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Entrevista con Jacques-Alain Miller Revista A.E.N. Vol. VII. N. n 23. 1987
cado, en el comienzo de los años 50, para En lo que a mi respecta, dejo a los de
promover un retorno a FREUD. Esto no más el privilegio de ser post-Iacanianos a
quiere decir que él desconociera sus tra su manera. Yo me contentaría con no es
bajos. LACAN no solamente estudió a tar después de LACAN, sino con LACAN.
FREUD, sino que adquirió conocimiento Todas estas son concepciones que re
minucioso de sus discípulos, los post posan sobre el mito del progreso asociado
freudianos. a la cronología, que está completamente
Un cierto número de personas en Fran al margen de la cuestión. ¿Criticar a LA
cia son conocidas actualmente como CAN? ¿Por qué no? Pero no es tan fácil.
post-Iacanianos. Pero ya en vida de LA Yo mismo critico a LACAN, e incluso
CAN comenzó el post-Iacanismo. Puedo muestro cómo el propio LACAN introdujo
decir que comenzó al mismo tiempo que esta crítica en su enseñanza. Es lo que yo
LACAN, ya que, apenas formuló los funda he denominado LACAN contra LACAN.
mentos enunciados en 1953, comenzaron LACAN merece el respeto por haberse
enseguida a objetarle que olvidaba los consagrado intensamente a su trabajo du
afectos, la energía, la pulsión, el incons rante más de medio siglo. El era sensible
ciente. ¡Y bien!, ¡el post-Iacanismo co ante los efectos sociales que podían pro
menzó en 1953! Y a lo largo de su avance ducir los aspectos anacdóticos de su per
hemos visto a un cierto número de sus sonalidad. Puedo decir que tanto en su vi
alumnos separarse paulatinamente de es da privada como en su vida pública era
ta enseñanza para inaugurar su estilo pe una persona coherente, ante todo un tra
culiar de post-Iacanismo. El post bajador, y creo que por ello merece el res
lacanismo es mucho más antiguo que el peto de aquellos que le conocieron. Para
lacanismo. Np es una novedad. Tenemos algunos merece incluso veneración.
el post-Iacanismo estilo Laplanche
A medida que el tiempo vaya transcu
Pontalis, que ha dado a la comunidad
analítica un diccionario que es el mejor en rriendo se reconocerá cada vez más que
su género, una obra de erudición 'freudia en psicoanálisis, después de FREUD, ha
na apoyada en los primeros años del Se estado esencialmente LACAN. No es el
minario de LACAN. único creador. También está Melanie
KLEIN, que estuvo a punto de hacerse ex
Tenemos el post-Iacanismo de la psico cluir de la Internacional, y que es cierta
terapia institucional. El propio TOSQUE mente una creadora. Pero creo que el vín
LLES ha recordado a menudo la importan culo entre la obra de FREUD y la enseñan
cia de LACAN, del trabajo del LACAN psi za de LACAN es mucho más estrecho.
quiatra, en las elaboraciones de sus pri FREUD descubrió la práctica analítica, LA
meras intuiciones. En ellas se asienta un CAN intentó fundamentarla. Es cierto que
tipo de post-Iacanismo que ha tenido en hay una diferencia entre las referencias
ciertos aspectos una influencia benéfica científicas que permitieron a FREUD inven
en la psiquiatría. Tenemos el post tar el psicoanálisis y las referencias cientí
lacanismo de Franc;oise DOLTO, con su ficas que han permitido a LACAN funda
influencia en psicoanálisis de niños. Tene mentarlo. Es un desplazamiento que no
mos, también, un post-Iacanismo femi resulta sorprendente a los que tienen co
nista en Francia. nocimientos sobre la historia de las cien
Bien, yo creo que no llegaré a enume cias y las nociones epistemológicas. Esta
rarlos todos, ya que hay, incluso, post fundamentación, LACAN, no la refirió a las
lacanismos heréticos, si así se puede de ciencias de la vida -como FREUD - sino a
cir. En efecto, psicoanalistas que no son las ciencias humanas, especialmente a la
lacanianos mezclan, actualmente, aporta Lingüística, a la Antropología Estructural
ciones de LACAN con las de sus diferentes y a la Lógica Matemática. Y creo que es
ensayos teóricos. ¡Muy bien! coherente con lo que es hoy la evidencia
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misma de la práctica psicoanalítica: a sa HUSSER. Ahora bien, en LACAN había al
ber, que ella procede ante todo mediante go especial.
