Anda di halaman 1dari 19

Vol. 26, No.

93 (2005) 71

LA VOLUNTAD Y SU PAPEL EN LA
CONSTITUCIÓN DE LA IDENTIDAD
PERSONAL
Un estudio a partir de la filosofía de Edmund Husserl
Julio César Vargas Bejarano1
Universidad del Valle

Resumen

El presente artículo se propone examinar la relación existente entre la voluntad y la


constitución de la identidad personal al trasluz de la fenomenología de E. Husserl. De
acuerdo con las investigaciones genéticas de este autor, la voluntad se presenta primor-
dialmente como un “tender pulsional” (Streben), el cual se realiza en un nivel superior
de la conciencia de un modo distinto, esto es, como actos volitivos. Una vez examinado
el carácter general de la voluntad, Husserl procede a describir los momentos corres-
pondientes a los actos voluntarios, para luego presentar la manera como éstos pueden
afectar el cambio de una actitud, y con ello la manera como incide una elección o reso-
lución en la construcción de la identidad personal. En la última parte del texto el autor
se ocupa de la pregunta sobre la disponibilidad de la vida para dejarse transformar por
actos volitivos aislados.

Palabras clave

Actitud, actos voluntarios, identidad personal, interés, motivación, pulsión, renova-


ción, voluntad.

Abstract

The present article intends to examine the existent relationship between the will and the
constitution of the personal identity to the light of the E. Husserl´s phenomenology. In
accordance with their genetic investigations the will is presented primarily as a to “ten-
der pulsional” (Streben), which is carried out in a superior level of the conscience in a
different way, this is, as volitional acts. Once examined the general character of the will,
the author proceeds to describe the moments corresponding to the voluntary acts, then
presents the way like these can affect the change of an attitude and with it the way like
they impact an election or resolution in the construction of the personal identity.

1
Este documento es uno de los resultados de mi investigación sobre el problema de la voluntad en la
fenomenología de E. Husserl.
72 Cuadernos de filosofía latinoamericana

Key words

Attitude, voluntary acts, personal identity, interest, motivation, pulsión, renovation, tendency,
will.

Este trabajo se propone presentar un bosquejo perior, más complejo, la voluntad consiste
de los rasgos fundamentales de la voluntad, en la realización de actos en los que el suje-
tal como la concibió la fenomenología to toma una determinación deliberada y pon-
genética de E. Husserl. Esta aproximación a derada. La voluntad entra a formar aquí parte
la voluntad nos proporciona elementos para de la acción propiamente dicha. Posterior-
plantear la pregunta sobre la cual girarán mente nos preguntamos cómo es posible que
nuestras reflexiones, a saber: ¿De qué ma- la voluntad efectúe una transformación de
nera influye la voluntad en la constitución la vida subjetiva. En el desarrollo de esta
de la identidad personal y hasta qué punto se cuestión emergen dos temas fundamentales:
puede hablar de una disponibilidad de la vida el interés y la actitud. Su examen nos lleva-
frente a una toma de decisión voluntaria que rá a identificar el papel central que juega la
la pueda transformar radicalmente? La con- voluntad en la adopción de una nueva acti-
sideración de un cambio radical de actitud a tud que determine la identidad personal o,
partir de una toma de posición volitiva lleva si se quiere, en la “renovación” de los prin-
a plantear la pregunta por las condiciones cipios y valores que motivaron el inicio de
generales que determinan este tipo de deci- una actitud. En la última parte de nuestras
siones, así como a examinar las consecuen- reflexiones nos ocupamos de la pregunta por
cias que ellas pueden tener en la vida perso- la disponibilidad de la vida ante una toma
nal e intersubjetiva. de posición voluntaria. En otros términos,
¿resulta posible una transformación radical
En la primera parte esbozamos los rasgos a partir de una resolución de la voluntad? El
fundamentales de la voluntad según la desarrollo de esta cuestión nos llevará a re-
fenomenología estática, de tal manera que saltar la importancia que tiene la voluntad
se introduzcan elementos que permitan como tendencia pulsional y a identificar los
visualizar el cambio de posición de Husserl límites de los actos volitivos.
a este respecto. Posteriormente realizamos
una presentación panorámica de la voluntad
en el contexto de la fenomenología de E. 1. Introducción a la descripción
Husserl; en particular, señalamos algunos fenomenológica de la voluntad
aspectos centrales referentes a su descripción
genética. En este contexto presentamos dos En primer lugar, conviene presentar de ma-
niveles distintos del operar de la voluntad. nera general el modo como Husserl conci-
En primer lugar, el nivel más originario, en bió la voluntad en el contexto de sus prime-
el cual ella funge al modo de un aspirar o ras investigaciones, esto es, en la denomi-
tender pulsional (Streben2). En un nivel su- nada fenomenología estática. La primera

2
Traducimos la palabra Streben como “aspirar o tender pulsional”. Hemos elegido esta posibilidad entre
otras alternativas como, por ejemplo, empeño o tendencia, pues queremos acentuar el papel que juega la
fuerza pulsional en el desarrollo de las tendencias.
Vol. 26, No. 93 (2005) 73

aproximación de Husserl a la filosofía prác- temas centrales como el de la voluntad y su


tica en general, y en particular a la voluntad, papel en la intencionalidad. De todo modos,
tuvo el influjo del pensamiento de Brentano. cabe anotar que si bien es cierto que a prin-
En efecto, Husserl retomó para su clasifica- cipios de los años veinte esta nueva descrip-
ción de los actos intencionales el esquema ción de la voluntad desplaza la primera cla-
general de los actos psíquicos planteado por sificación de los actos intencionales y per-
su maestro vienés. De acuerdo con esta cla- mite la reformulación del concepto de
sificación, cuyo origen se puede rastrear ya intencionalidad, ello no quiere decir que el
en Descartes, existe en la vida de la concien- método de descripción propio de la
cia un primado de los actos dóxicos o teóri- fenomenología estática quede superado y que
cos –es decir, aquellos que toman posición sus logros no sean en absoluto compatibles
sobre el ser de los objetos y sus respectivas con los resultados obtenidos mediante la des-
modalizaciones– sobre los actos de la esfera cripción de las investigaciones genéticas.
valorativa, volitiva y práctica en general. Los
actos dóxicos ejercen una función de El esquema de clasificación de los actos
fundamentación respecto de todos los otros intencionales tiene incidencias en la primera
tipos de actos, pues ellos son condición ne- concepción ética de Husserl, pues ella des-
cesaria para la ejecución de los actos com- borda el marco de una doctrina universal de
plejos, que incluyen una representación so- los valores, de tal manera que estos tienen
bre el ser del objeto, más la cualidad de otro también una génesis que se inicia en la ex-
acto que la determina; así, p. ej., querer un periencia pasiva, más aún en la sensibilidad
auto supone al menos otro acto básico que y en la facultad anímica (Gemüt). Esta nue-
nos proporcione la representación del mis- va concepción de los valores como princi-
mo. Por ello, los actos estéticos, valorativos, pios que motivan la acción supone una toma
volitivos y prácticos en general son funda- de distancia con respecto a la clasificación
dos respecto de una clase más originaria: los de los actos intencionales propia de la
actos dóxicos3. fenomenología estática. Como lo señala
Melle, el esquema de clasificación de los
Esta concepción la presenta Husserl ya des- actos intencionales puede ilustrarse con la
de su obra programática de las Investigacio- ayuda de la imagen de “capas tectónicas”5.
nes Lógicas4, pero también en Ideas I y II, y Los actos dóxicos o básicos conformarían la
la mantiene hasta que sus investigaciones base sobre la cual se asentarían sucesivamen-
sobre la génesis del mundo le llevaron a te los actos valorativos, y posteriormente los
revaluar este esquema y, con ello, a encon- actos volitivos y prácticos en general. Cada
trar una perspectiva complementaria para clase de actos constituye una esfera óptica

