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JULIO CORTÁZAR

El futuro..................................................................................23
Ganancias y pérdidas.............................................................24
Hablen, tienen tres minutos...................................................24
(POESÍA) Happy new year.....................................................................25
Helecho..................................................................................25
Hic Et Nunc.............................................................................26
ÍNDICE Homenaje a Alain Resnais......................................................27
Homenaje a Mallarmé.............................................................28
A la voz de Susana Rinaldi........................................................2 El interrogador........................................................................28
A una mujer..............................................................................2 Jardín para Octavio Paz...........................................................29
A un general.............................................................................3 La lenta máquina del desamor...............................................30
After such pleasures.................................................................3 Morir de otoño o primavera....................................................30
Aftermath.................................................................................4 La mufa..................................................................................31
Los amantes.............................................................................4 Naufragios en la isla (La Habana, 1967).................................31
Los amigos...............................................................................5 Negro el 10.............................................................................32
Ándele......................................................................................5 El niño bueno.........................................................................33
Antes, después.........................................................................8 No me des tregua, no me perdones nunca.............................34
Aplastamiento de las gotas......................................................8 Oh noche, asiste.....................................................................34
Aquí Alejandra..........................................................................9 Nocturno................................................................................35
Billet deux..............................................................................11 Objetos perdidos....................................................................35
Bolero.....................................................................................11 Para leer en forma interrogativa.............................................36
El breve amor.........................................................................12 La patria.................................................................................36
Bruma....................................................................................12 Policronías..............................................................................37
Canada dry.............................................................................13 Poema a Dios, ese pajarito mandón.......................................38
La ceremonia..........................................................................13 Podemos vivir sin el pajarito mandón.....................................38
Ceremonia recurrente............................................................14 Preludio a un texto en prosa...................................................39
Cinco poemas para Cris..........................................................14 Quartier..................................................................................39
Otros cinco poemas para Cris.................................................15 Quizá la más querida..............................................................40
Cinco últimos poemas para Cris.............................................17 Rechiflao en mi tristeza..........................................................41
Claroscuro de Góngora...........................................................18 Resumen de otoño.................................................................41
Démons et merveilles.............................................................19 Romance de los vanos encuentros.........................................42
Después de las fiestas............................................................19 Las ruinas de Cnossos............................................................43
Discurso del método...............................................................20 Save it, pretty mama..............................................................43
Le domme..............................................................................20 Siempre empezó a llover........................................................44
Empapado de abejas..............................................................21 Tala.........................................................................................44
Encargo..................................................................................21 Te amo por ceja......................................................................45
El encubridor..........................................................................22 Una carta de amor.................................................................45
Esta ternura............................................................................22 Una idea.................................................................................46
Flora y fauna del río...............................................................23 Lo uno y lo otro......................................................................46
Zipper sonnet.........................................................................47

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A LA VOZ DE SUSANA RINALDI A UNA MUJER
No sé lo que hay detrás de tu voz. No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón,
Nunca te vi, vos sos los discos no hay que estar triste
que pueblan por las noches este departamento de si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera lo
París. inmóvil,
ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará
Te busqué en Buenos Aires, pero sabés seguro ahí,
cuántos espejos de mentira te hacen pifiar la constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo
esquina, —pero por qué nombrar el polvo y la ceniza.
como después de andar de bache en bache Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día
acabás con ginebra en un boliche era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta
murmurando la bronca del despiste. hundirse en la tierra.

No sé, ya ves, ni como sos, Sólo dura lo efímero, esa estúpida planta que ignora la
tengo las fotos de tus discos, gente tortuga,
que te conoce y te escribe, esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos
paredes de palabras con glicinas huecos,
y vos detrás, inalcanzable siempre. y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin
grito de agonía,
(Y esto que digo Susana las torres del maíz, los ciegos montes.
es también la Argentina donde todo Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,
puede esconder la estafa si no sabemos ser no nos movemos del terror y la delicia,
como el farol del barrio, o como aquí sus tangos, y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados
vigías de la noche y la esperanza). para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del
balcón,
cómo corren las nubes al futuro.

¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.


No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de
papel
que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de
creer
que se nace o se muere,
cuando lo único real es el hueco que queda en el papel,
el gólem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.

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A UN GENERAL AFTER SUCH PLEASURES
Región de manos sucias de pinceles sin pelo Esta noche, buscando tu boca en otra boca,
de niños boca abajo de cepillos de dientes casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerge entre sus
Zona donde la rata se ennoblece párpados,
y hay banderas innúmeras y cantan himnos qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
y alguien te prende, hijo de puta, sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
una medalla sobre el pecho que acepta las monedas falsas, las circula
sonriendo.
Y te pudres lo mismo.
Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas
ni esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de este olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón tus
muñequitos
y no dejarme más que una ventana sin estrellas.

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AFTERMATH LOS AMANTES
Dime por qué todavía te deseo, por qué tu nombre ¿Quién los ve andar por la ciudad
vuelve si todos están ciegos?
como el hacha a la herida en una amarga Ellos se toman de la mano: algo habla
visitación de la entre sus dedos, lenguas dulces
medianoche, lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
a la vera de un campo funerario donde larvas se y arriba está la noche llena de ojos.
multiplican Son los amantes, su isla flota a la deriva
húmedas babas, recuento interminable de hacia muertes de césped, hacia puertos
torpezas, que se abren entre sábanas.
dime desde esa nada donde ahora te atrincheras, Todo se desordena a través de ellos,
dime todo encuentra su cifra escamoteada;
por qué me basta componer un mecanismo pero ellos ni siquiera saben
elemental de que mientras ruedan en su amarga arena
sílabas, hay una pausa en la obra de la nada,
discar en el cogollo de la niebla las cifras de tu el tigre es un jardín que juega.
nombre Amanece en los carros de basura,
para que solitariamente empiezan a salir los ciegos,
me agobie la esperanza de una menuda migración el ministerio abre sus puertas.
de dedos Los amantes rendidos se miran y se tocan
por mi pelo, una vez más antes de oler el día.
de una fragancia donde habita el musgo. Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
De un silencio más fogoso que todas las vigilias. cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.

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LOS AMIGOS ÁNDELE
En el tabaco, en el café, en el vino, I
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan Como una carretilla de pedruscos
sin que se sepa qué, por el camino. cayéndole en la espalda, vomitándole
su peso insoportable,
Livianamente hermanos del destino, así le cae el tiempo a cada despertar.
dióscuros, sombras pálidas, me espantan Se quedó atrás, seguro, ya no puede
las moscas de los hábitos, me aguantan equiparar las cosas y los días,
que siga a flote entre tanto remolino. cuando consigue contestar las cartas
y alarga el brazo hacia ese libro o ese disco,
Los muertos hablan más pero al oído, suena el teléfono: a las nueve esta noche,
y los vivos son mano tibia y techo, llegaron compañeros con noticias,
suma de lo ganado y lo perdido. tenés que estar sin falta, viejo,
o es Claudine que reclama su salida o su
Así un día en la barca de la sombra, almohada,
de tanta ausencia abrigará mi pecho o Roberto con depre, hay que ayudarlo,
esta antigua ternura que los nombra. o simplemente las camisas sucias
amontonándose en la bañadera
como los diarios, las revistas, y ese
ensayo de Foucault, y la novela
de Erica Jong y esos poemas
de Sigifredo sin hablar de mil
trescientos grosso modo libros discos y películas,
más el deseo subrepticio de releer Tristram
Shandy,
Zama, La vida breve, El Quijote, Sandokán,
y escuchar otra vez todo Mahler o Delius
todo Chopin todo Alban Berg,
y en la cinemateca Metrópolis, King Kong,
La barquera María, La edad de oro —Carajo,
la carretilla de la vida
con carga para cinco décadas, con sed
de viñedos enteros, con amores
que inevitablemente superponen
tres, cinco, siete mundos
que debieran latir consecutivos

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y en cambio se combaten simultáneos darle una mano a esa chiquita
en lo que llaman poligamia y que tan sólo que no conoce a nadie en Amsterdam,
es el miedo a perder tantas ventanas buscarle algún laburo a Pedro Sáenz,
sobre tantos paisajes, la esperanza escucharle su historia a Paula Flores
de un horizonte entero. que necesita repetir y repetir
cómo acabaron con su hijo en Santa Fe.
II
Así se te va el hoy
Hablo de mí, cualquiera se da cuenta, en nombre de mañana o de pasado,
pero ya llevo tiempo (siempre tiempo) así perdés el centro
sabiendo que en el mí estás vos también, en una despiadada excentración
y entonces: a veces útil, claro,
útil para algún otro, y está bien.
No nos alcanza el tiempo,
o nosotros a él, Pero vos, de este lado de tu tiempo,
nos quedamos atrás por correr demasiado, ¿cómo vivís, poeta?,
ya no nos basta el día ¿cuánta nafta te queda para el viaje
para vivir apenas media hora. que querías tan lleno de gaviotas?

