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LA ORGANIZACIÓN VIRTUOSA COMO ALTERNATIVA DE SOLUCIÓN


PARA UN PAÍS MEJOR
Versión 1.0 2015

Por Diego Pablo Raganato Fraxedas

Índice

1. Necesidad de profundizar en la lógica de la gratuidad.


2. Necesidad de profundizar en la lógica de ser administradores de dones
recibidos y no dueños de lo que tenemos o generamos.
3. Tres tipos de organizaciones según Benedicto XVI
4. Ventajas de la organización basada en el don
5. La organización virtuosa desde la perspectiva de la Pedagogía de la
Realidad.
6. Notas distintivas de una organización virtuosa:
a. Su finalidad es la mejor disposición para el Proyecto de Dios
b. Organización basada en el don
c. Su función principal es la formación de personas
d. Tensión en la administración de los recursos materiales y
financieros
7. Cómo formar una organización virtuosa.
8. Cómo dirigir una organización virtuosa: coordinación por enfoques.
9. Indicadores de una organización virtuosa.
10. Hipótesis de una mejora del país basada principalmente en el
desarrollo y colaboración de organizaciones virtuosas

1. Necesidad de profundizar en la lógica de la gratuidad

Entendemos como “lógica de gratuidad” a la actitud que se refleja en el


pensamiento, en los gestos y acciones, donde se busca principalmente el
bien fuera de uno mismo, aquel que se puede ayudar a otro a obtener.

Esta actitud se contrapone con la que consideramos se ha desarrollado más


en la actualidad y denominamos una lógica de utilidad, en la que se recorre el
camino inverso al anterior: se busca principalmente un beneficio propio y a
los demás en la medida que contribuyen a ese beneficio.

En su última Encíclica sobre el cuidado de la casa común el Papa


Francisco nos habla de lo que entiende sobre la actitud de utilidad centrada en
uno mismo que domina en el mundo actual. Entendemos que es una
conclusión muy profunda de la realidad actual que nos ayuda a
comprender mejor la necesidad de desarrollar una lógica centrada en la
gratuidad frente a una más bien de utilidad.
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“N° 122. Un antropocentrismo desviado da lugar a un estilo de vida


desviado. En la Exhortación apostólica Evangelii gaudium me referí al
relativismo práctico que caracteriza nuestra época, y que es «todavía más
peligroso que el doctrinal»[99]. Cuando el ser humano se coloca a sí
mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias
circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo. Por eso no debería
llamar la atención que, junto con la omnipresencia del paradigma
tecnocrático y la adoración del poder humano sin límites, se desarrolle en
los sujetos este relativismo donde todo se vuelve irrelevante si no sirve a
los propios intereses inmediatos. Hay en esto una lógica que permite
comprender cómo se alimentan mutuamente diversas actitudes que
provocan al mismo tiempo la degradación ambiental y la degradación
social.

N° 123. La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una


persona a aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto…Es la
misma lógica que lleva a la explotación sexual de los niños, o al abandono de
los ancianos que no sirven para los propios intereses. Es también la lógica
interna de quien dice: « Dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen
la economía, porque sus impactos sobre la sociedad y sobre la naturaleza son
daños inevitables »…Es la misma lógica del «usa y tira», que genera tantos
residuos sólo por el deseo desordenado de consumir más de lo que
realmente se necesita. Entonces no podemos pensar que los proyectos
políticos o la fuerza de la ley serán suficientes para evitar los comportamientos
que afectan al ambiente, porque, cuando es la cultura la que se corrompe y
ya no se reconoce alguna verdad objetiva o unos principios
universalmente válidos, las leyes sólo se entenderán como imposiciones
arbitrarias y como obstáculos a evitar.”