3
Una excelente exposición de la función de fundamentación que ejercen los actos dóxicos la encontramos
en Agustin Serrano de Haro, “Actos básicos y actos fundados: exposición crítica de los primeros análisis
husserlianos”, Anuario filosófico 28 (1995), pp. 61-89.
4
En adelante citaré las obras de E. Husserl según la edición de sus obras completas (Husserliana) con la
sigla Hua seguida del correspondiente volumen y número de página. Cuando disponga de la traducción
española, la citaré explícitamente. En lo referente a las citas de los manuscritos de Husserl, he recibido la
autorización para su publicación de parte del director del archivo de Lovaina, Prof. Dr. Bernet, a quien
agradezco su amabilidad. Las traducciones de los textos de Husserl aquí citados son mías.
5
Ulrich Melle, “Husserls Phänomenologie des Willens”, Tijdschrift voor Filosofie 54 (1992), pp. 280-304.
Hay traducción española de Carlos E. Maldonado.
74 Cuadernos de filosofía latinoamericana

determinada; así, por ejemplo, los actos que tiene la conciencia para atribuir sentido
dóxicos pueden intencionar el ser de los ob- de ser a los objetos que ella constituye, no se
jetos materiales y de las representaciones en limita a sus tomas de posición dóxica, si no
general con sus respectivas modalidades (ser que ellas tiene también un doble carácter tem-
posible, probable, dudoso, etc.). Los actos poral y pulsional. La indagación de la tem-
valorativos o estimativos constituyen los poralidad y de las pulsiones o fuerzas que la
valores como entidades con un estatuto atraviesan y que están dirigida a un objeto
ontológico propio, y por último los actos determinado, será uno de los factores decisi-
volitivos están referidos a las metas o pro- vos en el tránsito de Husserl hacia una nue-
pósitos de la voluntad. La ética, según esta va concepción de la ética; en efecto, la
primera versión de la fenomenología, tiene reformulación del concepto de intencionalidad
como condición de posibilidad una doctrina trae consigo la superación de la clasificación
que dé cuenta de las estructuras a priori que brentaniana de los actos intencionales, pues
rigen las valoraciones y las voliciones. Así, en adelante no queda claro que los actos
Husserl retoma de Brentano el programa de objetivantes o teoréticos tengan un primado
desarrollar una doctrina formal y universal sobre los actos no objetivantes, esto es, las
de los valores en la que se identifiquen las valoraciones, los sentimientos, deseos, voli-
leyes a priori que determinan la realización ciones y acciones en general. La considera-
de los actos valorativos y volitivos. La ley ción de las pulsiones e instintos en la estruc-
central de esta doctrina que funge al modo tura de la intencionalidad tendrá como con-
de un imperativo es la siguiente: teniendo secuencia una inversión del esquema ante-
presentes todas las alternativas posibles, es- rior, pues en adelante son los actos teóricos
coge siempre la mejor (cf. Hua XXVIII, pp. los que son servidores de la voluntad. En este
221 ss.). sentido leemos en la lecciones sobre filoso-
fía primera: “La razón del conocimiento es
A principios de la década de los años veinte, función de la razón práctica. El intelecto es
Husserl emprende nuevas investigaciones servidor de la voluntad” (Hua VIII, p. 201)6.
sobre la génesis del mundo, esto es, sobre el Más adelante mostraremos algunos de los
proceso de constitución que posibilita que rasgos específicos de la voluntad y el papel
podamos tener experiencia de los objetos en decisivo que juega ella en la configuración
general y del horizonte que los posibilita: el de la vida de la subjetividad, con lo cual es-
mundo. La fenomenología genética tiene por peramos presentar uno de los motivos que
cometido reconstruir el proceso que parte de llevaron a Husserl a formular el primado de
la experiencia del mundo de la vida y que la voluntad, esto es, de la razón práctica so-
conduce finalmente a la formulación de jui- bre la teórica. Por ahora baste señalar que
cios, teorías y objetivaciones en general. Uno una de las consecuencias de la nueva con-
de los ejes centrales de esta nueva aproxi- cepción de la voluntad fue la toma de distan-
mación al ser de la realidad consiste en des- cia explícita respecto de la ética universal
cubrir que la intencionalidad, la capacidad

6
Cabe anotar que debido a la unidad de la razón, que “no admite ninguna distinción en ‘teórica’, ‘práctica’
y ‘estética’” (cf. E. Husserl, Crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental [Barcelona:
Crítica, s.f.], p. 283), en la fenomenología de Husserl no se puede sostener, en definitiva, ni un
intelectualismo, ni un voluntarismo. Con todo, en este estudio no nos podemos adentrar en esta polémica,
que por cierto se remonta a la medioeval entre intelectualismo (Tomás de Aquino) y voluntarismo (Duns
Scotus).
Vol. 26, No. 93 (2005) 75

de los valores7. Ya en el marco de una inves- tad” (Hua VIII, p. 13) o “yo-de-la-vo-
tigación genética presentaremos en el si- luntad” (Hua VI, p. 470; Hua XXXIV,
guiente numeral los dos modos como opera p. 359).
la voluntad en la vida de la conciencia.
b) Este “impulso de tendencia o volunta-
rio” permite además que se conforme
2. Diferencia entre la voluntad y los la unidad de los actos complejos, por
actos volitivos ejemplo un juicio y una acción, de ma-
nera que el sujeto pueda perseguir y –si
En un pasaje de la lección titulada Lógica es posible– alcanzar la meta que se pro-
trascendental realizada en el año de 1921, pone. Esto resulta posible gracias a la
Husserl afirma: “Cada vez tengo una [más capacidad que tiene el yo de dirigir
firme] impresión, de que la voluntad no es mediante actos “dominantes” otro tipo
un modo propio de la conciencia, sino una de actos que podemos denominar “su-
forma de actividad especial y suprema, la bordinados”.
cual bajo ciertas condiciones esenciales que
residen en las objetivaciones ya presupues- A continuación presentaré los rasgos bási-
tadas y en el sentir, puede aparecer por do- cos de la voluntad de acuerdo con la
quier” (Hua XXXI, p. 10). fenomenología genética de Husserl. Para ello
es necesario establecer la diferencia entre los
A partir del anterior pasaje, habría que resal- dos niveles en que puede ser analizada la
tar dos aspectos que posteriormente desarro- voluntad, esto es, en primer lugar como “im-
llaré en éste y el siguiente numeral: pulso de tendencia” (Strebenszug), y en se-
gundo lugar, presentar el carácter específico
a) Husserl afirma que la voluntad no es de los actos volitivos o voluntarios. ¿Qué nos
ningún “modo propio de la conciencia”. lleva a realizar esta distinción? El fenómeno
Sin embargo, podemos constatar que el de la voluntad no se deja restringir al acto
desarrollo de sus investigaciones le lle- volitivo o a la decisión en la que el yo deli-
vó a reformular esta tesis, pues él atri- beradamente opta por una alternativa, pues
buirá algunos años después a la volun- tan pronto como una decisión es tomada, el
tad un papel decisivo en la vida de la acto fluye, pero la voluntad permanece bajo
conciencia; la intencionalidad se presen- la forma de una resolución o de un propósito
tará en los análisis tardíos de Husserl (éste se diferencia del principio que rige la
como voluntaria, pues ella está atrave- acción, en cuanto se rige principalmente por
sada por un “impulso de tendencia y por un componente subjetivo, esto es, la manera
un impulso voluntario”8 (Hua VIII, p. particular como el sujeto quiere efectuar la
193). Esto lleva consigo, en segundo acción y lo que busca específicamente alcan-
término, que el yo persona sea también zar con ella). Tras la realización del acto vo-
denominado como “sujeto de la volun-

7
Como bien lo anota Melle, la filosofía de Scheler tuvo sin duda un influjo decisivo en este giro ético de la
fenomenología de Husserl. Cf. U. Melle, “Schellersche Motive in Husserls Freiburger Ethik”, Vom Umsturz
der Werte in der modernen Gesellschaft. II Kolloquium der Max Scheler – Gesellschaft, Köln, 1997, pp.
203-219.
8
He traducido de este modo la expresión acuñada por Husserl “Strebens- und Wollenszug” (loc. cit.)
76 Cuadernos de filosofía latinoamericana

luntario, la determinación se transforma en creativo. La puesta en marcha de una deci-