III IV

El futuro se escinde, Maquiavelo: No se me queje, amigo,


el más lejano tiene un nombre, muerte, las cosas son así y no hay vuelta.
y el otro, el inmediato, carretilla. Métale a este poema tan prosaico
¿Cómo puede vivirse en un presente que unos comprenderán y otros tu abuela,
apedreado de lejos? No te queda dése al menos el gusto
más que fingir capacidad de aguante: de la sinceridad y al mismo tiempo
agenda hora por hora, la memoria conteste esa llamada, sí, de acuerdo,
almacenando en marzo los pagarés de junio, el jueves a las cuatro,
la conferencia prometida, de acuerdo, amigo Ariel,
el viaje a Costa Rica, la planilla de impuestos, hay que hacer algo por los refugiados.
Laura que llega el doce,
un hotel para Ernesto, V
no olvidarse de ver al oftalmólogo,
se acabó el detergente, Pero pasa que el tipo es un poeta
habrá que reunirse y un cronopio a sus horas,
con los que llegan fugitivos que a cada vuelta de la esquina
de Uruguay y Argentina, le salta encima el tigre azul,

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un nuevo laberinto que reclama Ellington,
ser relato o novela o viaje a Islandia, basta de babosadas de pequeñoburgués,
(ha de ser tan traslúcida la alborada en Islandia, hay que luchar contra la alienación ya mismo,
se dice el pobre punto en un café de barrio) dejate de pavadas,
Le debe cartas necesarias a Ana Svensson, elegí entre el trabajo partidario
le debe un cuarto de hora a Eduardo, y un paseo o cantarle a Gardel.
a Cristina, como el otro
murió debiéndole a Esculapio un gallo, VII
como Chénier en la guillotina,
tanta vida esperándolo, y el tiempo Dirás, ya sé, que es lamentarse al cuete
de un triángulo de fierro solamente y tendrás la razón más objetiva.
y ya la nada. Así, el absurdo Pero no es para vos que escribo este prosema,
de que el deseo se adelante lo hago pensando en el que arrima el hombro
sin que puedas seguirlo, pies de plomo, mientras se acuerda de Rubén Darío
la recurrente pesadilla diurna o silba un blues de Big Bill Broonzy.
del que quiere avanzar y lo detiene
el pegajoso cazamoscas del deber. Así era Roque Dalton, que ojalá
me mirara escribir por sobre el hombro
La rémora del diario con su sonrisa pajarera,
con las noticias de Santiago mar de sangre, sus gestos de cachorro, la segura
con la muerte de Paco en la Argentina, bella inseguridad del que ha elegido
con la muerte de Orlando, con la muerte guardar la fuerza para la ternura
y la necesidad de denunciar la muerte y tiernamente gobernar su fuerza.
cuando es la sucia negación, cuando se llama Así era el Che con sus poemas de bolsillo,
Pinochet y López Rega y Henry Kissinger. su Jack London llenándole el vivac
(Escribiremos otro día el poema, de buscadores de oro y esquimales,
vayamos ahora a la reunión, juntemos unos pesos, y eran también así
llegaron compañeros con noticias, los muchachos nocturnos que en La Habana
tenés que estar sin falta, viejo.) me pidieron hablar, Marcia Leiseca
llevándome en la sombra hasta un balcón
VI donde dos o tres manos apretaron la mía
y bocas invisibles me dijeron amigo,
Vendrán y te dirán (ya mismo, en esta página) cuando allá donde estamos nos dan tregua,
sucio individualista, nos hacen bien tus cuentos de cronopios,
tu obligación es darte sin protestas, nomás queriamos decírtelo, hasta pronto—
escribir para el hoy para el mañana
sin nostalgias de Chaucer o Rig Veda, VIII
sin darle tiempo a Raymond Chandler o Duke

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Esto va derivando hacia otra cosa, ANTES, DESPUÉS...
es tiempo de ajustarse el cinturón:
zona de turbulencia.
Como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
Nairobi, 1976
el perfume dibuja el jazmín
el amante precede al amor
como la caricia a la mano
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente
aunque no haya huella ni presagio

aunque no haya huella ni presagio


como la caricia a la mano
el perfume dibuja el jazmín
el amante precede el amor
pero inevitablemente
el amor sobrevive al amante
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna

como la caricia a la mano


aunque no haya huella ni presagio
el amante precede al amor
el perfume dibuja el jazmín
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente...

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APLASTAMIENTO DE LAS GOTAS AQUÍ ALEJANDRA
Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve
todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el Bicho aquí,
balcón con goterones aquí contra esto,
cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan pegada a las palabras
como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. te reclamo.
Ahora aparece una gotita
en lo alto del marco de la ventana, se queda Ya es la noche, vení,
temblequeando contra el cielo que la triza en mil no hay nadie en casa
brillos apagados, va creciendo
y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía Salvo que ya están todas
no se cae. como vos, como ves,
Está prendida con todas las uñas, no quiere intercesoras,
caerse y se la ve que se agarra con los dientes
mientras le crece la barriga, llueve en la rue de l'Eperon
ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de y Janis Joplin.
pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una
viscosidad en el mármol. Alejandra, mi bicho,
Pero las hay que se suicidan y se entregan en vení a estas líneas, a este papel de arroz
seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, dale abad a la Zorra,
me parece ver la vibración a este fieltro que juega con tu pelo
del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito
que las emborracha en esa nada del caer y (Amabas, esas cosas nimias
aniquilarse. aboli bibelot d'inamité sonore
Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós
gotas. Adiós. las gomas y los sobres
una papelería de juguete
el estuche de lápices
los cuadernos rayados)

Vení, quedate,
tomá este trago, llueve,
te mojarás en la rue Dauphine,
no hay nadie en los cafés repletos,
no te miento, no hay nadie.

Ya sé, es difícil,

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es tan difícil encontrarse
burbujas deslizándose desnudas
este vaso es difícil, frotándose a la luz, Remedios Varo
este fósforo, con un reloj de arena donde se agita un láser
y la chica uruguaya que fue buena con vos
y no te gusta verme en lo que es mío, sin que jamás supieras
en mi ropa en mis libros su verdadero nombre,
y no te gusta esta predilección qué rejunta, qué húmedo ajedrez,
por Gerry Mulligan, qué maison clase de telarañas, de Thelomions,
qué larga hermosa puede ser la noche
Quisieras insultarme sin que duela con vos y Joni Mitchell
decir cómo estás vivo, cómo con vos y Hélène Martin
se puede estar cuando no hay nada con las intercesoras
más que la niebla de los cigarrillos,
animula el tabaco
Cómo vivís, de qué manera vagula Anaïs Nim
abrís los ojos cada día blandula vodka tónic

No puede ser, decís, no puede ser. No te vayas, ausente, no te vayas,


jugaremos, verás, ya están llegando
Bicho, de acuerdo, con Ezra Pound y marihuana
vaya si sé pero es así, Alejandra, con los sobres de sopa y un pescado
acurrucate aquí, bebé conmigo, que sobrenadará olvidado, eso es seguro,
mirá, las he llamado, en una palangana con esponjas
vendrán seguro las intercesoras, entre supositorios y jamás contestados
el party-para vos, la fiesta entera, telegramas.

Erszebet, Olga es un árbol de humo, cómo fuma


Karen Blixen esa morocha herida de petreles,

ya van cayendo, saben y Natalía Ginzburg, que desteje


que es nuestra noche, con el pelo mojado el ramo de gladiolos que no trajo.
suben los cuatro pisos, y las viejas
de los departamentos las espían ¿Ves, bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch,
Max Roach, Silvina Ocampo,
Leonora Carrington, mirala, alguien en la cocina hace café
Unica Zorm con un murciélago
Clarice Lispector, aguaviva, su culebra cantando

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sus terrones un beso BILLET DEUX
Lés Ferré
Ayer he recibido una carta sobremanera.
No pienses más en las ventanas
Dice que "lo peor es la intolerable, la continua".
el detrás el afuera
Y es para llorar, porque nos queremos,
pero ahora se ve que el amor iba adelante,
Llueve en Rangoom.
con las manos gentilmente
para ocultar la hueca suma de nuestros
Y qué.
pronombres.
En un papel demasiado.
Aquí los juegos. El murmullo
En fin, en fin.
Tendré que contestarte, dulcísima penumbra, y
(consonantes de pájaro
decirte:
vocales de heliotropo)
Buenos Aires, cuatro de noviembre de mil
novecientos cincuenta.
Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera
Así es el tiempo, la muesca de la luna presa en los
almanaques, cuatro de.
y no llueve en Rangoom. Aquí los juegos.
Y se necesitaba tan poco para organizar el día en
su justo paso,
la flor en su exacto linde, el encuentro en la
precisa.
Ahora bien, lo que se necesitaba.
Sigue a la vuelta como una moneda, una
alfombra, un irse.
(No se culpe a nadie de mi vida.)

