Así entendido el procedimiento, hay que hacer, sin embargo, las siguientes precisiones:
2. LOS INTERESADOS
2.1.1. Abstención
Los órganos superiores podrán ordenar a las personas en quienes se dé alguna de las
circunstancias señaladas que se abstengan de toda intervención en el expediente.
2.1.2. Recusación
Contra las resoluciones adoptadas en esta materia no cabrá recurso, sin perjuicio de la
posibilidad de alegar la recusación al interponer el recurso que proceda contra el acto
que termine el procedimiento.
Para CASTAN, la relación jurídica no es otra cosa que una relación de la vida práctica a
la que el Derecho objetivo da significado jurídico, atribuyéndole determinados efectos,
o, en otros términos, una relación de la vida real protegida y regulada, en todo o en
parte, por el Derecho.
Por ejemplo, el matrimonio es una relación real entre dos personas que adquiere la
condición de jurídica cuando se celebra con arreglo a la legislación vigente, civil o
eclesiástica.
ENTRENA CUESTA la define como “una relación social concreta reglada por el
Derecho Administrativo”
A) Características
Esta relación jurídico-administrativa, para que sea tal ha de reunir los siguientes
caracteres:
- Esto no obsta a que, en determinadas relaciones, sea el sujeto pasivo, por ejercer
el particular un derecho subjetivo frente a ella, por ser objeto, por ejemplo, de
una reclamación de responsabilidad por daños ocasionados como consecuencia
del funcionamiento de los servicios públicos.
B) Elementos:
A) Clases de Administrados
Administrado puede ser toda persona física o jurídica que entre en relación con la
Administración, por 1o que puede hacerse una tipología del mismo en función de lo que
realmente sea (individuo, persona jurídica, etc.,).
En la Doctrina científica ha sido tradicional la distinción entre:
Los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan
resultar afectados por la decisión que en el mismo se adopte.
A) Capacidad
Así como en el Derecho Privado existe una teoría general de la capacidad de las
personas, en virtud de la cual quien ostente la capacidad jurídica (desde el nacimiento,
prácticamente) y de obrar (desde que, como regla general, se alcanza la mayoría de
edad) puede entablar todo tipo de relaciones jurídicas con otros (por ejemplo, adquirir o
vender bienes), en el Derecho Administrativo no se ha elaborado esta teoría respecto del
Administrado, dado que la relación jurídico-administrativa suele establecerse “intuitu
personae” (en consideración a la persona); en consecuencia, el ordenamiento jurídico
exige diversos requisitos de capacidad según el tipo de relación de que se trate (así, por
ejemplo, para el acceso a la Punción Publica, se suelen especificar todos los requisitos
que ha de reunir la persona que pretenda servir a la Administración: mayoría de edad,
titulación especifica para la plaza a que se opta, etc.)
Por eso, habrá que estar a la norma en concreto que regule la relación de que se trate
para saber qué capacidad es exigible al Administrado, sin perjuicio de que el propio
Derecho Administrativo se base en las reglas de la capacidad de Derecho Privado, o de
que, en ocasiones (por ejemplo, para plantear un recurso económico-administrativo)
permita a los menores de edad (incapaces de obrar en el Derecho Privado) actuar en
defensa de sus intereses.
En este línea hay que insertar la dicción del artículo 30 Ley 30/ 1992, de 26 de
noviembre. según el cual “tendrán capacidad de obrar ante las Administraciones
Publicas, además de las personas que la ostenten con arreglo a las normas civiles, los
menores de edad para el ejercicio y defensa de aquellos de sus derechos e intereses cuya
actuación esté permitida por el ordenamiento jurídico-administrativo sin la asistencia de
la persona que ejerza la patria potestad, tutela o curatela.
B) Representación
Los interesados con capacidad de obrar podrán actuar por medio de representante.
entendiéndose con éste las actuaciones administrativas, salvo manifestación expresa en
contra del interesado.
Cualquier persona con capacidad de obrar podrá actuar en representación de otra ante
las Administraciones Públicas.
Para formular solicitudes, entablar recursos, desistir de acciones y renunciar a derechos
en nombre de otra persona, deberá acreditarse la representación por cualquier medio
válido en Derecho que deje constancia fidedigna, o mediante declaración en
comparecencia personal del interesado (es lo que, en la práctica administrativa, se ha
llamado el poder “apud acta”, el apoderamiento otorgado por el interesado en favor de
otra persona, efectuado ante el funcionario responsable del expediente de que se trate,
que debe extender una diligencia para hacer constar el mismo que se insertará en el
expediente, dándose copia al interesado). Para los actos y gestiones de mero trámite se
presumirá aquella representación.