una forma latente que permanece activa en sión le exige al yo ponerse en camino hacia
el trasfondo, en una especie de inconsciente, la meta propuesta para intentar alcanzarla, y
y es susceptible de actualizarse (más aún, para ello debe realizar actos complejos. Es-
debe hacerlo, pues de lo contrario se pierde tos actos se caracterizan porque en primer
la fuerza de la resolución). Gracias a este lugar son motivados mediante valores o prin-
continuo efecto de la voluntad, ella puede cipios que se manifiestan a través de los sen-
incidir no sólo en la realización cabal de la timientos. En segundo lugar, tales actos no
acción, sino también en la adopción o en el poseen una estructura como la que sugiere
cambio de una actitud. En otros términos, a el esquema de las “capas geológicas”, sino
la voluntad le corresponde la tarea de soste- que están conformados por un entramado de
ner la acción o la actitud. Husserl presenta quinestesias, valoraciones, voliciones, sen-
esta diferencia del siguiente modo: “Se debe timientos y posiciones dóxica o teoréticas.
ver que en primer lugar en el transcurso de Husserl proporciona como ejemplo de dichos
la acción la voluntad ya ejecutada permane- actos el caso de la creación artística (cf. Hua
ce aún como voluntad, [ella sigue actuando VIII, pp. 100-101). La creación o produc-
como] el estar dirigido del yo de un modo ción es un acto complejo típico, pues contie-
voluntario –que permanece habitualmente–, ne todos los momentos que conforman un
y [como] el estar dirigido hacia lo que yo acto, a saber: a) con ella el sujeto se propone
quiero, en el querer tener a partir del querer alcanzar una meta que es representada
tener. Este qué es la voluntad en sentido intuitivamente; b) así mismo contiene un
óntico (...). Un querer funda a la voluntad” modo voluntario de creación que consiste en
(Hua XXXIV, p. 373, la cursiva es mía). En el intento de realizar o llevar a cabo lo que
este sentido podemos completar esa afirma- está siendo representado en la meta9. Aquí
ción con un pasaje de la última obra de hay que aclarar que el acto voluntario no
Husserl de 1936 en la que afirma al respecto empieza con la concepción de una meta, sino
lo siguiente: “La voluntad, el tener una vo- cuando el yo entra en acción y se propone
luntad, en este ser voluntad, no es el acto alcanzarla, con lo cual entra en juego el fiat
volitivo momentáneo, también cada acto es o “llegue a ser”. La realización de la acción
en sí mismo ya una ejecución o una nueva exige la representación no sólo de la meta u
recepción de una voluntad constante, de un objetivo a la que el sujeto quiere acceder en
lado del yo constante” (Hua VI, p. 470). el futuro, sino también de metas intermedias
que le permitan aproximarse sucesivamente
El efecto que tiene el “impulso de tendencia a su objetivo final.
y el impulso voluntario” en la acción se deja
apreciar especialmente cuando el sujeto de Con todo, se debe tener presente que no siem-
la voluntad (Willenssubjekt) toma la decisión pre la voluntad tiene la fortaleza para lograr
de alcanzar una meta que está al alcance de lo que se propone; en este caso, se trata de
su campo práctico de acción; p. ej., el artista una “voluntad débil”, cuyo estudio ameritaría
que decide pintar una obra, pues posee el una investigación particular. La pregunta a
deseo, la formación y las condiciones nece- desarrollar sería: ¿cuáles son los
sarias que le permiten realizar ese proceso condicionamientos que impiden al sujeto lo-

9
Cabe recordar que la voluntad también está presente en otros modos de creación, tal como sucede en la
fantasía o en el recuerdo.
Vol. 26, No. 93 (2005) 77

grar lo que quiere? En este contexto aparece modo de vivir su existencia. Este es un pre-
un problema central para el estudio de la supuesto básico de las reflexiones de Husserl,
voluntad, pues el yo que está decidido a lo- pues sin la libertad no sería posible la atribu-
grar su propósito está en capacidad de inte- ción de la acción al sujeto, y por ende des-
rrumpir deliberadamente el curso de la ac- aparecería la responsabilidad. Husserl sigue
ción. Ello se debe a la espontaneidad, esto al respecto la tradición moderna, según la
es, a su libre disposición para regir la acción cual una característica básica de la libertad
sin que ello sea atribuible a otra causa que él es la capacidad que tiene el yo de no dejarse
mismo. Al respecto somos del parecer de que someter por las pulsiones, esto es, de dejarse
la toma de posición volitiva del sujeto no es motivar tan sólo por aquellos sentimientos y
totalmente indeterminada, sino que está con- pulsiones acordes a los valores que ha visto
dicionada precisamente por la experiencia para su vida personal. La libertad le permite
pasiva, así por ejemplo por los recuerdos o al sujeto, además, afirmarse mediante la for-
por un estímulo sensorial que en el campo mulación de su proyecto y norma de vida.
perceptivo resalta de un trasfondo y llama la
atención del yo, como el caso de un sonido Volvamos a la caracterización de la volun-
abrupto que interrumpe nuestra concentra- tad y su función en los actos complejos, para
ción al momento del trabajo. Si bien Husserl señalar dos aspectos relevantes referentes a
no se ocupa a fondo del tema de la libertad, su estructura:
en lo referente al libre arbitrio podemos iden- En primer lugar, en lo referente a la estruc-
tificar el siguiente problema: de una parte la tura de dichos actos, surge la pregunta:
toma de decisión volitiva está condicionada ¿cómo resulta posible que los diversos mo-
por la historia previa del sujeto, por los inte-
mentos de los actos complejos (como son,
reses, las habitualidades, las necesidades
por ejemplo, las quinestesias, los sentimien-
prácticas que tiene para vivir en su entorno,
tos, los deseos, las voliciones, etc.) se entre-
entre otros. Así, la voluntad libre no se pre-
tejan y funcionen como una totalidad? De
senta como perteneciente a una instancia
antemano cabe recordar que las reflexiones
incondicionada, en-sí (noumenica), ajena a
genéticas realizadas por Husserl le llevaron
cualquier determinación “externa”. Siguien-
a reformular la clasificación y el esquema
do la perspectiva de Husserl podemos afir-
de los actos intencionales planteados en la
mar que la acción volitiva sí está condicio-
fenomenología estática. De acuerdo con la
nada, pero por “estímulos” o motivaciones
nueva estructura, los actos complejos se rea-
que provienen de la vida “interna” de la con-
lizan gracias a que cada una de las esferas
ciencia, pues ya el simple hecho de preferir
puede llegar a asumir, según la actitud que
un objeto respecto de otro está determinado,
adopte el yo, un rol dominante o directriz,
por ejemplo, por las necesidades y las leyes
mientras las otras siguen fungiendo en la
de asociación, como la del contraste entre
acción a modo de colaboradoras o “servido-
figura y fondo, etc. En un nivel más comple-
ras”. Así, p. ej., cuando alguien está obser-
jo, las habitualidades e intereses son deter-
vando una planta en un contexto de investi-
minantes en la toma de posición volitiva. Sin
gación, la esfera teórica tendrá desde luego
embargo, de otra parte la voluntad debe ser
un primado sobre el goce estético (que tam-
libre e incondicionada, esto es, debe tener la
bién entra allí en juego). Pero si, a la inver-
posibilidad de controlar las pulsiones, de tal
sa, el sujeto se sumerge en una actitud de
manera que ella constituye en un nivel supe-
contemplación meramente estética, la fun-
rior un atributo del yo personal para elegir
ción cognoscitiva no queda anulada, sino que
entre alternativas y determinar seguir un
78 Cuadernos de filosofía latinoamericana

está al servicio de ésta (cf. Hua VIII, pp. 100 ferido a la estructura temporal de la concien-
y ss.); las otras esferas sirven como mero cia, según la cual las acciones están rodea-
“medio” (Hua XIV, p. 45) al sujeto volitivo das por un “copresente aperceptivo”. Es de-
que se despliega hacia su meta, y el tránsito cir, al igual que los actos, cada acción tiene
de una actitud a otra depende de la libre elec- un horizonte temporal de pasado y de futuro
ción del sujeto; así, unas veces puede primar cuyo rasgo más general podemos describir
el interés teórico, otras el estético o el prácti- así: por una parte, las acciones no desapare-
co, e inclusive se puede dar el caso de que cen sin dejar huella alguna, sino que marcan
todos ellos tengan igual importancia. La vo- un estilo de comportamiento que llega a for-
luntad se manifiesta aquí como una “fuerza” mar parte de las habitualidades. De otra par-
que atraviesa todas las esferas de la concien- te, a las acciones les corresponde un hori-
cia y que en interacción con la atención del zonte de futuro por medio del cual surge una
yo permite sostener la acción hasta alcanzar expectativa de los actos y acciones que el
la meta propuesta. Husserl denomina a este sujeto realizará. Este horizonte de voluntad
impulso el “querer” (Hua XXXIV, p. 373), resulta decisivo para la acción, pues su fun-
el “impulso de la voluntad” (EU, p. 232), y ción no se limita a la determinación que ejer-
también “voluntad transeúnte” cen las costumbres y las habitualidades, y
(Durchgangswille, cf. Hua IX, p. 429) que tampoco a la previsión o espera de lo que
orienta a la acción hacia el fin que ella se posiblemente realizará el sujeto, sino que
propone. En este sentido, leemos en sus lec- también puede ser caracterizado como un
ciones Filosofía primera II: “Pero a través horizonte oscuro. Esta caracterización del
de la intención servidora va la intención do- horizonte de la voluntad se extiende hasta la
minante que rige el proceso, ella es la volun- experiencia pasiva, en la que están compren-
tad actuante, [que se despliega] como el ha- didos no sólo los instintos, pulsiones, ten-
cer [que está] realizándose y también como dencias e intereses, sino también todo el ho-
el querer dirigido por ese medio hacia una rizonte de pasado, y en él la historia subjeti-
forma final” (Hua VIII, p. 101). Con todo, va que determina decisivamente a la acción.
el que la acción sea realizada cabalmente está
en función de los intereses y de la actitud
3. Interés, actitud y constitución del
que adopte el sujeto. Sobre este volveremos
yo
en el próximo numeral.

