el autor brinda una orientación con principios generales referente a lo que se
necesita considerar para una eficiente evaluación de la organización sin perder
nunca de vista por qué y para quién se realiza. En este particular el autor recomienda un enfoque que tiene el propósito de ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas y a través de una forma de autoevaluación y la reflexión, mejorar sus organizaciones. Finalmente y como aporte del autor, en uno de sus apéndices describe un ejemplo de esbozo para un informe de evaluación organizacional. Partiendo desde el punto de vista del autor, es la motivación un aspecto fundamental que determina la personalidad de cada organización haciendo énfasis en los cuatro conceptos principales que describe como conceptos que rodean a la personalidad de las organizaciones: historia, misión, cultura e incentivos. Este es un aspecto, como lo indica el autor, no es algo que se escribe sin embargo se siente y se respira con tan solo mirar y sentir los valores y creencias compartidos en los miembros de una organización. Es propicio y aplicable en la actualidad lo que menciona el autor con respecto a que los incentivo no solo están representados con beneficios tangibles, sino con aquellos que no son monetarios, El viaje para esta amena lectura se inicia con el capítulo correspondiente a los Cambios en la asistencia para el desarrollo, donde el autor expone su posición ante el hecho de que se entorpece el progreso y desarrollo de muchos países cuando sus organizaciones (de cualquier tamaño o modalidad de negocios) se niegan a comprender y modificar su desempeño. En este capítulo el autor se centra en describir los cambios que hubo en la asistencia para el desarrollo y sobre cómo ha evolucionado la concepción en cuanto al desempeño de las organizaciones destacando el cambio a la importancia que ahora radica en el talento humano, los clientes e interesados directos, a lo que antes se reconocía en trabajo y estructuras formales. Antes de profundizar un poco más en estas definiciones, cabe destacar que el autor elaboró una matriz para un mejor entendimiento en la evaluación basada en estas tres definiciones donde cada uno de ellas se analiza de acuerdo a los siguientes aspectos: administrativos/jurídicos, tecnológicos, políticos, económicos, ecológicos, interesados directos y socioculturales. Como puede observarse, las organizaciones no son aisladas e inevitablemente son influenciadas por los aspectos antes mencionados. El autor destaca como un aspecto de la evaluación organizacional, la caracterización de estas reglas y los diferentes mecanismos para aplicarlas en el entorno de la organización. Como aspecto de relevancia y vinculado al trabajo de grado propuesto, el autor destaca como aspecto importante la inquietud mundial sobre la protección del medio ambiente como objetivo esencial, por lo que en los países en desarrollo con frecuencia se exige con el cumplimiento de reglamentaciones ambientales. En este sentido resultaría extenso describir los subgrupos que estructuran cada componente, es por ello que el autor se apoya en la realización de varias preguntas en cada uno de estos aspectos que ayudan a evaluar el desempeño organizacional Posteriormente en el capítulo cuatro, destinado al tema Motivación organizacional, nos conduce a un tema definido por el autor como un aspecto enigmático ya que la motivación es ese motor intangible que impulsa el éxito de las organizaciones y se manifiesta mayormente a través de la historia, misión, cultura y sistema de incentivos y premios. Y es que hablar de este tema es un poco difícil ya que al igual que las personas, las organizaciones desarrollan personalidades distintas, por lo que llama la atención el comportamiento o cambio de conductas que tienen un trabajador con tan solo entrar en organizaciones altamente motivadas, es por ello que la ardua tarea de determinar qué es lo que motiva a una organización puede ser la instrumento eficaz que haga la diferencia entre el éxito o fracaso de la misma. El capítulo cinco nos habla de un aspecto primordial del proceso de la evaluación organizacional y descrito por el autor como uno de los más problemáticos en medir, el desempeño debido a la diversidad de criterios existentes. el autor establece el desempeño más bien generalizado, producto de los resultados como un todo. Más allá de las acostumbradas ideas de efectividad y eficiencia que rodeaban el desempeño de las organizaciones en función al cumplimiento de las metas propuestas, el autor cree que el desempeño organizacional tiene cuatro elementos principales; la efectividad, la eficiencia, la relevancia y la viabilidad financiera, todos ellos absolutamente medibles.