Introducción
Estos últimos años la cadena alimentaria se ha hecho más compleja con el aumento de
la liberalización del comercio y la expansión de la distribución mundial de alimentos y
piensos. El cumplimiento de las prescripciones de los acuerdos comerciales como el
Acuerdo sobre la Aplicación de las Medidas Sanitarias y Fitosanitarias y el Acuerdo
sobre los Obstáculos Técnicos al Comercio de la Organización Mundial del Comercio es
esencial para los países que desean tener acceso a mercados internacionales de
alimentos. Los países están ahora obligados a demostrar que las medidas de inocuidad
de los alimentos proporcionan una protección adecuada a la salud pública y no son
innecesariamente restrictivas del comercio. La capacidad de demostrar que en todas
las etapas de la producción, la elaboración y la comercialización existen controles
nacionales adecuados de los alimentos es también imprescindible para seguir siendo
competitivos en el mercado internacional. La fuerza de la cadena, que está constituida
por numerosos eslabones, es la de su eslabón más débil. Hacen falta fiscalizaciones
integradas en todas las etapas de la producción y en todos los sectores en harmonía
con el principio “de la explotación agrícola a la mesa”. La introducción de este principio
en la fiscalización de los alimentos permite crear un sistema sistemático y global que
abarca todos los alimentos en todos los sectores sustituyendo al actual mosaico de
normas de los sectores específicos. La experiencia tanto nacional como internacional
ha puesto de manifiesto que para garantizar la protección del consumidor es necesario
tomar en consideración todos los aspectos de la cadena de producción de los alimentos
sin solución de continuidad, desde y con inclusión de la producción primaria hasta la
venta o el suministro de alimentos al consumidor por que cada elemento puede tener
una repercusión potencial en la inocuidad de los alimentos.
Recuadro 1
Las leyes sobre los alimentos son el conjunto de normas jurídicas que regulan el
crecimiento, la producción, la recolección, la elaboración y la venta de alimentos. Un
programa eficaz de fiscalización de los alimentos debe basarse en una legislación
adecuada que dé prioridad a la inocuidad de los alimentos y a la protección del
consumidor. Esas leyes deben ser suficientemente flexibles para satisfacer las
necesidades de un sector alimentario cambiante, la introducción de tecnología
moderna y la creación de nuevos productos alimenticios. Aunque la legislación sobre
los alimentos se ha ocupado tradicionalmente de la introducción de un sistema de
fiscalización para abordar los problemas de la calidad y la contaminación de los
alimentos y para proteger al consumidor contra el fraude, actualmente se reconoce
ampliamente que existe la necesidad de prestar mayor atención a la seguridad de los
consumidores. En consecuencia, existe una tendencia mundial a abandonar las
prescripciones detalladas relativas a la composición y basadas en los productos (o
“verticales”) para dar mayor importancia al análisis de los riesgos y a las normas sobre
la inocuidad de los alimentos “horizontales” que pueden aplicarse a un gran número o
a la totalidad de los alimentos. Si bien en otro tiempo el interés se concentraba en la
higiene de los alimentos, como en los mataderos o en las vaquerías, o en la
adulteración de los alimentos con sustancias nocivas, ahora el interés se ha extendido
para tratar de un conjunto de problemas entre los que figuran los contaminantes
naturales, los gustos, los aditivos, el etiquetado, la composición de los alimentos, la
nutrición, los complementos alimenticios, la modificación genética así como las
cuestiones tradicionales de higiene de los alimentos. Por otro lado, estos últimos años
se ha producido una tendencia creciente a que la legislación sobre los alimentos tenga
en cuenta cuestiones más amplias como la salud animal, el bienestar, la salud de la
planta y el medio ambiente. Además de una legislación básica, los gobiernos exigen
normas actualizadas e internacionalmente aceptadas sobre los alimentos, como las que
figuran en el Codex. La FAO y la OMS han publicado directrices relativas a la
elaboración de una legislación nacional sobre los alimentos (FAO/OMS, 2003). Existen
numerosos ejemplos de leyes sobre los alimentos, tanto en el plano nacional como
regional (cuadro 1).
Recuadro 2
Servicios de inspección
Recuadro 3
Los laboratorios que participan en el análisis de las muestras oficiales deben actuar de
conformidad con procedimientos o criterios internacionalmente aprobados basados en
normas de rendimiento y utilizando métodos de análisis que han sido convalidados. Los
datos recopilados sobre patógenos aislados de los alimentos deben ir acompañados de
datos de brotes, de datos sobre enfermedades humanas y de datos sobre
enfermedades animales y suelen proporcionar una descripción global de los depósitos
de los animales, los vehículos en los que se transportan los alimentos y los patógenos
de importancia para la salud pública. La información obtenida de los programas de
supervisión y vigilancia constituye la base de las decisiones sobre la administración del
riesgo y sirven de apoyo a los programas de control y prevención.