En segundo lugar, la acción creadora había El desarrollo de la pregunta por el ser de la


sido presentada arriba como un ejemplo de voluntad nos ha permitido identificar su pri-
los actos complejos. En ellos, la obra a ser mera manifestación mediante el “impulso de
ejecutada hace las veces de polo objetivo o tendencia” (Strebenszug), el cual debe ser
noemático, cuyo correlato está en los actos distinguido de los actos voluntarios que per-
de decisión para llevar a cabo el proyecto de tenecen a un nivel superior de la actividad
la obra y las acciones que se siguen hasta de la conciencia; de hecho, estos últimos for-
culminarlo. A cada decisión volitiva corres- man tan solo “una especie particular o grupo
ponde un “horizonte de la voluntad” (Hua de actos intencionales (Hua XXIX, p. 368).
VIII, p. 295) que en último término está re- Como bien lo presenta Bernet10, este “impul-

10
Rudolf Bernet, La vie du sujet: Recherches sur l’interpretation dans la phénoméno-logie (París: Epimethe/
PUF, 1994).
Vol. 26, No. 93 (2005) 79

so de tendencia” es una parte esencial de la consiguiente, no se puede afirmar que haya


intencionalidad, pues mediante el interjuego partes autosuficientes, como sería el caso de
entre tensión y distensión resulta posible la los actos objetivantes en el contexto del pri-
constitución de la unidad del objeto11. La si- mer esquema de capas “tectónicas”. Así mis-
guiente afirmación de Husserl constata el mo, cabe resaltar la caracterización que hace
papel central que juega el tender o el aspirar Husserl de la vida como “práctica”. Que el
en la conciencia: “Toda vida se realiza”, afir- sujeto dispone de voluntad quiere decir tam-
ma Husserl en las lecciones de Introducción bién que a ella le corresponde un campo de
a la ética, “en el más amplio sentido en el posibilidades prácticas. Gracias a este cam-
tender pulsional (Streben), y es práctica, en po, el sujeto está en capacidad, en primer
cuanto se realiza pasivamente como vida lugar, de alcanzar aquello que se propone
pulsional o activamente como auténtica vida mediante la realización de acciones apropia-
voluntaria mediante actos del yo, con lo cual das12. En segundo lugar, tiene la posibilidad
las intencionalidades del valorar y de la es- de tomar decisiones que involucren de tal
fera del conocimiento son fundantes, pero en modo su vida personal, que le lleven a asu-
una doble vía y en continuas mezclas” (Hua mir nuevas actitudes frente a sí mismo y a
XXXVII, p. 248). los otros. Este campo de acción práctico re-
sulta decisivo para entender la voluntad, pues
En este pasaje llama la atención que Husserl cada toma de decisión del sujeto tiene como
describe de un modo distinto la estructura base este “yo puedo” (Ich kann)13.
intencional de los actos complejos en com-
paración con la descripción estática de los 3.1 El papel de la voluntad en el
mismos, pues la fundación no se da de los cambio de actitud
actos objetivantes a los no objetivantes, sino
que se realiza en “doble vía y en continuas Para aclarar aún más el carácter práctico de
mezclas”. Ello significa que no se puede rea- la voluntad, esto es, lo que le permite acce-
lizar un división radical entre los distintos der a una meta, optar por alguna alternativa
momentos de la intencionalidad y que, por y dejar de lado otras, resulta necesario diri-

11
Este tender pulsional pertenece a la esencia de la vida intencional a tal punto que la objetivación tan sólo
es posible gracias a este momento voluntario de la conciencia que la lleva a trascender lo que está siendo
efectivamente dado en la percepción, y de este modo constituir la unidad trascendente del objeto. Así, por
ejemplo, gracias a esta tendencia, la percepción no se restringe a una perspectiva o aspecto del objeto, sino
que por ella estamos en capacidad de desbordarlo y sobre esta base constituirlo como una unidad autónoma.
Gracias a esta actividad de pro-tensión continua de la voluntad, resulta posible la determinación progresiva
e inagotable del objeto. Esta tesis la desarrollamos en una reflexión previa sobre la intencionalidad pulsional.
Cf. Julio César Vargas, “Intencionalidad pulsional y constitución del objeto perceptivo”, Signo,
intencionalidad, verdad, Estudios de fenomenología (Sevilla: Sociedad Española de Fenomenología/
Universidad de Sevilla, 2000), pp. 325-330.
12
En este caso suponemos que hay una coincidencia entre la voluntad y el propósito, pues puede suceder que
la acción sea efectuada en contra de la propia voluntad.
13
En este sentido cabe recordar que Husserl definió la voluntad como el “yo puedo” (Ich kann), el cual está
referido a las posibilidades prácticas del sujeto que determinan sus deseos y por ende sus tomas de posición
volitivas (Cf. Hua IV 258 ss, 261 ss.). Respecto a las relaciones entre la voluntad como posibilidad práctica
y una fenomenología del “yo puedo”, no podemos extendernos en este trabajo. Para ello, véase Antonio
Aguirre, “Zum Verhältnis von modaler und praktischer Möglichkeit”, Phänomenologische Forschungen
24-25 (1991), pp. 150-182., que no debe en absoluto malinterpretarse como un voluntarismo, sino que está
ligado a las capacidades que están a disposición del sujeto, teniendo, para decirlo en términos del
psicoanálisis de Freud, “principio de realidad”.
80 Cuadernos de filosofía latinoamericana

gir la atención hacia dos componentes bási- cia con otros intereses previos del sujeto de
cos de la acción: el interés y la actitud. manera que ellos forman un tema general o
campo de intereses. El espectro de posibles
El interés es un desarrollo o prolongación de temas de interés puede llegar a ser tan am-
la actividad de la tendencia de pulsión que plio que el sujeto puede “moverse” entre ellos
pertenece a un nivel más alto de la actividad como en una especie de campo determina-
subjetiva, pues en ella el yo es explícitamen- do. Al respecto, afirma Husserl: “Esto nos
te consciente de aquello que le llama la aten- lleva igualmente a un concepto correlativo y
ción. En este sentido afirma Husserl en sus preciso del concepto de ‘tema’. Este no de-
lecciones de 1923: “Se debe denominar como signa entonces una meta puntual de un acto
acto de interés en un sentido estricto a aquél momentáneo, sino una dirección de intere-
que tiene un objeto, al cual el yo no sólo tie- ses que se siente habitualmente en la perso-
ne ante [su] mirada consciente y que de al- nalidad, y que está dispuesta siempre a una
gún modo le es internamente marginal, sino actividad continua [y] regular” (Hua IX, p.
aquél al cual el yo está dirigido en un senti- 412).
do estricto, al cual ha previsto y hacia el cual
quiere ir y desbordar” (Hua VIII, p. 102). La presentación del interés en el marco del
acto intencional práctico nos conduce al con-
El interés se suscita una vez que el yo ha sido cepto de “actitud”. Se puede establecer una
afectado por un objeto que llama su atención, relación entre el interés, la actitud y la vo-
de forma tal que busca aproximarse conti- luntad en los siguiente términos: gracias a
nua y sucesivamente a éste para que con ello que el sujeto se siente a gusto con un tema
reciba cada vez una mayor determinación. definido, tiene la disposición de mantener su
Cabe añadir que el contacto con el objeto y atención puesta en él. Dado que en la vida
su progresivo trato con el mismo le ocasiona diaria hay una multitud de temas que pue-
al sujeto un sentimiento de bienestar o pla- den interesar al sujeto, él puede resolver cen-
cer. El interés no se restringe a los actos trarse en aquellos con los que se siente más a
perceptivos, sino que también está presente gusto, le inquietan más o le producen asom-
de diversos modos en todas las esferas de la bro. Esto tan solo es posible si el sujeto rea-
conciencia; así, por ejemplo, en la esfera teó- liza una decisión voluntaria que le lleve a
rica es uno de los factores que permite que el asumir una actitud. Husserl define este con-
yo mantenga su atención en un “tema actual” cepto en los siguientes términos: la actitud
(Hua VIII, p. 102), ya sea de un modo pasa- forma “un estilo habitual y fijo de vida de la
jero, por ejemplo el molesto ruido del tráfi- voluntad (Willensleben) [que se desarrolla]
co que llama la atención durante nuestra jor- en direcciones de la voluntad prefiguradas o
nada de trabajo, el cual puede ser incorpora- intereses, en las metas finales, en los rendi-
do como objeto de nuestras reflexiones, ya mientos de la cultura, cuyo estilo general está
sea de un modo permanente. En este último entonces allí determinado. En este estilo que
caso, el interés está generalmente enmarcado permanece como forma normal transcurre la
en una disposición del sujeto o en una acti- vida determinada respectivamente” (Hua VI,
tud. Podríamos decir que el interés tiene tam- p. 326).
bién un componente “práctico”, en cuanto
hace las veces de “posesión espiritual” (Hua La actitud es resultado de una decisión vo-
VIII, p. 103) que determina la acción del luntaria del yo, quien se resuelve a perseguir
sujeto y que está estrechamente asociada con un tema general o un campo de determina-
sus convicciones y hábitos. El interés se aso- dos intereses; así, está en capacidad de fun-
Vol. 26, No. 93 (2005) 81

