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UCEM

INSTITUTO UNIVERSITARIO DEL CENTRO DE MÉXICO

L.I. JOSÉ MANUEL GONZ’ÁLEZ NIÑO

LICENCIADO EN INFORMÁTICA

PLANTEL MOROLEÓN
Bases del aprendizaje basado en proyectos

Introducción

Frente al avance de los nuevos retos que plantea el educar a las nuevas
generaciones una alternativa para mejorar la experiencia educativa de los
alumnos es el aprendizaje basado en proyectos; el cual, puede definirse como
una metodología didáctica que organiza el proceso de enseñanza-aprendizaje
mediante la elaboración de proyectos de forma colaborativa en grupos de
estudiantes (Gülbahar, 2006), esta estrategia de producción y diseño traza un
conjunto de tareas para la resolución de un reto o la creación de un producto,
además se apoya en la interacción para construir aprendizaje mediante la
cooperación.

Según diversos autores el origen del Aprendizaje Basado en Proyectos,


se localiza en los movimientos educativos progresistas de mediados del siglo
XIX y principios del siglo XX, pero actualmente representa una de las mejores
opciones para los cambios generacionales, Zygmunt Bauman (2015) nos refiere
que estamos ante la sociedad de la incertidumbre, debido a que el futuro cambia
rápidamente, la forma en la que se educa a los alumnos actualmente quizás no
los prepare para las necesidades del futuro, la educación competencial quizás
no es efectiva si no se enfrenta al alumno a las necesidades del futuro, el docente
debe dejar de ser mero transmisor de información para convertirse en ingeniero
del proceso, con el objetivo de que el alumnado convierta su experiencia en
conocimiento, así mismo las competencias se desarrollan mejor cuando el
alumno se convierte en el sujeto del aprendizaje y no un objeto del proceso.

Desarrollo

Nuestra práctica educativa ha estado basada tradicionalmente por el predominio


de una actividad transmisiva, una secuencia normalmente denominada enseñanza
directa, que podemos resumir en tres actividades: Presentación, práctica y prueba. El
docente presenta unos contenidos a toda la clase, los estudiantes practican con ellos a
través de unas actividades controladas y finalmente se someten a una prueba en la cual
deben reproducir los contenidos.
El problema es que la enseñanza directa suele utilizar un aprendizaje
memorístico de corta duración, reiterativo y acrítico; además contribuye de forma
limitada al desarrollo de las competencias básicas y está supeditada a experiencias
complementarias o externas al proceso de aprendizaje en el aula, y finalmente no facilita
la inclusión ni la atención a la diversidad porque dificulta la atención y la motivación en
el aula.

Sin embargo, entre las opciones a disposición del docente encontramos una
manera distinta de gestionar el aprendizaje en la cual el docente propone a sus
estudiantes una pegunta problema o reto que éstos deben superar, es decir frente a las
limitantes de la instrucción directa como explicar, practicar, evaluar o corregir, el
aprendizaje basado en proyectos promueve acciones como buscar, elegir, discutir,
aplicar, errar, corregir o ensayar. En este sentido el aprendizaje basado en proyectos
nos muestra que aprender puede ser una manera de conjugar el verbo hacer, es más
forma parte del ámbito del aprendizaje activo, junto a otras propuestas metodológicas,
como el aprendizaje basado en tareas, basado en problemas o el por descubrimiento.

El aprendizaje basado en proyectos marca tres grandes diferencias frente a la


instrucción directa, en primer lugar, el conocimiento en el ABP es el resultado de un
proceso de trabajo entre estudiantes y docentes por el cual se realizan preguntas, se
busca información y esta información se elabora para obtener conclusiones y un
producto final tangible y memorable. En segundo lugar el papel del estudiante está
relacionado activamente con procesos cognitivos de rango superior: reconocimiento de
problemas, priorización, recogida de información, comprensión, interpretación de datos,
planteamiento de conclusiones, revisión crítica de conceptos y creencias. Finalmente la
tercera diferencia radica en la función del docente, quien crea la situación de aprendizaje
que permita que los estudiantes puedan desarrollar el proyecto, lo cual implica una serie
de actuaciones por parte del docente.