Benedicto XVI en su Encíclica Deus Caritas Est afirma: - nos hemos


permitido sintetizar lo que nos ha parecido más relacionado con el tema
desarrollado-

N° 21 “Nos preocupa justamente la complejidad y gravedad de la


situación económica actual, pero hemos de asumir con realismo,
confianza y esperanza las nuevas responsabilidades que nos reclama la
situación de un mundo que necesita una profunda renovación cultural y el
redescubrimiento de valores de fondo sobre los cuales construir un
futuro mejor. La crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas
reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las
experiencias positivas y a rechazar las negativas. De este modo, la crisis se
convierte en ocasión de discernir y proyectar de un modo nuevo.”
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N° 34 La gratuidad está en la vida de muchas maneras, aunque


frecuentemente pasa desapercibida debido a una visión de la existencia
que antepone a todo la productividad y la utilidad. El ser humano está
hecho para el don, el cual manifiesta y desarrolla su dimensión
trascendente. A veces, el hombre moderno tiene la errónea convicción de
ser el único autor de sí mismo, de su vida y de la sociedad. Es una
presunción fruto de la cerrazón egoísta en sí mismo”

N° 36 “El gran desafío que tenemos, planteado por las dificultades del
desarrollo en este tiempo de globalización y agravado por la crisis económico-
financiera actual, es mostrar, tanto en el orden de las ideas como de los
comportamientos, que no sólo no se pueden olvidar o debilitar los
principios tradicionales de la ética social, como la trasparencia, la
honestidad y la responsabilidad, sino que en las relaciones
mercantiles el principio de gratuidad y la lógica del don, como
expresiones de fraternidad, pueden y deben tener espacio en la actividad
económica ordinaria. Esto es una exigencia del hombre en el momento
actual, pero también de la razón económica misma.

N° 37”…es necesario que en el mercado se dé cabida a actividades


económicas de sujetos que optan libremente por ejercer su gestión
movidos por principios distintos al del mero beneficio, sin renunciar por
ello a producir valor económico”

2. Necesidad de profundizar en la lógica de ser administradores de dones


recibidos y no dueños de lo que tenemos o generamos.

Hay dos actitudes diferentes que uno puede tener y desarrollar ante los
bienes o recursos: a) considerarnos dueños, y por tanto principales
benefactores y decisores de su uso y/o administración o b) considerarnos
administradores, y por tanto coordinadores de su beneficio para la ayuda de
todos, en especial de los demás.

Siguiendo con la Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa


común citamos algunos puntos que nos han parecido relevantes al respecto:

“N° 76. Para la tradición judío-cristiana, decir « creación » es más que


decir naturaleza, porque tiene que ver con un proyecto del amor de Dios
donde cada criatura tiene un valor y un significado. La naturaleza suele
entenderse como un sistema que se analiza, comprende y gestiona, pero la
creación sólo puede ser entendida como un don que surge de la mano
abierta del Padre de todos, como una realidad iluminada por el amor que
nos convoca a una comunión universal.

N° 77. El universo no surgió como resultado de una omnipotencia arbitraria, de


una demostración de fuerza o de un deseo de autoafirmación. La creación es
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del orden del amor. El amor de Dios es el móvil fundamental de todo lo


creado…”:

N° 80. No obstante, Dios, que quiere actuar con nosotros y contar con
nuestra cooperación, también es capaz de sacar algún bien de los males
que nosotros realizamos…, Él está presente en lo más íntimo de cada cosa
sin condicionar la autonomía de su criatura, y esto también da lugar a la
legítima autonomía de las realidades terrenas[50]. Esa presencia divina, que
asegura la permanencia y el desarrollo de cada ser, «es la continuación de la
acción creadora»[51]. El Espíritu de Dios llenó el universo con virtualidades
que permiten que del seno mismo de las cosas pueda brotar siempre algo
nuevo: «La naturaleza no es otra cosa sino la razón de cierto arte,
concretamente el arte divino, inscrito en las cosas, por el cual las cosas
mismas se mueven hacia un fin determinado. Como si el maestro
constructor de barcos pudiera otorgar a la madera que pudiera moverse a sí
misma para tomar la forma del barco»[52].