Para los actos de gestión de mero trámite se presumirá aquella representación. La falta o
insuficiencia de acreditación de la representación no impedirá que se tenga por
realizado el acto de que se trate, siempre que se aporte aquella o se subsane el
defecto dentro del plazo de diez días que deberá conceder al efecto el órgano
administrativo, o de un plazo superior cuando las circunstancias del caso así lo
requieran.
C) Legitimación.
Al tratar de los derechos del Administrado, debe partirse de los derechos reconocidos en
la Constitución, que puede hacer valer ante la Administración.
Pero además, la Ley 30/ 1992, de 26 de noviembre y las demás normas aplicables al
procedimiento administrativo y a las relaciones entre la Administración y el
Administrado, reconocen una serie de derechos, a lo largo de su articulado.
Conforme al artículo 35 Ley 30/ 1992, de 26 de noviembre., en sus relaciones con las
Administraciones Públicas, los ciudadanos tienen los siguientes derechos:
c) Derecho a obtener copia sellada de los documentos que presenten, aportándola junto
con los originales, así como a la devolución de éstos, salvo cuando los originales deban
obrar en el procedimiento.
En concreto, el artículo 70,3º Ley 30/ 1992, de 26 de noviembre. prescribe que "de las
solicitudes, comunicaciones y escritos que presenten los interesados en las oficinas de la
Administración, podrán éstos exigir el correspondiente recibo que acredite la techa de
presentación, admitiéndose como tal una copia en la que figure la fecha de presentación
anotada por la oficina".
Sobre la lengua de los procedimientos trata el artículo 36 de esta Ley 30/ 1992, de 26 de
noviembre, disponiendo que:
i) Derecho a ser tratados con respeto y deferencia por las autoridades y funcionarios,
que habrán de facilitarles el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus
obligaciones.
- Procedimientos especiales:
3.2. FASES
Iniciación
Ordenación
Instrucción
Terminación
A) Iniciación de oficio.
El art. 69 Ley 30/92 señala que el procedimiento se iniciará de oficio cuando así lo
acuerde el órgano competente; y este acuerdo de iniciación de oficio podrá adoptarlo el
órgano competente:
C) La forma de la solicitud.
Tanto del escrito de iniciación, como de los demás que presenten los interesados, podrán
exigir el correspondiente recibo, admitiéndose como tal una copia simple del escrito o
documento en la que figure la fecha de presentación anotada por la oficina.
Si el escrito de iniciación del procedimiento no reuniera los datos que señala el artículo
70, se requerirá al que hubiera firmado para que, en un plazo de 10 días, subsane la falta
o acompañe los documentos preceptivos, con indicación de que, de no hacerlo así, se
archivará la instancia sin más trámite (artículo. 71 Ley 30/92)
Siempre que no se trate de procedimientos selectivos o de concurrencia competitiva,
este plazo podrá ser ampliado prudencialmente, hasta cinco días, a petición del
interesado o iniciativa del órgano, cuando la aportación de los documentos requeridos
presente dificultades especiales.
E) Lugar de presentación
Señala el artículo 38.4 de la Ley 30/92, que las solicitudes y comunicaciones que los
ciudadanos dirijan a los órganos de las Administraciones Públicas podrán presentarse:
Cada Administración establecerá los días y el horario en que deban permanecer abiertos
sus registros, garantizando el derecho de los ciudadanos a la presentación de
documentos.
Los registros telemáticos sólo estarán habilitados para la recepción o salida de las
solicitudes, escritos y comunicaciones relativas a los procedimientos y trámites de la
competencia del órgano o entidad que creó el registro y que se especifiquen en la norma
de creación de éste, así como que cumplan con los criterios de disponibilidad,
autenticidad, integridad, confidencialidad y conservación de la información que se
señalen.
F) Efectos.
Aparte de la obligación de resolverla, la solicitud puede producir una serie de efectos
iniciales, que se cifran en los dos aspectos siguientes:
Las medidas provisionales podrán ser alzadas o modificadas durante la tramitación del
procedimiento, de oficio o a instancia de parte, en virtud de circunstancias sobrevenidas
o que no pudieron ser tenidas en cuenta en el momento de su adopción.
Acumulación de expedientes
Una vez iniciado el procedimiento, el órgano administrativo que inicie o trámite podrá
disponer, por propia iniciativa o a solicitud de los mismos interesados, la acumulación
del expediente a otros con los que guarde íntima conexión; contra el acuerdo de
acumulación no procederá recurso alguno.
3.2.2. Ordenación
A) Concepto
Los actos de ordenación del procedimiento tienen por objeto procurar el
desenvolvimiento del mismo hasta llegar al momento final. De ahí que la ordenación
no, constituya propiamente una fase del procedimiento ya que, por su propia naturaleza,
tiene lugar desde el momento mismo en que se inicia el procedimiento hasta que
termina. No es una fase que cronológicamente siga a la anterior sino que se trata de un
conjunto de reglas que impregnan toda la vida del procedimiento.