Dichas actuaciones pueden incrementar el nivel de calidad en la práctica


educativa, por medio de criterios de calidad para los proyectos de aprendizaje:
Autenticidad, conexión con adultos, exploración activa, aprendizaje aplicado, rigor
académico y prácticas de evaluación de calidad. Además se pueden considerar
aspectos para un buen proyecto como: Finalidad y relevancia desde la perspectiva del
estudiante, tiempo para aprender y trabajar, complejidad e integración curricular,
intensidad y dedicación al proyecto, conexión presencial y a través de la red, acceso a
una amplia variedad de materiales, capacidad de ser compartido y sentido de audiencia
y por último novedad y originalidad.
Los beneficios del aprendizaje por proyectos según Arreola (2011), son
diversos y significativos:

• Prepara a los estudiantes para el campo laboral.


• Brinda mayor motivación para el ámbito de estudio.
• Crea una conexión entre la escuela y la realidad.
• Genera oportunidades de colaboración para construir conocimientos.
• Aumenta las habilidades sociales y de comunicación.
• Enriquece habilidades para la solución de problemas.
• Permite a los estudiantes tanto hacer como ver, las conexiones existentes
entre las diferentes disciplinas.
• Ofrece oportunidades para realizar contribuciones en la escuela o en la
comunidad.
• Aumenta la autoestima. Brinda una forma práctica y contextual para
aprender a usar la Tecnología.

El ABP es ante todo una experiencia que combina la experimentación con


las necesidades de la sociedad actual, necesidades como el intercambio y la
creación compartida; además, una de sus grandes ventajas es el aprendizaje
continuo, es decir, el estudiante necesita y reutiliza los aprendizajes previos en
todo momento, por medio de la combinación transversal de contenidos –diversas
asignaturas-, pero sobre todo longitudinal, es decir diversas etapas de los
proyectos.

El ABP es una alternativa ante la enseñanza directa, debido a que los


alumnos se convierten en los verdaderos protagonistas del proceso enseñanza
aprendizaje, como afirma Juan Delval (2006, p. 116):

“el profesor tiene que tener una conciencia clara de que él no enseña
directamente, porque hablando con rigor es una ilusión pensar que
estamos enseñando. Los profesores ponemos las condiciones para
que nuestros alumnos aprendan mediante su propia actividad; porque
sabemos que el conocimiento tiene que ser construido por el propio
sujeto. Entonces el docente lo que tiene que hacer es facilitar, crear
las situaciones en las cuales el alumno aprenda a partir de su propia
práctica, de su propia actividad”

El aprendizaje basado en proyectos tiene las siguientes características,


(Galena, 2006, p. 33):

• Centrados en el estudiante y dirigidos por el estudiante.


• Claramente definidos: inicio, desarrollo y un final.
• Contenido significativo para los estudiantes; directamente observable en
su entorno.
• Problemas del mundo real.
• Investigación.
• Sensible a la cultura local.
• Objetivos específicos relacionados con los estándares del currículo
educativo para el siglo XXI.
• Productos de aprendizaje objetivos.
• Interrelación entre lo académico, la realidad y las competencias laborales.
• Retroalimentación y evaluación por parte de expertos.
• Reflexión y autoevaluación por parte del estudiante.
• Evaluación en base a evidencias de aprendizaje (portafolios, diarios, etc.).

El ABP tiene 4 fases, la fase de activación donde resulta imprescindible


combinar los intereses del alumnado con las necesidades de aprendizaje, esta
es la fase clave, saber activar, por medio de la generación de una experiencia
que logre motivar al estudiante, pero que además incluya una intención
educativa, la clave reside en poner en acción experiencias quinestésicas,
atender las necesidades emocionales del alumno, utilizar la razón lógica de los
chicos, en un mismo contexto para generar aprendizajes.