N° 81. El ser humano, si bien supone también procesos evolutivos, implica


una novedad no explicable plenamente por la evolución de otros sistemas
abiertos. Cada uno de nosotros tiene en sí una identidad personal, capaz
de entrar en diálogo con los demás y con el mismo Dios. La capacidad de
reflexión, la argumentación, la creatividad, la interpretación, la
elaboración artística y otras capacidades inéditas muestran una
singularidad que trasciende el ámbito físico y biológico. La novedad
cualitativa que implica el surgimiento de un ser personal dentro del
universo material supone una acción directa de Dios, un llamado peculiar
a la vida y a la relación de un Tú a otro tú.

N° 82. Pero también sería equivocado pensar que los demás seres vivos deban
ser considerados como meros objetos sometidos a la arbitraria dominación
humana. Cuando se propone una visión de la naturaleza únicamente como
objeto de provecho y de interés, esto también tiene serias consecuencias
en la sociedad. La visión que consolida la arbitrariedad del más fuerte ha
propiciado inmensas desigualdades, injusticias y violencia para la mayoría de la
humanidad, porque los recursos pasan a ser del primero que llega o del
que tiene más poder: el ganador se lleva todo.

N° 83. …El fin último de las demás criaturas no somos nosotros. Pero
todas avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el
término común, que es Dios, en una plenitud trascendente…”
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3. Tres tipos de organizaciones según Benedicto XVI

Retomamos nuevamente a una Encíclica de Benedicto XVI citando a Juan


Pablo II– Caritas in Veritatis- que nos habla de la necesidad de gestar
organizaciones basadas en el don, en la gratuidad.

“N° 38 Juan Pablo II señaló esta problemática al advertir la necesidad de un


sistema basado en tres instancias: el mercado, el Estado y la sociedad
civil [92]. Consideró que la sociedad civil era el ámbito más apropiado para
una economía de la gratuidad y de la fraternidad, sin negarla en los otros
dos ámbitos… En la época de la globalización, la actividad económica no
puede prescindir de la gratuidad, que fomenta y extiende la solidaridad y
la responsabilidad por la justicia y el bien común en sus diversas instancias
y agentes. Se trata, en definitiva, de una forma concreta y profunda de
democracia económica. La solidaridad es en primer lugar que todos se
sientan responsables de todos[93]; por tanto no se la puede dejar solamente
en manos del Estado. Mientras antes se podía pensar que lo primero era
alcanzar la justicia y que la gratuidad venía después como un complemento,
hoy es necesario decir que sin la gratuidad no se alcanza ni siquiera la
justicia. Se requiere, por tanto, un mercado en el cual puedan operar
libremente, con igualdad de oportunidades, empresas que persiguen fines
institucionales diversos. Junto a la empresa privada, orientada al beneficio, y
los diferentes tipos de empresa pública, deben poderse establecer y
desenvolver aquellas organizaciones productivas que persiguen fines
mutualistas y sociales. De su recíproca interacción en el mercado se puede
esperar una especie de combinación entre los comportamientos de
empresa y, con ella, una atención más sensible a una civilización de la
economía. En este caso, caridad en la verdad significa la necesidad de dar
forma y organización a las iniciativas económicas que, sin renunciar al
beneficio, quieren ir más allá de la lógica del intercambio de cosas
equivalentes y del lucro como fin en sí mismo.

N° 39 Cuando la lógica del mercado y la lógica del Estado se ponen de acuerdo


para mantener el monopolio de sus respectivos ámbitos de influencia, se
debilita a la larga la solidaridad en las relaciones entre los ciudadanos, la
participación, el sentido de pertenencia y el obrar gratuitamente, que no se
identifican con el «dar para tener», propio de la lógica de la compraventa, ni
con el «dar por deber», propio de la lógica de las intervenciones públicas, que
el Estado impone por ley… La victoria sobre el subdesarrollo requiere actuar no
sólo en la mejora de las transacciones basadas en la compraventa, o en las
transferencias de las estructuras asistenciales de carácter público, sino sobre
todo en la apertura progresiva en el contexto mundial a formas de
actividad económica caracterizada por ciertos márgenes de gratuidad y
comunión. El binomio exclusivo mercado-Estado corroe la sociabilidad,
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mientras que las formas de economía solidaria, que encuentran su mejor


terreno en la sociedad civil aunque no se reducen a ella, crean
sociabilidad. El mercado de la gratuidad no existe y las actitudes gratuitas no
se pueden prescribir por ley. Sin embargo, tanto el mercado como la política
tienen necesidad de personas abiertas al don recíproco.