un intercambio de palabra. Por eso es Cuando yo lo conocí, en la Escuela
preciso dar cuenta de cómo el lenguaje Normal Superior, inaugurando su ense
tiene una incidencia sobre lo real del suje ñanza con SPINOZA y DESCARTES, recupe
to. De esta hipótesis inaugural es de don rando las cuestiones que estos autores
de LACAN concluye que el inconsciente habían introducido en su época y trayén
está estructurado como un lenguaje. Es la dolas al presente, pero sin extrapolarlas
hipótesis más sencilla para explicar que la del todo de su contexto histórico, siguién
palabra puede tener incidencia sobre el in dolas desde el punto de vista del sujeto y
consciente. Mientras que esta hipótesis con un coeficiente de intemporalidad pro
fundamental no sea puesta en cuestión pio del inconsciente, descubrí algo espe
seremos lacanianos, no post-Iacanianos. cial.
Que en disposición de tener, en lo que Lo que es cierto es que la mayoría de
concierne al inconsciente, otra perspecti las veces hay un ambito entre lo que era el
va. No hay por qué excluirlo a priori. Per trabajo y la cultura de LACAN y lo que es el
no no creo que sea éste el caso. Yo con trabajo y la cultura de los que intentan
sagro mis esfuerzos a reformular la ense leerle, ya que en esa época hubo en Fran
ñanza de LACAN, a intentar precisar, a la cia una importante tradición de médicos
vez, sus matemas.y sus aporías. Pero eruditos y cultivados. Yo no estoy seguro
nada, hasta el momento, me permite in que esta tradición perdure.
validar esta hipótesis de partida. La clínica de LACAN está constante
mente presente en sus Escritos. Cuando
-LACAN era un gran clínico. Sin em
habla del saber o de la certeza se puede
bargo, su enseñanza ha trascendido, fue creer que son categorías exclusivas de la
ra de los ambientes lacanianos, como ex certeza cartesiana y del saber hegeliano.
cesivamente teórica y cuajada de fórmu Pero, sin embargo, son también más pró
las. ¿A qué cree Vd. que se debe esto? ximas a la experiencia cli'nica. La certeza,
- Estoy encantado que la AEN diga por ejemplo, ya fue utilizada como un ras
que LACAN era un gran clínico. Es total go del carácter paranoico en el siglo XIX.
mente exacto. En efecto, mucho antes de La duda, por ejemplo, no es simplemente
ser reconocido como. un gran teórico, co un procedimiento empleado por DESCAR
mo un GúNGORA del psicoanálisis, LACAN TES en sus meditaciones, sino también un
era, ante todo, conocido desde su juven síntoma obsesivo. Estas categorías
tud como un clínico emérito, a quien se -siendo muy elaboradas- están presen
peqía referencia cuando había un caso di tes en los datos inmediatos de la clínica.
fícil. En el Hospital de Sto Anne, en esas Por el contrario muchas categorías ordi
ocasiones, Jean DELAIS decía: pregunté narias del pensamiento psiquiátrico son
mosle a LACAN. una pantalla que impide tener relación di
Puedo decir que LACAN no era un filó recta con lo que dice el paciente; son un
sofo y jamás fue conocido como filósofo tapón. En este sentido, si se sabe abor
por los filósofos. Es un producto de la for darlos, los Escritos y los Seminarios de
mación médico-psiquiátrica y no de la Es LACAN son de un gran testimonio clínico.
cuela Normal Superior. Lo que sucede es Añadiré que hay una dificultad en los
que en aquel tiempo había una especie de Escritos de LACAN que proviene de su ca
comercio familiar con los más importan rácter de precursor. He ahí alguien que en
tes autores de la tradición filosófica y del 1955 hablaba de cibernética y de princi
pensamiento, de un frescor extraordina pios de informática. Eso fue necesario en
rio. Estaban, Michael FOUCAULT, Jacques ese tiempo, en que se emergía de una
DERRIDA, Roland BARTHES, Louis ALT- teolog ía fenomenológica, existencialista .