En armonía con la práctica adecuada de gestión los organismos nacionales que llevan a
cabo controles oficiales deben responder a varios criterios operacionales con el fin de
garantizar su imparcialidad y eficacia. Deben contar asimismo con un número
suficiente de funcionarios adecuadamente calificados y experimentados y poseer
instalaciones y equipo idóneos para desempeñar sus deberes de manea apropiada.
Información y comunicación
Producción primaria
Muchas frutas y hortalizas frescas se comen sin cocción o con escasa cocción y pueden
ser una fuente de bacterias, virus o parásitos que causan enfermedades. Los brotes de
enfermedades transmitidas por los alimentos se han detectado en un amplio conjunto
de legumbres y hortalizas, con inclusión de tomates, zanahorias, coles de bruselas,
lechuga, melón cantalupo y col (FSAI, 2001; Hillborn, et al.1999; Solomon, et
al 2002). Es esencial que las frutas, legumbres y hortalizas no estén contaminadas y
se produzcan, manipulen y envasen con arreglo a normas adecuadas de higiene
alimentaria. Los cultivadores y envasadores tienen la obligación de garantizar que sólo
se coloca en el mercado un producto inocuo. Se han publicado directrices sobre
prácticas idóneas agrícolas y de gestión durante el cultivo, la cosecha, el lavado, la
clasificación, el envasado y el transporte de frutas, legumbres y hortalizas (véanse los
textos del Codex y las referencias en Producción Primaria).
Los elaboradores de alimentos deben saber quiénes les están suministrando las
materias primas y convenir normas de calidad e inocuidad de esos productos. Tienen la
obligación de aplicar fiscalizaciones para asegurarse de la seguridad de sus productos y
la mejor manera de lograrlo es por medio de un sistema de gestión de la inocuidad de
los alimentos consistente en el análisis de los riesgos y en puntos críticos de control
(ref. documentos CCFH) basado en un programa sólido de requisitos previos que
entrañe prácticas de higiene idóneas, buenas prácticas de fabricación, y un equipo y
unas estructuras que correspondan a este objetivo. Algunas veces en la elaboración
primaria la fiscalización de la inocuidad de los alimentos insiste más en el
mantenimiento de la higiene. Por ejemplo, la inocuidad de la leche y los productos
lácteos se basa en gran medida en normas de higiene adoptadas en la explotación
agrícola. Unas prácticas adecuadas de higiene de los productos lácteos debe incluir la
integridad de los edificios de la explotación, la lucha contra las plagas y la limpieza del
equipo de ordeño y de las instalaciones de almacenamiento de la leche. Análogamente
se deberán aplicar unas prácticas higiénicas idóneas en el procesamiento primario del
pescado, la carne y los huevos. Las normas del Codex y los códigos de prácticas dan
excelentes ejemplos de las normas de higiene requeridas para garantizar la protección
del consumidor y la inocuidad de los alimentos (OMS/FAO Codex 2004).
Cuando sea factible, los elaboradores primarios deben supervisar también la inocuidad
de los materiales que suministran así como los productos que producen como un
medio de verificar la eficacia de sus sistemas de gestión de la inocuidad de los
alimentos. Los elaboradores deben especificar indicaciones relativas a sus materias
primas que tengan en cuenta los límites legales de los contaminantes químicos y
microbiológicos y las prescripciones legales de etiquetado y rastreo así como las
características de calidad. Esto exige también que mantengan registros con fines de
localización y que establezcan sistemas de recuperación eficientes.
Es esencial que los minoristas de alimentos como los elaboradores adopten un sistema
de gestión de la inocuidad de los alimentos para fiscalizar la seguridad de sus
productos alimenticios. Incluso negocios cuyas actividades únicamente abarcan la
distribución de alimentos preenvasados deben adherirse a prácticas higiénicas
adecuadas y utilizar el enfoque del análisis de riesgos en puntos críticos de control y
determinar de manera preventiva y hacer frente a los riesgos que afectan a la
inocuidad de los alimentos. En las tiendas de ultramarinos tradicionales donde los
alimentos envasados y no envasados se venden al consumidor para su preparación o
consumo en su hogar, el control de los alimentos que reciben y de los alimentos que
ponen a la venta sobre la base del principio del primero que entra es el primero que
sale es un elemento fundamental de un sistema de gestión de la inocuidad de los
alimentos. Esto viene a añadirse a las prácticas higiénicas; los sistemas de localización
y un sistema de recuperación de los alimentos eficaz constituyen la base de unas
fiscalizaciones eficaces de la inocuidad de los alimentos. En las empresas al por menor
en las que se preparan alimentos para el consumo de los consumidores en o fuera del
lugar, la preparación del alimento puede dar origen a problemas de inocuidad de los
alimentos. Las empresas de restauración deben, por consiguiente, aplicar el principio
del análisis de riesgos en puntos críticos de control y ser especialmente diligentes en lo
que respecta a la higiene personal de los empleados, la higiene del equipo y los locales
así como la capacitación del personal. El carácter pasajero de los trabajadores en las
empresas de restauración puede imponer particularmente una pesada carga sobre la
capacidad de la empresa para formar a su personal. Sin embargo, a menos que el
personal esté adecuadamente capacitado en la higiene de los alimentos, los riesgos de
envenenamiento del alimento aumentan y muchos brotes de enfermedades
transmitidas por los alimentos pueden atribuirse a la falta de unos conocimientos
higiénicos adecuados y en consecuencia a prácticas incorrectas en los establecimientos
de restauración.