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BOLERO EL BREVE AMOR
Qué vanidad imaginar Con qué tersa dulzura
que puedo darte todo, el amor y la dicha, me levanta del lecho en que soñaba
itinerarios, música, juguetes. profundas plantaciones perfumadas,
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto, me pasea los dedos por la piel y me dibuja
pero todo lo mío no te basta en el espacio, en vilo, hasta que el beso
como a mí no me basta que me des se posa curvo y recurrente,
todo lo tuyo.
para que a fuego lento empiece
Por eso no seremos nunca la danza cadenciosa de la hoguera
la pareja perfecta, la tarjeta postal, tejiéndose en ráfagas, en hélices,
si no somos capaces de aceptar ir y venir de un huracán de humo...
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno. ¿Por qué, después,
lo que queda de mí
Por ahí un papelito es sólo un anegarse entre las cenizas
que solamente dice: sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos?
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Y este fragmento:

La lenta máquina del desamor


los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos

y de pie ante el espejo interrogándose


cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.

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BRUMA CANADA DRY
Buscar lo remoto con férvidas ansias Sé que me acordaré de un cielo raso
y en limbos extraños hundir obstinado el deseo. donde las manchas de humedad eran un gato, un
Que el ritmo, lo Impar de Verlaine nos conduzca número, una mano cortada.
y acordes oscuros de queda armonía
marquen nuestros pasos sobre el gris sendero. Sé que me acordaré del ruido
Debussy... maestro... quiero sinfonías de un wáter en alguna habitación lejana del hotel,
que esbocen con notas pinturas de nieve y acero: su triste catarata de bolsillo, su inevitable
Baudelaire... te pido me des una pluma recurrencia.
que en noche de insomnio
hayas estrujado contra tu cerebro. Chaçun ses madeleines, chaçun ses albertines.
Manet, por los bordes de tus concepciones
vagaré anhelante de encontrar lo bello Serás por siempre imán de imágenes,
que me niegan todos las más turbias y vanas me traerás con el gesto
los que no han tenido como tú el llamado que en la caliente oscuridad del cuarto
del aire, del ritmo, del amor y el cielo. era encender los cigarrillos del hartazgo,
A aquellos que ansiosos de altura ver asomar nuestros desnudos cuerpos flanco a
con honda ternura se aferran al arte dilecto. flanco,
quiero incorporarme: desdeñar los claros, Las más pequeñas turbias cosas,
firmes horizontes del actual camino una uña lastimada que te dolía tanto, el triste
que hallaron mil veces los genios. Prefiero rito de ir a lavarte y regresar, las servidumbres.
con gesto absoluto y un rictus de firme osadía
en limbos extraños hundir obstinado el deseo. Tan sólo compartimos los bares y las calles
Buscar lo remoto con férvidas ansias... antes de amarnos contra tres espejos:
yo que sé que es difícil, vago e hipotético. ¿qué más podría darme tu recuerdo?
Pero no abandono ni a Verlaine ni a Byron,
porque... ¿quién lo sabe? Pero yo sé guardar y usar lo triste y lo barato
¡Acaso de pronto, nítido y brillante en el mismo bolsillo donde llevo esta vida
del fondo impreciso de mis horizontes que ilustrará las biografías. Ve, pequeño fantasma,
brote el gran misterio...! el baño está ahí al lado,
yo fumaré esperándote
empezaremos otra vez. El cielo raso
dibuja un gato, un número, una mano cortada.

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LA CEREMONIA CEREMONIA RECURRENTE
Te desnudé entre llantos y temblores El animal totémico con sus uñas de luz,
sobre una cama abierta a lo infinito, los objetos que junta la oscuridad debajo de la
y si no tuve lástima del grito cama,
ni de las súplicas o los rubores, el ritmo misterioso de tu respiración, la sombra
que tu sudor dibuja en el olfato, el día ya
fui en cambio el alfarero en los albores, inminentemente.
el fuego y el azar del lento rito, Entonces me enderezo, todavía batido por las
sentí nacer bajo la arcilla el mito aguas del sueño,
del retorno a la fuente y a las flores. Vuelvo de un continente a medias ciego
donde también estabas tú pero eras otra,
En mis brazos tejiste la madeja y cuando te consulto con la boca y los dedos,
rumorosa del tiempo encadenado, recorro el horizonte de tus flancos
su eternidad de fuego recurrente; (dulcemente te enojas, quieres seguir durmiendo,
me dices bruto y tonto,
no sé qué viste tú desde tu queja, te debates riendo, no te dejas tomar pero ya es
yo vi águilas y musgos, fui ese lado tarde, un fuego
del espejo en que canta la serpiente. de piel y de azabache, las figuras del sueño)
el animal totémico a los pies de la hoguera
con sus uñas de luz y sus alas de almizcle.

Y después despertamos y es domingo y febrero.

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CINCO POEMAS PARA CRIS IV

La justa errata
I
habernos encontrado al final del día
en un paseo púbico.
Ya mucho más allá del mezzo
«camin di nostra vita»
V
existe un territorio del amor
un laberinto más mental que mítico
Me gustaría que creyeras
donde es posible ser
que esto es el irrisorio juego
lentamente dichoso
de las compensaciones
sin el hilo de Ariadna delirante
con que consuelo esta distancia.
si espumas ni sábanas ni muslos.
Sigue entonces danzando
en el espejo de otro cuerpo
Todo se cumple en un reflejo de crepúsculo
después de haber sonreído
tu pelo tu perfume tu saliva.
apenas
Y allí del otro lado te poseo
para mí.
mientras tú juegas con tu amiga
los juegos de la noche.

II

En realidad poco me importa


que tus senos se duerman
en la azul simetría de otros senos.
Yo los hubiera hollado
con la cosquilla de mi roce
y te hubieras reído justamente
cuando lo necesario y esperable
era que sollozaras.

III

Sé muy bien lo que ganas


cuando te pierdes en el goce.
Porque es exactamente
lo que yo habría sentido.

16
OTROS CINCO POEMAS PARA CRIS III

A veces creo que podríamos


I
conciliar los contrarios
hallar la centritud inmóvil de la rueda
Todo lo que precede es como los primeros
salir de lo binario
momentos
ser el vertiginoso espejo que concentra
de un encuentro después de mucho tiempo:
en un vértice último
sonrisas, preguntas, lentos reajustes.
esta ceremoniosa danza que dedico
Es raro, me pareces menos morena que antes.
a tu presente ausencia.
¿Se mejoró por fin tu tía abuela? No, no me gusta
la cerveza. Es verdad, me había olvidado.
Recuerdo a Saint-Exupéry: «El amor
no es mirar lo que se ama
Y por debajo, montacargas de sombra, asciende
sino mirar los dos en una misma dirección».
despacio otro
presente. En tu pelo empiezan a temblar las
Pero él no sospechó que tantas veces
abejas, tu mano
los dos mirábamos fascinados a una misma mujer
roza la mía y pone en ella un dulce algodón de
y que la espléndida, feliz definición
humo. Hueles
se viene al suelo como un gris pelele.
de nuevo a sur.
IV
II
Creo que no te quiero,
Tienes a ratos
que solamente quiero la imposibilidad
la cara del exilio
tan obvia de quererte
ese que busca voz en tus poemas.
como la mano izquierda
enamorada de ese guante
Mi exilio es menos duro,
que vive en la derecha.
le sobran las defensas,
pero cuando te llevo de la mano
por una callecita de París
quisiera tanto que el paseo se acabara
en una esquina de Montevideo
o en mi calle Corrientes
sin que nadie viniera
a pedir documentos.

17
V CINCO ÚLTIMOS POEMAS PARA CRIS
Ratoncito, pelusa, medialuna,
I
caleidoscopio, barco en la botella,
musgo, campana, diáspora,
Ahora escribo pájaros.
palingenesia, helecho,
No los veo venir, no los elijo,
eso y el dulce de zapallo,
de golpe están ahí, son esto,
el bandoneón de Troilo y dos o tres
una bandada de palabras
zonas de piel en donde
posándose
hace nido el alción,
una
a
son las palabras que contienen
una
tu cruel definición inalcanzable,
en los alambres de la página,
son las cosas que guardan las sustancias
chirriando, picoteando, lluvia de alas
de que estás hecha para que alguien
y yo sin pan que darles, solamente
beba y posea y arda convencida
dejándolos venir. Tal vez
de conocerte entera,
sea eso un árbol
de que sólo eres Cris.
o tal vez
el amor.