Se debe comprender que la elaboración de proyectos significa plantear a


los estudiantes una la posibilidad de resolver problemas o buscar respuestas a
cuestiones complicadas mediante un plan de acción, que se pone en práctica en
un proceso que no está exento de imprevistos que también necesitan de
resolución, es decir una de sus principales características es el enfoque de
resolución de problemas desde la primera fase.
Además, desde la primera fase se observa la otra característica principal
de los proyectos educativas, la colaboración entre alumnos como un resultado
de objetivos colectivos que se diseñaron de forma colectiva también y que
permite obtener un sentido de corresponsabilidad mediante el trabajo de grupo
(Lou y otros, 2004)

La colaboración es muy importante en los proyectos de aprendizaje,


García y Amante refieren que tiene beneficios significativos que mejorar el
ambiente, el proceso y el producto en el aprendizaje:

• Mayor motivación del estudiante por la tarea.


• Mejores actitudes de implicación y de iniciativa.
• Mayor comprensión de lo que se hace y del porqué se hace.
• Mayor volumen de trabajo realizado.
• Mayor calidad del mismo.
• Mayor grado de dominio de procedimientos y conceptos.
• Incremento de la relación social gracias al aprendizaje.

La segunda fase seria la investigación, las tecnologías de la información


y la comunicación juegan un papel protagonista en esta etapa, la competencia
digital en muchas de sus dimensiones, pero sobre todo en la informacional,
debido a que los alumnos utilizan la tecnología para seleccionar la información
adecuada y utilizarla de manera correcta para resolver sus inquietudes de la
primera fase.

La tercera fase es la de construcción, en esta etapa los estudiantes


construyen el producto con la guía del docente, en donde éste gestiona la
realización del proyecto a través de un bagaje muy grande herramientas, como
los expedientes, el portafolio, bitácora y cualquier otra estrategia que le permita
archivar evidencias para la evaluación y la planeación de las actividades.

Generalmente los estudiantes terminan obteniendo un producto de trabajo


por medio del proyecto, este producto es un en gran parte un aprendizaje visible
según el área de conocimiento, las actividades que se realizaron (intervención,
investigación, aplicación) o según el objeto producido, por ejemplo documentos,
maquetas, planos, dibujos, material multimedia, etc.
La cuarta fase es la de difusión del producto, en la sociedad de la
audiencia actual, lo que no se comunica no existe, en este sentido es una fase
que consolida el aprendizaje; debido a que en las actividades de difusión los
alumnos realizan prácticas de síntesis sobre las experiencias didácticas y
exponen a la comunidad sus conclusiones y sus aprendizajes.

Se puede resumir en cada una de las fases sus respectivas tareas (Trujillo
Sáez, 2012) :

Fase 1

• Elección del tema, campo o producto a investigar, elaborar o repensar


y recogida de conocimientos previos del alumnado:
o Qué queremos saber
o Qué sabemos del tema
o Qué queremos construir
o Qué necesitamos saber para construir

Fase 2

• Confección del guión de trabajo


o Planificación, organización y temporalización
o Planteamiento de la situación problema

Fase 3

• Búsqueda y aportación de información


• Confección del dossier o del producto
• Concreción de acciones para incidir en el entorno

Fase 4

• Concienciación: qué se ha hecho y qué se ha aprendido


• Llevar a cabo las acciones para incidir en el entorno
• Valoración de nuevas perspectivas

El ABP también precisa de momentos de evaluación, dicha evaluación se


basa en la sistematización del aprendizaje, es decir del proceso de todo el
proyecto, en el ABP la evaluación tiene un carácter formativo, ya que permite
que el error se convierta en una oportunidad de aprendizaje. Por tal motivo este
tipo de aprendizaje requiere de una estrategia de evaluación que pueda sostener
el diseño de la estrategia por proyectos; por ejemplo, el currículum de contenidos
deja de ser un andamiaje rígido donde el docente permanezca estable y del cual
acuda a sostenerse para realizar sus planeaciones, en la evaluación del ABP el
currículum se convierte en un especia de base flexible del cual los alumnos
regulan y son conscientes de sus actos y atienden a la diversidad y la inclusión,
es un punto de apoyo para el aprendizaje.