dar la actitud teórica, estética o práctica. Si te validez para él; se trata de un proceso en
bien la actitud obedece a una resolución del el que se vive una especie de “crisis”. El su-
sujeto, se impone la pregunta sobre la parti- jeto no se siente a gusto, o los nuevos valo-
cipación de la voluntad libre en esta toma de res que ha visto para su vida entran en con-
decisión, esto es, hasta qué punto el cambio flicto con los antiguos, lo cual compromete
de actitud se debe a un acto voluntario o a un sus habitualidades –que no se deben confun-
proceso paulatino en el que inciden otros fac- dir con los hábitos, pues ellas fungen como
tores ajenos a la esfera volitiva. Frente a esta el horizonte de experiencia que permite la
pregunta cabe recordar que asumir una nue- constitución de un objeto. En este contexto
va actitud desborda totalmente una decisión se dan las condiciones para que el yo tome
aislada y repentina, con lo cual se caería en una resolución volitiva y decida asumir una
un voluntarismo. En el cambio de actitud se actitud distinta, en la que las antiguas con-
ven afectadas las convicciones, las costum- vicciones, costumbres y habitualidades son,
bres y creencias del sujeto, que fungen como o bien derogadas, o bien renovadas.
horizonte de la voluntad y que condicionan
su participación en la constitución del mun- A la voluntad le corresponde la tarea de man-
do y del yo personal. En lo que sigue presen- tener la actitud, lo cual le exige al sujeto per-
taremos una visión general de la manera sistir en su propósito o no alejarse de su tema
como la voluntad participa en el cambio de general. En cuanto el “sujeto de la voluntad”14
actitud, y sus efectos en la constitución del conserva su actitud original, le resulta posi-
yo personal, sin llegar a agotar el tema, pues ble acceder a los fines que se ha propuesto, y
tan solo la consideración del cambio de acti- en consecuencia puede acercarse a éstos
tud para iluminar el problema del tránsito de mediante sucesivas aproximaciones o metas
la vida no filosófica a la filosófica amerita intermedias. Para ello, es también convenien-
una investigación particular que desborda el te no dejarse llevar por intereses momentá-
marco de nuestra pregunta. neos, puesto que ellos distraen la atención o
impiden alcanzar el objetivo final.
Como lo indicamos anteriormente, si bien el
cambio de una actitud se debe a la acción de En cuanto que la adopción de una actitud se
la voluntad, esto no significa que se trate de debe a un proceso en el que interviene la
un acto voluntario aislado. En la adopción voluntad no sólo como un acto volitivo que
de una nueva actitud participan varios facto- determina su inicio, sino también como aque-
res, como son las habitualidades y convic- lla tendencia pulsional que lo vivifica y man-
ciones; sin embargo, la voluntad juega allí tiene, ella se manifiesta también como la “ca-
un papel decisivo. Como ejemplo de un cam- pacidad primordial del futuro”. El horizonte
bio de actitud se puede mencionar el de la de futuro funge como “esfera de efectuación
“conversión”; en ella, el sujeto ha visto tras presente y actual” (Hua XIV, p. 215) que es
un largo proceso nuevos valores a partir de una propiedad de los actos prácticos. La vo-
los cuales quiere orientar su vida. Con todo, luntad se despliega a la manera de una reso-
el cambio de actitud no se realiza de inme- lución que bajo la forma del “impulso de ten-
diato o inesperadamente, sino que los valo- dencia” se orienta hacia la meta que se ha
res que le han servido al sujeto para orientar representado; en otros términos, el impulso
su existencia van perdiendo progresivamen- voluntario se dirige de un modo “completa-

14
Cf. nota al pie 15.
82 Cuadernos de filosofía latinoamericana

mente consciente a la meta” (Hua XXV, p. tener en cuenta que los distintos intereses se
60). El influjo continuo de la voluntad, que unifican en torno a una meta común, a la cual
no necesariamente debe mantenerse explíci- aspira el yo. Con la continuidad y concor-
to en el actuar, pero que de todos modos atra- dancia (Übereinstimmung) del aspirar
viesa la vida de la conciencia, permite a (Streben) se constituye un estilo, el cual pue-
Husserl acuñar la expresión de una “actitud de ser confirmado o derogado por el yo per-
voluntaria habitual” (Hua IX, p. 413). Esto sonal. Esto tan solo es posible cuando el yo
es, la voluntad actúa en el trasfondo de to- descubre su voluntad, esto es, cuando sabe
dos los demás actos, rigiéndolos y orientán- lo que quiere.
dolos hacia una meta específica.
3.2 La voluntad como “capacidad
La voluntad se realiza, finalmente, como una para la concordancia”
dimensión creativa, mediante la cual el “su-
jeto de la voluntad”15 (Hua VIII, p. 13) pue- Hasta el momento hemos planteado que
de determinar su entorno y a sí mismo, esto cuando el sujeto toma una decisión impor-
es, su historia de vida personal. Esta función tante, está en capacidad de cambiar su acti-
resulta también decisiva para la configura- tud, lo cual en algunas ocasiones le exige
ción de la unidad del yo persona y, por esta transformar las costumbres de un modo tan
vía, para la unidad del mundo16. El efecto de radical que tiene lugar una transformación
la voluntad como “tendencia pulsional” de la personalidad. A este cambio de actitud
(Strebenszug) no se limita a la determinación Husserl lo ha denominado “renovación”17, la
progresiva (Näherbestimmung) de un objeto cual también se puede interpretar como un
o a alcanzar una meta, sino que incide igual- renacimiento. Después de que el yo se ha
mente en la constitución del yo personal, pues decidido, está en capacidad, gracias a la vo-
está en la base de las costumbres y también luntad, de mantener su resolución, aunque
de sus convicciones. En este sentido, leemos esta última no siempre permanezca de un
en un pasaje de la lección Psicología modo explícito. La resolución puede perma-
fenomenológica: “Por último, un tender necer “inconsciente” (Hua XXXIV, p. 357)
pulsional (Streben) atraviesa la vida del yo, en el transcurso de la acción o en el desarro-
para alcanzar unidad y unanimidad de sus llo de la nueva actitud; esto se puede apre-
convicciones, de tal manera que el yo quiere ciar, por ejemplo, cuando el yo, una vez to-
llegar a un [estado] tal que permanece fiel a mada su determinación, tiene su atención
sí mismo o, mejor dicho puede ser fiel [a sí puesta en otro asunto que no riñe con los in-
mismo]” (Hua IX, pp. 214, 411; EU, p. 238). tereses o el tema propio de su nueva posi-
ción. La resolución permite la unidad que
En este trabajo nos limitamos a la caracteri- mantiene y le da coherencia a la actitud; gra-
zación del componente voluntario de la vida cias a la resolución se constituye “[lo] idén-
de la subjetividad y a su efecto en la unidad tico de la posesión que tampoco se multipli-
del yo personal. Respecto de lo último, es de