Los sistemas de análisis de riesgos en puntos críticos de control pueden ser eficaces en
los negocios de restauración minoristas, pero su aplicación es más difícil en el sector
manufacturero debido a diversas disposiciones no directas de los procedimientos de
preparación de los alimentos. Una dificultad particular para las empresas y los
reguladores en este sector es la adaptación del enfoque tradicional del análisis de
riesgos en puntos críticos de control para lograr un control preventivo de la inocuidad
de los alimentos. Los restauradores tienen un papel que desempeñar en el diálogo con
los reguladores para lograr una adaptación y aplicación positivas del sistema de
análisis de riesgos en puntos críticos. Los reguladores tienen también la función de
simplificar el concepto de análisis de riesgos en puntos críticos de control y de facilitar
la aplicación en el entorno de los restaurantes y hostelerías.
Conclusión
CUADRO
Australia/Nueva Zelanda
http://www.foodstandards.gov.au/foodstandardscode/
Canadá
http://www.hc-sc.gc.ca/food-aliment/friia-raaii/food_drugs-aliments_drogues/act-
loi/e_index.html
Estados Unidos
http://www.cfsan.fda.gov/~dms/foodcode.html
http://www.fda.gov/default.htm
Irlanda
http://www.fsai.ie/legislation/index.asp
Reino Unido
http://www.foodstandards.gov.uk/enforcement/foodlaw/
Unión Europea
http://europa.eu.int/comm/food/food/controls/index_en.htm
Alemania
Bundesamt für Verbraucherschutz und Lebensmittelsicherheit (BVL)
www.bvl.bund.de/
Noruega
Servicio Noruego de Inspección Agrícola - www.landbrukstilsynet.no
Statens næringsmiddeltilsyn - www.snt.no/
Matportalen (el Portal de los Alimentos) - http://matportalen.no
REFERENCIAS
Producción primaria
Guide to minimize microbial food safety hazards for fresh fruits and vegetables
Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Administración de
Alimentos y Drogas, Centro de Inocuidad de los Alimentos y Nutrición Aplicada
(CFSAN), Estados Unidos de América.
http://www.foodsafety.gov/~dms/prodguid.html#intro
Safe Use of Livestock Medicines for Cattle and Sheep Farms, Autoridad Irlandesa de la
Agricultura y la Elaboración de Alimentos (Teagasc), Dublín, Irlanda
http://www.teagasc.ie/publications/2003/vetbooklet.htm#head8
Autoridad de la Inocuidad de los Alimentos de Irlanda (2001). Code of Practice for food
safety in the fresh produce supply chain in
Ireland. http://www.fsai.ie/publications/index.asp
Food Safety Begins on the Farm: A Grower's Guide: Good Agricultural Practices for
Fresh Fruits and Vegetables. Anusuya Rangarajan, Elizabeth A. Bihn, Robert B.
Gravani, Donna L. Scott y Marvin P. Pritts. Cornell University, Cornell Good Agricultural
Practices Program (607) 254-5383
eab38@cornell.edu
Comisión Europea
http://europa.eu.int/comm/food/fs/sc/index_en.html
Guo, X., van Iersel, M. W., Chen, J., Brackett, R. E., & Beuchat, L. R. (2002). Evidence
of association of Salmonellae with tomato plants grown hydroponically in inoculated
nutrient solution. Applied and Environmental Microbiology, 68(7), 3639-3643
Consejo de Ciencia y Tecnología Agrícolas (CAST) 2002. Food Safety and Fresh
Produce.
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A+ A
La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha reconocido las normas dictadas por la OIE, que en
2014 contaba con 180 países Miembros, como normas de referencia mundial. La OIE mantiene
relaciones permanentes con otras 45 organizaciones internacionales y regionales, y dispone de oficinas
regionales y sub-regionales en todos los continentes.