II

Anoche te soñé
sacerdotisa de Sekhmet, la diosa leontocéfala.
Ella desnuda en pórfido,
tú tersa piel desnuda.

¿Qué ofrenda le tendías a la deidad salvaje


que miraba a través de tu mirada
un horizonte eterno e implacable?

La taza de tus manos contenía


la libación secreta, lágrimas
o tu sangre menstrual, o tu saliva.

En todo caso no era semen


y mi sueño sabía
que la ofrenda sería rechazada

18
con un lento rugido desdeñoso IV
tal como desde siempre lo habías esperado.
Quisiera ser Tiresias esta noche
Después, quizá, ya no lo sé, y en una lenta espera boca abajo
las garras en tus senos, colmándote. recibirte y gemir bajo tus látigos
y tus tibias medusas.
III
Sabiendo que es la hora
Nunca sabré por qué tu lengua entró en mi boca de la metamorfosis recurrente,
cuando nos despedimos en tu hotel y que al bajar al vórtice de espumas
después de un amistoso recorrer la ciudad te abrirías llorando,
y un ajuste preciso de distancias. dulcemente empalada.

Creí por un momento que me dabas Para volver después


una cita futura, a tu imperioso reino de falanges,
que abrías una tierra de nadie, un interregno al cerco de tu piel, tus pulpos húmedos,
donde alcanzar tu minucioso musgo. hasta arrastrarnos juntos y alcanzar abrazados
las arenas del sueño.
Circundada de amigas me besaste,
yo la excepción, el monstruo, Pero no soy Tiresias,
y tú la transgresora murmurante. tan sólo el unicornio
que busca el agua de tus manos
Vaya a saber a quién besabas, y encuentra entre los belfos
de quién te despedías. un puñado de sal.
Fui el vicario feliz de un solo instante,
el que a veces encuentra en su saliva V
un breve gusto a madreselva
bajo cielos australes. No te voy a cansar con más poemas.
Digamos que te dije
nubes, tijeras, barriletes, lápices,
y acaso alguna vez
te sonreíste.

19
CLAROSCURO DE GÓNGORA DÉMONS ET MERVEILLES
aquél ruiseñor llora, que sospecho De colinas y vientos
que tiene otros cien mil dentro del pecho de cosas que se denominan para entrar
que alternan su dolor por su garganta.
Góngora como árboles o nubes en el mundo

De enigmas revelándose en las lunas


Ni cifra ni conjuro para verte rotas contra el aljibe o las arenas
—oscuro sol no se descifra, genio yo he dicho y esperado
ni lis de flor confiada— en un milenio
sin el amor que ayuda a conocerte. Creo que nada vale contra esta caricia
No senda en el azar de comprenderte abrasadora que sube por la piel
—comprenderte, quererte— ni el ingenio Ni el silencio, ese desatador de sueños
de disecar al Flechador y al Genio
para alcanzar tu luz, para aprehenderte. Vivir
Entrega a ti, por ser y nutrirse oh imagen para un ojo cortado
—gracia, color, disfrázanse en la pluma—; boca arriba perpetuo
cante espuma de tiempos el encanto
milagroso de un irse que es venirse
—morir, vivir, ensueños en la Suma—
y el milagro presente de tu canto.

20
DESPUÉS DE LAS FIESTAS DISCURSO DEL MÉTODO
Y cuando todo el mundo se iba Y terminar con la imaginación,
y nos quedábamos los dos con los fantasmas de reemplazo, la invención
entre vasos vacíos y ceniceros sucios, obscena,
esta fácil ternura del recuerdo a piacere,
qué hermoso era saber que estabas para con otra facultad más entrañable
ahí como un remanso, ponerte frente, alzarte como eres, obligarte
sola conmigo al borde de la noche, de luz y de verdad a ser de nuevo
y que durabas, eras más que el tiempo, la copa y el rumor de pájaros
sobre el tronco desnudo.
eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.

21
LE DOMME EMPAPADO DE ABEJAS
A la sospecha de imperfección universal Empapado de abejas
contribuye en el viento asediado de vacío
este recuerdo que me legas, una cara entre vivo como una rama,
espejos y platillos y en medio de enemigos sonrientes
sucios. mis manos tejen la leyenda,
A la certidumbre de que el sol está envenenado, crean el mundo espléndido,
de que en cada grano de trigo se agita el arma de esa vela tendida.
la ruina,
aboga la torpeza de nuestra última hora
que debió transcurrir en claro, en un silencio
donde lo que quedaba por decir se dijera sin
menguas.
Pero no fue así, y nos separamos
verdaderamente como lo merecíamos, en un café
mugriento,
rodeados de larvas y colillas,
mezclando pobres besos con la resaca de la
noche.

22
ENCARGO EL ENCUBRIDOR
No me des tregua, no me perdones nunca. Ese que sale de su país porque tiene miedo,
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea no sabe de qué, miedo del queso con ratón,
tú que de la cuerda entre los locos, de la espuma en la
vuelves. sopa.
¡No me dejes dormir, no me des paz! Entonces quiere cambiarse como una figurita,
Entonces ganaré mi reino, el pelo que antes se alambraba con gomina y
naceré lentamente. espejo
No me pierdas como una música fácil, no seas lo suelta en jopo, se abre la camisa, muda
caricia ni de costumbres, de vinos y de idioma.
guante; Se da cuenta, infeliz, que va tirando mejor, y
tállame como un sílex, desespérame. duerme
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. a pata ancha. Hasta de estilo cambia, y tiene
Dálos. amigos
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y que no saben su historia provinciana, ridícula y
escamas. casera.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las
fauces. A ratos se pregunta cómo pudo escapar todo ese
No me importa ignorarte en pleno día, tiempo
saber que juegas cara al sol y al hombre. para salirse del río sin orillas, de los cuellos
Compártelo. garrote,
de los domingos, lunes, martes, miércoles y
jueves.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo, A fojas uno, sí, pero cuidado:
lo que nadie te pide: las espinas un mismo espejo es todos los espejos,
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame, y el pasaporte dice que naciste y que eres
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre. y cutis color blanco, nariz de dorso recto,
Buenos Aires, septiembre.

Aparte que no olvida, porque es arte de pocos,


lo que quiso, esa sopa de estrellas y de letras
que infatigable comerá
en numerosas mesas de variados hoteles,
la misma sopa, pobre tipo,
hasta que el pescadito intercostal se plante y diga
basta.

23
ESTA TERNURA FLORA Y FAUNA DEL RÍO
Esta ternura y estas manos libres, Este río sale del cielo y se acomoda para durar,
¿a quién darlas bajo el viento ? Tanto arroz estira las sábanas hasta el pescuezo y duerme
para la zorra, y en medio del llamado delante de nosotros que vamos y venimos.
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie. El río de la plata es esto que de día
Hicimos pan tan blanco nos empapa el viento gelatina, y es
para bocas ya muertas que aceptaban la renuncia al levante, porque el mundo
solamente una luna de colmillo, el té acaba en los farolitos de la costanera.
frío de la vela la alba.
Tocamos instrumentos para la ciega cólera Más acá no discutas, leé estas cosas
de sombras y sombreros olvidados. Nos quedamos preferentemente en el café, cielito de barajas,
con los presentes ordenados en una mesa inútil, refugiado del afuera, del otro día hábil,
y fue preciso beber la sidra caliente rondado por los sueños, por la baba del río.
en la vergüenza de la medianoche. Casi no queda nada; sí, el amor vergonzoso
Entonces, ¿nadie quiere esto, entrando en los buzones para llorar, o andando
nadie? solo por las esquinas (pero lo ven igual),
guardando sus objetos dulces, sus fotos y
leontinas y
pañuelitos
guardándolos en la región de la vergüenza,
la zona del bolsillo donde una pequeña noche
murmura
entre pelusas y monedas.

Para algunos todo es igual,


mas yo no quiero a Rácing, no me gusta
la aspirina, resiento
la vuelta de los días, me deshago en esperas,
puteo algunas veces, y me dicen
qué le pasa, amigo,
viento norte, carajo.