Conclusión

El ABP consolida una sistematización de procesos al cual los docentes


deben acercarse para obtener beneficio personal, profesional y social, mientras
realizan su actividad educativa. Como bien menciona Bauman (2015) la
sociedad está en momento de encrucijada que requiere modelos educativas para
nuevas necesidades globales. Recordemos que la UNESCO estableces que los
objetivos básicos de la educación deben ser aprender a aprender, aprender a
resolver y aprender a hace, en este sentido el ABP es una herramienta clave
debido a que su función principal no es aprender, sino difundir la enseñanza,
debido a que los proyectos de difunden en la comunidad y es en ese momento
donde los alumnos fortalecen los aprendizajes de la experiencia directa que les
brindan los proyectos de aprendizaje.

Los niños y adolescentes que experimenten el aprendizaje por proyectos


van a tener grandes ventajas que les va a permitir desarrollar habilidades y
competencias que serán básicas para su desarrollo global en lo académico, lo
profesional y también en lo personal, ventajas como una confianza en sí mismo
impulsada, el fomento de las habilidades de pensamiento crítico, la mejora de la
creatividad, fortalecimiento de las relaciones y las asociaciones, incremento de
la confianza en el trabajo propio y el trabajo en equipo, ejercitación de la memoria
en actividades realistas y cotidianas, desarrollo de sus habilidades de
comunicación oral, fomento de la capacidad de buena escucha, compromiso de
la resolución de problemas en el trabajo, enseñanza a hacerse preguntas a otros
y a uno mismo, desarrollo de debates productivos, apertura para otras opiniones,
aprendizaje a través de los errores, incrementa la habilidad para utilizar el tiempo
de una manera más productiva y enfocada, enseña a generar nuevas ideas,
aporta el placer de hacer descubrimientos por uno mismo, proporciona
herramientas de diálogo, aprender a analizar críticamente datos, descubre que
aprender es placentero y además es útil y finalmente proporciona experiencias
de aprendizaje en el mundo real y aplicables a la vida cotidiana.

EL aprendizaje es mucho más significativo y relevante cuando nace de la


motivación y la curiosidad de los estudiantes, la motivación que se construye
desde el interés no desaparece fácilmente y el estudiante se convierte en un
aprendiz perpetuo. Es más fácil, más útil u potente para los estudiantes que los
docentes trabajen colectivamente alrededor de los intereses de los estudiantes
a que escojamos el conocimiento lo dividamos en casillas y se lo entreguemos
por dosis (o clases) al estudiantes, en el modelo del ABP es el estudiante el que
formula sus motivaciones y sus preguntas, entonces el docente se convierte en
un mediador que ayuda a conectar dichas motivaciones con oportunidades de
conectarlo con otros saberes por medio de experiencias nuevas y retadoras.
Cuando el aprendizaje está basado en proyectos es un conocimiento mucho más
relevante y motivador para los estudiantes, por el trabajo en equipo y la fase de
difusión, estos elementos son sumamente atractivos para la mayoría de los
estudiantes.

Todo lo anterior es parte de lo que un alumno de las nuevas generaciones


necesita y además exige día a día en las aulas, y el aprendizaje por proyectos
es una opción que lo fomenta, por tal motivo es una excelente opción para el
quehacer del docente actual.
Referencias

Sáez, F. T. (2012). Enseñanza basada en proyectos: una propuesta eficaz para


el aprendizaje y el desarrollo de las competencias básicas. Revista Eufonía-
Didáctica de la Educación Musical, 55, 7-15.

GÜLBAHAR, Yasemin; TINMAZ, Hasan (2006). «Implementing project-based


learning and e-portfolio assessment in a undergraduate course». Journal of
Research on Technology in Education. Pág. 309-327.

LOU, Yiping; MACGREGOR, S. Kim (2004). «Enhancing project-based learning


through online between-group collaboration». Educational Research and
Evaluation. Vol. 10, n.° 4-6, pág. 419-440

Bauman, Z. (2015). Modernidad líquida. Fondo de cultura económica.

Galeana, L. (2006). Aprendizaje basado en proyectos. Revista Ceupromed, 1,


27-44

García-Almiñana, D., & Amante García, B. (2006). Algunas experiencias de


aplicación del aprendizaje cooperativo y del aprendizaje basado en proyectos.
En 1ª Jornada de Innovación Educativa. Escuela Politécnica Superior de
Zamora.

Delval, Juan. 2010. Hacia una escuela ciudadana. Madrid: Morata

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