N° 40 Las actuales dinámicas económicas internacionales, caracterizadas por


graves distorsiones y disfunciones, requieren también cambios profundos
en el modo de entender la empresa”

4. Ventajas de la organización basada en el don

La organización basada en el don tiene ventajas que son importantes


destacar con respecto a las basadas principalmente en el intercambio
comercial o en el deber hacia comunidad.

a) Primero y principal la organización basada en el don considera a la otra


persona como principal con respecto a uno mismo y por ello receptora
del principal beneficio. La organización basada en el intercambio comercial
generalmente refuerza la lógica utilitaria donde uno mismo se considera el
principal beneficiario. La organización basada en el deber u obligación cívica, si
bien se centra en el bien común, que en definitiva es el bien del otro, no
obstante al centrarse en un obligación o deber su adhesión se presenta como
más débil al ser de alguna manera impuesta, a diferencia de la adhesión en
una organización basada en el don que se presenta más acorde a una elección
personal.

b) Otra de las ventajas es que al no regirse por una lógica de utilidad se puede
dar mayor importancia a las personas en sí mismas por sobre la
actividad. En las otras organizaciones la actividad normalmente tiende a
considerarse lo más importante por cuanto está directamente relacionado
con su finalidad: obtener una utilidad o cumplir con un deber u obligación. En la
organización basada en el don lo principal es el bien que se ayuda a
alcanzar a la otra persona, siendo el resultado de ello lo más importante.

c) Al estar centradas como principal en el desarrollo personal la organización


basada en el don favorece las relaciones personales contribuyendo con
mayor facilidad al buen clima y al gusto por pertenecer. Al no considerar lo
más importante la utilidad personal o el deber ser como obligación se facilita el
despejar aquellos factores que suelen ser principales ocasiones de
desavenencias o de dificultad en las relaciones personales, que
normalmente están relacionados con la utilidad económica personal.

e) También ayuda a contribuir de manera más profunda en la finalidad de


toda organización humana, que no es otra que ayudarse mutuamente en un
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auténtico desarrollo que no puede darse sino se busca y alcanza el


verdadero bien de sus integrantes.

5. La organización virtuosa desde la perspectiva de la Pedagogía de la


Realidad.

La Pedagogía de la Realidad es un enfoque novedoso sobre la forma de


encarar la educación o la formación. Su finalidad es mejorar el Sentido de
la Realidad o la diferencia que separa la imaginación de lo real para poder
transformarlo mejor. Lo propone lograr a través del desarrollo de hábitos
positivos o virtudes con un nuevo enfoque más moderno y adaptado a la
realidad actual.

La organización virtuosa es el fin al que apunta dicho enfoque ya que no


es otro que ayudar a desarrollar organizaciones de personas que
mutuamente se ayuden en formarse a través de hábitos positivos desde
este enfoque superador para que estén mejor dispuestos para el Plan de
Dios.

La organización virtuosa, como es propuesta por este enfoque Pedagógico,


tiene las siguientes características esenciales que la distinguen de cualquier
otra organización:

a) Su finalidad es que sus integrantes estén en mejores condiciones para


ayudarse mutuamente para estar mejor dispuestos para el Proyecto de
Dios o plan que Dios tiene para cada uno y como organización.

b) Es una organización basada en el don, es decir, en la búsqueda del bien


del otro por sobre los intereses propios.

c) La consideración de la persona está por sobre las distintas actividades


que realiza.

d) Por ende, es una organización basada principalmente en la formación


continua e integral de todos sus integrantes y allegados.

d) Tiene incorporado el concepto de administración de acuerdo al Plan de


Dios por lo que debe desarrollar la capacidad de estar “tensos” en la
obtención y distribución de los recursos materiales y financieros.

