio de Enfermería de Bizkaia que
preside María José García Etxa- Û´ Ì»¿¬®± ß®®·¿¹¿ » ´´»²‰ °¿®¿ ª»® ¼» ß·»® Û¬¨»¿²¼·¿ Al otro lado de los cristales…
niz. Unos días más tarde, el Salón El El compromiso es ése: no despe
Carmen, en Indautxu, invocó a los Jofred González, entre otra mucha Txaro Landa, presidenta del FAS; garse de la felicidad por muy torci
corazones más insensibles. Los re- gente solidaria. Ya ven lo que les di- Juanjo Ortiz, Pilar Triguero, Ma- das que vengan, que vendrán. A él
presentantes de Ahislama (Asocia- je: buenas nuevas frente las malas nuel Paja, decano del Colegio de se suma, desde hace treinta años, el
ción de Hispano Latinoamericanos), viejas (si es que se pueden decir Arquitectos Vasco-Navarro; Móni- Concurso de Escaparates de Biz
con Martha Lucía González, su así…) del pasado año. ca Aparicio, Toni Garzón, Itziar kaia, que organiza la Cámara de Co
presidenta, a la cabeza, y el Club de Zeberio, el poeta Carlos Launaz, mercio. En esta edición han partici
Leones de Bilbao –institución inter- A reírse que son dos días… Isabel Codón, Ana Hormaechea, pado 184 establecimientos de 33 lo
nacional que se dedica a favorecer a Reírse, reírse es el gran desafío Itxaso Elorduy, Juan Carlos Gó- calidades.
los más necesitados– con Marian que tenemos por delante. Reírnos, si mez Uranga, Olga Seco, Karmele sidente de la Cámara, destacó en la
López como representante, organi- se quiere, por no llorar pero no dar Herranz y las “sirenitas” Maribel edición del presente año que “el es
zaron una entrega de regalos a tres- el brazo a torcer ante la adversidad. Salas, Gemma Martínez y Sol Ma- caparate seduce, emociona e influye
cientos niños de todo el mundo que ¿Reírnos de qué?, preguntarán los guna, amén de Álex y José Pedro en la opción de compra”, poco antes
residen en Bilbao. En el salón de ac- más escépticos. ¿Con qué?, sería Otaola, Igone y Matxalen Epelde, de que
tos se dieron cita cientos de peque- otra mejor pregunta. Por ejemplo Enrique y Javier Hilario, Esther del acto que tuvo lugar en el Palacio
ños originarios de países como Con- con la inauguración de la nueva Alonso, Carmen Sáiz, Begoña Dí- Euskalduna, anunciase que el co
go, Colombia, Grecia, Marruecos o temporada del Cineclub FAS, que az, Jesús Encinas, Isabel Tejedor, mercio ganador de esta edición fue
China. Alberto Paternina (Mel- arrancó con las palabras de Txus Fausti Peñas, María Jesús Roiz, Arriaga Euskal Artisautza, de Mar
chor), Carlos Riveros (Gaspar) y Retuerto y la proyección, en con- Gexan Etxabe o la doctora Marian kina-Xemein, representado por
Gustave Kianzumba (Baltasar), curso, del cortometraje titulado Lo- Busturia entre otros. Otro tipo de ri- Henrike
acompañados por sus pajes, Juan co con ballesta de Kepa Sojo. La sas, más nerviosas, alcanzaron a Mascotas, de Zalla, en cuyo nombre
Rojas, Miguel Ángel González y diputada de Cultura, Josune Ariz- quienes se acercaron al hotel Carl- acudieron
María Paula González Piñeros en- tondo, fue la encargada de dar por ton. No en vano, el matrimonio no Naiara Leicea
tregaron los regalos en un acto jale- iniciado el curso cinematográfico es cosa de risas, por mucho que Bide Onera, de Barakaldo, represen
ado por el grupo de animación Plis poco antes de que se proyectase la Agatha Christie aconsejase a sus tada por
Plas y Joaquín Cajigas, como ani- primera película del ciclo, La vida amigas que se casasen con un arque- acompañaron en el podio. El reco
mador titular de la mañana. En el ac- de Brian, una de las obras maestras ólogo: “cuanto más vieja te hagas, nocimiento a la Creatividad fue para
to estuvieron Anton Lamsfus, Ana de los Monty Python y toda una le- más encantadora te encontrará”, de- Lilura Ekodenda, de Arrigorriaga; la
Pajares, Ciro Alfonso Rojas, Ma- yenda en el país de las carcajadas cía la vieja dama con sorna. La cuar- distinción a la Innovación y el pre
risa Guerrero, Begoña Urtxaga, Entre quienes acudieron al estreno ta edición de Sí Carlton Bodas en el mio de Iluminación se entregaron a
Loli Menoyo, Arantza Guerrero y de la temporada se encontraban hotel invocó, entre bambalinas, a las Greenloft, de Basauri; El restaurante
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´ ³’¼·½± » ¸·¬±®·¿¼±® ¾·´ó ¾±® ¿¸Ž ¼±²¼» °¿¿®¿² »´´±ò Û±
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