B) Principios
Que al solicitar los trámites que deban ser cumplidos por otros órganos,
deberán consignarse en la comunicación cursada el plazo legal
establecido al efecto
Que los trámites que deban ser cumplidos por los interesados deberán
realizarse en el plazo de 10 días a partir de la notificación del
correspondiente acto, salvo normas que especifiquen otro plazo
3.2.3. Instrucción
A) Concepto
Los actos de instrucción, siguiendo el mismo orden de la Ley 30/1.992, son los relativos
a las alegaciones de los interesados, prueba, informes, y participación de los interesados
(audiencia del interesado e información pública).
B) Alegaciones
Los interesados podrán aducir las alegaciones y aportar documentos u otros elementos
de juicio que estimen oportunos en cualquier momento del procedimiento, pero siempre
con anterioridad al trámite de audiencia.
Unas y otros serán tenidos en cuenta por el órgano competente al redactar la propuesta
de resolución.
C) Prueba
Cuando la Administración no tenga por ciertos los hechos alegados por los
interesados;
Plazo
En los casos de apertura de un período de prueba, tendrá una duración no inferior a 10
días ni superior a 30, para que puedan practicarse las que se consideren oportunas.
Medios
Los hechos relevantes para la resolución del procedimiento podrán acreditarse por
cualquier medio de prueba.
En los casos en que, a petición del interesado, deban efectuarse pruebas cuya realización
implique que no deba soportar la Administración, ésta podrá exigir el anticipo de los
mismos, a reserva de la liquidación definitiva, una vez practicada la prueba. La
liquidación de los gastos se practicará uniendo los comprobantes que acrediten la
realidad y cuantía de los mismos.
D) Informes
Concepto
Los informes no son sino las opiniones o pareceres que emiten órganos distintos de
aquellos a quienes corresponde dictar la resolución. Como observa VILLAR, los
informes, así considerados, pueden servir tanto para aportar datos al expediente como
para comprobar los que ya figuren en él.
Clases
Los informes pueden ser preceptivos o facultativos, vinculantes o no vinculantes:
No vinculantes, por último, serán los informes cuando no haya tal obligación de
resolver conforme al contenido del informe. Como regla, también los informes
serán no vinculantes, salvo disposición en contrario.
Plazo
Los informes se emitirán en el plazo de 10 días, salvo que una disposición o el
cumplimiento del resto de plazos del procedimiento permita o exija otro plazo mayor o
menor. Si no se facilita el dictamen en el plazo previsto, podrá proseguirse el proceso,
sin perjuicio de la responsabilidad del funcionario causante de la demora, excepto en los
supuestos de informes preceptivos que sean determinantes para la resolución del
procedimiento, en cuyo caso se podrá interrumpir el plazo de los trámites sucesivos.
Si el informe debiera ser emitido por una Administración Pública distinta de la que
tramita el procedimiento en orden a expresar el punto de vista correspondiente a sus
competencias respectivas, y transcurriera el plazo sin que aquél se hubiese evacuado, se
podrán proseguir las actuaciones.
El informe emitido fuera de plazo podrá no ser tenido en cuenta al adoptar la
correspondiente resolución
El Tribunal Supremo tiene declarado con reiteración que la omisión del trámite de
audiencia al interesado determina la nulidad de todas las actuaciones posteriores. Hay
que tener en cuenta que para que haya lugar a la anulabilidad es preciso no sólo que se
haya omitido el trámite de audiencia, sino también que tal omisión haya dado lugar a la
indefensión del interesado.
Por esa razón, el artículo 84 Ley 30/92 señala que se podrá prescindir del trámite de
audiencia cuando no figuren en el expediente ni sean tenidos en cuanta en la resolución
otros hechos ni otras alegaciones y pruebas que las aducidas por el interesado, porque
entonces no habrá tal indefensión, que es precisamente lo que el trámite de audiencia
pretende evitar. En el ámbito constitucional se recoge este principio en el artículo
105,c).
Información Pública
El órgano a quien corresponda la decisión del procedimiento, cuando la naturaleza de
éste lo requiera podrá acordar un período de información pública.
Causas
Resolución
Desistimiento
La declaración de caducidad
Pero no sólo estas producen la terminación del procedimiento sino que también la
producirá la imposibilidad material de terminarlo por causas sobrevenidas o la
terminación convencional por acuerdo.
A) Terminación convencional
Requerirán, en todo caso, la aprobación expresa del Consejo de Ministros los acuerdos
que versen sobre materia de la competencia directa de dicho órgano.