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Actualmente es mucho menos sorpren de entonces. Por eso fue necesaria la lle
dente emplear recursos de la lingüística o gada de LACAN, para realizar una relectu
de la lógica matemática, al tratar cuestio ra metódica, desde el punto de vista clíni
nes clínica, que hace 30 años. co, de los cinco grandes historiales de
En este sentido debo decir que la for FREUD.
malización que requiere el estudio de LA
Es cierto que a medida que LACAN fue
CAN exige que el que desee aproximarse a
afinando estos conceptos reformuló las
su obra se vincule con el objeto de la inves
grandes posiciones subjetivas de las cate
tigación, ya que la clínica no es solamente
gorías clínicas, las distinguió. En lo que se
la clínica del sujeto, y uno mismo está ahí
refiere a la psicosis, elaboró, a partir de
concernido. Por eso es preciso avanzar en
los textos de FREUD, la categoría de la for
el estudio del ser y no sólo del saber ha
clusión, diferenciándola de la represión.
cer. Hay que reconocer que ciertas perso
Esto fue así desde los comienzos de su
nas se comprometen con la psiquiatria
enseñanza. Pero lo hizo apoyándose en la
precisamente para tratar la clínica como
letra escrita de FREUD. La misma palabra
un asu nto del otro y no el suyo propio.
verwerfung, que finalmente tradujo por
forclusión, tras haberla traducido primero
- Teniendo en cuenta la distancia a la
por rechazo, la extrajo de un pasaje del
que Vd. aludía, entre FREUD, en tanto que
análisis de FREUD de «El hombre de los lo
inventor del psicoanálisis, y LACAN, en
bos». Posteriormente dio todo su valor a
cuanto que fundamentador del mismo
esta fórmula a propósito de las «Memo
¿tendrá esto como resultado una clínica
rias del Presidente SCHREBER», cuya re
diferente también, es decir, una clínica
lectura realizó desde FREUD. No olvide
freudiana y una clínica lacaniana?
mos que la elaboración de FREUD data de
-No. Yo creo que precisamente en es 1910-1911 y sitúa en primer plano el com
te punto la clínica lacaniana es la clínica plejo de castración, mientras que LACAN
freudiana. En concreto que la distinción estudió el caso a partir de las categorías
de estructura entre neurosis y psicosis, que el propio FREUD elaboró con posterio
planteada por FREUD, es retomada por LA ridad, retrotrayéndolas sobre los textos
CAN; dentro del campo de la neurosis, es objetivo de estudio. Del mismo modo,
también subrayada por LACAN; que el ca apoyándose en el diagnóstico que FREUD
rácter fundamental de la histeria -tal co hizo de su fracaso con DORA, LACAN pudo
mo lo articula FREUD - es también recogi valorar en la histeria la función de la otra
do y validado por LACAN. Lo que existe es mujer y la identificación mascualina. En
una reformulación de los datos clínicos cuanto a la neurosis obsesiva, concedió
por LACAN, que le condujo, ante todo, al especial importancia, a partir del caso de
punto de partida, a través de una lectura «El hombre de las ratas», al hecho de que
minuciosa de los casos freudianos en una precisamente la función del padre se aco
época en que eran ignorados por los post moda muy bien a la idea del padre muer
freudianos. Ellos creían haber superado a to, e incluso señaló que esa es la noción
FREUD. Pensaron, en primer lugar, que la que sirve de vínculo entre los textos de
primera tópica de FREUD -consciente, in «El hombre de las ratas» y «Totem y ta
consciente, preconsciente- estaba supe bú». En fin, si se tiene en cuenta la posi
rada por la segunda tópica -yo, ello y ción freudiana de LACAN se comprende
superyo -. Así que dejaron caer un alfiler que las categorías recientemente elabora
de la obra de FREUD y se quedaron con el das bajo el nombre de borderlines no tie
yo, el ello y el superyo. Cuando se intere nen cabida en su clínica. Ciertamente en
saron por las obras iniciales de FREUD lo contramos casos en los que es difícil dife
hicieron sólo con la intención de mostrar renciar neurosis de psicosis, pero que sea
hasta qué punto se había progresado des- difícil ~o justifica que debamos emplear
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rapeutas analistas son empleados en las es una explicación sino más bien un orá
instituciones a título de locos: dicen la culo. Es hecha de tal modo que reenvía al
verdad, pero esta verdad no tiene ningu sujeto directamente a la pregunta ¿qué
na consecuencia sobre la marcha de las me quiso decir?