15
Llama la atención que el concepto de ‘Willenssubjekt’, que traduzco como “sujeto de la voluntad”, puede
conservar la doble interpretación del genitivo subjetivo y del objetivo. En el primer caso se trata del sujeto
que es capaz de asumir su voluntad, en el segundo, de aquél que está poseído por su voluntad.
16
Cf. Hua VI, 470 ss., G. Hoyos, Intentionalität als Verantwortung: Geschichtste leologie und Teleologie
der Intentionalität bei Husserl (Den Haag, 1976), pp. 146 ss.
17
Para ello, véanse especialmente los artículos titulados “Renovación”. Cf. Hua XXVII y la traducción
española de Agustín Serrano de Haro.
Vol. 26, No. 93 (2005) 83

ca en la repetición” (Hua XIII, p. 403). Con to, [pero] no [en el sentido] de una sucesión
todo, esta unidad no es definitiva, pues que- discontinua, sino que ellas son irradiaciones
da abierta la posibilidad de que una nueva de mi ‘voluntad’ unificada, de mi ser unita-
decisión volitiva sea tomada, de tal manera rio” (cf. Hua VI, p. 470).
que ella, bien reemplace a la antigua, bien la
confirme o bien la transforme de algún modo. Sin embargo, cuando los intereses del sujeto
caen en contradicción, se rompe a tal punto
Sin embargo, surge la pregunta: ¿en qué con- la unidad de su vida que empieza a dudar; se
siste la unidad efectuada por la resolución? trata de un estado en el que la “voluntad está
Cuando el yo vuelve la mirada hacia su vida contra [la] voluntad” (Ms. B I 21, IV, p. 96;
pasada, le resulta posible identificar la uni- cf. Hua XXXI, p. 374). Ya que el yo siente
dad de su vida, con base en el recuerdo, en una división interna, se siente motivado a una
las convicciones previas y en las costumbres, reinstauración de su unidad propia, lo cual
que ve como propias. Entonces, el “recuer- sólo es posible cuando toma una nueva deci-
do” (Wiedererinnerung) juega un papel de- sión respecto del asunto en cuestión u objeto
cisivo en la constitución de la identidad per- de duda. Cuando las tendencias pulsionales
sonal, pues gracias a él resulta posible la re- y los intereses están en armonía, el sujeto
construcción de la vida personal a través de logra construir un interés general que unifi-
una síntesis o unidad que reconoce como ca su vida. La concordancia entre los distin-
propia. Con todo, hay que tener en cuenta tos intereses resulta decisiva para la consti-
que no se trata de una simple representación tución de la identidad personal, es decir, para
de los eventos pasados, sino del reconoci- la aclaración de quién es el sujeto, de lo que
miento de sí mismo en las convicciones pre- él quiere ser y del modo como desea ser re-
téritas y en la reconstrucción del proceso que conocido frente a los otros. La identidad per-
ha llevado a las convicciones actuales, y que sonal es, entonces, una tarea, un ideal al cual
se quiere proyectar al futuro. El yo intenta el sujeto se aproxima sucesivamente; en otros
así ser consecuente y permanecer fiel al “im- términos, se constituye teleológicamente
pulso del aspirar y de la voluntad” (Hua VIII, mediante la concordancia (Einstimmigkeit)
p. 193). de sus impulsos de tendencia, de los intere-
ses, de las convicciones y de las metas vo-
La unidad de la vida de la conciencia está luntarias. De este modo, cuando el yo tiene
constituida entonces por los distintos impul- claro su ser personal, es que ha descubierto
sos de tendencia e intereses, que permiten los valores hacia los cuales están orientadas
que el sujeto se oriente hacia determinadas sus tendencias pulsionales (el impulso de la
metas personales en el marco de una actitud voluntad). En consecuencia, mediante una
de vida. Tan solo cuando estos impulsos es- resolución de la voluntad, se pone en pos de
tán en concordancia, se forma la unidad de las metas o fines que él estima como válidos
la vida personal, de tal manera que el sujeto y valiosos para sí. Con ello, el sujeto logra
reconoce en sus acciones un estilo general configurar un estilo general de vida y una
de comportamiento o un carácter personal. meta o proyecto de vida elegido por él mis-
En este sentido afirma Husserl: “Todas mis mo, que determinan una “personalidad de la
intenciones, entendidas ellas en este primer voluntad” (Willensper-sönlichkeit)18. En pa-
sentido, forman una unidad en su movimien- labras de Husserl: “Yo puedo ser sólo si todo

18
Cf. Edmund Husserl, Wert des Lebens, Wert der Welt: Sittlichkeit (Tugend) und Glückseligkeit <Februar
1923>. Hrsg. Ulrich Melle, in: Husserl Studies, 13, 1997, p. 211.
84 Cuadernos de filosofía latinoamericana

mi querer es unidad del querer, que está cier- cidad primordial de concordia”, incide en la
tamente en ‘concordancia’. Querer varias identidad del yo personal, en su historia19.
cosas actualmente es querer a la vez un
[solo] querer. En el suceder lo nuevo debe
4. La voluntad como disponibilidad y
ajustarse, de lo contrario tiene lugar la
la historia de vida
modalización” (Hua XXXIV, p. 360, nota).

La voluntad se muestra entonces, en pala- En este numeral nos ocuparemos de las si-
bras de Hoyos, como “capacidad para la con- guientes preguntas: ¿en qué medida puede
cordancia (Einstimmgkeit)” (cf. G. Hoyos, el sujeto volitivo cambiar su vida en gene-
1974, p. 204, la cursiva es mía; cf. Hua ral, o de una manera total? En otras palabras,
XXXIV, pp. 364, 366), y su presupuesto fun- ¿tiene el sujeto su vida en general a su dis-
damental es la libertad del yo, su esponta- posición de tal manera que la pueda cambiar
neidad, la cual el sujeto puede ejercer me- mediante un acto voluntario que refleje su
diante sus tomas de posición. Sin embargo, autodominio? ¿Qué motiva tal transforma-
debemos recordar que la espontaneidad (la ción?
capacidad de realizar acciones desde sí mis-
mo) se funda en la pasividad y en las En nuestras consideraciones previas hemos
quinestesias. En consecuencia, la concepción sostenido que la identidad subjetiva se
fenomenológica de la voluntad como el “yo constituye gracias al influjo que ejerce la
puedo” no cae en el voluntarismo, puesto que voluntad en la constitución de la historia
la pasividad condiciona las tomas de posi- personal, esto es, a sus “recuerdos”
ción volitivas de tal manera que una actitud (Wiederinnerungen), costumbres, conviccio-
no se deja cambiar mediante un acto volun- nes, expectativas y proyectos. En contrapo-
tario aislado y arbitrario. Para ello, el yo debe sición a la vida animal, la vida humana está
apropiarse nuevas costumbres y conviccio- en capacidad de autodeterminarse, esto es,
nes así como intentar mantener consciente- de formular sus propias metas volitivas, su
mente la resolución de la voluntad que se proyecto de vida, y de actuar en consecuen-
basa especialmente en los valores que se cia. Así mismo, hemos planteado que la cons-
anuncian ya desde los sentimientos, las ten- titución del yo personal resulta posible gra-
dencias pulsionales y los deseos. La decisión cias a la interacción entre su capacidad de
volitiva del yo está condicionada, además, representar el pasado bajo la forma de una
por su campo práctico de acción, gracias al unidad, y la voluntad como capacidad de
cual le es posible al sujeto formular su pro- proyectarse en el futuro hacia las metas que
yecto de vida y realizarlo, así como identifi- él se ha propuesto alcanzar. En la decisión
car qué está dispuesto a hacer y qué no. Por consciente de construir una identidad perso-
ello, el sujeto puede por ejemplo valorar una nal, de seguir un estilo de vida libremente
posibilidad práctica de un modo positivo o elegido, no sólo juegan un papel fundamen-
negativo y así realizar un fiat creador o un tal las tendencias pulsionales, sino que tam-
non fiat, para lo cual necesita de una fuerza bién participan momentos propios de la re-
de voluntad suficiente. A continuación con- presentación y del afecto. Gracias a ellos el
sideraremos cómo la voluntas, como “capa- sujeto puede no sólo representarse aquello