24
EL FUTURO GANANCIAS Y PÉRDIDAS
Y sé muy bien que no estarás. Vuelvo a mentir con gracia,
No estarás en la calle me inclino respetuoso ante el espejo
en el murmullo que brota de la noche que refleja mi cuello y mi corbata.
de los postes de alumbrado, Creo que soy ese señor que sale
ni en el gesto de elegir el menú, todos los días a las nueve.
ni en la sonrisa que alivia los completos en los Los dioses están muertos uno a uno en largas filas
subtes de papel y cartón.
ni en los libros prestados, No extraño nada, ni siquiera a ti
ni en el hasta mañana. te extraño. Siento un hueco, pero es fácil
No estarás en mis sueños, un tambor: piel a los dos lados.
en el destino original de mis palabras, A veces vuelves en la tarde, cuando leo
ni en una cifra telefónica estarás, cosas que tranquilizan: boletines,
o en el color de un par de guantes el dólar y la libra, los debates
o una blusa. de Naciones Unidas. Me parece
Me enojaré que tu mano me peina. ¡No te extraño!
amor mío Sólo cosas menudas de repente me faltan
sin que sea por ti, y quisiera buscarlas: el contento,
y compraré bombones y la sonrisa, ese animalito furtivo
pero no para ti, que ya no vive entre mis labios.
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y sé muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

25
HABLEN, TIENEN TRES MINUTOS... HAPPY NEW YEAR
Hablen, tienen tres minutos. Mira, no pido mucho,
De vuelta del paseo solamente tu mano, tenerla
donde junté una florecita para tenerte como un sapito que duerme así contento.
entre mis dedos un momento, Necesito esa puerta que me dabas
y bebí una botellas de Beaujolais, para entrar a tu mundo, ese trocito
para bajar al pozo donde bailaba un oso luna, de azúcar verde, de redondo alegre.
en la penumbra dorada de la lámpara ¿No me prestás tu mano en esta noche
cuelgo mi piel y sé que estaré solo en la ciudad de fin de año de lechuzas roncas?
más poblada del mundo. No puedes, por razones técnicas.
Excusarás este balance histérico, Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
entre fuga a la rata y queja de morfina, el durazno sedoso de la palma
teniendo en cuenta que hace frío, y el dorso, ese país de azules árboles.
llueve sobre mi taza de café, Así la tomo y la sostengo,
y en cada medialuna como si de ello dependiera
la humedad alisa sus patitas de esponja. muchísimo del mundo,
Máxime sabiendo que pienso en ti la sucesión de las cuatro estaciones,
obstinadamente, el canto de los gallos, el amor de los hombres.
como una ciega máquina, como la cifra que repite
interminablemente el gongo de la fiebre
el loco que cobija su paloma en la mano,
acariciándola hora a hora
hasta mezclar los dedos y las plumas
en una sola miga de ternura.
Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntases
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos,
que nos demos un pétalo,
aunque sea un pasito, una pelusa.

26
HELECHO II

Decir viento, decir dame la mano


para que te remanses en tu noche
hipótesis de juego: mate en dos jugadas.
de ojos cerrados y de labios húmedos
¿no será que somos porque hablamos,
tras esa extrema operación del musgo
que el Logos, finalmente, es esa sangre
en que mi cuerpo cede sus halcones
que corre (verbo) por las venas (nombre)?
bajo el misterio cenital que te abre
los muslos de la voz con que murmuras
III
las enumeraciones de esa espuma
donde otra vez la antigua diosa nace
No me creo capaz de abrir la puerta
mientras la sed se exalta en la confluencia
para ir a jugar.
de las dos vías blancas que se cruzan
Creo en la puerta, y eso basta:
-Diana de las encrucijadas últimas,
no se abrirá por mí ni para mí.
luna de sangre entre las perras negras-
Un almohadón de plumas contiene los billetes
máquina de medusa y unicornio
del viaje misterioso.
en que se enreda el tiempo hasta arrancarle
Corre,
la máscara sin ojos del instante
(...)
cuando caemos desde lo más hondo
un jadear, un sílex de gemido,
VAYA a saber por qué, este tiempo me llega como
algo que interminable se desploma
una despedida,
hasta que el torbellino de gaviotas
un estar ya detrás, rebasado, excedido.
dibuja un ya borrado laberinto
No me quejo, si el yo todavía se asoma
junto al murmullo alterno que renueva
-la primera persona del singular, no hay otra
contra la almohada de algas y saliva
que no sea mentira o artificio-,
el doble agonizar donde desfila
si fretne a los que allá discurren
una lenta teoría de panteras
sobre mi narcisismo, que consiste
en decir llanamente que viví, que aquí estuve,
I
que amé y que quise ser empecinadamente lo que
fui,
ME PARECE que una tormenta en una rosa
me limito a mirar todavía adelante,
ha de ser como uno de esos pensamientos
a no apelar a los fáciles subterfugios de oficio,
que sólo en sueños desovillan sus dientes
a las modestias que se estilan en el gremio,
horrorosos
qué puedo hacer en estas vísperas
y que olvidamos necesariamente, atraídos
en que todo se da como un adiós. ¿Cambiar,
por el perfume del despertar,
cambiarme,
por los pétalos del día y el reloj.
ponerme esa corbata con el color de moda,
marcar el paso preferido, comprar la yerba o el

27
tabaco HIC ET NUNC
que se debe? Ah, yo.
La nobleza, las grandes palabras, que mal le van
a esta ternura sin mejillas que tocar,
a esta lengua sin labios que entender.
Envilece un amor así que rebota en las paredes
del cuarto
o se va cayendo a pedazos de palabras, esto.

Es inútil la argucia y la esperanza,


somos la previsión,
los ojos y la boca orientados al viento. ¿Qué me
vale
lo que fue, la suave crónica?
Siempre andaré buscándote en el hoy
de esta ciudad, de esta hora.
Si me doy vuelta, oh Lot, eres la sal
donde mi sed se hace pedazos.

Mira de qué sustancias vivo,


pero no me tengas lástima, yéndote así
todavía más.

28
HOMENAJE A ALAIN RESNAIS o acaso altera las siluetas
..........................................................................................
............
..........................................................................................
LA GOTA de vitriolo baja por el párpado
............
buscando el ojo el día que abomina
tras un pasillo y una puerta
resbala al seno corre hacia el pezón la vida
que se abre a otro pasillo, que
El vitriolo quemándole el pico a la paloma
sigue hasta perderse
en la mano que busca la mano del amigo
..........................................................................................
hay que echarlo, escupir sobre esa gota
............
que tapa el sol la mujer el futuro
desde un pasaje que conduce
No cedas a su lívida pupila que te mira
a la escalera que remonta
desde el pacto el olvido el compromiso
a las terrrazas
desde los besos entre dientes y los perros atados
..........................................................................................
Con el taco más duro del zapato Alegría
............
rómpele la carrera y los esguinces
donde la luna multiplica
acorrala esa gota que ya llega
las rejas y las horas
a la encía rosada de tus hijos
..........................................................................................
Juega en la calle abierta mátala a carcajadas.
............
hasta una alcoba en la que espera
una mujer de blanco
al término de un largo recorrido
..........................................................................................
............
más allá de una puerta y un pasillo
que repite las puertas hasta el límite
que el ojo alcanza en la penumbra
..........................................................................................
............
por un zaguán donde hay una ventana
cerrada, que vigila un hombre
..........................................................................................
............
en una operación combinatoria
en la que el muerto boca abajo
es otra indagación que recomienza
..........................................................................................
............
ante un espejo que denuncia

29
HOMENAJE A MALLARMÉ EL INTERROGADOR
.......................................................................................... No pregunto por las glorias ni las nieves,
............ quiero saber dónde se van juntando
donde la boca que te busca las golondrinas muertas,
sólo te encuentra si estás sola adónde van las cajas de fósforos usadas.
bajo las crueles amapolas Por grande que sea el mundo
de esa batalla en plena fuga hay los recortes de uñas, las pelusas,
.......................................................................................... los sobres fatigados, las pestañas que caen.
............ ¿Adónde van las nieblas, la borra del café,
y el juego en el que cada espejo los almanaques de otro tiempo?
miente otra vez lo ya mentido, Pregunto por la nada que nos mueve;
y con los ecos del vacío en esos cementerios conjeturo que crece
tañe la música del tiempo poco a poco el miedo,
.......................................................................................... y que allí empolla el Roc.
............
para que el ojo enajenado
vea en la flor un mero signo
allí donde cualquier camino
devuelve al mismo primer paso
..........................................................................................
............
como el caballo que denuncia
con el terror frente a su sombra
el simulacro de esa forma
que el hombre viste de hermosura
..........................................................................................
............