cosas, y no provoca ningún recelo en la El deseo del analisis no es reductible a
autoridad. Yo no creo que los psiquiatras los sentimientos del analista -positivos o
puedan huir de su responsabilidad de negativos - que tiene como sujeto hacia
mantenedores del orden institucional. su paciente. El error de la teoría de la con
Hay tensiones y antinomias que pueden tratansferencia no consiste tanto en des
estar implicadas en el trabajo. Así ocurre cribir el conjunto de sentimientos del ana
por ejemplo en el diagnóstico. Creo que lista como en establecer una simetría en
en el análisis se mantiene una agudeza tre analista y analizante. La disciplina pro
diagnóstica que a menudo ha desapareci pia del analista requiere dejar a un lado la
do de la formación psiquiátrica, o que es contratransferencia -inoperante en la
pensada a partir de los medicamentos. La cura - ya que sino se toma al paciente
clínica está siendo reducida a la referencia como un medio para analizar el propio in
química. Creo que sería de interés para consciente. Hay analistas que no se reca
Vd. y para su revista interrogar a los psi tan en decir que prosiguen su análisis a
quiatras lacanianos jefes de servicio, que través del análisis de sus pacientes. Esto
intentan tener en cuenta la enseñanza de es inconcevible desde el punto de vista de
LACAN en la organización misma de su LACAN. Si tienen que proseguir su análi
servicio. sis, ¡que se dediquen a otra cosa! En el
análisis no se opera como sujeto del in
consciente, s opera a partir del deseo del
- ¿ Por qué LACAN prefiere hablar de
analista, que consiste en ofrecer un lugar
deseo del analista en vez de contratrans
vacío para que venga en él a formularse el
ferencia?
deseo del paciente.
- LACAN ha hablado de deseo del ana
lista, pero no se refiere al deseo de talo
-¿Hay algún punto de intersección po
cual analista, sino a un deseo en cierto
sible entre la investigación científica y la
modo atípico, propio de su función. El de
práctica psicoanalítica?
seo se define como aquello que no puede
ser dicho ni pedido, pero que se desliza - La presencia del deseo del analista
bajo lo dicho o lo pedido, que nunca está tiene efectivamente como consecuencia
en posición explícita, sino alusiva, que es que el campo freudiano no tenga la es
la respuesta a la pregunta ¿qué quiere de tructura del campo científico, tal como se
cirme cuando me dice esto? En este senti concibe a partir del siglo XVII. Es cierto
do, el modo propio de decir del paciente que la situación del deseo en la ciencia su
es la demanda. El modo propio de decir pone en el fondo una forclusión, ya que
del analista es la interpretación. En la me no se interroga acerca de la causa del de
dida que la interpretación es también un seo, ni siquiera se cuestiona el deseo mis
decir comporta necesariamente un cierto mo. Esto supone suturas en el sujeto,
tipo de deseo, que es el deseo propio del puesto que el discurso científico está ela
analista, ya que ningún discurso es amo borado desde un punto de vista de un su
del deseo .que expresa. La paradoja de la jeto anónimo, impersonal y universal. En
posición del analista es que debe dominar el psicoanálisis, en cambio, se trabaja a
el deseo que su decir comporta, para que partir de un sujeto particular y desde una
pueda aparecer en ese lugar el deseo del experiencia que no es repetible. Es por
otro. Su deseo debe ser en si mismo una eso que no hay experimentación en psi
especie de X, y su decir una alusión. Por coanálisis. De ahí que haya una tensión
eso LACAN decía que la interpretación no entre ciencia y psicoanálisis que hace difí
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cilmente validables científicamente las de lantar referencias que sean comunes al