6. Notas distintivas de una organización virtuosa:

a) Su finalidad es la mejor disposición para el Proyecto de Dios

Todo hombre participa del Proyecto de Dios. De la idea que Dios tiene sobre él.
Esa idea donde el hombre encuentra su verdadera felicidad, debe quererla -ya
que Dios no la fuerza-, buscándola y desarrollándola. Para ello el desarrollo de
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virtudes o hábitos positivos lo dispone mejor, lo prepara mejor. Es en una


organización virtuosa como entendemos que el hombre puede ayudarse
mejor mutuamente en la actualidad a estar mejor preparado para el Plan
de Dios.

b) Organización basada en el don

El Proyecto de Dios es un plan inteligente, ordenado con relación a un fin:


participar de su eterna felicidad; y también de donación, de búsqueda del bien
del otro. Dios no nos necesita, sin embargo nos ha incorporado a su destino
sólo por donación, sólo por buscar el bien nuestro, inclusive a pesar de
nuestras malas reacciones al respecto. Desde este punto de vista y sólo
hablando imperfectamente por analogía, busca nuestro bien a pesar de que
nosotros le devolvemos males.

La organización virtuosa está basada en esta idea proveniente de la


naturaleza de Dios: se busca primero y principal el bien del otro que se
refleja en el bien común, que es el mejor bien para todos sus integrantes, por
sobre cualquier bien de consideración particular.

c) La Persona está por sobre la actividad

Esta característica se desprende como consecuencia de la anterior. Una


organización basada principalmente en la búsqueda del bien del otro, de todos
los integrantes y allegados, debe priorizar ese bien, que normalmente se
refiere principalmente a la ayuda en un desarrollo integral de sus
potencialidades por sobre los medios o las actividades que se definen
para lograrlo. Esta es una diferencia que muchas veces se presenta como
sutil pero profunda y muy necesaria. Todas las actividades y medios que
pongamos para el desarrollo de la organización deben tener siempre en
cuenta el desarrollo integral de cada uno de sus integrantes y allegados y
de todos en su conjunto.

d) Su función principal es la formación de personas

Su actividad principal debe ser la formación continua, progresiva e


integral de sus participantes y allegados. Toda otra actividad debe estar
subordinada a ella, pues con ella es cómo principalmente se puede alcanzar
su finalidad. Es más, toda actividad de la organización, de alguna manera
debe contribuir a la formación sino es una actividad que está descentrada o
desordenada.

e) Tensión en la administración de los recursos materiales y


financieros

Uno en la vida puede considerarse administrador o dueño. Desde la


perspectiva de la Pedagogía de la Realidad todo es don de Dios, lo
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nuestro es tan sólo el querer, aunque muy importante y necesario para


obtener los dones de Dios. Ese querer se manifiesta en tener actitudes y
gestos que mejor dispongan para el Plan de Dios, que no es otra cosa que
sus dones se vean transformados por el hombre para su felicidad. Por ello el
hombre es administrador de esos dones y no dueño, sólo es dueño de su
querer, ya que Dios no quiere por nosotros, sino seríamos autómatas y no
amantes.

Ser administradores implica buscar y distribuir todos los dones que la


organización puede obtener y transformarlos para que contribuyan a
desarrollar su finalidad. Para ello se debe procurar estar siempre en
“tensión”, es decir, en una continua evaluación para conseguir y distribuir
esos dones transformados para mejor cumplir la finalidad de la
organización, que es que sus integrantes y allegados estén mejor
dispuestos para el Plan de Dios.

Esta tensión implica en procurar que no falte ni sobre nada para ello. En
procurar la mayor cantidad de recursos para poder ayudar a la mayor
cantidad de personas en su relación formativa con la organización.

7. Cómo formar una organización virtuosa.

Acorde a lo experimentado hasta el momento, sugerimos una serie de pasos


esenciales para formar una organización virtuosa:

1° Debe haber un coordinador general e inicial que tenga cierto dominio


sobre el desarrollo de hábitos positivos o virtudes desde la Pedagogía de
la Realidad.

2° Debe tener una intención firme en formar una Organización Virtuosa y


visualizar y aceptar todo lo que ello implica, especialmente sus
características distintivas con otro tipo de organización.