30
JARDÍN PARA OCTAVIO PAZ la plenitud sin bordes
que
(plenitud)
Esta vibración verde es una planta envuelta en
no existe como imagen ni soporte
aire
Y entonces
este verde es el aire que perfuma
el niño llega al árbol
este perfume es el lenguaje de la planta
y se comprende que no había pájaro cantando
Yo no soy nada
que el canto era ese nombre
si no soy la planta
que recibe ese acto
el aire
para el que está mirando como quien
la fragancia
ama
y nada es nada
como quien
si no se ve que nada es nada
vive
aquí
como quien
ahora
sabe que los árboles
Un niño juega sobre el césped
la verde vibración
elige un árbol
que es la planta
otro
envuelta en aire
otro
lo salvan de ser eso
va de un árbol al centro del jardín
que todo el resto insiste en darle
corre a otro árbol
a partir de zapatos
a otro
mujeres
vuelve al centro
espectáculos
Un pájaro canta
días
y desde fuera
El que mira es ahora lo mirado
árboles niño y pájaro
pero el niño
no son eso
elige nuevamente un árbol
Desde fuera es
corre y regresa
desde dentro
y otra vez corre y vuelve
para el que mira como quien
Lo mirado se queda más allá
ama
y el que miraba vuelve a ser
como quien
ése que mira
lucha
Hasta que alguna vez acaso
como quien
Hasta que no haya vuelta
pasa a través de ningún
obstáculo
La prueba más dura
ese salto que consiste en
quedarse inmóvil al borde de

31
LA LENTA MÁQUINA DEL DESAMOR... MORIR DE OTOÑO O PRIMAVERA
La lenta máquina del desamor, Morir de otoño o primavera, apenas
los engranajes del reflujo, doblar la frente, mientras en lo oscuro
los cuerpos que abandonan las almohadas, una germinación salva y sostiene
las sábanas, los besos, la mentira incesante de la vida…
y de pie ante el espejo interrogándose ¡Poco quiero indecisos equinoccios,
cada uno a sí mismo, pérfida primavera dilatoria!
ya no mirándose entre ellos, Morir de pie, mordiendo la naranja
ya no desnudos para el otro, henchida de estío, o en los dientes
ya no te amo, la nieve de la sidra, y asumirlas.
mi amor. ¡Marzo fluvial, olvídame en tu paso!
Yo no quiero morir de lluvia y hojas
con altos torbellinos, entre cierzos.
Más bien de amor por el verano izándose
sobre su acre premura acariciante;
o sin sangre, absorbido por la noche
de una fría columna enlunecida,
solo y sin voz, apenas una pausa
en la perfecta vanidad del cielo.

CALENDARIO, colmena de abejas desiguales,


¿cuál de esas celdas hoy tan claras
donde posan mis ojos sin ver más que los bucles
de una cifra
albergará futuro, para algún llanto ajeno
la miel de mi silencio?

32
LA MUFA NAUFRAGIOS EN LA ISLA
(LA HABANA, 1967)
Vos ves la Cruz del Sur,
respirás el verano con su olor a duraznos, DIOS DE LOS CUERPOS
y caminás de noche
...toma estos dardos que te aseguran el
mi pequeño fantasma silencioso dominio sobre todos...
por ese Buenos Aires,
Ovidio, Metamorfosis, V.
por ese siempre mismo Buenos Aires.
Eres el dios de los cuerpos, das y quitas la miel del
abrazo más hondo,
gozas en nuestro grito, en el ascenso, paulatino a
la delicia
para flotar después en el reposo,
medusa a medio sueño entre el agua y el sol.

Pero también esperas


en el verbo, eres entonces más temible,
te agazapas detrás de cada nombre, y cuando
regresa del olvido una palabra que decíamos
entre besos o lágrimas o Londres,
oh el más amargo de los amos, cómo clavas
tu dardo de infinitas espumas en mitad de mi
vientre,
tus uñas de tortura en plena boca!

No puedo decir noche, decir lágrima,


echar al vuelo la paloma de su nombre en los
tejados de París,
repetir su murmullo de colmena,
ser en sus dulces sílabas el viento y la campana,

porque también estás ahí con tus mastines y tus


águilas,
única realidad de tanto olvido y tanto tiempo,
el amor con su risa de mármol contra el cielo,
su sexo cenital y su nocturna espalda.

33
* El viaje fabuloso
inmóvil en el vértigo
tu pelo tus orejas

el viaje lancinante
las hélices del salto
el fragor del que caer
tu nuca tu garganta

el ancla remontando con sus algas su limo


la bocina en la niebla
tu espalda tu cintura

34
NEGRO EL 10 última estela de las mutaciones,
palabra del silencio.
1
6
Empieza por no ser. Por ser no. El Caos es negro.
Su palacio nocturno: el sueño, el párpado
Como es negra la nada.
sedosa guillotina del diurno pavorreal
para que sólo las similitudes
2
desplieguen sus tapices de morado, de púrpura y
de óxidos,
Nace la claridad, su gallo triza el cielo,
harem del negro, esperma de los sueños.
se esponjan los colores vanidosos.
7
Pero el negro se ahínca primigenio. Toda luz
en el carbón se abisma, en el basalto.
Se diría que le gusta que lo aplanen, lo espatulen,
lo tiendan en las lisas superficies, como se hace
3
aquí. Se diría que ama ser el trampolín desde
donde saltan los colores, su callado sostén. Todo
Les physiciens appellent corps noirs ous eux qui
es más contra el negro, todo es menos cuando
absorbent intégralement les radiations reçues.
falta.
E.U.
8
Para mejor lanzarlos al asalto
del día. (Goya pudo decirlo.)
Cedes a estas metamorfosis que una mano
enamorada cumple en ti, te llenas de ritmos,
4
hendiduras, te vuleves tablero, reloj de luna,
muralla de aspilleras abiertas a lo que se acecha
Socavón en la sangre, en la memoria,
siempre del otro lado, máquina de contar cifras
lo negro sube a la palabra, es la tormenta
fuera de las cifras, astrolabio y portulano para
rabiosa de los odios y los celos:
tierras nunca abordadas, mar petrificado en el que
Othelo el blackmoor, el moro negro
resbala el pez de la mirada.
siempre, para el lívido Yago.
9
5
Caballo negro de las pesadillas, hacha del
Padre profundo, pez abisar de los orígenes,
sacrificio, tinta de la palabra escrita, pulmón del
retorno a qué comienzo,
que diseña, serigrafía de la noche, negro el diez:
estigia contra el sol, y sus espejos,
ruleta de la muerte, que se juega viviendo.
término de los cambios,

35
EL NIÑO BUENO
10
No sabré desatarme los zapatos y dejar que la
Tu sombra espera tras de toda luz.
ciudad me muerda los pies,
no me emborracharé bajo los puentes, no
cometeré faltas de estilo.

Acepto este destino de camisas planchadas,


llego a tiempo a los cines, cedo mi asiento a las
señoras.
El largo desarreglo de los sentidos me va mal,
opto
por el dentífrico y las toallas. Me vacuno.
Mira qué pobre amante, incapaz de meterse en
una fuente
para traerte un pescadito rojo
bajo la rabia de gendarmes y niñeras.

36
NO ME DES TREGUA, OH NOCHE, ASISTE
NO ME PERDONES NUNCA...
Oh noche, asiste a tus estrellas solitarias
cuando parecen caer de tu árbol infinito
No me des tregua, no me perdones nunca.
como heridas naranjas que remonta el otoño
Hostígame en la sangre,
inclemente
que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
y arde el estío en incendios de rosa y cigarra.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Ven desde tus sombrías órbitas sin pupilas,
Entonces ganaré mi reino,
desde tu oscura soledad alterna
naceré lentamente.
con la lira sumida en ofertorios,
No me pierdas como una música fácil,
en extremo delirio de un cántico sin pausa.
no seas caricia ni guante;
Reconócelas, madre de cosas antiguas,
tálame como un sílex, desespérame.
presérvalas de olvido
que azota con un látigo invisible los caballos del
sol a mediodía
cuando en el lugar de cada estrella se encabritan
los delfines azules
y una mentida luz nos niega el cielo verdadero
donde estás
sentada y lloras.
Rescátalas del día, de la cárdena luna,
de los nombres que el tiempo les inscribe en los
mapas
—¡oh Aldebarán, oh Rígel, desnuda Casiopea!—
¡haz que maduren lentas para el hombre lejano
que cantará algún día sin tan tristes palabras!
Alza más firme tu árbol
para anidar sus sueños cadenciosos y verdes.
¡Oh mariposa magna, ten contigo
tanta estrella cayendo con luces paulatinas!
Tenlas allá, retén sus naranjas celestes
que hasta mi ardida cara declinan un aroma
de soledad ansiosa,
¡oh llamada ciega de la noche!

37
NOCTURNO OBJETOS PERDIDOS
Tengo esta noche las manos negras, el corazón Por veredas de sueño y habitaciones sordas
sudado tus rendidos veranos me acechan con sus cantos.
como después de luchar hasta el olvido con los Una cifra vigilante y sigilosa
ciempiés del humo. va por los arrabales llamándome y llamándome,
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco, pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
no sé si me querían, y si esperaban verme. donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo,
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
diplomáticos, si solamente estás donde ya no te busco.
una sangría exploratoria lo batió alegremente en
cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro
de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las
cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las
estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la
noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se
acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.