El comercio internacional de alimentos existe desde hace miles de años pero, hasta no hace mucho, los
alimentos se producían, vendían y consumían en el ámbito local. Durante el último siglo, la cantidad de
alimentos comercializados a nivel internacional ha crecido exponencialmente y, hoy en día, una
cantidad y variedad de alimentos antes nunca imaginada circula por todo el planeta.
rganizaciones internacionales
El AGAH se encarga también del apoyo técnico a los proyectos de campo, tales
como los proyectos veterinarios específicos o proyectos que tengan componentes
de sanidad animal a nivel nacional, regional o subregional. Estos proyectos de
distinta duración, implantados en casi cien países, tienen un presupuesto total de
alrededor de 100 millones de dólares EE.UU., proveniente de distintas fuentes:
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Programas
Cooperativos de los Gobiernos (PCG), Programa de Cooperación Técnica de la
FAO (PCT) y otros, Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la
Capitalización (FNUDC), Fondo Fiduciario Unilateral (FFU), etc. A finales de
1989 el Servicio participaba en 209 proyectos, de los cuales 148 en marcha y 19
en trámite. En estos proyectos de campo de la FAO, en 1989 habla 54 expertos
internacionales contratados a largo plazo, 12 oficiales profesionales asociados y
alrededor de 50 consultores a corto plazo, que trabajaban conjuntamente con la
contraparte nacional.
La FAO reúne 157 Estados Miembros, es decir, casi todos los países del mundo.
La Comisión se reúne cada dos años para examinar los progresos realizados,
decidir sobre las actividades futuras y elegir un Comité Ejecutivo. Trabaja en
colaboración estrecha con la FAO, la OIE, el Centro Panamericano para la Lucha
contra la Fiebre Aftosa, la CEE y el Laboratorio de Referencia Mundial de
Pirbright, Reino Unido, que fue establecido en 1957.
La OIE cuenta actualmente con 114 Estados Miembros de todos los continentes.
Su función es organizar la cooperación intergubernamental para:
La OIE se rige por un Comité Internacional que está formado por delegados de
los países miembros y se reúne una vez al año en la sede de la OIE en París.
La AMV fue fundada en 1959 como continuación del Comité Permanente para
los Congresos Internacionales de Veterinaria.
Asia y el Pacífico
AFRICA
CALIDAD Y CERTIFICACIÓN
El Sistema Nacional regula las actividades de normalización y de evaluación de la conformidad
dentro del ámbito estrictamente voluntario. Está estructurado a partir de un Consejo Nacional de
Normas, Calidad y Certificación, integrado por representantes de diversas áreas del gobierno
nacional, convocados por la autoridad de aplicación de este sistema, la Secretaría de Industria de la
Nación (SIN) y por representantes de los Organismos de Normalización y de Acreditación. Este
órgano político cuenta con la asistencia de un Comité Asesor del que participan los representantes,
de todos los sectores involucrados.
Inmediatamente debajo de este nivel de decisión política se encuentran los dos organismos
encargados de realizar la gestión técnica del sistema:
El organismo de normalización
El organismo de acreditación
El primero se encarga de centralizar el estudio y aprobación de normas técnicas, base esencial de
todo sistema nacional de la calidad, y el segundo está a cargo de la acreditación de los organismos
de certificación, de los laboratorios de ensayo y de calibración, para lo cual debe seguir las pautas
de evaluación establecidas en las normas ISO/IEC correspondientes.
Organismo de Normalización: IRAM
La SIN suscribió, a comienzos del año 1995, un convenio con el Instituto Argentino de
Normalización y Certificación (IRAM) por el cual se lo designó como el Organismo Nacional de
Normalización, a los fines de la aplicación del Decreto 1474/94.
Esto constituyó un acto de merecido reconocimiento a la dilatada trayectoria del IRAM como único
organismo que, desde su misma fundación, en 1935, ha centralizado la actividad de normalización
en toda la República Argentina. También significó una continuidad de anteriores reconocimientos
en tal carácter, mediante sucesivos Decretos, a partir del primero, sancionado en 1937.
Además de toda la jurisprudencia existente que avaló esta nominación, el IRAM reúne una serie de
características y antecedentes que hacen irrefutable su reconocimiento, tanto en el ámbito nacional
como internacional:
El IRAM es una entidad privada constituida como una asociación civil sin fines de lucro
Fue el primer organismo de normalización de toda Latinoamérica
Representa a la Argentina ante los siguientes foros internacionales de normalización:
o ISO - International Organization for Standardization
o IEC - International Electrotechnical Commission (en forma conjunta con la Asociación
Electrotécnica Argentina a través de Comité Electrotécnico Argentino)
o COPANT - Comisión Panamericana de Normas Técnicas
o AMN - Asociación MERCOSUR de Normalización
Mantiene convenios con diversos organismos de normalización y/o certificación del
extranjero.
De esta forma, se constituye en la voz representativa de los intereses de nuestro país en las
instancias de decisión de las normas técnicas que sirven de apoyo al comercio entre las naciones.