3° Buscar asesoramiento de otros coordinadores de organizaciones


virtuosas para consultarle sobre sus experiencias. El Proyecto OTSE tiene una
Red de Organizaciones Virtuosas con la que uno se puede contactar.

4° Seleccionar un grupo de personas que tengan perfil y disponibilidad


para integrar la organización.

5° Definir la Visión, los valores esenciales y las acciones críticas con el


consenso de todos los integrantes.

6° Definir un Plan de Formación en virtudes desde el enfoque de la


Pedagogía de la Realidad.
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7° Definir unas normativas básicas de organización y funcionamiento que


ayude a desarrollar las características esenciales de la organización virtuosa.

8. Cómo dirigir una organización virtuosa: coordinación por enfoques.

Recomendamos leer con detenimiento el apunte donde se explica esta


forma de Trabajo en equipo. Dicho apunte se puede buscar en el portal
otse.digital.

9. Indicadores de una organización virtuosa.

a) Visión; perfiles de integrantes; Valores, Normativas, Misión-


diferenciador- y acciones más importantes: expresamente definidos,
conocidos y comprendidos por sus integrantes y en constante evaluación.

b) La Dirección es colegiada -de consenso- y participan de ella los integran


tes que demuestran una aplicación confiable de los conceptos básicos de la
Pedagogía de la Realidad.

c) Plan de formación continua para todos sus integrantes sobre el


desarrollo de los hábitos básicos de la Pedagogía de la Realidad: Criterio,
Actitud Metafísica, Verificación de Información, Escenario del 80, Círculo
Virtuoso de la Acción, Actitud de Don, Fortaleza y Trabajo en Equipo.

d) Relación entre sus integrantes como asociados en donde se sienten


parte esencial del Proyecto -no como empleados o contratados-.

e) Sus integrantes ingresan y egresan libremente de la organización en todo


de acuerdo con sus normativas.

f) En su funcionamiento interno se desarrolla la virtud de Trabajo en


equipo según el enfoque de la Pedagogía de la Realidad en lo que se
refiere a la organización de las personas y las actividades.

g) Tanto la organización como todos sus integrantes deben estar en


tensión con los recursos económicos-financieros dándole especial
importancia al concepto de don.

h) Máxima flexibilidad e iniciativa de acción a sus integrantes dentro de los


límites de las normativas.

i) Justa distribución económica teniendo en cuenta el nivel de actividad y


contribución de sus integrantes.

j) Máximo respeto y favorecimiento para el desarrollo de la virtud del


orden -según el enfoque de la Pedagogía de la Realidad-.
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10. Hipótesis de una mejora del país basada principalmente en el


desarrollo y colaboración de organizaciones virtuosas

Entendemos que todo país debería ser una gran organización virtuosa
compuesta a su vez de muchas organizaciones virtuosas. Esto que parece
un ideal irrealizable, especialmente en nuestra época, centrada en un
individualismo materialista, creemos que es algo a lo que hay que apuntar, con
la ayuda de Dios y nuestro esfuerzo, porque la otra opción, de seguir como
estamos, es un mundo con altas posibilidades de auto-destrucción. Por lo que
se presenta una gran oportunidad.

La hipótesis para llegar a ello es ir formando personas en el desarrollo de


virtudes o hábitos desde el enfoque de la Pedagogía de la Realidad, que a
su vez dirijan o participen en organizaciones virtuosas que, empezando por
la familia, pero también en el trabajo y en otras instancias se vaya
propagando por imitación, atracción y formación una idea superadora de
organización que nos prepare mejor para responder al Plan de Dios.

Esta hipótesis está empezando a realizarse en tres provincias de


Argentina: Mendoza, San Juan y Bs. As. Ya hay varias organizaciones
virtuosas en formación: familias, empresas y organizaciones religiosas, ONG,
etc. Que a su vez están siendo coordinadas por una Organización Virtuosa
con cierto grado de consolidación: el Proyecto OTSE. Se puede informar
sobre este Proyecto en el Portal otse.com.
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