19
Para una consideración complementaria de las relaciones entre intencionalidad voluntaria e identidad
personal, véanse también los estudios de James Hart, 1992, pp. 71-115 y de A. Noor, 1991, pp. 137-165.
Vol. 26, No. 93 (2005) 85

que se propone, sino que también en sus sen- toma de decisión voluntaria, se la pueda cam-
timientos se anuncian los valores o princi- biar de un vez por todas? ¿Cómo es posible
pios que guían u orientan su acción o su ac- que el yo pueda determinar su vida total a
titud. En síntesis, en la construcción del ca- partir de una toma de decisión voluntaria de
rácter personal participa la esfera de la pasi- carácter absoluto?
vidad, esto es, las pulsiones, instintos,
quinestesias y sentimientos. Al respecto afir- Que el yo personal esté en capacidad de trans-
ma Husserl que “no todas estas capas han formar su vida es sin lugar a dudas una tesis
emergido de un voluntarismo propio univer- asombrosa que supone la libertad del yo para
sal, también en la pasividad o en la conexión orientar de un modo radicalmente distinto su
entre pasividad y actividad se generan lados vida, como ocurre en el caso de una conver-
habituales de la personalidad” (Hua IX, p. sión religiosa. Husserl ha caracterizado esta
414). tesis como el “maravilloso fenómeno de la
autodeterminación y de la autotransfor-
Si bien la experiencia pasiva juega un papel mación” (Hua XXXVII, p. 166; XIV, pp. 19,
decisivo en la toma de las decisiones, la per- 203 ss, 210 ss.). Lo asombroso de esta tesis
sonalidad se manifiesta especialmente a tra- concierne a la disponibilidad de la vida de la
vés de las acciones del sujeto, de su estilo conciencia para ser transformada mediante
habitual y de sus preferencias prácticas. Así, la resolución de la voluntad. En todo caso,
leemos en un manuscrito de Husserl: “La esta determinación del sujeto volitivo no pue-
individualidad se anuncia no en la doxa pa- de ser plena, pues la vida no se deja transfor-
siva (...), sino en la expectativa dóxica [de mar en su totalidad.
carácter] activo y en la decisión, en el pensa-
miento activo y en toda toma de posición Al respecto cabe afirmar que después de que
activa del yo, que se decide según ‘funda- el yo se ha decidido a asumir una nueva acti-
mentos’” (Hua XIV, pp. 20, 297; Hua XV, p. tud radical y con ello a cambiar su vida per-
348). El carácter de la persona y su identi- sonal, no puede sin embargo modificar su
dad se manifiestan especialmente cuando pasado, aunque sí le es posible revaluar sus
debe tomar decisiones que afecten su exis- antiguas convicciones y fundar nuevas cos-
tencia, que le exijan tomar posición ante un tumbres. Además, el pasado puede ser
aspecto importante. En este sentido, un buen reinterpretado a partir de las nuevas convic-
ejemplo es la elección de una profesión o del ciones y del actual proyecto de vida. Esto
estado civil de vida. Este tipo de decisiones sucede cuando el yo no está satisfecho con
afectan la vida en su totalidad y le exigen al el modo como hasta ahora ha vivido, y ello
yo asumir actitudes que correspondan a lo lo lleva a proponerse “ser de otro modo”
que él quiere realizar en su vida. (Hua XI, p. 211). Antes de ponderar la via-
bilidad de la transformación total y radical,
Ese tipo de decisiones radicales conlleva un conviene examinar la motivación que con-
“cambio del yo” (Hua IX, p. 214) personal, duce a la toma de decisión y precisar aún más
lo cual no quiere decir que el sujeto se trans- en qué consiste esta última.
forme en una persona totalmente distinta
(Hua XIV, p. 211). Sin embargo, surgen va- Si bien precisar en qué consiste la motiva-
rias preguntas referidas a la magnitud y a la ción que lleva a la autotransformación es
consistencia del cambio: ¿está la vida subje- tema que requiere de una investigación par-
tiva disponible de tal manera que, tras una ticular, al respecto podemos adelantar lo si-
86 Cuadernos de filosofía latinoamericana

guiente: para que el yo asuma una nueva ac- toma de decisión, el sujeto descubre que esta
titud, debe reconocer –al modo de un primer “idea” ya estaba presente en su existencia
paso– su “imperfección”, o por lo menos personal bajo la forma de una tendencia
estar en una situación de crisis, de malestar pulsional latente, aun cuando él no estaba del
respecto de las convicciones que para él hasta todo consciente de ella. El descubrimiento
ahora eran fundamentales. El sujeto recono- de las metas voluntarias personales trae con-
ce, entonces, como inevitable el hecho de que sigo igualmente la apertura de un horizonte
no puede seguir viviendo su vida tal como voluntario de vida, y con ello el afianzamien-
hasta ese momento lo ha hecho. “El princi- to de la personalidad en términos de una
pio de cada autodesarrollo es”, así lo afirma mayor convicción y seguridad respecto de
el tercer artículo de la revista Kaizo, la “im- lo que se quiere.
perfección” (Hua XXVII, pp. 38 ss, 32 ss.).
El yo personal puede transformarse porque Respecto de la anterior consideración, hay
ha intuido uno o varios valores que corres- que tener presente que si la autotransfor-
ponden a un nuevo horizonte de vida, y que mación jamás se puede llegar a realizar ca-
se ofrecen como vías para superar su males- balmente, se debe a la “disponible
tar e insatisfacción. El cambio de actitud o indisponibilidad”20 de la vida, esto es, al con-
la transformación personal es posible gracias tinuo efecto de la pasividad sobre la vida
al ver o intuir nuevos valores (o al menos al activa de la conciencia. Es por esto que en el
redescubrimiento de aquellos valores que transcurso de la acción o, mejor dicho, en el
antes habían sido motivantes y cuya validez desarrollo de la nueva actitud, el sujeto pue-
y sentido se había desdibujado por la situa- de percatarse de que no ha tomado una deci-
ción de crisis). Para ello, es necesario que el sión con plena conciencia, sino que, por
yo sienta su fuerza impulsora, para así po- ejemplo, se ha resuelto a partir del influjo de
derse decidir; pero la toma de decisión debe otros, el cual puede haber sido inculcado a
contar también con el horizonte práctico de través de un determinado tipo de educación,
futuro, gracias al cual el sujeto pondera la tal como es el caso de los seguidores de una
viabilidad de su proyecto. Cuando el sujeto ideología. Esto es posible cuando la resolu-
ha visto lo anterior y está decidido, puede ción de la voluntad no es auténtica, pues el
tomar distancia crítica respecto de sus con- yo personal no ha decidido desde sí mismo,
vicciones previas, y a la vez cambiar sus cos- sino que se trataba de una ilusión, pues él no
tumbres. Esto es posible gracias al “despren- pudo desenmascarar el interés e influjo ne-
derse voluntario” (Willentlich-sich-loslösen) gativo que tuvieron otras personas sobre su
(Hua VIII, 98) que le permite emprender un decisión. Con todo, existe la posibilidad de
nuevo proyecto de vida. que el yo personal decida de acuerdo con sus
convicciones, honestamente, de tal manera
La autotransformación consiste finalmente que permanezca fiel a sus valores, a lo que
en el descubrimiento de la “idea de un ser él quiere, en otros términos, a su “autentica”
como verdadera persona (la idea de una exis- persona. El yo personal se decide “en serio
tencia auténtica)” (Hua XIV, p. 297, las cur- (...) por una existencia verdadera y auténti-
sivas son mías; Hua XXVII, p. 35). Tras la ca” (cf. Ms. E III 4, 30ª) en cuanto se com-

20
Así traducimos la expresión “verfügbaren Unverfügbarkeit” empleada por Tengelyi para el estudio de la
historia de vida en perspectiva fenomenológica. Cf. László Tengelyi, Der Zwitterbegriff Lebens-geschichte,
München 1998, pp. 96-103. Véase también Hua XV, pp. 419 ss.
Vol. 26, No. 93 (2005) 87

promete con el cumplimiento de lo “absolu- ber ser absoluto y con ello mi mundo entor-
tamente querido” (ebd.), esto es, el bien ab- no, en la medida en que tengo responsabili-
soluto; de este modo, le es posible alcanzar dad por él” (Ms. A V 22, 22b).
una “existencia auténtica”. En el caso de la
infidelidad a sí mismo, a la propia voluntad, A partir del hecho de que Husserl le otorgue
surge un sentimiento de culpa21 o de traición un significado decisivo a la voluntad en la
a los propios ideales. “autodeterminación” o la “transformación-
de-sí-mismo” (Sich-selbst-Veränderung, cf.
Con base en lo hasta ahora expuesto pode- Hua XIV, p. 211) se puede interpretar un cier-
mos afirmar que la voluntad es una de las to influjo de Kierkegaard, cuya filosofía tie-
capacidades centrales que tiene el sujeto para ne como centro al sujeto y su identidad, la
el afianzamiento de su vida subjetiva y para cual puede conquistar mediante su
ponerse en camino hacia su “auténtica” per- autoelección. En este sentido encontramos
sonalidad. Además, ella no se realiza primor- en un manuscrito del año de 1931 un clara
dialmente en la esfera activa o “consciente”, alusión a la filosofía de Kierkegaard: “yo me
mediante la cual el sujeto delibera y se re- he elegido como persona plena mediante una
suelve a realizar algo, sino que tiene su ori- voluntad universal, la cual determina el modo
gen en las profundidades de la experiencia de mi existencia en el mundo. Pero esta for-
pasiva, esto es, en los instintos, pulsiones, ma de existencia, esta meta más alta de vida
tendencias pulsionales, deseos, habitua- está sometida a la crítica” (Ms. A V 22, 4b,
lidades, entre otros. En este contexto, quien cursivas mías).
permite la realización de su voluntad median-
te una toma de decisión radical por un estilo A nuestro juicio, la “transformación-de-sí-
de vida, con el propósito de afirmar su per- mismo” no se limita a una decisión volunta-
sonalidad o desplegar sus capacidades, ma- ria, entendida ésta como una resolución ar-
nifiesta con ello un signo de madurez. Este bitraria del sujeto, sino que ella es posible
estado es característico de aquellos que han gracias al influjo que ejerce el “horizonte
dejado tras de sí su dependencia, pues saben latente de la voluntad” (Hua XV, p. 378).
exactamente “lo que quiere[n]” (Ms. A V 22, Aquí surge de nuevo la pregunta por la mo-
4b). En términos de Husserl: “Querer para tivación de la resolución voluntaria, a la cual
un deber absoluto, voluntad para un deber es de atribuir que el sujeto realice una trans-
absoluto a partir de una intelección apodíctica formación radical o una “conversión”. Al
[significa] una voluntad apodíctica [que] es respecto podemos ofrecer la siguiente re-
por sí misma querida y así hasta el infinito. flexión. Husserl rechaza la tesis del
Yo soy auténtico cuando puedo querer cómo voluntarismo que quiere identificar el trans-
soy yo –absolutamente. Yo me soy fiel si me currir de la vida con la imagen de una “ca-
transformo consecuentemente como un de- minata”. El “camino de la vida” (Hua XV, p.

