afectan directamente a las familias de las personas excarceladas, constituyendo una extensión
social de la pena privativa de libertad. (la cárcel en el entorno familiar)
La desprotección hacia las familias de las personas presas afecta especialmente a las mujeres, ya
que son estas (madres, compañeras, esposas, hermanas, hijas) las que asumen gran parte de las
responsabilidades familiares cuando hombres y mujeres son encarcelados (la cárcel en el entorno
familiar)
Los miembros de la familia tendrán que aprender a moverse en un nuevo escenario, con nuevas
relaciones, nuevas normas y nuevas problemáticas (Pàmies, 1975). Los hijos/as menores de edad
se ven expuestos, inevitablemente, a la cultura, la estética y a la terminología penitenciaria, con
todo lo que esto implica (la cárcel en el entorno familiar) Opinion sobre la
La cárcel misma funciona como matriz de las condiciones sociales de exclusión, reproduciendo las
desigualdades sociales y económicas en tanto las penas privativas de libertad recaen
principalmente en los sectores más excluidos desde un punto de vista económico, social y cultural.
Así, el hecho de que un miembro de la familia esté preso, supone un factor regenerador de
pobreza y marginación en las familias destinatarias de este tipo de castigo (Manzanos, 1992).
La situación de las familiares de presos, por lo general, es aún más grave por cuanto el grado de
educación formal de estas mujeres es muy bajo, lo que dificulta su acceso al mercado laboral, o
que las sitúa en una posición de gran vulnerabilidad dentro de éste.
Las consecuencias económicas y laborales del encarcelamiento dependerán del papel que
desarrolle la persona presa dentro de la estructura familiar, tanto respecto a sus aportaciones
económicas, como respecto a los trabajos que asumía en la organización familiar. En este sentido,
se deberán tener en cuenta diferentes situaciones o condicionantes, de las que destacamos: - Si la
persona encarcelada es o era la principal fuente de ingresos de la unidad familiar o si aportaba
ingresos adicionales a los otros miembros de la familia. - Si la persona encarcelada tenía o tiene
personas dependientes a su cargo, como es el caso de hijos/as menores, de familiares con
minusvalía física o psíquica, o de personas mayores dependientes, y si en este sentido, desarrolla
el rol de cuidado. En los casos en que la familia, de origen o propia, ha roto los vínculos con la
persona encarcelada como consecuencia de su ingreso en la cárcel, o con anterioridad, vale la
pena tener en cuenta que la falta de relaciones familiares influirá notablemente, en general de
forma negativa, en la calidad de vida de la persona presa57 .
La dilatación en el tiempo del encarcelamiento agrava la situación económica de las familias, tanto
durante el encarcelamiento como posteriormente. Un tiempo prolongado en la cárcel disminuye
exponencialmente las posibilidades de inserción laboral de la persona presa una vez cumplida la
condena, a la vez que condiciona enormemente su vejez ante la imposibilidad, en la mayoría de los
casos, de trabajar dentro de la cárcel, y por tanto, de cotizar en la Seguridad Social.
La lógica económica de la sociedad neocapitalista actual, establece qué es humano y qué no, qué
es lo sano y qué lo enfermo. En esta sociedad, la relacion ya no es entre el hombre y la sociedad,
sino entre el hombre y la producción, por lo tanto, se separa todo aquello que perturbe a la
producción. La sociedad capitalista se basa en la desiguladad (en cuanto a lo que se posee y
cuanto mas desigual es una sociedad, mas necesita de un sistema represivo, como el carcelario,
para el control social de la desviación de la norma.
Teniendo en cuenta dicho sistema económico y social, los delitos mas perseguidos son aquellos
que atentan contra la propiedad y, obviamente, las clases mas desfavorecidas están mas
expuestas a cometerlos. Tenemos entonces, que la clase de los usuarios de las instituciones
carcelarias son proletarios y subproletarios. Estas clases son seleccionadas negativamente por el
mecanismo de criminalización, correlato de lo que hoy sostiene Zaffaroni: el sistema penal es
discriminatorio.
La delincuencia es considerada una parte del hombre que debe ser eliminada. La cárcel viene a
cumplir esta función.Se crea una institución para ellos, con fines de reeducación y redención.
La adecuación a la cárcel lleva a una situación infantil, regresiva, de sometimiento al mas fuerte, el
interno debe aprender a simular para obtener ventajas. El malestar que produce la cárcel aumenta
las desiguladades sociales y afecta también a la familia, todos quedan estigmatizados.