38
PARA LEER EN FORMA INTERROGATIVA LA PATRIA
Has visto, Esta tierra sobre los ojos,
verdaderamente has visto este paño pegajoso, negro de estrellas impasibles,
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la esta noche continua, esta distancia.
brisa... Te quiero, país tirado más abajo del mar, pez
Has tocado, panza arriba,
de verdad has tocado pobre sombra de país, lleno de vientos,
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto de monumentos y espamentos,
amás... de orgullo sin objeto, sujeto para asaltos,
Has vivido escupido curdela inofensivo puteando y
como un golpe en la frente, sacudiendo banderitas,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga... repartiendo escarapelas en la lluvia, salpicando
Has sabido de babas y estupor canchas de fútbol y ringsides.
con cada poro de la piel, sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando Pobres negros.
corazón,
había que tirarlos Te estás quemando a fuego lento, y dónde el
había que llorarlos fuego,
había que inventarlos otra vez. dónde el que come los asados y te tira los huesos.
Malandras, cajetillas, señores y cafishos,
diputados, tilingas de apellido compuesto,
gordas tejiendo en los zaguanes, maestras
normales, curas, escribanos,
centroforwards, livianos, Fangio solo, tenientes
primeros,
coroneles, generales, marinos, sanidad,
carnavales, obispos,
bagualas, chamamés, malambos, mambos,
tangos,
secretarías, subsecretarías, jefes, contrajefes,
truco,
contraflor al resto. Y qué carajo,
si la casita era su sueño, si lo mataron en
pelea, si usted lo ve, lo prueba y se lo lleva.

Liquidación forzosa, se remata hasta lo último.

39
Te quiero, país tirado a la vereda, caja de fósforos ser argentino es estar triste,
vacía, ser argentino es estar lejos.
te quiero, tacho de basura que se llevan sobre una Y no decir: mañana,
cureña porque ya basta con ser flojo ahora.
envuelto en la bandera que nos legó Belgrano, Tapándome la cara
mientras las viejas lloran en el velorio, y anda el (el poncho te lo dejo, folklorista infeliz)
mate me acuerdo de una estrella en pleno campo,
con su verde consuelo, lotería del pobre, me acuerdo de un amanecer de puna,
y en cada piso hay alguien que nació haciendo de Tilcara de tarde, de Paraná fragante,
discursos de Tupungato arisca, de un vuelo de flamencos
para algún otro que nació para escucharlos y quemando un horizonte de bañados.
pelarse las manos. Te quiero, país, pañuelo sucio, con tus calles
Pobres negros que juntan las ganas de ser cubiertas de carteles peronistas, te quiero
blancos, sin esperanza y sin perdón, sin vuelta y sin
pobres blancos que viven un carnaval de negros, derecho,
qué quiniela, hermanito, en Boedo, en la Boca, nada más que de lejos y amargado y de noche.
en Palermo y Barracas, en los puentes, afuera,
en los ranchos que paran la mugre de la pampa,
en las casas blanqueadas del silencio del norte,
en las chapas de zinc donde el frío se frota,
en la Plaza de Mayo donde ronda la muerte
trajeada de Mentira.
Te quiero, país desnudo que sueña con un
smoking,
vicecampeón del mundo en cualquier cosa, en lo
que salga,
tercera posición, energía nuclear, justicialismo,
vacas,
tango, coraje, puños, viveza y elegancia.
Tan triste en lo más hondo del grito, tan golpeado
en lo mejor de la garufa, tan garifo a la hora de la
autopsia.
Pero te quiero, país de barro, y otros te quieren, y
algo
saldrá de este sentir. Hoy es distancia, fuga,
no te metás, qué vachaché, dale que va,
paciencia.
La tierra entre los dedos, la basura en los ojos,

40
POLICRONÍAS POEMA A DIOS, ESE PAJARITO MANDÓN
Es increíble pensar que hace doce años No es necesario que me mandes, perro,
cumplí cincuenta, nada menos. el mar se asiste solo.
¿Cómo podía ser tan viejo Lo más mísero del pelo contraría la rueda
hace doce años? pero ya sabemos tonsurar el destino.

Ya pronto serán trece desde el día Estoy,


en que cumplí cincuenta. No parece por eso peligro.
posible. ¡Todo me empuja!
El cielo es más y más azul, En la multitud un fósforo presume
y vos más y más linda. del futuro penacho.
¿No son acaso pruebas
de que algo anda estropeado en los relojes? Pero sólo,
El tabaco y el whisky se pasean solo con el perro mirándome.
por mi cuarto, les gusta
estar conmigo. Sin embargo No me ordenes nada,
es increíble pensar que hace doce años no te obedeceré, y entonces
cumplí dos veces veinticinco. será horrible.
Cuando tu mano viaja por mi pelo
sé que busca las canas, vagamente Vómito de ojos.
asombrada. Hay diez o doce,
tendrás un premio si las encontrás.
Voy a empezar a leer todos los clásicos
que me perdí de viejo. Hay que apurarse,
esto no te lo dan de arriba, falta poco
para cumplir trece años desde
que cumplí los cincuenta.
A los catorce pienso
que voy a tener miedo,
catorce es una cifra
que no me gusta nada
para decirte la verdad.

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PODEMOS VIVIR SIN EL PRELUDIO A UN TEXTO EN PROSA
PAJARITO MANDÓN
venir de alguna parte que no es parte
de ninguna,
En el centro de la hostia una pestaña,
del cuarto lado de ese triángulo que forman
esto afecta al sacerdote, pero no, en realidad
las dos cervezas y la chica rubia,
nunca pareció más blanca, como el vello
en este pub de Chelsea. Simplemente:
de un vientre lo empurece en designio.
queremos tanto a Glenda.
Manchas de pantera el tiempo corre
Las papas fritas huelen a pescado
con batallas, cismas , y la cicatriz
y el pescado no huele: esquives y
de Ruán: Así se lo distingue
situaciones, estas líneas,
de la tapioca eterna, esa perfecta sopa de
el barman pelirrojo y los Pink Floyd,
estrellitas,
cada cosa desplaza lo vecino, lo empuja
a pulirse y brillar como el niño que brota de mujer.
cada cosa en su lugar y un lugar
Pero no hay como, aqui: las cosas
para nada, el Señor como un árbol
son lo que son porque son otras.
desparramando el exacto número de hojas
y la semana tiene siete días
Sólo sé que respiro,
justos, quién lo discute.
y que queremos tanto a Glenda.
Yo. Por eso
quédate en la hostia, pestañita,
obliga al monaguillo a darse vuelta
ponte como un gran viento entre la misa.

(Esto es un hombre: las fogatas que alzamos


triangulando la noche,
haciéndola de nuevo, aunque no dure.)

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QUARTIER y un río de cinturas corre a su muerte suave
sobre los autobuses, el amor y los diarios,
cayéndose en la vida dislocada
El día durmiéndose en redondo
que se recompondrá a las trece y treinta
a mediodía en Sèvres-Babylone,
cuando el último león sucumba, abyecto,
¿y qué canto se rompe en los tejados casi verdes
bajo una costra de colillas
de grises,
y tenedores engrasados.
casi negros de rotos, con palomas terrosas?
A esta hora corren las midinettes en puntas de
zapato
con la vacía cartera llena de talco,
con las vacías caras llenas de hermosura
a dar el blando salto que las entierra poco a poco
en la babosa boca del Metro,
y abajo rugen los leones.
Sí, están comiéndose los días,
los devorantes, las enormes hormigas peludas
escupiendo zapatos y botones, desgarrando las
faldas
en busca de la carne caliente, el fácil
carrousel de las doce, el Bon Marché.
Al mismo tiempo en cada casa se abre la ventana
para que el cielo vea las cocinas
con la madre hacendosa que dispone
las berenjenas, algún diente de ajo, un caldo
donde se inflama el perejil chirriante.
Los millones de granos de arroz
que caen grumo a grumo en las gargantas,
el blando salto que (se dijo) entierra poco a poco
en las bocas del Metro
a las muchachas sueltas,
a niños de lustrados cartapacios,
y abajo rugen los leones
perdidos, esplendor de esa matanza
como soles de sangre y amoníaco.
El mediodía entero se masturba
de libertad y de hambre
entre carros de tomates,
las brazadas de espliego,

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QUIZÁ LA MÁS QUERIDA RECHIFLAO EN MI TRISTEZA
Me diste la intemperie, Te evoco y veo que has sido
la leve sombra de tu mano en mi pobre vida paria
pasando por mi cara. una buena biblioteca.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche Te quedaste allá,
entre mesas vacías. en Villa del Parque,
Con Thomas Mann y Roberto Arlt y Dickson Carr,
con casi todas las novelas de Colette,
Rosamond Lehmann, Charles Morgan, Nigel
Balchin,
Elías Castelnuovo y la edición
tan perfumada del pequeño
amarillo Larousse Ilustrado,
donde por suerte todavía
no había entrado mi nombre.

También se me quedó un tintero


con un busto de Cómodo,
emperador romano
cuya influencia en las letras
nunca me pareció excesiva.