Los acuerdos que suscriban no supondrán alteración de las competencias atribuidas a los
órganos administrativos ni de las responsabilidades que correspondan a las autoridades
y funcionarios relativas al funcionamiento de los servios públicos.
B) Resolución
La resolución es la forma normal de terminación del procedimiento administrativo.
Que la resolución decidirá todas las cuestiones planteadas por los interesados,
así como aquellas otras que se deriven del expediente.
Cuando se traten de cuestiones conexas que no hubieran sido planteadas por los
interesados, el órgano competente podrá pronunciarse sobre las mismas,
poniéndolo de manifiesto en aquellos por un plazo no superior a 15 días, para
que formulen las alegaciones que estimen pertinentes y aporten, en su caso, los
medios de prueba.
C) Desistimiento y renuncia
Todo interesado podrá desistir o renunciar a su derecho, tanto oralmente como por
escrito. Tanto el desistimiento como la renuncia podrán hacerse por cualquier medio
que permita su constancia.
D) Caducidad
A) La obligación de resolver
El plazo máximo en el que debe notificarse la resolución expresa será el fijado por la
norma reguladora del correspondiente procedimiento.
Este plazo no podrá exceder de seis meses salvo que una norma con rango de Ley
establezca uno mayor o así venga previsto en la normativa comunitaria europea.
Cuando las normas reguladoras de los procedimientos no fijen el plazo máximo para
recibir la notificación, éste será de tres meses. Este plazo y los previstos en el apartado
anterior se contarán:
En todo caso, las Administraciones públicas informarán a los interesados del plazo
máximo normativamente establecido para la resolución y notificación de los
procedimientos, así como de los efectos que pueda producir el silencio administrativo,
incluyendo dicha mención en la notificación o publicación del acuerdo de iniciación de
oficio, o en comunicación que se les dirigirá al efecto dentro de los diez días siguientes
a la recepción de la solicitud en el registro del órgano competente para su tramitación.
En este último caso, la comunicación indicará además la fecha en que la solicitud ha
sido recibida por el órgano competente.
De acordarse, finalmente, la ampliación del plazo máximo, éste no podrá ser superior al
establecido para la tramitación del procedimiento.
Contra el acuerdo que resuelva sobre la ampliación de plazos, que deberá ser notificado
a los interesados, no cabrá recurso alguno.
E) Responsabilidad en la tramitación
F) El silencio administrativo
En este punto debemos distinguir dos supuestos: que el procedimiento comience a
solicitud del interesado o que el procedimiento comience de oficio.
Los interesados podrán entender estimadas por silencio administrativo sus solicitudes en
todos los casos, salvo que una norma con rango de Ley o norma de Derecho
Comunitario Europeo establezca lo contrario.
La desestimación por silencio administrativo tiene los solos efectos de permitir a los
interesados la interposición del recurso administrativo o contencioso-administrativo que
resulte procedente.
Los actos administrativos producidos por silencio administrativo se podrán hacer valer
tanto ante la Administración como ante cualquier persona física o jurídica, pública o
privada. Los mismos producen efectos desde el vencimiento del plazo máximo en el que
debe dictarse y notificarse la resolución expresa sin que la misma se haya producido, y
su existencia puede ser acreditada por cualquier medio de prueba admitido en Derecho,
incluido el certificado acreditativo del silencio producido que pudiera solicitarse del
órgano competente para resolver. Solicitado el certificado, éste deberá emitirse en el
plazo máximo de quince días.
Siempre que por Ley o normativa comunitaria europea no se exprese otra cosa,
cuando los plazos se señalen por días, se entiende que éstos son hábiles,
excluyéndose del cómputo los domingos y los declarados festivos.
Cuando los plazos se señalen por días naturales, se hará constar esta
circunstancia en las correspondientes notificaciones.
Si el plazo se fija en meses o años, éstos se computarán a partir del día siguiente
a aquel en que tenga lugar la notificación o publicación del acto de que se trate,
o desde el siguiente a aquel en que se produzca la estimación o desestimación
por silencio administrativo. Si en el mes de vencimiento no hubiera día
equivalente a aquel en que comienza el cómputo, se entenderá que el plazo
expira el último día del mes.
Cuando el último día del plazo sea inhábil, se entenderá prorrogado al primer
día hábil siguiente.
Los plazos expresados en días se contarán a partir del día siguiente a aquel en
que tenga lugar la notificación o publicación del acto de que se trate, o desde el
siguiente a aquel en que se produzca la estimación o la desestimación por
silencio administrativo.
La ampliación de los plazos por el tiempo máximo permitido se aplicará en todo caso a
los procedimientos tramitados por las misiones diplomáticas y oficinas consulares, así
como a aquellos que, tramitándose en el interior, exijan cumplimentar algún trámite en
el extranjero o en los que intervengan interesados residentes fuera de España.