mostraciones psicoanaliticas. No es fácil que habla y a sus oyentes. La referencia
que se pueda probar el inconsciente des un caso personal, por un analista, com
de el punto de vista científico, desde el porta siempre un coeficiente de incerti
momento en que esta prueba tiene lugar dumbre para sus oyentes, mientras que
en la experiencia de un sujeto. Esta condi reflexionar sobre formaciones culturales
ción contraviene al criterio científico. tiene la ventaja de que todo el mundo
Creo que es preciso admitir que el psicoa puede remitirse a ello. Así LACAN elaboró
nálisis no es una ciencia y que no opera la clínica del deseo tomando como pre
en el nivel de las condiciones del discurso texto la tortilla de SHAKESPEARE. Es decir,
científico, lo que no impide afirmar que el hay un cierto desfase que permite a la clí
psicoanálisis es impensable fuera de la in nica formularse mejor a partir de datos
vención de la ciencia, ya que el sujeto del que están en la cultura, en un cierto saber
que se trata en psicoanálisis producido común.
por DESCARTES. Un sujeto del que ha sido
evacuado todo lo que es del orden de la - Hace algunos años expresaba Vd. su
representación del saber previo. El psi oposición a un posible estatuto del psi
coanálisis es impensable fuera del discur coanalista garantizado por el Estado. ¿Si
so de la ciencia, pero esto no quiere decir gue siendo su postura?
que lo sea. Fuera hasta el extremo, si se
-Seguro. Creo que un analista no ana
quiere, el principio científico.
liza a partir de su saber, sino a partir de los
resultados de su propio análisis. El análisis
- En lo que se refiere a la construcción es un proceso esencialmente privado y
de la teoría el psicoanálisis ha estado apo confidencial que no se presta a garantías,
yándose -oscilante- entre los funda ni siquiera a la del Estado. al decir LACAN
mentos del orden clínico y los fundamen que el analista no se autoriza más que por
tos del orden de la cultura. ¿Le parece a si mismo no hizo otra cosa que extraer
Vd. que en algún momento el apoyo se ha consecuencias de la estructura misma de
desequilibrado en exceso sobre uno de la experiencia. Lo único que puede ser
estos polos? una garantía es, al cabo de un cierto tiem
po, la regularidad de la práctica. Es una
- Sin duda que hay dos órdenes, pero es
solemne tontería el título de garantía de la
tán relacionados. En el abordaje del sujeto
Escuela de la Causa Freudiana, no se re
el psicoanálisis nos da una perspectiva
fiere más que ? esa regularidad en refe
donde se ordena a la vez la clínica y la cul
rencia al propio analista. El Estado no tie
tura. Es lo que FREUD se plantea con el
ne nada que ganar con mezclarse en esta
término sublimación: no hay discontinui
práctica; de hecho en ningún lugar se
dad entre las categorías más elaboradas
mezcla, y cuando lo hace, se acaba el
de la cultura y las que encontramos en la
análisis; que es.,el caso de los países del
clínica más cotidiana. Si partimos de las
Este. Esta positión no es solamente la mía
categorías del sadismo y el masoquismo
y la de los lacanianos, es la de todos los
¿cómo olvidar que estas categorías cll'ni
psicoanalistas.
cas toman como emblema a escritores?
Tratándose de la perversión, se ve perfec
-¿Cuál debe ser el proceso de forma
tamente que han sido determinadas ela
c/ón de un psicoanalista?
boraciones de la cultura las que nos han
dado el índice c1fnico más seguro. Creo -Creo que es preciso, sobre todo, evi
que en LACAN hay una comunicación tar pensar este proceso según el modelo
constante entre c1l'nica y cultura. universitario. Lo que está en la base de la
El problema para hablar de clínica, so formación del analista es su propio análi
bre todo en la enseñanza, es poder ade- sis. Es en este sentido en el que LACAN di
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