21
En este punto se presenta un tema importante de investigación, a saber, el significado de este sentimiento
de culpa. En este contexto surge la pregunta de hasta qué punto puede interpretarse bajo la óptica
psicoanalítica, según la cual la culpa se produce ante la trasgresión de una norma que ha sido interiorizada
en la vida personal. A este respecto es conocida la influencia que recibe Husserl por parte del cristianismo
para la formulación de su concepción de la ética del amor. En este sentido cabe mencionar el trasfondo
paulino que se ve en los artículos de la revista Kaizo y que ya se anuncia en el título de los mismos:
“Renovación”. Con todo, no es del todo claro que la descripción fenomenológica de la culpa se realice
exactamente desde la misma perspectiva que plantea el psicoanálisis.
88 Cuadernos de filosofía latinoamericana

419) no se deja comparar con una “peregri- posición de cara a otras subjetividades. Por
nación”, pues la vida no está de antemano último, cabe señalar que en esta ética Dios
predeterminada mediante una representación juega un papel central, en cuanto garante úl-
o planificación de lo que ella va a ser, y a la timo de la teleología que rige la vida subjeti-
que deba ajustarse. La autoelección del yo va e intersubjetiva. Además, cabe anotar que
personal depende de la capacidad de coordi- la voluntad divina atraviesa mediante el im-
nar los actos volitivos o acciones con el ho- pulso propio de las tendencias y al modo de
rizonte general de la voluntad. En esta trans- un horizonte oscuro la vida de la
formación entran en juego una gran canti- intersubjetividad en general. La consonan-
dad de factores que no se dejan del todo de- cia entre la voluntad divina y la humana es
terminar, y que por tanto no son asequibles a tan decisiva que “sin ésta [la voluntad divi-
la reflexión. En este sentido, recordemos que na] la voluntad no puede ser concreta” (Hua
Husserl habla de una “oscura ‘voluntad’ de XV, p. 381). Por nuestra parte, no podemos
vida”, a la cual corresponde un “horizonte dejar de ver a este respecto convergencias
latente de la voluntad” (Hua XV, 378)22. entre el idealismo trascendental de Husserl
Resulta posible que la autotrans-formación y el de Schelling.
del sujeto no se realice plenamente, pues el
yo debe contar con el influjo constante del
Bibliografía básica
“horizonte oscuro de la voluntad” que pue-
de llevarlo a perder de vista el sentido de su
proyecto y a regresar a actitudes ya supera- 1. Textos de Husserl tomados de las obras
das. En este caso, el yo necesita de una “re- completas: Husserliana [Hua]
novación” (Hua XXVII, pp. 42-43) de las Gesammelte Werke. Den Haag/
decisiones previas o, si se quiere, de una Dordrecht 1950:
“autovigilancia” (Hua XXVII, p. 39), pues Bd. III,1: Ideen zu einer reinen Phäno-
las fuerzas pulsionales pueden descargarse o menologie und phänomenologischen
una crisis personal puede desorientar al yo. Philosophie. Erstes Buch. 1. Halbband:
En este trabajo hemos mostrado el papel cen- Text der 1.-3. Auflage. Neu hrsg. v. K.
tral que juega la voluntad en la vida subjeti- Schuh-mann, 1976 [Ideen I].
va y su especial influjo en la constitución de Bd. IV: Ideen zu einer reinen Phäno-
la identidad personal. Sin embargo, queda menologie und phänomenologischen
abierta una pregunta que será tema de otro Philosophie. Zweites Buch. Phäno-
trabajo, a saber: ¿de qué modo garantizar el menologische Untersuchungen zur
carácter ético de la resolución de la volun- Konstitution. Hrsg. v. W. Biemel, 1976
tad? Esta pregunta lleva a Husserl a plantear [Ideen II].
una ética personalista inspirada en el valor
cristiano del amor y en la responsabilidad de Bd. VI: Die Krisis der europäischen
la subjetividad por su propia vida y por su Wissenschaften und die transzendentale

22
Respecto del carácter oscuro y latente del horizonte de la voluntad y de su influjo en la acción humana,
cabe realizar una investigación sobre sus relaciones con el concepto de fundamento según la filosofía de
Schelling. Para esta última, el fundamento determina la acción humana en general y en especial sus tomas
de posición libres, en tanto que actúa como anhelo o solicitud hacia la realización del mal. Tema que por
lo demás no está presente en la investigación fenomenológica de Husserl. Cf. mi estudio crítico sobre la
investigación de L. F. Cardona que aparecerá en la revista Praxis filosófica 20.
Vol. 26, No. 93 (2005) 89

Phänomenologie. Eine Einleitung in die Bd. XXV: Aufsätze und Vorträge (1911-
phänomenologische Philosophie. hrsg. 1921). Hrsg. v. Th. Nenon und H.R.
v. W. Biemel, 1954. Sepp, 1987.

Bd. VIII: Erste Philosophie (1923/24). Bd. XXVII: Aufsätze und Vorträge (1922-
Zweiter Teil. Theorie der phäno- 1937). Hrsg. v. Th. Nenon und H.R.
menologischen Reduktion. Hrsg. v. R. Sepp, 1989.
Boehm, 1959.
Bd. XXVIII: Vorlesungen über Ethik und
Bd. IX: Phänomenologische Psychologie. Wertlehre 1908-1914. Hrsg. v. U. Me-
Vorlesungen Sommersemester 1925. lle, 1988.
Hrsg. v. W. Biemel, 1962.
Bd. XXXI: Aktive Synthesen: Aus der
Bd. XI: Analysen zur passiven Synthesis. Aus Vorlesung‚ transzendentalen Logik’
Vorlesungs-und Forschungsmanuskrip- 1920/21. Hrsg. v. Roland Breuer, 2000.
ten 1918- 1926. Hrsg. v. M. Fleischer,
1966. Bd. XXXIV: Zur Phänomenologische
Reduktion. Texte aus dem Nachlaß
Bd. XIII: Zur Phänomenologie der (1926-35). Hrsg. v. Sebastian Luft,
Intersubjektivität. Texte aus dem 2002.
Nachlaß. Erster Teil: 1905-1920. Hrsg.
v. I. Kern, 1973. Bd. XXXVII: Einleitung in die Ethik.
Vorlesungen Sommersemester 1920/24.
Bd. XIV: Zur Phänomenologie der Hrsg. v. Henning Peucker, 2004.
Intersubjektivität. Texte aus dem
Nachlaß. Zweiter Teil: 1921-1928. 2. Textos de Husserl que aún no están edita-
Hrsg. v. I. Kern, 1973. dos en las obras completas:

Bd. XV: Zur Phänomenologie der Husserl, E.: Wert des Lebens. Wert der Welt.
Intersubjektivität. Texte aus dem Sittlichkeit (Tugend) und Glückseligkeit
Nachlaß. Dritter Teil: 1928-1935. Hrsg. <Februar 1923>. Hrsg. Ulrich Melle.
v. I. Kern, 1973. En: Husserl Studies, 13, 1997, pp. 201-
235.

Anda mungkin juga menyukai