PLANIFICACIÓN URBANA Y USO DEL SUELO.

UNA
ESTRATEGIA PARA ABORDAR LA RELACIÓN
URBANIDAD-RURALIDAD
Curró, Claudia1; Falivene, Graciela2; Arrejoria, Guillermo 2 Pozzolo, Oscar3 4 ; Minetti, Esteban 4 y Moltoni, Luciana 5
1INTA-ProHuerta Entre Ríos 2 Facultad de Arquitectura y Urbanismo UCU 3INTA EEA Concepción del Uruguay
4 Facultad de Ciencias Agrarias UNER 5 INTA Instituto de Ingeniería Rural

En Santa Anita, Entre Ríos, en el año 2015 se desarrollaron diversas estrategias participativas que orientaron la
acción del Proyecto de Apoyo al Desarrollo Local (PADL)gestionado por el INTA y el Municipio de la localidad.
Surge de esa investigación la necesidad de abordar el conflicto campo-ciudad, devenida del proceso de producción
de los lotes lindantes al casco urbano: AGRICULTURA INDUSTRIAL, altamente dependiente de agroinsumos y con
monocultivo
Se generan dos líneas de acción paralelas:
• Capacitaciones a operarios, técnicos y funcionarios municipales vinculadas a Buenas Prácticas en
agroaplicaciones
• Plan participativo de Ordenamiento Territorial para el uso del suelo.

El trabajo se desarrollo a partir de un convenio entre el INTA (PAD Santa Anita) - Cátedra de
Planificación Urbana de la UCU-Muncipio de Santa Anita)

El problema central para consolidar un plan de ordenamiento territorial, como todas las pequeñas
ciudades del Departamento Uruguay, es la necesidad de vencer las fuerzas contrarias a dicho
ordenamiento como son la retención de terrenos en zonas consolidadas de la ciudad y las presiones
constantes para nuevos loteos.

En el caso de Santa Anita este último aspecto se encuentra morigerado al plantear el municipio un área
de ensanche planificado por ordenanza lo que permitió trabajar en un escenario proyectual que, a través
de la normativa adecuada, haga de este ensanche una zona de amortiguación frente problema de las
pulverizaciones de fitosanitarios.

Se planifico en ese sector una zona de pliegue, que rodea la planta urbana que está constituida por dos
corredores forestales de distintas especies, que cobijan el área de chacras y quintas que promueven
actividades agrícolas intensivas, como huertas, invernaderos o actividades turísticas, con una superficie
necesaria para tal actividad, aproximadamente de una hectárea y con salida a calle pública. .. Además
se propusieron cordones interiores forestales compuesto por algunas de estas especies: jacarandá,
aguaribay, ceibo, con sendas peatonales y bicisendas, que embellecen el paisaje y brindan un espacio
recreativo de marcada salud ambiental.

Este sector constituye en un escenario privilegiado

para la producción con enfoque agroecológico

La producción propuesta para desarrollarse en

estos espacios, fomentaría el diseño de fincas
con enfoque agroecológico, permitiendo
generar la producción de alimentos frescos
libres de agrotóxicos. Su destino sería el
consumo local, con el consiguiente desarrollo
de mercados de cercanía potenciando la
preservación del ambiente al reducir las
emisiones por transporte de mercaderías de
localidades vecinas o de los cordones
hortícolas de Rosario, Santa Fe o La Plata.

• Santa Anita es, potencialmente, un lugar para los excedentes de la renta agrícola donde desarrolladores inmobiliarios se constituyen en una amenaza de
expansión descontrolada de la mancha urbana. Generar, legislativamente un cinturón de chacras obstaculiza este crecimiento desmedido.
• Se detectaron aspectos friccionales de borde, que incentivaron la creación y reglamentación de ordenanzas municipales que prohíben el uso de
agroquímicos en las áreas perimetrales a los centros poblados, se traslada 500 o 1000 metros sobre tierras productivas. Generar espacios que promuevan
diseños agroecológicos revierten una situación problemática, que al ser problematizada, logra viabilizar soluciones a partir de la planificación del uso del
suelo.
• La creación de corredores verdes, instalados en el borde de la inteface, protegen los recursos del suelo, mejoran la calidad del aire y del agua y
consecuentemente mejoran el hábitat de la vida silvestre, así como también embellecen el paisaje.
• Las zonas de amortiguamiento ofrecen a los propietarios de tierras, con producción limitada por pertenecer a la zona de exclusión, la posibilidad de producir
alimentos hortícolas y frutales que pueden ser comercializados en circuitos cortos en la localidad generando un proceso de desarrollo económico; donde
ambos extremos -limitando intermediarios- obtienen beneficio tanto para productores como para consumidores generando así un circulo virtuoso