Nairobi, 1976

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RESUMEN DE OTOÑO ROMANCE DE LOS VANOS ENCUENTROS
En la bóveda de la tarde cada pájaro es un punto No preguntes quién pone en este canto
del un alma destinada al sufrimiento
recuerdo. y un pobre corazón que te ama tanto.
Asombra a veces que el fervor del tiempo
vuelva, sin cuerpo vuelva, ya sin motivo vuelva; I
que la belleza, tan breve en su violento amor
nos guarde un eco en el descenso de la noche. Bronces de las ocho y media
nos llaman cada mañana
Y así, qué más que estarse con los brazos caídos, —entre tu casa y mi casa—
el corazón amontonado y ese sabor de polvo de dos cornisas y un breve saludo de camaradas.
que fue rosa o camino.
El vuelo excede el ala. ¡Estás tan bella, vestida
Sin humildad, saber que esto que resta de crujiente espuma blanca
fue ganado a la sombra por obra de silencio; baje ese sol de las ocho
que la rama en la mano, que la lágrima oscura que te ciñe y que te alaba!
son heredad, el hombre con su historia,
la lámpara que alumbra. Sus amarillas saetas
bordan en tu pelo el aura
que me recuerda las leves
imágenes de las santas.

(Pienso que rezarte a ti


tal vez me salvará el alma...)

II

Las campanas matinales


ponen música en la senda
por donde a tu escuela vas,
por donde voy a mi escuela.

Tontamente, tontamente
me vuelve la vieja idea
cada vez que nos cruzamos
en nuestras rutas opuestas:
pienso en el ayer que ataba

45
con una risa dos sendas, LAS RUINAS DE CNOSSOS
cuando jamás nos cruzábamos
tú y yo en camino a la escuela.
Ya no hay laberintos
ni reyes de mirada plana, imprecatorios,
Con una misma campana,
inventando por gestos las leyes de la tierra.
con una misma existencia,
Las calles se repueblan de monstruos cabizbajos
y por una misma calle
confundidos entre las vendedoras de pasteles y
con sol de las ocho y media...
peinetas,
Para nosotros, entonces,
sin decretos ni claustración, caídos
había una sola escuela.
a la irrisión de las miradas que los siguen y
enumeran.
III
Ni prestigio, ni nombres execrados,
ni hermanas lamentándose en los muros.
La señorita maestra
Envueltos en bufandas se pierden en los huecos
pasa vestida de blanco;
del tráfico
en su oscuro pelo duerme
con paquetes que llevan a sus casas,
la noche aún, perfumado,
a las pensiones familiares donde comen y
y en lo hondo de sus pupilas
duermen.
yacen dormidos los astros.
A nadie tienen que los tema y vocifere,
ningún adolescente de encendida espada
Buenos días señorita
irrumpe de la nave y corre a ellos para morder por
del caminar apurado;
fin
cuando su voz me sonríe
el alegre, jugoso durazno de la sangre.
olvido todos los pájaros,
cuando sus ojos me cantan
se torna el día más claro,
y subo la escalinata
un poco como volando,
y a veces digo lecciones.

46
SAVE IT, PRETTY MAMA SIEMPRE EMPEZÓ A LLOVER...
Sálvalo, mamita, Siempre empezó a llover
sálvame tantas noches de naufragio, en la mitad de la película,
salva tu blusa azul (era en enero, en Roma) la flor que te llevé tenía
sálvalo todo, o salva lo que puedas. una araña esperando entre los pétalos.

Esto se viene abajo, pretty mama, Creo que lo sabías


sálvalo del olvido, no permitas y que favoreciste la desgracia.
que se llueva la casa, que se borre Siempre olvidé el paraguas
la trattoria de Giovanni, antes de ir a buscarte,
corre por mí por ti, sálvalo ahora, el restaurante estaba lleno
te estás yendo y los pájaros se mueren, y voceaban la guerra en las esquinas.
me voy de ti te vas de mí, no hay tiempo,
sálvalo pretty mama, Fui una letra de tango
la voz de Satchmo y ese grito para tu indiferente melodía.
que te sumía en lo más hondo del amor,
save it all for me,
save it all for you,
save it all for us.

Aunque no salves nada, sálvalo mamita.

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TALA TE AMO POR CEJA...
Llévese estos ojos, piedritas de colores, Te amo por ceja, por cabello, te debato en
esta nariz de tótem, estos labios que saben corredores
todas la tablas de multiplicar blanquísimos donde se juegan las fuentes
y las poesías más selectas. de la luz,
Le doy la cara entera, con la lengua y el pelo, te discuto a cada nombre, te arranco con
me quito las uñas y dientes y le completo el peso. delicadeza
No sirve esa manera de sentir. de cicatriz,
Qué ojos ni qué dedos. voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y
Ni esa comida recalentada, la memoria, cintas que dormían en la lluvia.
ni la atención, como una cotorrita perniciosa. No quiero que tengas una forma, que seas
Tome las inducciones y las perchas precisamente lo que viene detrás de tu mano,
donde cuelgan las palabras lavadas y planchadas. porque el agua, considera el agua, y los leones
Arree con la casa, fuera de todo, cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
déjeme como un hueco, o una estaca. y los gestos, esa arquitectura de la nada,
Tal vez entonces, cuando no me valga encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
la generosidad de Dios, eso boy scout, Todo mañana es la pizarra donde te invento y te
y esté igual que la alfombra que ha aguantado dibujo,
su lenta lluvia de zapatos ochenta años pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese
y es urdimbre no más, claro esqueleto donde pelo lacio, esa sonrisa.
se borraron los ricos pavorreales de plata, Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
puede ser que sin vos diga tu nombre cierto es también la luna y el espejo,
puede ocurrir que alcance sin manos tu cintura. busco esa línea que hace temblar a un hombre en
una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.

48
UNA CARTA DE AMOR UNA IDEA
Todo lo que de vos quisiera Una idea incandescente se me vino esta mañana
es tan poco en el fondo una antorcha que flameaba en lo alto de mi mente
porque en el fondo es todo, pero sola y sin refuerzos talvez pierda la batalla
como un perro que pasa, una colina, ya librada de hace tiempo por tu brillo y un
esas cosas de nada, cotidianas, cobarde
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo, un cobarde que vacila entre el olvido y tras la
lo que decís de cualquier cosa, nada
conmigo o contra mía, que vacila tras tus pasos y tu melódica mirada
todo eso es tan poco, que se pierde encandilado tras el grito de tus ojos
yo lo quiero de vos porque te quiero. que se aturde enceguecido tras el brillo de tu
Que mires más allá de mí, nombre
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito que se esconde tras las letras de algún otro
de tu entrega se estrelle nombre
en la cara de un jefe de oficina, y aun así no se atreve a gritar de quien se
y que el placer que juntos inventamos esconde
sea otro signo de la libertad. que hace frente tan valiente a enredadas
tempestades
y se escapa como un niño al descubrirse a tu lado

que amanece al medio día y se duerme al


despedirte
que susurra tan potente y que grita tan despacio
que camina tan de prisa y con los ojos bien
cerrados
sin valor por la cornisa que conduce a tu palacio

Una idea de coraje se me vino esta mañana


de sentarnos frente a frente y quitarme el
camuflaje
de soplar mis emociones y transformarlas en
palabras
en palabras que te expliquen cómo cae el agua
helada

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Una idea tan sublime como tantas que me diste LO UNO Y LO OTRO
tan tardía y predecible como tantas he tenido
pero sola y sin refuerzos de valor y otros aliados
¿Y qué le queda al final de la cosecha?
ha perdido la batalla
Estas dos manos arrugadas, este rostro
ya es de noche
donde ya empolla el tiempo.
ya te fuiste.
Adentro, ebrio en su pozo
el sapo dulcemente late.
Creo que cuenta veinte,veintiuno,
veintidós, veintitrés,
o lunes, martes, miércoles. Procedimientos
para dormir, pero no duerme.
Afuera está también la vida en todas partes,
y las veletas giran, y las nubes.
Es triste ser tan solo en la unidad, estas plabras,
todo lo que rodeándolo lo aparta,
lo define,
todo lo que en el mundo lo condena
a ser testigo y al final —cuándo, ya pronto—
oscura res de un hacha transparente.

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ZIPPER SONNET
de arriba abajo o bien de abajo arriba
este camino lleva hacia sí mismo
simulacro de cima ante el abismo
árbol que se levanta o se derriba

quien en la alterna imagen lo conciba


será el poeta de este paroxismo
en un amanecer de cataclismo
náufrago que a la arena al fin arriba

vanamente eludiendo su reflejo


antagonista de la simetría
para llegar hasta el dorado gajo

visionario amarrándose a un espejo


obstinado hacedor de la poesía
de abajo arriba o bien de arriba abajo

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